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ESPECTRO... DE DOLOR L2 por Lory Backon

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Del libro de Kuri.
No hay milagro de San Silvestre.
-Pero...
- No es posible!
- Elliot tienes que hacer algo!
- Que puedo hacer yo?- Dijo el albino encogiéndose de hombros.
- Tu eres el líder- Refuto Layla.
-Pero no soy el maestro. Además como líder tengo más limitaciones que nadie.
-Nada se puede hacer- Dijo mi hermano- Descuiden esto es algo que tenía que pasar en esta asamblea.
- Pero... Yuri!- Layla se miraba frustrada.
- Todos tenemos deberes que cumplir y este es el mío.
- A mi más que hacer cumplir un deber me parece que hay algo más. Ephy ya no está, luego el nombramiento de Elliot que evidentemente tenía como objeto maniatarle de alguna forma y ahora tu, acaso no hay espectros de más pureza que tú? Apuesto a que si.
- Claro que los hay!- Intervine yo que hasta ese momento había guardado un doloroso silencio- Están los gemelos dragón en China, y también...
- Basta!- Dijo mi gemelo- Basta! No voy a renegar de mi deber, desde que fuimos creados todos y cada uno de nosotros sabíamos que este momento llegaría, da igual que sea antes o después, a todos nos ata un destino. No hay milagro de San Silvestre para nadie!
Yuri se miraba algo exasperado.
- Comprendo- Dijo Elliot dejándonos a todos boquiabiertos.
- Pero Elliot!- Alegó Layla de nuevo.
- Basta Layla, algún día tu madre perderá la paciencia y te hará volver al Lilim, así como algún día Samael tendrá que suplir al príncipe en turno y yo también, incluso el mismo Kuri. Así que es decisión de Yuri.
- Yo preferiría dejar de existir- Dijo Samael.
- Era una opción- Apunto mi hermano.
Todos excepto Elliot lo miramos con sorpresa e indignación.
- Pero...
- Pero Yuri!- Reclamé yo.
- Lo siento Kuri, en verdad lo siento es solo que... Cuando me dieron la noticia yo, no quería suceder...No quería estar en la oscuridad.
Dijo mi hermano con un gesto de auténtica tristeza.
- Yuri... Pero acaso no pensaste en mi? Si tú desapareces yo... También desaparezco.
- Yo... No pensé en nada más que en aquella oscuridad, lo siento Kuri.
Medité un poco aquello y me di cuenta que estaba siendo muy severo con la persona que más amaba.
- No seas tonto Yuri, no me refiero a mi desaparición, no me importaría si es a tu lado, pero si tú desaparecieras y me dejarás aquí solo, que sería de mi?
Metí a Yuri en mis brazos y el me susurró al oído.
- Pero ahora no pienso desaparecer, voy a hacer todo cuánto esté a mi alcance para que seas feliz, lo prometo.
Odiaba escuchar esas palabras de Yuri, eran mentira, el siempre decía eso cuando había una situación incómoda o de extremo peligro para mi.
- Calla...- Dije yo por lo bajo.
Elliot dejo en claro que no había nada más que discutir así que comenzamos a planear la partida rumbo a Latino América, un lugar potencialmente peligroso si tomábamos en cuenta que el sol era su aliado principal y ese apenas era uno de tantos factores.
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No había visto mucho a los chicos de la asamblea, Kuri me había dicho que estaban planeando el viaje a América y cuando lo dijo lo decía con una seriedad no propia de el. Layla me había intentando convencer de que no era necesario que yo fuera con ellos pero... Como esperaba que no hiciera eso sí iban en busca de Sid, mi Sid! Layla últimamente no tenía mucha paciencia y menos cuando yo estaba con Sally y de los demás no supe mucho más allá que Kanon quizás no iría pues dormía 24 por 7, me sentía aún mal por el pero no tenía idea del por que. En cuanto a Sally el parecía disfrutar mucho a mi mamá, le hacía falta una quizás y la verdad la mía era una de las mejores, algunas veces me sentía desplazado pero luego los miraba y pensaba que quizás ella se sentiría sola si yo me fuera... Al menos le quedaría Sally. No! Sally no era ni mi hijo, ni mi hermano, el tenía que llegar a donde la hermana de Layla aunque... Los volvía a mirar y sabía que a mi mamá le haría falta un Sally.
En cuanto al Oficial June Whipper, mmh, ese hombre se me había declarado, abiertamente y sin ninguna clase de rodeo, desde ese día no quise hablar más del asunto pero fue imposible, pasaba por mi cada tarde y me dejaba en casa, hablábamos de cosas variadas, pero de vez en cuando se le escapaba una que otra insinuación como " tan lindo como tú" " si fueras mío" " si tú y yo ..." en ese instante yo hacía como que no escuchaba pero el rojo de la cara me delataba y entonces el sonreía de esa manera tan cínica y linda y cambiaba de tema por completo. Era como si disfrutaste de aquello.
- Nos iremos la semana siguiente, Steph debes ir a tu revisión y lleva a esa cosa contigo, Samael quiere terminar la vacunación.
- Uy eso no suena a una buena idea Layla, Sally detesta las vacunas.
- Que importa si le gusta o no oblígalo- Respondió de manera tajante- Si es una carga muy pesada para ti o para Cathy déjalo en mi casa y haré que alguien se encargue de ese engendro.
- Layla no digas tonterías, no voy a dejar a Sally y menos contigo.
- Yo solo ofrezco mi ayuda con esa cosa.
Yo puse los ojos en blanco y ella se acercó a mí.
- Vamos, sabes que no quiero pelear por el contigo.
- Pues deja de ser así con tu hermano.
- Esa cosa no es mi hermano.
- Pfff contigo no se puede!
Esta se acercó en demasía a mi y me dijo.
- Bueno, bueno, ya está ve a preparar todo.
- De acuerdo, nos veremos.
Salí de su oficina y como cada tarde desde aquella cita, ahí estaba Whip.
Me acompaño al súper por algunas cosas que mi mama me había dicho que su ahora "pequeño Sally" necesitaba. Luego me escolto hasta mi casa, tomo el te con nosotros y se marchó, la vida parecía funcionar a excepción de dos momentos en el día. El primero era cuando me bañaba, verme desnudo era algo que no podía tolerar, me hacía falta algo, ya había pasado bastantes meses desde que el maestro K. me había despojado de mi virilidad, más aún así no podía evitar llenar la tina y ahogar un grito de dolor en el agua. El segundo momento era aquellas noches donde abrazaba a mi pez y pedía a Dios me devolverá a Sid, ahora entendía un poco a Ephy... Que habría sucedido con el? Se habría marchado? Ephy.... Ahora el invierno de su partida se había alojado en mi.
Al fin un par de días antes de la partida recibí una invitación de Yuri a cenar, tuve que vestir muy propio aunque detestaba hacer aquello.
El lugar era el restaurante Ritz de Londres en Piccadilly, un sitio hermoso y exclusivo, algo en verdad sorprendente pero más aún lo fue que esta vez no había privado ni nada exclusivo para estar a solas, estábamos en la terraza a unas mesas vacías de otros comensales.
- Gracias por venir Steph.
- Vaya de nada Yuri.
- Como está el pequeño Sally?
- Bien, bien, mi mamá al fin ha logrado acostumbrarlo a dormir de noche.
- Y su aprendizaje ha avanzado?
- Muy poco pero al menos ya sabe una palabra más.
- Ah si, cual?
- Bonito.
- Bonito?
- Si.
- Supongo que tu mamá se la enseñó.
- Si, ella es muy buena con los niños, le gustan mucho.
- Pero Sally no es un niño...
- Si, bueno pero es casi como si lo fuera, supongo que para mi mamá no hay diferencia eh?
- Si supongo, ni contigo.
- Que cosas dices Yuri!
Este sonrió con frialdad y el camarero nos tomo la orden, luego de eso se retiró rápidamente.
- Steph ya estás listo para el viaje a Latino América.
- Si, si lo estoy. Tú?
El camarero volvió con el único pedido de Yuri, una botella de vino de Penfolds Grange Hermitage 1951, yo le mire y el sonrió de nuevo como el Yuri de siempre.
- Si, es muy cara, pero déjame ser excéntrico al menos por esta noche quieres?
Yo asentí y este me sirvió una copa, la suya quedó vacía.
- Steph quiero pedirte un favor enorme.
- Si, claro Yuri dime.
- Quiero que...
El miro su copa vacía y sonrió.
- Quiero que en este viaje cualquier cosa que pase, por favor cuida a Kuri, el te ama demasiado aunque a veces es un zoquete pesado que no sabe cómo demostrarlo, pero en serio te ama.
- Ah?
- Sabes bien que Kuri es muy especial para mi, Kuri siempre me dio ese aliento de vida que necesite, Kuri es como un viento de primavera que viene a poner calidez en todo lo que toca, no importa cuanto se esfuerce en hacerse parecer un espectro malvado, el nunca podría conseguirlo y seguro eso le enojaría; quizás sentiría un poco de frustración pero luego volvería a su dulce carácter, el se levantará, el puede levantarse de cualquier cosa sabes? Pero aunque sea así de fuerte y poderoso hay cosas de las que cuesta levantarse Steph, así que te ruego que nunca, nunca dejes de quererle. Nunca, y nunca le dejes solo.
- Pero Yuri, a que viene todo esto?
- No lo sé, sabes es la primera vez que me siento afectado por un viaje, no son sitios seguros incluso para nosotros a donde vamos.
- Si pero va la asombrosa asamblea de Londres no es así? Elliot que es de miedo, no sé si Samael pero Layla seguro si y ella también es de miedo, Kuri y tú qué en Japón wooow! Y bueno eso es más que suficiente.
- No, en América latina están refugiados los espectros más viejos y terribles, es un territorio que ha cautivado a los más antiguos, incluso está allá el maestro de Elliot y ese es un espectro de temer, quizás sea el único que pueda vencer a Elliot con facilidad.
- Vaya! Entonces supongo que debemos estar más unidos que nunca, no lo crees así Yuri?
Su puño se crispo de una manera tensa, era como si algo muy malo fuera a ocurrir y el fuera el único que lo supiera.
- Yuri, estás bien?
El, que hasta ese momento había permanecido con la mirada perdida, fijo esos ojos que me parecieron una verdadera mirada de Yuri, siempre tenía esa calidez que no parecía natural en el, desde que le había conocido siempre fue muy amable y cálido, al principio no había notado aquello solo fue con el tiempo que me di cuenta que el tenía tres miradas, aquella de falsa calidez pero que dejaba mi corazón tranquilo, otra donde el miraba con una honesta frialdad y aquella mirada que le dedicaba a Kuri, una mirada solo para su gemelo. Ahora tenía aquella mirada helada honesta, pero solo duro unos segundos y luego cambio a la mirada de calidez deshonesta.
- Yuri... Puedes decírmelo.
- No es nada Steph, ya te dije que América latina me pone nervioso, pero solo quería pedirte eso, por favor no dejes que Kuri se quede en el suelo, nunca permitas que se rinda, sin importar que, el te ama y te escucha, por favor, por favor.
- Eso no tienes ni que pedirlo, yo los quiero mucho a todos, les debo tanto, no sabría que hacer sin alguno de ustedes, yo no soy muy inteligente o poderoso, de hecho siempre les estoy causando problemas pero jamás, jamás me atrevería a dejarlos si tuvieran algún problema. Jamás Yuri, es por eso que... Quizás no puedo ayudarte mucho en lo que te preocupa, seguro es algo muy grande e importante, pero... Bueno...Si quieres hablar, si deseas que alguien te escuché pues por favor cuenta conmigo! Por favor, se que no puedo hacer más que eso pero lo haré con mucho gusto!
Ese gesto frío cambio a uno sorprendido y luego a uno completamente nuevo y hermoso. Una mirada de genuina calidez, una sonrisa auténtica y esa risa.
- No hay duda Steph eres simplemente único!
- Ah?
- Sid es muy afortunado de tener a un simple como tú a su lado, creo que así ya no tengo miedo!
- Pero... Yuri.
Este tomo mis manos entre las suyas y dijo.
- Gracias.
Su sonrisa, su mirada y ese gesto de tranquilidad eran algo que yo jamás le había visto a Yuri. Yo quería decirle todas esas cosas, quería decirle que no se preocupara que todo saldría bien mientras permaneciéramos juntos, que yo estaba con el siempre y que algún día Kuri se daría cuenta de que el verdadero amor había estado oculto frente a su espejo. Quería decir tanto...
- Yuri, yo...
- Descuida Steph, lo sé, todo estará bien, yo también confío en que así será.
- Si, y descuida que te ayudaré a proteger a Kuri... Aunque a veces se comporte como un niño pequeño- Dije recordando todas esas bromas de rubios que acostumbraba decir el aludido- Yo lo cuido...
- Lo se, te lo agradeceré siempre.
Comí más relajado al ver aquella expresión serena en su rostro, era como si de repente Yuri adquiriera un semblante más humano conforme avanzaba la velada.
Luego de eso y durante el postre el hablo conmigo.
- Oye Steph y no has pensado en que va a suceder ahora que tengas que apartar a Sally de tu madre?
- Ah?
- Por lo que me dices, ellos tienen una buena relación, supongo que a Sally le afecto mucho el tener que separarse de Lilith, su verdadera madre y ahora ve a tu mamá de esa forma, la cuestión es cómo vas a lidiar con el cuando sea el momento de partir, incluso tendrías que pensar más en tu madre no lo crees?
- Ah! Si... Yo, yo había pensado en aquello, aunque supongo que solo pensé en lo bien que habían congeniado.
- Debes pensar que Sally no es tu hermano, ni tú pariente, el es hermano de Layla y Samael, creo que deberías dejar que ellos se encarguen, puede resultar un problema.
- Si... supongo, pero no podría dejarlo al cuidado de Layla o cerca de Theobald, Sally es muy dulce sabes?
- Si y es por eso que deberías comenzar a pensar como sobrellevar la separación de Sally de los brazos de tu madre.
Yo asentí, el tenía razón, Sally lloro mucho cuando salimos del Lilim, incluso escapó cuando le deje solo, quizás no soportaría dejar su nueva casa, quizás mi mamá también sufriría con su ausencia y con la mía, yo ya había pensado eso pero solo ligeramente, jamás me había detenido a reparar tanto en ello.
Yuri me llevo a casa y de frente me tope con aquella escena, mi mamá que miraba la tele y abrazaba a Sally que se había quedado dormido mientras se chupaba el dedo envuelto en una manta de felpa, los observé por un momento y me pareció que mi mamá había sufrido mucho durante mi época de locura, ella era hermosa aún pero a veces sus manos acariciaban un dolor imaginario y sus ojos guardaban el secreto. En tanto aquel de cabellos negros que estaba entre sus brazos suspiraba en sus sueños.
- Steph? Llegaste temprano de tu cita, cómo está Layla?
- Ah!
Mi mamá se había percatado de mi presencia y hablaba en un tono quedó para no despertar al que dormía.
- Oye Steph ayúdame a llevar a mi pequeño Sally a la cama, de acuerdo?
- Si.
Yo tome a Sally en mis brazos y aún y con todo que pesaba bastante lo subí hasta la recamara de mi mamá, los primeros días el dormía conmigo pues aún tenía desconfianza pero luego comenzaba a llorar por estar con mi madre así, que ella acepto que se quedará a dormir con ella, no niego que tuve pensamientos desconfiado sobre si quería a un hombre de 33 durmiendo con mi madre pero yo ya había comprobado tal cual Layla y Samael habían contado que a Sally nada que se le levantaba el mástil, era un pequeño bebé así que deje de preocuparme al punto que podía dejar que mi mamá bañara a Sally y le cambiará los pañales.
Luego de acomodar a Sally en la cama mi mamá subió y me preguntó si quería cenar.
- No mamá ya cene gracias. Quieres que te ayude a cambiar a Sally?
- Descuida bebé, que yo en esto tengo un doctorado.
Ella bajo el pantalón de Sally y yo le ayude procurándole todo lo necesario para su tarea.
- Mamá, debo llevar en unos días a Sally a vacunar, está próxima la fecha de la partida...
Mi mamá suspiro y yo me senté frente a ella en la cabecera.
- Lo se, solo intenta que sean cuidadosos con el, no le gusta que lo piquen.
- Lo se.
Mire a Sally que no daba tregua a su pulgar, mire a mi mamá que tenía la mirada cristalizada y se empeñaba en ocultar su llanto en su trabajo de dejar bien limpio a Sally de la entrepierna.
- Mamá? Estas bien?
- Si bebé, no te preocupes...
- Mamá yo...
- Descuida es normal, algún día tu tendrás hijos y ver que han crecido tanto y tiene una vida hecha, una buena vida.... Comprenderás que es muy fácil aferrarse a cualquier razón para no dejar escapar aquel sentimiento de ser necesitado por alguien indefenso.
- Mamá...
- Es normal bebé, mi pequeño Sally es tan parecido a ti, va más allá del físico, así eras tu de pequeño, tan indefenso, tan miedoso, tan amoroso conmigo, solo estábamos tu y yo.
Ella alzó la mirada y aunque sus ojos estaba llorosos su mirada tenía esa firme determinación.
- Yo no quería hacerte llorar mamá.
- Ay bebé, no entiendes! Yo estoy tan feliz de que ahora seas un hombre hecho, de que hayas superado todas esas cosas malas, de que seas el hombre que eres, me encanta verte así, no me malinterpretes por favor, soy tu mamá y siempre voy a ser sentimental pero eso no significa que no me de gusto que estés haciendo tu vida, incluso que algún día quieras volar, es solo que como te dije mi pequeño Sally me recuerda mucho a ti de pequeño.
Mi mamá le puso un pañal limpio a Sally y sonrió.
- Solo por favor Steph asegúrate de que quien sea que vaya a hacerse cargo de mi pequeño Sally que lo traten bien, que le tenga paciencia y que no le haga ningún mal, si esas personas no simpatizan con mi pequeño Sally, diles que no lo echen a la calle, diles que te lo devuelvan, aquí yo cuidare de el.
Me sorprendió que mi mamá dijera aquello, seguramente no se había tragado el cuento del perro en casa de Layla y tenía alguna teoría de por que yo había traído a Sally a vivir con nosotros.
- Mamá?
- Si?- Ella me miro y de inmediato supo que tenía algo que decirle.
- Es que...
- Ayúdame a ponerle el pantalón y bajamos a tomar un delicioso te de menta te parece?
Le ayude a vestir a Sally y a arroparlo, luego bajamos y le dije más o menos la verdad, le dije que Sally era medio hermano de Layla y que ellos no se llevaban bien por parte de Layla, tuve que inventar algunas cosas como que a Layla le molestaba que su mamá tuviera un hijo bastardo y por eso lo llevaríamos con otra de sus hermanas que vivía en América aparte de ir a trabajar, cosas de dramas de televisión, y que la última vez había amenazado con echarlo a la calle otra mentirilla o más o menos por que Layla si lo había amenazado pero con matarlo aunque no me pareció correcto decírselo a mi mamá, también le dije que el no se podía quedar con familiares de Layla pues ellos también estaban en contra y tenían perros, perros muy grandes y más los gemelos.
Obvio mi mamá me creyó todo excepto lo de los perros pero aún así no dijo nada.
- A mi me pareció extraño al principio bebé, pero la verdad Sally es un niño muy dulce y no me molesta que lo hayas traído o que se quedará aquí. Estoy preocupada lógicamente pues si Layla no puede verlo quien te dice que su hermana si podrá? Steph habla con Layla, hazla entrar en razón Sally es muy dulce y ella tiene qué comprender que esas cosas pasan en todas las familias pero que el rencor no soluciona nada, Sally es su hermano y ella debe procurarlo. El la necesita.
- Si mamá lo intentaré....
Definitivamente mi mamá idealizaba el corazón de las personas, Layla me mandaría al infierno si le hablaba de Sally y peor aún si le intentaba convencer, no es como que no lo hubiera ya intentado.
- De cualquier manera por favor, si esas personas no quieren al niño, por favor tráelo, o si se arrepienten tu diles que no lo dejen a su suerte, diles que te llamen y regresas por el.
- Si mamá lo prometo.
Mi mamá sonrió y al final termino convenciéndome de que comiera una rebanada de tarta de limón, terminaron siendo dos.
Pase la noche entera pensando que podía hacer, Sally no era nada mío pero le quería como si fuera mi propio hermano... O mi propio...
Al día siguiente fui a buscar a Elliot tenía una gran idea.
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La nota mas valiosa del cuaderno de Yuri.
7 días con Kuri.

Su piel blanca, su sonrisa invernal y aperlada, sus ojos azules que reflejaban a los míos, ese rostro que yo conocía tan bien. Habíamos pasado los mejores siete días de toda una existencia en comunión, Kuri me había abierto las puertas a un mundo del cual hasta entonces yo no había tenido acceso, su amor. Pasamos la primera noche desnudos, cuando el sol se asomo ninguno quiso vestirse, me dejó tocarlo, besarlo en cada parte de su cuerpo, no podía poseer su cuerpo pero si podía poseer su alma, aunque el no tuviera me era grato pensar eso. Yo abrí mi mente a Kuri, el pudo ver por primera vez en toda nuestra existencia aquello que había verdaderamente en mi.
Solo atino a sonreír y decir un volátil " Ya me lo imaginaba"; al filo del fulminante rayo de sol, el segundo día anduvimos por la casa vagando, en silencio absoluto, luego charlando un poco y así alternando para ese momento yo ya conocía cada lugar de su piel, visible o no visible, sabía de memoria que lugares de esta no eran iguales a los míos, mis dedos reconocían cada centímetro de su dura piel. Hablábamos de recuerdos, el me preguntaba cosas que desde hacía lustros había querido saber y yo respondía con timidez, yo preguntaba cosas que ya sabía solo para escuchar su voz, yo sabía todo acerca de Kuri, desde siempre y para siempre pero el apenas si sabía que sucedía en mi, tuve que confesar mi hastío hacia nuestra asamblea y también que yo había venido a unirme a la asamblea de Londres por que el así lo había querido, más que yo nunca me habría ido por mi cuenta, fue duro confesar que tal era mi hastío por la existencia que si el sol me hubiese tomado desprevenido una mañana cualquiera igual no hubiera huido o hecho algo para salvaguardarme.
La tercera noche intenté poseer lo sin éxito así que ambos comenzamos a destruir furiosos todo el lugar, la mueblería quedó completamente destruida y el edificio muy dañado, tuve que obligarme a parar y obligarle pues ambos teníamos tanto amor y tanta frustración dentro que desplegamos nuestras alas para salir huyendo lejos pero el, al ver mis alas negras ya, plumas en montón de color negro reluciente, las garras y aquellos picos se dejó caer de rodillas.
- Kuri...
- Por que? Por que callaste? Si hubieras hablado hubiéramos sido muy felices...
- Suenan a humano Kuri.
- Eres un bobo!
- Ahora suenas a Steph- Dije intentando animarle pero no había funcionado- Kuri de cualquier manera que hubiéramos podido hacer? Nuestro padre así lo quiso, sabes que aunque así hubiese sido el ya tenía ese plan. Dios quizás tenía ya ese plan, él tiene la idea de que quizás algún día lo comprendemos.
- Comprender que?
- Que esto va más allá de ti o de mi o de el.
- Maldición!
-Tampoco es fácil para mí pero...
- Debiste decirme todo antes...
Dijo mi gemelo con voz baja.
- Lo siento Kuri, es mi naturaleza fallar en todo.
- Lo se, lo sé.
Este se levantó y me tomo de la mano, nos echamos en la yerba fresca del jardín.
El cuarto día nos quedamos desnudos y callados en la oficina, dejábamos que las caricias reemplazarán a las palabras, ya que estás dolían menos.
El quinto día volamos a casa antes del amanecer y nos quedamos todo el día en habitaciones separadas para poder pensar y extrañarnos mutuamente.
Por la noche el vino a mi.
- No sé si pueda seguir después de ti. Quizás regresé a Rusia.
- Kuri...No seas tonto ven aquí.
- Quizás rete al maestro o a nuestro padre... Le detesto tanto!- Dijo acostándose a mi lado y yo le tome con fuerza por la mandíbula.
- No se te ocurra hacer una estupidez! No vas a desaparecer por culpa de esto, nuestro padre ...
- Nuestro padre te llevara lejos a la oscuridad sin tomarte en cuenta, con solo la ridícula promesa de que algún día lo comprenderás. Yuri vamos eso es una basura!
- Bien sabes lo que nuestro padre dice, uno siempre debe ambicionar más.
- Tu padre y esos consejos absurdos y monótonos, que flojera!
- Kuri, no peleemos más, quieres?
- No peleo- Dijo este haciendo un puchero- Solo estoy molesto.
- Conmigo?
Dije e hice que nuestras miradas chocaran.
- Como podría contigo Yuri idiota!
Sonreí y comencé a tocar su sexo con suavidad, me enloquecía saber que pronto ya no estarían mis manos tocándolo, bese su cuello largo y blanquecino.
- También me enloquece saber que tus manos no volverán a tocarme.
El sexto día con los primeros rayos matutinos, en el roof garden de la oficina, desnudos, hablé con el.
- Kuri, prometen que no harás nada tonto, yo no voy a desaparecer entiendes?
Él asintió.
- Tienes que prometerme qué serás feliz aunque duela, aunque a veces creas que ya no puedes más, tienes que levantarte y seguir.
- Yuri, yo....
- Prométemelo!
- A que vas con eso?
- Kuri!
- Lo prometo, lo prometo, aunque no haría ninguna tontería si es a lo que te refieres.
- Si, en parte pero no quiero que te detengas en este punto, quizás tú pienses en mi o en nuestro tiempo juntos, quizás a nadie quieras hablar de esto, te escondas como lo haría yo, si huyes de todo esto o de todos y si te retiras antes que los demás, tal vez busques la soledad y en ese momento puedas apenas desahogar todo aquello, quizás pienses que eso estará bien, pero tú no sabes cuánto mal te hará toda esa soledad.
El guardo silencio, seguro eso es lo que terminaría haciendo mi bobo gemelo, seguro necesitaría algo de ayuda y yo sabía quién podría encaminarlo .
La noche del séptimo día cene con el rubio, al principio tenía la idea de confesarle sobre mi partida pero no lo hice, no quería más polémica, solo me iría así nada más, me iría no como llegue, esta vez me iría solo, esta vez cada uno estaba solo a su suerte , mi Kuri, mi Kuri que no era mío, no lo sería, Kuri quizás si piensas en mi eso me de valor, quizás si te digo que pensaré en ti siempre eso te ayude a seguir, esa noche nadie dijo nada solo sentimos nuestra lejana proximidad, olí sus cabellos, recorrí su piel con mi boca, bese sus labios pálidos, sentí su tristeza y le dejé sentir mi nostalgia, Kuri no es nada fácil algo así verdad?
También intentamos poseernos el último día, no hubo éxito.
La noche siguiente, la octava noche me despedí de Elliot agradeciendo sus atenciones, además de todo le pedí su palabra empeñada en protección para Kuri.
- Tienes mi palabra de líder y de amigo, además de eso, veré qué entre todos le apoyemos en lo que viene para el.
- Gracias.
- Yuri?
Voltee a ver al albino.
- Serás un gran demonio.
Sonreí, libre y auténticamente.
- Gracias.
Después visite a Layla y a Samael para pedirles lo mismo.
Layla me dio un beso y su palabra de que ayudaría a Kuri, Samael solo me dio su palabra.
A último minuto pase por la casa del rubio sin que se diera cuenta, estaba cenando con ese hombre que le daría muchos dolores de cabeza a Sid, ese oficial bien parecido, su mamá y Sally, parecían muy felices, reían, luego el rubio se sonrojo e hizo un puchero, seguro alguien había dicho algo sobre su inteligencia, adoraba eso de el. Definitivamente las cosas se pondrían muy interesantes por aquí.
Salí de Londres a toda velocidad pues sabía que alguien venía tras de mi.
- Kuri, deja de seguirme.
- No!
Le deje seguirme las dos noches posteriores hasta la frontera Ucraniana con Rusia. Tuve que parar en seco y sin volver la espalda para verle dije:
- Hasta aquí Kuri. Hasta aquí!
- No!
- Debes parar aquí mismo!
- No! No te dejare dejarme!
- No seas bobo, a partir de aquí tengo que seguir solo, recuerda que si pisas territorio de la asamblea de Rusia tendrás que quedarte en ella, el líder jamás debe abandonar la asamblea y ahora tu eres el líder.
- Yuri...
- Desde ayer en la noche te convertiste en el líder de la asamblea de Rusia.
- No me importa!
- Pero a mí si, tú me prometiste que no harías nada estúpido de ahora en adelante. Aun no tienes la fortaleza suficiente como para pisar tu territorio y abandonarlo!
- Si lo sé pero...
- Bien entonces retírate.
- Yuri... Yo no quiero existir dividido, yo...
- No seas tonto Kuri, no hay nada que pueda dividirnos, tenemos solo un corazón, y desde ahora en adelante tienes que cuidar de el, es tuyo y mío también y si no lo cuidas regresaré del mismo infierno a pegarte entendiste?
- Un solo corazón...
- Si, un solo corazón Kuri, ahora vete.
El agachó la cabeza y yo repetí.
- Anda, vete.
- Te amo... Te amo Yuri te amo.
- Yo también Kuri.
Hice acopio de mis últimas fuerzas, el dio media vuelta y yo tome un puñado de nieve lo hice una bola y con furia se la lance. El volteo sorprendido y sonreí.
- Estoy bien, estoy tranquilo y aún conservo la ilusión. Tú también debes de hacerlo!
- Yuri...
Sonríe, sonríe, vamos Kuri sonríe, no te vayas sin darme una sonrisa.
Sus labios se curvaron lentamente y ahí estaba, una sonrisa de Kuri, la sonrisa de Kuri, no, ninguna distancia podía apagar el latir de nuestro corazón.
Dio media vuelta y yo hice lo mismo, puse un pie sobre territorio ruso con la promesa de la esperanza, la esperanza de que el viviría mucho y muy feliz, Kuri y yo una vida dividida, un corazón para dos.
- Su alteza ha llegado usted con un retraso de una noche.
- Maestro Inanna.
- Ah?- Ella miro por encima de mi hombro- Acaso ha venido solo?
- Así es.
- Creí que vendría con el nuevo líder.
- Oh no para nada!
- Vaya creí que ustedes eran inseparables?
- Lo somos.
- Y entonces? No vendría a despedirle.
- No, nosotros nunca nos despedimos por que es imposible que nos dejemos, donde sea que estemos yo estaré con el y el conmigo.
El maestro Inanna sonrió, sabía que yo no había caído en su juego.
- Por eso usted es el elegido su alteza, ahora vamos que se nos hace tarde y el maestro le espera.
- Ha venido el maestro K.?
- Si, no es maravilloso?
- Si- Respondí sin entusiasmo.
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X
... Su alteza.
-El maestro y todos los presentes se inclinaron ante el demonio que llegaba.
- Y cómo fue la ceremonia?
-La ceremonia transcurrió como siempre, se libero al nuevo demonio de su envase mortal el cual se hizo polvo casi al instante, en definitiva esa partícula de Mammon ya estaba más que lista para ser un demonio, su luz era tan intensa que cuando tomo forma fue hermoso, se abrió la puerta al purgatorio donde pasaría siete días y poder descender a los infiernos pero un momento antes de que este descendiera a la oscuridad perpetua el maestro ...
- No me digas, K. hizo su pregunta de siempre.
- Exacto mi señor Ran. El maestro K. pregunto...
" Su alteza, puedo preguntar algo? El príncipe asintió.Fue una buena existencia?"
- Todos estábamos deseando que alguien le pusiera un alto a la imprudencia del maestro, pero ya sabe que como espectro de la dulce estrella de la mañana nadie dijo nada
- Y luego Noon? Qué sucedió?
- Pues el dejó ver las pocas memorias que conservaba aún, fragmentos al lado de la otra partícula, estaban echados en la nieve, la primavera se abría paso entre la fría nieve, uno al lado del otro, desnudos y con las manos entrelazadas. Era algo muy raro mi señor, dos cuerpos muertos en ese jardín, dos cuerpos con un solo latir, que cosas tan horribles, de inmediato supimos que era un recuerdo del día en que habían encarnado, el príncipe había abierto los ojos y vio su reflejo en otro, su sonrisa en ese rostro, le pareció tan hermoso que su más grande ambición fue que aquel que tenía su mismo rostro se mirara siempre tan feliz como en aquel primer instante en que el mundo era algo nuevo y maravilloso para ellos, siempre y hasta el último momento. Entiende? Su ambición era amarse a si mismo!
- Vaya Noon, que raro!
- No tanto mi señor Ran, algún día usted misma podría verse en una situación así.
- Yo?!
- Si.
- Acaso eres estúpida Noon? Yo tener que ver con espectros? Ja! Conozco bien las leyes, no sería tan idiota para darle mi corazón a uno.
- Y un humano?
- Menos! Tendría que ser un humano increíblemente inteligente, hermoso y además de todo poderoso. Tendría que ser un humano más allá de lo extraordinario y ese humano aún no ha nacido.
- Que haya tenido mala suerte mi señor no significa...
- Calla Noon o te chupare la esencia hasta dejarte seca.
- Disculpe mi amo.
Seguimos a paso moderado hasta la Patagonia, después de aquella reunión entre Leviatanes...
- Ni lo digas, ese Sid es un pesado, lo detesto, tan altivo y presuntuoso, veremos qué tipo de humano es ese del que está tan enamorado.
Sonreí, mi amo Ran era muy evidente en cuanto a los celos hacia el amor ajeno.

 

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