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Mi vecino Levi! por HATOaneue

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Notas del capitulo: Alola! Hato desu uwu. Aquí está el capítulo.

Para hoy manzanita saludable porque está algo insalubre la cosa hoy. Nada, a disfrutar.
El hecho de que logré escabullirme de aquella "Fiesta de despedida" a la que asistiría Levi me ayudó a sobrevivir la semana. Por lo menos había logrado no tener tan presente aquel momento aunque el dolor permanecía. Teniendo cuidado al salir y entrar y sin tener muy en cuenta que mi pared compartía con la suya pude evitarlo completamente, así llegar sano y salvo al sábado. Aunque si me quedaba el problema proseguiría pero ya era muy tarde para decir que me iba a Alemania y al mismo tiempo detonaría un problema pero tampoco quería irme. Todo ese tipo de pensamientos pasaron por mi cabeza.

Ahora el problema principal era irme un poco más temprano para no encontrarme con nadie. Como ibamos a ir al cine en un centro comercial traté de vestirme con estilo, supongo. Unos chupines negros, una camisa rayada y un saco gris con unos botines. Sin prestarle mucha atención terminé colocándome el reloj de muñeca negro que Levi me había regalado, no supe bien por qué. Me aplaqué el cabello con agua e inicié el plan de escape.

Luego de saludar a mis padres salí sigilosamente del departamento y metí las llaves en un bolsillo interno del saco. Rápidamente fuí hacia las escaleras y en cada descansillo sentía la adrenalina del peligro de encontrarme con aquel rostro. Llegando a la salida propiamente dicha estaba prácticamente corriendo, el sudor se me patinaba en la sien. No entendí a partir de qué momento me sentía tan culplable de escapar de él.

Arriba del autobús ya habia podido relajarme un poco más, entusiasmado de pensar que iba a divertirme con mi mejor amigo Armin y ver una película que tanto había esperado. Desde que pude avistar el centro comercial bajé velozmente y me dirigí al punto de encuentro en el que quedamos por mensaje al que claro, Armin aún no había llegado. Tomé asiento al lado de alguna fuente y estiré mis piernas queriendo que el tiempo no existiera, cerré los ojos. ¿Podía ser que pareciera que apenas pasó un instante pero fueron minutos?

- Eren, hola- Abrí abruptamente mis ojos.

- ¡Armin!, ¿Cómo estás?

- Bien- Sonrió tiernamente. Miré mi reloj y faltaban 15 minutos para la hora de la función que figuraba en la web.

- Vamos, vamos- Dije levantandome y caminando a su lado.

Charlamos apaciblemente miemtras nos reíamos, compré una cubeta grande de palomitas de maíz, cada uno una gaseosa que le gustaba y así hasta que entramos a la sala. En lo que la película transcurría apenas podía concentrarme en ella. Mi mente estaba repleta de "Levi", eso no era lo que esperaba. Estaba seguro que este no era el tipo de género que Armin solía ver y aún así la veía por mi y por acompañarme, yo no pude concentrarme. La soledad y el dolor regresó a mi. Estaba en la escena final, el héroe logró vencer al villano, repentinamente un apasionado beso entre los protagonistas me olbligaron a cerrar los ojos inmerso en dolor. No aguantaba haber quedado en esos términos con Levi, ese instante de felicidad que sentí en el momento en que nuestras respiraciones se fucionaron seguido de un temor irremediable que me llevó a detenerlo, dudando de sus sentimientos. Así y todo lo que más me dolía era no haber sido capaz de enfrentarlo, de decirle la verdad, de decirle que estoy enamorado de él.

- ¡Eren!- Armin me dió una colleja. Otra vez lo mismo.

- Perdón, ¿decias algo?- su resolpo agotado me dió risa.

- La película terminó...- Serio nuevamente volví mi mirada a la pantalla negra y las luces prendidas, la sala ya se encontraba casi vacía. ¿Tanto tiempo pasé reflexionando? -Eren- Lo miré abrumado. -¿Quieres hablar?

- Sí- necesitaba una catarsis.

Fuimos a un bar en ese mismo lugar, nos sentamos en la barra y aunque Armin me insistió de que no, pedí un trago. La pena era demasiado honda, no pasó mucho tiempo hasta que empecé a hablar, o eso creo.

- Creo... Creo que soy una persona horrible- Armin se volteó sorprendido, claro, eso no era muy común de mi.

- ¿Por qué dices eso?

- Creo que lastimé a la persona que más quiero, sin buscarlo

- ¿Le has pedido perdón?- Eso me angustió y bebí una bocanada.

- No puedo ni enfrentar su cara- Apreté mis manos.

- ¿Tan malo es lo que has hecho? ¿Cómo puedes saber que la lastimaste si ni siquiera le has hablado?

- Detuve su beso. Tengo miedo, mucho miedo de que mis sentimientos no sean recíprocos- yo seguía bebiendo y a medida que lo hacía mi mente se volvía borrosa y el calor suavizaba la estaca en mi pecho.

- ¡Eh! Pero si te besó quiere decir que ella te quiere, ¡No debes temer!. Mira, debes decirle que lo sientes mucho y que fue confusión, pero que realmente ella te gusta y que salgan juntos. Entonces- Lo detuve tomándolo de los hombros y lo miré con mis ojos llenos de lágrimas, apenas podía distinguir que era Armin mi mejor amigo.

- ¡Estoy enamorado de un hombre!- no llegué a verlo, pero podía imaginarme su rostro de sorpresa. Dejé caer mis brazos a los lados de mi cuerpo y las lágrimas grandes y humedas lo hacían por mis mejillas. El calor me mataba.

- ¿Eh?- Se tomó un rato largo procesandolo, la copa frente a mi ya no sabía si era la quinta o la octava y ni me importaba. -Pero entonces...- Empezó a divagar -¿No es lo mismo?

Me sentía un grandísimo estúpido, lo miré atónito. Él sacó de algún lado un pañuelo y me secó las lágrimas. Traté de levantarme pero fallé.

- Te dije que no bebieras- Eso era lo de menos.

- Quiero verlo...- Supliqué. -¡Necesito verlo!

A duras penas me ayudó a caminar unos metros para salir de ese centro comercial y logré estabilizarme, pude empezar a caminar por mi cuenta. No sé cuánto fue hasta que ví el autobús que se dirigía hacia mi casa.

- ¿No quieres que te acompañe?- Preguntó inseguro.

- No- Le dije preparado para correr el transporte. -Gracias...- No sé bien cómo me subí y pagué mi pasaje, tomé asiento y sentí la necesidad de arremangarme por el calor. Había llegado al edificio que no sólo era mi hogar sino el suyo también. Subí las escaleras colgado de la baranda, el ascensor no iba a ser bueno. Antes de llegar al piso eche un vistazo al reloj, no sabía bien a qué hora finalizaría la reunión pero ya era lo bastante tarde como para que acabara. No sé si fue arte de magia o capricho del destino pero allí estaba él, dispuesto a entrar a su departamento, justo oía el ruido del mio cerrando la puerta. Torpemente tropecé sobre el rellano de mi piso sin llegar a caerme, tenía el aliento afuera y apenas podía darle el oxígeno que le urgía a mi cuerpo. Viendo su cara de sorpresa fui hacia él con la misma urgencia y lo apricioné con mis brazos evitando que pudiera abrir la puerta. No sé si fue el alcohol o qué pero no sabía lo que hacía. Lo miré con el seño fruncido rechinando mis dientes.

- Yo... lo siento si hice algo que te molestó, no era mi intención...- balbuceó confundido, era entendible que no supiera qué decir. Acercandome a su oido en tono quejumbroso musité.

- Estoy enamorado de ti- Quedándome un rato así sintiendo el dulzor de su colonia masculina y suave aroma de su champú dejé caer mis brazos abatidos y como si todo hubiese acabo me dirigía a mi apartamento. ¿En qué momento me volví así? ¡¿En qué momento?!

Su mano me detuvo tomándome el brazo. -Aún hay invitados- ¿Qué tenía que ver? -Apestas a alcohol...- Ah, cierto. Increíblemente con agilidad abrió su puerta y me hizo pasar. El mareo no se iba y creo que empeoraba. La sensación de náuseas empezó a subir por mi esófago y por reflejo llevé mis manos a la boca. -Ve al baño mocoso asqueroso- Por su tono se podía afirmar que estaba enojado, y mucho.

Me dirijí al baño y así como entré mi cuerpo rechazó toda la toxina que había tomado. Me sentía muy avergonzado. Luego de tirar de la cadena vi el cepillo de dientes que solía usar cuando me quedaba allí. Con emoción lo usé y me lavé los dientes. Apenas pude salír del cuarto de baño y mirarlo, la vergüenza me comía por dentro. -Yo...-

- ¿Es cierto?- Su pregunta me desencajó más.

- ¿Qué?- No sabía qué hacer.

- ¿Es cierto que estás enamorado de mi? Sus fríos ojos eran de una reacción que no comprendía, no podía evadir y aún el tóxico no se iba completamente. Mi nerviosismo estaba al límite, las lágrimas me volvían a salir.

- ¡Sí!- Grité en desesperación, tomándome de la cabeza caí al suelo, pero no dolió gracias a unos fuertes brazos, los brazos que amaba, me contuvieron.

No sé cuánto tiempo me descancé en su pecho, fueron horas quizás . Mis ojos se empezaron a cerrar y un susurro seguido de un beso en mi cabeza me arropó.

- Yo también estoy enamorado de tí.
Notas finales: Hasta aquí hasta el domingo próximo, donde finalmente llega la rikura 7w7

Siempre siento que me olvido de decir algo pero bueno... Hato out.

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