- Imposible!
Dijo, lo tenía justo enfrente
- Lo que piensas es imposible y que bueno que están aquí ambos.
-Ah?- Que sucede Elliot.
- Escuchaste lo que hablábamos no es así Steph?
Yo asentí con la cabeza.
- Pues necesito que ambos cooperen en poner a Kuri en un modo normal, debe de poder salir de esto.
- Eso no es mi problema- Dijo el castaño con despotismo.
- Seguro que si lo es Benny, si Kuri se regresa a su fría y lejana Rusia tu te vas con el y seguro tú pequeña hermana no soportaría ni un día en la asamblea de Rusia donde por cierto no solo es helada, oscura y lúgubre sino también sus miembros o los pocos que quedan no son muy amistosos con los humanos eh? Ni que decir pacientes!
- Ah?
- Si Kuri se va, te llevara a ti y a tu hermana con el y se va a sumir en sus soledad entonces tú quedarás a merced de los demás espectros, Kuri se sumirá en su tristeza y en un sueño de donde nadie más lo podrá sacar, un sueño de recuerdos y tú te pudrirás junto a tu hermana en los hielos eternos- Dijo Layla con una frialdad espeluznante.
- Pero, por que no puedo cambiarme de asamblea? Ese violador no me agrada!
- No puedes por que no se trata de las asambleas niño!- Dijo el albino- Es de con quién firmaste el contrato!
- Ah?
- Tu contratista fue Kuri y el es el único que puede liberarte de eso! Ahora escuchen, si perdemos a Kuri estaremos más indefensos, Steph dime qué me ayudarás?
- Lo haré Elliot, lo haré por que es lo que Yuri hubiera querido para el, que fuera feliz.
Elliot y Layla asintieron .
- Y tú qué dices Benny?
Benedetto se mordió el labio inferior y yo le puse la mano en la espalda.
- Bien- Dijo enojado- Pero solo por mi hermana, por que por mí, me pudriría en donde fuera con tal de que ese homo violador se jodiera!
Benedetto salió furioso rumbo a su habitación.
- Steph?
Voltee a ver a Elliot asustado y asentí.
- Podemos contar contigo verdad?
Recordé aquella cena con Yuri, yo le había dado mi palabra de que cuidaría a Kuri.
- Claro que si Elliot, yo haré todo lo que esté en mi para que Kuri salga de esto.
Elliot solo asintió y miro el techo alto de la casa a lo lejos. Ahí estaba Kuri sentado mirando el cielo, la luna y quizás algo más.
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Del libro de Kuri.
Soledad P1.
Se había marchado para no volver, cumpliría su propósito, un destino horrible, con sus ojos tímidos se había marchado de mi existencia.
Este no me había dejado cruzar la frontera con Rusia, me había protegido hasta el último minuto, el idiota sonrió e intento darme ánimo, idiota y mil vidas idiota, cómo crees que voy a volver a sonreír si te has marchado?
No regresé a Londres de inmediato, decidí que no quería estar solo, no podía! Fui a Italia por mi premio y bajo amenaza de que le quitaría a su hermana y la escondería en algún lugar donde nunca en su vida pudiera encontrarle los traje conmigo.
No fue suficiente, ese chiquillo no me interesaba, no tenía mis ojos, ni mi cabello, ni mi rostro, no me interesaba en absoluto.
En cuanto llegamos a Londres los mandé instalarse en la habitación de huéspedes y con claridad le advertí que la casa era muy peligrosa y que no debía salir ni el ni su hermana pues si se perdían o algo les pasaba yo no iría a ayudarles, así que desayunaban, comían y cenaban ahí. No salían para nada a pesar de que no había más peligro que yo en esa mansión, sin el ya no había una puerta directa al averno, no había almas penando ni nada. Solo había vacío.
Dejé la casa unos días y me encerré en mi oficina, no quería saber del mundo, necesitaba estar solo, no volví a casa, no atendí nada de la empresa, solo quería cerrar los ojos y revivir la última semana.
Elliot vino pero me rehusé a hablar con el.
- Kuri no puedes hacer eso.
No dije nada, no quería, no tenía nada que decir.
- Kuri....
Luego hablo a mi mente.
"Tienes que seguir adelante sin Yuri, el no ha desaparecido, ahora es príncipe el máximo honor al que podemos aspirar, así que el aún cuenta contigo"
Unos minutos de silencio y finalmente dijo.
- Nos vemos mañana por la noche, te toca volar hasta México por favor se puntual.
Luego de que se marchó me senté en aquel lugar que era de el, ahora estaba vacío, su lugar estaba vacío... Hermano! Ven! Sígueme a donde vaya! Tome la foto de aquel día tan divertido en invierno, su mirada tímida. Cerré los ojos, volví el tiempo atrás, la nieve caía suavemente por que el así lo quería, toque su piel, le sentí junto a mi, le sentí respirar, respirar falsamente, reír, pase mi brazo por su cuello e hice una mueca, era nuestro cumpleaños y el me había dado nieve, yo solo la foto, eran principio de los noventa y nosotros jugábamos en nuestro palacio en Dorset, esas noches de recuerdos tan felices y frágiles, iríamos a buscar fósiles o plantarlos pero primero un recuerdo para el... Yo no le había dado más que aquella fotografía. Aferre la foto pensando que el seguía aquí, que regresaría en cualquier momento a abrazarme y declarar su amor y cuánto me había extrañado.
La última vez que habíamos ido a Dorset, nos habíamos alejado de Stephan, estaba muy quieto, había una petición de que nos quedáramos a ver el cielo meciéndonos en el columpio bajo una manta. Qué idiota había sido!
La noche siguiente pilotee hasta México, entregue rápido mi plan de vuelo y fui a esconderme al castillo de Chapultepec, no necesitaba ver a nadie de la asamblea o los humanos de esta. Que hastió ver diario a los humanos. Por la tarde Layla acudió a donde me hallaba y dijo.
- Te escolto?
No era una pregunta en si, y no tuve de otra más que ir con ella, durante la estancia en la cuidad de México no hice nada más que estar en mi habitación, no sabía ni por que había traído a ese mocoso conmigo, no quería verle, ni tocarle, al fin la tercera noche partimos rumbo a Veracruz, al aeropuerto de " El Tajín" en Poza Rica y de ahí Kanon condujo a los humanos y Francisco a los espectros en dos Suburban blancas hasta el hotel Isla Tajín que era donde Francisco se despidió de nosotros. Ahora un galante chico alto de piel morena como el azúcar mascabada, ojos enormes de color chocolate y cabello negro casi hasta los hombros en corte recto se nos presentó.
- Sean bienvenidos asamblea de Londres, primera asamblea de Londres, yo soy Tláloc y seré su acompañante estás noches que permanecerán aquí hasta que nuestro líder se muestre ante ustedes.
El joven Tláloc tenía ese ceño fruncido que le daba un parecido con Ephy, el también se había marchado para no volver.
- Kuri... Kuri- Dijo el rubio siseando a mi lado.
- Que sucede Steph?
- Parece que está enojado no es así?
- Ah?
- Tlalc.
- Tláloc, Steph se pronuncia Tláloc.
- Tlalc, trar... Tláloc.- El rubio repitió en voz baja el nombre un par de veces y luego volvió a pronunciarse- Oye pssst Kuri.
Siseo de nuevo. Lo mire y este sonrió pícaramente.
- No te recuerda a alguien?
- No.
Dije en seco, tampoco quería recordar a Ephy, el ya no estaba, Yuri ya no estaba y al final todos nos iríamos.
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Benedetto y Tláloc al parecer se entendían mejor que con Kuri, el chico había estado un tiempo en Italia estudiando y el y Benedetto platicaron durante la cena animadamente, Kuri tampoco se apareció por la cena esa noche.
Al día siguiente fuimos por la mañana a la isla de Lobos guiados por Tláloc donde un pequeño espectro de piel morena y ojos verdes nos recibió ahí.
- Bienvenidos a Isla de los Lobos, mi nombre es Huehueteotl hijo de Belcebú.
- Yo soy Stephan...
No pude ni continuar cuando el dijo.
- Stephan Joggar el premio del maestro, que fabuloso! No es así Alejandro?
Tláloc volteo a verlo y dijo.
- Tláloc, Tláloc, no Alejandro.
- Pero si te llamas Alejandro.
- Maldición Huehueteotl!
El chico se fue molesto y el pequeño espectro se río.
- Deben disculparlo, es nuevo en esto.
- Ah?
- Vamos seguro están hambrientos y qué tipo de anfitrión sería si los dejara así .
El miro a Sally y dijo:
- Quien es esta adorable criatura?
Sally venía de mi mano y se notaba algo acalorado pero contento.
- Ah? Es Sally, es...
- Hijo de Adán y Lilith, cierto? Que una Lilim viene con ustedes! Pero vamos, vamos!
Nos guío por la hermosa isla hasta un faro blanco, desayunamos al aire libre en un precioso comedor.
- Hace no mucho el señor Kukulcan ha deseado establecer una asamblea en esta parte del país, el gobierno ha estado ciego de codicia desde hace veinte años y el amo quiere crear una asamblea que pueda hacer contratos con los corruptos funcionarios, desea llevárselos al infierno, aquí en Veracruz solo estamos yo y en los manglares vive una hija de Lilith de nombre Chalchiuhtlicue la cual tiene un hijo pequeño al cual le a puesto el nombre de Tezcatlipoca y es hijo de Belfegor. Ese niño aún está vivo, tiene una edad de seis años y aun le falta mucho para poder desatar su poder, en cuanto a Alejandro...
- A quien?
- Al chico que les ha guiado hasta aquí.
- No se llama Tláloc?
- No, Tláloc es su hermano, sus padres fueron muertos en un robo, el cual nunca se atrapó al culpable cuando ellos tenían ocho años, el señor Kukulcan se dio cuenta de que uno de ellos, el más chico, era un envase de Asmodeo, decidió adoptarlos y educarlos a ambos, incluso fueron enviado a Roma a estudiar, pero a pedido de Tláloc regresaron a casa ya que sentía nostalgia por su playa y por su país y como Alejando quería mucho a su hermano este accedió a regresar a México; estos eran muy unidos, sabían que solo se tenían uno a otro. Hace un par de años al fin desató su poder y se convirtió en Tláloc, el dios de la lluvia de la cultura de Teotihuacán. Este fue llevado a los bosques de la marquesa en la salida de la cuidad para que fuera entrenado y educado como debe estar un espectro, quizás en algunos cientos de años regresé y lidere esta asamblea.
- Pero entonces por que el dice que se llama así?
- Por que para Alejandro fue muy difícil separarse de Tláloc, y cuando esté se fue decidió tomar su nombre hasta que su hermano que antes llevaba el nombre de Ricardo y ahora tiene el nombre de un dios regresé a tomar su lugar como líder pero quién sabe cuando suceda eso.
- Pero- Dijo Benedetto- No puede ir Alejandro a reunirse con su hermano?
- No es posible, no volverá a convivir con humanos hasta que esté listo, el mismo maestro K. designó un tutor para el, así que menos podrán volver a verse, quizás para cuando termine su entrenamiento ya este muerto Alejandro.
La historia del chico me pareció muy triste y más por que pensé en Yuri y Kuri, seguro era horrible perder a alguien con quién habías crecido toda la vida, a alguien a quien conocías y amabas desde siempre.
Regresamos por la tarde y Layla se había puesto un soberbio traje de baño de dos piezas color azul rey con cintas doradas. Lucía como una diosa.
- Gracias Steph, gracias Benny.
Yo mire a Benedetto y este se sonrojo.
Layla se quedaría a nadar un rato, Benedetto se le unió; en tanto Elliot, Kanon, Sally y yo fuimos a hacer turismo a la cuidad de Tuxpan.
Había un festival o algo así por que había muchas personas en la calle, nos adentrarnos a un mercado informal que al parecer estaba a doc con la festividad.
- Es la festividad de todos los santos o el día de muertos Steph.
Dijo Elliot
- En serio? Es el día de muertos?!Fabuloso! Es magnífico! Siempre quise venir a México en esta fecha!
El enterarme de aquello me hizo más feliz, al parecer a todos. Benedetto tampoco había venido al día de la muerte en México así que cuando le avisé por teléfono vino a encontrarse con nosotros junto con Tláloc o Alejandro o como quiera que se llamara! Yo había visto la película de espías donde había un desfile de calaveras y espíritus y aproveche para tomar todas las fotos posibles, comprar recuerdos para mi mamá y todo lo que Sally pidiera.
Esa noche fuimos a ver la plaza de todos los santos en la explanada del palacio municipal donde había fiesta y júbilo, era tan hermoso y colorido que daban ganas de morirse también. Bueno no literalmente.
Comimos todo tipo de comidas tradicionales y las personas eran muy amables, ya que si uno pedía poder ver su ofrenda que era un altar tradicional con comida, adornos, juguetes, dulces , veladoras, fotos y flores típicas de la época daban su consentimiento a que pasarás a ver. Se notaba el esmero que ponían en complacer a los que ya no estaban a su lado, todo era tan hermoso y lleno de fantasía que le di un abrazo a Kanon para que no notará que tenía los ojos llorosos, que bella forma de recordar a los que se habían marchado.
Llegamos al hotel más allá de la madrugada, Layla había ido a ver su hermana hija de Lilith y regresaría antes de partir. El último día estaba nublado y gracias a esa única oportunidad por la mañana fuimos a un parque eco turístico llamado Huerto del Bambú, Sally quiso nadar en el río Tuxpan y tuvimos Kanon y yo que meternos con el, le compre un lindo flotador de panditas y un traje de baño. Le envié las fotos a mi mamá, increíble Sally no quería salir de sus aguas, luego de eso Elliot y Tláloc se hicieron cargo de Sally en lo que Benedetto, Kanon y yo fuimos al temazcal, Elliot dijo que el pasaba pues siempre le iba mal en esos lugares y Tláloc seguía con esa cara de Ephy.
Fue muy sofocante pero divertido y más cuando Kanon se quedó profundamente dormido mientras un chaman lo golpeaba con ramitas y yerbas.
Al atardecer regresamos al hotel por el equipaje Kuri ya esperaba en el aeropuerto.
Volamos hasta el aeropuerto internacional de Campeche donde paramos un par de horas para descansar, luego volamos a un aeródromo cercano a una reserva donde seguiríamos en dos jeeps.
No se podía ver bien debido a la intensa oscuridad así que en medio de la carretera y de golpe Tláloc dijo:
- Ahí está!
Yo agudice la vista pero no vi nada más, aún así paramos el coche y bajamos todos.
- Bienvenidos sean asamblea de Londres, esta es la casa de mi maestro Kukulcan, la casa del viento y la sabiduría, mi nombre es Hunab Ku y de ahora en adelante yo seré su guía, mi maestro está ansioso de conocerlos.
El chico de voz alegre era un hombre alto, de piel morena muy clara y de cabello negro lacio, corto por detrás y largo por delante, venía vestido con lo que parecía ser ropas tradicionales mayas y joyas de plata.
- Alejandro, debes volver a Tuxpan.
El aludido asintió y se retiró despidiéndose cortésmente. El nuevo guía salto una cerca y desapareció en la negrura del bosque.
- Yo llevo a Steph- Dijo Layla que se hecho mi peso a su hombro tan de repente que me asusto.
- Pero que?!
Kanon cargo a Sally y Kuri miro a Benedetto.
- Yo puedo caminar- Dijo el castaño.
- No seas idiota niño, jamás llegaremos.
- Me niego a que me toques! Homo! Violador!
- Bien si así lo deseas.
Todo sucedió tan rápido, Kuri le soltó un golpe a Benedetto que lo dejo inconsciente, luego se hecho su peso en los hombros y los cuatro espectros salieron disparados. Cerré los ojos y sentí el viento helado contra mi rostro, al cabo de unos minutos todo fue calma.
- Estas bien Steph?
Layla me bajo con delicadeza y me pasó la mano por la cintura, los demás ya estaban a nuestro lado.
- Ssssi- Dije aún tartamudeando- Si, si Layla gracias.
Mire a mi alrededor, que era este lugar? Era una selva?
- Bienvenidos a mi casa.
Desde una enorme pirámide blanca la voz de una persona nos hablaba, subí la vista pero el brillo de la luna solo nos dejó ver su silueta.
Elliot se hinco y los demás le imitaron, yo también por supuesto.
- Vamos Nannar no seas tan formal, mira qué si ser líder te ha cambiado eh?
La figura fue bajando los escalones con sumo cuidado, como si fuera a tropezar y al fin abajo subí un poco la vista y pude verle.
Un jovencito de no más de veintidós años, cabello negro largo y rizado, atado por una cinta de oro, piel caramelo y ojos rojos, sus facciones eran tan lindas y sus labios del color de las rosas, que invitaban a un festín, era más alto que yo o que Kuri pero no que Kanon y parecía que un brillo singular lo seguía.
- Yo soy la serpiente emplumada. Y ustedes son mis invitados, Ku ve a decirle a Xtabay que venga! Qué nuestros invitados han llegado!
- Si mi señor!
El chico dio un par de palmadas y unos fuegos espectrales flotaron por el lugar, eran de color azul claro, parecían de otro mundo, también iluminaron el camino unas pequeñas luces que parecían luciérnagas de colores neón.
Todo era tan lindo que apenas si me percate de que Sally ya se había quedado dormido en los brazos de Kanon.
Elliot hablo con el amo del lugar y le explicó lo de Sally, este dio instrucciones de que se nos llevase a una parte de aquella pirámide.
Una habitación enorme de paredes con láminas de oro, columnas de jade y piedras preciosas incrustadas, en el centro un enorme almohadón de seda donde Kanon acostó a Sally, me ayudó a cambiarle rápidamente y ponerle una pijama, por suerte le había preparado un biberón en el aeropuerto por si nos tomaba por sorpresa la noche en la carretera, se lo di y este no se inmuto para nada, solo comenzó a succionar de su botella.
Al fin acostado acudí a donde estaban los demás.
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