Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Fairy Tail: No todo es un cuento de hadas. por Reflejo

[Reviews - 14]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Espero que les guste. 

  Al final Erza fue en busca de Natsu, Gray y Lucy a la isla de los demonios, la isla Galuna. No he escuchado nada ni de Erza ni de Gray. Natsu fue el único que festejo a grito que habían efectuado y cumplido con la misión. Gray se ve un poco opaco, no veo sus ánimos de siempre y eso me preocupa. Por otro lado Erza ha formalizado su equipo con Natsu, Gray y Lucy. A pesar de que estoy agradecido que Blake y yo seamos un equipo, creo que me hubiese gustado que Erza se nos uniera, mas, ahora que se ha formado el equipo más fuerte de Fairy tail no pienso quedarme atrás. El equipo más fuerte, aún tengo mucho que entrenar. Por otra parte no solo la isla Galuna, han hecho otras misiones y una en compañía del maestro.

  Ya es de noche y las frescas brisas me producen algo de sueño. Erza esta para una misión y yo estoy aquí sobre el árbol de cerezo de la plaza central. No tengo nada que hacer más que disfrutar de esta frescura. Blake dijo: ‘Hoy es día de limpieza’. Por lo que me toca asumir que está en su casa. La verdad es que tengo un poco de hambre pero aun no quiero ir a casa.

  Bajo del gran árbol y me dirijo un puesto que comida. Ramen con mucho cerdo y muchos fideos, no es que no me guste con otros componentes como el naruto, huevo, pimientos, zanahorias o espárragos, independientemente de lo que se pida que tenga, todo lo nombrado esta en este tazón, pero lo que más pedí fue eso: cerdo y fideos.

-          Idatakimasu. –digo ante el señor Shiba. no como fideos de alguien más que no sea él. Son muy buenos.

  Me doy cuenta que todo cambia acorde el tiempo pasa. Es obvio que todo tiene que cambiar, es algo inevitable, es simplemente inminente, todo cambia sea para mal o para bien. No tiene mucho caso pensar en a que llegaremos, el caso es lo que somos y lo que pasa ahora, presente.

-          Adiós chico, suerte. –se despidió el señor Shiba al verme salir de su puesto.

-          Gracias. Hasta la próxima.

  Camino entre las calles para volver al árbol de cerezo. Me gusta mucho estar sobro sus ramas. Veo una tienda de espadas abierta, es raro pues normalmente a estas horas de la noche ya han cerrado a menos que haya un festival en progreso.

-          ¡Papá! –una chica se acerca al hombre de la tienda de espadas.

-          Cariño, ¿Qué haces aquí? –se abrazan.

-          No puedo visitar a mi querido padre. –responde ella sonriendo.

-          Te hacía en Oak. ¿paso algo?

-          Te cuento de camino a casa, déjame ayudarte.

  Es curioso. La ciudad Oak… es raro escuchar el nombre de esa ciudad puesto que nada interesante pasa ahí más que las escasas noticias del gremio que hay ocupa, no es como otras ciudades como la ciudad portuaria Gargeon o la ciudad balnearia Hosenka, creo que no importa, si paso algo puede que mañana estén las noticias en el diario.

  Sigo mi camino pero cuando salgo de las calles de Magnolia para llegar a la plaza central, solo me consigo con algo que me hizo hervir la sangre.

  Un hombre de cabellera negra y larga crucificando a alguien, pero no tarde ni un segundo en darme cuenta de que esas personas crucificadas no son nada más ni nada menos que Levy, Jet y Droy. Quien sea lo pagara caro.

  Me lance en contra de él y me apresuré a golpearlo. No pienso darle ni un respiro. Se da cuenta de mi presencia y antepone su brazo bloqueando mi golpe. Las marcas se extienden por mi mano y brazo asiéndome sentir como la magia me entrega su fuerza. Sin separar mi puño de su antebrazo doy un nuevo impulso logrando que este salga disparado unos metros. El impulso lo hizo alejarse pero sus pies estables en la tierra lo ayudaron a no salir volando. Uso la tierra de freno y arrastro tierra con lo que se alejó.

-          ¿Cómo te atreves a hacerle esto a mis amigos? –grité molesto.

-          Giji, así que eres de Fairy tail. Tranquilo, pasaras por lo mismo que ellos. –volvió a reír.

  El hombre sale corriendo hacia mí y yo hacia él. Nuestros golpes colisionan, él detiene mis golpes y yo los suyos, solo algo no me agrada, y ese es el hecho de que él detenga mis golpes envueltos en marcas mágicas mientras a mí me cuesta detener sus golpes que no portar ni el más mínimo rastro de magia. Así como con Natsu, a este sujeto no lo poder vencer sin usar magia en mis golpes; porque si, fue mucho luego que entendí que la vez que le gane a Natsu no fue más que aprovechando que se desconcentrara. No estoy a nivel de ninguno de ellos ni de este sujeto, pero no puedo ceder con facilidad. No me lo permito.

-          ¡Golpe del dragón de hierro!

  ¿¡Un dragón Slayer!? Maldición, esto no es posible.

  Hago que las rocas recubran mis manos creando mi armadura de tierra. Nuestros golpes colisionan haciéndonos retroceder a ambos. Mis pies no se separan del suelo arrastrando la tierra tras de estos. Levanto muchas rocas a mí alrededor y se las lanzo al sujeto. Muevo la tierra bajo sus pies y hago que lo capturen para que no esquive mi lluvia de rocas. Su rostro se ve impresionado. La lluvia de rocas le dio por completo cubriéndolo entero. Doy un golpe cubierto por mi armadura de piedras sorprendiéndome al ver como las rocas se cuartean al impactar contra su cara. Una luz verdosa hizo que mirase al suelo. Bajo sus pies un círculo mágico se había creado; todo su cuerpo se ha vuelto metálico. Me alejo de él por seguridad. Caminar. Solo le hizo falta caminar para salir del pequeño montículo que hice con la lluvia de rocas para que no se moviera.

  No estoy en mi mejor forma; la magia se me está agotando y me esto cansando. Un dolor intenso me hace deformar mi semblante. Subo mi camisa y puedo ver un tono más oscuro en la miel a un costado de mi abdomen. Me golpeo mientras lanzábamos golpes el uno al otro. ¡Mierda!

  No soy un cobarde… pero este sujeto me asusta. Esta sonriendo, ¡sonríe en medio de una pelea maldición! Eso no es normal.

-          ¡Vaya! Para ser un niño me estás dando más pelea que estas tres basuras. –dijo moviendo su cabeza de lado a lado sobándose el cuello.

  Veo como él mueve su mano lanzando una extensión de hierro, logro esquivarla, pero es en lo que la esquivo que otras extensiones metálicas se forman dándome fuerte golpes de detrás. Un golpe en la columna y otro en la espalda baja. Él retrae la extensión de hierro mientras yo busco reducir el espacio entre nosotros, sino no podré usar el “Gladiador terráqueo” desde cerca para que no pueda esquivarlo.

-          ¡Rugido del dragón de hierro!

  No sé cuántas veces maldeciré, pero demonios, ahí personas mirándonos desde la calle y si este rugido es tan fuerte como el de Natsu… ¡No!

  Esto se volverá un hábito a la hora de pelear, pero también me favorece. Un círculo mágico creado por mi take over, la magia dragón slayer es rara y fuerte, y sobretodo este patrón de mi oponente, lo impondré. Un círculo mágico de casi de unos 3 metros para cubrir todo su campo destructivo. Al igual que aquella vez con Blake, este círculo mágico se tiño en poco tiempo. No tengo tiempo tampoco, así que hago que las marcas grises se extiendan por mi cuerpo entero… no puedo estirarlas a que me cubran la cara pero al menos no tengo ningún punto indefenso más que la cara. Comienzo a correr hacia en mago cazador de dragones mientras que las escamas metálicas empiezan a brotar.

-          ¿Qué?

-          Voy por ti –dije molesto al ver una vez más a mis camaradas crucificados.

  Golpe tras golpe, no estoy usando solo la magia que robe a mi oponente, estoy usando magia de velocidad que puede extraer de Jet en una ocasión mientras dormía en el gremio por perder contra cana bebiendo. Velocidad y fuerza, una combinación vital en una pelea.

-          ¡Estoy harto de ti! –gritó el hombre mientras su brazo se transformaba en una especie de cierra –. Veamos cuanto aguantas.

-          Desgraciado. –susurre.

  Esto parece una danza en la que esquivar su ataque constante es la melodía.

-          YEEEHH…. –grito con una sonrisa en su rostro –. BAILA PARA MI NIÑO… GIJIJIJI.

  No puedo seguir así, no puedo seguirlo más, no me queda magia. No tengo más que oportunidades. Con lo que me queda de magia tengo que lograrlo. Piso la tierra y la arrastro para luego patearla. El hombre se sorprendió al ver una pinta de tierra salir de la tierra en su dirección. Sonrió e hizo un movimiento de su espada-cierra cortando la punta del Gladiador terráqueo y es justo por eso que me asusto más. No sé cómo ni con qué, pero la tierra por donde pasó el corte se extendió partiendo a la mitad mi ataque. Pareciera que el aire hubiese hecho el trabajo, pero no sé exactamente como lo hizo. Me alejo otra vez pero ahora más asustado que antes. La magia me abandono por completo. No lo ve llegar, mas solo sentí como me tomaba del cuello y me alza mientras yo intento soltarme.

-          Me has causado un gran problema… -sonríe de manera sínica –… y solo por eso te daré un trato especial.

-          Pues… –toso –… tengo algo que decirte –me golpea – muérete.

  Con una minúscula porción de poder mágico convertí un dedo de mi mano en metal y aprovechando que se había quitado sus escamas metálicas lo apuñalo haciéndole un pequeño corte en el abdomen. Él me soltó y yo sin esperar salí corriendo. Esto no puede ser peor, soy tan insignificante, no puedo pelear mano a mano con un degenerado que lastima a mis camaradas, ni mucho menos defenderme y salir victorioso. Las personas se sorprenden al verme correr entre ellas, algunas se quitan y otras solo se quejan criticándome por correr. Me muevo de callejón en callejón para no ser encontrado, pero creo que el error de herir a un lunático, es creer que este se quedara así no más.

  Algo cae desde los aires golpeándome y estrellándome contra la tierra. El mismo hombre de antes.

-          ¿Creías que te dejaría ir después de hacerme esto? – me levanto agarrándome de la cabeza y poniéndome frente a su pequeña herida –. Eres una basura.

  Unas lágrimas salen de mis ojos y no intento que no fluyan, estoy tan asustado que mostrarme duro es lo último que me interesaría. Es que no puedo hacer nada, ¡ni huir!... moriré… ¡NO QUIERO MORIR! Un golpe en mi cabeza.

– Oscuridad –

“Despierta”

Escucho una vos susurrando.

“¡Despierta!”

¿Por qué grita?

“¡BASURA!”

Un fuerte golpe en mi estómago que me arrastra por un largo tramo, sé que el suelo se destruye con mi cuerpo. Este dolor es horrible.

*Cohf cohf*

-          ¡ESO ES! ¡despierta para poder divertirme contigo!

Abro los ojos con dificultad, es dolor es insoportable. Muchas personas me rodean, pero todos se ríen, y el bufón hace su espectáculo conmigo como su truco para el entretenimiento. No me hizo falta preguntar dónde estoy, la bandera colgante en lo alto muestra con orgullo su emblema. Los señores de los fantasmas están en pleno espectáculo. Phantom lord abre el teatro del terror, y no por lo que vaya a ser de ambos gremios con esta declaración de guerra, su espectáculo comenzó justo cuando implantaron miedo en mi como el miedo que imagino que pasaron mis camaradas los “Shadow gear”.

-          Jajaja Monsieur Sol dijo que este niño te causo problemas, Gajeel. ¿Te has suavizado?

  Esta vez el golpe lo recibió en hombre que habló. Sabía que además de los cuatro elementales había un mago clase S que es excepcional, pero no tenía ningún conocimiento de él. Gajeel el dragón Slayer de hierro. No puedo pensar en la razón por la que sigo vivo, o la razón por la que llegue a pensar que incluso con mi mediocre poder estuve sacando todo su potencial. Él agarra y zarandea al otro amenazándolo para que no diga que un niño le dio batalla. Tengo que huir. No importa el precio.

  Re-equipo dos espadas, son lo único tengo en mi almacén mágico. Pero no me gustan para nada las armas, en cambio las armaduras me llaman la atención. Estas espadas son regalos, y por Erza no puedo perder al desenvainar estas espadas, su orgullo y el mío están en estas espadas.

-          Gajeel… –lo llamo uno de sus camaradas de gremio –… el niño.

  Él se voltea y me mira sonriente. No me gusta esto de enfrentar a un mago clase S, y menos estando en medio del territorio enemigo. Todos me rodean. Pero no creo que quieran atacarme, es solo la curiosidad picando en el querer ver a Gageel el dragón derrotarme.

  Él lanza su golpe, la misma extensión metálica de la vez pasada. Tengo que reservar magia para escapar y solo por ello intentaré pelear como un espadachín. Corro hacía él y esquivo su golpe mientras que con una de mis espadas rozo la extensión metálica. Vuelven a salir de la extensión principal otras extensiones, pero caer una primera vez en una técnica te ayuda a prevenir una segunda vez. Salto lejos y siendo seguido por una extensión de metal giro en el aire y bloqueo su ataque con mi espada. Caigo y vuelvo a correr a él. Si es tal y como Natsu, entonces puede comer metal, tal como Natsu come fuego. Se comerá mis espadas si no cuido mis movimientos. Crea un círculo mágico en su puño, un golpe de dragón, y aunque no es fácil esquivar un ataque de cerca, toda técnica tiene su fallo estratégico. Lanza su golpe, pero lo único que golpea es una de mis espadas destruyéndola, pero sin dejar pasar ni un solo minuto uso mi segunda espada para hacerle un corte.

  ‘Giji’ – su típica risita. La espada no le uso nada a sus escamas que ahora invoca, me golpea en el rostro mandándome a estrellarme contra una pared. Caigo en el suelo tosiendo. Veo hacia él, pero verlo empuñar la primera espada que me regalo Erza, me está haciendo molestar. No es como la que se rompió, aquella la compro solo para mí, pero esa que está empuñando fue usada por ella, y es toda una reliquia, no le permito tocarla. Me levanto del suelo y corro nuevamente hacia él. Un nuevo golpe. Me manda a volar otra vez. Una vez más. Ni a saber, no he llevado la cuenta de los golpes que he recibido. Me levando con dificultad, adolorido, amoratado, con todo el dolor en mis brazos y piernas, pero no puedo solo permitirme caer y no levantarme.

-          Pobre chico.

-          Que alguien detenga esto.

-          Maldición, que se quede en el piso ya.

-          Es Gajeel, ni porque se rinda lo dejará tranquilo.

  Escucho los susurros de muchos de los que me rodean, pero no puedo hacerles caso. No porque aun si no me muevo él vaya a seguir esta paliza, es solo que no molesta que no suelte aquella espada que Erza me confió.

-          Esto no me causa gracia, mejor te acabaré con tu misma espada.

  No dio ni un solo paso antes de ver como la puerta principal de Phantom lord es despedazada y es justo hay cuando siento esa tranquilidad tan deseada. Todos mis camaradas de Fairy tail están aquí. Sé que dicen algo pero la verdad es que ignoro por completo lo que dicen, mi objetivo es mi espada y ahora con ellos aquí me siento más seguro.

-          ¿Haru?

  Marcas grises y verde claro envuelven mi cuerpo entero. Mi raca es la única parte de mi cuerpo que no puedo cubrir pero no importa. Velocidad y escamas de metal. Corro hacia Gajeel quien sonríe al ver llegar a mis amigos.

-          ¡Mira a quien tienes en frente! – Le grito.

  Aumento mi velocidad hasta un punto crítico en el que mi magia se agota por milésimas de segundo, estimo un minuto de combate a como mucho. Llego hasta Gajeel dando un combo de golpes que no puedo detener, suelta mi espada pero yo no pienso dejarlo aún. Un rodillazo, golpe, patada, una patada giratoria de reverso dándole en el rostro con mi talón. Él sale disparado contra una de las paredes del edificio la cual se cuartea  sin perder tiempo puesto que es valioso y muy poco, cambio las marcas grises por las cafés y moldeo un mazo tres veces mi tamaño y peso. Un golpe que lo manda a volar, un golpe en el aire enviándolo alto hasta el techo y tan rápido como para alcanzarlo ya estoy tras él golpeándolo para que baje en picada al suelo, se impacta y tras su impacto yo una vez más y lo remato con un martillazo contra el suelo.

  Todos están impactados y a mí ya no me queda magia para batallar.

-          ¡Le gano a Gageel!

  Corro por mi espada a mi velocidad normal. La alcanzo y me dispongo a empuñarla en contra de quien sea que busque atacarme. Alguien se me abalanza y de un solo golpe Blake lo manda a volar defendiéndome de aquel ataque.

-          ¿Por qué siempre eres tú el que se lleva la parte divertida? – sonrió.

  Me alegra que este aquí. Me golpea en la cabeza. Molesto.

-          Somos un equipo, no te quedes con la diversión solo para ti – Blake sonríe intentando subirme el ánimo.

-          Quisiera haberme divertido.

  Gageel se levantó molesto y limpiándose el rostro donde tiene una mancha de sangre. Su enojo es causante de mi pánico. ¿Qué haré? ¿¡Qué haré!? Él se lanza hacia mí pero Natsu es quien se interpone esta vez.

  Ambos gremios en un enfrentamiento dentro de la sala principal del gremio de magos de Phantom lord. No hay nada del que hablar. El maestro Makarov ha subido hasta la oficina del maestro José, quisiera ver esto pero dada la situación, no creo siquiera que sea bueno que yo esté aquí, no puedo moverme bien y mi cuero me duele por la paliza que Gajeel me ha dado.  Solo me defiendo y cuido la espalda de Blake, atacar sería dar una oportunidad a nuestros oponentes. No paso mucho tiempo antes de que Erza gritara la retirada. Si no hubiese tenido que estar pendiente de Gajeel habría podido destruir las estructuras bases del gremio permitiendo que cayese, pero incluso luego de recuperar un poco de mi poder, derrumbar el gremio con mis amigos dentro no hubiese sido nada que valiese la pena.

  Estando fuera del gremio es que logro darme cuenta que el maestro está herido. La razón de nuestra retirada fue el maestro, ¿pero eso es obra del maestro José?

  Estoy sentado a las orillas del bosque mientras mis pies están sumergidos en el agua del mar. No sé qué es lo que siento. No es tristeza, no estoy frustrado ni mucho menos desmotivado. No sé lo que es pero me siento como ausente de mi misma mente, no pienso y no me concentro en el paisaje, siento el viento, el agua que está un poco más arriba de mis tobillos, las hormigas que caminan por mis manos y el roce de la hierba al moverse con el viento, pero estoy distante de cualquier pensamiento.

  Algo frio se posa tras mi cuello haciéndome respingar.

-          Ten. Es limonada – dice Blake sentándose a mi lado.

  Un vaso con limonada y hielo. La verdad es que me gusta la limonada, me alegra y refresca beberla en los días cálidos. Quisiera que esto que siento fuera por un día cálido y no por sentirme inservible e innecesario.

-          Quita esa cara – dijo Blake – estas bien y eso es lo que por ahora importa.

-          No sirvo para nada.

-          Pues no es lo que demostraste dándole esa tunda de golpes al dragón de hierro Gageel. Dime a cuanto niños conoces que hayan podido hacer eso o siquiera acercársele. Quizás no pudiste causarle los daños que hubieses querido, pero le diste la batallas que nadie nunca le llego a dar.

  Sé que Blake me quiere animar, pero no puedo permitirme ser tan débil. Entiendo que quizá ningún chico a mi edad pueda hacer lo que yo pero no me basta, no me considero suficientemente fuerte. Laxus se decepcionaría de mí.

-          Sabes que tienes razón, eres un inútil – no puedo creer lo que Blake está diciéndome, es decir, no me lo esperaría jamás de su parte – pero dime que es lo que decidirás; ¿Ser el mismo que hoy está a mi lado quejándose de lo que no puede hacer ó volverte más fuerte para no volver a sentirte así?

  Eso es cierto. Una vez lo dije: ‘Si no me hago más fuerte, no podré traer a mi hermano de regreso’.

  El tiempo sique corriendo, y si me detengo, el tiempo no se detendrá para darme un respiro. Esta limonada en mi mano me recuerda al “si la vida te da limones ¿Qué haces con ellos?”… ¿Qué haces si la vida te da un momento de amargura?... es mejor probarlo para saber que tanto provecho le sacas.

  Me levanto del suelo y tomo la limonada. Hoy decido que una batalla contra Blake es un buen método de… espera… un sonido a lo lejos. Veo a los lados buscando entre el bosque la causa de ese sonido. Se oye como olas impactando entre ellas pero no hace viento fuerte como para agitar el mar.

-          ¿Pero qué…?

  Veo a Blake y su mirada sorprendida me da a entender que algo pasa. Él ve hacia el mar y eso significa que está viendo la causa de los azotes de las olas. Tengo un poco de temor pero si no lo veo seguiré temiendo lo que sea. Incluso en un mundo donde la magia se ve en todos lados, no puedo dejar de sorprenderme con las cosas que se llegan a ver. El gremio de Phantom lord está caminando por el mar y su dirección somos nosotros. Esto no es una batalla de muchas, esta es la guerra que definirá al vencedor y al perdedor. Tengo miedo.

-          Vamos a avisarles a los demás.

No pude ni contestar cuando Blake salió corriendo en dirección del gremio. Vuelvo a mirar al gremio caminante de phantom lord. Si esto sigue así llegaran a la playa, tenemos que detenerlos. Esto de verdad se ve mal. Durante el transcurso de regreso a Magnolia escuche que habían raptado a Lucy, y si es eso cierto, ¿significa que vienen por ella?... Natsu la había rescatado pero de todas formas la quieren ¿por qué? Se siguen aproximando y es que me doy cuenta de que estoy en un punto en que si necesitan mi ayuda entonces no podría serlo a tiempo, estoy lejos del gremio y tal cual como hace unos instantes Blake corrió al gremio ahora corro yo para agruparnos.

  No hice más que llegar al gremio cuando ya todos estaban mirando fuera de Fairy tail al gremio caminante de Phantom Lord. Un mareo me hizo perder el equilibrio. Me dejo caer en el piso sin entender las voces de los demás que mis oídos han dejado de escuchar. Levanto mi mirada para notar que nadie se ha dado cuenta de mí y quizá eso sea lo mejor, de esa forma no los preocuparé. No tardó en llegar el gremio de phantom lord al frente de nosotros, sé que una voz fuerte dijo algo a lo que muchos sorprendieron. No supe más que escuchar un grito proveniente de Erza. El mareo se acentuó y las piernas no me daba para poderme levantar, pero pronto alguien me tomo del brazo y me halo para levantarme con brusquedad. Sé que me dijo algo pero aún no lo miro al rostro.

  El mareo comienza a pasar pero lo que capta mi atención produciéndome temor es ver como un cañón mágico sobresale del edificio caminante y lanza un potente rayo de magia inconclusa.

-          ¡Levántate coño! – Blake grita haciéndome reaccionar.

  Grito dejando caer unas lágrimas. Aquí moriremos. Yo no he logrado mis metas aun. El miedo que me invade el terrible, pero ver como un sello enorme se levanta entre el potente ataque y nosotros me hace estremecer silenciándome en sorpresa. Entre la multitud, entre todo Fairy tail, al frente de todos esta Erza con la armadura de fuerza, Hercules, la armadura de más alto rango en defensa, y Erza quien la porta está recibiendo todo el daño.

-          ¡ERZA!

  El potente cañonazo fue detenido por Erza, la cual ha caído en el suelo.

-          ¡No desaproveches la oportunidad que Erza nos ha dado!

  Esto es una guerra, y por herir a Erza, cobrare los intereses que crea convenientes. Marcas cafés envuelven mis piernas y piso fuerte arrancando una gran masa de tierra en la que estamos Blake y yo. Con toda la velocidad que puedo darle a la porción de tierra la aviento contra el edificio de phantom lord. Blake me agarra y salta llevándome consigo permitiendo que la piedra se estrelle sin arriesgarnos contra la pared frontal del edificio. Estamos en el salón principal y hay magos preparados para atacarnos. Blake crea una corona de misiles, todo un arsenal de proyectiles que salen disparados a todas direcciones. Explosiones grandes y chicas se adueñan del salón y muchos de nuestros oponentes salen volando debido al efecto de la explosiones.  No tenemos mucho tiempo puesto que no sabemos en cuanto tiempo se recargara el cañón mágico.

  Blake está corriendo entre los enemigos que permanecieron de pie peleando a golpes y patadas y la verdad es que parece que ninguno aquí estaba preparado para una batalla física. Por mi parte yo estoy intentando no gastar mucha magia así que hago levitar 10 piedras del tamaño de duraznos. Tomo en cuenta la practica con las esferas de cristal que regale a Blake. Concentración dividida. Pateo y golpe mientras me muevo pero también lanzo las piedras para alcanzar a golpear a los que están lejos. Blake es atacado por la espalda y pienso en defenderlo pero estando al tanto de su entorno se escudó con uno de sus oponentes. Un escudo humano usando a sus enemigos. Yo giro y lanzo tres piedras, evidentemente manejadas con magia, le doy en el hombro a un sujeto y al hombre que estaba atrás de este le di en la mejilla y el pecho. Me fijo por el agujero que hizo la porción de tierra en la que vinimos. Afuera todos están peleando contra lo que parecen ser entes producidos por algún encantamiento o magia pura de algún mago.

  Alguien suficientemente rápido se lanzó hacia mí dando una patada que iba directamente a mi rostro, yo esquivo el ataque y dando un giro en el aire lanzo una patada  que fue bloqueada por otra patada. La fuera en ambas patadas nos envió en direcciones opuestas. A mí me hizo rodar un poco en el suelo y algunos escombros y a mi atacante lo hizo estar por los aires unos instantes antes de caer de pie y luego impulsarse hacia mí para atacarme otra vez. Me levante rápido pero de igual manera no lo suficientemente veloz para protegerme ni nada, más sin embargo Blake fue quien intervino deteniendo el paso de nuestro adversario. Blake se cuadra frente a ambos pero dándome la espalda y posándose para pelear contra el sujeto.

-          Hola, mi nombre es Blake Crinsom, y seré yo tu oponente – dijo Blake.

-          Pero que pretencioso – dijo nuestro enemigo.

 

Notas finales:

:3 Lo siento, me encantó poner a Haruka en una situación desafiante. Gageel Redfox, un Dragón Slayer que le hizo ver a Haruka la gran diferencia de los rangos y la gran brecha que Haruka Mitotsu debe atravezar si quiere volverse un gran mago. Alguien que no dudaría en matarlo.

Espero que les gustase el capítulo.

Por favor comenten.

Gracias por leer.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).