Capítulo 2
Me trasladaron a un centro de rehabilitación, ya que según lo que dijo Erwin – mi nuevo terapeuta- La razón por la que llegue al hospital fue un coma etílico, que me mantuvo inconsciente casi 3 días
No recuerdo haber tomado tanto, aunque en realidad no es mucho lo que recuerdo, pero lo que sé es que necesito un buen trago para sentirme mejor, no un terapeuta o centros de rehabilitación, mucho menos grupos de alcohólicos anónimos.
De todas formas y a pesar de mis constantes quejas, aquí estoy en la habitación n° 9 de lo que será mi nuevo hogar hasta que deje de pensar que un buen trago solucionará mi vida. Al menos estoy solo en la habitación aunque presiento que no será por mucho, ya que este lugar cuenta con 3 camas y yo solo ocupo una.
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Llevo 1 semana aquí y mi rutina consiste en desayunar, ir a terapia grupal, almorzar, ver a mi terapeuta, cenar y dormir, el resto del tiempo puedo hacer lo que se me dé la gana, de todas maneras las sesiones duran cerca de 1 hora así que tengo mucho tiempo libre para recorrer este lugar. Es bastante “lindo”
Hay hermosos jardines, un gran laberinto de plantas, al que solo puedo entrar cuando tenga la certeza de querer resolver una duda, en otras palabras cuando realmente tenga una razón para entrar, o eso me dijo Erwin. También permiten fumar en este lugar, me tomo 3 días darme cuenta, pero hay un lugar para fumadores, la “fosa de los fumadores” que queda en un lugar apartado del jardín. Así que ahí es donde paso la mayor parte de mi tiempo o si no encerrado en mi habitación intentando recordar quien soy.
Cuando llega la noche empieza lo realmente malo, las pesadillas…siempre despierto a media noche, gritando o llorando, empapado de sudor y con un miedo inexplicable, en esos momentos agradezco estar solo en la habitación, para que nadie vea el lamentable estado en el que me encuentro…suelo pensar que hay un monstruo acechándome que solo se materializa en las noches llenando el espacio de desesperación y dolor…solo espero encontrar la forma de adormecer al monstruo lo suficiente para dormir al menos una noche y no morir. A veces pienso que no podré soportar mucho y menos si no soy capaz de hablarlo con nadie. A veces solo pienso que morir no estaría tan mal.
Hoy me toca terapia con Erwn, al entrar en la consulta el me mira con preocupación en su rostro –mierda! Las ojeras de deben delatar- yo solo ignoro su mirada y me siento frente a él.
Hola Levi, como estas hoy, parece que no has podido dormir muy bien
-sabía que lo notaria, siempre lo hace y repite esa estúpida pregunta-
Que ocurre, quieres hablar de eso?
-No claro que no quiero!!! Quien mierda quiere hablar de eso! - me limito a responder estoy bien.
OK, sabes que llevas prácticamente una semana y aun no me dices nada, ni siquiera sé qué edad tienes Levi.
18 –dije-
El me observó extrañado y feliz al mismo tiempo.
Tengo 18 años. Pero me imagino que tú ya lo sabias.
Después de eso no dije nada más, solo me limite a responder, estoy bien, no estoy seguro, no sé y OK.
Al final del día volví a mi Habitación, era el momento del día que menos me gustaba, no quería soñar, ya no quería tener miedo, no quería recordar.
Entre, me tire en la cama, estuve cerca de una hora reflexionando acerca de mi nueva vida, cuando…
Toc Toc!!
Antes de que me pudiera levanta, la puerta se abrió y entro uno de los consejeros.
Hola Levi, te traje un compañero de cuarto
Lo observe con cara de desconcierto que al parecer supo interpretar perfectamente, pero solo respondió con una sonrisa.
Hola, dije, mi nombre es Levi gusto en conocerte.
La figura detrás del consejero levanto su rostro y respondió
Hola soy Eren, espero que nos llevemos bien
Yo solo lo observé…me desconcertó su sonrisa… se veía desgarradoramente rota.
En ese minuto supe que mi sonrisa se veía exactamente igual, y probablemente se veía igual a todos los que sonreían en este lugar…