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JUST FRIENDS por LunaMarcel

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Notas del capitulo:

Holaaaaa....

 

Primero que nada, ¡nuevo cap! Segundo, uuf lo siento por hacerlos esperar. Mis más nsinceras disculpas.

 

Jdbdkdndkdndkd 

 

No los entre tengo mucho. Solo quiero agradecer a todas esas hermosas criaturas preciosas que leyeron el capitulo anterior. Sobre todo a quienes me dejaron sus sensualismo comentarios, quiero mandarles unís besotes y abrazos de oso. Muchas gracias por sus lindas palabras, siempre es un gran placer leerlos.

 

Por horrores ortográficos que seguramente encontraran, ustedes disculpara. Revise el cap pero seguro más de unos se me pasaron.

 

Sin más que decir, los dejo leer.

 

 

 

JUST FRIENDS

—Capitulo 20—

Corazón estrujado

 


A Liam lo despertó un rico calor que repentinamente lo rodeaba.

Él estaba teniendo un sueño un tanto «agradable», con su mejor amigo y él como protagonistas. Pero de alguna forma, aunque se sentía muy bien, tampoco se sentía correcto… era muy descarado de su parte. Ese sentimiento y la deliciosa calidez que de un momento a otro lo abrazaba, además de que esta le resultaba conocida, hicieron que fuera imposible el continuar en el mundo onírico.

La vista al abrir su ojos verde esmeralda no pudo ser más hermosa.

—Hola, dormilón —Eithan le regalo una preciosa sonrisa.

Liam sintió sus mejillas arder, y su corazón se detuvo durante un instante que se sintió eterno. El oji-gris parecía resplandecer, esa sonrisita en sus labios era celestial. Él era sumamemente atractivo... Jodidamente guapo.

—Eith —susurro.

—¿Quién más si no? —Su sonrisa burlona era tan… tan… tan sexy.

—Un dios griego —el de ojos verdes enrojeció al darse cuenta que eso lo había pensado en voz alta.

Y fue el turno de las mejillas de Eithan para encenderse. Fue una vista aun más maravillosa ante los ojos de Liam. ¡Joder! Ellos solían decirse cosas de ese tipo, sin embargo, esto era cuando ninguno de los dos estaba consciente de lo que sentían, y aunque su corazón brincaba en su pecho, no le deban mayor importancia. No obstante, las cosas en ese momento eran muy diferentes. Sabían perfectamente del porque les gustaba escuchar a su amigo decir que pensaba que era guapo.

Liam sentía que podía pasarse horas y horas admirando a ese hombre tan sexy. Pero supuso que para Eith, podía volverse incomodo luego de algún tiempo. Por lo que desvío la vista hacia ningún punto en especifico.

Entonces reparo en la posición en la que se encontraban.

Ambos recostados en la camilla, de medio lado uno frente al otro. Liam tenia el brazo del oji-gris como almohada y se aferraba a su camisa del uniforme, mientras Eith lo abrazaba por la cintura con su brazo libre.

No era incomodo en absoluto, todo lo contrario. Al oji-verde le encanto estar en esa posición con Eithan. Era solo que… luego de darse cuenta de sus sentimientos, no podía permanecer así y fingir que nada pasaba cuando su interior gritaba: ¡bésalo! ¡Es tu oportunidad! ¡Nunca sabrás si podría en verdad corresponderte si no lo intentas!

El problema era que Liam sabia que, aunque lo intentara, Eithan no iba a corresponderle.

—¿Q-Qué haces aquí? —cuestiono para alejar esos pensamientos.

—¿Cómo qué que hago aquí? — El oji-gris frunció el entrecejo ante tan obvia respuesta a dicha cuestión—. Saliste corriendo en el momento en el que me viste. ¿Por qué escapaste? ¿Qué ocurre?

La preocupación de Eithan era palpable, y Liam sintió esa necesidad de calmarlo y contarle lo que sucedía con él… pero era algo que no podía hacer, pues en vez de quitarle la preocupación a su amigo, solo haría que empeorara su angustia.

Deshizo el contacto que habían entre ambos, se incorporo en la camilla y le dio la espalda al oji-gris al tomar asentó en el borde.

—No es nada.

—¿Cómo no va a ser nada? —Eithan también se incorporo y tomó del brazo a su amigo de ojos verdes para que este volteara a verlo. El chico no se movió—. Liam, por favor —suplico; su voz era suave—. Cuéntame, dime. ¿Qué pasa?

—Es una tontería, Eith —emitió una sonrisilla tratando de convencer al de cabellos negros de sus palabras. Quizá hubiera funcionado, pero ni siquiera volteo a ver al chico.

—Si es una tontería, ¿Por qué llorabas? —Sintió el cuerpo del oji-verde tensarse, temblar levemente—. Liam, por favor… no me hagas esto.

Entonces, los suaves temblores en el cuerpo del casi rubio se volvieron fuertes espasmos. Sollozaba tratando de acallar estos cubriendo sus labios con la mano que Eith no sostenía.

—William…

El susodicho volteo a verlo al fin, y a Eithan se le desgarro el alma al observar sus hermosos ojos verdes, esos que tanto amaba, desbordando en lágrimas. Su linda nariz respingada estaba rojita al igual que sus mejillas, y sus labios se fruncían en un puchero tratando de no llorar a todo pulmón.

—Puedes decirme lo que sea.

Y él lo sabia, ¡demonios, lo sabia! Pero en esa ocasión no podía contarle lo que sucedía con él. No podía hablarle de sus sentimientos. No podía.

—Eith… n-no me obli-obligues a decírtelo.

Con el corazón estrujado, Eithan tiro de Liam y lo estrecho fuertemente entre sus brazos. Tenía un nudo en la garganta y su pecho dolía. Dolía demasiado. Odiaba tanto ver al oji-verde así.

—Por favor, n-no me obligues. No p-puedo decirlo. No a ti.

—¿Por que no?

—No l-lo e-entenderías. No lo entenderi…as

El oji-gris no respondió, en cambio, tomo el rostro de Liam entre sus manos y lo lleno de besos: en su cabello, en sus sienes, en sus mejillas, e incluso en su nariz. Luego comenzó a frotar su propia mejilla contra la del casi rubio. Le dolía que su amigo pensara eso, pero no iba a presionarlo. Lo único que quería en ese momento era que dejara de llorar y que esa sonrisa tan hermosa que tenia volviera a dibujarse en sus labios.

—Esta bien. No lo haré —susurro contra su oído unos segundos después.

En respuesta, Liam se aferro fuertemente contra su espalda, lo que provoco que Eithan lo abrazara por el cuello.

—Pero al menos dime, ¿puedo hacer algo para ayudarte?

—Solo abrázame con fuerza —necesitaba sentirlo. Incluso si ahora el contacto para él significaba algo diferente que en el principio, quería estar muy cerca de Eithan. Lo necesitaba.

Y el oji-gris así lo hizo. Lo abrazo con mucha fuerza y cariño, transmitiéndole con ello que sin importar que, siempre estaría allí para él.

Luego de un par de minutos, Eithan dejo irse hacia atrás, recostándose completamente en la camilla y llevándose a su amigo con él. Quien quedo completamente acostado sobre el cuerpo del chico que, sin saber en que momento exactamente, le robo el corazón.

El peli-negro aprovecho para nuevamente pasar un brazo por la cintura de Liam, mientras que el otro rodeaba su cuello y acariciaba suavemente, y con infinito cariño, la cabellera casi rubia del chico sobre él. Liam continuo sollozando en brazos deñe su mejor amigo hasta que la suave y hermosa melodía que eran los latidos del corazón de Eithan lo relajaron, con ayuda de las caricias sobre su cintura y cabello, hasta sentirse somnoliento.

Segundos antes de caer completamente en la inconsciencia por segunda vez, un dulce susurro llenó de dicha y a la vez de amargura su corazón.

—William… te quiero.

Una pequeña lagrimita resbalo de la mejilla Liam. Eithan se percato de ella y la limpio del hermoso rostro de su mejor amigo con infinita ternura. Deposito un besito en su sienes y acaricio sus suaves cabellos con mucho cariño.

«En verdad te quiero… no tienes idea de cuanto».

No. Liam definitivamente no tenia idea de ello, de lo contrario, no estaría sufriendo emocionalmente como lo estaba.

Así como el oji-verde no podía decirle sus sentimientos pues creía que no lo entendía. Eithan tampoco iba a hacerlo, ya que pensaba que él era el único sintiéndose de esa forma. Habían crecido siendo mejor amigos, casi hermanos. Y eso hacia que Eith creyera que solo de esas formas, una u otra, podía verlo Liam.

Oh, cuan equivocados estaban ambos.

 

 

—¿No vas a entrar? —susurraron contra su oído.

Julian, quien se encontraba de pie frente a la puerta de la enfermería y con la mano sobre la perilla, dio un pequeño brinquito al tiempo que giraba medio cuerpo con el brazo extendido y la mano echa puño, en un auto reflejo por ser asustado de esa forma.

Jonna pudo ser lo suficientemente rápido para evitar el golpe que, sin duda alguna, lo viera dejando viendo estrellitas sobre su cráneo. Le pareció un tanto tierna su reacción, y quizá hubiera reído de no haberse preocupado al notar la turbación en la expresión del de ojos celeste hielo.

—¿Qué sucede? —Juli se recostó contra la puerta y observó al rubio. El peli-negro se veía triste—. Oye, estas asustándome. ¿Qué ocurre? ¿Si están los chicos allí dentro?
El más bajito asintió levemente.

Hasta hace no mucho, Julian no tenía idea de que su primo se hubiera saltándose las clases, preocupando con ello a sus amigos, sobre todo a Eithan. Sin embargo, si que sabia lo que había provocado dicha acción.

Podían decirle que era un abusivo o sin vergüenza, pero a Juli no podía importarle menos.

Se había preocupado mucho por su primo al verlo tan decaído y un tanto espantado mientras desayunaban, por ello había ingresado en la habitación de este cuando salió con rumbo al instituto. El peli-negro no creyó que fuera realmente a encontrar algo, William pudo haber visto saber que cosa en su celular, lo que significaba que no encontraría el motivo de su actitud pues llevaba su teléfono con él; pero igual no perdía nada con intentarlo. Primero buscó con la vista algo en la habitación, una pista, lo que fuera. Pero nada.

Entonces, luego se fue por una opción más probable. Y ¡bang! William ni siquiera había cerrado las pestañas en el navegador, y había tres de estas: una con el link de un anime, otra en la cual había una definición de un sentimiento en específico y descripciones de las sensaciones de este, y la tercera contenía información de como suicidarse sin que doliera.

«Ah, esto no me lo esperaba», había pensado Julian.

Y después de ello sonrió. ¡Oh, joder! ¡Su primo al fin se había dado cuenta de sus sentimientos hacia Eithan! Y si existía alguna duda de que William quisiera específicamente al oji-gris, bastaba ver el anime que había que había estado viendo. ¡Era Yaoi! ¡Por la mierda, por la mierda, por la mierda! Juli estaba feliz por él, muy feliz… pero luego recordó la actitud del chico.

Estaba decaído, asustado.

Julian había estado pensando un poco y llego a la conclusión que no se encontraba así por descubrir sus sentimientos, si no por quien los sentía. Por Eithan. Y no es que fuera algo malo, era que era Eithan… y la forma de pensar del peli-gris no era la mejor respecto a una relación homosexual.

Sabía que chicos eran pareja, pero William le había dicho en una ocasión que su padre, el de Eith, desde pequeño no había parado de decirle lo asqueroso y antinatural que eso era. Que aunque decían que era amor, era completamente imposible que se amaran. No era normal, era repugnante. Solo un hombre y una mujer podían sentir amor por el otro. No entre hombres y no entre mujeres. Y aunque ese desprecio y aberración que ese hombre sentía, esa homofobia no había llenado el corazón de Eithan, no significaba que él pensara que las relaciones entre personas del mismo sexo fueran amor… él creía que era lujuria, perversión.

Algo que estaba mal. Muy mal. Y aunque Eithan estaba también enamorado de William, no iba a, de ninguna forma, darse cuenta de ello. Y si por alguna remontaba posibilidad lo hacía, jamás iba a aceptarlo.

Luego de pensar en ello, Juli no sabia como sentirse al respecto. Podía entender como era que William debía estarse sintiendo después de descubrir su sentimientos. Así que, muy preocupado, él también partió hacia el instituto luego de despedirse de su tía. Durante la mañana, había estado ansioso porque llegara el receso pues quería hablar con su primo. Sin embargo, cuando este llego y fue a buscarlo a su salón se encontró con los rostros preocupados de Cristal y Jonna. Quienes le informaron de lo sucedido. Y al igual que Eithan, él también había salido corriendo.

Primero fue a la azotea, pero no había nadie, luego corrió hacia la enfermería topándose con Jonna en los pasillos y dejándolo detrás por lo rápido que había corrido. Al estar frente a la puerta se había tomado un tiempo para recuperar el aliento, y entonces cuando estaba por ingresar, escuchó la conversación de los chicos.

—¿Y porque no entras? —la pregunta de Jonna lo regreso de sus divagaciones.

—No es… prudente ahora.

—¿Sabes que le sucedió a Will?

Con la mirada en el suelo, Juli asintió lentamente.

Jonna se quedo en silencio observando al de mirada somnolienta, esperando que le contara que fue lo que sucedió. Pero Julian no parecía fuera a decirle nada, por lo que él no insistió tampoco. Se veía decaído y si el más bajito se encontraba así… era porque se trataba de algo serio.

Hubiera continuado divagando en sus pensamientos, intentando deducir cual podía ser el problema con Will, pero un suave contacto contra sus falanges lo hizo volver a la realidad. Como acto reflejo, dirigió la vista hacia el final de su brazo. Una pequeña, pálida y un tanto fría mano sostenía con un poquito de fuerza la suya…

—¿Juli? —preocupado, sus ojos buscaron los celeste hielo del susodicho, pero el chico continuaba con la vista en el suelo.

En respuesta a su llamado, el peli-negro ejerció un poco más de fuerza en el agarre.

—William me importa mucho. Lo quiero… —susurro muy bajito. Jonna sintió un nudo en la garganta ante esa declaración—. Los quiero a ambos. Son mis mejores amigos —continuo Julian, lo cual hizo que la rubia suspira aliviado internamente—. Me duele cuando alguno de los dos sufre. Y ahora ambos están mal y yo… yo… —su cuerpo dio un pequeño espasmo, lo que provoco que el alivio del de ojos caramelo no durara mucho—. Solo quería ayudar, por eso le dije a Eithan que el con tacto que mantenía c-con William no era normal, pero él lo vio de otra forma y no de la que yo es-esperaba y a mi primo esta… él esta…

Jonna no permitió que continuara hablando. Tiro del brazo del menor y estrecho su pequeño y escuálido cuerpo entre sus brazos. Y para su sorpresa, Juliano no se resistió en ningún instante, al contrario, correspondió el gesto de inmediato. El rubio lo sintió temblar contra su pecho, lo que hizo que lo abrazara con más fuerza, se inclinara un poco y escondiera su rostro en el cuello del peli-negro.

—Ellos se quieren, Jonna… —Juli susurró, y el rubio sintió un golpeteo en su pecho al escuchar su nombre salir de sus labios. Era la primera vez que lo llamaba por el—. Q-Quiero que estén juntos. P-Pero, ¿Cómo quitar de la mente de una persona, una idea que ha estado siempre implantada en ella?

Jonna no respondió, lo único que le cruzaba por la cabeza era la película Inception de Christopher Nolan y protagonizada principalmente por Leonardo DiCaprio. En primera instancia pensó que estaba bien decirlo, bromear un poco. Pero no era prudente… no cuando Julian estaba abriéndose de esa forma con él.

—No lo sé —decidió responder, aun contra el cuello del peli-negro. Quien sintió un pequeño escalofrió al chocar el aliento del rubio contra su piel. Aun así, no deshizo el contacto que mantenían—. Pero ten por seguro que te ayudare a encontrar la respuesta.
Sin el más alto saberlo, Juli esbozo una suave sonrisa.

—Gracias, Jonna.

El de ojos caramelo no podía sentirse más feliz. Creía fielmente que había tenido un gran, enorme, inmenso, avance con Julian. Además de que la posición en la estaban, abrazados tan fuertemente y con tanto ¿cariño? Juli lo abrazaba con cariño, ¿verdad? Esperaba que sí; hacia revolotear como locas a las águilas esqueléticas, porque ese tremendo aleteo no podía ser de mariposas, que estaban en su vientre. ¡Joder! ¡Julian le gustaba! ¡Le gustaba mucho!

—J-Jonna me asfi…xias —su rostro se encontraba un poco azul.

El rubio quería permanecer así el tiempo que pudiera, se sentía muy bien el tenerlo entre sus brazos. Su cuerpo era tan pequeño y le encantaba de esa forma.

—Jo…nna —golpeo en repetidas ocasiones la espalda del chico.

Si tan sólo pudiera besarlo, el momento seria aun más perfec…


Y entonces todo el aire de los pulmones del rubio se esfumó ante la fuerza del golpe que fue dado contra su abdomen. Jonna deshizo el contacto, lamentablemente, que mantenía con Juli solo para dar una bocanada de aire y luego toser un par de veces.

Ese chico si que tenia la mano pesada.

—¡Maldita rubia confianzuda! —ante el grito, el de ojos caramelo elevo la mirada justo para ver el momento en el que, con mucha dignidad, Julian pasa a su lado y lo dejaba allí solo.

Mientras se alejaba, Jonna se giro para contemplarlo y aun recuperando el aire, esbozo una de esas sonrisas que derretían glaciares al notar que las orejas de Juli estaban muy rojitas. Y el rubio estaba seguro que no se debía a estar furioso con él, si no otra cosa. Incluso casi podía ver humo saliendo de su negro cabello, seguramente por lo abochornado que se sentía.

¡Demonios, ese chico era tan lindo!

 

Notas finales:

Yyyyyyyyyy eso fueeee todo.

Hasta aquí llego el capitulo de hoy.

¿Que les pareció?

¿Les gusto?

Yo espero que sí, porque mi corazoncito sufrió con esto, no tanto pero algo es algo. Hahshs okay, ¡Se derretía como un cubo de hielo en un horno súper caliente! (Se hace bolita y llora) 

Okay no.

Pero si me dolió. ¡Mis bebes!

Me gusta mucho el drama pero prometo no echarle tanto y hacer se amen, como se debe, muuuuuy pronto. Aunque no tanto, hay que echarles un poquito de sal al asunto. He he he

Si el csp les gusto, y esperó que sí, pueden hacérmelo saber por medio de un lindo review. Lo leeré y responder con mucho cariño, pues saber las opiniones de los lectores siempre es hermoso. Si no les gusto, igual pueden hacérmelo saber, solo no me insulte mucho que mi kokoro es frágil aunque no lo parezca a veces. [Uh se darán mucha cuenta de esto más adelante 3:) ]

Cuidense mucho hermosos lectores. Los quiero demasiado.

Hasta la próxima.


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