Una habitación de piso de jade y obsidiana negro, tres pares de columnas del mismo material que el piso adornadas con aros de oro en el principio y final de cada una de estas, hasta el fondo en el centro de la habitación había un par de escalones de madera que conducían hacia aquel atrio donde el espectro que me llevaba me tiro de nuevo de nalgas con toda alevosía.
- Waaaa! Dueleeee... Por que de nalgas? Terminaré plano!
Me queje ante las formas tan hoscas de tratar a un " invitado" pero desistí de mis quejas antes aquella risa musical.
Volví la cabeza y ahí arriba de ese atrio había una réplica exacta del trono del Crisantemo, tal cual. Exactamente igual al del emperador que estaba en el palacio imperial de Kyoto, yo lo conocía por que venía en las revistas turísticas del Falcón que habíamos abordado y que Yuri me facilito para intentar entretener un rato a Theobald.
- El emperador, coño!
Me rendí al piso y la risa aquella subió de volumen.
- Stephan Joggar, levántate.
Yo obedecí de inmediato al notar que el tono de voz pertenecía a una mujer pero no podía ver bien su rostro pues la oscuridad de aquel trono lo impedía.
- Quien es usted? Cómo... Cómo es que sabe mi nombre?
- Todos los espectros conocemos tu nombre niño, tú eres el nuevo juguetito de nuestro maestro.
Deteste escuchar eso de juguetito pues yo no era propiedad de nadie!
- Tu mismo firmaste un contrato con el maestro y tú alma le pertenece, así que si eres de su propiedad...
- Eso es cierto pero mi alma le pertenecerá hasta que me muera!
- Descuida el puede esperar un rato más, para el maestro la vida humana no significa nada.
Ella salió de aquella oscuridad y yo casi me desmayo, sentí como las fuerzas me abandonaban, era una mujer muy hermosa, su cabello negro y recortado en capas era tan largo que le arrastraba junto al kimono de seda de talle pequeño que llevaba, la palidez de su piel y sus ojos rasgados de color blanco, era una visión hermosa, era como la misma luna....
- Soy la misma luna Stepan Joggar, mi nombre es Tsukiyo que significa noche de Luna y soy yo la líder de la honorable asamblea de Japón.
- Señora Tsukiyo por que me ha traído aquí? Por que le han hecho eso a Kanon? Acaso no el iba a ser el líder de esta asamblea?
- Tu lo has dicho el iba, pero ahora es débil y eso es gracias al líder de la asamblea de Londres.
- Queee?! Se refiere usted a Elliot?
- Ese asesino es el que causo que la honorable asamblea de Japón perdiera su reconocimiento- Dijo con ira en sus palabras- Pero descuida pronto sabrás el por qué, eres muy lindo así que descuida no te haré daño.
La puerta principal se abrió de nuevo y entro Akihito con pasos firmes, al llegar delante del atrio se arrodilló y dijo.
- Si mi amo, ordene.
- Lleva a Stephan a su celda pero antes ponlo presentable, el asesino viene esta noche y no quiero que nadie ose decir que no se trató con respeto al juguetito del maestro K. Lo quiero tan hermoso y pulcro como un príncipe.
- Si amo.
Akihito se levantó y me tomo o por el brazo de una manera excesivamente ruda.
-No! No! Yo quiero ir con Kanon! Suéltame!
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Breves notas del libro de Yuri
Sin piedad.
Ren había sido un digno oponente pero no era rival para Elliot, con los primeros rayos del alba el estaba arrancándole la cabeza y chupando su esencia, yo había escuchado de la brutalidad con que este mataba pero jamás lo había visto en acción y en verdad era un espectáculo impresionante.
Un niño asesino, un niño de miles de años sediento de destrucción, sediento de venganza, ese era Elliot el líder de la asamblea .
El alba nos alcanzó y tuvimos que resguardarnos en un hotel de las cercanías, nada lujoso, solo aguardábamos en silencio al lado del líder que se miraba muy inquieto por que el atardecer llegara. Durante ese tiempo nadie dijo nada, ni Kuri ni yo hablamos, en si tampoco tenía yo mucho ánimo de charlar con mi hermano, ya habría tiempo para poner las cosas en su sitio o decir lo que había que decir. Al último rayo de sol eran ya cuarto para las siete de la tarde, salimos del hotel y nos dirigimos hacía el castillo de Matsumoto, el cual estaba sospechosamente tranquilo y silencioso.
Nos adentramos por el puente sin reservas de que alguien nos viera y nada más en la entrada las puertas se abrieron de par en par.
Elliot sin vacilar puso un pie adentro y nosotros le seguimos, este parecía conocer bien el castillo y sin perder tiempo llegamos a la entrada de la sala principal, donde había un par de espectros shinobis que de inmediato abrieron la puerta con aquella inscripción en kanji, y hiragana 壱岐 一支国 月讀尊 まほらば大地降臨図 que traducido se leería algo así como:
"El descenso a la tierra de Mahoraba nieto del dios de la luna sintoísta Tsukuyomi-no-Mikoto."
La puerta se abrió de par en par y fuimos a dar a la sala principal de la base de la asamblea de Japón.
Un sitio muy hermoso que contaba con aquella réplica del trono de emperador.
- Bienvenido sean miembros de la distinguida asamblea de Londres, bienvenido seas Nannar sensei.
- Tsukiyo.- Dijo Elliot tratando de contener la ira.
- Hacia cuanto no venías por aquí? Mil años? Más? Menos? Quien cuenta eh?
- Tsukiyo, no vine a charlar entregarme a Kanon y a Steph ahora y no te lastimare, solo matare a los de tu asamblea y séquito pero solo si me los entregas ahora!- Dijo soltando la ira Elliot, en verdad estaba furioso.
- Nannar sensei, relájate, aquí está tu pequeño premio, acércate.
Nos acercamos más al trono y pudimos ver a la líder de la asamblea de Japón, una mujer madura y hermosa, era la reencarnación de la luna misma como contaban los relatos antiguos, un espectro de Amon simplemente espectacular. A un lado de ella, en el piso a su derecha estaba Kanon, en un estado deplorable, estaba atado con cadenas que suprimían su poder, el poco que tenía, lo que nos dijo que Kanon no había podido dormir nada en todo este tiempo y por lo cual estaba muy débil, las ojeras en su ojo libre lo confirmaban, estaba golpeado, torturado, quemado y además algo le había pasado en su ojo derecho.
-Qué le hiciste?- Dijo Elliot ocultando la mirada.
- Nada, lo mismo que tú, solo que yo no le deje indefenso, así ya estaba.
Elliot apretó los puños y dijo.
- Lo violaste verdad?
- No!.... Bueno si un poquito... Ok, ok le di la cogida de su vida, pero lo del ojo fue su culpa, no planeaba arrancárselo pero como no se comportaba como un caballero pues el ojo salió volando directo a mi boca, así que le chupe la esencia y se esfumo.
Elliot estaba furico, se podía sentir como de el emanaba esa maldad.
La puerta se abrió de nuevo y apareció Akihito con Steph que traía una Yukata preciosa y los cabellos atados es una coleta, parecía un verdadero monarca.
- Basta, suéltame! Deja ya de empujar!- Se quejaba el rubio.
Akihito le dio un último empujón y este cayó al suelo de nalgas.
- Waaa duele! Basta, me quedaré sin trasero si me siguen empujando idiota!
Kuri y yo miramos a Steph que al parecer fuera del empujón parecía estar bien. Este se sobo el trasero y luego de eso se percató de nuestra presencia.
- Elliot, gemelos! Qué bueno que ...
Steph terminó su rollo ahí pues se dio cuenta de que Elliot estaba distinto y luego miro a la líder y al bulto que Kanon representaba en el suelo.
- Oh Dios no!
Todos nos lamentamos ante sus palabras y este se levantó y fue directo a donde estaba Kanon.
- Tsukiyo, es la última vez que te lo diré... Entrégamelo!
La líder de Japón se inclinó un poco, acarició la barbilla de Kanon y le libero de las pesadas cadenas que desaparecieron al tiempo que este caía al suelo inconsciente. Steph corrió a ayudarlo y nadie se interpuso en su camino, yo sabía que era por el hecho de que el rubio no representaba ningún peligro para nadie de los ahí presentes.
- Ahora bien mi querido Nannar sensei, has venido a la honorable asamblea de Japón a volver a robar al líder, y aún así te atreves a venir con tanta dignidad?
- Dame a mi Kanon!- Dijo Elliot con un tono de voz más elevado.
- Tuyo? Jajajaja por Satán, no me hagas reír, tu te robaste al amo de la asamblea por tu estúpida venganza y dices que es tuyo?
-Que?- Dijo Steph sorprendido.
- Ahhh... Pero mira lo que son las cosas, no les has contado tu pequeño y terrible secreto?
- Dame a mi Kanon!- Dijo una vez mas.
- Bien pues te voy a ayudar un poco Nannar sensei....
La líder saco de su kimono un abanico con flores de Sakura bordadas en oro, lo elevó y recitó:
- 夜は長いですz90; 水の音 彼は私が何を考えて言いますz90;
(Yoru wa nagaidesu. Mizunone kare wa watashi ga nani o kangaete iimasu)
(La noche es larga; el sonido del agua dice lo que pienso)
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El secreto de Elliot.
Esta dicho que el líder de la asamblea de Japón tenía que ser siempre un descendiente de Belfegor, y su amante uno de Asmodeo, siempre fue así pues la pereza y la lujuria están ligados por el lecho, el lugar donde ambas se desarrollan, así había sido hasta que un espectro vino a Japon, un niño de cabellos blancos como la luna y ojos verdes como el mar claro, que fue el que maravilló a la antigua amante del líder de la asamblea la de la luna, la señora Tsukiyomi, la amante del líder; la señora Tsukiyomi era un espectro poderoso y hermoso, antes de la visita de su hermano el errante Nannar sensei, ella y todos los espectros de Japón habíamos vivido en paz y éramos una de las amables más reconocidas y respetadas del mundo.
El hermano de la señora Tsukiyomi se quedó un tiempo en la asamblea, convirtiéndose en íntimo de la señora de la luna de una manera muy sospechosa; ante eso el amo y líder comenzó a disgustarse por la presencia del niño de ojos de mar, pues este parecía influir de manera negativa en la señora Tsukiyomi.
Una noche el amo y líder mando llamar a Nannar sensei y le dio un ultimátum, tenía hasta el siguiente cambio de luna para marcharse.
Nannar sensei no dijo mucho pero ese silencio era lo que más preocupaba al amo y líder.
Nadie sabía a ciencia cierta que nivel de pureza tenía aquel de apariencia infantil pero una noche antes del cambio de luna logro su cometido, tuvo relaciones sexuales con la señora Tsukiyomi, convenciéndola mediante el engaño de que se entregaría a su padre pues había perdido la voluntad de vivir...
- Nuestra unión fue planeada desde tu nacimiento y el mío... Lo deseo tanto...
- Nannar, no puedo.
- Somos dos espectros abandonados por la luz, dime una palabra Tsukiyomi y me marchare a morir en el primer rayo del alba, o dame una oportunidad y volveremos al cielo juntos pues somos los únicos que podemos entender el amor físico...
- Nannar yo amo a...
- A el verdad? Bien me entregare pues a nuestro creador... Pero nunca olvides que yo te amo. Aunque desaparezc,a siempre lo haré, tú eres la luz de mi luna.
Ante tal chantaje la señora acepto y esa noche la luna se pinto roja.
El amo y líder se enteró y reto a Nannar a un duelo avalado por la sede y el maestro K. el cual gustoso acepto, la fecha fue fijada y el duelo consumado más el señor de la asamblea de Japón jamás regresó. El único que regreso fue Nannar sensei que había ocultado anteriormente de todos su terrible poder, su alto nivel de pureza. Llego para quedarse pero no como líder pues nuestra costumbre dicta que si el espectro de Belfegor el líder faltase la señora amante tendría que tomar su lugar. La señora Tsukiyomi se había apagado, su luz ya no brillaba como antes, había descubierto el engaño.
- Que sucede Tsukiyomi?
- Nannar hemos pecado, yo mandé a la extinción a mi amado y tú solo has venido a robarnos la paz, te pido te vayas.
- No! Te amo y quiero estar a tu lado Tsukiyomi!
- Nannar...
- Dime que no has disfrutado nuestros encuentros? Dime qué el era mejor que yo?
- Nannar, no es eso... Aunque...
- Que?!
- Entiende Nannar, yo... Yo no te amo.
- Que?! Por?
- Por que no. Mi amor era de el, y siempre será de el...
- Quizás ahora no pero con el tiempo...
- No Nannar, nunca podré amarte...
- Por que?
- Por que no.
- Es por esta maldita apariencia de niño?
- En parte...
Nannar sensei se miraba encolerizado.
- Y por que más? Dímelo carajo?
- Nannar, tu... Tú no me satisfaces en ningún aspecto, no me atraes física o sexualmente, no tienes nada que ofrecerme pues no puedes dar más allá de amor físico y no eres el y es tan fácil y sencillo como eso. No te amo, nunca podría amar a alguien como tú... Regresa con tu maestro...
Nannar sensei miraba lleno de ira a su hermana y está hablo por última vez.
- Te pido te marches y me dejes en paz para llorar mi pena el resto de mi existencia hasta que mi señor vuelva de nuevo.
El niño de ojos de mar se marchó esa noche sin decir nada pero al desplegar sus alas todos y cada uno de los miembros de la asamblea se dieron cuenta de cuan poderoso era aquel espectro.
Los años se sucedieron, trayendo noticias de que Nannar sensei ahora era parte de la asamblea de Londres y creíamos que al fin tendríamos paz en nuestro recinto, luego la buena nueva de que un nuevo espectro de Belfegor estaba en camino, la madre era una humana pobre pero la teníamos bien ubicada, unos días antes del alumbramiento está murió, al parecer se había incendiado su casa. Dos días después Nannar sensei regreso a buscar a la señora Tsukiyomi, está lo rechazo una vez más y así surgieron los siglos. Cada que sentíamos que un líder venía algo sucedía que lo aniquilaba, y días después Nannar sensei venía a clamar su amor u obsesión por la señora Tsukiyomi y era rechazado, al principio con cortesía y con el paso del tiempo con odio, la señora lo rechazaba constantemente ya con descaro, con burla, pero esto solo enfurecía más a su hermano.
Un largo tiempo dejó de venir Nannar sensei y la señora Tsukiyomi creyó que al fin había desistido de su obsesión, para ese momento la líder ya estaba hastiada de la existencia y la amargura rondaba su corazón pero al cabo de unos años un nuevo líder nació y eso lleno a todos de regocijo, un niño hermoso y fuerte había llegado para ser el espectro líder, pasaron los años y a los dieciséis estaba ya listo todo para que esté muriese y se convirtiera en nuestro amo y líder, el corazón de la señora ya estaba mejorando y la paz parecía emanar de los cerezos... Una semana antes de que se liberarse de su mortalidad apareció Nannar sensei, sus bellos ojos verdes habían desaparecido y ahora se cubrían de escarlata.
- Tsukiyomi, he venido a tus brazos...
- Ahora que Nannar?
- Me han traicionado, mis ojos míralos. Necesito descanso... Paz, necesito tus brazos dulces y cariñosos.
- Rojo sangre, muy dignos de ti!
- Pero que dices?
- Digo que ahora por tus ojos se refleja la maldad que ostentas. Debes de sentirte muy feliz eh? Acaso me crees tan estúpida que no sé que has ido por allí y por allá masacrando asambleas? Robándoles a sus miembros... Pobre Nannar siempre mendigando amor.
- Tsukiyomi...
- Nannar lárgate, tendré acaso que repetir que no te amo, te desprecio y me causas asco.
Nannar sensei le miraba con rencor.
- Si bueno; tus ojos escarlata no pueden aniquilarme y además dime que pretendes al regresar? Consuelo no hay aquí para ti, eres una bestia horrorosa, nadie puede soportar estar a tu lado Nannar, un niño diabólico de poderes inimaginables, vamos vete!
- Vine a buscar consuelo y mira lo que he obtenido.
- Debieron acabar con tu existencia Nannar, nadie nunca podrá amarte... Nunca escuchaste? A menos que este maldito! Ahora vete, me causas una mezcla de asco, lástima y odio y es horrible sentirme así.
Nannar sensei se fue a esconderse en los arrozales y como la señora quería vigilar al futuro líder fue a seguirle los pasos.
La noche siguiente el chico estaba bañándose en un estanque y se apareció aquel niño maldito de ojos escarlata pero justo antes de que pudiera tocar al futuro líder la señora Tsukiyomi salió en su defensa, la batalla era épica y duraría cien días, dos espectros viejos, abandonados a sus más oscuros sentimientos. En tanto el joven había sido llevado por los demás miembros de la honorable asamblea para que el nuevo líder pudiera morir en paz y el cambio se diera con éxito.
- Si no eres mía Tsukiyomi no serás de nadie! De nadie! Te juro que matare a todo descendiente de Belfegor y a todos los que se interpongan en mi camino! Nunca vivirás en paz de nuevo!
Lamentablemente la señora Tsukiyomi no pudo lograr vencer a Nannar sensei y este al fin se alzó sobre ella, la venció pero no la extinguió sino la poseyó sexualmente hasta que se canso y luego le arranco un ojo para tragarlo y saborear su esencia dejándola de esa forma marcada ... La luna esa noche se oculto en la oscuridad ante el miedo de un niño sádico y sexual.
Después de ganar la batalla contra la líder el espectro infantil fue a comerse a todos los demás miembros excepto por uno... Un pequeño espectro de nombre Akihito que acababa de encarnar en el cuerpo de un apuesto chico japonés. Pero nadie más sobrevivió a aquello y la asamblea perdió su rango ante la santa sede y su credibilidad.
La señora Tsukiyomi estaba perdida, su luz se había apagado por siempre, nunca más volvería a brillar. Con la mente dispersa se despidió de su único espectro el joven Akihito no sin antes decirle que buscara de nuevo la gloria de la asamblea de Japón, que radica siempre en su líder; luego marchó con rumbo a la sede para retar al maestro K. Este acepto pues sabía que en el estado en que estaba la señora Tsukiyomi nada se podía hacer y como era de esperarse está desapareció en medio de la luna de Noviembre.
Cien años pasaron y encarne yo como hija de Asmodeo.
Akihito y yo permanecimos en la oscuridad y el anonimato mientras formábamos un ejército para ir a Londres y comenzar una guerra contra Nannar sensei, que con el paso de los años venía menos frecuentemente a Japón.
La primera guerra mundial estalló y de alguna forma lo que quedaba de la asamblea logro tomar parte, Ren se había integrado a nosotros, y con el se unió Takeshi, la última encarnar fue Nanami. Al término de la guerra llegó la paz para todos, excepto para nosotros que ya planeábamos un ataque a la asamblea de Londres cuando sentimos ese espíritu, era la esencia de un nuevo amo y líder para nuestra asamblea.
Estábamos contentos pues en mejor momento no podía llegar, concebido en el vientre de una campesina de Hokkaidō el niño nació, el cuerpo era una belleza ojos negros y blanca piel, pero el signo de que sería un recipiente para el espectro era su hermosa voz, digna de los mismos arcángeles, se le dio por nombre Haruki que significa árbol de primavera ya que su alumbramiento había sido bajo un árbol de cerezo en la primavera.
Creíamos que todo estaría bien pues vigilamos que Nannar sensei no se presentará al nacimiento o los cuarenta días siguientes pero todo transcurrió en calma durante tres años.
Tres años de ver como nuestro líder crecía, de abrigar esperanzas y amor por el futuro señor de la honorable asamblea de Japón.
Entonces Nannar sensei regresó buscando a la señora Tsukiyomi, venía dispuesto a " congraciarse" con la señora Tsukiyomi pues estaba hastiado de la existencia y deseaba verla una vez más, intentar que ella lo eligiera, lo amara, le diera una razón; pero al no encontrar a nadie de la asamblea comenzó a buscar enfurecido por todo Japón, matando espectros, aniquilando a los contratistas y a todo el que se metiera en su camino o no cediera a sus deseos . Aún así no pudo hallar a nadie, de este modo Nannar sensei decidió vengarse, una noche en su camino por Hokkaidō este se topo con una hermosa y pobre campesina de nombre Keiko que se estaba bañando en el río a la luz de la luna, no describiré el horror con que la mato y luego la violó una tras otra vez, pero era muy tarde y el destino estaba echado, la mujer no estaba sola en aquel sitio, su esposo estaba con ella y al escuchar los gritos que provenían del sitio donde estaba su mujer bañándose corrió a ayudarla, la perversidad de Nannar sensei y su ya muy excitado deseo sexual no le permitió contenerse... El hombre al ver que aquel niño demonio estaba violando a lo que quedaba de su esposa se lanzó contra el; pero que es un mortal contra el terrible y poderoso Nannar sensei? Este de inmediato lo golpeo hasta dejarlo vencido y comenzó a violarlo también, pero el hombre tenía una voluntad de acero y no dejaba de luchar, Nannar sensei fastidiado de aquella lucha le atravesó con sus poderosas garras el pecho, saco su corazón y lo engullo como un festín. Los aldeanos de la cercanía escucharon la feroz batalla y se dirigieron hasta el lugar donde sin piedad y con suma excitación Nannar sensei los líquido uno a uno. Después apilo sus cuerpos y les prendió fuego.
Aún con los cadáveres ardiendo este se marchó, no muy lejos de ahí un pequeño cantaba una canción, su voz era tan hermosa que obtuvo la atención de Nannar sensei.
Tal como el lo pensó en ese momento " Un vulgar bebé de tres años" con las ropas como harapos y muerto de hambre le miro con esos ojos negros. De inmediato el espectro se dio cuenta de que algo no era normal en ese niño, intoxicado aún por la sangre humana y el placer sexual pensó en que este podía ser un enemigo, un enviado de luz o un espectro pues en su voz había una fuerte marca de un poder más allá de todo lo humano.
Dos niños se encontraron esa noche, Haruki uno inocente y sin maldad que ostentaba una voz hermosa y Nannar sensei cubierto de sangre y oscuridad, un espectro maldito del infierno.
El espectro le pregunto por sus padres y este señaló el arrozal de donde provenía toda aquella humareda, Nannar sensei cayó en cuenta de que sus padres habían sido sus primeras víctimas pero el amanecer estaba ya muy cerca. Entonces decidió no arriesgarse y marco al bebe con aquel beso de sangre y una maldición que rezaba así.
" Cuidado aquí yace el bien o el mal, cualquiera que despierte primero"
Luego de aquello se marchó sellando el destino de aquel pequeño.
El sol se puso y los pobladores encontraron a Haruki sentado frente a la enorme hoguera humana con aquella marca hecha con la sangre de sus compatriotas.
El miedo humano no tiene límites y menos si este es causado por un espíritu. Nada más con ver al niño estos creyeron que el demonio lo había poseído y el había hecho semejante cosa...
A punta de golpes lo llevaron a la aldea, uno tras otro le insultaba y golpeaba sin cesar, el miedo le hizo callar, tres años... Que podía argumentar contra todos sus captores? Estaba confundido, aterrado y deseaba ver el rostro de sus padres y que estos le protegieran como era natural; pero eso no sucedería, le ataron a un palo de Bamboo en el centro de la aldea y lo golpearon hasta más no poder, siete días con sus siete noches permaneció ahí atado, sin comida o atención médica, llorando, llorando como sería propio en los niños de su edad.
En tanto los aldeanos saquearon su casa para después quemarla.
El séptimo día le desataron de aquel palo y con un hierro candente de aquellos que se usan para herrería; lo introdujeron hasta su laringe y le quemaron las cuerdas vocales.
- Nunca volverás a invocar o seducir a Satanás o a ningún otro espíritu con tu hermosa voz, ahora solo es un recuerdo.
De inmediato fue desterrado, confinándolo a vivir en las afueras de la aldea y prohibiendo a cualquiera ayudarle. Siendo honestos solo un cuerpo que contendría a un espectro tan fuerte como el líder y amo de la honorable asamblea de Japón podría soportar tanto, el pequeño Haruki vivió en las afueras de la cuidad, habitaba árboles o cuevas y sobrevivía de comer las sobras de basura o comida que encontraba, frecuentemente golpeado por todo el que se lo topara, al fin logro cumplir los cinco años con la increíble sorpresa de los aldeanos de que este media ya un metro con veinte pero estaba en los huesos.
Uno de aquellos que habían sido participes de la golpiza de los siete días y también de que le quemasen la laringe; vio una oportunidad de vender a Haruki que estaba sobre desarrollado para su edad a un terrateniente de la cuidad por tres costales de semillas para plantar arroz y una vasija de te.
El niño fue llevado a las afueras de Tokio donde la familia del capataz lo "adopto" pero en realidad lo usó para que trabajará en los establos, y así fue hasta casi los siete años.
Una mañana el capataz sorprendió a Haruki tomando un poco de leche directo de la ubre de una vaca y comenzó a golpearle con aquel fuete de cuero que bien ya conocía la carne de Haruki, uno tras otros caían en su piel los golpes, para el capataz el chico no valía nada y por lo tanto no tenía derecho de ser tratado con humanidad, el agua que bebía debía provenir del pozo y no más; así que tal cosa le pareció inadmisible. En cambio para Haruki fue un detonante, por que no había nadie que le tendiera la mano? Qué era lo que había hecho? El niño perdió los estribos y se defendió de los golpes por primera vez, el capataz se enfureció más y comenzó a lanzarle patadas, nadie sabe si fue la esencia de Belfegor que clamaba por el o que haya sido que por un momento el chico despertó y tomo al capataz por el cuello haciendo presión hasta matarlo.
De inmediato salió su esposa al escuchar la pelea y al ver el cuerpo de su marido sin vida se lanzó contra el chico, este le atravesó con un trinche el estómago sin dificultad y luego se metió a la casa donde el hijo más grande se le lanzó encima, pero no duro ni un minuto pues su cabeza fue estrellada en repetidas ocasiones contra la pared hasta que los sesos pudieron vérsele, al final se escuchó el llanto de un bebé en una de las habitaciones, Haruki entro sigiloso y con una almohada termino con aquel llanto que le parecía muy molesto, al terminar se sentó a comer lo que hubiera en la despensa, una hogaza de pan, un plato de arroz y leche fresca que le pareció deliciosa, nunca nada le había dado tanto placer. Después de eso salió caminado de aquel sitio sin rumbo aparente y completamente fuera de si.... Haruki tenía siete años y medía uno sesenta y nueve. No tenía casa, no tenía a alguien que lo buscará, ni un propósito por el cual vivir, vagó por todas partes, no viviendo sino sobreviviendo hasta que la policía lo atrapó.
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