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ESPECTRO... DE DOLOR L2 por Lory Backon

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Notas del capitulo:


Prox. Cap.
La asamblea de Londres llega a la Rioja pero acaso serán bien recibidos o Elliot es enemigo de esa asamblea?

Gracias por leer y por comentar!



Ella se acercó a mí despacio, las maids habían al alba quitado todas las cortinas de la habitación... El sol se había dejado ver en su esplendor y el único sitio seguro era a mi lado en mi cama.
- Stephan... Yo...
Negué con la cabeza, aún seguía aterrado y ella dio media vuelta para regresar a su sitio el cual estaba a casi nada de qué le pegara el rayo del sol crudo. No quería estar con ella pues no dejaba de pensar en aquella forma espantosa, no quería sentirla cerca pero sabía que tenía que conservar la calma, algo en mi interior me decía que esa no había sido ella, y que tanto sufrimiento le había causado a ella como a mí lo que había sucedió hacia unas horas.
- No digas nada Layla por favor.
Le hice la seña de que se sentará a mi lado sin mirarla. No quería verla por que me pondría a llorar de nuevo.
Ella obedeció y se sentó a mi lado muy despacio, yo me enrede en la cobija nuevamente intentando tapar mi desnudez que le causaba asco seguramente y me recargue en su hombro, Layla era un monstro en verdad, esa idea no dejaba mi cabeza en paz, cerré los ojos e intenté dormir, estaba rendido.
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Del Libro de Layla
Trato pasajero.
-Así que has venido en cuanto se puso el sol a decirme que quieres hacer un trato Laïla?
- Oui.
- Que trato?
- Yo por el.
- Ah?- Sonrió de manera pícara Yves.
- Yo por el.
- Tu por el? Explícate.
- Yo me quedó tú le dejas ir.
- Por que habría de hacer algo así mi adorada muñeca?
- Por que tu buscas restablecer la asamblea, no es así? Tu buscas que los actuales y pocos aristócratas que quedan de la vieja y gloriosa Francia te reconozcan, buscas contratos con líderes y sabes que no hay mejor carta de presentación que una hija de Lilith, en cambio el chico es del maestro y el no te va a ayudar en mucho; por el contrario si el maestro descubre lo que hiciste vendrá directo por tu cabeza. Pero escucha Yves no será fácil entiendes? Quiero que le dejes ir y que me trates bien, entonces yo haré las cosas a tu modo, sabes cuál fue el fallo de Zephyr? El creía que todo y todos éramos de su propiedad y por eso le pasó lo que le paso, pero si tú difieres de aquella forma de llevar la asamblea veraz que funciona.
- Es cierto lo que dices mi adorada muñeca francesa pero hay algo que todavía no me aclaras, como se que no me vas a traicionar de la misma manera?
Sonreí, ahí estaba el primer punto de quiebre.
- Por que soy una hija de Lilith, ambos sabemos que soy mucho menos fuerte que tú. Es del dominio de todos que las lilims no somos tan fuertes como los espectros...
- Quiero una prueba de tu sumisión.
Mire hacia la ventana, el sol ya estaba en las últimas, el rojo sangre recorría París y tornaba la cuidad en un hermoso baño de sangre.
- Entonces?
Yves me miro y yo sonreí.
- Si viene el líder de la asamblea de Londres y ve como le tratas no te perdonara.
Por un momento este cambio el gesto, fue un momento muy fugaz pero ahí estaba, el pánico ante ese pequeño albino, sonreí y fingí no haber visto el horror en su rostro, el se forzó a sonreír y dijo.
- Y tú acaso me defenderás de el?
- Por supuesto que mejor prueba de mi lealtad, claro, siempre y cuando no demores mucho en decidir y cumplas el tratarme bien.
Yves me miro con picardía y poso su mentón en sus puños en un gesto sumamente infantil. Yo en cambio me senté en su escritorio y subí mi vestido para mostrar el muslo.
- Dime qué no es un gran trato Yves, todos ganamos.
- Si me traicionas estás muerta. Soy mas fuerte!
Dijo este ofreciéndome aquel brazalete que había llevado siglos atrás, este indicaba que pertenecía a la realeza francesa. Lo tome y me lo puse, este se levantó y dijo:
- Antes de eso, quiero jugar un poco con el muchacho, quiero probar de su delicioso fruto y como aliada no intervendrás.
Yo me quedé quieta en aquel estudio, sabía que de nuevo intoxicaría a Steph y no deseaba verle de nuevo así, tampoco deseaba volver a estar en la misma posición de ayer.... Me crucé de brazos y pedí a Dios que le ayudará a ser fuerte, el resto debía dejármelo a mi.
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Del libro de Elliot.
Adiós amigo lobo.
Habíamos tardado un par de días en llegar a Louvre debido a la vigilancia de espectros, que estaba perfectamente bien montada, esos franceses no se andaban por las ramas... Recorrimos Louvre de noche pero no había ni un espectro ahí, Kuri estaba histérico desde que el pequeño hijo de Bree había relatado que Stephan se había marchado con una señora que había conocido en una juguetería de Mónaco y su pequeña hija de ojos raros. Bree estaba hecha una furia ante el ataque francés a su hijo y tuve que calmarle y decirle que nosotros nos ocuparíamos de la asamblea francesa. Al cruzar la frontera acompañado de Kuri; percibimos el rastro que el perfume de Layla había dejado para nosotros, París era el destino, la cuidad de la luz y el amor. Pasamos la noche en Louvre y a la noche siguiente fuimos a Versalles la guarida más cara y lujosa de todos los espectros en el mundo. Versalles era enorme y habíamos trazado un plan para atracar desde las tullerias del rey y dividirnos, pero no fue necesario ya que en la puerta dorada de Versalles estaba Layla cargando un bulto humano al hombro.
- Layla....- Dije en un tono bajo y esta me dirigió una fría mirada. De inmediato supe que había abusado de el.
-Layla que ha sucedido?- Pregunto Kuri al ver de quién era las piernas que sujetaba la hija de Lilith con firmeza.
Yo le hice una seña a Kuri para que se callara y este obedeció de inmediato.
Layla camino a paso lento pero firme hasta nosotros y colocó con un cuidado supremo al rubio que venía envuelto por la parte superior en una colcha delgada, estaba inconsciente y parecía tener moretones por todo el cuerpo.
- Llévenselo lejos, nadie los seguirá mientras no vuelvan la cabeza hacia atrás, salgan de Francia lo más pronto posible.
- Layla- Interfirió Kuri pero ella lanzó una mirada feroz.
- Kuri, lleva tu a Steph.
- Pero Elliot...
- Obedece- Dije entre dientes.
Kuri levantó al rubio en su hombro, sus piernas tenían moretones violáceos y magulladuras.
- Todo eso lo hice yo...- Dijo Layla y dio media vuelta- No regresen.
Esta avanzo hacía la entrada de Versalles y un momento antes de que desapareciera abrió un canal de comunicación con mi mente pues al parecer quería decir algo que solo podía escuchar yo.
- El cielo no es suficiente para mi, adiós amigo lobo.
Yo hice una reverencia a la chica y sonreí, Layla en si era un crimen, una maldición y una asesina; todo eso empaquetado en el cuerpo de una hermosa mujer que sería siempre joven.
Al fin desapareció y Kuri estaba furioso.
- Que demonios le hizo a Steph? Elliot por que no dijiste nada? Layla nos ha traicionado!
- Vámonos Kuri, recuerda que si volvemos la mirada atrás aunque sea por un segundo ellos vendrán detrás de nosotros.
- Pero podemos vencerlos!
- Por ahora es mejor llegar a La Rioja, poner a salvó a Steph y luego marchar a Londres, solo en nuestro territorio Steph estará a salvó.
- Pero...
- Andando! Yuri nos espera en la frontera y no podemos dejar que el amanecer nos alcance.
Salí a mi máxima velocidad y sentí como Kuri me seguía con Steph en el hombro, ambos viajábamos a una buena velocidad, suficiente para llegar antes del amanecer a La Rioja sin dañar el cuerpo del rubio.
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Del libro de Layla.
Un encuentro extraordinario.
Lo recuerdo bien... Ese pasado que no me dejaba en paz....
Estaba harta, hastiada, las edades de la tierra me causaban pesar y aburrimiento, había escapado del lilim para dejar de ser presa de aquella maldición, había causado disgusto a mi madre, a mi padre y al cielo donde vivían aquellos que servían a la luz, pero aún así lo había logrado, había encontrado mi lugar aunque de una forma ridícula, como trofeo barato para los reyes de Francia, ser su consorte, elevarles su ego pues se " acostaban con una hija de Lilith" Miraba a sus esposas y a sus hijos recién nacidos y sentía más ganas de cogérmelos para causar ese sentimiento de abandono en aquellos que ellos dejaban atrás al estar en mi cama. Zephyr me había acogido bien, me había llenado de lujos y de amores carnales que me profesaban adoración absoluta pero vacía y carente de sentido. Me amaban por mi apariencia, por mi sensualidad y por mi naturaleza fogosa pero nada más. Luego vino aquel hombre, Milou, el me había hechizado, quería una vida a su lado pues en su compañía me sentía como si estuviera en el cielo, un lugar al que jamás iría, pero entonces Zephyr lo arruinó, maldito día en que me permití descargar mis instintos pasionales contra el humano... Su sangre aún retumbaba en mi boca, su delicioso sabor a óxido, su tibia sangre....Hasta su terror me supo a un manjar. Pero no le perdonaría a Zephyr su ofensa, estaba sumergida en mi miseria y mi cólera cuando él se me presentó.
- Si, a veces el cielo no es suficiente para mí.
- Ah?!
Un pequeño albino de no más de seis años y ojos rojos, yo ya lo había visto un par de veces pero en esos tiempos sus ojos eran de otro color, era aquel que había terminado con su propia asamblea. Su mera presencia era algo aterrador incluso para una hija de Lilith como yo.
- Para mi el cielo no es suficiente mi pequeña muñeca francesa, los espectros confunden la idea del cielo, creen en esa noche de San Silvestre donde las cosas son renovadas, quieren y se obligan a creer pero qué tal si cuando llegas ahí, solo es de un color azul más o quizás menos intenso. Qué tal si no hay nada más allá? Solo el vacío azul. Entonces tus esperanzas sobre el cielo y lo que has encontrado, por que además creer que lo has encontrado como para motivarte tal cual si fueras un humano, entonces todo se pierde y te lleva consigo.
Sonreí ante su declaración de amargura.
- Acaso no es usted ese que llaman totschläger?
- No se por que todos insisten en ese nombre tan horrible?- Este sonrió- Madmoiselle puede llamarme Elliot, pero si, ese soy yo.
- Pues si viene a la asamblea de Francia a tratar cualquier asunto déjeme decir algo, yo soy Laïla hija de Lilith y pienso vengarme de ellos. Sea que quiera aliarse con ellos o destruirles se va a enfrentar a mi.
- Eres muy linda para ser tan rencorosa madmoiselle Layla. Solo recuerde la regla primordial para evitar una guerra entre Lilims y espectros, deja uno vivo, así no te podrán acusar de que liquidaste a una asamblea completa y si gustas y tanto es tu rencor yo me encargare de perseguir y liquidar de manera dolorosa al que usted deje.
- Es Laïla.
- Si, pero suena mejor Layla así que te llamaré Layla.
- Como desee messie Elliot, pero se lo advierto esta asamblea es toda mía y descuide que me se la regla perfectamente bien.
- Bien entonces jamás me atrevería a dejar a una dama sin su diversión, en realidad es frustrante por que había venido exclusivamente a destruir su asamblea, incluida a la hermosa cortesana del rey el cual según el pilluelo espía que mandaron a mi territorio, era una diosa sexual y la manzana más deliciosa de su Edén, yo venía a probar y a comérmela completa pero al parecer la manzana está algo podrida.
- Así que había venido a probarme y liquidar me? Vaya que poético...
- Lo se madmoiselle pero ahora es un plan que quedó en el pasado, ahora vengo a invitarte a ser parte de mi asamblea.
No pude evitar reír.
- Messie Elliot tiene una asamblea?
- Algo así.
- Algo así?
- Es como algo parecido a eso pero es un lugar donde todo quizás es nada madmoiselle, donde uno puede ver solo aquello que desea y donde sobre todo la paz debe sobreponerse a cualquier cosa.
- Suena a algo muy cerca del cielo.
- Suena, aunque aún estemos sujetos a la tierra madmoiselle. Y atrapados en el infierno.
Mire el oscuro cielo, tan cercano para los humanos pero tan lejano para las de mi especie. Si tan solo mis alas sirvieran para irme volando a aquel lugar, elevarme en un plano superior y no solo para volar.... Flotar como una bolsa al viento.
- Ah- Suspire- Solo quiero poder respirar de nuevo.... Olvidar lo pasado... Mirar la luna sin recordar nada.
- Si desea unirse es bienvenida madmoiselle, mi asamblea no tiene un pasado, todos hemos visto muchas cosas en el pasado pero, aunque uno nunca puede perder su pasado, si puede elegir no mirar nuevamente atrás, sino solo adelante, y todos miramos la luna sin importar lo que ha pasado... Cómo lobos.
- Lobos....
El niño me extendió una tarjeta y se marchó. Mirar adelante? Mirar la luna como lobos? Como podía hacerlo si había perdido mi futuro. Di media vuelta y entré de nuevo en el santuario de la asamblea.
Volví a acostarme con el monarca, quería llorar pero yo no podía llorar nunca más, ya no reconocía el dolor, pero quería dejar realmente mi pasado atrás.
Hice lo propio con Zephyr y después abandone la asamblea, no era más Laïla la concubina del diablo, no! En otra vida, en otro sueño ya estaba, cambie mi nombre por uno no muy diferente, entregue todo lo que me quedaba, todos mis recuerdos los dejé atrás; comenzaría a vivir una mentira tranquila.
Llegue a aquella casa y tuve relaciones sexuales con el amo de la asamblea de Londres, era mi advertencia de lo peligrosa que podía llegar a ser si el me fastidiaba.

Sentía en el rostro el frío de París, la fría noche de París, tome la cabeza del penúltimo espectro de la asamblea y la arranque de su cuerpo, vi su esencia demoníaca salir, acaso intentaba huir? Patético!
Había terminado lo que hacía siglos me había negado a hacer, había terminado con casi toda la asamblea que me había acogido cuando escape del lilim.
- Tu maldita arrogancia Yves, es lo que te llevo a la destrucción- Dije como si pudiera escucharme- Si no te hubieras confiado de que yo era una mujer, quizás hubieras podido ver qué no solo soy hija de Lilith pues es un hecho que las lilims somos más débiles que los espectros de asambleas pero mi padre es Baal Adramelek y por lo tanto soy tan fuerte como un espectro de clase media como tú....
Yo había ofrecido quedarme de nuevo al servicio de la asamblea de París y evitar el ataque de Elliot a cambio de que dejaran ir a Stephan, que si bien no lo podían matar pues era en contra de la ley si lo podían torturar y volverlo loco que era peor aún, Yves había sido muy ingenuo en creerme, hacía cinco días que le había entregado a Elliot y a Kuri al rubio completamente sedado y de ahí a la fecha había cumplido mi palabra de ser aliada de la asamblea, incluso me acosté con unos cuantos descendientes de la antigua realeza, un par de hombres de negocios que después de un acoston conmigo le firmaron el contrato a Yves de inmediato, este se mostró feliz y me obsequio un rubí enorme, que imbécil, como si a mi me hicieran feliz esas cosas.
Al alba de la quinta noche y justo cuando todos estaban en sus aposentos me metí en los de Yves y me lo tire de una manera tan descomunal que cuando le atraje hasta la ventana y desplegué mis alas el aún estaba embobado de mi maestría en las artes sexuales. Sonreí para el y enrede un poco mi cuerpo en la gruesa cortina de una manera pícara para que creyera que jugaba ... Este sonrió de lado y mostró uno de sus colmillos, Yves era un tipo lindo pero fue un completo imbécil al creerme. Tire de las cortinas y mis alas se hicieron de inmediato una especie de cobertura con la tela, el sol del mediodía abraso a Yves y yo lo sujete con fuerza a aquella ventana, el desplegó sus alas pero estás no eran ni más grandes ni más negras que las mías, comenzamos a batallar y este me dio un par de golpes que resistí, yo lo impacté contra el cristal y salió volando, vi a los parisinos que estaban por ahí salir corriendo horrorizados, Yves estaba achicharrado pero aún así se levantó y yo dejé salir mi forma más horrorosa, este intento golpearme pero muy a tiempo lo detuve por el brazo, le hice caer de cara y le arranque de un tirón las alas con mis garras. Luego rogué a mi padre por su protección y le arranque la cabeza y vi su esencia salir huyendo sin éxito ante un sol descomunal que había cegado los alrededores de Versalles. Ofrecí a mi padre el cuerpo de Yves y me adentre al palacio por los demás espectros....
Eso había ocurrido hacia unas horas y como dije antes este era el penúltimo, faltaba la pequeña Justine pero eso se lo dejaría al buen amigo lobo.
Salí de Versalles al atardecer, amaba Francia, amaba París, era la cuidad más hermosa que el hombre había construido; amaba sus costumbres y a los parisinos pero no regresaría en mucho tiempo... Quizás nunca, nadie podría saberlo ni decirlo.
Había mostrado mi verdadero ser al humano que más amaba, le había poseído a la fuerza, me había dado asco esa posesión y no podría quizás nunca estar cerca de el nuevamente debido a esa repugnante experiencia y debido a eso no podía volver a Londres, no era justo para el ni para mi.
- Si al menos hubiera podido vivir con el como de verdad quería, si pudiera tan solo tratar...Entonces sería el cielo... Me hubiera gustado que me llevarás ahí.
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Había dejado un letrero junto al baúl de plata donde se encontraba la última sobreviviente de la en unos momentos extinta asamblea de París.
Layla se había marchado dejándome al último para aniquilarlo. Mire el letrero una y otra vez y sonreí...
Abrí el baúl y el espectro que había dejado era uno de los que más disfrutaba matar y comer... Levanté a la pequeña de los cabellos y dije.
- Hola Justine, hija de Asmodeo, dime algo... El cielo no es suficiente?
Tal cual Layla había escrito.
" El cielo no es suficiente, si cuando vaya... ya no puedo recordarte"

 

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