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Fairy Tail: No todo es un cuento de hadas. por Reflejo

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Notas del capitulo:

¡AQUÍ ESTÁ!

PELEA PELEA ¡PELEA!

Dejando de lado mi euforía. Espero que lo disfruten.

 

-          Cuanto tiempo, Haruka. – saluda mi hermano mirándome aun con esa mirada furibunda.

-          Te he buscado todo este tiempo, por todo el continente y… ¿Y tú andabas con ellos? – sonrió – Mataron a mamá, a papá, me marcaron para siempre con cosas que no podré olvidar, y no sé lo que te han hecho a ti. – las lágrimas son desconsideradas al escapar de mis ojos sin siquiera avisar – Makoto, tu…

-          Por un demonio Haruka… ¡Todo eso lo hice yo! Hasta los regalos mensuales fueron idea mía, fueron mis victimas… y la siguiente eres tú…

  Todos estaban en silencio, pero mi hermano fue obligado a callarse cuando se vio cubierto por una sombra producto de una gran masa de tierra que le avente con mí magia. Una especie de torbellino de tierra impulsado por magia destrozo la gran masa de tierra deshaciéndola en pequeñas rocas y polvo, pero la masa de tierra sirvió como distractor para poderme acercar, porque es ahora que estoy frente a él golpeándolo en el rostro haciendo que volara unos metros.

-          ¡te haré reaccionar así sea por la fuerza! – grite.

  El peli-rojo fue a atacarme pero gray se interpuso en su camino creando tras de sí mismo un muro de hielo que le impidiese meterse en la pelea entre mi hermano y yo y en el mismo instante entrando en escena Blake dando una en la tierra producto de que el peli-rojo la evadiera. Erza se enfrentaba contra un peli-negro y Natsu se enfrentaba a otro peli-negro.

-          ¿Dos magos clase A contra mí? – se burló el peli-rojo.

-          Te derrotaremos – declaró Blake.

-          Ilusos.

  Makoto y yo estábamos peleando mano a mano. Estamos igualados pero algo andaba mal. Los golpes impactaban unos a otros, nudillos con nudillos, pero lo que sé que va mal es que aun si quiero hacerlo reaccionar, temo dañarlo. Quisiera creer que él también teme hacerme daño, pero su mirada no me garantiza nada bueno. Solo por ello tengo que dejar de pensar en no hacerle daño.

-          ¿Esto es todo lo que puedes hacer? – pregunto sonriendo – ¡Golpe del dios de tierra!

  No lo puedo creer. Esa magia es de mi madre. Mi brazo se envolvió en las mismas marcas cafés y con mi magia atraje rocas apegándolas a mi mano creando una especie de armadura de tierra. Nuestros golpes colisionaron. Mi armadura de piedras se deshizo al contacto con su golpe. Fue algo que sabía que podía pasar, pero me duele más saber contra quien peleo. Salí disparado unos 4 metros por la fuerza del golpe que me dio.

-          ¿No te has dado cuenta? Soy yo el God Slayer de tierra. Como veo tu solo has aprendido simple magia de tierra, ¿acaso querías parecerte a mí? ¿O a ella? – se notaba su falsa lastima en la risa sínica que adornaba su rostro.

-          ¿Cómo te volviste God Slayer?

-          La lacrima del dios de tierra la separe del cuerpo sin vida de mamá y la introduje en mí.

  No podía creer lo que escuchaba. Puede que sea mi hermano, pero esto me molesta de forma que no puedo perdonar así como así.

  Tome fuerzas y corrí lo más rápido que pude hasta él. Siento como una cierta magia se adueña de mis ojos y tan pronto como siento que la magia en mis ojos se establece puedo ver matices y la forma en que se mueven estas esencias. Un matiz marrón claro rodea a mi hermano y se vuelve repulsivo concentrándose en su puño. Makoto está preparado para atacar. Hice empleo de mi magia atrayendo tierra a mi brazo y logrando que aquellas marcas cafés se extendiesen hasta mi hombro y sé, lo siento, como mientras las marcas se extienden mi magia se agota rápido, pero también es más fuerte que antes. Nuestros golpes impactaron, pero a diferencia de yo salir volando la tierra de empezó a cuartear a nuestro alrededor y el polvo a levantarse agitándose lejos de nosotros que nos mirábamos mutuamente con la molestia que sentimos. No entiendo su molestia, pero la mía es clara: Mi madre. Lo golpeé en el rostro con mi mano izquierda haciéndolo perder control sobre la magia que emplea sobre su puño derecho que impacta contra el mío dándome la oportunidad de mandarlo a volar. No espere ni un segundo y salte a él, me confié demasiado recibiendo una sorpresiva patada en el estómago.

-          ¡¿Por qué demonios peleas?! – grito Makoto teniéndome cerca. Me tiro en el suelo y se montó sobre mí para luego golpearme mientras seguía hablando - ¡Mate a mamá! ¡a papá! – no paraba de golpearme pero yo solo intentaba retomar el aire que me saco con la anterior patada - ¡te torture con las partes de mamá! ¡quise que sufrieras! ¿¡Por qué no haz enloquecido?!

  En esta ocasión el golpe se lo di yo. Sin magia, solo un golpe como los que él me dio en este momento. Él cayó a mi lado y yo me le coloque encima empezado a llorar.

-          ¡Porque tengo razones para seguir! ¡porque tengo amigos que se preocuparon y cuidaron de mí! – cada frase era acompañada de un golpe – ¡Porque te busque por todo el reino y aun cuando no te encontré no me deje vencer cuando quise darme por vencido!

-          ¡CALLATE!

  Me empujó mientras se impulsaba para levantarse.

-          Aquí termina todo – dijo él.

  Me reincorpore rápido. Y quise detenerlo pero ya un círculo mágico había aparecido frente a su baca.

-          ¡Aullido del Dios de tierra!

  Tuve miedo por la cercanía. Puse mi mano entre nosotros e hice aparecer un círculo mágico plateado frente a su círculo mágico. Su ataque hizo contacto con mi sello el cual se teñía de color marrón claro. Mi círculo mágico se tiño por completo pero no desapareció hasta que el ataque de mi hermano se deshizo. En un movimiento rápido me levante y pateé a mi hermano haciendo que se elevase en el aire. Salte hacia arriba y ya habiendo llegado hasta donde él, uní mis manos para darle un único golpe de regreso al suelo. Golpe que se ayudaba de la fuerza adicional que me aportaban las marcas de mi take over. La magia que recorrió mis manos se extendió hasta mis hombros en ambos brazos.  Pude sentir la magia dotándome de fuerza antes de golpear a mi hermano e incluso después de ello. Makoto, disparado por la fuerza de mi ataque y la gravedad misma, colisiono en la tierra desquebrajando la tierra alrededor de donde Makoto impactó.

 

<<Narración omnisciente>>

  Todos miraban la pelea entre los hermanos Mitotsu quienes lanzaban golpes que no tenían el efecto que buscaban. Erza fue la primera en acabar contra su oponente, y tras ella Natsu. Gray y Blake seguían batallando contra el peli-rojo quien no estaba cansado, ni estaba cerca de estarlo.

  Gray invoca lanzas de hielo que el peli-rojo esquivaba cuando tras de él sale Blabe con armadura mágica que le aportaba fuerza desde las manos hasta los hombros y desde los pies hasta las rodillas. Lanzando golpes en busca de acertar alguno mientras que su oponente los esquiva sin interés en atacar de regreso. El peli-rojo se ve bajo una jaula de hielo y rodeado de 4 máquinas humanoides creadas por la magia de cierto alquimista y el mismo que las creo. El enemigo de los dos magos de Fairy tail fue encerrado en la jaula con sus 5 combatientes. Pateo a uno de los robots al mismo tiempo que se estiraba agarrando de la mueca a Blake quien había lanzado un golpe, usando el cuerpo del alquimista – arremetiéndolo contra los barrotes – logro abrir un agujero saliendo de la jaula.

-          Me parece que Haruka es más fuerte. Sin embargo ninguno de los dos cuenta como los clase A más débiles.

  El peli-rojo se ve rodeado de hielo y sin mucho interés observa a Gray portando un cañón de hielo en mano.

-          Creo que esto debe terminarse. – dijo gray un poco agitado.

-          Estas en lo correcto. – acoto el oponente del mago de hielo.

  Blake –  ya recuperado el aliento – se lanzó a la batalla dando una patada reversa impulsada por un propulsor alquímico. El mago ilegal detuvo la patada agarrándola con la mano para luego lanzarlo hacia arriba, al aire. El mago de hielo lanzó su poderoso cañonazo el cual no tuvo efecto al ser esquivado. Un círculo mágico apareció sobre el suelo. Era un círculo mágico enorme que abarcaba incluso parte del agua del mar de atrás del gremio. De dicho círculo mágico empezó a destellar una luz rojiza. Llamando la atención de todos los magos de Fairy Tail que ahora se veían involucrados en el campo de batalla.

-          ¡Tierra ardiente!

  El suelo comenzó a convertirse en lava. Gray se deshizo del cañón para crear un piso de hielo. Los demás magos de Fairy Tail corrieron al mar mientras que los oponentes de Erza y Natsu se incineraban y morían por culpa de la lava. Blake, que adapto su armadura alquímica para soportar la magma, cayó frente al peli-rojo e impulsándose para clavar un golpe al causante de aquel desastre ígneo, mas solo termino recibiendo una patada tan fuerte que lo mando unos 30 metros adentrado al mar.

 Erza se reequipo con su armadura de fuego y fue en ayuda de Haruka, pero esta se sorprende al ver a Haruka sobre una gran porción de tierra que levitaba sobre la lava con su hermano inconsciente sobre su regazo. Alguien cayó sobre la porción de tierra desconcertando a Erza, pero al darse cuenta que se trataba del enemigo invoco su espada y corrió preocupada por Haru.

-          Me parece que tienes algo que me pertenece – dijo en mago ocasionador del hechizo “Tierra ardiente” a un lado de Haruka –Podría llevarme a ambos, pero pienso divertirme contigo luego.

-          ¡Espera! – Grito Haruka al ver cómo le arrebataba a su hermano y se lanzaba dentro de la lava desapareciendo sin nada más que pudiese hacer o decir.

  El suelo volvió a ser de tierra. Grandes nubes de vapor se levantaron por la lava que cayó en el mar y el habla entre los demás del gremio preocupados los unos por los otros retumba en los oídos del pequeño Haruka.

-          Haru, ¿estás bien? – le pregunto Erza.

<<Narra Haruka>>

  No puedo levantarme, no quiero levantarme, pero aun si quisiera, no creo tener las fuerzas para hacerlo. Sigo haciendo levitar una porción de tierra en la que ahora está Erza sentada a un lado de mí. Coloco la porción de tierra suavemente sobre el suelo y la amoldo para que no se deshaga. A Erza no le importó que no tuviese la fuerza para levantarme, ella se sentó en silencio a mi lado hacia varios minutos ya. No decía nada y yo lo agradecía. Miro las estrellas con los ojos humedecidos, más ni una lágrima sale de ellos. Escucho la voz de todos pero no creo que se encuentren mal.

  No me queda magia. Por lo que pude ver hoy solo tengo la magia suficiente para resistir en una batalla, pero quizá no la suficiente para ganar cada pelea a la que tenga que dar frente. Tengo que practicar más si quiero ser más fuerte.

-          Quiero creer que no oí lo que él dijo. – susurre.

-          Haru… - Erza extendió su mano para apoyarla sobre mi hombro, pero se detuvo en sorpresa al verme levantarme.

-          Si no me hago más fuerte, no podré traer a mi hermano de regreso. – giré mi cabeza hacia ella sonriendo con los ojos aun humedecidos. Una lagrima corre rápido mi mejilla pero no es momento de atenderla– Erza, necesitare que me prestes tu magia.

  Erza no hizo preguntas, solo se posó atrás de mí y apoyo sus manos en mis hombros y yo convertí su magia en un círculo mágico sobre el terreno que antes era el gremio. El nuevo edificio del gremio se levantó tal cual estaba, no queríamos que el maestro Makarov se diese cuenta de que el gremio fue destruido como primera noticia al despertar.

-          Siento que todo se haya arruinado. – comento Gray.

-          ¿Qué dices? Me han dado el mejor regalo… su apoyo. Por otra parte, tenemos nuevamente el gremio como estaba.

-          No nos contaste que podías usar magia. – acoto esta vez Natsu.

-          Solo un pequeño grupo lo sabía.

-          Ja, el cubo de hielo es tan débil que no pudo ni contra un solo oponente. – rio Natsu.

-          Era más fuerte que tu oponente flamita.

-          ¡¿quieres pelear chico Striper?!

  Se chocaron de frentes mientras discutían y empezaban a pelear. No podía creer cuán rápido dejaban todo atrás, y empezaban a pelear como si nada hubiese ocurrido. No pude evitar que escapara una suave risa de mi boca producida por la acción de ambos.

-          ¿Está riendo? – preguntó Natsu. - ¿y tú por qué sonríes cabeza de tempano? – soltó molesto viendo a Gray.

  Gray golpeo a Natsu otra vez aun con su sonrisa en su rostro.

-          Estoy encendido. – dijo Gray sonriendo ampliamente.

-          ¡ESA ES MI FRASE! – grito Natsu molesto.

  Todos reímos por eso. Erza no se molestó en detenerlos, a ella también le causo mucha gracia verlos pelear.

  Recuerdo las palabras del maestro sobre los magos de este gremio, pero es sobre todo una parte: ~ Fairy Tail; “las hadas tienen cola”. La cola son los amigos que te impulsan y ayudan a volar. La familia ~.

  El gremio en el que más que un trabajo hay una familia por la que vale la pena darlo todo sin pensar en algo a cambio.

-          Estamos contigo – me reconfortó Blake tomándome de los hombros.

*

  Hoy es 27 de Diciembre. Nochebuena paso tranquila y yo vivo un poco más tranquilo. Ya no sufro pesadillas, pero Poluska-sama me mando un medicamento más suave para prevenir los ataques que me daban. No me ha dado ningún desde hace más de mes pero Erza no se quiere arriesgar, así que personalmente le pidió a Poluska-sama que me creara un tratamiento más suave que prevenga los ataques.

  El sol se está próximo a ocultarse, las calles están calmadas, al menos las cercanas al hospital de Magnolia. Estoy saliendo del edificio psiquiátrico. Hoy vine a visitar a Hakuto quien está en tratamiento. La pérdida de nuestro padre le afecto mucho. Su madre está bien puesto que a mi padre lo buscaron en su trabajo, así que me calma que Hakuto tenga a alguien además de mi a quien acudir y en este caso, alguien que estará día a día con él, antes y después del trabajo claro, no durante. Por ahora, del tratamiento y de la atención psiquiátrica me estoy encargando de pagarlo para que su madre no tenga que pensar en gastos aparte de la comida y demás. Es lo mínimo que puedo hacer por un hermano o un amigo.

  Por otro lado hoy también es cumpleaños de Blake. Ya son más de las 5 de la tarde pero no creo que haya problema. Cuando le dije que primero visitaría a mi hermano él entendió.

  Las personas caminan con mucha tranquilidad mientras los rayos del sol empiezan a escasear y lo primero que se lleva mi atención es una librería. Entre y busque por la sección de historias sangrientas y misterios. Encontré una historia muy interesante que trata de un grupo de personas sin ningún parecido aparente. Resulta que alguien los reta a cumplir “juegos” que les cuesta la vida… no leí más. Este libro me recuerda a una serie que a Blake le gusta leer. No recuerdo el nombre de la serie pero si recuerdo más o menos de lo que trata. Además de parecerse la historia a lo que creo recordar, este libro tiene una secuencia y este libro dice ser la nueva edición. Sé que parece muy desinteresado de mi parte el querer dar un regalo sin estar seguro si es siquiera el mismo escritor, pero la verdad es que aunque ya llevo un año conociéndolo, siento como si no conociera nada de él. Creo que soy un mal amigo. Siempre hablamos de cosas sin márgenes de temas, pero muy pocas veces hablamos de nuestros gustos propios.

-          ¿Haru? – la voz de gray me regreso a la realidad – ¿Por qué tan triste?

-          Es solo que no creo ser un buen amigo.

-          No entiendo – dijo haciendo clara su confusión.

-          Hoy es el cumpleaños de Blake y no sé si le guste lo que le regalaré. No sé qué le gusta – aclare.

-          Entonces regálale algo que tenga un valor para ti. Tal como hiciste en mi cumpleaños – Dijo Gray mostrándome una medallita que colgaba de su llavero. Reí ante tal objeto.

  Este año le regalé a Gray una medallita de níquel que asemejaba una moneda a la que Gray le abrió un hueco en una orilla y la lleva en su llavero. De un lado dice “Gray” y del otro lado dice “Haruka”. El significado es simple. Se lanza la moneda y el nombre que caiga será quien diga o haga la acción que tengamos o queramos hacer. Por otro lado aprendí a plantar en los materiales propiedades mágicas, si un día Gray necesitará ayuda yo lo sabría puesto que la moneda puede identificar cuando Gray corre peligro según la frecuencia que transmita la magia del portador de dicha moneda.

  Eso me dio una idea.

-          Gracias – él sonrió pero no supe identificar lo que le pasaba – cuéntame que te pasa.

-          Haru – Gray saco la medallita de su llavero y la lanzo al aire con un sonrojo en las mejillas muy lindo. Atrapó la moneda y trago saliva – Si sale mi nombre, te lo diré, sino entonces no es ni el momento ni el lugar.

  No sé porque me sonrojo o se me complica hablarle, pero su mirada nerviosa en este momento me afecta y no sé hasta qué punto. Gray abrió su mano dejando ver que la moneda cayó con mi nombre en la parte de arriba. Suspiro, pero creo haber identificado más alivio que pesar en ese suspiro.

  El me abrazo y me dijo que sería para otra oportunidad. Se levantó y se marchó dejándome mil preguntas en mente. ¿Por qué uso la moneda si nunca tuvimos problemas al contarnos las cosas? ¿Tiene algún problema que no quiera contarme? ¿No confía en mí? ¿No quiere preocuparme?... pero, si no quisiera preocuparme es porque es grave, o ¿Por qué no me lo contó sabiendo que me dejaría intriga y preocupación? Sea lo que sea ya llegaría el momento de que me cuente. Por hoy tengo un regalo que crear.

  Busque una tienda de juegos artesanales y tome 3 esferas de cristal de color gris. Y al salir coloque las 3 esferas sobre el suelo. Con mi magia hice aparecer un círculo mágico que era el usado para implantar en objetos las propiedades mágicas. Existe una magia que se basa en poder mover los objetos con la mente, pero eso lleva entrenamiento para conseguir una buena concentración. Las esferas se moverán en la dirección o harán el movimiento que, con su mente, ordene a las esferas, pero su mente tiene que guiar las esferas de manera calmada, es más que todo un ejercicio mental para tener más control sobre la magia propia. Una manera de meditación.

  Estoy llegando al gremio pero me detengo al verlos a todos fuera del gremio. La cosa es que mi amigo alquimista se ve molesto y me mira a mí como sí yo hubiese hecho algo incorrecto.

-          ¿Pasa algo? – pregunte.

-          Pelearas contra mí – dijo.

-          ¿Qué?

-          Haru, lo que quiero hoy es medir fuerzas contra quien nunca lo hice, el discípulo de Erza y de Laxus, es decir, tu.

-          Pero…

-          Empezamos.

  Esto me asusto mucho. Blake salió disparado en mi dirección a lo que yo solo me puse en posición. No creo que un mago clase B como yo pueda contra un clase A, pero si eso quería tendría que dar todo de mi para complacerle. No hay placer en ganarle a quien no pelea. No existe tal satisfacción. Hice aparecer las marcas por mis brazos, las marcas cafés fueron mi defensa para resistir tal fuerza. Su mano derecha se recubrió de armadura y mi mano derecha se recubrió en rocas, tierra y polvo. Nuestros puños colisionaron, lanzo una patada por el costado derecho la cual detuve con mi mano izquierda sin separar mi puño del suyo. Hice que la tierra se moviera bajo sus pies para que perdiese el equilibrio lo cual logre y me aleje de él de un brinco para luego lanzarle todas las piedras apegadas a mi brazo pareciendo muchos proyectiles a lo que él se defendió con una armadura de cuerpo completo.

-          ¡Prueba mi poder! – grito mi ahora oponente creando una especia de cañón.

-          ¡Gladiador terráqueo! – pateé la tierra haciendo que esta se convirtiese en un ataque que sobre salía de la tierra.

El cañonazo que Blake pudo haber lanzado hubiese sido su única esperanza antes de que saliera de la tierra un gran cuerno de piedra pura que creció hasta alcanzar una altura de unos 15 metros. Si hubiese usado más magia hubiese crecido más pero los gritos de mis compañeros de gremio me avisaron que estuve cerca de destruir el gremio. De todas formas gaste mucha magia en esa técnica que necesitaba limpiar la tierra para tomar los minerales más duros. Veo un rayo venir en mi dirección el cual tuve que contrarrestar, pero claro que también es una oportunidad única para absorber las propiedades de la magia “Alquimia”. El círculo mágico que tuve que crear era muy grande pues el rayo de energía se expandía abarcando gran territorio. El rayo no duro mucho, pero fue tan poderoso que tiño el círculo mágico antes plateado a un color blanco. Vi a Blake cayendo en mi dirección. Hice que las rocas cubrieran mi cuerpo entero. Armadura contra armadura. Llego golpeando mi brazo, pero de una de sus botas alquímicas salió fuego propulsándose hacia mí. No pude evitar la patada. Solo su impacto destruyo mi armadura de piedra en todo lo que respecta costilla, cintura y cadera dejando un gran punto débil, no solo eso, sino que también me envió lejos unos cuantos metros. Me duele. Pero no me queda magia más que para dar un último golpe. Derrape un poco al tocar tierra y ya logrando frenar me deshice de la armadura de rocas o al menos lo que quedaba de ella. Me puse en guardia y él empezó a correr en mi dirección. Hice que la tierra a mí alrededor se levantara como grandes masas de tierra y las empecé a lanzar todas. Las destruía, esquivaba, se acerca rápidamente a mí, pero es aquí que lo espero.

-          ¡Colisión!

  Todas las porciones de tierra que lance se devolvían ahora e impactarían en ambos. Si no podría pelear como hasta ahora, nos sacrificaría a ambos. Pronto un golpe llego a mi estómago deteniendo el ataque puesto que el aire que me saco con ese golpe me desconcentro de realizar mi técnica. No me dejo caer, pero puedo ver que él también está un poco cansado.

-          ¿Cómo a tu edad llegas a ser mago clase B pero tan cercano a un clase A? – pregunto.

-          Pues como me dijo un gran maestro. Todo se trata de técnica – recordé que eso era lo que me repetía Laxus en sus prácticas.

  Sonreímos mientras recuperábamos el aliento.

-          Pues yo espero que esta gran piedra no quede frente al gremio – hablo el maestro viéndonos desde lejos.

  El maestro no se ve molesto, para nada, se e tan relajado como de costumbre, pero está claro que estoy avergonzado por lo causado.

-          ¿Te gusto la batalla? – pregunte ya mirando a Blake.

-          Me gusta saber que en nuestro equipo hay potencial.

-          Pues ahora ten tu regalo – dije sacando de mi bolsillo las tres esferas – si te concentras en ellas y en su movimiento aprenderás a controlar tu magia – dije haciéndolas girar a mi alrededor sin detenerse – estas las hice para ti – les di las esferas, mas saque de otro bolsillo una más de color cobalto – pero esta es mía, y quiero que la conserves – se sorprendió – también te tengo esto pero no sé si te gustará – al ver el libro, me lo arrebató sin pensarlo una segunda vez.

-          ¡Es la nueva edición! ¡no!... espera… aún no he leído la edición pasado – lo pensó, luego me vio y sonrió – ¡gracias Haru!

 

*

  Ha pasado un mes desde el incidente el día de mi cumpleaños. A final de cuentas el maestro se enteró que el gremio fue destruido por lo que demolimos el edificio por orden del maestro mismo. Él dijo: “sin importar qué, si la casa es destruida, la familia unida volverá a construirla. No importa la casa, es solo un edificio, importa la familia y la familia siempre será y creará el hogar”. Por ello volvimos a construir el gremio, pero con nuestras propias manos.

Hace cinco días fue el cumpleaños de Gray. El 8 de enero cumplió 20 y el día 2 de enero fue el cumpleaños de Romeo. Fue divertido cuando me pidió que le regalara un entrenamiento exclusivo para él. Por ello empecé a entrenar con Romeo de manera que él fuera mejorando su técnica física y su fuerza mágica.

  Hoy 13 de enero nos enteramos de los destrozos que ocasiono nuestro amigo, el mago cazador de dragones en el puerto de Gargeon. Lo curioso es que según el guardia del consejo, Natsu estaba acompañado de una rubia, mas no me preocupa mucho, sea lo que sea me enterare por el mismo Natsu cuando vuelva al gremio.

  En este momento estoy fuera de Magnolia haciendo una misión catalogada como clase “B”. Siendo sincero, lo único que hasta ahora me mantiene como un mago clase “B” son mis reservas mágicas, se distribuir mi magia correctamente, pero si me enfrentara a Natsu o Gray sin pensar en una estrategia perdería por usar cantidades de magia que ellos duplican o triplican. La razón por la que estoy en esta misión solo es porque nadie me vio tomar el afiche de la cartelera. Además de que Erza salió a una misión esta mañana y se supone que estará fuera del gremio por tres días.

  La misión que tome es simple. Trata de pelear contra un sujeto en un ring de batalla mágica. Por durar dos minutos en el ring pagaran 500 yenes y por ganar pagaran 2.000 yenes. De hecho en solo un minuto entro al ring y la verdad, la misión es tan solo ser el oponente del “Masacrador” campeón del ring.

  El “masacrador” está en el ring. Le gano a otro sujeto. Me presentan, bla bla bla y empezamos. El hombre es un mago de transformación de bestias Míticas. Tomo la apariencia de un ogro y se aproxima a mí para golpearme. La cosa es que no hay reglas para el tipo de magia que se puede usar, mas no seré injusto atacando con técnicas como “Gladiador terráqueo”.

  Las marcas cafés se apoderan de mis piernas. El hombre golpea pero yo esquivo el golpe y salto dándole un rodillazo en la barbilla. Este tipo no pareció recibir daño, solo por ello creo que aguantará un ataque mayor. Sonrió y me agarro para lanzarme al otro borde del ring cayendo de pie. Aun con las marcas cafés en mis piernas vuelvo a saltar hacia él. Él pone su mano en medio de los dos buscando agarrarme pero yo pateo su mano desviándola para luego girar y darle una patada en la majilla. Con este golpe certifico que su resistencia es grande. Las marcas en mis manos aparecen y tomando su distancia abro un agujero bajo sus pies logrando que esta caiga dentro de este. Lo aprieto con la tierra intentando que no se libere.

-          Ríndete.

-          ¡JA!

  Él tuvo la oportunidad. Agrupe magia en mi mano y la cerré para dar un golpe. Cubierta por marcas cafés y polvo me dispongo a golpear. Doy el golpe en el aire en su dirección. Todo lo que se pudo ver fue algo brillar y la tierra cuartearse como si de la presión de un golpe la hubiese golpeado. Él hombre perdió su transformación y declararon K.O. lo saque del agujero y devolví el ring a como estaba.

  Lo que paso fue que use mi magia para crear un pulso de polvo que puede crear una presión tal como recibir el ataque de una bala de cañón.

  Además de saber que mi magia es única, descubrí que es de primer origen, es por ello que es fuerte a pesar de mi corta edad. La magia de primer origen es fuerte aun si las reservas mágicas no son grandes, es una magia que nace del deseo propio. A diferencia de la magia de primer origen, la magia de segundo origen es aquella magia que es enseñada, es decir, que aprendemos por otra persona o ser, como es el caso de Natsu como Dragón Slayer. Solo por ese detalle es que puedo estar cerca de ser un mago clase A cuando mi reserva mágica es muy inferior a una de estos magos.

  Antes de llegar aquí creí que perdería, es decir, creí que me enfrentaría a un mago más preparado o más experimentado en la lucha mágica, pero, viéndolo desde un punto crítico… ¿Qué mago preparado y fuerte estaría tanto tiempo en un ring y no en un gremio de magos?... la respuesta es simple: Ninguno. Solo un mago débil estaría en un ring de lucha mágica solo para entretenimiento del público. Por ello solo pedían en el afiche magos de clase “B”. Además de que su técnica se basaba únicamente en la fuerza bruta.

-          Aquí están tus 2.000 yenes.

  Ya estoy llegando al gremio. Ya anocheció y aunque no avise a donde iría, creo que están conscientes que puedo defenderme solo.

-          Ya llegue – entre en el gremio - ¿Ya volvió Macao?

-          Sí, Natsu y Lucy lo trajeron. – respondió Mira-san.

-          ¿Lucy? – pregunte confundido.

-          Natsu la invito a ser parte del gremio. Mañana la conocerás. – dijo Gray levantándose de una de las sillas de la barra.

-          Sí. Los demás se fueron a casa temprano y otros tomaron misiones. Por eso el gremio está vacío. – aclaro mira-san.

-          Y tú ¿Dónde estabas? – Pregunto Gray - Son las 8:46 pm.

-          Es cierto. Mira-san, ten. – le extendí el dinero y tanto ella como Gray me miraron confundidos. – es la tercera parte del pago de esta misión. – esta vez le extendí el afiche de la misión.

-          ¿pero cuando…? – conto el dinero – vaya vaya, pero si ganaste la lucha. – sonrió.

-          En un minuto trece segundos – solté orgulloso irguiéndome con una sonrisa en mi rostro.

-          Excelente, y solo por eso te hare un obsequio, ¿Qué te gustaría?

-          Pedirá lo que quiera mañana. Erza me pidió que estuvieras en cama más tardar las diez, así que nos vamos.

-          ¿Erza qué? No… ¿Por qué? Aún falta mucho para las diez.

-          Siempre tan maduro ¿y ahora te portas como un crio? – Dijo gray con una gran sonrisa en su rostro.

  No sé qué es lo que le hace tanta gracia.

-          Y lo adorable que se ve así. – comento Mira-san con su típica sonrisa.

  Yo estaba rojísimo y por el comentario de Mira-san. Gray se sonrojo y su sonrisa se borró tan rápido como me miro. Me tomo en sus brazos y empezó a caminar.

-          Nos vemos Mira-san. – se despidió Gray.

-          Adiós chicos.

  No me salen la palabras, estoy nervioso, avergonzado y mi corazón no para de latir como si quisiese salirse de mi pecho. Estoy atónito, sonrojado por mil. No sé porque me siento así, ¿Acaso es esto a lo que Erza se refería cuando me dio la charla de lo que se siente estar enamorado? Estas reacciones en mí y esta sensación de ser feliz solo con estar cerca de esa persona, el sudor en las manos, la aceleración de los latidos del corazón, el no poder pensar en algo que no me recuerde a dicha persona cuando no está cerca, y si es así ¿Estoy enamorado de Gray? No sé claramente lo que es, nunca me había enamorado antes ¿Siento amor por Gray?

  Han pasado varios minutos desde que salimos del gremio. Gray se detiene y me baja dejando de cargarme entre sus brazos.

-          Haru, súbete a mi espalda por favor – pidió.

  No lo contradije, me encantaba sentir el color que emana su cuerpo, me encanta su olor levemente a limón con vainilla y levemente a sudor. Siento como mis párpados me pesan, el sueño me está dando guerra, pero no es tanto el sueño lo que me estuviese ganando, era más bien el olor que emanaba el cuerpo de Gray lo que me traía adormecido. Dejo mi cabeza posarse entre el cuello de Gray y es aquí donde su fragancia es más fuerte. Una fragancia a vainilla con un acentuado pero grato toque de limón, pero sigue siendo un perfume suave.

-          ¿Por qué te molestaste por el comentario de Mira-san? – pregunte somnoliento.

-          No me molesté.

-          A mí no me engañas... Un poco más de un año cono…cien… do… teee – bostece – es suficiente tiempo para saber que disimulaste tu enojo con una seriedad por falso apuro. – dije lentamente por el sueño.

-          Solo quiero que seas mío – susurro.

-          Pero soy tuyo, Gray. –volví a bostezar mientras Gray dio un respingo al escuchar la frase. –Soy tu amigo, de cierta manera eso me hace tuyo.

  Gray no contesto. Yo tengo los ojos cerrados pero aún estoy despierto. Quizá no estoy del todo consciente de mis palabras, pero sé que lo dicho por Gray y mi respuesta pueden mal interpretarse, pero también sé que esa mal interpretación hizo latir mi corazón fuerte y claro. Pude escuchar una cerradura y sentir a Gray moverse. El lugar era frio. Abro mis ojos encontrándome en el interior de una casa que no conocía.

-          Esta es mi casa. Si te voy a cuidar, será en mi territorio, no en el de Erza. – dijo prendiendo las luces.

  Gray tiene una casa hermosa. La sala tiene ventanales que tocan tanto el piso como el techo. Noto que tiene muchas decoraciones de cristal, las paredes pintadas de azul oscuro con los pilares y bordes de las paredes en color blanco, el piso es de mármol pulido en color champan, alfombras blancas, dos sofás de cuero negro y la mesa de la sala es de cristal al igual que el candelabro que cuelga sobre esta, y en una esquina entre los dos sofás una mesita de porcelana con un cristal redondo sobre la mesita y sobre la mesita una lámpara de porcelana pulida. La cocina separada de la sala por un mesón, solo tenía materiales metálicos: cocina, nevera y demás artefactos. No es una casa muy grande, pero si espaciosa. La sala tiene dos puertas las cuales pienso yo que son habitaciones.

  Gray camina hasta la puerta más cercana a la puerta principal y esta, efectivamente, es una habitación; muy bonita y cómoda hace falta decir.

  Gray me coloca suavemente sobre la cama como puede y se sienta a un costado. Quitándome los zapatos y calcetines para luego recostarse de lado en la orilla de la cama para mirarme con cierta ternura en sus ojos.

-          Dormirás aquí. – dijo Gray en voz baja.

-          ¿Y tú? – pregunto adormecido.

-          Pues en el sofá. – responde sonriendo con el mismo suave tono de voz, pero al ver a Gray buscar para levantarse, tome su mano y lo hale haciendo que cayera sobre la cama. - ¿Haru? – pregunto subiendo su mirada para encontrarse con la mía.

-          Quédate.

Notas finales:

Espero que les haya gustado.

Este fic no es solo peleas pero quiero que entiendan que este fic lo hago más como si creara un manga que una historia enfrascada en dos personajes. Solo quiero que lo sepan.

Otra cosa es... Kari, no puedo agregar lo que me pediste, es muy pronto para eso. Y responde al Facebook. No te desaparezcas.


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