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Fairy Tail: No todo es un cuento de hadas. por Reflejo

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Notas del capitulo:

Espero que les guste. 

Las cosas parecen ir rápido. Esto se complica. Estoy cerca de Cardia y lo único que pasa por mi mente son las lacrimas que rodean los cielos de Magnolia.

  Llego a las puertas de la catedral y viendo adentro me encuentro con Laxus y Mystogan. No quiero que nadie salga herido, mucho menos Laxus pero, no puedo no quedarme paralizado cuando de verdad tengo la oportunidad de ver quién de los dos magos clase SS es el más fuerte. Laxus dispara un rayo el cual Mystogan esquiva y desmontando los 5 cetros que levitan a su alrededor.  Los 5 bastones rodean a Laxus pero no parece estar más que en una magia de parálisis puesto que ningún efecto se ve. Los bastones se rompen y el mago de trueno sale de su transe riéndose de la técnica del mago misterioso. No me di cuenta aun mirándolos pelearse ¿En qué momento fue?

  Laxus bajo 5 círculos mágicos de diversas magias mientras que Mystogan se ve atrapado en un círculo mágico bajo sus pies. El hechizo de laxus no hizo más que rasgar un poco la ropa de Mystogan mientras que el primer círculo de Mystogan reacciona rasgado un poco la ropa de Laxus. Esto se ve muy igual. Empatados.

-          Haru… – dijo Erza llegando.

Yo me volteo para mirarla pero ella al notar lo que ocurre dentro de la catedral. Ella debe de estar igual de sorprendida que yo.

-          ¡Laxus! – grita Erza llamando la atención de los que se hallan dentro.

No entiendo bien lo que ocurre, tampoco escuche lo que dijo Mystogan pero sé que pasa algo entre ellos. Primero porque Erza se quedó pasmada al ver a Mystogan y segundo porque a pesar de no haber escuchado lo que el enmascarado dijo, sé que se dirigía a Erza.

-          Laxus detén todo esto.

-          ¿Por qué no me detienes tú, Titania? – aquella sonrisa en su rostro.

Laxus ya no está razonando como un hombre ni como un miembro de gremio. ¿En verdad perdió la razón? Laxus había soñado mil veces con esto pero aun así no pudo evitarlo, esto… ¿De verdad le molesta hasta estos límites la ineptitud de muchos de los miembros del gremio? ¿Qué piensas Laxus?

Laxus lanza a nosotros un rayo pero Erza se posa frente a mi re-equipando la armadura de la emperatriz del trueno. ¿Qué es lo que te ocurre, LAXUS?

-          ¡Erza! – gritaron a nuestra espalda.

-          Natsu.

-          ¿Qué es esto? ¿Qué no hay más basura que la que me hacen llegar?

-          ¡Laxus, maldito bastardo!

-          Veamos si tienen tiempo de pelearse contra mí y salvar a los ciudadanos de una tormenta eléctrica.

Sigo sin entender. ¿Cómo es que Laxus ha involucrado incluso a los ciudadanos en esto?

-          No tenemos tiempo. Natsu, yo me encargare de las lacrimas, te encomiendo esto.

-          Oh, Titania, ¿Podrás con 500 lacrimas cargadas cada una con 10.000 voltios?

-          Ve, yo me encargaré de Laxus.

Laxus empezó a reír y Erza solo asintió al comentario de Natsu. Si Erza no podría, mucho menos nuestro amigo el cazador de dragones. Siento ser pesimista pero esa es una realidad. Laxus ha perdido la razón y siendo ese el caso ni siquiera yo quiero acercarme a él.

-          ¡Haru, vámonos!

-          Déjalo Erza, Necesitare un testigo cuando le gane a Laxus.

La reina de las hadas nos ha dejado. Pronto puedo escuchar la voz de Erza a través de la magia de Warren y la ordenes de destruir las lacrimas. La pelea dentro de Cardia empieza. Una vez dije que entre Natsu y Laxus no existe pelea, solo existe un Natsu comiendo tierra y es que Laxus no da oportunidad. Pronto se une Gageel a la batalla ahora un poco más pareja, o así se ve. Todos se están poniendo en orden para deshacerse de las lacrimás. Entiendo que Erza pueda, pero dudo de los demás.

Salgo de la catedral puesto que la presión entre de esta es mucha. Natsu y Gageel unen sus fuerzas en un rugido de dragón. Cierto mente no les quite la vista de encima, ver a dos dragons Slayers pelear debe ser impresionante pero que trabajen en equipo es como si se sincronizaran sin hablar. Un dúo sin duda difícil de vencer. El hombre lo más cercano a un padre que he tenido manda a volar a los dos cazadores de dragones. Por mi lejanía no supe lo que Laxus dijo, pero esa transformación que estaba sufriendo su cuerpo me explico lo que ocurría. Laxus, él… ¿Un cazador de dragones? No lo creo.

Si antes creí que las cosas se habían igualado, me equivoque. Esto es una prueba de lo errado que estuvo ese pensamiento. Una clara demostración de la gran brecha existente entre Un mago SS y un dúo de magos clase A. Un gran espectáculo del cómo se barre el suelo con aquellos más débiles que uno.

Levy viene corriendo pero no se detiene por mí. Esto está mal.

-          Y AHORA… ¡LOS BORRARE A TODOS DE ESTE MUNDO!

-          ¡LAXUS! ¡TU ABUELO, EL MAESTRO! ¡ESTA MURIENDO!

Esa noticia no la puedo creer. Esto no puede estar pasando.

-          ¡LAXUS, DETENTE! – grito yo intentando ver si puedo ser el obstáculo que Freed quería mantener lejos de Laxus.

-          ¡POR FIN SERÁ MIO EL GREMIO QUE POR LEY ME PERTENECE!

-          ¡LAXUS! – no me di cuenta cuando llego Freed.

-          ¡FAIRY LAW!

El gran círculo mágico se creó en el cielo. Aquella luz. Calida y protectora ¿Esto es lo que se siente morir? La luz se maximizo y por algún motivo sentí mi adentros moverse. Un dolor punzante me hace caer. Lanzo un grito ahogado al aire frente a los ojos de Levy y Freed que se acercan preguntándome lo qué pasa. Algo en mi espalda, en mi omoplato izquierdo se siente muy mal. El dolor es terrible. La luz cegó todo a su paso. No tardó más de 3 segundo cuando empezó a aminorase la luz haciendo en cuenta que el hechizo ha finalizado. Abro mis ojos cayendo en cuenta que no estoy muerto. Que no siento ni rastro de aquel dolor tan agudo. Veo que Levy y Freed abren sus ojos y me miran.

-          ¿Estás bien? – me pregunta Levy.

Yo solo asiento dándome cuenta que aparentemente nadie murió y estoy viviendo la confusión de no tener clara la razón por la cual el Fairy Law no nos desmaterializo. Freed se aleja de nosotros y se asoma en las puertas de Cardia.

-          ¿Por qué no funcionó?

-          Porque el Fairy Law elimina a los enemigos, pero en tu corazón no ves a nadie como mucho más que tu familia – se apresuró a decir el peli-verde.

-          Fairy Tail también es nuestra casa, no te pertenece – aporto Natsu.

Laxus se ve frustrado y molesto. Natsu y Laxus se baten a duelo una vez más. El cazador de dragones de rayo está cansado, casi sin magia, así que es una oportunidad perfecta para Natsu. Warren da la señal para que todos destruyan las lacrimás. Un de parte de todos, el grito de guerra que demuestra que dan todo de sí para este momento.

En el cielo, las lacrimas comienzan a explotar según son impactadas por los ataques de todos. Todos han dado lo mejor de cada uno. Esto es perfecto. Solo falta…

Un sonido que puede definirse como el grito de todos aquellos que están recibiendo las descargas eléctricas por el conjuro que resguardaba a las lacrimas. Espero que todos estén bien.

Solo falta devolver a Laxus a la sensatez. Miro el cielo una vez más. Natsu podrá contra Laxus. Miro un punto en el cielo pero no hallo en mi mente la respuesta a lo que pueda ser. No me causa buena espina por lo que agudizo mi mirada usando mi magia ocular. Una lacrima. Espera. Son 2, no, son 3… pero esto quiere decir que la ciudad aún puede sufrir daños.

Miro atrás de mí pero Freed está herido tras adverse peleado en contra de Mirajane y Levy no puede hacer mucho. Miro una vez más al cielo. Yo puedo, yo puedo.

Haciendo uso de runas emprendo vuelo al centro de lo que en algún momento fue un anillo de lacrimas. Con la magia en mis ojos veo a la distancia y en todas direcciones. 27 lacrimas. Muy ceparadas para de un ataque destruirlas a tiempo. Miro abajo encontrándome con Laxus y Natsu en el tejado de Cardia lanzando un ataque en contra del menor. El ataque se desvía pero aun así lo que puedo ver es como Laxus sale a la carga del asesino de dragones de fuego.

Esto tiene que parar ya.

Miro a mis lados una vez más. Tengo una solución. Empiezo a conjurar un hechizo. El hechizo no tenía círculo mágico en los libros, solo se puede conjurar verbalmente.

“La tierra aflora en la llanura de los perdidos,

La magia desentierra la historia de los muertos,

Un agravio de la paz, una grata ayuda de la devastación,

Ábranse las puertas del averno,

Las armas de los malditos son invocadas por este pobre mortal”.

“¡Axieren!”.

Tres anillos de luz rojiza se formaron cruzados. La luz rojiza fue tomando forma hasta mostrarse en forma de espadas grandes y pasadas de color negro con detalles rojos. 30 espadas. Este es el límite que mi magia puede invocar puesto que en el libro hablaba de 3.000 espadas con poder suficientes para devastar una nación entera. Alineo los anillos de espadas y las lanzo. Todas atravesaron su objetivo sin fallar y sin dejar ni una lacrima en el aire.

Extiendo marcas plateadas por mi cuerpo. La descarga eléctrica recorre todo mi cuerpo sin hacerme daño; guardando y registrando la magia de Laxus contenida en las lacrimas ahora como una magia a mi uso. Rápidamente me lanzo en picada portando una cubertura de marcas negras que se extiende por mi brazo derecho. Apunto con mi brazo a Laxus y hago uso del hechizo que hace poco aprendí. Pienso que ahora que mirajane ha vuelto, puedo enseñárselo.

Un círculo mágico de dos anillos se forma. Negro con un brillo morado oscuro, la magia de demonio.

-          ¡Lamento de las ánimas!

  Algo semejante a u rayo de luz o un rayo láser sale disparado con el fin de darle a Laxus quien, después de apalear a Natsu, se acerca caminando lentamente. El rayo golpea la espalda de Laxus mandándolo al suelo. Aquel ataque no solo se llevó a Laxus con él, destrozando el tejado de la catedral logro que la estructura ya débil se fuera abajo entera. 270.000 voltios tienen que ser suficientes para igualar el poder de un mago clase S o al menos uno clase A.

  Atrapo a Natsu e impido que se haga más daño cayendo desde una altura cercana a los 20 metros de altura. Aterrizo llegando al lado de los demás. Levy, Freed y Gageel parecieron sorprendidos, no creo que esperaran un ataque desde la altura y mucho menos luego de concentrarse tanto en el combate de ambos magos.

-          ¡Natsu! ¿Estás bien?

-          Ah… – un quejido parecido a un suspiro con exclamación y luego una sonrisa como las de siempre – bien hecho Haru.

  Embozo una sonrisa al notar que todos están bien, mas no dura mucho tiempo esa sonrisa en mi rostro al darme cuenta que la persona a que menos daño quise hacerle es ala que aparentemente más salió herida. Entre los escombros de lo que fue una gran catedral esta una de las personas más importantes en mi vida.

  Sin pensarlo más corro hacia los escombros y haciendo uso de mi magia de tierra levanto los escombros de zona en zona pero, entre un montón de escombros sale un rubio disparado en mi dirección. Su rostro refleja molestia y una impasible sonrisa que matiza junto a una expresión de desquicies. Rodeo mi mano y brazo de rocas, marcas cafés y grises que me permiten invocar las escamas metálicas de una mata dragones. Freno el paso de Laxus impactando nuestros puños. Con magia de velocidad me ayude a tener potencia pero aun así, el golpe de Laxus me hizo retroceder centímetro mientras nuestros puños no se separaban ni cedían.

-          Papá – Laxus pareció cambiar vehemente su gesto mostrando una muy leve confusión – No sé qué tan fuertes quieres que seamos, pero te puedo decir que por muchas dificultades que tengamos no perderemos. Aún hay muchos de nosotros que deben mejorar, al igual que tú.

Esperé lo peor, no lo oculto, pero solo recibí una caricia entre mis cabellos. Él no sonreía, su mirada era traste tras ese gesto serio. No sé lo que piensa pero, siento que en el fondo Laxus logro comprobar lo que deseaba. No creo que haya quedado complacido, pero ahora sé que la sensatez ha vuelto a él y no habrá que temer. Se endereza y comienza a caminar mirando al frente. Pasa al lado de los demás sin dirigir palabra sigue su camino.

Freed mira al suelo con una especie de arrepentimiento. No entiendo claramente lo que dice su mirada pero es evidente que para él era obvio algo. Es esa mirada que pones cuando sabes algo y sucede como ya sabias que ocurriría pero, que no quieres aceptar que tenías razón.

Me acerco a Levy y le pido que ayude a llevar a Freed, yo podría cargar con los dos dragones. Utilizando magia muevo poca pero suficiente arena como para ayudar a Gageel y a Natsu a pararse y caminar.

Las cosas cambiarán, eso es obvio, no habrá vuelta atrás…

Me gustaría creer que nada malo irá a ocurrir, pero cuando el maestro se enteré de todo lo que ocurrió no habrá nada que hacer por Laxus, le espera la expulsión del gremio y el removimiento de su marca. Quizá solo lo destierre temporalmente pero esta solución es solo si el maestro antepone sus sentimientos de familia antes de lo que Laxus merece, pero como dice, solo es un “quizá”, una posibilidad.

 

 

-          Haru – me llama Gray – verás la caravana ¿cierto?

-          Pues claro – sonrió – estaré junto la heladería del señor Ayashimura.

-          Cuando pasemos por ahí fíjate en la carrosa.

-          Compartes un carro alegórico con Juvia, cuidado.

Reí ante el pensamiento de Juvia aferrándose a Gray para no permitirle dejarla sola. Gray también ríe pero no sé lo que pasa por su mente. De cierta manera me incomoda que Juvia y él compartan la carroza, es decir, yo casi no estoy pasando tiempo con Gray pero ella inclusive fue con ellos a rescatar a Erza. Es bonita, adorable y alegre, lo adula demasiado y no para de pensar en él. No me molesta eso pero, ¿Y si Gray se enamora de ella? Mi ceño se frunce con ese pensamiento en mente. No quiero.

-          ¿Por qué esa cara? – pregunta Gray postrándose hasta llegar a la altura de mi rostro.

Es injusto ser tan chico, si tuviera al menos 15 años me arriesgaría a hacer de todo para que Gray no alija a nadie más que no sea yo. Estúpida Juvia.

Me sorprendo de mi propio pensamiento. Estoy celoso de Juvia. ¡DIOS! Estoy molesto con Juvia, santo cielo, ¡ella no me ha hecho nada malo!... esto puede que se ponga un poco incómodo. Ella es una nueva miembro de Fairy tail, es decir, es una amiga, una camarada, no puedo pensar en ella como una usurpadora, ella no tiene la culpa.

Aun sabiendo que no es su culpa no puedo no pensar que me puede quitar a Gray.

Extiendo mis manos hasta Gray. Él me mira confundido por no se hace para atrás. Lo tomo del rostro y lo atraigo a mí. No puedo creer lo que se hace por celos. Gray me ve sorprendido, absorto. Lo acerco a mí y lentamente me acerco a su rostro. Cierro mis ojos intentando no sentir estos nervios que me matan al ver su rostro y al saber que estamos rodeados de personas. Un simple roce de labios me hace estremecer y sin detenerme junto nuestros labios. Un besito suave y simple en sus labios. Vuelvo a besarlo pero esta vez pidiendo permiso a sus labios para dejar pasar mi lengua. Mi lengua hace contacto con sus dientes y pasándola frente estos. Gray parece reaccionar y abriendo su boca saca su lengua. Una danza en la que solo nosotros dos participamos. Adentrando su lengua en mi bocarecorre cada rincón de la cavidad. Es un beso lento pero deseado. Nos separamos un breve momento y vuelvo a besarlo en los labios, una vez más y es justo en el tercer beso que ambos besamos suave y lentamente nuestros labios. Algo mutuo.

Nos separamos definitivamente para vernos al rostro sonriendo como tontos. Qué bonito se siente esto.

-          Eres mío – le digo sonriendo – que no se te olvide.

Gray solo me abrazo y me beso la mejilla.

-          Nadie nos vio.

Por alguna razón sentí esas palabras como molestas, como si no dieran lugar en el momento o mejor dicho, porque pidiendo decir cualquier cosa, dijo las menos alentadoras. Es incomodo pero no entiendo la razón correctamente.

Él me suelta y comienza a caminar.

-          Nos vemos en el festival.

-          Así será – una sonrisa acompañó mis palabras, mas no me siento con ganas de sonreír, es extraño.

Veo como Gray desaparece entre la multitud. Me doy la vuelta y corre al gremio, aún no ha oscurecido y quiero ir a ver a alguien.

Las calles se empiezan a llenar de personas que hablan de la caravana en la que estarán todos los magos de Fairy Tail. La gran mayoría comentan de a quienes quieren ver. Si sometemos a votaciones ganaría Erza. Las personas siguen hablando pero entre todos escucho un comentario interesante.

-          Mañana iré a unirme a Fairy tail, ¿Qué opinas papá?

Me detuve para ver quién podía ser, pero no supe identificar a la mujer que pudo haber sido. Demasiadas personas para buscar a alguien a quien nunca he visto. Ya mañana conocería a quien se quiere unir. Sigo corriendo y al pasar de unas cuadras me encuentro frente al gremio del cual veo salir a Laxus con un brazo vendado y una gaza en la mejilla. No paro de correr intentando llegar a su lado. Él se gira y me ve de manera entristecida, no hay nadie cerca, no puede cohibirse de mostrarse como solo conmigo se muestra.

No entiendo. Me detengo a unos dos metros de él pero solo puedo pensar en su expulsión como algo inminente. Lo que no entiendo es la razón por la cual las lágrimas resbalan por mis mejillas al ver su gesto triste. Veo la sorpresa en su rostro, sorpresa de verme llorar. No es justo, no para mí, no.

-          Me juraste que volveríamos a la cabaña en el bosque.

No está muerto, no está a punto de morir, no está siquiera a punto de desaparecer pero, siento que todo se acabó.

-          Lo siento…

-          Lo juraste – hable rápido.

-          Tengo que pensar las cosas, necesito tiempo – él intenta excusarse pero yo quiero que él entienda lo que yo veo y a la vez quiero saber lo que él pensaba antes de todo esto.

-          ¡¿Pensar?! ¡dejaste que un tonto ideal de un gremio fuerte fuera más fuerte que tú! – esa frase tuvo efecto. Su sorpresa – ¡No puedo creer que te volvieras débil ante un pensamiento que tenía miles de soluciones!

A Laxus, ser fuerte es algo esencial e importante, ser débil es como no tener valor, pero ¿acaso ser débil frente a las ideas no es igual a ser débil de poder? El poder de decidir es el poder más fuerte.

-          Tenías todo el PODER de cambiar tu decisión por una no tan perjudicial pero, ¡te dejaste llevar por una idea equivocada!

-          Haru… – busco acercarse.

-          ¡¿DONDE QUEDO YO?! ¡ERES LA PERSONA MÁS IMPORTANTE EN EL GREMIO PARA MÍ DESPUES DE ERZA! Pero, pero… ahora te vas. Dime ¿Dónde quedo yo?

Laxus bajo la mirada y término de acercarse para luego arrodillarse ante mí y abrazarme mientras no paro de llorar. Quiero que este hombre que me abraza en este momento no se largue, que se quede conmigo. Lo más cercano a un padre y ahora tengo que aguantar que no esté presente en un tiempo indefinido. Es el único que deseo con todas mis fuerzas que me vea convertirme en un hombre adulto, en el mejor mago, en una gran persona, pero él no estará a cada momento para ver cuando eso suceda.

Por fin me digno a abrazar a Laxus, no, a mi padre  siento que todo está por venirse abajo. Una sensación fría se siente en mi cuello. Agua. Laxus me aleja de él y puedo notar una lágrima. No llora, pero una lágrima traicionera ha salido de él. Él me toma de la barbilla y baja mi cabeza. Aquí viene. Besa mi frente y me vuelve a abrazar. Él me extrañará y yo lo extrañaré, sabemos que nos volveremos a encontrar pero puedo asegurar que él tampoco sabe cuánto tiempo necesite para pensar y aclarar su mente.

Me vuele a alejar de su cuerpo y postra frente a mí. Una rodilla tocando el suelo y una pierna inclinada.

-          No te he fallado, solo dame un tiempo. cuando vuelva iremos a la cabaña en el bosque. Mantenla y cuídala mientras no estoy, ese es nuestro pequeño hogar.

Él seca de mis mejillas las lágrimas que escaparon de mis ojos y yo seco aquel rastro de humedad que dejo su lágrima al huir de esa prisión de seriedad.

Laxus se levanta y me acaricia la cabeza des alborotando mis cabellos para luego emprender su camino.

Las cosas no suelen ser como uno las desea, pero siempre será lo que uno necesita. Quizá esta despedida temporal me haga crecer de manera que me acerque más a ser un adulto sabio, pero será duro no tenerlo cerca cuando de verdad quiero compartir mucho con él.

 

 

  La noche se hizo lugar haciéndonos ver que otro día está cerca de culminar. Dando paso a los cohetes artificiales y a las cientos, sino miles, de luces que desprendían de los carros alegóricos. La noche es fresca y la suave brisa da una agradable sensación de comodidad. Un bol lleno de galletas con chispas de chocolate parece ser mi única compañía. Este momento se siente tan bien. Hace unos instantes que la caravana ha recorrido frente a mis ojos. La carrosa de Gray se acerca pero la verdad me intriga un poco lo que va a hacer. No es como que pueda disfrutar al cien por ciento de esta demostración al público, y no porque no me agrade lo que se ve, es más por el hecho de no tener a Laxus acompañándome en este festival. Nunca vi a Laxus dentro del desfile, pero al menos siempre me hacía compañía en este día puesto que normalmente Erza está ocupada con ordenando las cosas y manteniendo el orden.

Esta heladería es el punto de encuentro en el que siempre nos encontrábamos Laxus y yo para ver el desfile. Es triste haber hecho miles de cosas con personas a las que quieres y después no hay ni una sola cosa que no te recuerde a esa persona especial.

Estoy sobre el techo del local de la heladería, estar aquí me da tranquilidad. No estar rodeado de tantas personas que solo me hacen sentir más solo de lo que en este momento estoy. Una persona se acerca a mí por mi espalda. No sé quién sea, pero tampoco me interesa descubrirlo. Esta mal que alguien suba a un techo donde solo hay una persona puede ser peligroso, pero no podrás hacerme daño si viene con malas intenciones, además de que no le servirá nada que use contra mí, estamos contemplando una caravana de Fairy tail. Si grito todos estarán aquí y la primera será Erza si no es Gray. Posan un helado al lado de mi cara. Me sorprendo y giro mi cabeza con la esperanza que sea Laxus. Está muy cerca así que solo me di cuenta de sus piernas a mi espalda. Llevo mi mirada para arriba y ahí está Blake con un gesto sereno mirándome como si esperara algo. Aun así estoy sorprendido. Hace sonido de acomodar su voz tosiendo sin abrir su boca y es cuando reacciono entendiendo que está sosteniendo una barquilla para mí. Miro al frente, después su mano para tomar la barquilla y luego volver a ver hacia el frente.

Blake se sienta a mi lado y yo no puedo más que mirar un punto nulo del paisaje nocturno. Es una sensación extraña la que se siente en el aire de este momento de silencio.

-          Volviste a hacerlo – giré mi mirada a Blake que no me mira a mí. No supe cómo reaccionar a ese comentario. ¿Qué quiso decir?

-          ¿Perdón?

-          No sé cómo le haces, lo juro – por fin me mira pero con una molestia extraña – Siempre estás metido en los lugares en los que ocurren las cosas grandes – creo entender a lo que se refiere pero no sé cómo se enteró – Dime. Esa invocación de espadas y ese ataque en contra Laxus y ese, ese, wow – esa línea de lo que vio la dijo rápido – estoy frustrado, feliz, molesto porque ¡DIOS!... es como si no te cansaras de sorprenderme.

-          ¿Gracias? – ¿Qué se supone que yo deba decir? – ¿Dónde estuviste hoy?

-          Pues, después de que me soltaras salí y deshice todas las runas. Te vi pasar seguido de Freed pero si te ayudaba no habría desactivado las runas a tiempo. luego ayude a destruir las lacrimas y después de recibir la descarga eléctrica te vi a ti volar, invocar ese equipo para luego lanzar ese ataque a Laxus. Me fue difícil moverme pero no podía perderme lo que hacías. ¿Frenar a Laxus? Eso me termino de sorprender.

-          Estaba cansado.

-          Igual fuiste tú quien lo detuvo.

Esto es de verdad extraño. La risa se formó entre ambos. Miro el bol con galletas y las trituro. La barquilla de mantecado fue a parar entre el bol. Blake me miraba expectante.

-          Baja, pídele dos cucharillas a don Ayashi y compra un litro de helado. Comeremos helado con trozos de galleta.

Blake no respondió, solo atendió a mi petición.

Al fin el carro alegórico de Gray y Juvia pasa por la zona y buscándome con la mirada da conmigo. Uso una sola mano para crear sobre ambos el emblema de Fairy tail con una frase; “Quien entra a tu vida, siempre vuelve a ella”. Estallo volviéndose nieve. Eso fue muy lindo. Las personas hicieron una exclamación al ver ese detalle. Dirigido a mí en apoyo a la expulsión de Laxus. Él sabe cuánto me importa pero no sabía todo lo que se suponía que fingía frente a todos. Al final se fue sin darme razones.

Blake vuelve a subir con lo que pedí. Sonríe mirándome y abre el helado. Gray al mirar cambia a un gesto molesto.

Realmente no sé a dónde llegará esto.

Blake echa todo el helado y con una cucharilla lo mezcla todo. Un niño envolviendo todo con una sonrisa en el rostro y con ambas manos sosteniendo la cucharilla. Se ríe haciendo parecer las brujas de los cuentos infantiles cuando las relatan moviendo una poción en un caldero. Santo cielo. Y pensar que él tiene 17. Ni estando cerca de ser un mayor de edad deja de ser un niño, aunque creo que eso me agrada demasiado de él. Rio y sonrío. Algo bueno ha de venir.

Notas finales:

Espero que les haya gustado.
No mi gusto el conjuro hablado, pero soy malo eligiendo palabras que rimen XP.

Hasta la proxima visualización.


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