Había mucha sangre a mi alrededor, no podía identificar lo que parecían ser un montón de cadáveres. Mi nuca seguía doliendo fuertemente. A lo lejos veía una silueta que se acercaba pero no podía descifrar por el contraste. Me extendía su mano. La tomé temeroso y cuando iba a ver su rostro...
Un incesante pitido de despertador que frenó, traté de incorporarme pero la luz me encandiló y sentí un terrible dolor de cabeza.
- ¡Auch!- Me llevé las manos a la cabeza que se me partía del dolor.
- ¿Duele?- Ahí estaba la hermosa silueta de Levi sentado al borde de la cama. Al mirar a mi alrededor me di cuenta que estaba sobre su cama en su habitación impoluta.
- Sí...- Respondí con culpabilidad. Chasqueó la lengua como siempre.
- Mocoso estúpido- Se dirigía al salón. -Voy a prepararte el desayuno, ve a bañarte.
Rápidamente estiré las sábanas, no era la primera vez que dormiamos en la misma cama, pero evocando los recuerdos difusos de la noche anterior mi corazón se salía de su lugar. Tomé unas ropas mias que siempre tenía ahí y me dirigí al baño. Me saqué esa camisa con olor a alcohol, el reloj, las prendas inferiores y encendí la ducha. El agua caliente calmó un poco la presión de mis sienes. Y a medida que iba reflexionando me daba más cuenta que éste era como mi segundo hogar. En esos pequeños detalles de saber dónde está el jabón, cuál es el champú, dónde debo guardar los trastes o en qué orden le gusta a él que ponga los libros en el estante. Ya estaba tan involucrado a su vida y viceversa que el hecho de no haberme dado cuenta antes me ratificó lo tonto que era.
Luego de estar con ropas limpias salí al comedor y estaba servido en la mesa unos pancakes con miel.
- Se va a enfriar- Dijo. Los recuerdos afloraron en mi, y una fuerza me llevó a abrazarlo. Esta vez con amor y felicidad. Me dió unas palmadas.
- Gracias Levi- Sonrojado no quise mirarlo y me dispuse a comer. -¡Hmm tan delicioso como siempre!- Me salió del alma con una gran sonrisa.
- Mocoso infantil- Murmuró con resignación.
- ¿Estás enojado?- Pregunté sin haber terminado de engullir el bocado.
- Mucho...
- ¿Por qué?- Exclamé en tono gritón luego de tragar. Yo sentía tanta felicidad que era injusto para él no estarlo.
- Porque sales a beber...- Se para y acerca su rostro, en efecto, muy enojado. -¡Y me dices que estás enamorado de mi todo borracho!
- Ups.. - Habiendo sido capaz de hacer y decir todo eso sentí mucha vergüenza. Me llevé las manos frías a sostener mi cara. -Es verdad.
- No sé cómo se te ocurre semejante irresponsabilidad- Me incorporé de la misma forma golpeando la mesa, tratando de explicarme.
- ¡Si ni siquiera podía entender qué me pasaba!- ¿Empezamos a discutir?
- ¿Acaso ese es motivo?- Se empezó a acercar a pasos firmes. Yo retrocedía, más bien Levi me estaba reprendiendo.
- No lo sé, Estaba confundido.
- ¿Por qué? ¿No podías habermelo dicho directamente con anterioridad?
- Porque tenía miedo.
- ¡¿Por qué?!- ¡Toqué la pared con mis talones!
- ¡Porque te amo!- Me estaba haciendo decir todas esas cosas que por mi poca fuerza de voluntad no podía, creo que nuevamente iba a llorar. -No comprendo en qué momento me enamoré así de ti. ¿Desde la secundaria? El hecho de que ambos fueramos hombres solo me atormentaba. Era inevitable verte desde lejos como algo inalcanzable. Tu beso me causó temor de que eso se pudiera cumplir, entonces, ¿qué iba a pasar?- Mirando al suelo enrojecido tomé un vaho de valor para no seguir huyendo y lo miré directo a la cara. Me encontré con esa maldita expresión de siempre, su mano tapaba su rostro. ¿Qué era aquello? No me iba a quedar con la duda. Rápidamente saqué su mano jalando de la muñeca. ¡Estaba sonrojado! ¡El mismísimo Levi!
- Yo también te amo, ya te dije. Quizás sé desde cuando pero no quiero parecer un criminal. Ese día no pude controlar las ganas de sentirte aún más cerca- se acercó peligrosamente. -Ahora te pregunto correctamente. ¿Te puedo besar?
¿Criminal? Creo que podía entender a qué se refirió pero preferí no entender, no iba a poder calmar mi corazón nunca jamás. Preferí en cambio dejar caer mis parpadados aflojando todo mi cuerpo, entregándome. -Si...- Consentí con un hilo de voz, esperándolo otra vez, más que nada en el mundo. Estaba nuevamente a su lado, con los sentimientos aclarados. Nos habíamos correspondido uno al otro.
Sus suaves y finos labios se pegaron a los mios y pronto conseguimos esa sincronización. Sus manos se deslizaban indebidamente por todo mi cuerpo y con las mias solo fui capaz de sostener su mejilla y pasar por su cintura. Nuestros labios tenían una comunicación perfecta pero necesité abrir la boca un momento para tomar aire y alimentar mis alborotadas células. Desafortunado momento en el que su lengua aprovechó malcriada para llegar a la mia y que se empiecen a entrelazar con ese sabor a miel haciendo el beso cada vez más profundo, deformando cada vez más la arritmia de nuestras respiraciones. De un momento a otro la sensación directa de su palma en mi cuerpo me concientizó de que había pasado la mano por debajo de mi camiseta. Para presionar más mis labios a los suyos pasé los brazos por detrás de su nuca, su cuerpo me envolvía completamente. Un gemido ahogado mio pareció haberle advertido que la situación ya era demasiado riesgosa y que ibamos a terminar despertando por completo instintos inconvenientes en ese momento. Suavemente se alejo dejando un hilillo de nuestras salivas mezcladas. Sus ojos estaban fijos en los mios y mi piel ardía de pasión. Sus brazos aún me sostenían firmes.
- Lo siento, en aquel momento... creo que te lastimé- Levi me miró confundido.
- ¿A qué te refieres?
- Cuando corté tu beso. Tú habías tomado el valor y egoistamente por no querer ser lastimado te herí. Eso me dolió. Lo siento...- Me abrazó fuertemte.
- Ya pasó- Su cabello emanaba su olor tan dulce. Lo abracé aún más fuerte.
- ¡Somos novios ¿verdad?!- Qué tonto era.
- Sí...- Me respondió sabiendo que yo no tendría remedio. Le di un beso en su mejilla.
El repentino sonido de llamada de mi teléfono nos asustó y rápidamente nos soltamos. Cuando leí "Mamá" en la pantalla me di cuenta que iba a tener que dar explicaciones. Lo miré a Levi como en un apuro, él suspiró.
- Sólo por hoy.- Rápidamente tomó el teléfono y atendió. Sólo pude escuchar en silencio absoluto lo que él dijo: - ¿Hola? Carla... Sí, me encontré con Eren en la entrada de la casa pero como no quizo interrumpir le ofrecí quedarse un rato. Se terminó quedando dormido... ¿Eh? No hay por qué... Ahora cuando despierte le digo, Adiós.- Y colgó.
- ¡Yey, Súper-Levi!- Me causaba gracia su ceño fuertemente fruncido. -¡El único, el más fuerte de la humanidad!- Me incliné como si se tratara de una deidad. -Le estoy infinitamente agradecido.- Me lanzó el teléfono con una mueca de sonrisa que trató de ocultar. En un movimiento torpe lo atajé en el aire.
- La única vez que le miento a tus padres, a ver si te empiezas a hacer más responsable.
- Perdón...- Miré hacia el techo.
- Tu mamá me dijo que quería hablar contigo.- Antes de que pudiera decir nada complementó. -Y no voy a estar para ayudarte, a ver cómo te las arreglas.
- ¡Qué cruel! Ahora qué voy a hacer, seguro me van a retar... Además, la ropa que tenía apesta a alcohol...- Me miró esta vez malhumorado, le respondí con ojitos suplicantes.
- Está bien, yo me hago cargo, ahora vete rápido...
- ¡Sí capitán!- Nos reímos ambos, y nos despedimos con un beso.
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español