Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Si llegas a ser mi fin por maiaoki

[Reviews - 8]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Este es el segundo capitulo y ultimo? 

Quien sabe jeje...

Espero les guste 

Aomine Daiki era un tipo con mucho encima, su familia era muy prestigiosa, generaciones de militares y alto rango en cada rama de la fuerza armada, su familia eran personas cerradas en viejas tradiciones de lineales de sangre, querían mantener pura su línea de sangre con solo alfas en generaciones siguientes y eso se daba si solo uno de la generación se casaba con un omega de una buena familia, tan poderosa como la de ellos, todos los hombres Aomine habían ejercido un poder único en su sangre sin traer descendiente omega, los omegas eran menos que ellos si venían de familias cualquiera.

Ahora le tocaba a él casarse, y los ancianos ya habían elegido una persona para él.

Cuando recibió esa llamada para decirle que su compromiso seria el fin de semana con su amiga de infancia no lo podía creer, ella no le había informado nada de ello, ellos nunca se ocultaban nada, bueno hasta ahora. Y eso lo tenía furioso, no quería casarse en primer lugar, solo quería estar solo sin que su familia le dijera que hacer, no quería atar a Satsuki a él de esa forma, si sabía que venía de una muy buena familia, pero el solo la quería como amiga.

Siguió escuchando los gruñidos de su padre, y termino la llamada, cuan furioso se encontraba, no quería nada de esto.

Pensó que su salida al parque le quitaría todos esos pensamientos pero su padre había traído todo a colación nuevamente con esa llamada, iba a reiniciar su caminata cuando sintió un fuerte dolor, alguien lo había golpeado, solo eso le faltaba, ya estaba lo suficiente enojado por la llamada telefónica que acababa de abandonar, para que tras de eso alguien lo golpeara, se dio la vuelta furioso, y se encontró un bello rubio de pie frente a él, detuvo su perorata, sus ojos se agrandaron él era una belleza andante, trato de hablar, pero quedo mudo.

Kise era una persona cuidadosa a pesar de su discapacidad nunca había golpeado a nadie hasta ahora, pensó que con solo seguir a su olfato iba a ir todo bien, pero no era así. Empezó a disculparse rápidamente, pero el olor que seguía se encontraba frente a el.

-       Lo siento en serio no fue mi intención- se disculpó el rubio verdaderamente apenado.

No escucho nada más pensó que estaba hablando solo, así que iba a empezar a caminar, cuando lo escucho hablar de nuevo.

-       No está bien, más bien discúlpame por mi arrebato- era demasiado extraño para él disculparse y quedarse mudo de esa manera, por dicha el chico no menciono nada de ello.

-       Está bien, es mi culpa- le respondió Kise, algo dentro de el empezó a cambiar no sabía qué, pero necesitaba irse o quedarse con el extraño, no sabía, estaba confuso.

Aomine sintió un ligero aroma viniendo del muchacho, sus instintos alfa se pusieron alerta, era un delicioso aroma, lo necesitaba, trato de agarrar su brazo, pero el rubio se movió de una manera rápida quitándose de su camino.

Kise se movió rápidamente sabía lo que era el olor de un alfa delante de él, y por si solo, por fin su celo había dado inicio, el aroma del extraño con lo que se había tropezado era el que lo había activado, su celo su celo se había activado por fin pero en un mal lugar, su instinto de supervivencia se lo decía, he hizo que se moviera rápido huyendo de él, y todo aquel que fuera alfa o beta. Escucho que el extraño le gritaba, pero Kise había perdido la noción de todo a su alrededor, no podía ver y su huida no estaba siendo del todo exitosa. El extraño logro alcanzarlo, tomo su mano y lo arrastro así el.

Aomine lo siguió no se le podía escurrir de sus manos era algo delicioso lo que había atrapado, sus instintos solo querían que lo devorara hay mismo, pero no podía, a él le gustaba disfrutar de sus presas pero no podía controlarse su aroma era único, como si fuera el suyo pero a mejor escala, un aroma mejor que cualquier vino o flor.

-       Sabes no puedes escapar de mi- le susurro a Kise.

Kise cuando el extraño lo atrapo y lo atrajo así su cuerpo, se había puesto a temblar por completo, y ese susurro fue su perdición, sintió un calor recorrer todo su cuerpo.

-       No- dijo levemente- suéltame – dijo entre los brazos de Aomine.

-        No puedo dejarte ir, ahora mismo estamos rodeados y tú en peligro necesito protegerte. -le respondió el moreno.

Se había distraído por un leve momento y dejado que su alrededor se agruparan varios grupos de alfas, se veían descontrolados, su nivel animal en marcha, queriendo solo saciar su sed

-       Tenemos que salir de aquí antes de que te coman de diferentes formas- le advirtió

El moreno se puso a pensar en una ruta de escape se les estaba complicando más las cosas, el grupo aumentaba y algunos trataron de agarrar al rubio, pero Aomine les gruñía, parecía una danza y estaban armando un gran alboroto, tenían que salir de ahí. Sentía al rubio temblar en sus brazos, el miedo lo tenía así pensó el moreno.

Kise solo escuchaba los gruñidos tanto del extraño que lo abrazaba y de los alfas, betas que los rodeaban, su miedo lo tenía merced de cualquiera pero a la vez se sentía seguro en los brazos de su captor.

Aomine por fin pudo ver una apertura de entre tantos que lo rodeaban. Sin aviso alguno tomo al chico de la cintura y se lo hecho como un saco de papas en su hombro este se le salió un grito de la sorpresa y dolor, ya que lo había hecho sin cuidado alguno.

El moreno se echó a correr cuando algunos se dieron cuenta de su intención, se abrió paso entre golpes y gruñidos sin querer algunos golpes le fueron dados al rubio dejándolo inconsciente. Aomine solo siguió en su escape, pero sentía más pesado en cuerpo del rubio.

Cuando logro salir del parque, aun con el grupo siguiéndolo, solo siguió corriendo doblando en esquinas, pasando calles como si no existieran carros, sin darse cuenta el grupo quedo atrás y llego a una linda casa con un portón negro con rosas rodeando su estructura, se sorprendió eso era único, sintió al chico removerse en su espalda, pensó que estaba despertando. Escucho correr a alguien a lo lejos pensó que era el grupo de nuevo, pero era al otro lado del porto, luego este fue abierto de pronto y un chico bajo aprecio asustado, este se le quedo mirando. Aomine siguió la mirada del chico al cuerpo que cargaba este abrió más los ojos.

-       Ese es Kise – grito el chico – que haces con él y por qué esta así, que le hiciste. – le grito furioso el más bajo, en eso le llego el olor del celo de Kise. Sus ojos se abrieron a mas no poder.

-       Dámelo – le dijo sorprendido.

-       No, es mío – el moreno no se percató que salía de su boca hasta que el chico, frunció el entre seño y odio en sus ojos.

-       Él no es un objeto. Dámelo – le señalo

-       ¿Es mío- le gruño – y tu quien eres en primer lugar?  - le pregunto con enojo. Quería quitarle su hermosa posesión. Era suyo, eso era verdad todo en él se lo decía, así que no se lo iba a dar a menos que fuera su hermano, aunque lo dudaba.

-        Soy su mejor amigo idiota y esta es su casa – le respondió con enojo.

 Aomine no tuvo como contradecirle ni conocía a quien cargaba, Dios mío se dijo estaba loco, pero no quería separarse del rubio.

En eso a lo lejos escucho a muchas personas corriendo y se sobre exalto eran los tipos que los perseguía

-       Me encantaría seguir peleando contigo, pero necesitamos entrar ya antes que esto se vuelva algo más grandes que nosotros peleando por estupideces- le gruño el moreno.

Takao también había escuchado algo, pero no sabía que era. el moreno vio recio a darle espacio para entrar, pero el grupo estaba cerca y no tenían tiempo.

-       Salve a tu amigo de unos alfas, así que malditamente déjame entrar antes que nos vean – le comunico entre gruñidos.

Takao al escuchar eso, le dio paso, pero con duda de todo lo que dijera este extraño. Cerro el portón.

-       Vamos sígueme hay que poner cómodo a Kise primero y luego tu y yo seguiremos hablando. - le informo.

Aomine no le contesto nada, solo lo siguió, ya después, le contaría todo si él quería primero necesitaba alejarse del rubio su autocontrol estaba a punto de romperse.

Takao atravesó la entrada, tras su susto de no encontrar a Kise en la casa, solo corrió a buscarlo, él nunca había salido solo y eso lo preocupo mucho, salió de casa corriendo dejando todo abierto.

 Sostuvo la puerta para que el alto moreno pasara, cerró la puerta y camino al siguiente cuarto para llegar a las escaleras y guio al moreno al según piso directo al cuarto de Kise, la puerta de este se encontraba abierta y le indico al moreno que pusiera en la cama, el moreno lo acomodo y se le quedo mirando como si Kise fuera lo más hermoso de este mundo y fuera la primera vez que lo miraba.

Takao no sabía que pensar, le dio vergüenza solo mirar la forma que este extraño miraba a Kise. Será que sabía la condición de Kise, aunque viendo bien a Ki-chan, no tenía los lentes ni el bastón tan así había sido todo lo ocurrido entre ellos que Kise perdió ambos objetos. Quería saber lo sucedió entre ellos, necesitaba hacerle varias preguntas al moreno.

-       Vamos, déjalo descansar – le dijo

-       ¿Puedo quedarme con él?  - pregunto el moreno.

-       ¿Ahora no, estás en tu límite de control verdad?, eres un alfa y es mejor estar apartado en un momento como este, además, es el primer celo de Kise y es mejor dejarlo pasarla solo- le respondió serio.

-       ¿El primer celo, pero cuantos años tiene?  – le pregunto Aomine

-       Es algo que no te puedo contar, ya que es una situación que ni los doctores saben porque se le presenta en una edad tardía, Kise solo tiene 26 años- le contesto el más bajo

-       Ni los doctores saben- menciono

-       Exacto- le reafirmo- vamos salgamos

-       Está bien, pero de una vez te digo no me voy a ir hasta que hable con el – le dijo en un gruñido

-       Está bien sal – le volvió a decir el más bajo, ya lo estaba sacando de quicio.

El moreno esta vez salió, ya que se sentía lo suficiente débil al estar cerca del rubio y no quería atacarlo estando así. Y menos tener audiencia. Algo le pasaba, no era así estaba fuera de sí y esto no lo provocaba un simple omega con su celo. Pero no quería irse. No quería separase de él.

Bajaron, Takao fue hacia la mesa agarro la nueva medicina de Kise, era para el dolor de cabeza, cada vez eran más frecuentes y dolorosos para él, ciertamente la lesión daño gran parte de sus ojos pero tuvieron una repercusión en el de una forma diferente y por eso lo quería montones y lo iba a proteger de cualquiera que le quisiera hacer daño hasta de el mismo.

Aomine se sentó sin que se lo dijeran para él era como estar en su casa y no le interesaba la opinión de la gente, y menos de ese enano con mal genio. 

Cuando se despertó no sabía dónde estaba hablo, pero nadie le contesto, su miedo anterior regreso más intenso, será que lo habían secuestrado se preguntó el rubio, me tendrán encadenado se dijo dejando volar su imaginación, se movió para tratar de levantarse y en eso sintió su propio aroma, se encontraba en su cama. Se levantó con cuidado, sintió un gran dolor de cabeza y mareo. Volvió a recostarse para ver si se le paso, pero el dolor solo empeoro, un leve grito salió por el aguijonazo que sintió. Se acurruco, pidiendo que parara, su cuerpo empezó a temblar, su temperatura aumento, necesitaba liberarse, la ropa le estorbaba, su celo volvió con todo, su esencia inundo todo el cuarto.

Tenía muchas preguntas, pero su celo lo tenía consumido, llevo su mano a su pantalón empezó a tocarse sobre la ropa se sintió tan sensible un leve gemido salió de él, pero quería más, necesitaba más, se liberó de su ropa y toco su entrada estaba mojada, se sorprendió hasta donde había llegado dejo caer su mano.

El moreno pudo escuchar el leve grito del rubio así que le dijo al más bajo que si podía usar el baño para poder escaparse he ir a ver primero al rubio, paso sin ser detectado eso era pan comido para él, era uno de los mejores en su escuadrón y el sigilo era su especialidad. Llego a las escaleras, subió con ese sigilo de una pantera y llego hasta el cuarto del rubio y abrió lentamente la puerta, pero se congelo en el instante que vio al rubio desnudo y percibió la esencia de él, su control se quebró por completo, pero siguió mirando ver como este llevaba su mano a su entrada lo tenía mal estaba a punto de atacar cuando vio a este congelarse y dejar caer su mano, dio un paso adelante su pisada fue percibida por el rubio.

-       Takaocchi eres tú? - pregunto nerviosamente Kise – no es lo que crees Takaocchi es mi celo y no sé qué hacer – le explico con vergüenza plasmada en toda su cara el rubio, no abrió los ojos, no lo necesitaba.

-       No soy Takao- dijo con su voz ronca.

El moreno pensó que había caído en el mismo infierno por lo tremendamente bello se veía el rubio todo colorado por la vergüenza. No le importaba si lo atrapaban ahora, tenía que llegar a él. 

-       ¿Qué haces aquí?  – se exalto el Kise

-       Eso te lo contare en otro momento mientras soy Aomine Daiki ya que no nos hemos presentado – dijo el moreno acercándose al rubio – primero tengo que ayudarte con eso. – le respondió

Kise estaba hipnotizado por la voz de Aomine, solo sintió su toque y un leve gemido salió de él, apenas lo toco y su cuerpo reacciono queriendo más, el moreno acaricio poco a poco su cuerpo y de un golpe le dio vuelta dejando la nuca del rubio al descubierto, su boca salivo queriendo marcarlo, probar su deliciosa piel, piel blanca, suave al toque, paso su chupo su nuca, su lengua hizo un camino sobre ella, mordió fuerte quería que la marca se viera en todo momento el resto de su vida.

Solo sintió placer al sentir su toque sobre él, el beso en su nuca y sentir mucho dolor a la hora que lo mordió, el placer inmenso que le trajo que lo llevo hasta hacerlo venirse.

Sintió estremecerse a Kise debajo suyo, el saber que solo con su mordida se vino, le dio el placer suficiente para querer estar dentro suyo, sin aviso abrió su pantalón y saco su pene, penetrando al rubio sin preparación alguna, este se encontraba lo suficiente húmedo para no necesitar preparación, sin esperar nada empezó a moverse lentamente pero constante un ritmo que los estaba llevando a la locura a ambos y eso era delicioso para él quería morder cualquier parte del rubio bajo suyo y así lo hizo.

El tiempo paso pensó que el moreno se había ido dentro del inodoro, pero cuando subió a revisar al rubio los escucho en plena acción y no sabía que hacer no quería ver la escena que estaba, pero también estaba preocupado por si llegaba a morder a Kise ese moreno extraño con mala actitud, tenía que protegerlo pero este chico malo se había escapado como adolecente a su cuarto y hecho lo que no quería que pasara. Ahora solo quedaba que no lo mordiera esperaba que no fuera tan tonto para hacerlo, pero no sabía que pensar, sin más se fue abajo, no quería seguir escuchándolos.

El tiempo paso lento sin parar, el disfrute de lo lento que hacían el amor o como decía Aomine cogiendo duro y rico. Sin parar en ningún momento no quería detenerse no tenía suficiente del rubio.

Ambos se durmieron sin más, cada parte de ambos cuerpos exhaustas y satisfechas, pero deseando más, abrazados sin querer dejar ir al otro a pesar de no conocerse. 

Y ese solo sería el comienzo o un final ¿?      

Notas finales:

Les gusto?

me faltaron cosas pero tal vez tenga segunda parte ...


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).