Del libro de Elliot
Tiempo en Japón.
El resto de la semana fuimos a turistear por Japón, fuimos a tomarnos muchas fotos con Steph a Shinjuku, que era la imagen del Tokio moderno, con sus letreros neón y sus enormes rascacielos, también fuimos a Shibuya a comprar en los mejores centros comerciales y fuimos al famoso cruce que hay delante de la estación, el cual es según el más abarrotado del planeta.
La intersección de Shibuya se compone de cinco pasos de peatones sincronizados, lo que significa que cada vez que se abren los semáforos una masa humana invade el asfalto convirtiendo al lugar en el cruce más transitado del mundo así que se me ocurrió que jugáramos en el cruce, cada uno tomaría una intersección y el que recorriera primero todas ganaría un premio el cual consistía en que decidirá la siguiente actividad.
Kanon gano por sus largas piernas y su porte que le abría paso entre las multitudes, así que el eligió ir a dormir a un Neko café... Alquilamos uno por doce horas y el parecía muy contento de poder dormir junto a los gatos. Otro día fuimos al caer el sol al templo Sensoji vestidos de la manera más tradicional japonesa. Ese día arrastre contra su voluntad a Kanon conmigo el cual estaba muy molesto por que le había despertado y por tener que vestir con una Yukata de flores para hombre en color azul, Steph en cambio usaba una de mujer sin saberlo lo cual fue chiste local entre los gemelos, Samael y yo; pues Kanon ni enterado que lo que su bisnieto usaba era una Yukata de mujer, esa noche nos divertimos mucho, las chicas japonesas miraban a mi Kanon y le sonreían algunas de manera tímida y algunas coquetas. Algunas más se atrevían a acercarse y le hablaban pero este era el único japonés que no sabía hablar japonés y un signo de interrogación le cruzaba la frente.
Yuri era el segundo más diestro de los idiomas después de Layla así que este respondía que Kanon era inglés y los rostros de las chicas eran una delicia.
Esa noche sacamos muchas fotos, no solo entre nosotros sino las que las admiradoras niponas de la asamblea nos pedían.
La mejor foto fue la de mi y Steph simulando que cargábamos aquella linterna de 4 metros de altura que cuelga de la puerta de Kaminarimon.
Visítanos también el parque Ueno y cada uno de los museos que ahí están como el Museo Oriental, el Museo Nacional de Ciencias, el Museo Shitamachi, el Museo Nacional de Arte Occidental y la Galería Metropolitana de Arte de Tokio.
Samael se mostraba muy interesado en el arte japonés, todo esto mientras Kanon dormía con los vagabundos del parque pues se había emberrinchado en no entrar...Comenzaba a sospechar que este ya me había tomado la medida con esos berrinches. También fuimos al Santuario Toshogu. El cual se calcula que se construyó en 1627 y es uno de los principales edificios que se conservan desde los tiempos del periodo Edo, ahí pedimos nuestros deseos a la forma tradicional japonesa, obvio todos espiamos el deseo de Steph...
" Quiero estar pronto al lado de Sid y que el me ame... También necesito saber dónde está el baño, maldición de jugo"
Cuando estallamos los gemelos y yo en risas este volteo a vernos luego Samael le indico donde estaba el baño y este se enfureció con nosotros. Obvio yo exigí ir al zoo de Ueno que aún sin pandas me pareció adorable!
El penúltimo día fuimos al palacio imperial pues como diplomáticos ingleses teníamos muchos privilegios, no pudimos a ver a la familia imperial pero yo pude ver en una de las pinturas el rostro de Tsukiyomi, sonreí y me aferre al rubio.
El último día nos dimos abasto en Akihabara, específicamente Steph y yo en la calle de Chuo dori donde lucimos nuestros disfraces de cosplay y compramos todo el manga y anime que Kuri y Yuri aceptaron cargar.
Nos tomamos muchísimas fotos con otros cosplayers e incluso con chicas disfrazadas de maids que promocionaban cafés de esa temática; así que tuvimos que ir a uno donde el furor por los miembros de la asamblea fue tal que en lugar de tomar café estuvimos dando fotos como si fuéramos idols, los japoneses eran personas muy extrañas, lindas, pero definitivamente extrañas. Las chicas pedían a los gemelos que se besaran y estos sin hacerse del rogar actuaron una escena de amor, ellos nunca habían hecho esas cosas pero su maldito beso fue todo un éxito, yo estaba sorprendido pues lo chicos estaban sobre Steph y no les pasaba por la mente que era un hombre y este que no era muy brillante tampoco se ponía a pensar que si le pedían su número o su correo no era para poder jugar videojuegos en línea verdad?
Y bueno que decir de mi? Me miraban con cara de muñeco de felpa, tuve que correr a resguardarme en los brazos de Steph .
No podía negar que había sido una gran semana en Japón pero estaba listo para irme a descansar a la India no sin antes visitar a un amigo en el templo de Hase Kannon en Kamakura.
Su hermosa vegetación, las hortensias, las decenas de estatuas Jizo que lloran la muerte de niños recién nacidos que se podía uno encontrar y que me recordaban a mi propio niño que yo había matado con un beso, jardines hermosos, tallas, la campana del templo y hasta un pequeño santuario sintoísta.
- Nannar, aún sigues aquí?
- Yomi... Señora de los muertos.
Tomo era el espectro de la muerte en Japón, una dama alta y muy delgada de tez pálida que habitaba en aquel santuario en paz y tranquilidad.
- Nannar no necesitas ser tan formal conmigo, pero dime qué deseas? Hacía mucho no te veía, desde aquella noche después de la estúpida segunda guerra humana...
- Yomi, he venido a pedirte un favor.
- Ah Nannar, has acudido al espectro correcto dime qué puedo hacer por ti.
- Se trata de algo simple Yomi- Dije mirándola a los ojos, dos vacíos enormes que llevaba dentro de sus cuencas- Se trata de que no permitas que ningún miembro de la asamblea de Japón logré encarnar...
- Interesante, más aún después de la masacre de la otra noche, ven adentro del santuario y vamos a platicarlo quieres?
Ella y yo entramos a aquel santuario, Yomi era como una hermana para mi y esa noche yo le pedí que bajo cualquier medio no dejaran ninguna esperanza de que hubiera un solo espectro en Japón, Kanon necesitaba paz y yo estaba dispuesto a pagar su paz con mi propio ser.
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Habíamos tardado siete horas y media en llegar a Bombay, sin saber a donde solo seguí a Elliot que nos guiaba y a Yuri que llevaba empujando a Kanon en una silla de ruedas, en serio estaba rendido, y a mi que llevaba a Theobald de la mano.
- Por que tengo que caminar?! Cárgame Steph- Exigía el ojiverde.
- Como crees? Si te cargo me rompo la espalda Theobald.
- Te voy a acusar con Samael. Eres tonto y no tengo por que obedecerte.
- Como quieras- Le respondí medio ofendido, pero sujete más fuerte su mano y este siguió luchando por no seguirme el paso.
Apenas si recuerdo cuando llegamos pues todo estaba aún oscuro, pero unas personas con velas nos recibieron, Elliot desapareció siguiendo a una de ellas, Yuri que llevaba a Kanon en brazos dormido nos indicó que esperamos con uno de los amables hombres que estaban guiándonos, sonreí y obedecí pero Theobald no paraba en estar inquieto.
- Quiero a Samael! Ahora!- Exigió en un tono feo.
- Vamos Theobald estate quieto y callado por un momento quieres? Samael pronto vendrá.
- Lo quiero aquí ahorita!
- Vamos Theobald, ven vamos a jugar algo.
- Que?
- Vamos a ver quien puede estar más tiempo callado, cantamos una canción y cuando esta acabe comienza el juego.
- Eres retrasado? Ese es el juego más tonto que haya escuchado!
Qué ?! Por que a pesar de que le habían regresado a su infancia, aún era así de grosero? Yo no era retrasado, esos eran juegos que mi mamá jugaba conmigo. No quería que el notará que casi me pongo a llorar por sus palabras crueles pero a tiempo salió Yuri y dijo:
- Listo! Kanon quedó acostado ahora vamos con Steph- Este me sonrió y acaricio mis cabellos- Esto es como tener muchos hijos supongo!
- Ah?
-Ya no quiero caminar!-Dijo Theobald que comenzó a hacer una rabieta en el piso.
- Vamos... Vamos... Ya solo es un poquito- Dije yo agachándome a acariciar sus cabellos.
- No! Suéltame! Ya no quiero!
- Pero...
Me parecía tierno y a la vez excesivamente berrinchudo.
- Sube- Dijo Yuri extendiendo los brazos.
Theobald paro la pataleta un momento y me miro como buscando mi aprobación, era sumamente tierno así que asentí y este pegó un brinco hasta la cintura de Yuri dónde enredo sus piernas y Yuri lo aferro con un brazo bajo sus muslos y otro en su espalda. El ojiverde se acomodo en la cuenca de su cuello y suspiró.
- Vamos Steph o quieres también que te cargue?
- Pffd estás demente Yuri? Acaso crees que yo soy tan infantil?
Yuri sonrió y su silencio fue molesto. Caminamos siguiendo al hombre y al fin llegamos a mi habitación, pusieron velas para que me alumbra pero no sé distinguía mucho del lugar, Yuri se despidió pues el acostaría a Theobald y se quedaría con este hasta que llegará Samael.
Yo ni siquiera me quite la pijama sino más bien me tendí en la cama y me quedé dormido. Por la mañana desperté y tuve que recordarme a mi mismo donde estaba. Casi se me tuerce la mandíbula al ver el tamaño de la habitación. Era del tamaño en mi casa en Londres, oh por Dios!
Techos abombados con arcos y columnas al estilo de un palacio hindú, amueblada con cojines de seda, alfombras, arcas, baúles, todo como si estuviera en los cuentos de sultanes y dioses, quizás hasta del kamasutra.
Me levanté y note que no había ventanas pero si una salida recubierta con una seda blanca que hacia la función de proteger de los rayos del sol y del exterior que daba hacia un enorme jardín muy colorido donde se escuchaban una fuente y el canto de muchos pájaros.
Me asomé al jardín pero estaba vacío. No era buena idea recorrerlo a solas quizás, así que decidí dar la vuelta y meterme cuando le escuché.
- Mi señor, busca alguien?
- Ah?!
Yo voltee nervioso de encontrar algo espectral, pero solo vi a una joven hindú de cabello azabache y ojos chocolate, su rostro era hermosísimo, sus labios carnosos, sus cejas gruesas pero bien delineadas, su piel de un tostado muy agradable y además tersa con un rubor discreto.
- Madre de ...- Tuve que interrumpirme solo pues ella sonrió de esa manera tan única que sentí que estaba perdido.
- Mi señor humano se ha perdido?
- En tus labios si... No perdón no!- Dije golpeándome la cara para intentar despertar- Emhh bueno yo, yo soy esteee.... Yo me llamo Steph, bueno de Stephan. Si ese es mi nombre.
- Mi señor humano Stephan está perdido?
- No, bueno si, si, en realidad busco a mis amigos espectros, tu sabes raros, uno alto muy alto japonés y un niño pequeño de cabello blanco tú sabes un niño, niño con cuerpo de niño normal... Un niño- Dije apenas dándome cuenta de lo estúpido que sonaba.
- Venga mi señor humano Stephan yo le conduciré.
- Ok, ok voy - Dije tontamente y la seguí, ella entró por mi habitación y se dirigió a la puerta que yo había pasado por alto, la abrió y se adentró en la oscuridad que reinaba en la casa.
Le seguí a traspiés por lo que en su cabeza se encendió una luz, me pareció curioso y le observé bien, era una vela gruesa lo que llevaba en la cabeza.
- Oye... Deberías de tener cuidado, si se cae te quemaras.
- Mi señor humano Stephan no debe preocuparse por eso.
- Pero....- La distracción me hizo caer al suelo y ella de inmediato fue a mi lado.
- Está todo correcto mi señor humano Stephan o le duele algo?
- No, no todo bien solo tropecé...
Reí nervioso ante su acercamiento.
- Sigamos mi señor humano Stephan, le parece bien?
- Si, si.
Me incorporé y la seguí hasta donde había una enorme manija de oro, y a un lado una soga gruesa de color púrpura y dorado.
Ella tiró de esta tres veces y ambos esperamos hasta que la enorme puerta de madera con tallados de episodios de las cuatro Vedas se abrió lo suficientemente como para que los dos pasáramos.
- Mi señores espectros, mi señor humano Stephan buscando estaba por ustedes.
Detrás de aquella puerta en un salón enorme y circular todo en oro, con enormes almohadas doradas, tapices y alfombras del mismo color; ahí estaban los miembros de la asamblea de Londres junto con otros dos espectros más.
- Stephan- Dijo Elliot feliz - Que bueno que has venido, justo estábamos hablando a Shiva de ti, ven siéntate y toma el te.
- Shi...Shiva como el dios Shiva.
- Quien mas?- Dijo Elliot- Ven acércate.
Yo mire a los gemelos que asintieron y luego a la bella mujer hindú.
Uno de los espectros que acompañaban a mis amigos era un chico alto de quizás unos quince años a lo mucho dieciséis, su cabello negro azabache estaba recogido en media coleta justo sobre su cabeza, enredado en su pelo por cuentas de perlas que sostenían en el chongo una cabeza de lo que parecía una muñeca hindú que sostenía los ojos color negro como abismos abiertos, y saliendo a un lado una luna en cuarto creciente la misma que estaba marcada en su entrecejo. Su piel era de un color raro, entre azul y ceniza su rostro era hermoso, angulado y masculino pero no tosco sino masculino y hermoso, este tenía los ojos cerrados y sus labios carnosos destacaban por su brilloso tono carmín, con ese gesto de serenidad. De sus orejas colgaban dos enormes arracadas de oro que se miraban bastantes pesadas, una serpiente colgaba alrededor de su cuello y un collar de calaveras bajo un enorme eslabón de oro como un peto que le colgaba en el pecho. En sus antebrazos llevaba de igual modo brazaletes de serpientes de oro, solo le cubría un faldón corto de algodón y estaba sentado al centro en esa posición de meditación. Yo ya había visto a ese muchacho tan hermoso antes.
- Pues claro que sí, si es la estatua de Rishikesh en persona! Seguro lo habías visto en libros de texto o en la publicidad del aeropuerto, es una imagen muy famosa- Dijo Elliot y yo recordé que efectivamente había una publicidad enorme con la foto de aquella estatua que era igualita a ese chico.
- Acércate que quiero que conozcas también a Kali, mi hermana y compañera de Shiva.
Mire a la mujer que estaba al lado del dios y vi en ella esa belleza única, no era como la chica que me había conducido hasta ese lugar, no, su belleza era algo más abstracta pero no por ello menor.
Cabello negro azabache adornado por una coronita de oro y perlas, la piel del mismo color cenizo que la de su compañero Shiva pero su figura era muy femenina, caderas anchas cintura pequeña y pechos bien proporcionados, jugosos, no había nada que le faltará en esa anatomía cien por ciento femenina, en su esbelto cuello colgaba un collar de calaveras de cristal que caía hasta su estómago, una especie de sostén de algodón bordado en oro cubría esos magníficos pechos y al igual que el hombre a su lado llevaba un faldón.
- Mu... Mucho gusto- Dije nervioso.
- Es muy lindo para ser real, algún defecto debe de tener. De lo contrario es sospechoso
- Uy si supieras!- Dijo Elliot aludiendo a Kuri- Es súper rubio!
- Eso es evidente- Contesto la chica.
- No es eso- Corrigió Yuri- Lo que Nannar quiere decir es que ...
Yuri de inmediato paro la explicación al ver mi cara de enojo.
- No soy estúpido!- Dije, pero como siempre sucedía cuando intentaba defender mi postura en ese tema, di un paso al frente y zaz! De cara al suelo.
- Ouch! Dueleeee mucho!
- Steph estas bien? - Dijo Yuri acercándose a mi y tomándome en sus brazos.
- Suéltame- Dije enojado- No soy estúpido.
- Ya Steph, era solo una broma, ven, no eres estúpido, claro que no.
El peliazul me alzó en sus brazos y note que había tropezado con un escalón, un escalón que era muy evidente, me sentí un completo idiota.
- Ah! Ya caigo- Dijo la bella y curvilínea mujer- Su estupidez mental es proporcional a su belleza... Menuda jugarreta de Dios eh?
Yo pude haberme enojado ante tal comentario pero mejor oculte la cabeza en el cuenco del cuello de Yuri.
-Ya, ya Steph está bien, cualquiera pudo haber caído- Dijo el ruso.
- Pero si tiene una franja de oro para eso Yuri- Dijo apuntando Elliot destruyendo las buenas intenciones de Yuri.
- Bienvenido seas joven Stephan, esta es mi casa, y yo soy el líder aquí.
Dijo el joven Shiva sin abrir los ojos o mover nada más que los labios.
- Gracias...
Yuri me sentó a su lado y Elliot me guiño el ojo, pero aún seguía enojado con el.
- Surabhi, ahora ve a alimentar a Belfegor, es la hora y el necesita recuperarse.
- Si mi señor Shiva, lo que usted mandé.
Dijo la hermosa chica que me había llevado ante mis amigos y de inmediato se retiró.
Un fuego se encendió en los ojos del albino y el joven Shiva dijo.
- Nannar no seas obstinado, sabes que la leche que producen los pechos de Surabhi es de una calidad magnífica y puede ayudar mucho a tu joven y dañado hijo.
- Si, pero eso no significa que me sea agradable que está se la de directo a mamar.
Qué?! Kanon iba a ser alimentado del pecho de aquella chica? Pero...No acaso los espectros no podían comer? No acaso no necesitaban alimento? No acaso Kanon era ya muy grande para eso? Por que no un vaso?
- La leche de Surabhi es buena para todo joven Stephan- Respondió a la pregunta que había leído en mi mente Shiva- Surabhi es mi hija con Lilith, apenas tiene 75 años pero ya es madura, ella es lo que aquí en India se le conoce como la vaca de la abundancia, una vaca fabulosa y su leche es la mejor, no solo con humanos sino con espectros, puede curar cosas que nadie más puede y puede hacer otros tantos milagros. Después de la tarde le diré que te alimente a ti también. Lo que el maestro K. te hizo aún debe tener sus repercusiones en tu sistema.
- No, jajaja no es necesario.
- Descuida lo programarme por la tarde- Completo el espectro sin tomar en cuenta lo que le había dicho.
- Pues de cualquier manera debo supervisar aquello- Dijo Elliot incorporándose pero su hermana fue más hábil y de inmediato se colocó frente a él.
- Eso sí que no! Quiero tener sexo ya mismo.
- Pero Kali, ahora es muy pronto.
- Escucha bien enano- Dijo la curvilínea chica- Tu vas a tener sexo salvaje conmigo ya mismo y después vas con el amor de tu vida, es así o me lo cojo a el primero y luego te destruyó.
- Kali que postura tan necia! Si te cojo ahora voy a estar pensando en el, pues no eres de mi línea de investigación.
- Bien, piensa en el todo lo quieras, ahora al lecho.
La chica se llevó a Elliot sobre su hombro y este no dejaba de pelear con ella, yo solo me límite a mirarlos. En serio iba a hacerlo? Acaso eso no molestaría a Kanon?
- Descuida joven Stephan, eso no molestara al espectro de Belfegor, al único que molesta es a Nannar. Kali puede ser un tanto caótica en ese aspecto, te lo digo por que la conozco, no por nada somos pareja.
- Queeee? Y usted no se molesta?
- Al contrario, es un placer que Nannar pruebe las mieles de su hermana.
- Su hermana!?
- Si- Dijo Yuri- La diosa Kali es hija de Asmodeo de una generación muy cercana a el y por lo tanto hermana de Elliot.
- Ay Dios!
Una molestia se escuchó por parte de los dos espectros que aún estaban ahí.
- Auch! Steph!
- Lo... lo siento!
La tarde transcurrió tranquila y tal cual lo amenazaron fue la chica de nombre Surabhi a ofrecerme su leche, y la hubiera rechazado si no es por que Yuri llegó y me lo impuso diciendo.
- Solo imagina que es tu madre.
- Waaaa, no! Cállate!
Proteste ante la imagen que vino a mi mente.
- No! Mi mamá idiota!
- Bueno que tiene de malo? Ella seguro te alimentó con su pecho cuando eras un bebé.
- Por eso! Basta!
- Creo que no tienes nada que avergonzarte, si tu madre quisiera alimentarme dándome pecho yo con gusto aceptaría, es muy dulce...
- Ya! Ya basta! Lo haré si paras de hablar de los pechos de mi madre!
Yui río y tuve que beber del seno de Surabhi. Theobald también fue alimentado por la chica pero el lucia muy feliz, aunque no era de sorprenderse pues su mente de niño no veía este acto como la mía.
Por la noche aparecieron Samael y Yuri.
- Samael! Samael! - Dijo el ojiverde lanzándose a sus brazos.
- Mi pequeño...Dime cómo te has portado? Todo bien? Has sido bueno?
- Yo si pero Steph es tonto y escandaloso; no podemos dejarle aquí? Abrázame Samael, vamos a jugar, anda, juguemos un a poco si?-Respondió el pequeño embustero.
Yo ya me esperaba el reclamo de Samael pero este solo me dio unas palmaditas en el hombro y se fue a jugar con el chico que lo guiaba presuroso.
- Bien vamos!
- Pero...
- Descuida Steph, Samael sabe que no es verdad, además aunque así fuera también sabe que Theobald es solo su responsabilidad.
Samael....Había cambiado desde que Theobald estaba así, por que? Yo era el mismo, y al parecer Theobald también, con mentalidad de niño pero era igua,l más sin en cambio Samael no.
- Ven deja de preocuparte Steph- Dijo Kuri.
- Si, vamos ven! Vamos a buscar a esa vaca fabulosa!
- Ahhh...
- Ven Steph!- Dijo Kuri pegándome a el- Solo imagina que es tu madre... Sus blancos y suaves pechos en forma de melocotón
- No de nuevo!
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Del Libro de Elliot.
Fastidiado.
- Mañana partiremos hacia ese lugar- Dijo Samael con poco ánimo.
- Llevarás a Theobald contigo?
- Que remedio.
- Puedes dejármelo, lo cuidare y jugará mucho con Kanon.
- Kanon aún está muy débil.
- No, no tanto ayer se lo hice como un loco y respondió bien.
- Ah si?
- Si, no se despertó para nada.
- Busca ayuda Elliot. No, será mejor que me lleve a Theobald conmigo, le pediré al cabeza de elote que me ayude.
- Y el sabes que lo hará, pero por favor Samael, te lo ruego, si las cosas se ponen difíciles, por favor llévate a los dos a salvó.
- Sabes que nunca arriesgaría a Theobald ni a Steph... De alguna forma esa cabeza hueca me ha hecho pensar...
- Pensar o sentir?
- No me molestes Elliot o le digo a Kali que estás escondido aquí en el closet.
- No por piedad! Esa mujer no tiene fondo!
Samael sonrió .
- Dile a Yuri que no se puede marchar sin que yo regrese.
- Ah?! Pero es que ya te ha dicho o como demonios te has dado cuenta?
- Por como ve a su hermano... Además no olvides que yo soy el ladrón de mentes.
- Cuídate Samael, cuídate y le mandas cariños a tu madre y a mis hijas.
Samael puso una cara de fastidio, yo no lo había hecho a propósito pero el si lo hizo con intención.
- Está en el armario- Dijo dando el portazo. Acto seguido esa fastidiosos abrió.
Amor Yaoi
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