POV SHINKI
Al despertar me dirijo hacia el salón, donde me encuentro con una mesa llena de alimentos; zumos, tostadas, mochis, fruta, queso...
-Buenos días Hijo, veo que te has levantado temprano- dijo un gaara recién vestido.
-B..buenos días padre.
- Ven siéntate a desayunar.
Una vez sentado no podía parar de mirar la cantidad de comida sobre la mesa, cuando vivía con mis padres eramos una familia con pocos recursos y cuando me quedé huérfano apenas comía.
-Shinki, quiero saber más sobre ti, cuéntame todo sobre tu vida.
- ¿Qué...quieres saber?
-Todo sobre tu vida, antes de la guerra, durante y después.
-NO- por qué tengo que contarle nada a esta persona, por qué tengo que convivir con alguien que no quiero, me da igual que sea el Kazekage, no le obedeceré más de lo necesario- porque no mejor te preocupas de encontrar a una mujer, no ha venido nadie en el tiempo que llevo aquí, de seguro estás solo es por eso que vas adoptando niños, mejor usa tus privilegios de Kazekage con las mujeres.
- Vaya, veo que tus antiguos modales han vuelto ¿por qué me tienes tanto odio?
- Te he dicho que dejes de preocuparte por mí y empieces a hacerlo por ti, yo no voy a quedarme mucho aquí, huiré en cuanto pueda, quizás me lleve unos años pero de seguro conseguiré escapar de tu maldita arena...
Nuevamente vi como la arena se acercaba a mi para atraparme, pero conseguí huir, sustituyendo mi cuerpo por un tronco de madera, comencé a correr por la casa intentando escapar, "Vaya veo que sabes utilizar la técnica de reemplazo", me escondí dentro de un armario, entonces noté que tenía algo en la espalda y al girarme vi como un ojo hecho de arena me observaba, ¿qué demonios es eso? acaso no hay manera de huir de la arena de este tío. Salí del armario para chocar contra una masa de arena que nuevamente aprisionó mi cuerpo.
POV GAARA
Conseguí atraparlo con mi arena nuevamente, nunca me imagine que criar a un niño podría ser tan complicado, realmente me va costar conseguir enseñarle modales y educarlo, pero necesito que entienda que no soy su enemigo, quizás debería llamar a Matsuri para que me ayude. Si no aprende modales y deja de intentar huir todo el rato no podré presentarlo dentro de tres años al examen de Chunnin.
Le llevo con la arena nuevamente al salón y me siento en el butacón.
-Bien hijo, estoy esperando tu disculpa por tu comportamiento.
- No se supone que eres el Kazekage, porque no mejor te ocupas de la aldea, y dejas de llamarme hijo me lo he pensado mejor y no quiero jugar a las casitas, yo ya tengo un padre uno que murió en la guerra como consecuencia de la protección de tu amiguito, si quieres un hijo hazlo tú mismo.
Sus palabras me enfadaron, hacía tiempo que nadie conseguía cabrearme, pero realmente pensaba que estaba jugando, realmente quiero ayudarle y cuidarlo, es cierto que quizás en parte también quiera tener alguien a mi lado, a fin de cuentas Temari ha hecho su vida en Konoha y Kankuro siempre a sido un mujeriego, pero eso no quita las buenas intenciones, cielos que complicados son los niños. Sin darme cuenta y como consecuencia de mi enfado vuelvo apretarle con mi arena y escucho como suelta un pequeño gemido de dolor.
- Por qué me obligas a ser malo, simplemente quiero que nos llevemos bien, sé que no soy tu verdadero padre, pero a partir de ahora ejerceré su función.
-T...tu...NUNCA...te...g...ganarás mi respeto........
- Sinceramente tenía muchas esperanzas puestas en el día de hoy, me lo cogí libre para poder entrenar contigo y tus amigos, pero visto tu actitud me temo que solo ellos podrán disfrutar de un día de entrenamiento.
-E..ellos..agg...maldita arena....¿Dónde están?
- La arena dejará de hacerte daño cuando pidas perdón por lo de hace un rato, en cuanto a tus amigos se encuentran desayunando con Kankuro, iban a venir pero yo quería disfrutar de un rato a solas para poder conocerte mejor, pero creo que ha sido una mala idea.
-Quiero verlos.
- No, hoy ya no los verás, te quedarás toda la tarde aquí, puedes entretenerte limpiando o leyendo algunos libros.
-jajajaajjaajajaaja ni loco - Tras estas palabras Shinki intenta atacarme con su arena de hierro, la cual envuelvo con la mía para que no pueda seguir usándola, a continuación le aprieto un poco más.
-Hijo, te ruge la tripa y la arena te aprieta demasiado, porque no te rindes e intentas darme una oportunidad, tus amigos se la han dado a Kankuro.
-No te creo, cómo sé que dices la verdad
-Si dejases de intentar huir y estar a la defensiva podrías verlos y preguntárselo tú mismo.
<< TOC TOC>>
Llaman a la puerta y al abrir veo a Kankuro y sus nuevos hijos, les explico que tendrán que empezar el entrenamiento sin nosotros, al despedirlos me dirijo nuevamente al salón y retiro la arena que le había puesto en la boca a Shinki para que no se liase a dar gritos.
-LO SIENTO, ¿Contento? ahora vamos con ellos.
"No" fue mi respuesta y noto como me mira desafiante a lo que le contesto con una mirada fría y autoritaria, que parece hacer efecto puesto que baja la cabeza.
-Perdón padre, no volverá a pasar.
- ¿Qué no volverá a pasar?
-Mi comportamiento del desayuno, ni mis intentos de escapar.
Hago que la arena lo libere y le levanto la barbilla con mi mano para que me mire a los ojos "Shinki, sé que te cuesta asimilarlo pero a partir de ahora soy tu padre, sé que biologicamente no tenemos relación, pero haré que me veas, respetes y quieras como si la hubiese. A partir de ahora soy todo lo que tienes".
Tras esto nos sentamos nuevamente en la mesa y veo como devora la comida, sin duda ha debido pasar hambre.
-Bien hijo, porque no me cuentas ahora todo sobre ti.
-Nací en una familia humilde aquí en la aldea de la arena, mis padres eran ninjas aunque nunca llegue a comprender cómo llegaron a serlo, no se les daba muy bien, mi madre utilizaba armas para atacar y mi padre las marionetas, yo sin embargo desde pequeño he podido utilizar esta arena de hierro, cosa que he ido perfeccionando yo solo. Una vez nos informaron que se aproximaba la guerra, fui evacuado junto con los demás niños de la aldea al refugio, al terminar nos permitieron volver a las casas y nos dijeron que nos mantuviésemos allí a la espera de noticias sobre nuestros familiares, creo que fui uno de los primeros a los que le dijeron la noticia , al saber que iría a un orfanato me entró el miedo, realmente no quería ir, por ello huí al bosque, poco después usted volvió a su puesto de Kazekage e instaló la barrera de arena, por lo que mis robos se limitaron a la gente que pasaba por el bosque.
- Vaya a debido ser duro, pero no te preocupes no necesitarás volver a preocuparte por cosas como el alimento.
Veo como se escapan lágrimas de sus ojos, ante esa situación me levanto y le abrazo.
[Continuará....]