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Mi Corazón Te Pertenece a Ti por FlorDeDesierto

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La luz del día chocó levemente con sus párpados anunciándole que ya había salido el sol. Los abrió un poco pensando (como el flojonazo que no era) que era el hombre más afortunado del mundo por no tener la obligación de levantarse todavía. Después de todo, podía gozar de esos tres meses de vacaciones que se le otorgó por cumplir con éxito una peligrosa misión policial.

Definitivamente se merecía el descanso. Así que se dispuso a cerrar de nuevo sus ojos y…

_ …!!! – los abrió de par en par cuando sintió algo moviéndose encima de él.

Casi salta como gato espantado y loco del susto, pero como buen policía que era controló ese profundo y fuerte impulso, y miró hacia abajo.

Y entonces vio al sireno.

Encima de él.

Durmiendo.

 _ “Entonces no fue un muy extraño sueño…” – pensó el rubio relajándose y con mucha resignación. Aunque, bueno, pensándolo bien, hubiera sido muy triste el que fuera solo un sueño, además de que tendría que haber ido a ver al psicólogo o algo así.

En fin, lo mejor era levantarse y comenzar el día. Sólo tenía que quitarse de encima al sirenito durmiente (deberían hacer un cuento así) y dirigirse al baño para-

_ Mgh…

_ …

Naruto se quedó completamente quieto cuando, en su intento por deslizarse de debajo de Sasuke, éste frunció el ceño (¡frunció el jodido ceño!) y con esa manita que tenía sobre su pecho al igual que su rostro, se aferró con fuerza a su pijama para que no se mueva.

Al parecer estaba muy cómodo usándolo de almohada.

De repente le asaltaron muchas curiosidades, ¿cómo dormían los tritones? ¿Tendrían camas? ¿No tenían acaso que respirar como los otros mamíferos marinos cada cierto tiempo? si es así, no podrían quedarse toda la noche durmiendo bajo el agua, ¿no? ¿Tendrían casas? ¿Cuevas? ¿O tal vez un enorme castillo como el de la película “la sirenita”? ¿A Sasuke le gustaría esa película si se la mostrara?

Sus preguntas internas y existenciales cesaron cuando sintió a Sasuke moverse de nuevo. Pensó que sería muy conveniente que el caprichoso-hasta-durmiendo sireno se estuviera despertando y se mueva dejándolo libre al fin… pero en vez de eso puso su pierna encima, duplicando el problema.

Naruto soltó todo el aire de sus pulmones y se quedó ahí planchado por un buen rato con cara de pocos amigos e ignorando el calor de sus mejillas cuando Sasuke movió su rostro contra su pecho buscando acurrucarse más.

¿Quién mimaba tanto a ese sireno en casa? ¿Sus padres? ¿O sería una especie de sireno-gato que por pura naturaleza quiere ser mimado?

_ Sasuke teme – se le salió en un quejido.

Con toda la determinación del mundo y sin importarle si lo despertaba o no, el rubio movió su pierna y lo empujó cuidadosamente hasta hacerlo girar hacia el otro lado.

El desgraciado no se despertó.

“¿No que tenía el sueño muy ligero?” – pensó el Uzumaki algo sorprendido – “debía estar muy cansado".

Naruto se puso de pie, y después de vestirse apropiadamente, fue a la cocina a hacer el desayuno. ¿Le gustarían a Sasuke los panqueques?

El sonido de su celular lo sacó de sus pensamientos. Cuando vio en la pantalla el nombre y la foto de la persona que lo estaba llamando, el rubio sudó frío.

Después de tragar saliva y armarse de valor, contestó. Se dijo a sí mismo que hablaría con total normalidad y fresco como lechuga.

_ ¿Ho-Hola?

Ok, eso no había salido muy bien.

Hubo silencio por un momento al otro lado de la línea, y después…

_ ¿Qué fue lo que hiciste ahora, mocoso?

_ ¡Nada! – contestó sobresaltado al escuchar la regañona voz de su abuela.

_ Tuve un mal presentimiento ayer en la tarde.

Tsunade era una mujer muy intuitiva, y si ella tenía un mal presentimiento era por algo.

_ Pues no pasó nada malo – dijo Naruto riendo algo nervioso – y es raro que no me hayas llamado ayer si tu presentimiento fue ayer, tebayo.

_ Es que no era un presentimiento tan malo.

Oh, por supuesto, sus presentimientos incluso tenían niveles, ahora que lo recordaba.

_ Ya veo…

_ …

_ …

_ Ahora dime qué fue lo que hiciste.

_ ¡Ya te dije que no hice nada, Tsunade obachan!

_ No me mientas, tu narizota de pinocho llega hasta Rusia, la veo entrando por la ventana de mi hotel.

Naruto hizo un puchero. Desde que era niño, su abuela siempre usaba ese tipo de expresiones para exagerarle las cosas, aprovechándose de su inocente imaginación para poner un punto final.

Sabía que seguir negándose no serviría de nada, así que decidió decir otra cosa.

_ Uhm… es que ayer… Kurama me mordió un dedo. Pero no es nada grave, tebayo.

Mejor eso a decirle que llevó un sireno mandón a su casa, ¿no?

_ ¡¿Otra vez fuiste a jugar con ese bicho violento?! – el rubio tuvo que alejar el celular de su oreja para no quedarse sordo – ¡Un día de estos te arranca un pedazo! ¡Y te dije que estudiaras en tu tiempo libre!

_ Tsunade obachan, tengo 24 años, ya soy un adulto, tebayo – dijo con absoluta convicción – Además, ¿qué se supone que estudie? ¡Soy policía!

_ La leyes – respondió la rubia sin titubear – y lo de adulto te lo creeré cuando te cases y dejes de jugar con tiburones.

_ Es un delfín – Naruto hizo un puchero tal como un adulto de 24 años lo haría (en su opinión). 

_ Bueno, ya tengo que irme. Espero que te andes con cuidado, dale buen uso a tu tiempo libre – le recomendó Tsunade.

_ Está bien – dijo el rubio sonriendo – tú también cuídate.

_ Adiós, te quiero.

_ Yo también.

Colgó la llamada y soltó todo el aire de sus pulmones. Uy, eso dio miedo. Con suerte, Sasuke ya no estará en su casa cuando su abuela vuelva de visita.

En fin, si quería que eso suceda, tenía que comenzar a hacer algo al respecto.

_ Buen día – habló el rubio por su celular mientras lo sostenía en su oreja con una mano, y con la otra maniobraba el sartén con los panqueques – Shikamaru, necesito un enorme favor, hay un-

Shikamaru está durmiendo – le respondió una voz femenina del otro lado.

_ ¡Oh! Temari-san – rio algo avergonzado – lo siento, pensé que había contestado Shikamaru – se disculpó con una sonrisa – quería pedirle un favor, ya que él es parte de la división de investigación de la policía.

_ Claro, tú dime qué es y yo le paso el recado, es menos complicado que tratar de despertarlo.

Hasta pudo imaginarla revirando los ojos.

_ Quería que investigue algún antecedente o información de una persona, ¿tiene para anotar? – escuchó la respuesta afirmativa de la esposa de su amigo y procedió a dar el nombre – Itachi Uchiha.

_ ¿Edad?

_ Uhmmm… – no le había preguntado a Sasuke la edad de su hermano. De hecho, tampoco sabía la de Sasuke – no tengo ese dato, se lo mandaré por mensaje apenas lo tenga.

_ Está bien, yo le avisaré.

_ Muchas gracias. Adiós – se despidió y colgó.

Bien, ya había hecho algo. Después del desayuno saldrían con Sasuke a buscar por las calles de la ciudad y preguntar a la gente si había visto al hermano perdido de Sasuke.

Por otro lado, estaba el tema de las pruebas de sonar de la marina. Él no estaba relacionado en absoluto con el tema, de hecho, como policía nunca tuvo interacción alguna con ellos ni sabía de sus procedimientos…

Pero conocía a alguien que tal vez sí.

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Sasuke comenzó a moverse forzando a su cuerpo a desperezarse para despertar de una vez. Lo primero que pensó fue en el cuestionamiento de qué posición tendría el sol en ese momento. De seguro era tarde, su madre lo regañaría por no asistir a la primera comida ya que siempre decía que era muy importante para mantenerse saludable. En fin, valdría la pena el regaño, ya que sentía que había dormido como nunca. Se refregó los ojos para desempañarlos y comenzar su día, como hijo del jefe tenía muchas responsabilidades y-

_ …!!! – abrió sus ojos de par en par.

Oh cielos. Oh cielos.

Estaba en la tierra.

En una casa.

La casa de un humano.

En su ensabanada esponja (a la cual llamaba “cama”)

Sasuke respiró profundo forzándose a calmarse. No era momento para entrar en pánico. Lo hecho, hecho estaba. Había venido a este lugar a buscar a su hermano y continuaría firme con esa misión. Sí.

Sasuke se sentó y miró alrededor. ¿Dónde estaba Naruto? ¿No se suponía que había exigido dormir a su lado para vigilar cualquier movimiento sospechoso? ¿Cómo se levantó sin que se dé cuenta?

Ahora que lo recordaba, Orochimaru le había advertido que el cambio de cola a piernas y viceversa drenaba mucha de su energía. De seguro fue ese el motivo.

Sasuke miró al suelo con algo de incertidumbre. Caminar se sentía muy feo, pero tendría que hacerlo.

Porque en serio, en serio, quería ir al maldito baño.

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_ Así es, Yamazaki-san. Sí. ¡Eso sería grandioso, señor! ¡Gracias por su ayuda, tebayo! – se despidió emocionado el rubio, y después colgó manteniendo una sonrisa en el rostro.

_ ¿Con quién estás hablando? – escuchó la gruesa voz desde la puerta del comedor.

Naruto se volteó hacia él con una sonrisa.

_ ¡Oh, Sasuke, buenos dí-AH!! – su sonrisa se convirtió en cara de espanto – ¡¿Por qué estás usando eso?!

Sasuke levantó una ceja y se miró la ropa buscándole algo raro sin encontrarlo.

_ ¿Qué tiene?

_ ¡Ese es el camisón de dormir de mi abuela!

Era de su abuela, la cual extrañamente no tenía apariencia de anciana, sino al contrario, lo cual significaba que ese camisón no era anticuado ni nada.

_ Se lo devolveré – dijo Sasuke encogiéndose de hombros, pensando que Naruto estaba haciendo escandalo porque su abuela se enojaría.

_ ¡No me refiero a eso! – el rubio se cubrió la cara roja con ambas manos. Si se tratara de otra persona, Naruto se reiría a carcajadas del pobre ignorante, pero, joder, al parecer al maldito tritón todo le quedaba bien con esa cara bonita que se cargaba el desgraciado. En vez de causarle mucha gracia, le causaba mucha vergüenza.

Antes de que Naruto continúe explicándose, Sasuke decidió exponer sus razones.

_ No me gustan tus shorts, ese color chillón parece de pez payaso – dijo levantando el mentón y cruzándose de brazos. Naruto tenía casi toda su ropa con colores de tonalidades muy llamativas, y aunque al rubio sí le quedaba bien (lo cual nunca admitiría en voz alta), a él no le gustaba vestir eso – este azul me gusta, además la tela es muy suave. Y me parece útil para cuando regrese al mar y mis piernas se transformen en cola de nuevo, esto no estorbará para nada a la transformación.

Naruto estaba ahí, con la boca abierta y los ojos redondos, su cara roja como calamar en época de apareamiento.

_ ¡¿O sea que no estás usando calzoncillos?!

Sasuke frunció el ceño con confusión.

_ ¿Tengo que usarlos?

Naruto tomó un profundísimo respiro, tratando de calmarse.

_ Sasuke… el uso de la ropa apropiada es muy importante, tebayo. Los camisones se usan solo para dormir, además, solo lo usan las mujeres.

_ ¿Por qué?

Naruto pestañeó rápido.

¿Por qué?

_ Pues… porque… ¡porque sí! – respondió sin saber qué más decir – los hombres solo usan pantalones y esas cosas.

_ He visto a la mayoría de las mujeres usando pantalones también.

Touché.

_ Bueno, eso es porque… porque… ¡agh! – se agarró de los cabellos – ¡y debes vestir ropa interior! ¡Es lo que protege tus…! ¡tus…! – hizo gestos tratando de señalarle lo de en medio de sus piernas – ¡tus partes íntimas! – dijo todo rojo, pero en el fondo muy orgulloso de sí mismo por encontrar una expresión tan decente – ¡Buscaremos ropa del color que te guste, pero debes vestir lo que yo te diga si no quieres llamar la atención!

Sasuke resopló y miró a un lado con impaciencia.

_ Está bien – refunfuñó – usuratonkachi – murmuró bajito.

_ Ahora… – se acercó a él y lo miró de pies a cabeza por un rato – ¡Ahora vamos! ¡Vamos a buscarte algo que puedas usar! – lo agarró de los hombros y lo llevó por delante – Tsk, teme… 

Después de darle ropa apropiada, unos pantalones azules y una camisa negra con lo que el infeliz quedó demasiado guapo, volvieron a la cocina a desayunar.

_ ¿Con quién estabas hablando hace rato? – preguntó Sasuke de repente.

_ ¿Uh? – Naruto se detuvo un momento de estar poniendo la mesa.

_ Hace rato cuando entré a la cocina, no respondiste mi pregunta – reiteró estrechando los ojos. ¿Habría un fantasma así como Madara al que no podía ver? Porque no veía a nadie más que a Naruto en el cuarto – es extraño que hables solo, ¿eso hacen todos los humanos?

_ Ah, jajajaja, no, no hablaba solo, tebayo – aclaró rascándose atrás de la cabeza – Estaba hablando con una persona por celular.

_ ¿Qué es un celular?

_ …

Después de una larga explicación de lo que eran los teléfonos y los celulares, y de cómo funcionaban, al fin se sentaron a la mesa a desayunar.

_ Hablé con una persona que podría tener información valiosa sobre las pruebas de sonar. Él ya está retirado, pero es el único que conozco que podría saber de este tema – explicó Naruto.

_ Preferiría que nos concentremos en mi hermano primero – dijo Sasuke mirando con atención su plato.

_ Pero si tu hermano estaba buscando la fuente del sonar, es lógico pensar que podríamos encontrarlo buscando información al respecto, ¿no? – dijo el rubio con seguridad para luego meter un pedazo de panqueque en su boca.

_ Supongo que tienes razón… – dijo Sasuke distraídamente, aún mirando su plato – ¿Qué es esto?

_ ¡Oh, son panqueques! ¡pruébalos! ¡Te gustarán! – le aseguró el otro chico – úntalo con la miel y verás que sabe genial.

Sasuke observó cómo Naruto untaba el pedazo de panqueque en ese líquido espeso color dorado para luego metérselo a la boca.

Bueno, tendría que probarlo. Tenía hambre.

Sasuke sacó un pedazo con su mano, lo untó con la “miel” y se lo llevó a la boca.

_ ¡Pffff! – lo escupió al suelo casi de inmediato y comenzó a toser.

_ ¡¿Qué pasó?! – el rubio se levantó asustado y corrió para ponerse a su lado por si necesitaba auxiliarlo.

Sasuke se calmó un poco mientras abría y cerraba la boca juntando su lengua con su paladar, tanteando el extraño sabor.

_ ¿Qué era… eso? – preguntó aclarándose la garganta.

_ ¿Eh? ¡Sólo eran panqueques! ¿No te gustó? – cuestionó Naruto muy extrañado.

_ No, el… el sabor. Era… es… – pensó bien en cómo definirlo – no salado.

 Naruto pestañeó desconcertado, pero después de un momento se dio cuenta de algo.

_ Oh…

Sasuke venía del mar. El mar era salado. Era el único sabor primario que Sasuke conocía. De hecho, había tenido un episodio respecto a sabores durante la noche cuando le dio a beber agua dulce. Antes de que la tomara, le había explicado que no era como el agua salada del mar, sino que era agua dulce, lo cual equivalía en realidad a agua sin sal. Ya que se lo había advertido, Sasuke no se había llevado ninguna sorpresa, en vez de eso le gustó mucho y se tomó tres vasos llenos.

Pero este sabor sí era muy dulce, así que era una drástica sorpresa.

_ Bueno, es que la miel es muy dulce, tebayo – explicó el rubio sonriendo algo culpable por no acordarse de la procedencia de Sasuke y advertirle – supongo que todo lo que comes en el mar es salado, ¿no?

_ Mh – profirió Sasuke ya más recuperado – no me gusta. Creo que es demasiado dulce – dijo como tanteando la palabra. El agua dulce que le había dado Naruto en la noche no había sido tan extravagante, que él recuerde – tal vez algo menos dulce.

Naruto miró alrededor a ver si encontraba alguna cosa que fuera dulce pero no tan dulce.

_ ¡Oh, prueba este pedazo de piña! – le ofreció una rodaja de la fruta mencionada.

Después de hacerle probar varias cosas advirtiéndole de antemano cómo sería el sabor y todo eso, continuaron con la conversación sobre los planes para ese día.

_ Mi amigo Shikamaru es policía también, es un experto rastreando criminales y encontrando personas desaparecidas, así que le encargué buscar alguna información registrada con el nombre de Itachi Uchiha. Si encuentra algo, me lo hará saber de inmediato, tebayo – dijo el rubio poniendo en orden una mochila para comenzar la jornada que tenía planeada – La otra persona con la que hablé es Yamazaki-san, un ex-coronel, dijo que vería la posibilidad de darme información sobre las pruebas de sonar mañana durante la mañana, así que después de desayunar iremos a su casa para ello. Hoy mientras tanto, vamos a recorrer la ciudad buscando a tu hermano. Llevaré mi placa de policía en caso de que alguien quiera ponerse difícil para darnos información. Aquí estoy llevando algunos bocadillos y bebidas ya que el recorrido será constante y cansador, es importante hacerlo de ese modo para cubrir más terreno – terminó de explicar cerrando su mochila y luego se volteó hacia Sasuke con una sonrisa alentadora, poniendo los puños en la cadera – ¿alguna pregunta?

Sasuke era muy listo y tenía una comprensión muy aguda, así que sólo tenía una pregunta…

_ ¿Qué es un policía?

Una gota resbaló por la cabeza de Naruto.

Este iba a ser un largo día.

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Sasuke era muy firme en sus decisiones, Naruto podía notarlo. Si el rubio estuviera en los zapatos del pelinegro, estaría extasiado y maravillado de ver tantas cosas nuevas, tendría curiosidad por cada cosa y haría preguntas a cada segundo.

Pero Sasuke no. Él simplemente permanecía sentado a su lado en la camioneta, con una expresión muy seria, solo enfocado en buscar el rostro de su hermano entre la gente y no hacía preguntas que no fueran estrictamente necesarias para su misión o conocimiento base.

Su actitud era como decir silenciosamente “No me interesa saber nada sobre los humanos ni su mundo, los desprecio con todo mi corazón”.

Había muchas cosas que Naruto quería preguntarle. Sobre su hogar, sobre sus padres, sobre su hermano, sobre sí mismo, pero no estaba muy seguro de que Sasuke esté dispuesto a compartir algo de eso. Sasuke era muy precavido a la hora de abrir su boca, en varias ocasiones se vio reticente a responder incluso lo que a Naruto le era necesario saber para ayudarlo. Sasuke le había dicho que era el único humano en el que confiaba para pedirle ayuda y realizar esta misión, y fue sincero en ello, porque para otras cosas no confiaba en él.

“No era así antes” – se atrevió a pensar Naruto en su fuero interno, y se lo decía el hecho que había tenido lugar hace años, donde Sasuke tuvo el corazón para tratar de animarlo en el peor momento de su vida. Ahora parecía alguien muy resentido cada vez que hablaba de la humanidad en general.

Sabía que Sasuke no era tonto y que era consciente de que no todos los humanos eran malos, es decir, también podía haber tritones malos, ¿no?, pero aún así, Sasuke se veía muy aferrado al “más vale prevenir que lamentar”, prefiriendo no confiar en nadie hasta que se demuestre una buena razón para ello, y Naruto se preguntaba si esa actitud estaba dirigida hacia los humanos solamente o a todos.

_ Disculpe, soy policía. Estamos buscando a una persona desaparecida. Su nombre es Uchiha Itachi y se parece a él, su hermano, solo que un poco mayor y con el cabello más largo. ¿Ha visto a alguien con esas características o ha escuchado ese nombre en algún lugar?

Naruto notaba claramente el gesto de molestia que Sasuke reprimía cada vez que lo apuntaba diciendo que su hermano se parecía a él, ¿problemas de hermanos tal vez?

_ No, señor. Lamento no poder ayudarle – dijo la persona que atendía en esa tienda.

Después de tres horas buscando y preguntando a las personas, Sasuke comenzó a opinar…

_ Esto no sirve para nada – gruñó el pelinegro cruzándose de brazos.

_ No es sencillo encontrar a una persona en una ciudad tan grande, tebayo – refunfuñó el rubio mientras conducía y miraba alrededor en las calles a ver si divisaba una bastarda cara bonita – y menos si no tenemos siquiera una foto de la persona.

_ ¿Una foto?

_ Foto es una imagen que no se mueve. Como esta. Mira – aprovechó una luz roja para sacar su celular e ir a la parte de imágenes para mostrarle una foto a Sasuke.

El rubio contuvo la risa cuando las mejillas y las orejas del tritón se pusieron rojas.

_ ¡¿Qué demonios hago yo ahí durmiendo?! – exigió saber arrebatándole el celular para verlo más de cerca y comprobar que sí se trataba de él.

_ Jajajaja, lo siento – al final no pudo contener la risa y después lo miró con una sonrisa picarona – es que te veías tan adorable, JAJAJAJA-AGH! – soltó un grito cuando el pelinegro le tiró el celular en la cabeza – ¡Eso dolió, bastardo!

Sasuke pasó del bochorno-enojo a la sorpresa al darse cuenta de lo que hizo. Le había lanzado el celular a Naruto y le había dolido, eso significaba que… que…

¡Qué podía atacar a los humanos con celulares!

Pero tenía que comprobarlo para estar seguro.

Sasuke tomó el celular que había caído al lado en medio de ellos y se lo volvió a lanzar.

_ ¡AU! ¡¿Qué rayos?! ¡Ya basta! ¡Si no estuviera conduciendo, sabrías lo que es bueno!

Oh, pero si Sasuke ya sabía lo que era bueno…

¡Lanzar cosas era bueno!

Sin la densidad del agua no había nada impidiendo la fuerza con la que un celular llegaba a impactar. De hecho, no solo un celular, sino TODO.

¿Funcionaba con todo, verdad?

Le lanzó a Naruto la botella de agua.

_ ¡AGH! ¡Está bien! ¡Borraré la foto! ¡Deja de lastimarme, bastardo! ¡Harás que nos estrellemos!

 ¡Sí funcionaba con todo! ¡Esto era perfecto!

Y al escuchar lo que dijo Naruto, también comprobaba con éxito que funcionaba para alcanzar sus objetivos.

Sasuke sonrió satisfecho.

En el siguiente semáforo, Naruto estaba a punto de gritarle cosas, pero se vio interrumpido por una voz.

_ ¡Hey, Naruto!

Naruto miró por la ventana y vio a la persona que lo saludaba desde la acera con la mano.

_ ¡Ero-senin! – saludó el rubio alegremente. No dudó nada en parquear su camioneta cerca de allí y salir para acercarse al mencionado.

Como no le dijo nada, Sasuke supuso que estaba bien seguirlo. Tal vez era un tipo que tenía alguna información.

El pelinegro tomó lo más adecuado que encontró y salió de la camioneta siguiendo a Naruto.

_ ¿Cómo has estado, ero-senin? – el rubio le dio al hombre un apretón de manos – ¿cuándo volviste a la ciudad, tebayo?

_ Apenas ayer – respondió el peliblanco – escuché que tienes tiempo libre al fin, ¿qué te parece si salimos a alguna parte a divertirnos esta noche? Conozco buenos lugares llenos de hermosas mujeres.

_ Oh, lo siento, tengo un descanso temporal pero en este momento estoy ocupado con otros asuntos – declinó el rubio y se volteó hacia Sasuke cuando éste se paró a unos tres pasos atrás de él – él es Sasuke, es un amigo. Lo estoy ayudando a buscar a su hermano. Sasuke, él es Jiraya, mi padrino.

Sasuke frunció el ceño cuando el hombre posó sus ojos en él.

_ ¿Nuevo en la ciudad? Nunca lo había visto antes en tu círculo de amigos – dijo Jiraya mirando a Naruto.

_ ¡Es que es mi nuevo amigo! – aseguró el rubio con una enorme sonrisa, acercándose a Sasuke poniendo su manota pesadamente en su hombro.

Sasuke tomó su mano con la punta de sus dedos y se la quitó de encima como si le diera asquito.

Jiraya se cruzó de brazos y los miró estrechando los ojos.

_ ¿Y por qué está usando tu ropa?

_ ¿Eh? – la pregunta tomó desprevenido a Naruto. Aunque tenía que admitir que era normal que Jiraya se diera cuenta de que esa era su camisa ya que se la había regalado él mismo – porque… pues…

Se puso a pensar un rato en qué decir, pero el cerebro verde de Jiraya trabajó más rápido.

_ Oh, ya entieeendo~ jijijijijiji-

¡PUM!

_ ¡SASUKE! – gritó escandalizado Naruto después de ver a Sasuke aventarle a Jiraya una llave inglesa en plena frente y dejarlo desmayado en el suelo – ¡¿Por qué hiciste eso?!

_ Ese tipo no me agrada – dijo Sasuke, como si esa fuera la mayor justificación del mundo.

_ ¡Ese no es motivo para matarlo!

¿Y en qué momento había sacado la llave inglesa de su camioneta que ni cuenta se dio que la tenía en la mano?

_ ¿No viste su cara? – cuestionó Sasuke por la falta de comprensión.

_ ¡Sasuke teme! ¡No puedes ir por ahí agrediendo gente solo porque son feos! ¡Debería arrestarte, tebayo! ¡Si tienes algún asunto con alguien, solo debes decirlo! ¡No recurrir directamente a la violencia!

_ … eo…

Ambos se voltearon hacia Jiraya cuando éste pareció murmurar algo, aun con los ojos cerrados y tirado en el suelo.

_ ¡Ero-sennin! – Naruto se arrodilló a su lado – No te preocupes, ero-sennin, aquí estoy, tu querido y adorado ahijado.

_ … eo… – repitió Jiraya aún medio desmayado, como si estuviera delirando algo.

_ ¿Eh? ¿Qué está diciendo? No lo escu-

_ ¡QUE NO SOY FEO, PEDAZO DE BURRO! ¡AYUDAMÉ A LEVANTARME DE UNA VEZ!

El rubio se sobresaltó y se apresuró a ayudarlo a ponerse de pie.

Sasuke miró al hombre fijamente.

_ Usted-

_ No necesitas disculparte, muchacho – dijo Jiraya interrumpiendo al pelinegro – estoy acostumbrado a que me arrojen cosas. Soy fuerte – sonrió petulantemente.

_ Iba a decirle que usted no me cae bien. Naruto dijo que tenía que decir las cosas antes de recurrir a la violencia – aclaró Sasuke clavándole una flecha en pleno ego, y luego miró a Naruto para preguntarle – ¿ahora sí puedo recurrir a la violencia?

_ ¡NO!

Sasuke frunció el ceño. ¿Entonces en qué momento podría usar su nueva adquirida habilidad?

Jiraya no dijo nada al respecto, sólo se le quedó mirando a Naruto con una cara de traumatizado que claramente se traducía en “¡¿De dónde sacaste a este monstruo?!”

_ ¡Bueno, ya tenemos que irnos! – dijo el rubio con prisa empujando a Sasuke de los hombros para que camine con él hacia la camioneta – ¡fue un gusto verte, ero-sennin! ¡Te llamaré luego!

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_Eso no estuvo bien, Sasuke.

Después del encuentro con ese tipo repulsivo, Sasuke estaba ahora sentado en un restaurante (según dijo Naruto) para comer la comida media, o almuerzo, como lo llamaban los humanos. El rubio estaba sentado a la mesa al frente de él, y se veía muy enojado.

_ Sólo estaba defendiéndome – dijo el Uchiha mirando a un lado desinteresadamente.

_ ¡Pero si él no te había hecho nada!

Sasuke lo miró frunciendo el ceño.

_ ¿Acaso tenía que esperar que me haga algo? – preguntó ofendido, a lo que Naruto solo se le quedó mirando con la boca abierta, lleno de incredulidad – no exageres, no lo maté. Sólo le estaba dando una advertencia.

_ ¡¿Una advertencia?! – exclamó el rubio, y luego trató de tranquilizarse al ver que varias personas en el restaurante se habían volteado a mirarlo – escucha, Sasuke. No sé si en el océano ustedes se tratan como salvajes, pero aquí siempre se espera que la gente se comporte civilizadamente, tebayo.

_ Mi gente se comporta civilizadamente.

_ ¿Entonces?

_ Esta no es mi gente – dijo con simpleza, fijando la mirada en la mesa – yo no sé cómo son las cosas aquí exactamente. Sólo sé que muchas veces he visto a los humanos con armas matando cualquier criatura que encuentren – levantó la mirada firme hacia Naruto, quien lo observaba sorprendido – Tal vez entre ustedes haya un alto grado de civilización, pero yo pertenezco a otra raza. Debo ser precavido.

Naruto soltó un suspiro resignado.

_ Entiendo lo que quieres decir, pero en este momento nadie te ve como una raza diferente. A los ojos de los demás eres como un humano cualquiera, no necesitas estar tan en guardia, tebayo – explicó con un aire calmado – claro que si alguien trata de hacerte daño, estás en todo el derecho de defenderte, pero generalmente nadie te atacaría ni nada por el estilo, así que puedes estar tranquilo por el momento – le dedicó una cálida sonrisa tratando de darle seguridad con eso.

_ Hn – fue lo único que respondió Sasuke, mostrando que había comprendido, pero que no por eso iba a animarse.

La sonrisa del rubio se entristeció ante esa reacción y bajó la mirada.

_ Sé que debe ser muy difícil para ti estar aquí. No te preocupes, pronto encontraremos a tu hermano y podrás volver a casa, ¿de acuerdo?

Sasuke lo miró fijamente, sintiéndose mal al ver la triste sonrisa del Uzumaki.

El pelinegro miró a un lado frunciendo el ceño, tratando de ignorar el sentimiento de culpa, sin lograrlo. Tenía que reconocerlo, Naruto no tenía ninguna obligación de ayudarle, y aunque le había prometido pagarle con perlas, sabía perfectamente que el rubio no lo estaba ayudando por ese motivo.

Sasuke se aclaró la garganta.

_ Nosotros tenemos poderes.

_ ¿Uh? – el ojiazul levantó la mirada sorprendido ante la repentina información.

_ Algunos de los tritones y las sirenas tenemos poderes. Normalmente los usamos para proteger nuestra comunidad y luchar contra intrusos hostiles o depredadores del océano. Usualmente controlamos el grado de nuestro poder y los usamos como advertencia o como simple entrenamiento, y no nos hacemos ningún daño grave – el pelinegro desvió la mirada – lo siento si lastimé al tipo repugnante, no supe medir mi ataque en tierra.

Naruto pestañeó rápido un par de veces.

_ ¿Tú tienes poderes entonces? – preguntó con mucha curiosidad, a lo que Sasuke asintió – ¿Qué poder tienes tú?

Sasuke se removió un poco en su silla, inseguro si compartir más información de la que ya había dado. Pero los ojos azules del rubio brillaban con la inocencia de un niño y eso hacía que le sea imposible imaginarlo haciendo algo malo con esa información.

_ Mi poder se llama anguitrón. Despido descargas eléctricas de mi cuerpo que se dispersan a través del agua.

_ ¡Wow! ¡Eso es genial! – dijo el rubio genuinamente sorprendido, sonriendo de oreja a oreja y desprendiendo sinceridad en el halago.

Sasuke miró a un lado sin poder evitar sonrojarse un poco. No estaba acostumbrado a que los demás halaguen su poder.

No frente al poder de su hermano.

_ No es la gran cosa – resopló el Uchiha – mi hermano tiene el poder del hicniza.

_ ¿Qué es eso? – preguntó Naruto inclinando la cabeza a un lado. Los tritones tenían términos muy interesantes.

_ Es un poder mental. Puede controlar animales y tritones con su mente – explicó Sasuke – todos admiran ese poder porque es muy poco común y muy útil para cualquier batalla, pero a él no le gusta, lo usa solamente cuando es estrictamente necesario. Dice que controlar de esa forma la mente de cualquier criatura es injusto… lo cual es ridículo, porque sin necesidad de usar su poder él es sumamente manipulador – dijo al final frunciendo el ceño y haciendo un mohín que a Naruto le hizo sonreír porque era como estar viendo a un niño hablando del hermano mayor que no tiene tiempo para jugar con él.

 _ Tu hermano suena como una buena persona – dijo el rubio sonriendo amigablemente.

Sasuke resopló.

_ Es un tonto. No debió haber venido a tierra. De seguro se metió en problemas.

Naruto notaba que el pelinegro quería sonar enojad, pero era fácil de ver su profunda preocupación en el fondo.

_ Bueno, lo encontraremos y después de eso podrás aprovechar tus bonitas piernas y darle una patada, ¡jajaja! – rio animado.

Sasuke lo miró pestañeando con confusión y algo de sorpresa.

_ ¿Mis piernas son bonitas?

Muchas veces habían elogiado su cola, que, sin deseos de alardear, era una de las más hermosas entre los tritones, con su color azul oscuro como el cielo de la noche, con puntos plateados en su aleta que brillaban con la luz que reflejaba la luna en el agua, haciendo que se vean como estrellas en su manto.

Pero esta era la primera vez que tenía piernas, y la verdad no las veía nada impresionantes. Aunque tampoco era como si él supiera algo de los estándares de belleza de los humanos en lo que se refiere de la cintura para abajo.

Ante su pregunta Naruto se sobresaltó y puso cara de pescado idiota, Sasuke observó, y se puso a abrir y cerrar su boca una y otra vez como si fuera retardado sin ningún motivo aparente.

Los humanos sí que eran muy raros.

_ Aquí tienen – dijo la camarera interrumpiendo la conversación. La chica puso los platos de comida en el lado de cada uno.

_ Gracias – dijo el rubio con una enorme sonrisa de alivio por la interrupción.

_ Que aproveche – deseó la camarera, pero aún no se iba – disculpe, ¿puedo preguntarle algo?

_ Claro – concedió el Uzumaki.

_ ¿Dónde compró su collar? No he visto antes caracoles así. Es hermoso.

_ Oh – Naruto sonrió mirando su collar muy orgullosamente, sin darse cuenta que Sasuke estaba con la cara toda roja, encogiéndose como tratando de sumirse en la silla – no lo compré, fue un regalo muy especial. Lamento no poder darle más información.

La chica agradeció la respuesta de todas formas y se retiró dejándolos comer tranquilos.

Sasuke soltó un suspiro, ya más tranquilo dejando de lado el asunto del collar que aún le seguía molestando, en especial porque el rubio se veía más que dispuesto a lucirlo todo el día.

_ ¡Haha! Me hacen ese tipo de preguntas muy seguido – comenzó a platicar el Uzumaki en medio del almuerzo – el caracol tiene un color muy raro, en la playa normalmente encuentras blancos o tonos opacos y claros. En la estación mis compañeros siempre me insistían para que les dijera dónde lo había comprado. A la gente de la zona costera les gusta mucho usar este tipo de cosas – hizo una cara pensativa mirando al techo mientras tocaba su mentón – ahora que lo pienso, a Yamazaki-san también le preguntaban mucho por su collar, tenía un caracol muy bonito de color verde azulado con celeste y puntos negros.

_ Hn – Sasuke ignoró la plática sobre el collar que se estaba esforzando tanto por olvidar y se concentró en comer.

Ya quería encontrar a Itachi de una vez y volver a casa. No quería ni pensar en lo preocupados que debían estar sus padres…

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_ Por última vez – el tritón siseó de manera amenazante mientras se acercaba a la jaula donde contenían al prisionero – ¿dónde está mi hijo?

El pelinegro en la jaula de coral venenoso solo sonrió ladinamente sin intimidarse ni un poco.

_ Ya se lo dije, señor – dijo con un tono sarcástico – yo soy maestro de Sasuke-kun, no su niñero – Orochimaru sonrió al ver la cara de indignación de Fugaku.

_ Tú le diste la combinación de hierbas.

_ Sí, ¿y?

_ ¡Yo nunca autoricé tal cosa!

_ No necesito tu autorización – dijo Orochimaru encogiéndose de hombros – yo no respondo ante ti, ni ante nadie, Fugaku Uchiha. El muchacho simplemente pagó el precio de lo que pedía y eso fue suficiente para mí. Lo que él haga con su vida no me interesa – miró a un lado, observando por un momento a los guardias que custodiaban su jaula, pensando en alguna posibilidad de escape, pero decidió que no era el momento para eso aún – además, creí que Sasuke-kun les había dejado una nota diciendo claramente a donde iba.

Enfurecido, Fugaku se volteó y comenzó a nadar en círculos, pensando en qué hacer. El pelilargo solo observaba divertido al estoico tritón. Siempre se mostraba sereno e inalterable ante situaciones peligrosas, pero cuando se trataba de la vida de sus hijos, era otro panorama.

_ No puedes hacer nada, Fugaku – dijo Orochimaru mirando sus largas uñas desinteresadamente – no te queda más remedio que confiar en que tu bebé estará bien.

Fugaku lo miró ofendido.

_ Sasuke es un soldado, pero ese territorio es desconocido para él. Para todos nosotros – enfatizó frunciendo el ceño – cualquier cosa podría suceder en ese lugar. Estando solo.

Orochimaru estuvo a punto de diferir y decirle que Sasuke no estaba precisamente solo, pero decidió ahorrarse los comentarios. No quería que le echen tinta de pulpo a la cara como habían hecho cuando fueron a capturarlo. Si le decía a Fugaku que Sasuke estaba depositando su confianza en un humano, seguro que le daba un ataque.

Viendo que el pelilargo se negaba a decir algo más, el tritón superior se acercó a él a amenazarlo.

_ Continuaremos buscando por todas las costas. Ruega porque lo encontremos, porque si no encuentro a mi hijo, te vas a pudrir en esta celda y luego te echaré a las bestias – advirtió severamente y se fue de allí. Estuvo tentado a incluir en la amenaza la vida de su otro hijo, pero sabía perfectamente que el asunto de Itachi no era precisamente culpa de Orochimaru, sino suya por autorizarle a Itachi ir a terreno humano.

Y en el fondo sabía que el que Sasuke se fuera también era culpa suya, por no poder hacer nada.

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_ ¡Oye, Sasuke! ¿Todos los de tu raza cantan?

Desde el almuerzo en el restaurante, el usuratonkachi se puso muy, muy confianzudo. Ahora no dejaba de hacerle esas preguntas tontas que se había guardado dentro hasta ese momento.

_ Si una persona sabe hablar, sabe cantar, ¿no? – dijo Sasuke desinteresadamente.

_ Pff, ¡ya sé! Yo me refiero a que canten muy bien, tebayo. Ya sabes, voz hermosa, armoniosa e hipnotizadora.

_ Algunos cantan bien, otros no. Depende del talento y la práctica – respondió el pelinegro encogiéndose de hombros, en el fondo sintiéndose extrañado por el tema.

_ Ah… – dijo Naruto, al fin entendiendo el punto. Entonces en esa parte eran como los humanos, ¿no? Los cuentos de marineros ebrios y poco cuerdos eran mentira entonces.

Tal vez lo que escuchaban era ese sonido melodioso y agudo que tenían por idioma, parecido al que emitían las ballenas.

Mientras conducía su camioneta, Naruto miró a Sasuke de reojo por un segundo, rememorando su encuentro con él. Viéndolo como humano, cualquiera pensaría que ese sonido raro, esa cola azul, y ese beso-chupa-idiomas habían sido solo un sueño loco. Pero no, era real, era difícil de olvidar o ignorar, y además Sasuke no le permitiría olvidarlo de todas formas.

_ ¿Todo tienen el mismo color de cola? – la pregunta se le escapó casi sin pensar. No había tenido oportunidad de mirarla adecuadamente, y ahora que el ambiente estaba más tranquilo y menos traumático, le gustaría verla con más detenimiento.

_ No, son diferentes – contestó Sasuke, pensando que el decirlo no le haría daño a nadie – por ejemplo, la cola de mi hermano es negra, su aleta tiene un diseño con líneas rojas.

_ Oh… – dijo Naruto, tratando de imaginarlo. Si él fuera tritón, ¡definitivamente su color sería naranja! ¡Tal vez con algún toque de color negro en su aleta!

Sasuke lo miró por el rabillo de sus ojos, ¿por qué el usuratonkachi estaba sonriendo como bobo?  

_ ¿Y qué haces en el océano durante tu tiempo libre? – preguntó con curiosidad el rubio – ¿juegas con los peces? ¿vas con tus amigos a buscar sirenas lindas?

Sasuke reviró los ojos.

_ Los sin oficio hacen eso – resopló el pelinegro – yo estoy encargado del patrullaje y exploración.

_ ¡Entonces eres como yo! – dijo el rubio animado – yo también hago patrullaje, eso hacemos los policías cuando se nos lo asigna, tebayo – le dedicó una sonrisa y luego se concentró en estacionar la camioneta en un lugar adecuado – Ven, esta es mi cafetería favorita, aquí trabaja una amiga, tal vez ella sepa algo. Mucha gente pasa por el lugar todos los días – dijo saliendo de la camioneta, esperando que Sasuke lo siga.

Entró a la cafetería y se acercó al mostrador donde había una joven. Sasuke decidió quedarse unos pasos atrás de él para evitar que le aflore el instinto de supervivencia de nuevo. Que Naruto se encargue, sea lo que sea que vaya a hacer.

_ ¡Hola, Sakura-chan!

_ Hola, Naruto – saludó la chica pelirrosa – hace días que no te veo, ¿cómo va el descanso?

_ No tan descansado como quisiera, tebayo – dijo el rubio suspirando con exagerado pesar – de hecho, por eso vine, hay una persona conmigo que blablablabla

Sakura dejó de escuchar lo que Naruto decía porque ahora sus ojos se habían posado en el pelinegro que estaba detrás de él, y toooodo a su alrededor se volvió rosado y con corazones flotantes mientras sonaba la canción de fondo “¿Quién es ese hombreee~? Que no me mira ni me saluda~? Una fiera muy quieta que no le gustan las vueltas, que me hace temblar porque si me acerco me va a mataaaaar~ Quiero ser su mujeeeeer~”…

La chica definitivamente necesitaba un psicólogo.

_ ¡¿Naruto, quién es él?!

Naruto pestañeó desconcertado por la repentina interrupción y por el hecho de que la pelirrosa tenga cara de histérica mientras le sacudía la manga de su camiseta.

_ Ehm… ya te lo dije, es un amigo mío que vino del extranjero, y está buscando a su hermano mayor que-

_ ¡Preséntamelo! – volvió a interrumpirle.

Una gotita cayó por la cabeza del rubio y se volteó para ver a Sasuke y saber qué tenía a Sakura tan desquiciada.

Él no le vio a Sasuke nada fuera de lo normal. Simplemente estaba ahí parado, mirando a un lado con total desinterés, levantando el mentón como si se tratara de alguien de la realeza, con las manos en los bolsillos, viéndose muuuuy hermoso haciendo una pose muy cool (y pensar que el día anterior no podía ni caminar el desgraciado).

Naruto puso cara de aburrimiento. Ahora entendía a qué venía tanto alboroto y ya podía ver los corazones en los ojos de Sakura.

Lo mejor era bajar a la chica de su nube de algodón de azúcar, porque antes de que le haga alguna proposición a Sasuke, este se ofendería sumamente y la tiraría a una piscina solo para poder atravesarle el pecho con su anguitrón.

_ Lo siento, Sakura-chan – trató de poner algo de tristeza en sus palabras – a Sasuke no le gustan las chicas con cabello rosado, ojos verdes y temperamento explosivo, tebayo.

Casi pudo ver el yunque invisible que cayó sobre la cabeza de Sakura.

Pero como la chica era terca como mula, se tomó esas palabras como una ofensa directa del Uzumaki.

El rubio sudó frío. Debió haber pensado en algo mejor.

_ ¡SHANAROOOOO! – la pelirrosa lo agarró de la solapa bruscamente, mirándolo con fuego en sus ojos. Naruto solo se dedicó a sonreír nervioso, acostumbrado a ese tipo de arranques de ira de la chica – ¡No digas estupideces! ¡Es una obvia mentira para hacer que no me le acerque y poder tener una oportunidad conmigo! ¡Pues no funcionará! ¡Tú no me gustas! ¡No es-!

_ Suéltalo.

La profunda y gruesa voz de Sasuke paralizó a los dos. El tono autoritario del pelinegro hizo que Sakura suelte a Naruto casi de inmediato.

El rubio se sobresaltó un poco al ver a Sasuke parado al lado de él con un aura muy amenazante. Pero no fue nada en comparación al susto que se llevó al ver al Uchiha con un cuchillo de cocina en mano que seguramente había tomado de una de las mesas.

_ ¡¡Sa-Sa-Sasuke, espera!! – agarró su muñeca asegurándose de que mantenga el cuchillo abajo y fuera de posición de amenaza – ¡e-ella sólo estaba jugando, tebayo! ¡Sólo jugando! ¡Es mi amiga!

El Uchiha levantó una ceja, tranquilizándose. Al parecer los humanos también podían ser medio brutos con sus amigos (Karin siempre golpeaba a Suigetsu, por ejemplo), así que rápidamente aceptó el hecho de que Naruto no estaba en peligro.

Sasuke llevó sus ojos de Naruto hacia la humana llamada Sakura, quien le dedicó una pequeña tímida sonrisa.

_ M-Mucho gusto en conocerte, Sasuke.

Sasuke la ignoró y dirigió sus palabras a Naruto.

_ ¿Sabe algo de mi hermano o no?

_ ¡Oh cierto! – Naruto se volteó hacia Sakura para preguntarle – estamos buscando a su hermano mayor, tal vez pasó por la cafetería. Es parecido a él, pero con el pelo más largo.

_ Lo siento, lo recordaría si hubiera visto a alguien así – otra vez puso cara de ensoñación mientras miraba a Sasuke fijamente.

Antes de que Sasuke tome ofensa de nuevo, Naruto se apresuró a actuar.

_ ¡Bueno, gracias! ¡nosotros nos vamos! – se llevó a Sasuke de la muñeca rápidamente para salir de allí antes de que a la pelirrosa se les ocurra invitarles un café.

Después de que salieron por la puerta, la compañera de trabajo de Sakura, Ino, salió de detrás de la puerta de la cocina y se apoyó junto con Sakura en la barra, mirando hacia la salida con ojos de enamorada.

_ Oh, estaba muy guapo ese sexy psicópata, ¿no?

_ Sí – concordó Sakura con un suspiro.

Sai, su otro compañero, se acercó a ella mientras secaba un vaso. Ya que él de la misma manera había presenciado la escena, pensó que sería apropiado dar su opinión también.

_ No te sientas mal. Yo no creo que no le haya gustado tu cabello o tus ojos – dijo Sai.

_ Gracias, Sai – dijo Sakura con una sonrisa.

_ Seguro lo que no le gustó fue tu enorme trasero.

Todos los clientes de la cafetería salieron corriendo por temor a sus vidas, huyendo del monstruo con cabello rosa que ahora estaba lanzando y destrozando sillas y mesas con la intención de matar a un inocente e inadaptado Sai que corría por todos lados para sobrevivir sin comprender qué había hecho mal.

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_ Esto no está funcionando – dijo Sasuke con pesar, mirando a la nada. Tal vez estaba perdiendo su tiempo, tal vez habían capturado a Itachi, tal vez Itachi ya estaba muerto.

_ ¡N-No te desanimes, tebayo! – se apresuró a decir el rubio al ver el semblante del chico – ¡lo encontraremos, te lo prometo!

_ No prometas – respondió Sasuke volteándose a mirarlo – hay cosas que están fuera de tu control, usuratonkachi.

_ ¡Pues por el momento, está en mi control! – refutó Naruto tercamente haciendo un puchero, estacionándose en la entrada de su casa. Apenas apagó su camioneta, sacó su celular para llamar a alguien.

_ Hola.

_ Shikamaru, hasta que contestas tú, tebayo – dijo el rubio en un tono divertido – ¿tu querida esposa te pasó el dato que le di?

Sí, he estado investigando el nombre en la base de datos. Hasta ahora no he encontrado nada específico, pero… – Shikamaru hizo una pausa, considerando algo – Naruto, ¿en qué demonios te estás metiendo? – preguntó consternado.

Naruto se puso rígido ante el tono de voz que usó su compañero, no era común que Shikamaru se preocupe.

_ Que… ¿Qué quieres decir?

_ No hay nada respecto a “Itachi Uchiha”, pero el apellido me lleva a la base de datos confidenciales, y al parecer tiene algo que ver con algún agente de la marina del cual han borrado todo su historial hace diez años. Tendría que hacer un hackeo ilegal para saber de quién se trata.

_ Uhm… – Naruto pestañeó sorprendido, sin saber cómo responder a eso. Él veía el asunto como la búsqueda de una persona cualquiera, no pensó que saldrían raíces tan complicadas – no creo que eso tenga algo que ver. La persona es un extranjero que… ehm… no tiene nada que ver con la marina… ¿Cuántos años dijiste?

_ Diez años.

_ Entonces no se trata de él. Itachi está aquí apenas hace dos meses – miró a Sasuke para confirmación, quien asintió mientras escuchaba atento la conversación.

_ ¿Entonces no quieres que hackee esos datos?

_ ¡Por supuesto que no! – dijo de inmediato – no te pondría a hacer ese tipo de cosas, Shikamaru. Sería arriesgarte y yo no quiero eso.

Sabía que la marina y las pruebas de sonar estaban relacionadas, y que Itachi había venido a tierra precisamente para eso, pero ¿datos de hace diez años?, eso era imposible, de seguro había un error allí.

_ Podría hacerlo sin que se den cuenta.

Hasta pudo imaginar claramente cómo se encogía de hombros al decir eso.

_ No – dijo el rubio rotundamente – de todas formas, no hay posibilidad de que se trate de la persona que estoy buscando o que siquiera tenga algo que ver, así que no.

Está bien – Naruto frunció el ceño notando que Shikamaru ya no sonaba preocupado, como si de pronto hubiese encontrado una solución a un problema y retuvo la urgencia de repetirle “Shikamaru, no hackees eso, NO”… pero el rubio prefería pensar que sólo estaba tranquilo ahora que sabía que el asunto no tenía nada que ver con eso – de todas formas, te avisaré si encuentro otra cosa... de gente sin documentación legal, tal vez.

 Naruto suspiró. Shikamaru era listo, de eso no había duda.

_ Gracias – se despidió y colgó.

_ ¿Lo ves? – dijo Sasuke cruzándose de brazos – No está en tu control.

_ ¡Aún tengo opciones, tebayo!

_ ¿Te refieres a los datos del ex coronel? – cuestionó el Uchiha levantando una ceja.

_ ¡Sí! ¡Y estaremos en su casa mañana a primera hora! – dijo con determinación mientras salía de la camioneta – por el momento, ¿qué te parece si vamos a la playa? Fue un día cansador.

_ ¿Ah? – Sasuke frunció el ceño desconfiadamente.

_ ¡No no! ¡No planeo lanzarte al mar! – bueno, sí lo había imaginado muchas veces durante el día, pero ese no era el caso ahora – es que esta hora visito a Kurama todos los días.

_ ¿Kurama? – Sasuke lo miró confundido después de salir de la camioneta para seguirlo dentro de la casa.

_ ¡Sí! ¡Siempre le doy pescado para comer! ¡Jugamos todas las tardes! Es muy tierno – se dirigió a la cocina para sacar un balde de su congelador – De hecho, ayer había ido a verlo, pero apareciste tú, tebayo.

Sasuke no podía creer lo que escuchaba.

_ Kyuubi.

Naruto se detuvo por un momento para mirarlo.

_ ¿Ah?

_ Se llama Kyuubi.

El rubio pestañeó sorprendido.

_ ¿Quién? ¿Kurama?

_ No “Kurama”, ¡Kyuubi! – reiteró Sasuke molesto – es mi delfín.

_ ¡¿QUÉ?! – el rubio lo miró atónito – ¡¿En serio?! ¡¿Kurama es tuyo?!

_ Se llama Kyuubi – ratificó el Uchiha – y ese nombre le fue dado en honor a Kyuubi, la ballena blanca de mi antepasado Madara Uchiha que hundía barcos de humanos asesinos – dijo con orgullo.

Naruto no dejaba de mirarlo con ojos redondos.

_ ¡¿Moby Dick era de tu antepasado?!

_ ¡Kyuubi! – corrigió Sasuke de inmediato. Le importaba un pepino qué nombre raro le ponían los humanos – y mi delfín es Kyuubi también, así que no lo llames Kurama, que por cierto, es un nombre ridículo – opinó cruzándose de brazos petulantemente.

Naruto salió de su asombro y frunció el ceño muy ofendido.

_ ¿Ah sí? Pues lamento informarte, princesito, que a Kurama le encanta su nombre – dijo acercándose a su rostro desafiante, dejando a Sasuke sorprendido por el contraataque verbal – ¿y sabes qué más? ¡Te guste o no, ese delfín es MIO también! ¡Yo lo crie desde que medía un metro! ¡Y yo lo alimenté hasta que se volvió gigante!

Gigante equivalía a siete metros.

_ ¡Tú no lo criaste! – lo miró desafiante también – ¡Solo ibas a jugar con él todas las tardes y a lanzarle unos cuantos pescados! ¡Y luego te ibas! ¡No tienes derecho a darle nombre ni a decir que es tuyo! ¡Yo en cambio le enseñé técnicas de batalla y a ahogar humanos estúpidos!

_ ¡¿Qué has dicho, bastardo?! – lo agarró de la solapa encolerizado – ¡¿Has estado tratando como arma a mi pobre Kurama y enseñándole a hacer maldades?! ¡¿Cómo te atreves?!

_ ¡A él le gusta luchar, cabeza de erizo! – lo agarró de la solapa también – ¡Y también le gusta ahogar a esos malditos cazadores de criaturas inocentes!

_ ¡Pues yo no soy un cazador! ¡Y seguro que me quiere más a mí que a ti!

_ ¡No es cierto! – tal vez sea solo un poco cierto, pero jamás lo admitiría – ¡Tú solo eres su humano juguetito!

_ ¡Soy su amigo! ¡Y para que lo sepas a mí me hace caso!

_ ¡No!

_ ¡Sí!   

_ ¡No!

Toc Toc

Ambos se quedaron quietos al escuchar la puerta, y justo un segundo después alguien entró.

_ ¡Naruto, querido vecino! – Anko se asomó por la puerta de cocina con una enorme sonrisa – He venido a dejar las tijeras que me prestaste el otro día, ¡Gracias! – se las puso a un lado y se despidió – Ahora me voy, porque a este paso estarás usando tus esposas en unos minutos~

Y se fue.

Naruto y Sasuke, que aún estaban muy cerca y agarrándose de la ropa amenazadoramente, se quedaron ahí procesando la repentina intromisión. De repente la cara de Naruto se puso roja como tomate por alguna razón (tal vez algo referente a lo que dijo la mujer humana, pensó Sasuke) y lo soltó de inmediato.

_ ¡E-En fin! ¡Kurama-Kyuubi es de los dos! ¡Punto final! – se volteó a tomar su balde de pescado – Y voy a ir a visitarlo, si quieres puedes ver desde la playa, ya que no creo que quieras mojarte y transformarte aun, o si quieres puedes quedarte aquí y esperarme, tú eliges – se fue hacia la salida.

Sasuke reviró los ojos y lo siguió. De todas formas, siempre lo vigilaba cuando estaba cerca de su delfín.

Sería una buena forma de descansar de ese día agotador.

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.

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CONTINUARÁ

 

Notas finales:

Ok, seré sincera, esto tendrá más de tres capítulos, jajajaja…ja :v

¡Espero que les haya gustado! ¡Muchas gracias por el apoyo y los comentarios! No he podido responderlos pero por supuesto que los leo, ¡y definitivamente son parte de mi inspiración!


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