- Aaaaaa...Raaaaaa....Mis!
La pequeña de ojos heterocromicos me miraba fascinada. Aramis era una niña muy linda de rizos color fuego, tez blanca como la nieve y un ojo violeta y otro ámbar, lo cual le hacía tener una mirada fuerte y penetrante pero no por eso menos linda.
- Seph! Seph!
Decía ante la imposibilidad infantil de que pudiera pronunciar Steph.
- Aramis, deja a Steph un rato en paz.
- Benny...
-No Benedetto déjala. No me está molestando.
- Se nota que eres hijo único- Protesto el castaño y yo sonreí.
Los gemelos espectros hicieron su entrada, Kuri seguía luciendo a mis ojos muy cansado y Yuri muy molesto.
- Mañana llegaremos a la India, así que será mejor que duerman bien.
Tuve que cederle a Benedetto y muy en contra de mi voluntad a Aramis, ya que el insistía en que durmiera con el, pero durante estos dos días que habían transcurrido desde que llegaron Kuri y ella, la pequeña a media noche siempre se pasaba a mi cama. Por la mañana Benedetto le reprendía con suavidad, pero era justificable ya que era la reprimenda de un hermano que la había pasado muy, pero muy mal ante el secuestro de su hermana.
Así que los hermanos humanos se marcharon y los gemelos y yo salimos a la pequeña cubierta a tomar aire fresco.
- No entiendo por qué no podemos ir de una vez a Sudamérica?
- Por que debes descansar un poco Steph- Dijo Yuri con tono de papá- Aunque tú no lo creas viajar tanto es demasiado para tu humanidad, y menos cuando estuviste tan enfermo.
- Osh! Bueno que no pueden olvidar por un rato ese tema?- Me queje.
- Yo si- Dijo Kuri divertido- Si me das un beso de lengua me olvidó de ello.
- Estas loco Kuri!
Este río de una manera muy pícara y me soltó un beso en la mejilla.
- Kuri!- Reclamé.
- Jajaja no seas bobo Steph. Te quejas mucho para lo poco que dejas ver de noche.
- Ah?!
-Kuri, cállate!- Reclamo su hermano.
- Que?!
- Nada Steph, no dijo nada.
- Yuri, dime! Kuri exijo que me expliques que quisiste decir!
Los gemelos me pasaron cada uno un brazo por la cintura y se pegaron a mi excesivamente.
- Basta, dejen de molestar!
- Que?- Decía uno al tiempo que el otro completaba.
- No estamos haciendo nada Steph!
Yo sabía su juego y entonces uno de ellos me tomo el rostro en tanto el otro comenzó a hacerme cosquillas.
- Jajajaja basta!
- Que?- Decía ahora primero el otro.
- No te estamos haciendo nada- Completaba ahora el primero.
- Basta jajajajaja, basta por favor.
Acabe tumbado en el piso rogando por mi persona.
- Por favor jajajajaja me voy a orinar! Jajajajaja! Por favor!
- No sería la primera vez- Dijo el más inquieto de los gemelos.
- Bueno, bueno, pobre Steph, habrá que darle tregua por esta vez.
- De acuerdo, pero solo para que veas cuánto te amamos eh?
- Seguro...- Dije yo no muy convencido.
- Es verdad Steph- Dijo Yuri en un tono más serio mientras me ayudaba a incorporarme.
- Eso jamás lo dudes- Dijo Kuri.
- No hay nadie a quien yo o Kuri amemos más, nunca habrá otro humano- Recalcó esto en una forma extraña- Nunca; me escuchaste? Verdad Kuri que así es?
- Si Steph, eso es cierto.
Quedé en medio de los gemelos en una situación que se volvía muy incómoda, la mirada de Yuri daba a entender otra cosa menos lo que estaba diciendo y la mirada de Kuri daba a entender eso mismo que Yuri indicaba.
- Bue... Bueno chicos estoy cansado- Dije zafándome de aquella situación tan rara- Me voy a dormir.
Los gemelos me sonrieron con esas sonrisas idénticas que tenían, pero que en cada uno de ellos era tan diferente lo que quería expresar.
Estos siguieron ahí parados mirando hacia la noche, en la popa del bote, yo al poder escapar de la situación vi un par de ojos curiosos que observaban a lo lejos.
- Benedetto, que haces aquí?
- Perdón Steph, no estaba espiando ni nada por el estilo.
Su mirada parecía que tenía algo dentro clavado. Muy dentro de el.
- Ah? Espiando? Yo no dije nada de eso...
- Si bueno es que salí y estaban ustedes, y bueno los vi y bueno....Yo .... Lo siento.
- No entiendo por qué te disculpas....- Dije confundido.
Un silencio se formó entre ambos y este volvió la mirada hacia donde estaban los gemelos. Su forma de mirarlos era extraña, era como si estuviera en desacuerdo en que Yuri y Kuri fueran gemelos, era como si el deseara estar interpuesto entre esos curiosos peliazules, no! Más allá incluso del deseo, era como si el quisiera hundir el barco de alguno de ellos, yo creí que podían ser figuraciones mías pero de inmediato desechaba la idea cuando el dijo.
- Ustedes parecen llevarse bien eh?
- Ah? Si, bueno una vez que entiendes a los gemelos y su juego es fácil quererles- Dije sonriendo.
- Es fácil quererles eh? Tú...Tu los quieres Steph? -Dijo el sin apartar la vista de los que estaban abrazados mirando al mar.
- Claro que los quiero Benedetto, ellos son mis amigos.
Su rostro se hirió con mi respuesta.
- Y seguro ellos te quieren a ti.
Yo puse mi mano en su hombro y dije.
- Sean como sean y sean lo que sean ellos son mis amigos y son buenos amigos, quizás por ahora todo sea confuso pero veraz como los gemelos Steklov son realmente muy buenos.
Di media vuelta y me marché a descansar, tenía que hacerlo con apuro pues quizás la pequeña Aramis ya estuviera ahí esperando.
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Breves notas de Yuri
Lista de cosas que no tengo.
Ese chiquillo molesto miraba como el fisgón que era, había interceptado a Stephan, habían intercambiado palabras y el rubio se había marchado, pero el ladrón seguía observando.
Pase mi brazo por la cintura de mi hermano gemelo que no se dio cuenta de ello, estábamos tan acostumbrados a la cercanía de uno a otro que esas pequeñas muestras de afecto pasaban desapercibidas por completo.
Me pegue mucho a mi amado Kuri que no paraba de parlotear sobre lo divertido que era molestar a Steph y lo mucho que lo quería y eso dio pie a que yo le soltase un beso en la mejilla, un beso de amor. Pero este siguió hablando acostumbrado a mis mimos y mis caricias.
Kuri resultaba encantadoramente lindo, casi como un humano, cuando se apasionaba de algo, hablaba sin parar como los humanos, incluso aunque era una mera fantasía mía me parecía que respiraba agitadamente debido a tanto parlotear, movía sus manos haciendo ademanes tan monos y sus labios trazaban curvas en las cuales yo caía embobado.
- Si, cuéntame más sobre cómo amas a Steph.
Decía yo hipnotizado, la verdad era que lo que menos me importaba era como amaba a Stephan, yo le amaba a él y esos sentimientos me hacían estremecer.
Pero ese maldito fisgón, su estúpida mente gritaba todas esas cosas que le hacían sentir rabia, yo baje mi mano al trasero de Kuri y este ni se inmuto. Apreté su glúteo y lo pegue aún más desde su cadera hacia mi.
Su rabia se tono en frustración, apenas una cogida de mi hermano y ya se sentía con derechos de sentirse así? Pobre idiota.
Posicione más a propósito mis brazos al rededor de mi gemelo y le dejé caer mis pensamientos en su cabeza....
" Él no te ama, nunca lo hará, en su corazón solo hay espacio para Stephan y para mi, su hermano gemelo, para ti niño no hay espacio"
Su mirada fue icónica, su dolor, su dolor me dio una satisfacción enorme. Continúe en mi papel hasta que se marchó roto.
Al día siguiente hicimos una parada en el puerto de Cochín donde Kuri, su nuevo contratista y su joven hermana se separaron de nosotros. Kuri deseaba llevar con el a su nuevo juguete pero la verdad a mí me pareció una idea fastidiosa y decidí convencerle que debía ser mejor que lo dejase regresar a su casa para encontrar con quién dejar a su hermana menor y así el pudiera irse a Londres a vivir en la nuestra mansión. La cuestión es que yo sabía dos cosas.
La primera era que si este niñato fuese un simple juguete como tantos otros que mi amado Kuri hubiera tenido, yo no estaría tan enojado por su presencia, pues usualmente nunca le di importancia a ninguno de los caprichos humanos de Kuri pero, sabía que este niño no era el caso. La segunda cosa que sabía era que yo no quería que el ladrón regresara a Londres con nosotros pues quería disfrutar un poco más a mi amado Kuri, un poco, solo un poco más antes de dejarle.
Así que este partió al amanecer a escoltar a su contratista hasta los límites de Italia.
Por lógica Steph se puso muy furioso cuando le dije que se habían marchado por su parte y que nosotros teníamos que regresar a Bombay. Pero la furia desapareció cuando entro por las puertas del palacio de Shiva.
-Que? Queeee?
Apenas si alcance a sostener al rubio en mis brazos.
- Lo sentimos Steph pero Sally estaba realmente muy inquieto sin ti, no paraba de llorar y querer salir corriendo tras de ti.
Con las piernas temblando y las manos aferradas a mis antebrazos el rubio dijo.
- Pero como pudieron dejarlo solo? Perderlo de vista?
- A mi no me culpes- Dijo Layla- Yo no tengo nada que ver.
- Claro que no te culpo, ya se que tú no hubieses movido un dedo de haber visto a Sally escapar.
Respondió el rubio con furia hacia Layla. Tanto así, que está lo miro con sorpresa.
- Tengo que salir a buscarle.
- Pero Steph es peligroso!
El rubio se puso en pie y nos dirigió a todos los presentes incluida Surabhi una mirada de odio.
- Ni se les ocurra intentar detenerme por que los voy a mandar al infierno.
- Eso suena tentador- Dijo Elliot pero al rubio no le causo ni un poco de gracia.
- Escucha Steph no intentaré detenerte pero puedo intentar ayudarte a buscar. Qué te parece?
- Yuri- Dijo este mirándome con esperanza- Gracias.
- Yo también voy- Dijo el albino.
Steph le miro tan profundamente que incluso a mi me llegó su mirada. En cambio Layla dio media vuelta y llamo a Surabhi para que le siguiera.
Steph la miro rencoroso y luego su mirada paso a nosotros.
- Gracias chicos.
- No es nada, además como si tuviera algo mejor que hacer, Kanon lleva días dormido.
Dijo Elliot pasando sus manos por su nuca.
Salimos pues en busca de Sally, una clase de humano no humano, de Stephan no Stephan y de hijo de la primera mujer no hijo de nadie.
Las calles de Bombay de noche eran más riesgo que lo que suponían de día pero si le dejábamos ir a solas en el día eso sí sería un gran peligro.
- Steph por que no regresas al palacio de Shiva y nos dejas a nosotros buscarlo.
- No gracias.
- Eso es cierto, además tienes una tendencia a ser secuestrado que va en aumento...
Dijo mi hermano tomándonos por sorpresa su repentina llegada.
-Kuri!- Exclamo el rubio.
-Me lo han contado todo, puedo unirme en su búsqueda por el mini Steph.
El rubio asintió con entusiasmo y Kuri me miro con complicidad. Yo le sonreí y asentí en forma de saludo. Al final acabamos divididos, Elliot y Stephan y Kuri y yo. Era la ocasión perfecta.
- Kuri... Como es que estas aquí?
- Que mala suerte! Yo quería ir con Steph.-Dijo el sin prestar atención y luego respondió- El mocoso es lindo pero no es mi tipo, no quería perderme un minuto a tu lado o al lado de Steph, así que contrate un servicio de primera para que lo escoltaran hasta Roma y cumpla el cometido.
- No me digas que contrataste a....
-Exacto!
- Kuri- Le reproche sin ganas de discutir, pues sabia que tenia problemas con su nuevo contratista, problemas que a mi me convenían pero a el le fastidiaban; el me sonrió - Escucha por favor hay algo muy importante que debo decir y necesito que escuches de acuerdo?
- Si, si vamos suéltalo ya... Es sobre Stepan verdad?
Inconscientemente Kuri hacía que el tema del rubio me enfureciera.
- No, no es sobre Steph es sobre tu y yo... Escucha bien.
- De acuerdo, te escucho.
- Kuri yo... Bueno sabes bien que desde siempre hemos permanecido juntos, siendo uno y eso... Estar a tu lado desde siempre en mi ha despertado algo poco natural en los espectros de nuestra clase... Kuri yo... Yo te ...
Mire al piso, pues lo único que tenía desde siempre había sido aquel secreto a voces guardado pero ahora ya no sería un secreto sino una realidad inconfesable como todas las demás, de su respuesta a mi confesión dependía mi futuro... Podía pelear contra el llamado aún a pesar de saber que nadie sobrevive a esa lucha o podía darle un beso e irme a cumplir el propósito de mi existencia.
- Yo... Te am...
El timbre del teléfono celular mío sonó. Me quedé quieto pensando que quizás si no me movía se apagaría solo ese maldito aparato.
Una vez más sonó y otra y otra y a mi no me parecía lógico.
- Contesta Yuri puede ser Steph.
- Steph?
- Trae acá!- Dijo la otra persona con mi rostro acto seguido me arrebato el celular y contesto por cuenta propia, yo permanecí inmóvil.
- Steph hola!
Del otro lado hablaban con atropellamiento.
- Vamos para allá. Descuida lindura no tardamos.
Este colgó y aún yo no encontraba las fuerzas para seguir.
- Vamos Yuri, Steph está en problemas!
No dije nada.
- Yuri?
- Dime Kuri... Escuchaste algo de lo que te dije?
- Si claramente... Bueno más o menos pero bien sabes que estoy preocupado y más por que ese rubio tonto se lo dije!
- Secuestrado?
- Por Vishnú.
Quería retenerlo en mis brazos, besarle el cuello apasionadamente y poseerlo como a un mendigo infeliz, Kuri, Kuri, Kuri, te amo.
Pero no actúe, no hice nada solo asentí e intenté poner mi mejor cara.
- Vamos Kuri...
- Si, ya después hablaremos tenemos mucho tiempo Yuri.
Tiempo... teníamos mucho de todo menos de eso.
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Tenía miedo de lo que este tipo pudiera hacerme, por estupidez mía me había separado de Elliot un solo minuto y tal cual había terminado secuestrado en su guarida, una sucia casa de adobe llena de mercancía ilegal, relojes chinos, juguetes de Taiwan y productos domésticos que no tenían buena pinta, el jovencito era un moreno de unos quince años de ojos grises profundos, era muy guapo pero en su mirada había una maldad severa, Sid... En una mesita tenía una pecera con un pececito de plástico que flotaba alegre por el medio acuoso y un tanto sucio en el que se encontraba.
Sid... Sus ojos lilas, su rostro aniñado y ese gesto dulce, Sid por que me has dejado? El pececito flotaba alegre y yo me sentí desesperado, su recuerdo se volvía tan real e intenso que dolía y dolía de tal forma que comencé a llorar sin poder parar.
- No, no! No llores- Dijo el chico.
- Que quieres de mi?
- Ah?
- Ya pediste rescate ahora déjame en paz- Le dije molesto.
- Rescate?
- Sid- Dije entre sollozos.
- Por que te acuerdas de ese Leviatán eh?
No podía parar de llorar, era como si todo lo que había vivido en ese tiempo se me hubiera escapado de las manos y me inundaba en un mar de sentimientos.
- Sid...
Dije dejándome caer en el colchón viejo donde se me había ordenado quedarme.
- Ay Dios no! No! No llores!
Entre más pedía que no llorase, más sentimientos se encontraban en mi interior y entonces salían explotando con un violento torrente de lágrimas.
- Siiiid, eres un tonto!
- Si, te juro que si lo es humanito ahora cálmate!
- No puedo buaaaa!
- Por?
- Por que me acuerdo de Sid y esto se sale de mi control.
- Ay Dios! Ay Dios! Aquí viene la guardia nacional..
Un golpe sórdido se escuchó en la puerta, esta se vino abajo y sus voces se escucharon.
- Por que está llorando Steph?
- Que demonio le hiciste Vishnú.
- Yo no le hice nada lo juro por Dios!
- Waa!!- Se quejaron los gemelos mientras se tapaban los oídos con disgusto.
- Perdón! Upsi! Lo siento.
- Suficiente! Has hecho llorar a mi Steph y eso no te lo voy a perdonar- Dijo Kuri furioso y de inmediato se lanzó contra el chico.
- Tarde Steklov. Rayo ven- El moreno apunto con el índice al cielo y un rayo se depósito justo en su dedo manteniéndose en el.
- Maldición, Kuri no hagas estupideces!
Grito el gemelo pero era tarde el moreno sonrió y le lanzó aquel rayo apuntándole con el dedo, Yuri en cuestión de segundos se interpuso entre el rayo y su principal objetivo y se acomodo en Yuri que llevado ante tanta energía, su cuerpo humano convulsionó un par de segundos y luego se dejó caer al piso.
- Maldito Vishnú!- Grito el gemelo que corrió a auxiliar a su hermano- Yuri, Yuri!
Yuri se incorporó de inmediato y sus alas se extendieron, grandes y negras como la noche.
- Woow, eres suprema mente fuerte eh?
- Yuri...
- Kuri no hagas estupideces, Vishnú es muy poderoso y lo sabes... Yo me haré cargo de esto.
- Perdón Yuri...
- Basta los tres! Y tú Steph deja de llorar, que si Vishnú te atrapó fue suerte, pues te alejaste de mi.
Los cuatro volteamos a ver a la figura diminuta de la puerta que estaba acompañada de otro muchacho muy delgado de aspecto meramente Indu pero no por ello menos lindo.
- Elliot!- Pronunciamos los gemelos y yo al mismo tiempo.
- Oh santísimo! - Dijo el moreno que me había raptado.
- Waaaa que te calles!- Recriminaron los gemelos .
- Ousch!- Dijo Elliot haciendo un mohín.
Al poco rato nos sentamos todos donde pudimos ya que el lugar era un desastre, y charlamos.
- Permítanme disculparme, mi querido Vishnú es un completo idiota pero no es malo.
- Laaaksmi!- Se quejó de modo infantil el moreno.
- Cállate- Ordeno el que respondía a ese nombre.
- Ellos son la otra parte de la asamblea de la india, Vishnú dios segundo a cargo de la asamblea e hijo de Mammon y Laksmi su pareja, dios cuarto de la asamblea e hijo de Amón.
- Mu...Mucho gusto- Dije tímidamente y Yuri me siguió el truco pero no así su hermano.
- Veo que están buscando una joya igual de bonita que esta- Dijo Vishnú señalándome.
- Si- Asintió Elliot- Se trata de un hijo varón de Lílith, su nombre es Sally.
- Lo hemos visto pero no hemos podido salvarle de ella.
- Ella?
- La diosa de los mares del norte últimamente ha venido mucho y muy seguido por estos mares, al principio creíamos que por falta de Leviatán, ya que ella ahora custodiaba este mar pero... La verdad con ese Leviatán nunca se sabe, es tan impredecible...Oye puedo verle el trasero a esta joyita?
- Jamás!- Protesto Kuri- Su trasero es mío!
- Kuri!- Proteste yo.
- Que? Ellos quieren verte el trasero amor.
- Bien, bien, les propongo un trato.
Dijo Vishnú en tanto su compañero solo miraba lo que sucedía.
- Que trato?
- Yo me uno a su búsqueda si me dejan verle el trasero al niño rubio, juguetito del maestro. Bueno a mi y a Laksmi.
- A mi no me metas en tus negocios sucios- Respondió su compañero.
Vishnú sonrió y Kuri se levantó de su sitio.
- De ninguna manera, no voy a compartir una vista tan celestial contigo.
- Pero que avaricia primo hermano.
- Olvídalo Vishnú- Reitero el ruso.
- Pero...
- Trato hecho- Dije yo.
Todos me miraron con asombro.
- Vaya! Es mi noche de suerte!
- Debes encontrarlo y podrás mirar pero debes encontrar a Sally.
Vishnú me extendió la mano y dijo.
- Es un trato primor. Qué comience la búsqueda...
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