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Los hijos de Harry por ChristineC

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Notas del capitulo:

Espero que les guste el nuevo capitulo!!!

 

Muchas gracias por los reviews

A Lily no le resultó difícil hacer amigos en la casa que le había tocado en suerte, de hecho congenió enseguida con Bethany Nott y otra chica de nombre Dorea Warrington; pero en todas partes hay personas que carecen de tacto y la sala común de Slytherin no fue la excepción.

-Vaya, vaya, aquí tenemos a la hermanita de James Potter- dijo una chica de sexto año de nombre Perséfone Bole.

-Discúlpame pero yo sólo tengo un hermano y se llama Albus- espetó la niña pelirroja con desdén- Mi mellizo y yo somos fruto del amor entre nuestro padres, y no de la amortentia como ese imbécil.

-¿Amortentia?- preguntó Bethany con curiosidad.

-Así que ese es el motivo por el cual tu padre abandonó a ese bastardo- dijo Perséfone con una mirada maliciosa.

-Sí; pero esa información se queda aquí, apelo al secreto de casa para que no salga de estos muros- aclaró Lily- Mi padre me mataría si supiera que se los dije.

-Lástima- dijo un alumno de tercer año de nombre Brendan Higgs- Sería bueno poder llamarlo James Sirius Amotentia para vengarnos de todo lo que nos hizo desde que entró a Hogwarts.

-Eso déjalo de mi cuenta- dijo Lily con un brillo peligroso en sus ojos verdes- Uno de los motivos por los cuales vine a este colegio es para bajarle los humos a ese tarado. Confórmense con saber que no fue deseado por mi padre y por lo tanto no heredará ni un snut de nuestra fortuna.

-¿Qué es lo piensas hacer?- indagó Scorpius Malfoy- Deberías tener cuidado, tú eres una Slytherin y estoy seguro que cuentas con muchos recursos para defenderte de él, pero tu hermano….

-No te preocupes por Albus- interrumpió la pelirroja- Mi padre nos entrenó muy bien a ambos y si el tal James se mete con él saldrá muy mal parado, ya verás.

-Hubiera sido mejor que también viniera a Slytherin con nosotros- dijo el pequeño Malfoy sin pensar.

-A Scorpius le gusta tu hermano- dijo Bethany con diversión.

-¡No es cierto!- saltó un sonrojado Scorpius- Sólo me preocupa que el hijo de la amortentia se ensañe con él.

-Pues si lo hace será peor para él- replicó Lily- Ahora vámonos a dormir porque mañana empiezan las clases.

El dulce Albus también tuvo que enfrentarse a miradas indiscretas y comentarios malintencionados en la sala común de los tejones, pero a diferencia de su hermana él no sentía rencor hacia James y manejó las cosas de manera más diplomática.

-No sé qué fue lo que ocurrió entre tu padre y la madre de James Potter- le dijo una prefecta de Hufflepuff, llamada Melanie Mac Millan- Pero yo creo que hizo muy mal en abandonarla después de haberla embarazado.

-¿Acaso hubiera sido mejor que se casara con ella sin amarla?- preguntó Albus con inocencia- Sólo estuvieron juntos una vez, eso sin mencionar que a mi padre no le atraen las mujeres; es mejor que las cosas se dieran de este modo, pues ahora la madre de James está felizmente casada con otro hombre y mi padre vivió varios años de felicidad a lado de mi papi Gilbert.

-¿Ya no vive con tu papi?- preguntó un alumno de quinto.

-No; mi papi Gilbert murió en un operativo de rescate de rehenes cuando mi hermana y yo teníamos siete años- respondió apesadumbrado el chico de ojos verdes.

-Lo siento- dijo la misma prefecta que lo había increpado apenas entró a la sala común- Debió ser un hombre maravilloso si pudo conquistar al famoso Harry Potter.

-Mi papi Gilbert era un ser humano encantador ¿quieren que les enseñe una foto de él?- ofreció Albus con orgullo.

-Claro que sí- respondió otra alumna de su mismo año llamada Karen Bones.

-Aquí está- dijo el chico de ojos verdes, sacando una fotografía donde Gilbert aparecía en compañía de los mellizos ¿verdad que era guapísimo?

Y así era; pues el hombre que aparecía en la fotografía sonreía enseñando una dentadura perfecta, mandíbula cuadrada pero suavizada por sus rasgos angelicales, unos hermosos ojos azules rodeados de largas pestañas y una cabellera corta de color negro que tendía a ensortijarse en las puntas.

-La verdad es que era muchísimo más bello que Ginevra Smith- admitió Melanie- ¿Lo querías mucho, verdad Albus?

-Sí- respondió el chico de ojos verdes con lágrimas en los ojos- Él fue como una mamá para nosotros y nos enseñó todo lo que sabemos sobre música. 

-¿Sabes mucho de música?- preguntó un chico llamado Dylan Peterson.

-Puedo tocar de oído cualquier instrumento musical, también recibí clases de teoría y solfeo por insistencia de mis abuelos….

-¿Abuelos?- interrumpió Karen.

-Sí; mis abuelos Cristine y Thomas Blythe – aclaró Albus- Viven en una granja ubicada en la Isla Príncipe Eduardo de Canadá; mi hermana, mi padre y yo solemos pasar con ellos un mes de cada verano. Es un sitio maravilloso y mi abuela es la mejor cocinera del mundo, de hecho mis padres se casaron allí.

-Tuvieron una boda sencilla y discreta ¿verdad?

-Sí; sólo estuvieron presentes tía Brenda, su esposa, mis abuelitos, la abuela Min…la Directora Mac Gonagall, tía Hermione, su esposo, mi tío Walter y su familia. 

-¿Tienes fotos de la boda?- indagó una entusiasmada Karen.

-No las traigo conmigo en mi baúl; pero mi padre las guarda celosamente en el suyo- respondió Albus con tristeza- Éramos muy felices ¿saben? nos tomó más de un año volver a sonreír después de la muerte de mi papi y a veces mi papá Harry llora bajito cuando cree que no podemos escucharlo.

-De veras lamento lo que te dije sobre tu medio hermano, Albus- dijo la prefecta- Es que su madre dijo tantas cosas malas sobre tu padre que…

-Olvídalo- la interrumpió el muchacho- Además James no tiene la culpa de lo que ocurrió entre sus padres, por eso yo no siento rencor hacia él; pero si se mete conmigo o con mi hermana le irá muy mal.

-Mejor vamos a dormir Albus- dijo Dylan- Mañana podremos intercambiar nuestros conocimientos sobre música.

Al día siguiente, James y sus primos estaban acechando en las inmediaciones de la entrada a la Casa Hufflepuff con la intención de encarar a Albus, pues su instinto le señalaba que se mantuviera alejado de su hermana. Pero no pudo acercarse a él, porque los prefectos de la casa de los tejones no se lo permitieron.

-Escúchame niñato- dijo Melanie- Por tu bien es mejor que no te metas con Albus, porque de ser así me encargare de que toda la casa Hufflepuff te haga la vida imposible durante el tiempo que permanezcas en Hogwarts. Él ya ha sufrido mucho debido a la muerte de su otro padre y no permitiremos que le hagas daño.

-Su otro padre… ¿murió?- preguntó un sorprendido James.

-Sí; era un auror que murió cumpliendo con su deber- respondió la prefecta de quinto con firmeza- Así que Albus es hijo de dos héroes, por lo tanto se merece lo mejor y dudo que tu tengas buenas intenciones con él.

-Yo sólo quería conocerlo mejor.

-A otro perro con ese hueso, Potter- replicó Melanie- Si sólo quisieras hablar con él, no vendrías acompañado de todos tus primos; además, él no está interesado en conocerte a ti.

-Vámonos James, ese niño ya bajó al gran comedor con sus compañeros y yo también tengo hambre- dijo Steven Weasley.

Mientras tanto, en el gran comedor del castillo, un chico rubio esperaba discretamente la llegada de los alumnos de primer año de la casa de los tejones para asegurarse de que Albus se encontraba bien.

-Allí está- dijo Scorpius Malfoy señalando al chico de ojos verdes.

-¿Quién?- preguntó Lily.

-Pues quien va a ser, tu hermano- respondió su compañero con impaciencia- Deberías ir a preguntarle cómo le fue anoche y si tuvo algún problema con…el otro Potter. 

Bethany puso los ojos en blanco y sonrió a su nueva amiga, dándole a entender que Scorpius estaba muy interesado en el bienestar de su hermano.

-De acuerdo ¿quieres acompañarme a la mesa de Hufflepuff?- dijo Lily con quien no quiere la cosa.

-¿Yo?- preguntó un sonrojado Scorpius.

-Sí, tú- respondió la pelirroja- ¿o acaso no deseas que te lo presente?

-No, no- contestó el rubio, moviendo una mano en ademán de negación- yo sólo me preocupé por él porque es tú hermano y además es un inocente Hufflepuff.

-Pues yo te acompaño Lily- dijo Bethany poniéndose de pie.

-Yo también quiero conocer a Albus- manifestó Dorea.

Scorpius se sintió muy molesto cuando sus dos compañeras acompañaron a Lily hasta la mesa de los tejones y en el momento en que Albus sonrió a las nuevas amigas de su melliza, una oleada de celos invadió su interior.

-Fuiste un tonto al no haberlos acompañado Scorpius- dijo su mejor amigo Claudius Flint- Es evidente que te gusta ese chico.

-¡Cállate!- espetó el rubio- Yo jamás dije que me gustara y mi padre me ordenó que me mantuviera alejado de los Potter hasta conocer sus verdaderas intenciones.

-Pues a mí Lily me cae muy bien- dijo un chico de su año de nombre Logan Pucey- No creo que ella tenga malas intenciones hacia los miembros de su propia casa.

-Tú lo has dicho; Lily es una Slytherin, pero su mellizo no lo es- replicó Scorpius- No sabemos si él tiene prejuicios hacia nosotros como su medio hermano.

-Pues pareció encantado cuando su hermana les presentó a Bethany y Dorea- lo picó Claudius- allí vienen de vuelta.

-¿Y?- preguntó Scorpius, apenas Lily volvió a ocupar su sitio en la mesa de las serpientes- ¿Cómo le fue a tu hermano hasta ahora?

-Bien; una prefecta de su casa lo molestó por el tema de James, pero Albus se la ganó cuando le habló sobre nuestro papi Gilbert.

-¿Habló sobre tu difunto padre con otros alumnos de tu casa?- indagó Claudius.

-Sí; Albus era el más apegado a mi papi, por eso no me extraña que les hablara de él apenas lo abordaron por el asunto de James.

-Su muerte debió ser muy dura para Albus- dijo una apenada Dorea.

-Fue muy duro para los tres, pero Albus es más sensible y por eso le resultó especialmente difícil superar la pérdida.

En ese momento Scorpius miró con pena al guapo niño de ojos verdes y lamentó haber rechazado la oportunidad de hablar con él personalmente; sobre todo porque Albus se encontraba charlando animadamente con otro alumno de su casa, ajeno al interés que el chico Malfoy sentía hacia él.

-¿A tu hermano le gustan las niñas, verdad?- preguntó una interesada Dorea, ignorando el ceño fruncido de Scorpius.

-La verdad es que no lo sé- respondió Lily con indiferencia- Hasta ahora no ha manifestado ningún interés sentimental por nadie. 

Luego del desayuno los alumnos fueron a sus respectivas clases; Lily fue con sus compañeros al aula de transformaciones y Albus fue con los suyos a la clase de Defensa contra las Artes Oscuras, donde los esperaba el Profesor Snape.

-Buenos días- dijo Severus, apenas entró a salón de clases ondeando su túnica- Empezaré por pasar lista y luego les dictaré los objetivos que espero alcanzar con ustedes durante este año lectivo. Espero por su bien, que no me decepcionen porque mi asignatura es muy importante aunque la guerra en el mundo mágico terminó hace años, pues nunca se sabe que nuevos peligros podrían presentárseles a lo largo de su vida y es imperativo que adquieran conocimientos básicos para poder defenderse de ellos. 

Luego de pasar lista, deteniéndose un momento para observar a Albus, el profesor preguntó:

-Señor Potter ¿cuál es el encantamiento básico de defensa?

-Potter-Blythe, señor- lo corrigió Albus con timidez- y el encantamiento básico de defensa es el Protego.

-Bien ¿Y cuál es el hechizo básico de desarme?- insistió el profesor, molesto porque el niño lo había corregido cuando mencionó su apellido.

-El Expelliarmus, señor- respondió el chico de ojos verdes.

-Así es; parece que el ser hijo de aurores le vino muy bien ¿Cuál el hechizo de ataque más común?

-El Demaius, señor; pero mis padres solían utilizar el Incarcerous cuando atacaban a algún malhechor porque no se puede contrarrestar con un Finite Incantatem.

-Cinco puntos para Hufflepuff por sus conocimientos básicos de defensa, Señor Potter… Blythe.

-Gracias, Profesor Snape- respondió Albus con una sonrisa radiante.

-Muy bien; para la próxima clase quiero un ensayo de treinta centímetros sobre los encantamientos Protego, Expelliarmus y Desmaius- dijo un complacido Severus- Ahora pónganse de pie.

Cuando los alumnos obedecieron su orden, el maestro hizo desparecer los bancos y las sillas con un movimiento de varita, luego aplicó hechizos a las paredes y el piso del aula con el fin de acolchonarlos y dijo:

-Pónganse en parejas, uno en frente del otro- señaló el profesor- bien, ahora les enseñaré los movimientos de varita y luego practicarán los hechizos: Protego y Expelliarmus respectivamente. 

Para el final de la clase Albus había obtenido otros cinco puntos para su casa, por lo que salió muy contento rumbo a la clase de encantamientos; por el camino se encontró con su hermana y le dijo:

-No sé por qué papá temía que el Profesor Snape fuera duro con nosotros; es estricto pero muy justo, ya lo verás.

-Fue muy amable conmigo, cuando se puso de pie para aplaudirme porque fui seleccionada para pertenecer a Slytherin; escríbele a papá esta noche para contarle como te fue en tu primera clase con el Profesor Snape, porque yo no tendré Defensa hasta mañana.

-Lo haré, nos vemos a la hora del almuerzo hermanita.

-¿Qué fue lo que te dijo?- indagó Scorpius apenas el chico de ojos verdes se separó de su hermana.

-Sólo me contó que le fue bien en su primera clase de defensa- respondió Lily revoleando los ojos - Francamente Scorpius, si tanto te interesa mi hermano no entiendo porque te niegas a hablar con él.

-¡No me interesa!- saltó el rubio- Sólo me preocupa que le vaya mal en Hogwarts.

-Sí, lo que quieras- dijo la pelirroja con fastidio.

-Me alegro que le haya ido bien con el Profesor Snape- comentó Dorea- Dicen que es muy estricto con los alumnos que no son de Slytherin y Albus es un chico tan dulce.

-Apenas lo conoces Dorea- dijo un molesto Scorpius.

-Scorpius está celoso- se burló Bethany.

-¡No es cierto!- respondió el rubio.

-Mejor apurémonos porque falta poco para que empiece la clase de pociones- dijo Lily.

Las clases de ese día trascurrieron sin incidentes para los mellizos Potter-Blythe, pero al caer la tarde Scorpius tuvo la mala idea de ir solo a la biblioteca para retirar un libro que necesitaba consultar para su tarea de pociones, momento en que fue abordado por James Potter y sus primos.

-Pero miren a quien tenemos aquí- dijo James con malicia- una cría de mortífago y totalmente solo.

-¿Qué quieres, Weasley?- saltó Scorpius.

-Mi apellido es Potter, idiota- dijo el chico pelirrojo, apretando el cuello de la camisa de Scorpius- y si vuelves a llamarme con el apellido de soltera de mi madre te arrepentirás.

-¡Stricta feromolia!- gritó una voz furiosa a sus espaldas, provocando que los calzoncillos de James estrujaran sus partes nobles, por lo que el chico se vio obligado a soltar a Scorpius- ¿Te gusta mi hechizo, bastardo? Me lo enseñó mi papi Gilbert para que pueda defenderme de posibles acosadores y no se puede contrarrestar con un Finite.

-Por favor- suplicó James con voz de pito.

-¡Alto ahí!- gritó Lily apuntando con su varita a los primos de James- A menos que quieran que ese idiota se quede sin descendientes más les vale que no intenten nada. Ven Scorpius, te acompañaremos a la biblioteca y espero que hayas aprendido que no debes caminar solo por los pasillos después de las clases, los alumnos de Slytherin no somos muy apreciados por el resto de la escuela.

-Por favor- volvió a rogar James.

-Oh, está bien- dijo Lily con una sonrisa maliciosa- ¡Feromolia expanded!

-Eso estuvo genial Lily- dijo Claudius que había acudido con ella y el resto de los alumnos de primer año de Slytherin cuando se percataron de que Scorpius había salido solo de la sala común.

-No fue nada- dijo la pelirroja con modestia- Sólo una pequeña demostración de lo que una hija de aurores puede hacer. En cuanto a ti idiota, no comprendo cómo fuiste seleccionado para Griffindor pues solo un cobarde ataca a un chico menor acompañado de dos mastodontes como tus primos.

-No deberías juntarte con esa cría de…

-¡Fregotego!- chilló Lily, momento en que James empezó a escupir pompas de jabón- Tú no eres nadie para decirme con quien debo juntarme o no; de hecho los Malfoy son mejor compañía que tus parientes trepadores ¿O acaso no sabes que incluso la tienda de bromas de Callejón Diagon surgió de una generosa donación que les hizo mi padre a Fred y George Weasley? Fueron ellos los que ensuciaron su nombre porque se negó a casarse con la zorra que tienes por madre.

-La verdad es que Ginevra Weasley se las agenció muy bien consiguiendo un marido rico que reemplace a tu padre- dijo Bethany con desdén.

-No te atrevas a hablar así de mi madre, basura mortíf…

-¡Piper lingua!- gritó Lily- ¿Pica, verdad? eso te enseñará a mantener la boca cerrada en mi presencia, bastardo.

-Ya deja de ensañarte con tu hermano- dijo Steven.

-¿Hermano?- replicó Lily con desdén- Mi único hermano es Albus, este idiota solo es un producto de…

-¡Lily!- chilló Dorea- recuerda que tu padre no quiere que le cuentes a nadie sobre el verdadero origen de su bastardo.

-Tienes razón, mejor vámonos a la biblioteca para buscar el libro que necesita Scorpius.

-Espera- pidió James- ¿Qué es lo que sabes sobre mí, que mi padre no desea que se sepa?

-Punto uno, Harry Potter no es tu padre, porque no fuiste deseado por él y te concibió contra su voluntad; y punto dos, si quieres saber sobre tu origen, pregúntale a la zorra de tu madre como fue que metió a mi papá en su cama. Pero desde ya te digo, que salvo un fideicomiso que mi padre creo para ti, no heredarás nada de la fortuna Potter-Black.

-¡Eso no es cierto!- chilló James.

-Puedes pedir un informe a Gringott si no me crees- dijo Lily con desprecio- Vámonos chicos, ya hemos perdido mucho tiempo con estos zoquetes.

-Será mejor que le escribas a la tía para preguntarle sobre lo que dijo esa niña, James- dijo Michael Weasley cuando los alumnos de primer año de Slytherin se perdieron de vista- Porque todo este día he notado que las serpientes te miraban con burla y es evidente que Lily apeló al secreto de casa para que no hablen abiertamente sobre el tema.

-¿Me estás diciendo que soy el hazmerreír de los Slytherin y ni siquiera sé por qué?- dijo un indignado James.

-Exacto; parece que tus hermanos saben algo sobre tu origen y no podrás defenderte a menos que sepas de que se trata. 

-Es evidente que esa niña no dirá nada- opinó Steven- A lo mejor su hermano resulte más fácil de encarar.

-No será fácil acercarnos a él, puesto que los tejones lo protegen como si fuera un tesoro- respondió Michael- Lo mejor es que le insistas a la tía Ginny para que diga la verdad sobre tu origen, James.

-Lo haré; pero antes quiero hablar con Albus- respondió James- Él parece más accesible que esa niña y tampoco me mira de la misma forma que ella.
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A Harry le llamó mucho la atención lo vacío que parecía el Caldero Chorreante cada vez que tenía que cruzar por el local para salir al Londres muggle; pero cuando vio el establecimiento que abrieron unos magos franceses dentro del Callejón Diagon, justo en frente del sitio que había comprado para habilitar su gimnasio, se dio cuenta de que la humilde Hanna Abbot y su esposo Neville Longbottons jamás podrían hacerle frente a tamaña competencia.

La nueva posada-restaurante era infinitamente más acogedora y limpia, también servían platos de mayor calidad y sus precios eran bastante accesibles, pero fiel a sus viejos compañeros de curso en Hogwarts alquiló una habitación en el Caldero mientras duraban las reformas que estaba haciendo en el Número 12 de Grimauld Place.

En realidad no necesitaba trabajar, porque la fortuna Potter sumada a la herencia de Sirius le permitiría vivir cómodamente a él y a cinco generaciones de sus descendientes, pero no le agradaba la idea de permanecer ocioso por lo que se abocó a la tarea de entrevistar a posibles instructores para su gimnasio y así fue como conoció Giles Mc Quarrie, un mago escoses de 35 años con quien congenió enseguida, no sólo por sus conocimientos en defensa y artes marciales, sino por su mutua afición a la música.

Giles era un hombre alto, de cabellos color trigo y ojos castaños; cuya voz de barítono infundía seguridad y no parecía encandilado por la fama de Harry. Estaba casado con una linda bruja llamada Elisa y trabajó como rompedor de maldiciones en Gringott hasta el momento en que fue contratado por el héroe del mundo mágico británico para trabajar en su gimnasio.

Gracias a él se sumaron dos instructores más, un ex auror irlandés llamado Benvy Flannagan, que había abandonado esa profesión cuando perdió un ojo durante una escaramuza con traficantes de pociones ilegales y Maureen Price, una bruja aguerrida y hermosa que recibió instrucción en oriente antes de volver a Inglaterra para entrar a la Academia de Aurores, pero tuvo que abandonarla porque no soportaba tener que obedecer a instructores menos competentes que ella.

Ninguno de ellos nadaba en la abundancia y realmente necesitaban el oro que podrían obtener de las ganancias del gimnasio, por lo que Harry les prometió que los convertiría en accionistas del mismo siempre que tuvieran éxito en su negocio; ellos estaban muy entusiasmados con la idea, porque apenas colocaron el cartel que anunciaba la próxima apertura del establecimiento muchos magos y brujas se acercaron para inscribirse, pues todos querían recibir entrenamiento del hombre que había vencido a Lord Voldemort.

-A este paso, el gimnasio nos quedará chico incluso antes de su inauguración- dijo Benvy, durante una tarde en que se reunieron para beber cerveza de manteca con su jefe.

-Veremos- respondió Harry- De momento todos se sienten atraídos por la novedad, pero si mantenemos un ritmo constante de ganancias podemos pensar en una ampliación para el año que viene.

-Pareces preocupado por algo, jefe- dijo Maureen.

-Ya te dije que me llamaras Harry- gruñó el hombre de ojos verdes- y no estoy preocupado por nuestro gimnasio si eso es lo que piensas.

-¿Por tus hijos?- insistió la chica.

-No; Minerva los cuida como una gallina a sus polluelos e incluso el Profesor Snape es amable con ellos- respondió Harry- Estoy preocupado por Hanna y Neville, quisiera hacer algo para ayudarlos a mejorar el estado de su negocio.

-Este sitio necesita un escenario, un concierto en vivo siempre atrae clientes- opinó Giles.

-Esa es una magnífica idea Giles- saltó el chico-que-vivió- El problema es donde conseguir los músicos que toquen en este establecimiento.

-Podrías hacerlo nosotros- opinó Benvy- Yo tengo un par de amigos que también son músicos aficionados, estoy seguro de que estarían encantados de tocar con Harry una que otra noche y podríamos usar la bodega del gimnasio para ensayar.

De más está decir que los Longbottons se quedaron encantados con la propuesta de Harry y enseguida mandaron construir el escenario que Giles sugirió. También empezaron a promocionar el futuro concierto, por lo que su clientela aumentó considerablemente durante esa misma semana.

Mientras tanto, en una mansión ubicada en Wiltshire-Inglaterra, Draco Malfoy analizaba su próxima jugada para acercarse al chico-que-vivió; pues desde que se había enterado que este era homosexual y había enviudado de su esposo, tomó la decisión de convertirlo en su amante, pues su matrimonio con Astoria era una farsa que mantenían por el bien de Scorpius. 

-¿Supiste la última novedad sobre Potter, Draco?- preguntó Pansy Nott, que estaba de visita en Malfoy Manor junto con su esposo.

-Sí; ya me enteré de que es gay y que estuvo casado con un auror canadiense- respondió el rubio.

-Esa noticia ya es vieja, me refiero a que cantará en vivo en el Caldero Chorreante el próximo sábado- insistió su antigua compañera

-¡¿Qué?!- saltó Draco, quien ya se había inscripto en el futuro gimnasio de Harry para poder acercarse a él.

-Sí; apenas hicieron el anuncio se vendieron todas las entradas disponibles- contestó Teo- Parece que Potter tiene otros talentos bien escondidos hasta ahora.

-Bethany está encantada con su hija- dijo Pansy- Nos escribió contándonos que defendió a Scorpius de James Potter y sus primos durante su primer día de clases en Hogwarts.

-Sí; Scorpius me escribió contándome que le lanzó una maldición de calzoncillos apretados a su medio hermano- contestó Draco- Yo le respondí que fue un tonto al salir de la sala común de Slytherin sin protección.

-Parece que la niña tiene carácter- dijo un divertido Teo- Por cierto…¿dónde dejaste a Astoria?

-Fue a visitar a Blaise en Milán- respondió el rubio como si nada- Se sintió muy decepcionada cuando se enteró de que Potter es gay y necesitaba algo de diversión extra.

-¿Y a ti la noticia te dejó encantado, verdad?- indagó Pansy con desdén- Deberían divorciarse Draco, todo el mundo sabe que tu matrimonio es una cortina de humo. 

-Los Malfoy no se divorcian, Pansy- replicó Draco- Pero eso no impide que podamos divertirnos fuera de los muros de nuestro hogar.

-Pues si tu próximo objetivo es Potter, me temo que saldrás muy mal parado Draco; porque ese hombre es demasiado popular como para conformarse en ser el plato de segunda mesa de nadie.

-Ya lo veremos.


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