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LO QUE SE PERDIO por Amaya Kurau

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INQUIETUD
 
 
 


 
La repentina presencia de Seiren lo alertó. Ella debería estar en este momento vigilando que todo estuviese tranquilo en la universidad.
 
-   ¿Kaname-sama?
 
La guarda espaldas apareció sin ser llamada frente a él. Aunque su mirada se mantenía imperturbable, tenía manchas en su ropa evidenciando que había peleado recientemente. Algo no estaba bien, sintió que su estómago se encogía.
 
-   ¿Qué sucede?
 
-   Los están atacando, a Yuuki-sama y a Kiryuu Zero.
 
Kaname abrió los ojos desmesuradamente al tiempo que su corazón le daba un vuelco y el temor se apoderaba de él. Sin aguardar ninguna explicación por parte de la mujer, al instante se desmaterializó en docenas de murciélagos y salió del lugar.
 
Cuando reapareció, lo hizo en el parque cercano a la universidad guiado por la presencia de Yuuki. Los rayos del sol golpearon de lleno contra él lastimando sus retinas y su piel, sin embargo, se obligó a tolerarlos. De un vistazo recorrió el lugar; había una gran fuga de agua proveniente de un hidrante roto, humo saliendo de varios lugares, algunos árboles destrozados y cráteres en el piso a causa de los ataques. Ante ese escenario una nueva sensación de desasosiego lo invadió, pero fue el aroma de la sangre de Zero el que terminó colmando sus sentidos, alimentando su miedo. 
 
Una repentina explosión le indicó el lugar donde estaban luchando y usando su velocidad vampírica, llegó allí en un par de segundos. Había varios encapuchados y una gran cantidad de nivel E atacando. Yuuki estaba parada en el centro de todo y tenía desplegadas unas alas hechas de su propia sangre, que al agitarse lanzaban corrientes de aire afiladas capaces de lastimar a los vampiros que intentaban acercársele; pero aun con eso, ya tenía varias heridas en el cuerpo y un hilo de sangre escurría desde su frente hacia su mejilla y cuello. El aroma de su sangre impregnaba el ambiente y a causa de eso los vampiros Nivel E estaban por completo fuera de control y buscaban llegar a ella desesperadamente; y aunque Yuuki lograba contenerlos, todavía no poseía el poder suficiente para convertirlos en cenizas usando su aura. 
 
Los encapuchados por su parte, en su mayoría se encontraban rodeando el lugar como aguardando la llegada de los cazadores, el resto peleaban contra Ruka y Akatsuki que intentaban defenderse y proteger a Yuuki desde su flanco izquierdo, al otro lado, atacaban a Zero quien, apuntándoles con su arma, les disparaba. 
 
Enredaderas plateadas procedentes de la Bloody Rose rodeaban el brazo del cazador y se adherían a él a través de las espinas fusionándose para beber su sangre, mientras que otras se desplegaban y flotaban en el aire lanzándose casi con voluntad propia contra los vampiros que escapaban de los disparos y que intentaban acercarse a él o que querían llegar hasta Yuuki. Con solo ver sus ojos, Kaname fue capaz de saber que Zero estaba completamente agotado. Al igual que Yuuki tenía varias heridas en el cuerpo que teñían de rojo su ropa, pero se mantenía en pie y el solo hacia frente a muchos encapuchados. Sin embargo, una mano sobre su costado derecho alertó a Kaname, quien por un instante pudo ver como los dedos del joven estaban manchados de sangre también. Comprendió entonces la mirada en los ojos del cazador, había perdido mucha sangre y estaba débil a causa de eso. Sintió entonces su propia sangre hervir y apretando los puños con fuerza, al instante sus ojos brillaron intensamente en carmesí y desplegando su aura produjo una onda de energía expansiva que convirtió a los Nivel E más cercanos, en cenizas. Ante eso la batalla pareció detenerse por unos segundos. 
 
Yuuki levantó la vista y sonrió con alivio al verlo, Zero también le dedicó una mirada rápida, pero continuó haciendo frente al enemigo sin prestarle mayor atención. Con su mirada fija en el joven cazador, Kaname comenzó a acercarse y fue en aquel momento que los encapuchados se detuvieron por completo.
 
-   ¡Retirada!
 
Se escuchó de pronto en medio del caos y al instante los encapuchados comenzaron a retroceder y con ello los Nivel E parecieron de pronto temerosos y sin saber a dónde huir. En realidad, era como si se hubiesen cortado los hilos que los manejaban, quedándose a la deriva. 
 
Kaname escuchó aquello con claridad y se percató que comenzaban a replegarse, pero estaba furioso, no pesaba perdonar a nadie su insolencia de tocar lo más preciado para él. En un segundo apareció frente a uno de los encapuchados que intentaba huir y arrancó su corazón de golpe sin ninguna consideración; en un instante ese vampiro se convirtió en cenizas y el pánico se propagó entre el resto de los atacantes y todos comenzaron a huir por sus vidas. 
 
Desplegó entonces la guadaña que solía crear a partir de su sangre y en un parpadeo, apareció frente a otros vampiros y con un movimiento rápido cortó sus cabezas. Con su poder mental hizo explotar partes del cuerpo de otros vampiros más, haciendo que a causa del dolor se detuvieran y entonces también apareció frente a ellos y los eliminó. 
 
Así hizo con casi todos y al final, casi en un abrir y cerrar de ojos, ningún encapuchado logró escapar. Al único que quedó con vida, Kaname lo tomó del cuello retirándole la capucha para ver su rostro y lo arrastró consigo mientras que con su aura iba convirtiendo en cenizas a los Nivel E restantes. Cuando ya no quedó ninguno, tiró al vampiro que capturó frente a él. Era un hombre de mediana edad que estaba claramente asustado.
 
-   ¿Quién los envió? – le cuestionó con voz fría y autoritaria.
 
-   Y-yo... yo... lo siento, Kaname-sama.
 
-   No estoy pidiendo tus disculpas, ¿Quién les mandó atacar?, ¡Habla!
 
-   Y-yo... yo sólo hice lo que ella nos ordenó.
 
-   ¿Quién es ella?
 
-   E-ella... ella...
 
El vampiro no pudo terminar la frase pues en ese instante su cuerpo se congeló, posteriormente se fracturó y finalmente se convirtió en cenizas. En medio del montón de ellas, una daga de cazador fue lo único que quedó. Kaname se quedó viendo el arma y apretó la mandíbula. Quien quiera que fuese "ella", planeó el ataque muy bien, al punto que obligó a todos los encapuchados a guardar silencio con el pagó de su propia vida, y esos Nivel E sin duda fueron su creación. No estaba nada satisfecho, seguía sin saber quién era su enemiga.
 
-   ¿Kaname onii-sama?
 
Al escuchar la voz de Yuuki su mente volvió a aclararse. La miró y casi de inmediato a Zero también; el cazador se encontraba parado tras ella y lucía algo sombrío, entonces recordó que estaba herido y su corazón volvió a agitarse. 
 
Comenzó a dirigirse hacia el muchacho, sin embargo, aunque su atención estaba puesta en él, de soslayo puedo ver como Yuuki comenzaba a desplomarse. Reaccionando por instinto, de inmediato apareció junto a ella sosteniéndola y evitando con eso que cayera al piso.
 
-   ¡Yuuki-sama! –. Al instante también aparecieron a su lado, Ruka y Akatsuki.
 
-   ¿Yuuki, me escuchas? –. Kaname tomó su rostro, pero la joven no reaccionó – Está agotada, hay que llevarla a casa.
 
-   Por supuesto, voy por el auto – dijo Kain y se alejó. Ruka se quedó mirando angustiada a la sangre pura.
 
-   Kaname-sama, ¿ella va a estar bien?
 
-   Sí, creo que sí.
 
-   Qué alivio. Lo siento mucho, no nos percatamos hasta que fue muy tarde, incluso Kiryuu...
 
-   Zero...
 
Sin prestar atención a Ruka, Kaname se giró con Yuuki en brazos y miró al cazador; el joven seguía parado en el mismo lugar, pero ahora le daba la espalda a ellos. El aroma de su sangre era intenso al punto de ser embriagador y estaba tentándolo, pero también poniéndolo ansioso.
 
-   R-retírense ya... - dijo de pronto – la Asociación no ha de tardar en llegar, limpiaremos este desastre –. Su voz sonaba ligeramente trémula.
 
-   Zero, ¿tú estás...
 
Kaname no terminó su pregunta pues en ese momento una presencia más apareció tras él, la reconocía a la perfección, era la presencia de ese hombre, Crosszeria Luka, pero en ese momento se sentía sumamente fría. 
 
El pelinegro, sin prestarles atención, pasó resueltamente a su lado y llegó hasta Zero sosteniéndolo justo en el momento en que éste dejaba caer la Bloody Rose y se desvanecía. Todo eso pasó como en cámara lenta ante los ojos del sangrepura y aunque él había dado un paso hacia el cazador también, ya Luka lo tenía entre sus brazos y al instante desapareció llevándoselo consigo, sin mirar a nadie ni decir una sola palabra.
 
Al final lo único que quedó de Zero en el lugar, fue la pistola plateada que ahora yacía en el piso en su forma original.
 
 
 
[...]
 
 
 
-   Creo que el momento está llegando – dijo Reiga abriendo los ojos y mirando las llamas en la chimenea. Luze se giró hacia él y lo miró intrigado.
 
-   ¿A qué te refieres?
 
-   A que dentro de poco iremos a recuperar la llave que reside en el portador del vínculo de la Luz de Dios.
 
-   ¿Eso quiere decir que Luka ha dejado de jugar?
 
Reiga miró a Luze a los ojos y poniéndose de pie se dirigió lentamente hacia la ventana. La sutil luz carmesí bañó su pálida piel.
 
-   Al contrario, Luze – dijo - apenas está comenzando, sin embargo, yo solo necesito que él presioné un poco y la puerta se abrirá de inmediato. El cuerpo del portador ya comienza a dar señales de reconocerlo, así que solo hay que esperar un poco para que la llave manifieste señales y podré llegar hasta ese muchacho y apoderarme de ella.
 
-   No comprendo a que te refieres, pero supongo que sabes lo que haces, solo te recuerdo que debe ser pronto, de lo contrario no podrás contener más al general Cadenza y a los demás; están más que ansiosos por acabar con la Luz de Dios.
 
-   Lo sé, pero aun no es tiempo. Antes debo encontrarme con ella también.
 
-   ¿Estás hablando de encontrarte con ese chico?
 
-   Si.
 
-   Takashiro no te lo permitirá, lo tiene sumamente vigilado por los guardianes Sweilt y demás subordinados.
 
-   Lo sé, por eso serás tú quien se encargará de hacerle llegar un mensaje mientras yo creo una distracción. No puedo confiar en los demás opast para eso, si en lo único que piensan es en eliminarlo.
 
-   Bien, lo haré, ¿De qué mensaje se trata?
 
-   Una propuesta.
 
 
 
 
[...]
 
 
 
-   ¿Cómo sigue?
 
Kaname preguntó apenas ingresó Ichijou.
 
-   Nada grave, según Ruka. Unas heridas que prácticamente ya sanaron y cansancio, eso es todo. Le dio a beber tu sangre y parece que fue suficiente.
 
-   Bien. ¿Seiren?
 
-   Si, Kaname-sama. – la mujer apareció cerca de él haciendo una reverencia.
 
-   Por favor redobla la vigilancia y encárgate tú misma de la seguridad de Yuuki.
 
-   Como usted ordene.
 
Apenas asintió, la guardaespaldas desapareció de inmediato y Kaname, que hasta entonces había estado parado junto a la ventana, se dirigió hacia su diván, se sentó y volvió a mirar los papeles que traía en las manos, ahí se encontraba toda la información con que contaba sobre todas las mujeres sangrepura existentes. 
 
Ichijou lo observó detenidamente, la tensión estaba marcada claramente en la expresión del sangrepura, algo, por supuesto, excepcional.
 
-   Kaname, ¿Cómo estás tú? – se aventuró a preguntar. El sangrepura no lo miró.
 
-   ¿Yo?, bien, no recibí ninguna herida. ¿Esto es todo lo que hay?
 
-   No me refiero a eso – Ichijou ignoró su pregunta - Es decir, dijiste que ese hombre simplemente apareció y se lo llevó consigo.
 
Kaname no respondió, pero su aura se agitó un poco y una, apenas perceptible reacción en sus dedos al presionar las hojas que traía en las manos, demostró lo evidente.
 
-   ¿Quién de estas mujeres puede ser? – preguntó en cambio.
 
Ichijou sonrió débilmente y miró hacia el exterior a través de los ventanales, la luna brillaba en lo alto, pero varias nubes a lo lejos amenazaban con una tormenta pronto.
 
-   Comprendo - dijo mirando de nuevo al sangrepura que seguía revisando la información - Yuuki-chan está bien ahora Kaname, y está descansando, no creo que despierte en varias horas y aquí hay muchos nobles para protegerla.
 
-   ¿Qué quieres decir?
 
-   Que tienes algo en tu poder que no te pertenece, por qué no vas a devolvérselo a su dueño.
 
Kaname levantó finalmente el rostro y sorprendido miró a su amigo, el noble simplemente le sonrió. Desvió entonces su vista hacia su cama, ahí se encontraba la Bloody Rose. La observó un par de segundos antes de mirar hacia el exterior también; luego, simplemente dejó caer las hojas sobre la mesita y fue hasta la cama, tomó el arma y usando su energía abrió las ventanas de golpe y sin más se desmaterializó abandonando el lugar. 
 
Ichijou sonrió nuevamente y tranquilamente se acercó a los ventanales, miró la nube de murciélagos alejarse y entonces los cerró con calma.
 
Una hora después, Kaname se encontraba en la Academia Cross. Sabía qué debido a las defensas, el director se habría dado cuenta de su llegada apenas piso los terrenos; así que de inmediato se dirigió hacia su residencia. Zero se encontraba ahí, lo supo aunque su vínculo con él se estaba debilitando debido a que llevaban meses lejos y no habían bebido el uno del otro; pero su corazón no le mentía y su intuición fue lo que lo trajo hasta este lugar, y no se había equivocado, en ese momento podía sentirlo a la perfección. 
 
Al llegar a la casa, miró hacia una de las ventanas del piso superior, la luz y el sutil aroma de la sangre de Zero en el ambiente, le hizo inquietarse; sin embargo, la puerta principal se abrió sin él haber llamado y tal y como lo había supuesto, se encontró Cross Kaien que no parecía muy sorprendido de verlo.
 
-   Kaname-kun, buenas noches.
 
-   Director –. Miró al hombre y quizá fue su expresión lo que hizo que la de Kaien se tronara de pronto preocupada.
 
-   ¿Qué haces aquí?, ¿Cómo sigue Yuuki-chan?, ¿algo malo le...
 
-    No, ella está bien...Yo... yo estoy aquí por Kiryuu-kun.
 
El director lo miró directamente unos segundos y sonrió con amabilidad.
 
-   Ya veo, adelante, pasa.
 
-    ¿Cómo está? – cuestionó de inmediato Kaname, apenas ingresó.
 
-    Descansando arriba.
 
-    Lo siento, lo hirieron, pero no pude ayudarlo ya que ese hombre, Crosszeria, se lo llevó consigo.
 
-    Si, lo trajo aquí porque no sabía cómo ayudarlo.
 
-   ¿Por qué se lo llevó consigo entonces en primer lugar?, yo podría haberlo ayudado de inmediato.
 
-    Supongo que fue por instinto.
 
-   ¿Qué?
 
-    Como sea, Kiryuu-kun llegó muy mal herido. Me costó un poco parar la hemorragia, pero lo logré y como te dije, ahora está descansando, aunque bastante agotado y débil y sus heridas están tardando en sanar, pero su vida ya no está en riesgo.
 
Al escuchar eso ultimo el corazón de Kaname pareció detenerse por un instante y una punzada de dolor atacó su pecho.
 
-    ¿Cómo que su vida?
 
-    ¿No lo sabias?, fue herido con un arma de cazador.
 
-    ¿Qué?
 
El malestar que Kaname sentía aumentó, había visto un arma de cazador en el lugar pero no había pensado ni por un segundo que una hubiese herido a Zero y el joven no dijo nada y él tampoco se percató de que tan grave estaba.
 
-    ¿Qué fue lo que pasó en ese lugar exactamente, Kaname-kun?, Zero todavía no despierta y Luka-san no lo sabe.
 
Kaname no respondió, de hecho, estaba más preocupado por Zero, que miró hacia las escaleras.
 
-    ¿Kaname-kun? – el sangrepura volvió a mirar al director - ¿Qué sucedió?
 
-    Lo siento. Nuevamente atacaron a Yuuki, solo que esta vez Kiryuu-kun estaba con ella.
 
-    Ya veo.
 
Kaname volvió a mirar hacia las escaleras y apretó los puños.
 
-    Las armas de cazador, la Asociación tendrá que darme una explicación al respecto.
 
-    Espera Kaname-kun – Kaien lo miró seriamente - No creo que la asociación esté relacionada directamente con los ataques.
 
-    Director...
 
-    No lo debería decir, pero tratándose de ti, no creo que haya problema. Además, si no te lo digo no me escucharás e iras allá, y por supuesto Yagari-kun querrá patearme.
 
-    ¿De qué habla?
 
-    Se han estado dando desapariciones de cazadores jóvenes últimamente. Es algo interno y la asociación está buscándolos mientras trata el asunto con la mayor discreción posible; pero me dices que había armas de cazador en el ataque... No, antes de sacar conclusiones tengo que investigar un poco más.
 
-    Comprendo, por favor hágalo. No sería muy conveniente que la alianza que existe entre nosotros se vea sacudida.
 
-    Lo sé.
 
Kaname una vez más desvió su vista hacia las escaleras. Quería ver a Zero con sus propios ojos y comprobar que realmente su vida no estaba en peligro, y ayudarlo a sanar.
 
-   Quieres subir a verlo, ¿cierto?
 
Su ligero sobresaltó hizo sonreír a Kaien con amabilidad.
 
-    Yo, yo sólo quería comprobar que estaba bien.
 
-    ¿Has olvidado lo que hablamos?
 
Kaname miró al director a los ojos y el recuerdo de la conversación que habían tenido la última vez que habló con Zero, vino a su mente.
 
 
 
 
 
-    ¿Está bien, Kaname-kun?
 
-    ¿Disculpe?
 
-    ¿Está bien para ti que Zero esté con él?
 
Kaname miró al director sorprendido, pero fue la suave risa de éste, la que hizo que sus mejillas se ruborizaran
 
-    N-no sé de qué habla – dijo y desvió su vista de él. El director simplemente lo miró con afecto.
 
-    Más bien creo que lo que quieres es preguntar cómo o desde cuándo lo sé – Kaname volvió a mirarlo - La verdad es que no sé exactamente. Tal vez fue desde que conociste a Zero-kun por primera vez en la sala de mi antigua casa, o quizá después, cuando ingresó a ésta academia y se convirtió en el prefecto, no lo sé, pero lo que si me queda claro, es es que cada vez que tus ojos se posan en él tu mirada se suaviza y tus pupilas se dilatan.
 
-    Yo...
 
-    No voy a involucrarme ni a cuestionar tus sentimientos, lo único que deseo es que ni Zero-kun ni Yuuki-chan sufran como tampoco deseo que tú lo hagas.
 
-    Director... yo... yo amo a Zero con toda mi alma.
 
-    Lo sé –. Las mejillas de Kaname se tiñeron un poco más - Pero si es así,  entonces lo que no comprendo es por qué...
 
-    Para protegerlo y porque prometí... le juré a Juri y a Haruka que protegería a Yuuki. Ella es una sangrepura que acaba de despertar, sola sería un blanco fácil, por eso yo...
 
-    Kaname-kun, eres demasiado amable, sólo espero que esa amabilidad no te sea contraproducente.
 
-    No director, yo no soy amable... ya que yo... yo en este momento quisiera arrancar el corazón de ese hombre e ir por Zero y llevármelo lejos y olvidarme de Yuuki y de todo. Si eso es lo que más deseo ¿Cómo podría ser amable?
 
-    Eso son sólo celos.
 
-    ¿C-celos?
 
-    Si. 
 
-    Quizá tenga razón, pero no sé qué hacer, la sola idea de perder a Zero o de que lastimen a Yuuki...
 
-    Yo confió en que tomarás la decisión correcta. Como ves, no soy de mucha ayuda para ti, ambos son mis queridos hijos y no puedo tomar partido, lo único que deseo es que sean felices.
 
-    Director, yo...
 
-    A ti también te aprecio Kaname-kun y creo que serías muy afortunado si tu amor es correspondido; por eso, se completamente honesto con lo que sientes. Ahora, que te parece si revisamos los documentos que me has traído.
 
 
 
 
 
-    No, no lo he olvidado – dijo Kaname mirando directamente al hombre frente a él.
 
-    Entonces sube a verlo.
 
Kaname se puso inmediatamente de pie, y se dirigió hacia las escaleras, sin embargo, justo en ese memento el aroma a sangre se esparció por el lugar, no reconocía al propietario, pero no era necesario ser muy inteligente para intuirlo. No se detuvo ante el llamado del director y en un movimiento veloz llegó hasta la habitación de Zero en el piso superior y abrió de golpe la puerta. 
 
Lo que vio sacudió por completo su ser y su estómago se encogió al tiempo que una punzada en su pecho prácticamente cortó su respiración. Ese hombre, Luka, estaba sentado en la cama junto a Zero y éste se encontraba recostado bebiendo de su muñeca. Sus ojos se volvieron carmesí al instante.
 
-    Aléjate de él – ordenó mientras su fría aura se expandía.
 
-    Kaname-kun, espera – el director llegó prácticamente corriendo para detenerlo, pero el sangrepura simplemente lo ignoró. Su atención estaba puesta en la escena frente a sus ojos.
 
-    Te dije que te alejes de él – volvió a repetir.
 
Luka sin apartarse del cazador, lo miró fríamente con el ceño fruncido.
 
-    ¿Por qué haría eso?. Zero necesita beber, de lo contrario no sanará.
 
-    Luka-san...
 
El director intentó conciliar, pero la mirada decidida de Luka le dijo que no estaba dispuesto a hacer lo que Kaname decía, aunque no comprendiera el porqué de su molestia.
 
Zero, que hasta entonces no parecía haberse percatado de lo que sucedía en su habitación, finalmente dejó de beber y abrió los ojos.  Al mirar a Kaname, se sorprendió y luego, casi de inmediato sus mejillas se ruborizaron al comprender, al menos un poco, lo que estaba sucediendo con Kaname frente a él y Luka a su lado. Se intentó incorporar, pero no pudo, así que, en cambio, se llevó una mano a los labios para limpiar los restos de sangre en ellos.
 
-    Zero-kun, menos mal que has despertado – dijo el director intentado tranquilizar la situación.
 
-    Estoy bien – dijo el joven, pero su voy sonaba débil, aunque intentaba de aparentar lo contrario.
 
-    No, no lo estás – La voz grave de Kaname resonó repentinamente y Zero volvió a mirarlo. – Si lo estuvieras el aroma del ambiente no me diría que aun estás sangrando. Crosszeria-san, ¿podría dejarme a solas con Kiryuu-kun?
 
-    No creo que...
 
Los ojos de Kaname brillaron aún más carmesí y sus colmillos sobresalieron sutilmente entre sus labios. Ante la aparente negativa su aura se expandió aún más, amenazadoramente. La mirada en los ojos de Luka se volvió entonces penetrante y sus ojos plateados también parecieron brillar, ambos estaban retándose de manera evidente.
 
-    Luka-san – Cross intervino rápidamente - por favor, Kaname-kun está aquí para ayudarlo.
 
-    No necesito su ayuda – dijo Zero de manera tajante intentando incorporarse nuevamente.
 
-    Zero...
 
-    No la necesito – volvió a recalcar rotundamente. Entonces Kaien frunció el ceño.
 
-    Fuiste herido, las tabletas nunca te han servido y ni bebiendo toda la sangre de Luka-san o mía podrías sanar. Aunque detuve la hemorragia y eliminé gran parte del veneno de tu sistema, tus heridas continúan sin sanar y con cualquier movimiento brusco se volverán a abrir.
 
-     No me importa, yo...
 
-    Vamos Luka-san – lo interrumpió el director severamente.
 
Luka miró a Zero y aunque no muy de acuerdo, se puso de pie y se dirigió hacia la puerta y salió no sin antes dedicarle una mirada fría a Kaname, el sangrepura lo ignoró e intentó permanecer calmado, aunque las ganas de golpearlo eran muy fuertes.
 

Notas finales:

Hola. Tarde mucho, pero tenía problemas para acceder a la página y muchos elementos emergentes que no podía parar. Pensé en dejar de publicar aquí, pero parece que se solucionó, así que estoy de vuelta. Gracias por leer.


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