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Clases Privadas por Yuki Ice

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Notas del capitulo:

Holis, antes del cap quería agradecer a tod@s los que viene siguiendo este fic  por tomarse el tiempo de leerlo y un agradecimiento más especial a las lindas personas que se toman un ratito más y comentan :)
Todo eso me motiva a seguir con esta historia :D

Además quería pedirles perdón si les cause tristeza en el cap anterior, no era esa mi intención pero debo admitir que me gusta la idea de que estén tan compenetrad@s con la historia.

Sin mas gracias nuevamente y los dejo con el nuevo cap

Aliados

 

-Que mala cara tienes- expreso en tono neutro Shura

-No dormí mucho que digamos-decía Camus mientras le servía una taza de café a su compañero

-Gracias. ¿Mal sueño?

-Mala noche- contesto sentándose enfrente y reprimiendo un suspiro

- ¿Me quieres contar?- cuestiono interesado

 

Ellos no eran muy amigos, eran buenos compañeros y solían contarse cosas justamente por esa lejanía que les permitía dar una opinión más objetiva respecto de lo que hablaban.

Camus hizo un silencio. No estaba seguro de querer revelarle a alguien sus verdaderos sentimientos.
Entonces Shura retomo la palabra

-Sabes cuando Aioria me dijo que estaba con Milo me dolió mucho no porque no quisiera su felicidad si no porque ese día estaba determinado a decirle lo que sentía.-hizo una pausa- Al oír su confesión lo primero que vino a mi mente fue " soy un idiota si no hubiera tardado tanto esto no hubiese pasado". Es decir, se que Aioria no suele decir que no pero al tratarse de Milo sabia que no eran solo unos días si no una relación seria. Los conozco a ambos y puedo jurar que no se harían daño nunca por eso tampoco le he dicho nada hasta ahora ya que probablemente se sentiría mal pero no dejaría a Milo para no lastimarlo pero no estaría con ambos

-No se por que me cuentas todo esto

-Porque ambos somos desgraciados por nuestras propias decisiones. Por no hablar a tiempo. Sé que no era seguro que nos dieran una respuesta afirmativa pero no viviríamos con esta incertidumbre de "que hubiera pasado si"

 

-Milo es mi mejor amigo...

-Y lo amas-interrumpió rápidamente- he visto como lo miras

Camus se sonrojo de inmediato haciendo su cara a un lado y dejando reposar una de sus manos sobre la mesa.
Shura sonrió ante este gesto

-Solo vine a decirte que tienes ganas de hablar puedes buscarme ya que quien mejor para escucharte que alguien que esta pasando por lo mismo- bajo su mirada y sus ojos se ensombrecieron

Camus alzó levemente la vista y se atrevió a hablar

- ¿Siempre te dolió tanto?

-No. Al principio trataba de convencerme a mi mismo de que, aunque fuera con alguien distinto, pasaría como con sus otras relaciones y acabarían rompiendo; pero al pasar el tiempo y ver lo bien que estaba dolía mas. Me decía que si él era feliz todo estaba bien… pero no es cierto. Disfruto de su felicidad pero al mismo tiempo está me lastima por no ser quien la provoca y al mismo tiempo no puedo alejarme… me resulta imposible.

- ¿Por que me dices esto ahora?

-Porque comenzó a dolerte más

Los ojos de Camus se abrieron desmesuradamente. Shura no podía saber lo que paso entre ellos ¿O si?

- ¿Co...Como sabes eso?-logró articular con dificultad

-Me dio esa impresión los últimos días. Como si ya no soportaras aguantar y quisieras estallar

-... ¿Tan... Tan obvio soy?

-Para nada. Supongo que me di cuenta porque me veo reflejado  pero dudo que alguien más lo notara- intento darle ánimos con aquella sinceridad

-... No creo que sea mala idea.

Su interlocutor sonrió sabiendo a que se refería

-Me alegra mucho oír eso. Veras que entre los dos podremos superarlo- dijo en tono suave apoyando su mano sobre la del acuariano para luego ejercer una leve presión casi imperceptible  para indicarle que debía tener animo

A pesar de no ser su estilo, Shura sintió que ese gesto era sumamente necesario en esa situación ya que ambos necesitaban apoyo.
Camus esbozo un gesto que intentaba ser una leve sonrisa  y el silencio volvió a apoderarse del lugar.

En ese instante, la puerta de la cocina se abrió dejando ver la figura de un hombre de tez morena y ojos celestes

-...lo...lo siento no quise interrumpir - soltó impresionado Milo al notar la cercanía entre ambos

- No te preocupes Milo, yo ya me iba-le sonrió y dirigió su vista a Camus- cualquier cosa bajas -agrego en tono neutro para luego deshacer el agarre con suavidad ante el asentamiento del acuario

Milo lo seguido con la mirada hasta que el capricorniano salió de su campo de vista

-... Milo... Milo

- ¿Ah?

- ¿Me estas escuchando Milo?

-Lo siento. ¿Qué decías?

-Te pregunte ¿A que viniste?

- A desayunar. ¿A que más?

-Creí que desayunarías con Aioria

-S...si... Solo que no estaba- mintió. Ni siquiera se le había pasado por la mente ir al templo de leo, al despertar lo primero que quiso es ir con Camus como siempre.- pero creo que llegue tarde

-Aun no termino. Puedes quedarte si quieres-respondió con una sonrisa

Milo asintió y tomo asiento junto a su amigo en lo que este le servía

-y... ¿Que hacia aquí Shura?-pregunto mientras veía a Camus sentarse a su lado- ¿Se te declaro?

-¡¿QUE?!...Jajajajaja -comenzó a carcajearse ante aquella idea-claro que no. ¿Por qué creíste eso?-pregunto aun con una sonrisa en el rostro

-No se, se veían tan cercanos-masculló

-Solo vino a hacerme una propuesta

- ¿De que tipo?

-Estas muy curioso esta mañana

-Y  tu muy misterioso-lo miro serio

-De ninguno en particular-agrego -solo vino a decirme que puedo ir a su templo cuando guste

- ¿Y  para eso te toma la mano?

- ¿Milo?

- ¿Qué?

-Pusiste una fea extraña

-Es la única que tengo-le enseño la lengua a lo que Camus sonrió- bien no pregunto mas pero si se te declara debo saberlo

-Eso no va a pasar

- ¿Cómo estas tan seguro?

-Porque a Shura le gusta otra persona

-¿Ah si? ¿Quién?

-No puedo decirte. Es secreto

-Mmm... Esta bien. Cambiemos de tema. Me estoy cansando de hablar de Shura

- ¿Y de que quieres hablar?

-En...en realidad venia a consultarte algo

-Te escucho

- ¿Como sabes si ya no le gustas a alguien?

- ¿Dudas de los sentimientos de Aioria?-cuestiono extrañado el acuariano.

-No. Solo me dio curiosidad saber si eso puede verse

-Pues si te soy sincero la verdad no lo se. Supongo que las cosas que antes te resultaban interesantes se vuelven comunes y ya no te causan emoción-al ver que Milo permanecía pensativo continuo-…¿Paso algo?

-No, nada

- ¿Qué hiciste anoche?

- ¿Por que preguntas?

-Porque siempre me cuentas

-Nada. Aioria me invito a cenar

-...¿Y?-lo conocía hace años. Sabía que algo ocultaba

-...no pude hacer nada

Camus lo miro con compasión, sabiendo a que se refería.

-No deberías presionaste ni dejar que nadie lo haga. Pasara cuando estés listo

-Lo se. De hecho Aioria se comporto muy bien conmigo cuando le dije que me sentía mal

- ¿Pudiste decirle la verdad?

-En realidad, el estómago comenzó a molestarme y él se dio cuenta.

-Seguramente eran nervios. Deberías tomarlo con calma y dejar que fluya.

 

Milo sonrió reconfortado. Era increíble que la persona frente a él tuviera la capacidad de tranquilizarlo con solo unas palabras. De verdad era alguien sumamente importante en su vida.

Sin más Milo se abrazo fuertemente a la cintura de Camus, descansando la cabeza en el pecho de su compañero.

-Gracias-dijo en un susurro- siempre sabes exactamente que decir

Camus esbozo una sonrisa ante aquellas palabras

-Te conozco lo suficiente para saber que es lo que necesitas escuchar-agrego acariciando las finas hebras del escorpiano

Milo no respondió. Solo se dejo envolver por la cálida sensación que se apoderaba de él. Aspiro lentamente el perfume que emanaba del otro cuerpo; era dulce y confortable como si la misma paz lo envolviera.

Levantó un poco la cabeza  sin deshacer del todo el agarre y poso la vista en aquellos hermosos zafiros que lo escudriñaban.
Su mente quedo en blanco y ningún pensamiento surco por ella. Solo un impulso que se apodero de su cuerpo.
Como llevado por una corriente, cerró los ojos mientras se inclinaba hacia delante y lo beso con delicadeza; apenas posando sus labios sobre los del acuariano pero lo suficiente para concebir su dulce sabor que hacia días no probaba.
Mientras tanto, Camus permanecía con sus ojos  abiertos a mas no poder claramente sorprendido por aquella acción; tanto así que no pudo corresponder.

Cuando Milo reaccionó y reparo en lo que estaba haciendo se separó y miro a su amigo con un claro sonrojo

-Yo...lo siento Camus... Se…será mejor que me vaya a entrenar. Lu...luego hablamos-articulo como pudo y prácticamente abandonó corriendo el recinto

En tanto, un notorio sonrojo comenzó a apoderarse por completo del rostro de Camus.
Levanto lentamente su mano y poso los dedos sobre sus labios como no creyendo en lo que acababa de pasar.
No era la primera vez que se besaban pero este beso era diferente: todos los anteriores eran de alguna forma para Aioria; pero este era suyo, solo suyo surgido de un momento único entre los dos.
Se podía decir que ese era el primer beso que su amado Milo le daba. 


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