POV SUNGGYU
“Jamás te enamores de mi”
Esas palabras siempre las decía en cada una de mis tutorías, ¿Por qué? No quería lo que es sentir enamorarse, yo... No puedo enamorarme de nadie, mi vida la quiero sin complicaciones, soy el típico chico que se la pasa metido en los libros, tal vez he leído cada uno de los libros que se encuentran en la biblioteca, mi lugar favorito que me gustaba escaparme de mis dos mejores amigos.
DongWoo y Howon
Ambos menores, y ambos en pareja, se gustaban uno del otro, fue muy épico cuando Howon se acercó a mí a pregunta si podría explicarle algunos temas, DongWoo a mi lado embobado por Hoya, por comenzó a decirle que le llamara, DongWoo iba todo los días a mi casa porque él estaba ahí tomando tutorías.
Me descuide por unos minutos y ya era pareja, no sé cómo logro hablarle, pero cada que Hoya le hablaba se quedaba completamente mudo, pero por una parte me alegraba por él, había sufrido mucho por su ultima relación que pensé que el Dino de antes nunca regresaría.
— Hyung – llamaron, levante mi rostro, viendo a mi mejor amigo sonriéndome- vamos, que llegaremos tarde –dijo, ayudándome con mi mochila-
Asentí, para tomar mi libro y salir de la biblioteca, DongWoo venia contándome lo que tenía planeado para este meses que cumplía con el menor, siempre me preguntaba cosas acerca de que regalarle, pero yo.. No sé lo que es estar enamorado.
— Regálale lo que puedas Dino –comente con una sonrisa- sabes que el ama cualquier cosa que le des –
— Tienes razón –comento con una sonrisa- gracias hyung –dijo entregándome la mochila e irse corriendo-
Me encamine hasta los pasillos, encontrándome con mi mejor amiga Eunji, se encontraba sentada en las escaleras peleando con el teléfono.
— ¿De nuevo te cancelo? –pregunte cruzándome de brazos, ella solo me miro y frunció-
— Oppa~ - dijo con tristeza-
— Eunji, es mejor que lo dejes –dije negando y sonriendo-
— Es que –hizo un puchero-
— No quiero verte llorando, ni que me hables a las 4 de la mañana por que te termino de nuevo –comente molesto, ella solo rio-
— Por eso te quiero oppa siempre tan bueno –comento con una sonrisa y colgándose en mi brazo- por cierto oppa… el profesor de química me dijo que fueras al laboratorio –la mire confundido-
De seguro quería que fuera tutor de otro estudiante, me encamine hasta mi salón, deteniendo mis pasos, al presenciar una confección.
— Myung… y-yo… q-quiero que… aceptes mis sentimientos – comento la chica, estirando sus manos, y mostrándole una caja de galletas, lo mire suspirar –
— Lo siento –dijo, la chica levanto el rostro, Myung se giró, sus ojos encontrándose con los míos y sonreírme- hyung!- corrió hasta a mí, abrazándome con fuerza-
— Myung... otra vez rechazando a las chicas –comente en un susurro, viendo a la chica fruncir el ceño y alejarse, haciendo que negara- ¿cuándo aceptaras alguna? –pregunte, viendo cómo se encogía de hombros-
— No, me interesa nadie –comento, alejándose de mí y sonreírme- Hyung, ¿sabes que te amo verdad? –pregunto, lo mire por unos segundos y asentir-
— Lo sé –dije sonriendo- yo también te amo Myung- dije sonriendo, el solo sonrió y acaricio mi mejilla-
Para encaminarnos hasta su salón, diciéndole que me esperara en el auto, que iría hablar con el profesor de química, el solo asintió y se retiró, dejándome enfrente del laboratorio de química.
Viendo que efectivamente daría tutorías, pero no cualquier estudiante, una estudiante rebelde, todavía me preguntaba por qué era amigo de SungYeol, ese chico que toda chica se moría por él, pero que solo una había atado a ella.
Nam WooHyun
El chico futbolista, capitán del equipo, amigo de SungYeol y del otro problema, porque perfectamente sabia quien eran los que siempre se reían de nosotros, ahora me arrepiento de a ver jugado piedra, papel y tijeras a JongHyun por darle tutorías a su amigo Kibum, me pregunto... ¿Cómo le estará pasando JongHyun?, un bufido me saco de mis pensamientos.
Girándome y encontrándome con el rostro de WooHyun, haciendo que le diera mis reglas, mi forma de trabajar, y sobre esas palabras que siempre las decía, que siempre se reían de ellas por tontas que fueran.
“Jamás te enamores de mi”
Esas simples palabras les causaban risa, pero no quería volver a repetir lo mismo que hace unos atrás, donde uno de mis alumnos, se había enamorado de mí, tantos ruegos de que saliera con él, regalos y confecciones le dije la verdad, una verdad que se alejó completamente de mí.
Sin importarme por su alejamiento, sabía que tan solo decirle mi motivo de por qué no lo aceptaba se alejaría, no me equivoque solo me miraba y desviaba su mirada.
— Prometo que nunca me enamore de ti – dijo con una sonrisa burlesca, asentí girándome y encaminándome hasta el auto-
No importara que ahora mismo se estuviera riendo de mí, no me importaba nada, la escuela ya sabía mis condiciones para que las esparciera a todos mis compañeros, mire a Myung recargado en el auto.
— Vamos hyung, dijiste que me amas y quiero ver que sea verdad –comento con una sonrisa-
— ¿Ahora qué quieres que haga por ti? –pregunte parándome justo enfrente de él, viendo su sonrisa –
— Pronto lo sabrás –comento, abriéndome la puerta y dejarme entrar primero –
MyungSoo mi pequeño hermano, ese chico que se la pasa sonriendo a mi lado, demostrándome lo mucho que me quiere, y aprovechándose del amor que le tenía.
Mire por la ventana nuestra enorme casa, la empresa de mi padre estaba enriqueciéndose como pasaba los días, las nuevas propuestas que se habían dado estaban dado frutos, tienen que mudarnos a una casa más grande y así poder tener una habitación para cada uno de nosotros.
MyungSoo estaciono el auto enfrente de la casa, para bajarnos y encaminarnos hasta la puerta, dejando ver a un chico alto, delgado y una enorme sonrisa.
— Hyung!- grito feliz, abalanzándose a mis brazos-
— Jjongie, has llegado temprano –comente acariciando su cabello-
— Lo sé, quería estar contigo hyung –comento con una hermosa sonrisa-
— Y yo, estoy pintado –comento, MyungSoo, el solo lo miro y lo ignoro-
— Vamos hyung, mama ha preparado galletas – dijo, tomando mi mano y jalándome hasta la casa-
Entramos a la casa, aspire el olor a galletas, mi madre siempre le había gustado cocinar postres, el único que le había intentado a enseñarse a cocinar era SungJong, pero siempre se le pasaba el azúcar o simplemente se equivocaba de tarro de azúcar por la de sal.
— Hola mis amores –comento mi madre, sacando una bandeja de galletas y colocarla enfrente de nosotros- son sus preferidas –sonreí, tomando una y darle un buen mordida-
— Esta deliciosas mama –comente con una sonrisa-
— Gracias – acaricio mi mejilla y revolviendo el cabello a Myung-
— Mama, ahora que estamos aquí y tu estas presente- deje de comer viendo a Myung de reojo- quiero ir a un campamento de fotografía –comento, viendo a mi madre enarcar una ceja- hyung, dijo que iría conmigo –comento, viéndolo rápido, ese era su plan, fruncí el ceño-
— Eso es verdad Sunggyu? –comento mi madre-
Mire a ambos, esperando mi respuesta, mi madre dándome una mirada acusadora, Myung una mirada de súplica, mi madre siempre era protectora con nosotros, no importara la edad que tengamos, siempre teníamos que ir en dos para cuidarnos ambos y sobre todo yo.
“vamos Gyu solo tienes que negar, no quieres volver a ir a otro campamento y soportar a toda esa gente que te mira”
No quería volver a caer en la trampa del menor, no quería volver a pisar otro campamento, no me importa que Myung se enoje conmigo, no quiero ir, no iré, simplemente no iré.
— Te odio –comente cruzándome de brazos, cuando subimos a mi habitación-
— Vamos hyung, te divertirás –comento con una de sus lindas sonrisa, solo bufe, para fruncir el ceño-
— Siempre me convences, este será mi último campamento –sentencie, viéndolo asentir y abrazarme-
— Lo se hyung –apretó más su agarre- quiero pasar todo el tiempo a tu lado hyung- sentí temblar su cuerpo, suspire abrazándolo más, sin darme cuenta de lo que había dicho-
Me separe un poco, viendo sus mejillas mojadas, limpiándolas con mi pulgar, salí de su habitación para encaminarme a la mía, cerré despacio la puerta, me acerque a mi escritorio para abrir el primer cajón y sacar una caja llena de medicamentos, medicamentos que tenía que tomar en ciertos tiempo, medicamentos que tal vez me ayudarían evitar lo que le pasaba a mi cuerpo, y así evitar que se extendiera más.
— Sunggyu – mire la puerta de mi habitación abrirse y ver a mi madre sonriendo- hoy tenemos que ir por tu… segunda quimioterapia –comento con tristeza, sonreí asiento, viendo como sonreía y cerraba de nuevo mi puerta-
Si, tenía cáncer, un tumor maligno que se detectó hace tres meses atrás, pasando mis vacaciones en un hospital tomando las quimioterapia, la tomaba una vez al mes, para saber cómo estaba mi cuerpo y si estos tratamientos me estaba ayudando.
Por eso es la razón de mis palabras, la razón de por qué nunca debo enamorarme de nadie, la razón de por qué él se alejó de mí, sintiendo pena por mí, y como puede estar con un enfermo como yo, me había negado a sacar mis sentimientos por él, porque yo también me había enamorado con él, ocultando mis sentimientos en lo más profundo de mi.