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ESPECTRO... DE DOLOR L2 por Lory Backon

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Del libro de Elliot
Kanon VS Elliot

Pecados? Virtudes? Daba lo mismo, lo único que quería saber era cuanto dolor podía soportar...
Mire sus ojos negros, orientales de cuna, rasgados y altivos. Ah! Mi pequeño hijo, mi pequeño amante, mi pequeño Kanon.
Alto como un poste, un cuerpo bien desarrollado, yo mismo había cultivado ese gran cuerpo, espalda de hombre, brazos de hombre, pecho de hombre y piernas de hombre, yo mismo había puesto cuidado en cada detalle, no por nada había planeado tan cuidadosamente su muerte mortal, no me apresure, no! Me tomé aquello con calma, con mucha calma para que su cuerpo mortal llegará a su madurez y luego vino la muerte.
Casi pude sentir una lágrima que salía de mi interior. Aunque era solo una alucinación mía, una sola lágrima de amor para el. Una herida en mi, una grieta muy profunda me había causado aquel amor y que nunca podría olvidar. Kanon me había ahogado en su amor y ahora no podía olvidar su sabor, su toque, su esencia.
Le inmovilice las muñecas por detrás con esposas de acero inoxidable que le quedaban muy justas a sus antebrazos poderosos.
Me pareció que teníamos público y debían obtener una buena función.
- Así que quieres retarme eh?
Kanon me miro de esa manera, una manera tan odiosa, sus ojos eran como los de un toro antes de la primera estocada.
Golpee suavemente el fuete que tenía entre mis manos un par de veces y luego se lo dejé ir a los costados con rudeza, cuatro a cada lado, el sonido del viento que se cortaba era delicioso.
Este no se movió, eso me puso caliente, solté otros cuatro a cada costado y este ni se inmuto.
- Así que va a ser de esta forma Kanon?
Comencé a aplaudir para excitarme más, esté rodó la mirada y yo me trepe a una silla para estar a la altura de su corbata negra, jalarla y quedar frente a frente.
- Tu amor me ha dejado agrietado, roto.... Kanon. Ahora debes pagar.
Solté a este y en un movimiento rápido le desgarré la camisa blanca, le azote tiernamente la cabeza contra el poste del dosel y de una patada le mandé directo al colchón. Se escuchó un suspiro de mi público, estaba dando lo mejor de mi.
- Ese instinto tuyo tan indefenso, es tu culpa, me pones y mucho!
Este seguía en la cama con el cráneo roto, le tomaría unos minutos recomponerse.
Me trepe sobre su espalda y terminé de rasgar con los dientes su saco y su camisa, arañe con fiereza la piel de su espalda, su cadáver ya no sangraba pero las marcas de mis garras quedaban ahí, mordí sus hombros de leche y su cuello, le arranque la corbata y le vende los ojos con esta, estaba tan excitado que no podría contenerme mucho.
- Te gusta que te trate así verdad?
Tire de sus cabellos de ébano y mordí el lóbulo de su oreja casi hasta desprenderlo.
- Necesitas todo este dolor en verdad? Eres un necio!- Le susurre al oído y luego reí a carcajadas.
Yo ya estaba muy duro así que le arranque el cinturón y desgarré el pantalón de su traje, amaba sus piernas poderosas, si hubiera elegido yo a quien iba a amar desde el principio de los tiempos, seguro hubiera sido el, Kanon tenía verdaderas piernas de hombre. Su ropa interior era un bóxer negro pegado y ese armamento me causaba envidia. Si yo tuviese su cuerpo ya le hubiera destrozado.
Toque su trasero, lo apreté fuerte y en un movimiento excesivamente brusco lo puse boca arriba saque mi látigo y le ate los tobillos, tome su mandíbula y lamí todo el rededor.
- Te deseo tanto.
Él se tenso y le bese con lujuria, una lujuria violenta, bese su cuello, bese su pecho y mordí rudamente sus pezones, mordí su vientre y lo bese, baje hasta su sexo y sobre la ropa interior lo toque con rudeza, lo apreté hasta que este me dio una especie de exclamación mas gutural.
Pellizque sus entrepierna y me levanté, saque mi camisa de polo que era pequeña y me le fui a besos de nuevo.
Besos profundos de lengua, su cavidad era húmeda y rica, su sabor a miel, sus labios eran una perdición, lo perdía con cada beso, me enfade y lo mande a volar hasta que se estampo contra una columna, corrí a gran velocidad y antes de que tocará el suelo lo tome del cuello, saque otro látigo y lo mande contra una silla la cual del impacto casi cae al piso pero aferre el látigo contra mis manos y está logro estabilizarse de un solo golpe.
- Te gusta que te trate así? Te encanta el dolor Kanon, esto es lo que quieres verdad?
El había provocado todo esto, Kanon sabía bien como hacerme estallar, fue creado por Dios para que yo le amase con locura y para darme un placer infinito.
Una vez que ya estaba bien estabilizado en la silla solté el látigo que se enredo alrededor de su cintura y de la silla para que el no se moviera ni un poco.
- Vamos a darte lo que te hace feliz.
Dije y me le fui encima a golpes, la silla se balanceaba de un lado a otro amenazando con caer, pero eso era la menor de mis preocupaciones, mis golpes mostraban lo excitado que estaba, Kanon en tanto parecía que también estaba ya muy puesto. Pare en seco mi ataque y me desnude por completo. Acaricie su piel lastimada y fui a la cama donde se había quedado el fuete, le dejé caer un par de golpes con este en los muslos, luego los acaricie, sus labios pedían por los míos, estaba tan mojado que podía olerlo.
- No sufras mi amado.
Rodee la silla y vi sus manos de hombre, grandes, cada uno de sus dedos largos y orgullosos, le tome el índice derecho y se lo rompí, luego el meñique izquierdo y se lo rompí también. Me acerque con cautela y bese su cuello, mordí, lamí y le dije al oído.
- Tu no has debido provocarme Kanon.
Él había provocado ese nivel de excitación en mi, Kanon sabían bien como hacerlo, desde la noche anterior sus gestos y cada una de sus miradas habían provocado a mi libido. No era que no me gustara ser algo exhibicionista; pero eso me prendía aún más y podía descontrolarme con facilidad.
Regresé al frente de el y me trepe en sus piernas, su sexo estaba firme y delicioso.
- Kanon, mi pequeño y malcriado Kanon, has sido un mal chico, has provocado a tu amo a propósito no es así?
Tome la corbata que cubría sus ojos, esto tenía que terminar ya mismo, dentro de mi, la lujuria estaba en su momento de mayor intensidad.
Nada más con descubrir sus ojos, con eso tuve, ese tipo de mirada altiva, jactanciosa, petulante, un miembro de la realeza oriental arrogante ante su captor sexual, soberbio, altanero, caprichoso, esa mirada, justo ese tipo de mirada que había en Kanon por nacimiento era lo que desató aquello que no me gustaba mostrar a nadie más que a el en nuestra valiosa intimidad, tome su cuello y lo apreté tan fuerte que se escuchó como su tráquea tronaba. Él me había obligado a matarlo, una sola mirada había bastado para que le matara tan dulce y lentamente.
Este abrió los ojos como platos, se resistía a morir entre mis manos, sufría, un insulto, un suspiro en voz alta y luego quedó hecho un fiambre y yo proseguí, le desgarre la ropa interior y chupe su sexo enorme como si fuera una paleta.
Mi boca trabajaba tan rápido que la silla termino por azotar en el piso con todo y Kanon
- Delicioso!
Le libere del látigo y lo arrastre hasta la cama donde pude subirlo boca abajo, puse en alto su cadera y comencé a chupar su entrada, dulce, salada, me volvía loco, me estaba volviendo loco, mordí sus nalgas hasta que le dejé marcados mis dientes y luego con mis manos repase un trazo en su trasero, tome el fuete y le di duro hasta que se marco aquella vara en su piel blanca. Bote ese instrumento y le pegue en las nalgas con mi mano, su cuerpo se estremeció un poco y volvió a esa posición de inmovilidad.
- Tranquilo Kanon no sufras.
Separé sus nalgas y sonreí.
Su bella entrada de mármol fue atravesada sin contemplación y sin ningún tipo de advertencia por mi puño completo, vi sus manos con todo y sus dedos rotos crisparse. Le sentí temblar bajo mi yugo.
Nada más con traspasar esa entrada que tanto placer me daba mis cuernos se salieron de su sitio.
Metí y saque mi puño en repetidas ocasiones, rápido, muy rápido. Ese sonido me volvía loco, adentro, afuera y de nuevo adentro, al fin lo había desgarrado, lamí su entrada , su esencia ya al punto del colapso, su cadera alta, me arranque la ropa y me deje ir dentro de el. Mis alas se desplegaron, le enterré las garras en la cadera y embestí con furia, su cuerpo era ya un guiñapo.
Dejé salir mi esencia, ahí fue donde apenas Kanon reaccionó, mi poder lo invadida, lo poseía, , intento moverse, intento zafarse de mi pero solo logro dislocarse la cadera. Tenía que aferrarme más así que lo envolví con mis alas para inmovilizarlo, este emitió un ruido horrible con el diafragma y yo le dejé ir todo mi poder, una y otra vez, le estaba haciendo trizas a pesar de que yo tenía mucho control sobre mi mismo.
" Tranquilo Kanon, relájate" Hablé a su mente y el solo dijo " Más, más".
Sonreí y le complací. Yo existía para hacerlo feliz y si el necesitaba todo ese dolor para sentir mi amor yo se lo daría. Le haría feliz a cualquier precio.
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La puerta había sido dejada entre abierta y había visto a Kanon esposado por la espalda. Elliot estaba siendo muy rudo con el pero un suspiro enorme se me salió cuando él le azotó la cabeza contra el poste del dosel.
- Ah!
Elliot volvió la cabeza hacia donde yo estaba, seguí mirando aquello, por que Elliot estaba haciéndole eso? Por que le causaba ese dolor a Kanon? Qué no podía ver qué lo estaba lastimado?
- Elliot no lo esta lastimado Steph, de hecho está siendo muy tierno con el.
Di un salto y voltee pues me había tomado por sorpresa, era Kuri que también observaba.
- Kuri me asustaste!
Kuri miraba como Elliot poseía a Kanon con locura pero su semblante en lugar de ser de lujuria u horror mostraba nostalgia, me pareció que la ausencia de Yuri había golpeado fuertemente en el.
- Mira- Dijo señalando a Elliot que le hacia una caricia a Kanon- Mira con que delicadeza lo trata, Elliot golpea a Kanon con mínima fuerza, si Kanon fuera un humano como tú seguro si le haría daño pero Elliot se controla bastante bien, si Elliot lo golpeara como a un espectro normal entonces si lo lastimaría pero apenas si lo toca, si te fijas solo le disloca o rompe huesos pequeños que sanaran en unos minutos, es tan gentil con el que duele ver a un espectro poderoso como Elliot rendido ante un espectro como Kanon.
- Entonces... Kanon no está sufriendo?
- En absoluto, quizás lo único que le duela sea estar tan excitado y lo que si duele en si es cuando Elliot está dentro de el pero a esta altura estoy seguro de que Kanon ya puede soportar bien aquel dolor.
No había un ápice de burla o alguna intención de bromear al respecto, Kuri se miraba tan distinto, parecía una versión triste de su hermano gemelo, su mirada estaba vacía, era apenas un boceto irreal de su propio dolor, ya no había alegría ni risa en el, Kuri se había quedado vacío al partir Yuri.
Me consternaba mucho su pena así que miramos un rato mas y luego nos marchamos cada uno a su habitación.
Al día siguiente nos llevaron a desayunar a un restaurante que estaba frente a un lago a Benedetto, a Sally y a mi.mUn sitio encantador, Sally estaba más animado desde que llegamos pero Benedetto no parecía mejorar.
- Benedetto, puedo preguntarte algo?
Este me miro mientras daba una cucharada de huevo con jamón de pavo a Sally el cual con mi mamá comía como un príncipe pero conmigo decidía dejar salir la anarquía y la comida terminaba por todas partes.
- Que sucede Steph?
- Has intentado... No sé, hablar con Kuri?
- De? Por?
- Pues, no se, para intentar llevarse mejor.
- Le detesto, por que querría llevarme bien con un homo violador como el?
- Steph eso- Señaló Sally un bizcocho- Pan, dame.
- No Sally primero come un poquito más quieres?
-Steph eso!- Dijo de nueva cuenta- Pan, pan!
Yo le di una cucharada en la boca a Sally sin prestar atención si la comida había llegdo a su boca pues y miraba la expresión de Benedetto, un flash back vino a mi, yo también había actuado así pero solo por una razón, yo me excusaba en que no era homo y en que detestaba a Sid por haberme violado por temor a aceptar mis sentimientos, por temor a no ser correspondido, por temor y nada más, pero en el fondo yo también quería ser amado por Sid, necesitaba tenerle adentro, me dolían tanto sus huellas en mi piel y me dolia aun mas no ser el objeto de su afecto. Aún recordaba las palabras de todos.
" Sid no es quien tú crees, en realidad es muy dulce" " Algún día comprenderás lo que digo"
Y así era, Sid era un chico lindo, algunas veces fastidio solo cuando actuaba infantil pero por lo general era fácil amarle.
- Benedetto?
Este me miro, y yo dije con la misma sensatez que en aquel tiempo los espectros me había dicho a mi.
- Kuri no es quien tú crees, en realidad es muy dulce y algún día tu comprenderás lo que digo.
Este me miro sorprendido y luego se mordió el labio inferior, Sally se escabullo por debajo de la mesa y fue por aquellos bizcocho para sentarse a comerlos en el suelo. Estaba hecho un desastre, tuve que ir por el y este se puso a llorar, y a patalear, aún le quedaban algunas malas mañas de solo comer cosas dulces.
- Ya , ya! - Lo consolé metiéndolo en mis brazos y dando palmaditas a su espalda- Ya Sally! Seguro tienes sueño, dime quieres dormir un rato?
Este negó con brusquedad, Sally era un tanto caprichoso así que después de un par de intentos asintió y se tallo los ojos, yo acaricie sus cabellos con ternura y saque de mi bolso un vaso anti derrames, pedí leche tibia y terminé abrazando a Sally.
- De donde salió?
- Ah?
- El- Dijo Benedetto señalando a Sally.
- Es hermano de Layla y Samael.
- De la princesa y de quién?
Comenzamos a platicar sobre la vida de Sally, de ahí me seguí para explicarle como estaban las cosas en la asamblea, quienes la conformaban, que reglas me sabía yo y como aplicaban, intentaba mostrarle que no era todo tan malo como lo creía.
- Así que tienen asambleas?
- Si, nosotros pertenecemos a la de Londres.
- Ósea todo son británicos?
- No, en realidad no. Mmmh por ejemplo Layla era de la asamblea de Francia.
Este al fin dio una leve sonrisa.
- Es lógico.
- Que?
- Cuando te conocí y conocí a la princesa, ella hablaba un francés perfecto, ahora todo suena lógico.
- Supongo.
- Y por ejemplo, Kanon...
- Quien?
- Kanon. El chico alto.
- El oriental?
- Si, el era de la asamblea de Japón.
- Ah! Entonces son una mezcla.
- Si, bueno, aunque formalmente se supone no deben ser de varias asambleas, se supone todos son de una y nada más, todos excepto en la asamblea de Londres.
- Por?
- Bueno no sé exactamente, pero aunque no lo parezca nuestra asamblea es una de las más poderosas.
- Nuestra asamblea?
- Si, ahora ya eres parte de esta asamblea!
- No por gusto. Y que hay si me quiero cambiar de asamblea o salirme?
- Ah! Bueno...- Que tipo de pregunta era esa? Yo.. Yo no sabía la respuesta pues nunca se me ocurrió- Esteee... Es que no lo sé, no creo se pueda.
- Por?
- No lo se, tendrías que preguntarle a alguien.
- Quien es su jefe?
- Ah...- La cara de Elliot vino a mi- Elliot supongo, aunque nunca ha actuado como tal.
- El enanito?
Yo asentí.
- El es británico?
- Si, bueno no, es de una época diferente donde los países tenían otro nombre creo.
-Crees?-El guardó silencio unos momentos y luego continuo- Como sea, le diré que me transfiera a Italia. Al diablo que sea menos con este homo.
Italia? El recuerdo del maestro K. y todo aquello que había perdido se me vino encima y grite.
- No a Italia!
Este arrebato hizo que Sally se sobresaltara pero no sé despertó por completo; solo se quejó y se volvió a acomodar entre mis brazos.
- Pero que te sucede?- Pregunto Benedetto.
- Nada!- Dije yo crispando los puños- Es solo que, no me siento muy bien, perdón creo es el calor.
- Entonces será mejor que nos vayamos.
Benedetto llamo a Fran y este de inmediato acudió a donde estábamos.
Pase buena parte de la tarde en la habitación con Sally, cuando el despertó, quería dulces y quería salir a pasear. Me fijé en mi reloj y aún tenía la hora de Londres, que chasco.
Yo tome a Sally de la mano y fuimos a buscar a Fran.
- Hola Steph.
- Elliot!
Me sonroje al verlo, atrás de el venía Kanon.
- A donde se dirigen?
- Emmhh pues íbamos a buscar a Fran pues Sally está muy inquieto y quiere pasear.
- Bien vamos!
- Ah? Pero...
- Kanon y yo conocemos un buen lugar que les gustará.
- En serio?
- Si, además trae al chico de Kuri, seguro estará aburrido.
- Si.
Le cedi la mano de Sally a Kanon y salí en busca de Benedetto.
Encontré de camino a Layla que me indico donde era la habitación de este, le pregunté si venía y ella negó con solo un movimiento de cabeza, supuse que era por Sally y mientras se alejaba dijo.
- Exactamente.
Suspiré, sabía que Layla era una mujer muy necia así que no me amargaría la tarde por eso, al fin halle la habitación de Benedetto, tome el picaporte y lo gire.
Era una habitación hermosa, decorada con motivos de nieve, una enorme cama con dosel de seda blanco, el edredón y las almohadas blancas, el blanco era el color de ese lugar. Afuera había un balcón de piedra enorme, me asome y la vista del ocaso era hermosa, simplemente sorprendente.
Me tomé unos minutos para aprovechar la suave brisa mexicana y di media vuelta, no vi nada de las pertenencias de Benedetto por el lugar, era seguro muy ordenado, solo había una foto, me acerque y tome el marco dorado, no era Benedetto el que estaba ahí, sino Kuri y Yuri abrazados .
Kuri mostraba una gran sonrisa mientas pasaba el brazo por el cuello fino de su gemelo en tanto Yuri sonreía tímidamente mientas sostenía con fuerza la parte baja de su suéter estilo preppy.
- Yuri...
Dije en voz baja.
- Steph que pasa?
Voltee dando un salto del susto.
- Kuri!
Sus ojos eran un mar de dolor.
- Dime.
- Yo, perdón es que...
- Ya se que tú nunca llamas a la puerta Steph, ahora dime qué se te ofrece?
- Ah bueno es que... Elliot y Kanon y Sally y yo vamos a salir y bueno pensé que Benedetto podía acompañarnos.
- Bien su habitación es la de a lado.
- Kuri...
La mirada del Kuri de la foto no era la misma que yo tenía enfrente. Era mas una mirada de Yuri, yo nunca tuve problemas antes para saber quien era quien ya que los gemelos Stklov tenían una ´personalidad única y diferente pero en ese momento no sabia garantizar cual era el que estaba frente a mi.
- Kuri tú también puedes venir...
- Gracias pero estoy ocupado.
- En que?
Este miro con severidad, Kuri me estaba mirando con severidad? Un miedo frenético se apoderó de mi y me salí de inmediato.
Fui a la habitación de Benedetto y este acepto acompañarnos.
Kanon condujo hasta el sur de la cuidad, fuimos al antiguo barrio de Coyoacán, un sitio hermoso que conservaba el estilo de viejo México colonial, visitamos como todos los extranjeros la casa azul y el museo de León Trotsky, luego de eso fuimos al centro de Coyoacán y comimos unos helados exquisitos, obviamente el más feliz era Sally por poder comer tantas cosas dulces, le compré un globo con la figura de un perrito con sombrero de bombero que estaba muy de moda entre los niños pequeños y además un algodón de azúcar, ya después vería como le haría con la visita al dentista. Benedetto seguía igual de animo pero el era muy amable y paciente con Sally y conmigo y Elliot... Elliot también quiso un globo pero que tenía a un demonio mal dibujado, asa que Kanon se lo compro, Kanon definitivamente mimaba mucho a Elliot. Vimos la fuente de los coyotes, y yo me compré una cosa muy fascinante, era un maíz cocido insertado en un palo al cual le ponían limón, gravy y picante, también comí una tostada hecha de masa de harina frita llamada " Buñuelos", estaba muy buena, tanto que hasta el mismo Benedetto compro un vaso para el, encima lo bañaban con una especie de jugo negro que hervía en una olla de barro con guayabas que flotaban en ese jugo dulce, sabía tan bien que yo quería llevarme todos a Londres.
Pasamos un rato muy agradable, antes de marcharse compramos en un sitio el cual unas chicas muy lindas que parecían gustar de Benedetto le recomendaron, el sitio se llamaba " Café Jarocho" para Sally un chocolate con malvaviscos de colores el cual puse en su biberón, yo pedí un chocolate frappe y un bizcocho y Benedetto un café americano.
La cosa no paró ahí, luego de eso Kanon nos llevo a un sitio del cual yo ya había escuchado, Xochimilco, lo que a mi gusto me parecía una Venecia del caribe pero que ante esto Benedetto hizo un mohín de desacuerdo.
- Hay un espectáculo que se llama la llorona- Dijo Elliot.
- Eso no asustara a Sally?- Dijo Benedetto.
- Mmmh es cierto y quizás a Steph.
- Oigan!- Reclamé.
- Si, eso es cierto, y sabemos que ocurre cuando se asusta- Dijo el castaño en tono burlón.
- No importa puede robarle un pañal a Sally, el no se enojara por eso.
- Hey!- Proteste .
Los tres rieron y yo me enoje.
- Tontos! De cualquier manera no quería ir.
- Vamos Steph no te enojes, era broma- Dijo Elliot.
Yo lo miré resentido.
- De cualquier manera no iré.
- Que? Por?
- Por que Sally ya se está durmiendo y no voy a dejarle solo en el coche, si se despierta y no me ve se pondrá a llorar.
- Ay vamos! Hey Benny dile algo!- Se quejó el albino.
- Benny?- Dije yo.
- Eso de Benny fue hacia mi?- Dijo el italiano.
- Claro, quien más?- Contesto el albino- Benedetto es un nombre muy lago y feo, así que de ahora en más serás Benny.
- Olvidarlo niño. Solo mi hermana me llama así.
-Pues ahora seremos tu hermana y yo.
Yo comencé a reírme y Kanon hablo a nuestras mentes.
" Yo llevaré a Sally en brazos de ida y vuelta"
- Pero...
- Si!- Dijo Elliot contento.
- Pero...
- Anda Steph, vamos- Dijo Benedetto tomándome por el hombro con gentileza- Yo también te ayudaré con Sally.
- Bien- Dije sin esperanza de poder hacer lo contrario.
Les pedí unos momentos para cambiar a Sally, Benedetto me ayudó; luego de eso entre Kanon y yo lo envolvimos en una cobija de lana con el dibujo de un pequeño borrego que dormía y soñaba con borregos que saltaban una pequeña cerca, esa cobija se la había comprado mi mamá. Kanon cargo a Sally hasta el sitio de la presentación y en sus brazos Sally no despertó en absoluto, ni siquiera cuando subimos a la embarcación que nos llevaba al lugar donde se presentaba la obra.
El sitio era hermoso, olía a flores y a tierra húmeda, bebimos un par de cervezas y observamos la luz de la luna que no era opacada en absoluto por los pequeños faroles de las embarcaciones llamadas "Trajineras" sino por el contrario resaltaba el paisaje aquella noche de Octubre.
La obra era sobre una vieja leyenda mexicana; una mujer que había perdido a sus hijos o algo asi, intente seguirla por lo que Benedetto me decía pero como estaba hablada al español no podía agarrar mucho del contenido, algo muy horrible seguramente, si me asusté un poco pero esos exagerados solo me miraban de vez en ves la entrepierna, estúpidos! Terminó y nos llevaron de vuelta al embarcadero donde abordamos el coche y regresamos a casa, Kanon acomodo a Sally en mi cama y le dio un beso. Este se despidió de mi y dio media vuelta para macharse pero le detuve por la camisa y dije:
- Gracias Kanon.
El acarició mis cabellos y me beso la frente, luego se marchó.
Me puse mi pijama y la puerta se escuchó.
- Steph soy, yo puedo pasar?
- Si claro!
Benedetto entro, aun no llevaba pijama.
- Que sucede Benedetto?
- Dime, sabes cuál es la habitación del líder?
- De Elliot?
- Si.
Pensé en el día que había visto a Elliot poseyendo a Kanon y me sonroje.
- Si, bueno si lo sé.
- Puedes llevarme?
- Si! Pero por que quieres ir a su habitación?
- Por que le voy a pedir que me transfiera de asamblea.
- Que?!
No tuve más remedio que hacer lo que me pedía pero para mí buena suerte las voces de los miembros de la asamblea se escuchaban en el jardín así que lo guíe hasta el jardín trasero de la casa el cual era hermosamente iluminado por un camino de estacas con farolas y troncos, en definitiva la casa era exquisita hasta en el último detalle.
- Kuri no está bien, debemos idear algo o estoy seguro se regresara a Rusia.
- Pero... En serio crees eso Elliot?
- Kuri regresara a Rusia pues solo ahí podrá vivir en soledad, inmerso en los recuerdos de su gemelo, sus preciados recuerdos.
-Y que sugieres?
- No se... Pero esos recuerdos, esos malditos recuerdos nos van a fastidiar.
- Ahora es todo lo que le queda.
El silencio de hizo unos minutos. Luego Elliot asintió.
- Todos lo hemos visto, no quiere hablar con nadie, se esconde en su habitación, huye de todos y se encierra con esa fotografía.
La fotografía que yo había visto, aquella donde estaba al lado de Yuri.
- Esa misma Steph- Dijo Layla detrás de mi causando un susto terrible también a Benedetto.
-Layla por...
Esta me tapó la boca y dijo.
- Ni se te ocurra! Qué hacen espiando ahí?
- Nada princesa, disculpe usted no queríamos escuchar.
- Si bueno es que Benedetto quiere hablar con Elliot y cuando llegamos aquí escuchamos lo que decían...
Layla nos sonrió y me tomo de la mano para conducirnos a Elliot.
- Que sucede Steph? Aún estas asustado por la obra?
Fruncí el seño y dije:
- Nada de eso! Solo que Benedetto quiere hablarte.
Elliot lo miro y luego sonrió.
- Imposible!

 
Notas finales:

Ahora si.... Feliz Dia de Reyes!


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