- Ay bebé, no puedo creer que te vas de nuevo!
- Vamos mamá tranquila, mira lo bien que me fue cuando fuimos a Italia.
- Si bebé pero... Steph, hijo, Japón es algo lejos no?
- Si pero mamá, es mi trabajo, además nunca he ido a Japón.
- Bueno eso sí, es muy bueno que viajes y conozcas, a tu edad es normal pero... Es que tú salud aún es frágil.
Mi mamá me busco la mirada, yo tome sus manos entre las mías y la mire con resolución.
- Te prometo que me voy a cuidar mucho de acuerdo? La vez pasada lo hice y esta vez también mamá te amo.
- Ay bebé te amo también, eres mi todo!
La noche siguiente Kuri paso por mi en un Audi R8 rojo con blanco, me ayudó a meter mi equipaje y saludo a mi mamá.
- Descuide señora Joggar lo cuidaremos con nuestra propia existencia.
- Como es que Layla no vino?
- Ammmm... Bueno es que le surgió un contratiempo pero descuide ella nos encontrará allá.
- Bien- Dijo mi mamá y me beso la frente de puntillas- Bebé llámame en cuanto llegues de acuerdo?
Yo asentí le di un abrazo a mi mamá y me subí al coche junto con el peliazul.
Este condujo a una velocidad normal hasta Heathrow, de inmediato abordamos un Jet Falcón que era supremamente elegante.
La tripulación consistía en Kuri de capitán y Samael de primer oficial, Yuri en cambio era sobrecargo pero la sorpresa me la lleve yo cuando vi al ojiverde prendado del cuello de Samael.
- Theobald?!- Solo decir su nombre me dio escalofríos, pensé en la última vez que le había visto. Theobald era malo.
- Quien es este?
Pregunto el chico a Samael, el cual solo beso su frente y dijo.
- El es Steph, tu tío Steph y el que te va a cuidar durante el viaje querido.
- Parece un tonto, no quiero estar con el- Dijo encaprichado.
- Que?- Me había llamado tonto?
Yuri se me acercó y me dijo al oído.
- Steph, la mente de Theobald ha sido reducida a la de un niño de tres años o cuatro por favor se amable con el, es importante para Samael.
Qué? Su mente había sido reducida a la de un niño de tres o cuatro años? Por que? Quien?
- Lo hizo el propio Samael para evitar que Theobald enloqueciera más, estaba muy enfermo de la mente, su cabeza solo respondía al odio y el tomó esa medida antes que la santa sede tomara cartas en el asunto así que por favor puedes ayudarnos a cuidarle?
Yo solo asentí y salude a Theobald tímidamente pues aún me daba un poco de miedo su mirada, este se quejo sin importar que yo le escuchará.
- Tiene cara de niña tonta, no quiero, quiero estar contigo!
- Que?- Aún era un chico muy grosero.
- Theobald no se puede, tengo que trabajar y Steph es muy amable en ayudarme a cuidarte por favor pórtate bien con el quieres? Si no eres bueno con el no volveremos a salir entiendes?
Theobald asintió en un gesto infantil y suspiro al verme, luego de eso me ofreció su mano y yo la tome.
- Ven Theobald vamos a sentarnos quieres?
- Ya que!
El viaje transcurrió sin ningún inconveniente, a media noche Theobald cayó rendido ante el sueño y yo pude acercarme a platicar con Yuri.
Este me contó lo que había sucedido con Theobald, me dijo que para Samael había sido una desicion muy difícil pero era eso o enfrentar al maestro.
- Samael tal cual Sid siempre iba a luchar por proteger lo que más ama.
Yo mire a Theobald, lucía tan dulce mientras dormía, que me parecía un sueño todo lo que este había hecho, bueno no es que yo hubiese hecho mucho por mejorar la situación pero es que sin Sid todo me parecía tan difícil , aún a veces pensaba que sería mejor pasar de todo, quizás así Sid no tendría tantos problemas.
- Steph no pienses esas cosas, Sid seguramente está buscando arduamente lo que es tuyo. Él está luchando por ti, Sid nunca se rendiría, nunca dejara de pelear por regresar a ti.
- En serio? En serio crees eso Yuri?
- Si. Vamos no te desanimes!
Yo asentí y regresé a mi lugar para intentar dormir.
Desperté con el anuncio de la voz de Samael que indicaba el aterrizaje, Yuri le abrochaba el cinturón de seguridad a Theobald el cual seguía dormido a profundidad.
Una vez en Japón, pasamos por migración lo cual para mi fue fácil por ser inglés, los japoneses eran realmente amables con los ingleses. De inmediato Yuri nos tomo a Theobald y a mi de la mano y salimos a un estacionamiento para bordar una camioneta Subaru Impreza de modelo reciente en color negro.
- Steph por favor ponle el cinturón a Theobald y cuídalo quieres?
Yo asentí y me encargue de que Theobald tuviera puesto el cinturón, este comenzó a llorar y a patalear por que se le había despertado al bajar de la aeronave y en el coche por que quería a Samael.
- Yuri, y los demás?
- Nos alcanzarán en el hotel, ellos deben entregar el papeleo de tripulación y buscarán donde resguardarse; el sol no tarda en salir y necesitamos llegar al hotel en Tokio ya mismo.
- Bien!- Dije yo e intenté calmar al ojiverde- Vamos Theobald se buen chico y cálmate, Samael tiene que hacer unas cosas pero ya viene, para de llorar.
- No! Tú eres tonto! Quiero a Samael! Samael!
- Mira te propongo un trato, si te calmas jugamos a un juego muy interesante...
El chico me miro intrigado y dijo...
- A que?
- Bien vamos a jugar a algo que seguro te va a gustar, es el juego de los animales....
Yo sabía muchos juegos para niños debido a que mi mamá siempre había jugado mucho conmigo cuando era niño, pues yo era su único hijo y siempre tenía su atención. Con ese juego de los animales lo entretuve hasta que llegamos al hotel donde estaba Elliot esperando.
- Elliot!
- Hola Steph te toco ser niñero?
Yo asentí y Theobald tiró de mi camiseta.
- Quiero ir al baño.
- Ah?
- Samael me dijo que avisará cuando quisiera ir al baño y quiero ir ahora!
Yo puse cara de aflicción y Yuri soltó una risita.
- Vamos pues!
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Del libro de Elliot.
DE conejos y de nubes P1
- Han caído rendidos Elliot.
- Seguro que si, por la noche nos iremos Kuri, tu y yo a Nagano, en tanto Steph y Theobald se quedan al cuidado de Samael.
- Si, aunque seguro a Steph no le va a agradar nada de nada el que le dejemos con Samael.
- No tenemos otra, además de por sí ya es muy peligroso todo esto.
- Si, pero ya sabes cómo se pone cuando le excluimos de nuestros viajes...- Dijo el peliazul con sarcasmo.
- Yuri a propósito, este viaje es...Tu último viaje con nosotros verdad?
El ruso miro a otro punto, yo sabía que no deseaba responder a mi pregunta- Ya hablaste con Kuri?
- Elliot no hay por que apresurarse.
-Yuri...
- No te preocupes, mejor dime, pudiste averiguar algo.
- Si, estos días estuve yendo a la base de la asamblea en Nagano y se que ellos están más que alerta ante cualquier situación. Sé que saben que no dejaré que se queden con mi Kanon!
- Bien dicho líder!
Yuri sonreía ya con tal falsedad que era imposible no sentirse estrujado ante su sonrisa.
_____________________________
Qué ocurrencias de Theobald ponerse así por un caramelo, es un mimado, y ese Samael! Ay si, ay si, soy un espectro muy malvado! Soy el hijo de Belcebú, el príncipe de las tinieblas y la maldad, pero eso si, un niño con mentalidad de cuatro años me mangonea durísimo! Uy si cómprenle su León!
Me senté en la cama de mi habitación y cerré la puerta para no escuchar sus lloriqueos, pues Theobald se había aventado una rabieta de proporciones estratosféricas debido a que quería un dulce de panda que había visto en la televisión y al no poder salir nadie del hotel, pues Elliot había dado esa orden entonces el mimado de Theobald perdió los estribos, a lo que Samael en lugar de disciplinarle; le abrazo e intentó calmarle la rabieta cosa que para nada funcionó, era ya muy perturbador ver a un veinteañero como Theobald comportarse de esa forma tan infantil como para todavía ver al señor de las tinieblas ablandarse de esa forma, así que decidí dejarlos enfrascarse en su pelea, prendí la tele y subí el volumen, genial todo estaba en Japónes! Yo sabía que existía algún botón para que al menos pudiera ponerle subtítulos en inglés pero no me llevaba muy bien con la tecnología así que mejor dejé la tele como estaba y me recosté en la cama la cual era muy cómoda.
Comenzaba como siempre a pensar en Sid, en cuando lo encontrara, me concentraba en pensar de una manera positiva cuando sentí ese piquete en el cuello, lleve mi mano derecha hasta aquel lugar y tome ese curioso artefacto. Un ... Un dardo?
Voltee a buscar el origen pero todo se volvió oscuro antes de que pudiera hallar al culpable... Sid protégeme lo prometiste...
Me dolía todo! Sentía náuseas y además el piso estaba frío y mojado...
- Donde estoy? Ouch! Dueleeee!
- Bienvenidos Stephan Joggar, se bienvenido a la honorable asamblea de Japón.
Reconocí aquella voz de inmediato, su inglés era bastante pobre pero subí la vista y vi a aquel chico japonés... Llevaba un elegante Kimono de hombre en color negro con flores púrpura bordadas de manera exacta, su Obi era color amarillo, realmente tenía mucho estilo el hombre!
- Akira?
- Akihito!- Corrigió el.
- Ah si lo siento. Pero ... Pero que hago aquí?
Eres el premio número dos del amo.
- Ah?
Intenté incorporarme poco a poco sin volver el estómago.
- Descuida, siéntate y descansa, el amo aún no requiere de tu presencia.
- Oye Akira dónde está Kanon? Por que hacen esto?
- Es Akihito! Eres un inglés idiota acaso? No tengo problema de darte explicaciones pero si tanto quieres ver al amo Fuyuhito bien puedo arreglar que te hospedes con el.
El japonés me tomo por el brazo de manera ruda y a empujones me saco de aquella celda, yo no podía ver por donde íbamos y tropecé varias veces, este continuo empujándome escaleras arriba, salimos por una pequeña puerta de madera vieja que estaba pegada al piso y atravesamos unos salones para volver a subir unas escaleras hasta llegar a una habitación que estaba sellada con unos pedazos de papel y símbolos chinos.
Este recitó un conjuro y la puerta se abrió de inmediato, el me propinó un nuevo empujón y yo caí de nalgas al suelo.
- Auchiiii! Bueno ya estuvo bien de tanto empujarme!
- Humano idiota ahí está lo que buscabas... Amo Fuyuhito tiene vista!
- Ah?
Volví la cara y la escena fue desgarradora, no quería verla en verdad, si Elliot llegaba a dar con el paradero de este lugar de iniciaría una guerra segurito. Mire a aquel hombre que siempre me había parecido tan estoico e intimidante, lo mire reducido a nada.
Kanon estaba solo con ese calzón japonés atado por una gruesa y pesada cadena desde el cuello hasta las pantorrillas, sus brazos estaban atados por detrás de su espalda y los grilletes en sus muñecas y tobillos estaban sujetos con una firmeza tan atroz que si hubiera sido humano sus extremidades ya no tendrían circulación sanguínea, estaba golpeado, muchísimo y además tenía un vendaje en la cabeza que le cubría el ojo derecho. Se miraba muy mal, su único ojo libre mostraba unos círculos violáceos alrededor como si estuviera muy cansado, note que sus pies estaban chamuscados y al parecer una de sus rodillas estaba dislocada y por la posición le era imposible devolverla a su lugar.
Corrí hacia donde estaba el, que solo me miro y yo tonta mente le pregunté.
- Kanon estás bien? Dime, estás bien?
Sus ojos negros solo me miraron y el tal Akihito río por lo que yo había preguntado, para luego decir:
- Los dejo disfruten su reunión a la luz del sol, charlen y después vendré a verlos.
- El sol!
Era cierto el amanecer estaría ya a unos minutos, maldición!
El tipo ese cerro la puerta, yo corrí a tratar de impedirlo pero al parecer estaba sellada de nuevo.
- No!- Grité enfurecido- Maldición!
Volví hacia donde estaba Kanon y me di cuenta de que estaba en mi mano ayudarlo a que el sol no le hiciera mas daño.
- Descuida Kanon esta vez yo te protegeré, de alguna manera lo haré! Por favor confía en mi!
Kanon volteo la mirada al piso y yo me hinque donde el.
- Por favor Kanon habla a mi mente, dime qué sucedió?
Este ya no me podía sostener la mirada, algo estaba muy mal...
El sol comenzaba a salir, mire por toda la habitación buscando algo para cubrirlo, algo, cualquier cosa; pero no había nada más, mire la puerta corrediza que daba hacia la terraza, quizás la pudiera cerrar. Intenté hacerlo pero no funcionó, está era muy pesada y no podía hacer nada! Maldición! Vi la línea que formaba el primer rayo de sol dorado y me desespere aún más... No había nada más que...Me mire a mi mismo y de inmediato me saqué la playera y los pantalones.
- Ahora lo haré yo por ti!
Puse mis pantalones sobre sus piernas a manera de que le cubrieran por completo aunque eran muy pequeños a comparación de su tamaño, pero de algo tenían que ayudar, luego me plante frente a él y rompí mi camiseta, la tome en mis manos y estire mis brazos para lograr cubrirle por completo.
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Del libro de Elliot.
Entrada.
Habíamos llegado a la entrada del castillo de Matsumoto en la prefectura de Nagano, un impresionante castillo de seis plantas y treinta metros de altura soportado sobre muros de piedra de siete metros que originalmente hubiera tenido un amplio foso bajo este. Uno de los castillos más hermosos de Japón por sus resaltantes muros color negro, además de que el castillo de Matsumoto tiene una estructura arquitectónica única, debido a que la torre principal está conectada con la torre menor del norte a través de un pasillo cubierto y con otras dos torres menores, de construcción posterior, llamadas tatsumitsuke-yagura que eran donde estaban los aposentos de su líder y la tsukimi-yagura, que era donde dormía el amante de su líder además de una ala específica para la contemplación de la luna; actividad que el líder de Japón prefería hacerlo al lado de su amante en turno.
Eran las dos de la madrugada cuando el teléfono sonó.
- Es Steph, se lo han llevado! - Dijo Yuri, el ruso me miro con severa preocupación.
- Dile a Samael que no venga, que cuide a Theobald, esta es mi pelea y no dejaré que nadie más mate a mis enemigos!
Yuri se volteo a hablarle a Samael y Kuri me observó con curiosidad.
- Elliot estás bien?
- Los voy a desaparecer a todos!
- Elliot mejor contrólate!
- Así que por fin se apareció nuestro invitado principal eh?
Yuri había justo terminado de colgar con Samael cuando los gemelos volvieron la vista pero yo no, yo sabía de quién era esa voz tan detestable.
- Takeshi- Dije entre dientes.
- Así que has venido al fin! Bien pues te diré una cosa de este sagrado puente; del Amenoukihashi no lograrás pasar.
Yo sonreí mientras ocultaba la mirada llena de odio.
- Yuri y Kuri, si desean ayudarme encárguense de los espectros chocarreros, cada miembro fuerte de esta asamblea es mío así sea solo un criado- Dije relamiéndome la boca, di media vuelta pues no quería darle la espalda y encaré al enemigo, el cual había venido acompañado de una horda de espectros de bajo rango a su servicio.
- Vamos Totschläger! Ven por mi!
- Todo este tiempo que ha pasado se nota ahora, aunque no queda mucho que decirte Takeshi.
Abrí los ojos como platos y deje salir medianamente mi poder, corrí a toda velocidad pues me estaba volviendo loco todo aquello, me inquietaba que ellos tuvieran a Steph y a mi Kanon así que le ataque a toda velocidad.
Cada que le hacía algún daño una especie de placer sexual me invadida, Takeshi era un espectro que servía a la asamblea de Japón y aunque era muy fuerte; este apenas tendría unos 200 años lo que para mi no era nada más que un chiquillo estúpido. Cada golpe ya fuera suyo o mío me excitaba más y más, se sentía bien de alguna manera.
Takeshi era persistente pero no fuerte y casi no me costó trabajo vencerle, invoque primero una maniobra donde me lo lleve hasta el fondo de aquel foso.
- Elliot por favor, baja tu temperamento! - Fue lo último que alcance a escuchar de Yuri- Debes hacerlo!
Al entrar al agua el vapor comenzó a salir, aguas de un templo sagrado! Qué bien!
Este intentaba zafarse de mi abrazo pero era muy tarde; le mordí el cuello y saboree su esencia.
- No! Por favor suéltame!
Muy tarde yo estaba enloquecido e inquieto, mi esencia vibraba de la emoción ante poder saborear una esencia tan inferior, era como un festín de comida chatarra.
- Sabes algo Takeshi, se siente tan bien tener una existencia tan inútil en mis manos... Ahora... He venido hacia ti y no quiero irme sin mi recompensa. No ahora que he regresado...
Atravesé su pecho con mis garras y le aferre por la tráquea haciéndosela pedazos con mis manos, luego de eso me trague su esencia... Deliciosa!
Al salir ya estaba ahí Ren esperando por mi.
- Señor totschläger lo siento pero usted se acaba de tragar lo mío.
Sus ojos me contaban que su esencia estaba llena de odio por mi y yo aún con el sabor de Takeshi, sonreí de lado y dije.
- Es mío gemelos, mío!
Ambos nos lanzamos uno contra otro, estaba tan excitado que apenas si supe del alba.
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Llevaba cuatro horas parado frente a Kanon con las manos extendidas intentando protegerle del sol, que había salido por completo desde las seis de la mañana, mis brazos me dolían mucho pero no me rendiría, miraba a Kanon y su semblante de que parecía que estaba dejando ir su vida era lo que me animaba a continuar cubriéndole del sol, pero Kanon no estaba vivo y aún así tenía esa expresión; por que?
Comenzaba a no sentir mis brazos cuando se abrió de nuevo aquella puerta. De nuevo era ese tío elegante y pretencioso de Akihito.
- Vamos nena el amo quiere verte.
Yo hice como que no lo había escuchado y no me moví de mi lugar.
- Así que uno es mudo y el otro sordo eh?
De igual forma lo ignore y me concentre en no dejar caer mis brazos que de por sí ya estaban muy cansados y si los movía un poco aunque sea no volverían a sostener aquella posición .
- Traigan al cara de chica!
- Ah?- Escuchar eso me enojo y entonces unos espectros vestidos completamente de negro al estilo ninja, solo dejando ver sus ojos brillantes y enormes me sujetaron con fuerza y uno de ellos hecho mi peso a su hombro, yo intentaba patalear y pegarle en la espalda aún con mis débiles brazos pero era obvio que mis esfuerzos serían completamente inútiles.
- Bájame! Bájame idiota!
Intenté enderezarme y vi que el tal Akihito tomaba a Kanon por el cuello y sin más le soltó un par de golpes en el rostro.
- No!- Grite- Kanon!
Luego de eso Kanon cayó ante el rayo del sol y su piel comenzó a sacar vapor, se estaba quemando!
- Kanon!- Seguí gritando- Kanon! Vamos resiste! Resiste! Hazlo por Elliot!
Nada más con decir aquel nombre Kanon volteo a verme, esa mirada me rompía el corazón, acaso se estaba dando por vencido?
- Llévenselo!- Ordeno el hombre que golpeaba a mi amigo- Yo me encargaré de poner cómodo al amo Fuyuhito.
- Eres una basura Akira! Basura!
Comencé a gritar en tanto me sacaban de aquella habitación y me llevaban a no sé dónde, en tanto a lo lejos escuché la voz de Akihito que enojado me corregía.
- Que no es Akira! Inglés imbécil!
Seguí pataleando hasta que al fin de recorrer la oscuridad en los hombros de aquel espectro este se detuvo frente a otros, susurraron algo en japonés que en definitiva no entendí nada de nada, solo pude ver que estábamos frente a una enorme puerta de plata con un grabado en símbolos chinos* que se leía así...
壱岐 一支国 月讀尊 まほらば大地降臨図 .
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