Breves notas de Yuri.
Pacto
- Sea quien fuere el que haya sugerido salir del bote no entiendo por qué demonios no le detuviste Kuri? Se supone tú eres el cuerdo aquí.
- Oye!- Se quejó el rubio.
- Mil disculpas Steph pero tú ya has estado lunático un tiempo.
- Bueno... Eso sí pero...
- Ah? Estas loco?- Dijo aquel ladrón.
- Estuve, antes! Antes; pero solo un poco.
- Con razón.
- Con razón que?
- Con razón te vistes de mujer.
- Yo no me visto de mujer!- Protesto el rubio.
- Bueno basta- Dije cansado del asunto- Vámonos al bote.
- No! Espera Yuri, no podemos regresar.
- Ah no?- Dije yo intentando hacerme el sorprendido- Por que?
- Por que vamos a ayudar a Benedetto a encontrar a su hermana.
- Se perdió?
- No, la secuestraron- Respondió en rubio.
- Su descuido; su problema- Respondí.
- Que? Yuri como puedes ser así?
- Steph no venimos aquí a hacer caridad.
- Pero...
- Está bien Steph no necesito su caridad- Dijo remarcando esa última palabra el ladrón- Agradezco tu ayuda pero estaré bien.
- Pero....- Los ojos del rubio se inundaron y Kuri intervino.
- No, descuida, yo dije que lo haría y francamente detesto ver llorar a esa masa de sentimientos- Dijo mi hermano señalando a Steph- Tengo una salida pero no será fácil.
Todos dirigieron su mirada a Kuri.
- Haz un trato conmigo y yo traeré a tu hermana a salvó en un par de noches mas.
- Que!- Dijo el ladrón- De que hablas?
Tanto Steph como yo mismo nos quedamos sorprendidos antes sus palabras, yo sabía que pasaría pero, tan pronto? Acaso Kuri....
- Pero de que hablas?
- Haz un trato conmigo, dame tu alma y yo te traeré a tu hermana.
- Pero que... Qué ...- El chico nos miro a todos; uno por uno intentando buscar una respuesta pero no encontró nada- Que tipo de broma de mal gusto es esa?
- Ninguna broma de mal gusto tú quieres salvar a tu hermana no es así?
- Kuri, no lo hagas- Rogué.
Mi hermano me dio una mirada y yo sabía que este era el principio del final.
- Entonces?
- Entonces que?
- Tu alma a cambio de salvar a tu hermana?
- Es en serio?
El castaño volteo a ver al rubio y el asintió.
- Emhhh como te lo explico sin que te vayas a asustar...
- Somos espectros de demonios en cuerpos muertos que poseen habilidades que en tu vida volverás a ver y recolectamos almas a cambio de favores para llenar el inframundo.
Solté yo de golpe dejando a Kuri y al rubio estupefactos.
- Yu....Yuri....
- Eso no es explicar algo para que no se asusté Benedetto- Reclamo el rubio.
- Están locos de remate.
- No lo estamos- Dije yo moviéndome a la velocidad del sonido atrás de donde esté estaba parado.
- Que? Cómo...
- Así- Dijo mi hermano que comenzó a quitarse el saco y la camisa pulcra dejando su blanquecino y hermoso pecho desnudo. Kuri se encorvo y abrió los ojos como platos, cerro los puños y dejó salir sus hermosas alas manchadas de notas negras por doquier.
- Waaaaaaa.....- Grito el castaño y yo le tape la boca
- Cállate idiota!
En definitiva me caía muy mal.
- Cálmate Benedetto, por favor, tu querías saber no es así?- Dijo el rubio.
Kuri se puso una mano en la sien y dijo.
- Que molesto niño! Calla tu mente también.
Las piernas le temblaban y sudaba en exceso, estaba a una del desmayo.
- Vamos cálmate, te voy a soltar a la cuenta de tres y te vas a callar. 1....2.....3!
El castaño cayó desplomado al piso e intento gatear lejos de nosotros pero su casa era tan pequeña que no tuvo ni donde ir.
- Que....que.... qué es ese monstro?
- Ya te dije! Steph habla con este idiota y si no quiere el trato mejor, así nos vamos de esta pocilga. Mete tus hermosas alas hermano, vamos afuera a ver la luna de Dubai.
Kuri me obedeció; se puso su camisa y salimos a ver la luna hermosa que brillaba sobre aquel montón de basura.
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- Cálmate Benedetto por favor!
- Aléjate monstro!
- No, yo soy humano como tú! Por favor no temas, no son monstruos, son espectros!
-Eso es cosa del diablo!
- Bueno si; pero no son como los pintan, vamos por favor calma.
Me tomo bastante que se calmara hasta que al fin nos acomodamos en la mesa y pudimos hablar.
- Los espectros son como hijos de los siete príncipes demonios pero no son malos, bueno no en el estricto sentido de malos, malos.
- No, no comprendo.
Su rostro me daba una idea de cómo se había visto el mío cuando Sid me contó todo aquello, quizás mi reacción fue así o más ridícula pero aún así reconozco que no era fácil de asimilar que existiera todo aquel mundo sobre la conciencia humana. Ángeles, demonios y la misma muerte vagando por el mundo e interactuando lado a lado con los humanos?
Yo le expliqué con simpleza a Benedetto mi historia, sin ahondar en que había un gran maestro y que yo había firmado con el un contrato, ni que ahora había grandes problemas en la asamblea de Londres o aquello que sucedió entre Sid y yo.
- Entonces te conceden deseos?
- Si, por así decirlo.
- Ósea que si le doy mi alma a ese hombre odioso el podrá rescatar a mi hermana?
- Sip.
- Y yo me iré al infierno no es así?
- Supongo...
- Supones?
- Yo nunca he ido al infierno jijiji.
- Oye y estos te chupan la sangre o te pueden volver vampiros?
- Ah?- Lo mire y vi que su pregunta era muy en serio, ahí caí en cuenta de que en verdad se escuchaba estúpido en voz alta.
- No! Los humanos jamás se volverán espectros a menos que el humano este destinado. Pero eso es muy difícil que suceda.
- Entonces lo haré!
- Ah?
- La vida de Aramis lo vale. Cada segundo es muy valioso. Lo haré! Lo haré!
- Ah? Estas seguro?
- Si! Solo costara mi alma, dile a ese monstro que lo haré!
Salí a avisar a los gemelos y ellos entraron junto conmigo.
- Entonces?
- Firmaré el contrato contigo.
Kuri miro a Yuri y este le regreso la mirada.
- Bien primero necesito que hagas algo malo.
- Ah?!
- Como que....
- Escucha bien mocoso, tu idiota buen comportamiento no ayuda a formar un contrato, necesito que hagas algo malo... Solo así..
- Ok, ok pero como que?
- No se ve y robarte algo, un bolso, mata a alguien, comete adulterio!
- Que?
- Es en serio?
- Claro que si- Respondieron los gemelos al unísono.
- Pero hacer algo malo?
- Quieres o no salvar a tu hermana?
- Bien! Bien! Veamos....
Terminamos en la esquina de un pequeño supermercado de 24 horas donde esperábamos el gran crimen de Benedetto.
El castaño salió corriendo a toda prisa dejándonos atrás sin mirar, Yuri me asió por la cintura y yo cerré los ojos, los gemelos se movieron a la velocidad del sonido y nos dirigimos hacía la esquina donde Benedetto apenas venía dos cuadras tarde. Este nos miro aún sorprendido y se desplomó en el suelo.
- Y bien?- Dijo Kuri mirándole con curiosidad.
- Ah! Ah !Ah! - Intentaba Benedetto recuperar el aliento- Aquí... Aquí está! Dios tenía...Tenía tanto miedo! Ah! Ah!
- Awww- Se quejaron los gemelos.
Yo me reí por esa singularidad la cual Benedetto no comprendió, este solo se limitó a mirarnos y a estirar su mano. Abrió lentamente está y dejó ver una pequeña envoltura con una frambuesa que bailaba feliz en ella.
- Que es eso?- Dijo Kuri.
- No se!- Respondió Yuri.
- Es un caramelo?
- Si....Ah! Ah! Ahí está!
- Robaste un caramelo y saliste corriendo por ello?
Benedetto asintió y los tres estallamos en risas.
- Jajaja!
- Ay no jajajjaa no lo creo, es tan patético- Dijo Kuri.
Benedetto le aventó el caramelo a la caraa Kuri y dijo.
- Fue mi esfuerzo idiota!
- Jajaja tu esfuerzo es una basura jajajjaa- Dijo Kuri.
- Bien jajjajaja basta- Dijo Yuri- No hay más tiempo; hay que volver la bote, el amanecer está cerca.
- Y bien? Me ayudarás?
Kuri lo miro y luego miro a Yuri.
- Yo no se- Dijo Yuri- Yo no le voy a ayudar amor, y si lo aceptas como contratista tampoco te acompañaré por la humana.
Sus miradas se cruzaron en un fuego intenso como dos enormes hogueras que chisporroteaban al sentir a la otra tan cercana; finalmente Kuri asintió y dijo.
- Ven mañana en la noche a este lugar, trae un objeto muy personal tuyo y ven solo.
Kuri le extendió una tarjeta donde alcance a leer la dirección del bote donde estábamos.
- Si, si señor.
- Nos veremos Benedetto.
- Adiós Steph hasta pronto.
Yuri le miro de una forma déspota y se dio media vuelta para marcharse conmigo en cambio Kuri le dijo.
- Si no estás seguro de darme tu alma no acudas, despertaras al tercer día y se te olvidará todo esto.
Kuri se reunió con nosotros y Yuri de nuevo me asió por la cintura.
- Listo?
Yo metí el rostro en su pecho y asentí. Solo sentí el frío del viento.
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Notas de Yuri.
Notas de ducha.
Los gritos se escucharon durante los primeros minutos, luego todo fue calma y de nuevo pero yo sabía que Kuri apenas estaba comenzando, debía ambicionarle de verdad para que haya aceptado hacerse daño a si mismo para poder ayudar a ese mocoso.
Sujetos a la ley de que solo podíamos ofrecer contratos a personas del camino de la oscuridad, algunas veces y con más frecuencia los hijos del príncipe Mammon caíamos en la estupidez de ayudar a algún humano que ambicionábamos con prisa y demasía, entonces este era corrompido y atrapado en la oscuridad, eso nos quemaba las puntas de las alas, dependiendo del humano pero se rumoraba que poseer lo prohibido era lo más delicioso.
El humano llegó a las diez de la noche al bote donde fue recibido por Steph, Samael ya no se encontraba en el mismo, había aprovechado la oportunidad de ir hasta Palestina a solas debido a nuestro pequeño retraso del cual ni se inmuto o soltó su típico sermón de que más humanos era algo arriesgado, después de todo Theobald había sido el punto de partida de esta aventura no? Su comportamiento indebido fue el comenzó todo esto.
Yo no deseaba enterarme de nada que tuviera que ver con aquel pequeño ladrón, así que ni siquiera me moleste en salir a verle, de hecho su presencia me daba asco, me hacía sentí sucio así que me metí a dar un baño cuando sucedió.
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- Bienvenido Benedetto!
- Gracias... Steph. Esta bien que te llame así?
- Si si! Dime quieres algo de tomar?
Nada más con entrar este quedó deslumbrado, yo entendía que costaba trabajo acostumbrarse a su peculiar manera de vivir, llena de excentricidades.
- Ven toma asiento.
Lo guíe hasta la sala de descanso y pedí al servicio bocadillos y piñadas.
- Oh por Di...
- Shhh- Dije yo a tiempo antes de que los espíritus que moraban en ese bote se quejaran ante aquella frase.
- Lo... Lo siento pero este lugar es magnífico.
- Bueno jejeje.
- Supongo que es por que tú has vivido siempre así, pero yo....
- Oh no! No! Apenas tengo en su mundo casi siete años, antes de eso yo era un común. Es más ni siquiera fui a la universidad....
- Vaya te comprendo Steph, yo tampoco pude asistir a la universidad, es algo que me hubiera gustado hacer pero cuando no se tiene dinero es solo un sueño... Pero mira qué en serio estos tíos son millonarios no es así?
Sonreí con vergüenza y me quedé callado, el no había podido asistir a la universidad por que no tenía dinero y yo por que no quería, supuse que podría sentir vergüenza pero por alguna razón mi cabeza desecho ese sentimiento bajo pretexto de que no se necesitaba ser tan rico como los espectros para poder gozar pequeñas alegrías, el me miró y yo sonreí. La puerta se escucho y entro a la sala Kuri, ataviado con un elegante traje negro, la camisa blanca pulcra y unos gemelos de oro en los puños.
- Vámonos mocoso.
- Ah?
- Acaso estás sordo? Vamos!
Yo me levanté junto con Benedetto y Kuri me metió en sus brazos, beso mi frente y olio mis cabellos.
- Regresaré en un rato Steph, pórtate bien quieres?
- Ah?
Benedetto nos observaba con sorpresa.
- Kuri que haces?
El ruso pego su frente a la mía y dijo:
- Todo lo que haga de ahora en adelante es por ti de acuerdo? Así que no te enceles?
- Ah? No... No tengo idea de que hablas Kuri...
- Si lo sabes pero eres un pícaro, seguro Yuri sigue enojado, en fin dile que regreso mañana.
Kuri me beso la mejilla con excesiva dedicación y partió con Benedetto siguiéndole.
Al salir el ruso y el italiano de inmediato bajo Yuri.
- Kuri!- Dijo en voz alta.
- Que sucede Yuri? Acaso se te olvidó decirle algo a Kuri?
Este negó con la cabeza y me acarició el cabello con verdadera ternura, luego volvió a sus aposentos.
Yo me fui a acabar los bocadillos y a ver qué más podía conseguir de comer, la comida árabe era simplemente deliciosa aunque sabía que mucha sería perjudicial, no quería encontrarme a Sid con libras de más.
Después de cenar fui a ver una película y me quedé dormido justo en el principio ya que la cena me había caído de peso, fue por aquellos gritos infernales que me desperté...
Corrí hacia los aposentos de Yuri y toque con desesperación. Este salió en toalla y de improviso me metí en sus brazos.
- Es... Esa es la voz de...
- Si, es ese chiquillo odioso.
- Tengo miedo Yuri...
- Descuida es normal cuando posees a un humano por primera vez.
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Gracias a que ese mocoso de nuevo los había enredado en aquellos líos humanos que siempre se cargaba pude continuar hasta Palestina yo solo que era lo que desde un principio yo quería, así podría actuar con más libertad. Llegue a la ciudad y la encontré en ruinas, los imbéciles humanos se habían matado entre ellos, la guerra en Palestina ya había llegado a situaciones inconcebibles.
Mi ciudad, mi ciudad! La cuidad donde residía mi asamblea estaba completamente destruida, casi deshabitada y todo por esos malditos humanos! Intenté controlarme y no maldecirlos pues Theobald que era lo que más amaba en el mundo era humano pero me estaba siendo muy difícil no hacerlo.
La franja de Gaza estaba totalmente destruida, camine por las calles destruidas de lo que antes hubiese sido Jan Yunis rumbo hacia una de las entradas principales secretas de la asamblea de Cisjordania la cual controlaba todas esas regiones como Israel, Siria, Aleppo, todas, absolutamente todas las zonas de conflicto en medio oriente. Se dijo que los conflictos se iniciaron desde que el líder de la asamblea se había marchado, puras estupideces.
Camine por aquel pueblo desértico hasta la mezquita donde se hallaba la entrada y nada más con llegar vi sentado en una piedra y bloqueando la entrada a Anubis, espectro de muerte.
- Que hay Anubis?
Este me miro con desdén y dijo.
- Así que la fin el líder de la asamblea de Cisjordania se ha dignado a regresar eh?
- No me digne a regresar, he venido a dejar todos mis asuntos concluidos, voy a nombrar un alterno.
- Ah?! Cómo te atreves Samael?
- Como me atrevo a que?
- Como te atreves a regresar y decir tales estupideces?
- Por?
- No ves lo que causas te con tu partida?
- Oh de nuevo esas boberías con las que solo tu te das consuelo?
- Ni me doy consuelo, bien sabes que su el líder abandona su territorio los humanos idiotas no veran la senda de la luz!- Dijo exasperado, vaya si que debía ser muy estresante su trabajo Dios de la Muerte- Los humanos actuaron así sin tu guía!
- Mi guía? Ay por todos los infiernos Anubis no digas estupideces! Los humanos actúan así por qué es su maldita naturaleza, malditos hijos de Adán, no entiendo por qué no pueden ver claro las cosas, siempre necesitan una guía, un consuelo... Luego se llenan en sus laureles de que son más racionales que otras especies pero lo cierto es que no es así! Mi huida fue por que esos mismo humanos que ahora tu compadres Anubis, ellos se la pasaban haciendo la misma guerra que ahora aunque antes les daban otros nombres. Quizás antes usaban más a Dios de pretexto...
- Da igual, si te has parado aquí no debe ser algo bueno.... A menos que....
- No, no voy a regresar a la asamblea- Dije frenando sus esperanzas.
- Maldito seas Samael, mil veces maldito!
- Anubis no puedes reclamarme nada, yo no te puse en esa posición.
- No indirectamente. Dime Samael sabes lo que es ver en la profundidad de los ojos de un pequeño unos instantes antes de que vaya a ser asesinado por un arma de fuego? No lo sabes! Claro que no lo sabes por que mientras tu jugabas a la feliz pseudo asamblea en Inglaterra, yo apuntaba mi dedo en contra de inocentes, uno tras otros.
- Pero no era tu dedo el que los señalaba Anubis, acaso no te das cuenta? Era su propio dedo de la humanidad los que señalaban el objetivo.
- Da lo mismo, el que terminaba haciendo el trabajo era yo...
Anubis era un dios de la muerte y el espectro de Cisjordania que era el encargado de llevar esa tarea había tomado su nombre de aquel Dios. Anubis había siempre sido rebelde en cuanto a su tarea de darles la guía a aquellos que morían, de mirar en sus ojos y tocarles para llevar su esencia a otro plano en el universo, deliberadamente cada dos o tres años se marchaba de Cisjordania rumbo a la santa sede de donde dos o tres días más tarde el maestro K. le negaba ser relegado de sus deberes y lo enviaba de vuelta a la franja he Gaza o donde sea que no estuviera el amo de la asamblea. Este con menos ganas retomaba su tarea y el ciclo volvía a comenzar.
- Un buen día no iré a la sede del diablo, ya veraz! Solo así... Me marchare solo así son dar aviso... Un buen día.
Me aleje del señor de la muerte y este tampoco elevo la mirada, ambos sabíamos que el jamás podría hacer eso, eso sería firmar su propia sentencia. Me adentre en la entrada secreta de la pequeña mezquita y camine por los pasadizos desiertos de aquel lugar, tantas vidas vividas en aquel sitio, tantas historias que jamás serían reveladas pues cuando salí de ahí jure guardar un voto de silencio absoluto, nunca más sería Samael líder de la asamblea de Cisjordania, la asamblea de la pena eterna.
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Notas de Yuri.
Durmiendo.
Stephan había venido hasta mi cama buscando un refugio, temblaba de miedo, esos gritos le habían dejado la sangre congelada, en tanto yo intentaba tranquilizarle.
- Ven, ven Steph me acuesto a tu lado hasta que te duermas.
- Yuri.... Benedetto estará bien?
- Ya te he dicho que si.
- Lo siento es que...
- Descuida; seguro tú te escuchabas igual cuando Sid te poseyó la primera vez...
- Ah? - Este se mordió el labio inferior ante el recuerdo de aquella primera vez, en su mente evoco tan nítidamente ese recuerdo que me sentí envidioso de que Sid pudiera disfrutar de esos placeres y yo nunca con mi hermano.
Steph se quedó dormido al cabo de un rato abrazado a mi. Yo no tenía la habilidad de dormir así que me abrace al rubio y deje mi imaginación volar pensando que el que estaba en mi cama era Kuri, que eran sus manos y su cuerpo; que era igual al mío...Kuri que en estos momentos poseía a ese ladrón... Kuri que era al último que quería dejar pero al primero que tenía que proteger... Kuri el que nunca se había sabido enterado de esto.
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