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33. La tentación de Tae Yong (02) por dayanstyle

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Tae Yong cerró la puerta detrás de él. Se quedó en el vestíbulo por un momento, dejando que Jaehyun absorbiera su descubrimiento. Se apoyó contra la puerta, esperando que el humano perdiera el control ante él. Había pasado por eso antes, pero Tae Yong siempre había aliviado la mente de su donante, imponiéndole una bruma mental.

Pero Jaehyun era su pareja. Tae Yong no iba a recurrir a esa artimaña. Iba dejar que las cosas sucedieran de forma natural y esperar lo mejor. —Lo soy.

Su pareja metió una mano en el bolsillo delantero, rascándose la mandíbula con la otra. Jaehyun solo se quedó allí tranquilamente, el silencio se extendió sobre ellos. Tae Yong se apartó de la puerta, dando un paso hacia el hombre. Cuando su pareja no huyó, dio otro.

Jaehyun le observaba atentamente, parecía asustado, pero se quedó ahí parado. Tenía curiosidad de saber por qué Jaehyun parecía casi aliviado, pero no preguntó el porqué. Tae Yong sonrió mientras tomaba ambas manos de su compañero con las suyas.

—Ven aquí, Jaehyun.

 

Podía oír la sangre de su pareja bombeando más rápido por sus venas, los latidos de su corazón retumbando contra su pecho. Sus ojos se clavaron en las pulsaciones en  el  cuello  de  Jaehyun. Tae Yong se inclinó hacia adelante, la punta de su lengua finalmente sobre la palpitante vena, inhalando profundamente. La punta de su colmillo raspaba a lo largo de la piel de Jaehyun, por lo que su compañero se estremeció.

Tae Yong jaló a su pareja más cerca, una mano rozó hacia abajo la espalda de  Jaehyun, acunando su  culo mientras presionaba     sus penes juntos. Jaehyun gimió cuando Tae Yong lo empujó contra la pared, sus manos explorando el delgado cuerpo de Jaehyun.

Su pareja realmente era hermoso. Era alto, delgado e irresistible.

—¿Me vas a hacer daño? —Jaehyun preguntó  mientras separaba las piernas, permitiéndole a Tae Yong insertar una pierna entre ellas, usando la fricción para darle  placer  a  su  pareja mientras  Jaehyun  montaba  su  pierna.

Tae Yong besó la vena en la que sus dientes dolían por   hundirse.

r13;No —dijo mientras arrastraba sus labios hacia arriba y alrededor de la mandíbula de Jaehyun, luego cargó a su pareja en brazos, llevándolo por el pasillo hasta el   dormitorio.

Dejó a su pareja sobre la cama y se arrastró sobre el delgado cuerpo. Tiró de la camisa de Jaehyun y se la sacó por encima de su cabeza, tirándola a un lado mientras miraba el pecho gloriosamente desnudo de su pareja. Tae Yong se inclinó hacia delante, chupando con su boca uno de los discos de color marrón mientras movía su mano entre ellos. Desabrochó los jeans de Jaehyun, separó los pliegues y empujó su mano dentro liberando el pene de su pareja, cerrando sus dedos alrededor del duro eje.

Se echó hacia atrás, jalando los jeans de Jaehyun más abajo por sus piernas, revelando un pene dolorosamente duro que Tae Yong moría por probar. Tae Yong pasó la lengua por su labio inferior cuando su pene se puso más duro y se presionó contra la cremallera de sus pantalones. Quería más que nada enterrar su eje profundamente en el apretado culo de Jaehyun,  pero  las necesidades de su compañero estaban en primer lugar.

Tae Yong rozó con sus manos las piernas de su pareja, y luego las empujó hacia atrás, enterrando su nariz en las bolas de Jaehyun oliéndolas y luego tomando una esfera en su boca. Su  pareja gemía, sus caderas se movían mientras Tae Yong se daba un festín con la embriagadora piel de su pareja. Llamó su atención la palpitante vena en el muslo de su pareja, tan urgentemente como quería hundir sus colmillos en la vena que lo reclamaba, Tae Yong se  resistió.

—Chúpame, por favor —rogó Jaehyun mientras apretaba el culo fuertemente hacia abajo.

 

Tae Yong soltó un suave gruñido mientras su lengua giró alrededor del arrugado saco antes de dejar las bolas de su pareja y darle exactamente a Jaehyun lo que le estaba pidiendo.

La punta de la lengua de Tae Yong dejó un rastro húmedo hasta llegar al eje de Jaehyun y a continuación tomó la cabeza del pene con su boca.  Gimió ante  su sabor  mientras sus dientes   raspaban a lo largo de la carne. Tae Yong abrió y chupó la cabeza en forma de hongo, bebiendo el pre-semen de su pareja, como si fuera el más fino vino.

—Sí —susurró Jaehyun mientras meneaba sus caderas.

 

Tae Yong sonrió alrededor del pene de su pareja, sintiéndose autorizado ante sus gemidos y suplicas. Iba a tener a su pareja gritando su nombre antes de que llegara hasta el final con él. Su lengua se sumergió en la hendidura, extrayendo el claro líquido antes de tomar el pene de Jaehyun, llevándolo hasta su garganta y tarareando ruidosamente.

—Dios, sí —Jaehyun lloriqueó mientras  empujaba  sus caderas una y otra vez, jodiendo la boca de Tae Yong.

Tae Yong relajó su garganta, tomando a Jaehyun por completo hasta que sintió los pequeños vellos cosquilleando en su nariz. Se encendió cuando se dio cuenta que su pareja se afeitaba su ingle, solo una fina paja moteaba su  piel.

Tae Yong bordeaba el agujero de Jaehyun con su pulgar mientras lamía la gran vena que corría a un lado del pene de Jaehyun, sus dientes dolían por probarlo solo una vez.

Sólo una.

 

En lugar de eso, retrocedió, dejando que sus dientes se arrastraran sobre el eje de Jaehyun mientras dejaba salir el pene de su pareja de entre sus labios. Sabía que bebería de Jaehyun pronto, así que Tae Yong se resistió una vez más. La llamada de la sangre de Jaehyun lo estaba enloqueciendo, pero la espera era un agradable juego del cual Tae Yong estaba disfrutando.

 

Tae Yong fijó las piernas de Jaehyun sobre la cama, moviéndose de vuelta sobre el delgado cuerpo de su pareja, rozando con sus uñas a  todo lo largo de  los  costados de  su pareja.

—Voy a joderte, Jaehyun.

 

Los ojos de su pareja estaban vidriosos cuando asintió  con la cabeza y extendió más sus piernas en clara invitación. Tae Yong miró en dirección a la mesa de noche y luego abrió el  cajón, encontrando allí guardado un tubo de lubricante. Lo cogió  antes de bajarse de la cama, quitándose la ropa mientras  observaba cómo su pareja lo miraba.

Jaehyun estaba allí, jadeando, mirando cada movimiento que Tae Yong hacía. Sonrió hacia aquél tímido hombre, su pene duro como roca de solo pensar en tomar a su pareja, reclamándolo. Jaehyun le intrigaba. Tae Yong nunca había conocido a un hombre tan vulnerable antes y quería saber todo lo que pudiera acerca de quién era realmente Jaehyun.

El hombre lo tentaba en formas que Ninja nunca  antes había experimentado, y estaba dispuesto a ceder a esa tentación una y otra vez. Sólo una vez con Jaehyun no iba a ser suficiente. La tentación de alimentarse de él, mientras lo jodía en cada posible posición, era demasiado fuerte.

Cubrió sus dedos con lubricante y luego tiró la botella a la cama junto a su pareja. —Muéstrame cómo me quieres,   Jaehyun.

Su pareja ahuecó la parte posterior de sus piernas y las jaló hacia atrás sobre su pecho, dándole a Tae Yong una perfecta vista. El arrugado agujero rosado fue expuesto, temblando, cuando Tae Yong lubricó el agujero de su pareja y luego presionó un dedo dentro del cuerpo de Jaehyun.

Los labios de Jaehyun se separaron, sus ojos en blanco, mientras maullaba y se retorcía, jodiendo el dedo de Tae Yong con tal desesperación, que hizo sentir a Tae Yong terriblemente urgido.

Tae Yong llevó el pene de Jaehyun de nuevo a su boca mientras jodía a su pareja con los dedos, estirándolo, preparándolo para ser reclamado.

 

—Jódeme, Tae Yong —susurró Jaehyun mientras su cuerpo se azotaba alrededor.

Las fosas nasales de Tae Yong flamearon al oír su nombre en los labios de su pareja, suplicando, rogando por él. Tae Yong se echó hacia atrás, acomodó su cuerpo entre las piernas de Jaehyun mientras alineaba su pene y se empujó hacia delante, gimiendo con fuerza ante el apretado calor del cuerpo de Jaehyun rodeando su pene. Jaehyun gritó en el mismo instante en que Tae Yong cayó sobre sus antebrazos, lamiendo el cuello de su pareja, inhalando su aroma, queriendo saborearlo.

—Hazlo —declaró Jaehyun envolviendo sus  piernas alrededor de la cintura de Tae Yong, empujándolo más profundo en el cuerpo de Jaehyun. Tae Yong gruñó y luego hundió sus colmillos en la carne de Jaehyun, el dulce  néctar  explotó  en  su  boca  mientras  bebía  la sangre de su pareja, sintiéndola recubrir su boca y bañar la parte posterior  de  su garganta.

Era la más dulce sangre que Tae Yong hubiera probado alguna vez. Era espesa y decadente, hacía girar la cabeza de Tae Yong quien luchaba por controlarse mientras enroscaba sus manos alrededor de los muslos de Jaehyun, abriendo aún más sus piernas, embistiendo profundamente con su pene el culo de Jaehyun.

Tae Yong sintió las garras del ansia tomarlo mientras bebía profundamente, deseando que ese momento nunca  llegara  a su fin.

Jaehyun gritó, cuando calientes chorros de  esperma salpicaron entre ellos mientras Tae Yong  golpeaba  con  su pene  dentro de su flexible y  sedosa  carne.  Bebiendo  profundamente  mientras su eje golpeaba brutalmente dentro y fuera el culo de Jaehyun, Tae Yong se descontroló un poco perdido en el momento. Se empujaba dentro del cuerpo de Jaehyun para satisfacer sus impulsos mientras gruñía alrededor de la herida de la mordida. Sabía que si no liberaba  pronto a  su pareja  ambos estarían en   problemas.

—Oh, mierda —Jaehyun gritó cuando se corrió una vez más, su pulsante agujero apretó como si fuera un puño el pene de Tae Yong ordeñándolo. Su pareja se estremecía debajo de él, mientras Tae Yong le daba y tomaba. Era como si no fuera  capaz de  tener    suficiente de la esencia de su pareja, pero sabía que tenía que parar o podría drenar al humano.

A regañadientes, Tae Yong extrajo sus dientes, lamiendo con la lengua la herida, sellándola y curándola. Sintió un hormigueo demasiado familiar corriendo por su columna vertebral, y a continuación Tae Yong se aferró rápidamente a Jaehyun cuando rugió su liberación, martillando el culo de Jaehyun mientras su pene entraba en erupción, bañando el estrecho canal de Jaehyun con su   semilla.

Estaba hecho. Jaehyun se había enlazado con él ahora.

 

Tae Yong lamió la piel en donde había reclamado a su pareja, a sabiendas de que era ultrasensible ahora. Jaehyun se estremeció mientras descansaba debajo de Tae Yong.

—Duerme, amor.

 

Jaehyun bostezó y se acurrucó contra el cuerpo de Tae Yong, metiendo la cabeza debajo de la barbilla de Tae Yong, mientras se quedaba dormido.

 

 

Tae Yong, sentado ante la barra, miraba alrededor del club The Manacle, mientras pensaba acerca de cómo había tenido que dejar a su pareja dormido en la cama. El amanecer llegó muy pronto, y tanto como Tae Yong hubiera querido quedarse, no hubiera sido posible.

Además, tenía una reunión que atender. La jerarquía superior del aquelarre convocó a una reunión de emergencia esa mañana. Se empujó desde la barra y subió las escaleras hasta el segundo piso, caminando hacia la sala de  reuniones.

Tae Yong se detuvo en la puerta cuando vio a Hong Bin sentado en el asiento del Príncipe. ¿Dónde estaba el Príncipe Jaehyo? Tenía una sensación de hundimiento mientras se sentaba a la mesa. Se sentó allí tranquilamente, mientras la habitación comenzó a llenarse. Las parejas del Príncipe, Yu Kwon y Min Hyuk, entraron últimos, tomando asiento a cada lado de Hong Bin. Sus guardaespaldas, Tae Ho y D.K. , de pie detrás de los pequeños Príncipes.

Tae Yong estaba sorprendido por lo bien que Yu Kwon se había adaptado a la vida de vampiro. El hombre podía ser bajito como la mierda, pero eso no tenía nada que ver con su  fuerza  interior, como ahora lo sabía muy bien el Aquelarre. Era feroz cuando se trataba  de  proteger a  Min Hyuk y  Jaehyo.

Aunque el Príncipe Jaehyo no necesitaba que lo protegieran, nadie podía decirle eso a Yu Kwon. También Min Hyuk parecía haber florecido. El pequeño Príncipe ya era muy bello cuando era humano. Ahora que era un vampiro, Min Hyuk era impresionante.

Hong Bin se aclaró la garganta mientras miraba alrededor de la mesa. —Como todos ustedes habrán notado, el Príncipe ha estado ausente durante algún tiempo.

Tae Yong lo había notado. Como el Príncipe estaba recién acoplado, había asumido que Jaehyo estaba encerrado en su dormitorio subterráneo con Yu Kwon y  Min Hyuk,  disfrutando de los beneficios de tener dos parejas.

—Hace algunas semanas, se le pidió a Jaehyo convertir a un humano que había sido atacado por un vampiro rebelde. Nadie sabía que la sangre del rebelde con la que había sido infectado el humano estaba contaminada con liquid Wrath.

Maldiciones se escucharon alrededor de la mesa. Tae Yong sabía acerca de los efectos que causaba la droga en los vampiros,  pero en Jaehyo, sus efectos eran desconocidos. Era el vampiro original, el fundador de su raza. Jaehyo tenía poderes que nadie entendía completamente.

—¿Qué pasó con él? —preguntó Tae Yong inclinándose un poco más cerca.

Hong Bin, el segundo al mando de Jaehyo, negó con la cabeza mientras sus ojos adquirieron una mirada atormentada. — Casi se vuelve loco. Su cuerpo cambió varias veces entre su verdadera forma y su forma de vampiro. Se ha recuperado y se unirá a nosotros en breve. Costó mucho sacarlo adelante —dijo Hong Bin pero su rostro  se  volvió  severo—.  Pero  no  te  engañes. No se  ha  debilitado  y sigue  siendo el más fuerte  entre nosotros.

A Tae Yong ni en sueños se le ocurriría desafiar al Príncipe. ¿Era para eso esta reunión? ¿Para advertirles? Para Tae Yong eso era innecesario. Sin embargo, podía ver  la  necesidad  de  advertirles  a los demás. Si sus enemigos se enteraban de la enfermedad de Jaehyo, habrían tenido que luchar para mantener a todos ellos fuera del club  y evitar que  trataran de  tomar  su  lugar.

—Ahora que estamos aquí reunidos quiero discutir acerca de Kim Jong Wan —dijo Hong Bin.

Tae Yong, junto con algunos otros, sisearon. Kim Jong Wan había  sido el líder del Aquelarre del Norte. El muy cabrón había tratado de atacar cuando Jaehyo estaba llevando a cabo la ceremonia para convertir a Yu Kwon y Min Hyuk. Jaehyo había matado al hijo de puta, pero ahora tenía el deber de nombrar a otro líder para ese Aquelarre.

El Aquelarre al que pertenecía Tae Yong era la cabeza de todo el Aquelarre. Todos los demás dependían de ellos tanto a la hora de elegir a un nuevo líder o si tenían problemas que no podían manejar. Puesto que ellos habían depurado  la  casa  del  Aquelarre del Norte, era el deber del Aquelarre de Jaehyo nombrar a un nuevo líder.

—Jaehyo ha decidido nombrar a Park Jung Min como su nuevo líder. ¿Se opone alguien a esta decisión?

Tae Yong conocía a jung Min. El hombre era una muy buena opción. Tenía honor y principios que no iban en contra de los vampiros.  No era  vil o  prejuicioso como lo  había  sido Kim Jong Wan.

—Bien —dijo Hong Bin, mientras hacía sonar el martillo—. Park Jung Min será nombrado esta noche. Su aquelarre  estará aquí en el club. Aun así estaremos abiertos para nuestros propios negocios, Jaehyo siente que brindarle alimento al aquelarre de Jung Min  sería lo  más  respetuoso y  educado  que  debemos hacer.

Yu Kwon se echó a reír mientras agitaba la mano delante de él. —Como si al Príncipe le preocupara ser amable.

 

Era cierto. Jaehyo odiaba la política, odiaba hacer  parte de ella. Pero siendo el Príncipe, no tenía elección. Era su deber mantener la paz y dar ejemplo. Tae Yong sabía a ciencia cierta que Jaehyo prefería ir de fiesta y disfrutar de su tiempo con sus parejas. Pero así era la vida.

—Se levanta la sesión.

 

Tae Yong sonrió cuando notó que uno de los vampiros más pequeños corrió a la sala tan pronto como las puertas se abrieron. Kikwang se había convertido rápidamente en el mejor amigo de Min Hyuk. Los dos permanentemente se metían en problemas. Sacudió la cabeza cuando los dos pequeños vampiros corrieron fuera  de  la habitación.

—Tae Yong, ¿puedo hablar contigo un momento? —preguntó Hong Bin cuando la sala estuvo completamente vacía.

—Por  supuesto  —dijo Tae Yong devolviéndose.

 

Hong Bin volvió a sentarse en el asiento de Jaehyo, señalándole una silla vacía. —Toma asiento.

La curiosidad de Tae Yong se despertó. Se sentó en una de las sillas, a la espera de que Hong Bin  hablara.

—Hay unos cuantos del Aquelarre del Norte que le han pedido al Príncipe ser aceptados en nuestro Aquelarre. Jaehyo ha concedido sus transferencias. Me gustaría que les hicieras un poco más fácil la transición a estos dos hombres. Kim Jong Wan no era el más amable de los líderes y algunos de su aquelarre han sufrido enormemente. Aunque estoy seguro de que Jung Min será un gran líder, algunos no quieren quedarse.

Genial. Justo lo que necesitaba Tae Yong, ser la niñera de unos vampiros.

—Llegarán aquí al atardecer  y te  los   presentaré.

 

Hong Bin sonrió mientras se levantaba. —Sé que no es un trabajo que estuvieras esperando, pero esto proviene del Príncipe.

Bueno, eso le impedía protestar ahora, ¿no es así? Si se lo hubiera  pedido  Hong Bin,  Tae Yong  le  habría  dado  un  rotundo "infiernos no". ¿Pero Jaehyo? No había manera de que Tae Yong pudiera negarse. —Muy bien.

Se preguntó mientras caminaba desde la sala si Jaehyun podría reunirse con él para la ceremonia de esta noche.  Le gustaría mostrar a su pareja al Aquelarre.

Jaehyun ya le había expresado su opinión  acerca  del  club The Manacle, pero Tae Yong tenía la esperanza de persuadir a su pareja de reconsiderarlo. Sabía que si conseguía que Jaehyun viniera aquí, su pareja pasaría un buen rato. Jaehyun había aceptado quien era Tae Yong mejor de lo que Tae Yong había esperado.

Con eso en mente, Tae Yong se difuminó desde el club a su habitación en la mansión, extendiéndose sobre  su  cama,  visiones del cuerpo de Jaehyun retorciéndose debajo de él bailaron por su mente  cuando  cerró  sus ojos.

 

 

 

Jaehyun se despertó sobresaltado. Miró la almohada vacía junto a él. ¿Había sido todo un sueño? Tenía que haber  sido.  No había manera de que alguien tan increíble e impresionantemente guapo, hubiera venido a casa con él y lo hubiera jodido como si de verdad  le importara.

Se frotó el pecho sintiendo vacío dentro de él mientras arrojaba las sábanas a un lado y se levantaba de la cama.  No estaba seguro de qué le estaba pasando, pero necesitaba poner su culo en marcha. Jaehyun entró en el cuarto de baño, echando un vistazo a su cuello. Tenía que haber sido un sueño porque  no había heridas punzantes que se pudieran ver. Negó con la cabeza, preguntándose si alguna vez iba a dejar de soñar con vampiros. ¿Por qué estaba tan obsesionado con ellos últimamente?

 

Un vampiro. Sí, claro. Jaehyun estaba perdiendo la jodida cabeza.

 

Se rio entre dientes mientras se metía en la ducha. Lo que hubiera comido, tenía que alejarse de ello. Eso le hacía tener sueños jodidamente vívidos con un muy  sexi  vampiro  que  lo tomaba mientras bebía de él, dándole los mejores orgasmos que jamás había experimentado en toda su vida.

Jaehyun salió, agarró una toalla y se  secó.  Sintió  ese vacío una vez más, como si estuviera tratando de carcomerle un agujero en su pecho. Comenzaría por tomar una taza de café y luego regresaría a su habitación a vestirse.

Sirviendo  una  taza,  Jaehyun  se  quedó  mirando  hacia  afuera al patio trasero. Una parte de él deseaba que lo de anoche hubiese sido real. Estaba cansado de despertarse solo. La paz que había encontrado en los brazos del vampiro en su sueño era algo que nunca  había experimentado antes.  Y lo quería  de   nuevo.

Vació el café restante en el fregadero mientras agarraba sus llaves. Pasaría el día entero con su mamá, limpiando y reparando, no era algo que estuviera deseando hacer. No es que no amara a su madre entrañablemente, pero la casa no parecía la  misma desde que su padre había fallecido. Parecía vacía y desprovista de felicidad ahora.

Abriendo la puerta del coche, Jaehyun se subió, tomándose unos momentos para mirar las nubes de otoño. Era un  día nublado, igual a como se sentía él en ese momento. Se frotó el esternón una vez más antes de arrancar su auto. Abrochó el cinturón de seguridad y luego fue en reversa saliendo de  la entrada de su casa, pensando en su amante imaginario, mientras se dirigía a casa de su  madre.

Jaehyun se estacionó en el camino de entrada de  la casa  de su madre, apagó el motor mientras miraba el que había sido su hogar durante su infancia. Sonrió, pensando en cómo él y su hermana habían jugado incontables horas en el patio delantero. Salió de su auto en dirección hacia la puerta principal para un día lleno de divertidas tareas.

 

 

 

Jaehyun cerró de golpe la puerta de entrada, corriendo hacia su habitación para tomar una ducha. Dino estaría aquí en cualquier momento para ir al concierto. Sabía que su mamá lo haría trabajaría durante todo el día, y llegaría tarde.

Pateó para quitarse sus jeans mientras abría la ducha. Jaehyun había dejado la puerta de entrada desbloqueada, para permitirle a Dino que entrara. Rápidamente se bañó y se  secó  y luego agarró unos jeans y su camiseta de los Rolling Heads,empujando su cabeza en ella mientras  buscaba  en  su  cajón un par de calcetines.

—¿Listo? —preguntó Dino entrando por la puerta de su dormitorio.

—Casi. Estuve todo el día en casa de mamá —dijo Jaehyun, mientras se dejaba caer a cuatro patas, para buscar debajo de la cama su otro tenis.

—Tenemos que darnos prisa si queremos aparcar decentemente.

Jaehyun vio el tenis blanco y lo agarró, poniéndoselos y luego atándolos  rápidamente.  —Estoy  listo.

Dino se echó a reír. —Pasa un jodido peine a través de esos rizos, hermano.

Jaehyun maldijo y corrió hacia el cuarto de baño, peinándose sus caprichosos rizos hacia atrás antes de tirar el peine en el lavamanos. Salió a la habitación y agarró  su  cartera.  —Ahora estoy listo, a menos que tengas algún otro consejo de higiene.

—Nope. Pongámonos en marcha.

 

Jaehyun tomó las llaves de su gancho y cerró la puerta, sintiendo como si alguien lo estuviera observando. Se dio vuelta, buscando alrededor de su patio delantero antes de encogerse de hombros. Desde aquella noche en el club The Manacle,  había tenido esa extraña sensación.

Al diablo con eso. Iba a pasar un buen rato esta noche. Esa extraña sensación podía esperar hasta que volviera a casa.

 

—Vámonos de fiesta —gritó y saltó en el asiento del conductor, dispuesto a olvidarse de la sensación de vacío que había estado con él desde la  mañana.

 

 

continuara...


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