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39. Un Frío día de Invierno (25) por dayanstyle

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Hyesung estaba sentado ante la mesa de la cocina viendo a los hombres que lo rodeaban. Los hijos de Eric eran casi tan grandes como Eric lo era. Hyesung se sentía pequeño como el infierno en comparación con esos hombres. Medía un metro setenta y nueve tenía un muy buen formado cuerpo, no musculoso como los osos, pero tampoco enclenque.

Pero seguro como la mierda que se sentía enclenque cuando Lee Joon frente a él se estiró para tomar un biscuits. Hyesung veía cómo el gran brazo al flexionarse hacía saltar las venas y el bíceps se mostraba orgulloso. Era como ver una montaña moverse justo frente a sus ojos.

—Entonces, ¿eres nuestro nuevo Pa? —Seung Ho preguntó mientras llevaba el tenedor con puré de papa a la boca y veía a  Hyesung con curiosidad.

—Yo… —¿Lo era? Hyesung miró alrededor de la mesa, viendo muchos juegos de ojos puestos en él haciendo que quisiera hundirse bajo la mesa. Normalmente no era así. Hyesung podía defenderse solo, pero en una casa llena de osos, sabía cuándo lo superaban.

—Déjalo en paz, hijo —Eric advirtió.

—Solo bromeaba —Seung Ho murmuró bajo mientras seguía comiendo.

Hyesung no estaba seguro si así eran como normalmente se comportaban, pero la tensión era tan gruesa que podría cortarse con un cuchillo, no le gustaba eso. Podía decir que había    algo detrás de eso.

 

—Si quieres que lo sea —Hyesung le contestó a Seung Ho mientras alimentaba a Yoo Geun con una pequeña cuchara de puré de papa. Su hijo masticó por un momento y entonces la dejó caer de la boca. Su hijo no solía comer en la mesa. Hyesung lo había alimentado únicamente con el biberón, pero Eric le había dicho que Yoo Geun era lo suficiente mayor para probar diferentes comidas, en tanto que le diera una a la vez, en caso de alergia.

Hyesung no estaba seguro acerca de la comida en la mesa. Yoo Geun parecía más jugar con eso que realmente comerla. Yoo Geun había sido alimentado por una nodriza en la tribu, pero seriamente dudaba que hubiera una por aquí.

 

—Depende  —dijo  Lee Joon—.  ¿Sabes  algo  sobre criar osos?

 

Un bajo gruñido salió del pecho de Eric mientras veía a Lee Joon. —No necesita saberlo. Eres adulto. Pero yo puedo cambiar eso si sigues molestando.

Hyesung levantó la vista y vio a Eric. Podía ver la fuerte tensión en esos ojos gris claro. Necesitaba aligerar la tensión antes de que Eric realmente mutilara a alguno de sus hijos.

—Puedo aprender del mejor de ellos —Hyesung admitió ante Lee Joon—. ¿Sabes algo de los elves del bosque?

Lee Joon sonrió y asintió. —Para eso no se requiere mucho cerebro. Ellos viven en los bosques.

Hyesung se rio y sacudió la cabeza. Le iba a agradar Lee Joon. Podía decirlo.

—El niño maravilla cree que es el hombre más inteligente vivo —dijo Seung Ho riéndose.

—Lo soy  —Lee Joon  se  defendió   con   una  fingida indignidad—. Más inteligente y lindo que tú.

—Somos gemelos, imbécil.

—¡Seung Ho! —Eric advirtió—. Cuida el lenguaje alrededor del cachorro.

—Lo siento, Pa.

 

Hyesung lo había empeorado. Parecía que Eric perdía el control sin razón aparente. Sus hijos solo trataban de conocer a Hyesung. No estaba seguro qué estaba mal con su pareja, pero estaba cansado de los gruñidos. Eric estaba actuando como un oso furioso, y Hyesung iba a patearle el trasero si no se calmaba.

—Entonces, ¿Pa te reclamó, huh? —Lee Joon provocó.

—Niño, puedo golpear tu trasero fuera de esa silla si pronuncias una palabra más sobre mi vida sexual.

Seung Ho rápidamente señaló a Yoo Geun. —Lenguaje, Pa. Eric se veía contrariado mientras veía a Seung Ho.

—Si, y maldición si no sabe cómo hacer que las ventanas retumben —Hyesung dijo inocentemente, haciendo su mejor esfuerzo en esconder una sonrisa. Cuando las carcajadas de Lee Joon llenaron el cuarto y su gran mano golpeaba la mesa mientras rugía, Hyesung comenzó a reírse y no se detuvo.

Pronto el cuarto entero se estaba carcajeando. Hyesung vio que Eric sonreía. Tomó la mano de Eric y le dio un ligero apretón mientras le daba un guiño. —Son tus hijos. No les importa que sea hombre, solo que seas feliz —le murmuró.

Eric  no estaba  seguro  por qué  estaba  tan tenso.

Estaba a la defensiva y arrancando la cabeza a todos y así no era él. Normalmente era un tipo tranquilo.

Era gay, gran asunto. Lo eran sus hijos. Pero Eric sabía que no era fácil de aceptar para otra gente lo que ellos eran. A nadie le gustaba estar bajo los reflectores o que sus secretos salieran del closet.

Y niño, ahora había salido del closet.

Hyesung se puso de pie y pegó sus labios a los de Eric mientras se reían.

—Ahora, ¡eso es de lo que estoy hablando! —Lee Joon gritó feliz—. Desgárrale la cara, grrr.

Eric sonrió y acunó la cara de Hyesung y exploró su boca, justo ante la mesa de la cocina. Incluso Yoo Geun tenía sus pequeños puños al aire, aplastando el puré de papa entre sus pequeños dedos mientras les sonreía.

La tensión drenó de Eric mientras Hyesung quebraba el beso, sus ojos café se oscurecieron mientras se lamía los labios.

Genial, ahora él estaba ante la mesa con una erección.

 

Hyesung tomó asiento mientras todo el mundo comenzaba a hablar, la tensión se fue y la familia pasó un buen momento. Eric miró a Hyesung y sabía que no podría vivir sin él. El hombre era hermoso de todas las maneras. Había calmado a Eric de una gentil manera y lo tranquilizo fácilmente con un solo beso.

Nunca había conocido a nadie como Hyesung, y sabía que nunca lo haría. Su pareja era único en su clase —al menos ante sus ojos. Su corazón se hinchaba y su cuerpo dolía cada vez que veía a Hyesung.

No había manera de que pudiera permitir a Hyesung que se alejara,  no  cuando  se  había  enlazado  con  el  corazón de Eric en poco tiempo.

Eric se puso de pie, tomó la mano de Hyesung y se alejó de la mesa. —Seung Ho, cuida a Yoo Geun.

—Lo haré, Pa.

 

Eric guió a su pareja a la sala en donde crepitaba un fuego en la chimenea. Guió a Hyesung frente a la chimenea, se sentó en la alfombra y jaló a su pareja a su regazo. Hyesung lo siguió voluntariamente, chispas de placer brillaban en sus ojos. Le sonrió tímidamente a Eric mientras se sentaba en su regazo a horcajadas.

—¿Qué quiere mi papá oso?

 

Eric se rio ante el cariñoso término. Le gustó eso.

—Un elf del bosque —replicó mientras pasaba sus manos por los brazos de Hyesung. Eric apoyó la espalda contra una silla mientras estiraba las piernas y plantaba los pies en el suelo. Hyesung se veía perfecto en su regazo.

Simplemente perfecto.

 

—Me tienes, Eric —Hyesung replicó mientras sus dedos acariciaban a Eric—. Totalmente.

Eric quería creerle a Hyesung. Realmente lo quería. Pero había un poco de vacilación en los ojos de Hyesung que lo detenía. Su peor temor era despertar y que Hyesung se hubiera ido, llevándose a Yoo Geun con él en algún estúpido movimiento para apartar a Eric de los problemas cuando la tribu apareciera.

Y Eric no tenía duda de que la tribu de Hyesung estuviera tras  él.

—Prométemelo, Hyesung —dijo Eric mientras recorría  la cara de Hyesung con las punta de los dedos.

—Cualquier cosa —Hyesung replicó apoyándose en la mano de Eric.

—Prométeme que nunca huirás de mí.

 

Hyesung se tensó mientras lentamente bajaba la mirada.

 

Eso es lo que pensaba. Eric estaba más dolido por la admisión de Hyesung que por cualquier cosa que hubiera pensado.

¿No le había prometido que lo protegería y a su hijo? ¿No le había mostrado al hombre lo que le había ofrecido?

Aparentemente no fue lo suficientemente bueno. Aparentemente Hyesung no creía que Eric pudiera protegerlo. Le dolía más allá de las palabras que Hyesung pudiera irse alguna noche y dejarlo solo. ¿No sabía el hombre lo mucho que Eric lo amaba? ¿No se lo había mostrado?

Eric merecía más que eso. Yoo Geun merecía más que eso.

Hyesung seguramente merecía tener una vida que valiera la pena ser vivida.

—No es por ti —Hyesung confesó en el pecho de Eric—. Cuándo vengan por Yoo Geun, temo que nadie pueda protegerlo, ni  siquiera yo.

Teniendo hijos propios, Eric podía entenderlo. —Pero tienes que dejar de huir en algún momento y enfrentarlos. Tienes una familia entera de osos respaldándolos, y no somos hígado picado.

Hyesung sonrió viendo a Eric a través de sus grandes pestañas, haciendo que el  corazón de Eric se     acelerara.

r13;No, no lo son. No puedo quedarme aquí pensando en que tú o algún miembro de tu familia resulte herido por mi causa.

 

Eric gruñó mientras tomaba la parte superior del brazo de Hyesung, sosteniéndolo fuerte. —Eres mi familia. Entiende eso. Deja de pensar malditamente tanto y solo acepta la ayuda que te estoy ofreciendo. Juro por Dios que si dejas la casa, ¡te cazaré y te ataré a mi cama!

Hyesung tragó saliva mientras veía a Eric, el miedo era evidente en su mirada. Era lo último que Eric quería ver, pero tenía que hacer que Hyesung viera que era el lugar más seguro que pudiera encontrar.

Incluso si una legión de elves entrara en  su  rancho, Eric podría matar hasta el último de ellos al proteger a su pareja. ¿Por qué Hyesung no podía ver eso?

Él había visto la verdad.

 

—Nosotros te protegeremos.

 

Eric levantó la vista para ver a sus hijos de pie en la entrada del cuarto, los siete sonreían. Su pecho hinchado de orgullo mientras veía a cada uno de ellos. Incluso Leo tenía una sonrisa en su cara.

—¿Lo harán? —Hyesung preguntó mientras sus dedos se curvaban en la camisa de Eric.

—Eso es malditamente correcto —dijo Lee Joon mientras movía en sus caderas a Yoo Geun—. Deja que alguien venga aquí a meterse contigo o con Yoo Geun. Les comeré su jodido trasero.

Eric sonrió cuando Hyesung veía a Lee Joon como si no tuviera bien la cabeza. —Um, no creo que tengas que ir tan lejos, pero gracias.

—Cuándo quieras.

—Fuera de aquí, niños. Interrumpen nuestro momento íntimo —dijo Eric mientras su mano subía y bajaba por la espalda  de  Hyesung. Le  dio  un guiño  a  sus  niños, asintiendo y agradeciendo cuando ellos se dispersaban.

 

—Hiciste un buen trabajo al criarlos —dijo Hyesung mientras apoyaba la cabeza en el hombro de Eric. Eric rodeó con sus brazos a su pareja mientras rezaba por tener razón y poder protegerlos.

Porque Dios ayude a quien sea lo suficientemente estúpido para meterse con los Moon.

 

 

Hyesung tarareaba mientras hacía la cama. Anoche había sido la mejor noche de su vida. Su nueva familia lo aceptaba, y Eric le había mostrado a Hyesung lo bien versado que era en lo que respectaba al sexo. Su culo aun seguía dolorido.

Tomaba la almohada cuando sintió que alguien estaba detrás de él. Se giró y dejó caer la almohada. Hyesung se quedó paralizado en la recámara de Eric mientras veía los más oscuros y fríos ojos que hubiera visto, ojos que una vez habían sido felices y sabios.

No podía moverse. No podía respirar.

—Solo te apartaste para ser la puta de todos los osos. No me importa lo que te suceda, Hyesung. Lo único que quiero es al niño.

Su niño. Su hijo.

Hyesung abrió la boca y entonces la cerró, las palabras se rehusaron a salir cuando el terror lo atrapó. Sabía que Eric sería capaz de protegerlo, pero rezaba porque los osos pudieran pelear y mantener a Yoo Geun a salvo.

 

—Nunca. —Sus labios finalmente se movieron.

 

Hyun Joong gruñó dándole una bofetada con el dorso de la mano tan fuerte que la boca de Hyesung sangró. Los oídos le retumbaban a Hyesung y su cabeza explotaba por el dolor, pero aun así no entregaría a Yoo Geun.

Moriría antes de que eso sucediera.

 

—Tú elijes, Hyesung. Nosotros podemos hacerlo fácilmente o podemos torturarte hasta que pidas misericordia.

«¿Nosotros?»

 

Hyesung se quedó con la boca abierta cuando dos elves más aparecieron dentro del cuarto, una expresión de disculpa en sus caras. Hyesung no quería disculpas. Quería que esos sucios bastardos se enfrentaran a Hyun Joong y se rehusaran a hacer ese sucio trabajo.

Pero Hyesung sabía que eso no iba a suceder.

 

Sabía que todos en la tribu le temían a Hyun Joong. El hombre había probado lo que podía hacer si alguien lo desobedecía. Hyesung había oído historias y ahora él sinceramente lo creía.

Hyun Joong era como el diablo para ellos.

 

—No te entregaré a mi hijo.

 

Hyun Joong sonrió y se acercó a Hyesung, su expresión era de malicia mientras chasqueaba la lengua. —¿Entonces eliges la manera difícil, Hyesung?

Hyesung se enderezaba mientras se reforzaba. Sabía lo que vendría —o tenía una muy buena idea. Hyun Joong lo iba a usar como carta de cambio con los osos para obtener a Yoo Geun. Podía verlo en los fríos ojos del bastardo.

—No lo tendrás.

 

Hyesung cayó a un lado cuando  Hyun Joong lo golpeó tan  duro como para estar cerca de quebrarle la maldita mandíbula. No tenía duda que si el líder tenía éxito sería muy doloroso. Nunca en su vida había sentido tanto dolor. Sus ojos se humedecieron cuando el intenso dolor lo recorrió cuando intentó hablar. Pero Hyesung se rehusó a llorar. No iba a dejar que Hyun Joong supiera lo mucho que lo había lastimado.

—Muy bien.

 

Hyesung sintió una profunda y oscura desesperanza rodearlo cuando Hyun Joong lo tomó del cuello y desapareció de la casa de los Moon.

 

 

continuara....


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