Yoseob se sentó tenso en el sofá mientras un elf se aparecía en el cuarto y tomaba asiento con él. No iba a desmayarse, no iba a desmayarse.
—Soy Tao. —El elf le tendió la mano y le sonrió a Yoseob.
Yoseob extendió el brazo hacia la criatura, rezando por recuperar su mano de una pieza. Doo Joon le había dicho que todo el mundo aquí era amable. Tenía que mantener su mente en eso y no salir gritando del cuarto.
—Y–Yoseob.
—Pareces como si fuera a darme un festín con tus entrañas.
—Tao se rio maníacamente mientras frotaba sus manos juntas. O el elf estaba bromeando o Doo Joon tendría dificultades para sacarlo de él.
Yoseob miró alrededor, buscando quién pudiera ayudarlo.
Si, nadie podía. ¿Cómo infiernos su pareja lo había llevado ahí?
—Estoy bien —dijo mientras se alejaba algunos centímetros del elf.
—Relájate, no me he comido a un humano en mucho tiempo. —Tao chasqueó sus labios mientras se acercaba. Yoseob sólo sabía que se iba a desmayar. No había duda de eso.
—Déjalo en paz. —Otro hombre entró al cuarto riéndose y colocándose entre Yoseob y Tao—. Soy Lay.
Yoseob parpadeó al hombre con colmillos. «Oh mierda». Eso no estaba sucediendo. ¿Dónde estaba Doo Joon? ¿Eso no estaba sucediendo? ¿A dónde infiernos lo había traído Zelo? ¿Qué tipo de pueblo era ese?
—A Tao le gusta molestar a la gente —dijo Lay mientras tomaba el control remoto. Yoseob se aseguró de no hacer ningún rápido movimiento. No había manera de que él estuviera hablando con un elf y un vampiro. Su corazón latía a mil por minuto y rezó porque el vampiro no oliera la sangre correr por sus venas. Era sangre de gallina porque él estaba muerto de miedo, pero de cualquier manera era sangre.
—Tenemos video juegos, o podemos jugar al billar o puedes tomar algo del refrigerador —Lay ofreció. Yoseob no iba a ir a ningún lado con un vampiro. Él veía películas, no había una jodida manera.
—Creo que lo asustas. —Tao se acercó a Lay y vio a Yoseob de arriba abajo—. Sí, está tan pálido como tú.
Lay giró la cabeza, sus ojos recorrieron a Yoseob. —No, creo que él ya estaba pálido.
Yoseob se iba a desmayar. Podía sentirlo. Tragó saliva, viendo hacia adelante y rehusándose a hacer contacto visual.
¿Podría un vampiro hipnotizarte si no te veía a los ojos? Justo entonces, Mir entró. Yoseob lo recordaba.
¿Incluso sería humano? Se sentó del otro lado de Yoseob, haciendo que se deslizara más cerca del vampiro. Eso no era tan bueno.
—Te recuerdo, ¿Yoseob, verdad?
Yoseob asintió, preguntándose si incluso iba a poder salir de esto. Esta parecía ser la casa del terror, pero en lugar de fantasmas y espíritus, había elves y vampiros. Quería salirse de ese carnaval.
—Creo que necesito encontrar a Doo Joon. —Yoseob se puso de pie y se apresuró a salir del estudio y atravesar la mansión. No estaba seguro de adónde ir. Todo lo que sabía era que tenía que poner distancia de esos hombres.
—¿Estás perdido?
Yoseob se giró para ver a un hombre con castaños rizos. ¿Era humano? —Estoy buscando a Doo Joon. —Su voz se quebró, se oía desesperado como el infierno.
—No sé quién es Doo Joon, pero si me dices, trataré de ayudar. Soy Baekhyun. —El hombre extendió la mano.
Yoseob lo vio durante un momento antes de estrechar la mano. —Yoseob. Doo Joon es uno de los hombres que construye los nuevos cottages.
—Oh, está bien. Sígueme. —Baekhyun lo guió por un pasillo y entraron a la cocina. Cruzaron el cuarto y abrió la puerta trasera.
—Él está aquí afuera.
Yoseob atravesó la puerta, aliviado cuando vio a Doo Joon. En lugar de molestar a su pareja mientras trabajaba, Yoseob optó por sentarse en una de las mesas de picnic. Había mucho movimiento en el patio mientras una excavadora limpiaba el área donde se construirían los cottages. Una camioneta con el letrero de ‘proveedor de madera’ dejaba troncos en un lado.
Yoseob veía asombrado todos los que estaban bajando. No había notado que alguien se sentó a su lado en la mesa. Estaba demasiado ocupado viendo los músculos de Doo Joon flexionarse bajo la camiseta que estaba húmeda de la transpiración. Maldición. Estaba caliente, figurativamente hablando.
—Soy Byung Hyun. —El hombre le sonrió.
—Yoseob. —Levanto la vista para ver a un muy hermoso y…embarazado hombre sentado a su lado. «¿Qué infiernos?» No pudo evitarlo. Yoseob abiertamente miró el hinchado abdomen. No había manera de que estuviera gordo. El resto de su cuerpo era muy delgado. ¿Cómo un hombre estaba embarazado? Yoseob sintió que su vista se nublaba he hizo su mejor esfuerzo para no desmayarse.
—Es una larga historia. —Byung suspiró viendo a los trabajadores.
Yoseob asintió, realmente no estaba seguro de siquiera querer conocerla. Las cosas eran muy extrañas en ese lugar. Sentía como si se hubiera tragado un redpill y ahora se encontraba en un extraño mundo. Quizás no en Matrix, pero era bizarro. Cosas que nunca había visto.
—Uno de esos cottages es mio —Byun dijo, inclinándose hacia atrás y frotándose sus caderas. Yoseob vio el movimiento rezando porque el hombre no fuera a dar a luz ahí sobre la mesa de picnic.
—Uh, ¿estás bien? —se deslizó unos centímetros.
Byung se rio y se recargó. —Estoy bien. Parece que cargo a uno en mis caderas. Eso duele como el infierno.
Quizás sólo debería regresar a la casa de los osos. Ese parecía el lugar más cuerdo hasta ahora, Yoseob sabía de hecho que ahí sólo estaban los osos Moon. No estaba seguro acerca de este lugar. Yoseob vio a Baekhyun con unos trabajadores, charlando.
—Discúlpame. —Yoseob rápidamente caminó hacia la única persona que parecía humana en ese lugar.
—Hey, Baekhyun —Yoseob le gritó.
Baekhyun lo vio y le sonrió. —¿Qué sucede, Yoseob?
Yoseob pasó junto a un hombre que llevaba unas grandes bolsas en sus manos antes de llegar al lado de Baekhyun. —¿Podría alguien llevarme a casa?
No quería molestar a Doo Joon. Ya había sacado de aquí a su pareja en una ocasión hoy.
—Seguro. Déjame ver a quién encuentro. —Baekhyun cruzó corriendo el patio y desapareció en la casa. Yoseob quería seguirlo, pero él no quería entrar y conocer a más gente bizarra.
Yoseob notó que algunos de los trabajadores lo veían. Él se encogió de hombros. La mayoría de su vida los hombres se le acercaban. Hyeong Kon le había dicho en más de una ocasión lo hermoso que era.
Yoseob nunca lo creyó, pero las miradas que obtenía siempre se lo mostraba. Él no era un hombre superficial y no le importaba la apariencia. Era como lo trataban lo que le importaba. Yoseob acomodó su cabello detrás de la oreja mientras esperaba a que Baekhyun regresara.
Doo Joon debió de haber contratado trabajadores extra porque no reconoció a ninguno de los que habían trabajado con su pareja en la tienda de motocicletas y el refugio. Se sobresaltó cuando unas manos se deslizaron en sus caderas.
—Hey, tigre. —Doo Joon mordisqueó su oreja.
—Hola. —Colocó sus manos en el pecho de Doo Joon mientras veía alrededor.
—Nunca había visto una casa construirse desde los cimientos antes.
—Eso toma mucho tiempo, pero debemos de terminar la primera en dos semanas con toda esa ayuda. —Doo Joon entrelazó sus dedos con los de Yoseob—. ¿Aburrido?
—Realmente, le pedí a Baekhyun que buscara quien me pueda llevar a casa, si no te molesta. Prefiero estar alrededor de tu familia. Conocí a un vampiro, a alguien que sólo apareció frente a mí, y a un hombre embarazado. Prefiero estar en casa en donde es un poco más normal.
Doo Joon gruñó en su oreja. —Te llevaré. —Liberó a Yoseob y lo jaló hacia un costado de la casa.
Yoseob alejó sus manos. —No. Ya te hice alejarte una vez. Puedo manejarlo. Tú tienes trabajo que hacer. —Notó a uno de los trabajadores viéndolo pero el trabajador alejó la vista cuando Yoseob lo vio—. Creo que deberías de quedarte.
Justo entonces Baekhyun atravesó el patio con un hombre muy grande. Le sonrió a Doo Joon y a Yoseob. —Él es mi pareja, Chanyeol. Dice que puede llevarte a tu casa.
Yoseob vio a Doo Joon evaluar a Chanyeol. Ellos se dijeron algo con la mirada y entonces Doo Joon asintió. —Él es mi pareja.
r13;Doo Joon se lo dejó perfectamente claro a Chanyeol.
—Y Baekhyun es la mía. —Chanyeol le sonrió a Yoseob y entonces se dirigió al estacionamiento.
—¿Seguro que él es seguro? —Yoseob le murmuró a Doo Joon. Ambos, Baekhyun y Doo Joon, se rieron. —Él está emparejado
r13;Doo Joon dijo colocando sus manos en las caderas de Yoseob—. Él no está interesado en nadie aparte de Baekhyun.
Yoseob se sintió mucho mejor cuando Baekhyun le informó que él los acompañaría. Doo Joon los acompañó hacia la camioneta de Chanyeol. Yoseob miró hacia atrás mientras caminaba, viendo que el trabajador aun seguía viéndolo. Rápidamente giró la cabeza y vio por dónde caminaba.
Doo Joon jaló a Yoseob más cerca para un beso antes de liberarlo. Yoseob lamió el labio inferior mientras le sonreía a Doo Joon. —Hay más de donde vino èste, cuando termines aquí. Te veré en casa.
Doo Joon palmeó su trasero antes de dirigirse al patio. —Te veré en casa, tigre, —Doo Joon repitió dándole un guiño y alejándose.
—Eso fue caliente. —Baekhyun se reía graciosamente mientras esperaba a que Yoseob entrara en el asiento trasero de la camioneta. Sentía su cara caliente mientras subía.
—Entra, lindo bebé. —Chanyeol se reía desde el asiento del conductor—. Te mostraré lo que es caliente tan pronto regresemos a casa.
Ahora fueron las mejillas de Baekhyun las que se pusieron rosas. —Puedo hacer esa cosa en donde tú…
—Baekhyun —Chanyeol le advirtió con una sonrisa—. No hables de nuestros asuntos.
Yoseob se recargó con una sonrisa. No era muy frecuente ver parejas tan cómodos uno con el otro. De donde él venía, las parejas que había conocido discutían mucho, principalmente por dinero o infidelidad. Era una real mierda-glamorosa de vida. Incluso aunque esa gente no era humana —no estaba seguro de esta pareja en particular— ellos tenían la sensación de querer que las cosas funcionaran, no saltar a la garganta del otro ante cualquier signo de discordia.
Ellos parecían genuinamente felices juntos, como mejores amigos.
Yoseob salió de la camioneta cuando llegaron, se despidió de la pareja y caminó hacia la casa. Lee Joon y Seung Ho estaban haraganeando en el porche. —¿Incluso trabajan chicos? —Cada vez que los veía, ellos estaban viendo televisión o en algún tipo de problemas.
—Estamos trabajamos ahora, bueno para nada
-Lee Joon bromeó—. Trabajamos en no hacer una maldita cosa. —Palmeó su muslo mientras se carcajeaba.
Yoseob sacudió la cabeza mientras se sentaba en el columpio. Le agradaban los Moon. Eran realmente gente amable. Había sido testigo de aceptación y solidaridad en la granja y en esa comunidad, eso lo hacía cuestionar a la gente que lo había rodeado en la ciudad.
Eso era como la noche y el día.
—Aunque, en serio. Lee Joon enojó a Pa, así que nos dijo que nos alejáramos antes de que él tuviera un hijo menos
-Seung Ho le contestó al lado de él.
—¿Entonces por qué te alejó a ti?
Seung Ho vio a Lee Joon—. Porque somos gemelos. Cada vez que me ve a mi, dice que le recuerdo a la mierda de cerebro aquí.
Seung Ho señaló a su gemelo, que se apoyaba en el barandal. Estaba sorprendido de que no cediera con el gran peso del oso.
De nuevo estaba asombrado de lo enormes que eran los hombres Moon. Su madre probablemente necesitó un par de pinzas y un martillo para ayudar a que salieran.
Yoseob se rio y se giró hacia Seung Ho. —Entonces no hay nada que hacer. Doo Joon no me quiere trabajando con él a causa de Seung Jin. Dice que no es capaz de mantener un ojo en mi, y el Centro de Ayuda está cerrado para hacer los toques finales.
-Yoseob acomodó su cabello detrás de la oreja mientras se inclinaba hacia adelante y apoyaba los codos en las rodillas—. ¿Alguna sugerencia?
—Pregunta equivocada —Seung Ho advirtió cuando Lee Joon gritó.
—Quiero ir al pueblo. Verás, hay un caliente pequeño sexy que he estado buscando. Creo que puedes engañarlo a entrar y entonces…
—Wow. —Yoseob levantó sus manos frente a él—. Yo no voy a engañar a nadie…
Lee Joon lanzó la cabeza hacia atrás, soltó una carcajada y golpeó su rodilla. —¿Vas a ir, verdad?
—Te dije, pregunta equivocada. —Seung Ho se reía—. Nunca le des suficiente cuerda. Te ahorcará con sus locas ideas.
—Entonces tú decide lo que podemos hacer ahí —dijo Yoseob al gemelo sentado con él. Esos dos podrían ser gemelos pero Seung Ho era diferente. Ambos tenían un genial sentido del humor, pero su gemelo era más sutil con eso. No era ruidoso y extrovertido como Lee Joon, pero aun así estaba en la misma liga que su hermano.
Cuándo ves a uno, ves su imagen en el espejo a la derecha.
Yoseob se preguntó acerca de la pareja. ¿Podrían ellos tener al mismo? ¿Los gemelos compartirían ese aspecto? Esperaba que no. El pobre tipo saldría huyendo tan rápido como pudiera, gritando con toda la fuerza de sus pulmones por tener que tratar con ambos como sus parejas. Aunque podría ser divertido. Esos dos probablemente se apoyarían para complacer al tipo. Él podría decirlo.
—Pa quiere que llevemos la camioneta al taller de Eli
-dijo Seung Ho mientras se ponía de pie y se estiraba—. Supongo que podemos dejarlo de camino.
Yoseob se unió a los dos hermanos en el paseo al pueblo. Ellos dejaron la camioneta e hicieron algunas pequeñas compras. Ordenaron alimentos para los animales en una tienda local que recogerían cuando regresaran a la granja. Yoseob caminaba entre ellos, viendo al pueblo mientras ellos paseaban.
Yoseob repentinamente se encontró que lo levantaban del suelo, alguien lo había tomado por detrás. Gritó y luchó por liberarse. ¿Por qué infiernos Lee Joon y Seung Ho sólo se quedaban ahí?
La pregunta pronto fue contestada cuando oyó una familiar carcajada. —Tranquilo, dulce corazón.
—Maldición, Doo Joon. Casi me causas un ataque cardíaco.
—Yoseob lo pateó, dándole a su pareja un buen golpe en la rodilla. Los gemelos se carcajeaban mientras Doo Joon gruñía y dejaba a Yoseob de pie mientras se frotaba su morada piel.
Doo Joon tomó la mano de Yoseob y besó sus nudillos. —¿Qué hacen por aquí, chicos?
—Sólo vagamos hasta que Eli termine la camioneta
r13;Seung Ho le informó a Doo Joon mientras Yoseob se presionaba a un lado de su pareja.
Yoseob estaba en la gloria teniendo a su fuerte hombre a su lado. Parecía que cada vez que estaba en presencia de Doo Joon se sentía seguro, a salvo.
Doo Joon tomó la mano de Yoseob y lo jaló para murmurarle al oído. —Quiero llevarte a cenar. No me gusta que cocines todas las noches.
A Yoseob le gustaba eso. Le daba la sensación de tener un propósito, y disfrutaba usar sus habilidades en la cocina. Asintió inseguro y siguió a Doo Joon.
—También estamos hambrientos. —Los gemelos se quejaron, acompañándolos.
Ellos entraron en el restaurante y tomaron asiento en una de las mesas. Yoseob se deslizó en la banca mientras Doo Joon se sentaba a su lado. Doo Joon no discutió con sus hermanos. Parecía feliz de que estuvieran con él.
Ordenaron sus comidas y Lee Joon y Seung Ho comenzaron a charlar.
Yoseob se quedó sentado escuchando cómo Bella había dado a luz esta mañana y que la nueva potranca se llamaba Mimbsy. —¿Por qué no me lo dijeron? —Yoseob preguntó cuando el mesero traía su comida. Él le dio una mordida a su pollo y entonces se lamió los dedos. Hombre, esa era realmente buena comida.
Yoseob se quedó escuchando cómo los gemelos contaban historias de cuando crecían y las bromas que solían hacerle a Doo Joon.
—¿Solían? —Doo Joon bufó—. ¿Cuándo eso se convirtió en pasado?
Yoseob se reía mientras se disculpaba para ir al baño. Antes de tener oportunidad de llegar al mingitorio, él fue empujado duro contra la pared. —Alguien te quiere de regreso.
El horrible aliento llegó a su cara, haciendo que su nariz picara.
Yoseob trató de girar la cabeza para ver quién era. La voz era desconocida. El atacante detuvo sus manos por detrás de su espalda, haciendo que su cara golpeara contra la pared del cuarto de baño, mientras la cara del atacante se presionaba a un lado de la cara de Yoseob.
—Dile a Hyeong Kon que se vaya al infierno. —Yoseob luchaba, pero las sudorosas manos lo agarraban firmemente. Yoseob mantuvo la cabeza abajo, luchando por respirar normalmente, pero el rancio aliento le estaba causando naúseas.
—No es Hyeong Kon —el hombre dijo con una amenazadora y maniática voz. ¿Si no era Hyeong Kon quién quería que regresara, entonces quién podría ser?
Su corazón latió más fuerte cuando el dolor subió por su brazo, el atacante lo giraba y lo levantaba más. —Vas a salir de aquí caminando tranquilamente y vendrás conmigo.
Yoseob trató de nuevo de liberarse. Giró su brazo, consiguiendo solamente más dolor del que ya tenía. —Si no lo has notado, vine aquí con tres muy grandes hombres.
El hombre bufó y golpeó la cara de Yoseob, su horrible aliento hizo que la bilis subiera a la garganta de Yoseob. Jadeó fuertemente y plantó sus pies en la pared tratando de usar su cuerpo como palanca para empujarse pero el hombre parecía estar un pie adelante. Empujó a Yoseob contra la pared.
Yoseob oyó la puerta abrirse, a alguien tomando una profunda respiración y entonces la puerta cerrarse de nuevo. Quien sea que hubiera sido no quería involucrarse.
Solo esperaba que alertara a alguien, a quien fuera, de lo que sucedía en el cuarto de baño de los hombres.
—¿Quién eres? —Yoseob estaba cambiando de táctica. Si mantenía al tipo hablando, Doo Joon podría notar que se estaba tardando demasiado aquí. Entonces de nuevo, si el tipo trataba de sacarlo del restaurante, los hermanos Moon podrían detenerlo.
—Cállate. —El hombre jaló más el brazo de Yoseob, haciendo que gritara de dolor—. Yo hago aquí las preguntas, doy las órdenes.
—Al infierno.
Yoseob soltó una respiración de alivio cuando oyó el profundo timbre de voz de Doo Joon. Trató de liberar su brazo, pero un cuchillo fue presionado contra su garganta. Así era como el hombre iba a sacarlo de aquí.
—Lárgate, oso. —Yoseob pudo oír la inseguridad en la extraña voz. Se dio cuenta que había tres enojados osos bloqueando la puerta. Doo Joon parecía lo suficientemente enojado para desgarrar al hombre en pedazos sin pensarlo dos veces. Lee Joon y Seung Ho se veían igual de enojados.
—Déjalo ir —Doo Joon demandó dando un paso más cerca.
—Nosotros saldremos de aquí, y no hay nada que puedas hacer para evitarlo.
Yoseob tragó saliva cuando sintió el cuchillo tensarse en su garganta. Él sintió que algo caliente bajaba por su cuello al mismo tiempo que vio los ojos de Doo Joon más abiertos a causa del miedo. —Es una lástima que me hagas desperdiciar unas gotas.
—¿Qué infiernos quieres? —Lee Joon preguntó con la mandíbula tensa. Yoseob nunca había visto al juguetón oso tan enojado. De hecho nunca lo había visto enojado antes de esto. Era una buena vista el ver que no sólo su pareja sino los tres hombres, veían al atacante como si les gustara matarlo.
—Sólo quiero salir de aquí. —El extraño jaló el cabello de Yoseob, sus dedos se encajaban entre su cabello—. Sólo quiero a la pareja humana, no quiero problemas con ustedes.
—¿Lo dices jodidamente en serio, imbécil? —Lee Joon le gruñó—. Tienes amenanzado a mi cuñado con el cuchillo. ¿Realmente crees que te vamos a dejar salir de aquí con él?
Yoseob veía a Doo Joon. Su pareja no decía nada. Aunque parecía estar calculando todo. Como si estuviera trabajando en su mente los posibles escenarios y tratar de elegir la mejor posible manera para sacar a Yoseob de esa situación.
La oportunidad llegó cuando el hombre apartó el cuchillo del cuello de Yoseob y señaló con él a Lee Joon. —Tú mejor…
—Abajo —Doo Joon gritó, y Yoseob se dejó caer al suelo. Gritó cuando golpeó el suelo, su cabello aun enredado en la mano del hombre. Todo su cuerpo se estremeció cuando Doo Joon atacó y empujó al hombre contra la pared.
—¡Mi cabello! —Yoseob tomó el cabello que estaba siendo jalado de su cabeza. Lo sostenía de la base, tratando de disminuir el dolor.
Lee Joon estuvo a su lado en segundos, mordiendo la mano del hombre mientras presionaba para que lo liberara. El extraño soltó su cabello. Seung Ho lo jaló del suelo mientras Lee Joon se ponía de pie y ayudaba a Doo Joon a encargarse del bastardo.
Yoseob se puso de pie viendo por primera vez al hombre que lo había amenazado con el cuchillo. Estaba impactado al ver que era el trabajador que había visto en casa de JongIn viéndolo desde la distancia.
—¿Por qué? —Yoseob gritó, frotándose la cabeza con una mano y con la otra el ardor de su cuello.
—¿Por qué más? —él hombre escupió en el suelo.
—¿De qué habla, Yoseob? —Doo Joon preguntó mientras levantaba al tipo, Lee Joon tenía su gran mano en el hombro del atacante.
—Él está hablando de Hyeong Kon. —Yoseob sintió que su interior temblaba.
Él no podía mantener el secreto por más tiempo, sintió como que una gran carga sobre sus hombros era levantada mientras hablaba.
—¡Cállate con una jodida! —él hombre gruñó—. Mejor no digas nada o estarás muerto.
Yoseob vio cómo Doo Joon golpeaba al hombre contra la pared. —Habla de nuevo y vas a atravesar la pared.
—De cualquier manera estoy muerto. —Yoseob dejó salir las palabras con ira—. Si conoces a Hyeong Kon, entonces sabes que es cierto lo que digo. Ya sea que lo diga o no, soy hombre muerto.
—Mentira. Él miente —él hombre gritó, solamente para ser empujado más duro contra la pared.
—Cállate con una jodida, imbécil —Lee Joon gruñó—. El único que miente aquí eres tú, imbécil.
—Habla bebé —Doo Joon presionó con una suave voz—. ¿Qué sucede?
Yoseob se frotó los brazos viendo al hombre detenido contra la pared y luego a cada hombre en el cuarto, sus ojos regresaron con su pareja. —No sólo huí de Hyeong Kon porque me golpeaba.
—Dime.
—Él es un traficante de droga, Liquid Wrath (ira liquida), y aparentemente estoy en la cima de su lista para golpear ahora.
continuara....