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ESPECTRO... DE DOLOR L2 por Lory Backon

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Notas del capitulo:

Próximo capitulo: Sid y Stephan hablan, en que terminara eso? Kuri confiesa mientras espiando en la oscuridad hay alguien que teme oír esa confesión.



Del Libro de Sid.
Volar sin alas.

Nefy sabía bien como destrozar a otro de su misma especie, Nefy, la inconsolable y solitaria Nefy.
- No es una pena hermanito? Sé que en tu mente puedes verlo, ese pequeño ángel aplastado por el poder de nuestra amada K. su cuerpo mortal ahí en el suelo, era tan obvio. Él tenía esas hermosas alas blancas que no podían seguir volando, el maestro se las arranco quizás, y ahí estaba Stephen hijo de Amón un poco perdido, un poco roto, a los pies de K. en ese suelo frío de mármol bajo la santa sede. Te imaginas a ese traidor intentando ponerse en pie? Levantarse? Luchar hasta el último aliento? Todo eso sin conseguir nada, ni tu amor, ni el perdón de K. qué patético! Luego le volaron la cabeza uno de los arcángeles, esas plumas blancas detestables que seguro inundaron el suelo del salón, regadas por doquier, que asco. Por que no te das cuenta señor de la Antártida? Todo lo que tocas está maldito, tu fuiste hecho para K. y al igual que le paso a ese enemigo le pasará al humano, no importa que tan listo, poderoso o bonito sea, K. se va a encargar de el y no solo K. también ese idiota que no nombrare que tenemos por hermano.
- Que significa eso Nefy?
- No quieres ver al humano sufrir verdad? Aléjate de el.
- Tarde, le amo.
- Quema tu corazón.
- Tarde ya es de el.
- No se haz algo, pizca algodón y piérdelo, arrójalo al desierto del Dandain y que se lo coma la bestia que habita ahí; yo que se.
- Que obtienes tu de decirme todo esto?
- Un humano es una debilidad enorme, lo sabes no?
Asentí.
- Todo es perder o perder. Si nuestro querido hermano mayor comienza una guerra yo no podré escapar y será Leviatán contra Leviatán. Tu eres casi un demonio, de los tres eres el de mas pureza pero yo soy la segunda y no pienso perder, un humano simplón no vale tener que pelear una guerra, además seguro sabes que K. hará todo por apartarlo de ti, y si tú peleas con K. eso me deja a mi en la siguiente a suceder, no voy a encerrarme en un averno. Perder o perder!
- No es importante.
- Veraz que si lo será.
- De cualquier manera Nefy escucha bien esto, el humano es mío por derecho, Dios lo hizo para mi y a mi medida, y juro que luchare contra quien sea por defenderlo, le amo y nada va a impedirlo, ni Kyrie, ni el, ni tú. Nadie!
- Estás siendo irracional, Leviatán tenías que ser.
- Tu también eres Leviatán.
- Da igual, y bien como te empeñas en hacerme pelear una guerra que no me atañe espero no te importe ya que me vas a meter en este embrollo que conozca al susodicho.
- Aléjate de el!- Rugí
- Awww nop!
- Si le tocas Nefy te juro...
- No me amenaces hermanito, tú eres el que está en desventaja aquí!
Nos quedamos quietos un par de horas, intentábamos pensar en el movimiento del otro.
- Solo querías verme para eso? Que estupidez.
- Quizás si y quizás no...
Yo guarde silencio Nefy era de cuidado.
- En realidad quiero saber más sobre eso.
- No te contaré de el si es lo que quieres, es mío!
- No me importa tu humano Leviatán idiota! Solo... Solo quiero saber que es eso de amar? Cómo sabes que amas? A qué sabe? Qué color tiene?
Sus preguntas me sorprendieron, Nefy era usualmente muy callada, sabia que había estado muy sola todo este tiempo y eso le hacía ser de esa manera tan introvertida pero entonces que preguntase algo así era muy significativo.
- Nefy, no es importante a que sabe o que color tiene, lo importante es que lo sabes por que lo sientes, escuchas un ruido molesto, te perturba al principio luego te vas acostumbrando, un corazón, un corazón late dentro de ti, eso es estar más cerca de la luz que de la oscuridad no lo crees?
- Dime algo Leviatán de la Antártida, no tienes miedo de terminar como aquel enemigo que desapareció por ti, no tienes miedo de caer por un humano?
- Nefy, Nefy- Sonreí- Sería un honor enorme poder terminar como Ephy, no tienes ni idea de lo feliz que sería, el estuvo en la cima del mundo, y no necesitaba sus alas pulcras para volar, nadie podría ser como Ephy aunque lo intentase, el amaba como solo los ángeles aman, sería un honor ser aplastado y roto por aquel que amo, sería lo más maravilloso que mi luz se apagase, que mis alas se quebraran y las plumas se esparcieran suena tan triste y tan hermoso. Ephy debió llorar ante toda esa luz que lo rodeaba.
Nefy se quedó meditando aquello que yo había dicho, el amanecer no tardaría en llegar y yo aún tenía que moverme a la Patagonia.
- No es cierto...- Dijo ella con el semblante de tristeza- No es cierto lo que te dije, ese hijo de Amon dejo de existir en paz, su cuerpo no fue aplastado por K. fue hermoso, el no intentó levantarse, solo dejó salir aquella luz en el, un segundo antes de que muriera sus alas se extendieron, K. seguro miro con envidia, pero siguió cantando su réquiem, sus ojos se volvieron dorados pero no desapareció en absoluto, en realidad cuando aquel arcángel le dio la estocada final; apareció otro enemigo más.
Voltee a verla y ella parecía ensimismada en sus recuerdos.
-Sadkiel, el ángel del perdón.
- Sadkiel?
- La pequeña pluma floto hasta su mano y este tiernamente le beso y le pregunto si había vivido una gran aventura, luego la incorporó a sus alas, tan sólo una pequeña pluma del enemigo, eso era el.
Sonreí de lado, camine hasta el umbral de las ruinas y dije.
- Gracias por contarme esto.
- Ah?
- Nefy mantén bien abiertos los ojos y agudiza tus sentidos, quizás haya otra pequeña pluma de ángel y con suerte este esperando por ti.
Abrí mis alas y la mire, su expresión era de desconcierto.
-Adiós para siempre Leviatán del norte. Adiós Nefy.
Eche a volar en la negra oscuridad, después de todo no había sido una pérdida de tiempo el verme con otro de mi especie, sonreí al recordar sus palabras sobre el final de Ephy, que dichoso había sido, ser amado por una pluma del ángel del perdón, vaya que si era obvio en el, ahora nadie podía romper aquello, estaba tan orgulloso de el, Ephy había ganado sus alas de nuevo esa noche por ponerlo de alguna manera.
Ephy no te decepcionare, yo también tendré mis alas, lo prometo...
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Del libro de Elliot.
Las Lamias
Un picnic se desarrollaba para nosotros en medio del jardín del Conejo Negro, un tapiz maya enorme de colores muy vividos con todo listo para la cena, frutas de todo tipo, vino, agua fresca, había de todo tipo de comida típica.
- Por favor siéntense donde deseen.
Layla tomo su lugar al lado derecho de Hunab Ku, a su lado se sentó Steph y yo después de el, a mi lado se sentó mi amado Kanon, luego Benny y luego Kuri.
- Buena luna mi señor Kukulcan, buena luna asamblea de Londres.
Una mujer hermosa de piel tostada, cabello blanco y labios y ojos carmín tomo su lugar al lado de Kukulcan.
- Está es la señora Xtabay, deidad de los pecados carnales, también es la diosa bondadosa de los hombres.
-Así que esta es la asamblea de mi padre eh?
- Tu... Tú padre?- Dijo el rubio.
La chica me señaló con seriedad y dijo.
- Ese engendro es mi padre.
Sabía que había olvidado por que no me había parado tanto tiempo en América Latina, estaba llena de espectros de los cuales yo no era mucho de su agrado.
-Por eso nunca había puesto un pie aquí antes, por eso y por el- Dije sin pensar mucho en lo que decía.
- Jassy Jatere no es así, padre?
- Ah! Emhhh....
- Tu maestro.
- Ah si Jassy Jatere- Dijo Kukulcan con la mirada distraída- El ha pasado un par de veces por aquí, un espectro muy agradable.
- Como que tú eres su padre?- Dijo Kuri.
- Es fácil-Diji Layla- Ella es Lamia, hija de Lilith y Nannar dios de la luna de Mesopotamia. Un tiempo Elliot hábito el Lilim como amante de Lilith y de ahí nació ella y otras dos Lamias más, una ha desaparecido por completo y la otra se ha refugiado del mundo y nadie nunca ha vuelto a saber de ella pero se le ha visto, la última hija de esos años de Nannar al lado de Lilith es la señora Xtabay, que vino al otro lado del mundo sabiamente para alejarse del Lilim y de su padre.
- Ho...Hola!- Dije moviendo la mano.
- Tienes hijas?- Dijo Steph sorprendido y vi que Benny también lo estaba.
- Si bueno que esperabas... Soy un espectro sexual, no un santo.
- Pero...- Interrumpió Benny- Es posible que puedan tener hijos?
- Si, bueno supongo que todo es posible, no es común que soltemos esencia dentro de nuestros amantes pero es que esa Lilith era...
- Más vale que te calles enano miserable- Me dijo Layla furiosa.
- Si bueno... Ya saben ahora las cosas.
- Pero como se te ocurre andar por ahí teniendo hijos Elliot; lo que menos necesita el mundo son hijos tuyos!- Dijo el rubio en forma de regaño y luego miro a Xtabay y agrego- Sin tratar de ofenderla señorita.
- Descuida- Dijo ella.
De repente el rubio dijo.
- Kanon, tú qué opinas?
Yo mire a mi amado Kanon, su rostro serio era algo que partía mi corazón.Cuando Lilith y yo habíamos concebido a esas niñas en si yo no tenía ningún plan de existencia, pero ahora Kanon era mi único plan, el sabía que yo tenía mucho pasado, tanto que era imposible contarle una mínima parte de la historia de mi tiempo desde que encarne pero no quería que eso arruinase las cosas entre nosotros.
- Kanon...- Susurre, su mente entraba cerrada a mi.
- Seguro no le había dicho nada a Kanon sobre sus hijos regados...- Dijo Layla con desprecio.
Vaya, no era como que me gustara que Kanon viera esa faceta en mi, yo tenía tanta historia y el tan poca, yo había sido su único amante y atrás de el yo tenía tantas vidas vividas, quizás yo era algo malo para Kanon, quizás el mereciera mas, alguien que tomarse su mano y viviera el tiempo mismo de Kanon, pero... Entonces yo que haría sin el?
Kanon se puso en pie y se planto frente a la diosa Xtabay luego se arrodilló frente a ella y sus miradas chocaron.
Xtabay era en definitiva muchísimo más fuerte que Kanon pero yo no me tentaría el corazón en matarla si ella le hacía daño a mi joven amante.
- Creo que debo tomarme la libertad de hacer esto en el tiempo en que celebremos su estancia aquí- Dijo el joven Hunab Ku que se acercó con cautela a Kanon, de inmediato mi amado se paró en una posición defensiva y yo le dije.
- Tranquilo Kanon, Ku te va a prestar su don.
Kanon me miro desconcertado y Ku aprovecho para tomar el largo cuello de mi amante con una de sus manos y estar aliento con aliento.
- Kanon!- Grito el rubio e intento ponerse en pie para ayudar a mi amado pero Layla lo retuvo.
- Quieto Steph!
Hunab Ku le dio su aliento de vida a mi Kanon y este recibió su gran poder con tensión.
- Pero... Pero que me hiciste?
Dijo mi amado y todos se quedaron sorprendidos, todos menos Layla, nuestros tres anfitriones y yo, el mismo Kanon se asusto.
- Kanon... Estas ... Estas hablando.
Dijo Steph con asombro.
- El aliento de vida de Hunab Ku es su don, es transferible a casi cualquier ser.
- Entonces...
El joven Ku asintió.
- Ahora el ha cedido su voz al espectro de Belfegor- Dijo Kukulcan- Pero descuiden en unos días volverá a ser el mismo, es como un préstamo.
El joven Ku volvió a asentir y sonrió.
- Gracias- Dijo Kanon con esa hermosa voz que poseía, su voz en definitiva era una de las voces más hermosas entre todos los espectros.
- Es cierto lo que se decía, la voz del líder de la asamblea de Japón es muy hermosa, tanto como un cerezo en flor- Dijo Kukulcan.
- Yo solo... Yo quería decir... - Kanon pego a Xtabay a su pecho, la chica se puso tensa y el dijo- Hija.
- Que?!- Dijo Steph- Pero Kanon!
- Pero...- Dijo Xtabay.
Kanon beso su frente y acarició sus cabellos. Todos se miraban unos a otros y yo sonreí, por eso amaba yo a Kanon y nunca, nunca le dejaría irse de mi lado.
Xtabay le paso los brazos a Kanon por el cuello y se pegó a el, eso comenzó a molestarme.
- Hey tu! Aléjate de el.
- No quiero!
- Que? Pero... Pero...
- Elliot se bueno con ella quieres?
Dijo mi pequeño amante. Mierda! Ese tono dulce me desarmaba, esa expresión! La odiosa mujer sonrió y se pegó más a él. Me cruce de brazos, estaba muy celoso.
- Así que Elliot es su padre eh?- Dijo Steph- Y yo que me quejaba del mío...
- Cállate Steph!- Le dije de malas.
Terminamos el picnic bajo la luna y Kukulcan se retiró en silencio.El silencio de Kukulcan era una de mis preocupaciones constantes. Yo era uno de los más poderosos de Europa pero Kukulcan era uno de los más poderosos del mundo, eso junto con mi maestro, en realidad me había embarcado a mi propio final quizás.
- Vámonos Kanon!
- Ni lo creas padre!
Mire con odio a Xtabay y ella a mi.
- Kanon- Dijo ella cambiando la mirada por una muy dulce- Quiero pasear, di que me acompañarás. Si? Si lo harás? Vamos la luna está preciosa!
- De acuerdo, solo dame un momento para hablar con el si?
Ella me miro con resentimiento y luego sonrió para Kanon.
- Bien querido Kanon. Como tú digas. Me cambiaré para lucir mas hermosa para ti y te veré aquí en unos minutos.
Ella se adelanto y yo le di la espalda a Kanon, estaba furioso.
- Elliot ...
Lo que fuese que fuera a decir no quería escucharlo, ya tenia muchos problemas como para que esa odiosa mujer fuera uno mas.
- Ah! Que vas a decirme? Da igual dilo y vete con ella!
Este me metió en sus brazos y dijo.
- Elliot, que más da, lo que importa es que te quiero!
- Kanon...
- Tu hija es mi hija.
- Pero...
Apenas comprendía lo que sucedía, yo estaba celoso de Xtabay por que ella era un espectro de Asmodeo al igual que yo, solo que su cuerpo era perfecto y eso me hacía rabiar, en cambio Kanon se había preocupado por aceptar que yo tenía un o muchos pasados. El sabía que aún le faltaba mucho por conocer de mi pero aún así lo aceptaba.
- Kanon quizás sea injusto contigo.
- La quiero como si fuera mía.
- Ella es mucho más vieja que tú.
- Que importa, es nuestra.
- Yo estoy celoso de su cuerpo.
- Tonto!
- Ah?
- Pequeño tonto, a mi me gustan los niños pequeños.
- Pedófilo.
- Que le puedo hacer, si no tiene una apariencia de menos de ocho años no me excita.
- Es eso en serio?
Este asintió.
- Sin importar que no se porten bien y sean celosos y caprichosos?
- Esos son los que más me fascinan.
-Eres un pervertido!
Este asintió y yo le bese con lujuria.
- Ve con ella, pero cuando regreses habrá que honrar a los dioses con un sacrificio.
Él asintió y me beso con profundo y sentido amor. Un segundo después ella estaba ahí esperando.
Ella se colgó de su brazo mañosamente y salieron como una pareja, sin importar si era mi hija, mi hermana o mi propio padre no cedería a nadie a Kanon, el era mío por derecho. Quizás ni al mismo Kanon le cedería su persona. Yo había hecho todo por que el se quedará a mi lado, le amaba como a nadie en el mundo y no iba a dejar que nadie me lo quitará, aunque tuviera que dejar de existir, aunque le quitará a Kanon cualquier posibilidad alterna de felicidad, no lo iba a dejar irse de mi lado. Camine hacia nuestros aposentos, yo era un asesino, un monstro el peor espectro si así mas les gustase; pero lucharía por lo mío hasta mi último aliento. Sin renunciar. Sin vacilar. Kanon se quedaría a mi lado por siempre.
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Al día siguiente Sally se despertó muy temprano y por lo consiguiente yo, aunque me había desvelado paseando con Layla en ese bellísimo edén que era el refugio de Kukulcan, ella me había contado cosas muy interesantes como que en esa reserva solo vivían los pocos humanos mayas auténticos que quedaban y que ellos mismos se habían prohibido salir al mundo exterior, que ellos pensaban que los haría impuros, realmente tenían un amor ciego sobre su sangre pura. En esa reserva Kukulcan convivía con ellos y los dejaba verlo de vez en vez, después de todo el era el dios que había regresado a gobernar. Así que estar ahí era algo extraordinario, ningún humano que no fuera de esa comunidad o hubiese nacido ahí había pisado el último territorio maya y para eso nuestro anfitrión usaba un espejismo para que nadie nunca encontrara su reserva, ni siquiera otros contratistas de espectros; tanto era su hermetismo con el mundo que ni otros espectros se atrevían a pisar territorio de Kukulcan. No sin ser invitados.
También supe por Layla que el era más fuerte que Elliot, que quizás Kukulcan hubiera podido ser el maestro pero nadie sabe a ciencia cierta el por qué el no era el maestro y lo era el actual maestro K. El lugar era simplemente magnífico digno de los mismos dioses.
- Steph, Sally quiere jugar!
- Termina de desayunar Sally y luego iremos a jugar si?
- No, Steph jugar ahora!
- No, Sally termina de comer, vamos se buen niño y abre la boca.
Sally abrió la boca grande cuando Benedetto llegó a desayunar, no había un comedor tal cual, un tapiz hermoso y enorme con almohadones de algodón y seda era el sitio donde se nos había dispuesto el desayuno.
- Buenos días- Dijo Benedetto luciendo manchones bajo sus ojos aguamarina
- Buenos días, te sientes bien?
- No pude dormir mucho.
- Por?
- No se- Dijo el castaño encogiéndose de hombros.
- Como van las cosas con Kuri?
Benedetto me miro irritado y dijo.
- Siguen igual y así seguirán seguramente Steph por que no te metes en tus asuntos.
- Perdón- Dije en voz baja y Benedetto se marchó de ahí sin desayunar.
El resto del día estuve con Sally jugando y atendiendo sus necesidades.
Sally tenía periodos de mucha energía, luego esa energía parecía disminuir y venía a refugiarse en mis brazos, era muy cariñoso conmigo, después comía algo, descansaba un poco y volvía a recargar la batería.
- Ven Sally vamos a caminar.
Tome a Sally de la mano y caminamos por la reserva, era un sitio único, al parecer era uno de los secretos mejor guardados del país, y me atrevería a decir que la santa sede seguro había intervenido en ello.
- Pika!- Grito Sally y se soltó de mi mano para irse atrás de una mariposa.
- Sally ven aquí! Te puedes perder!
Corrí tras de el pero no podía alcanzarlo, de un momento a otro lo perdi de vista y busque como loco en aquel bosque hasta que lo hallé recostado en el regazo de Kukulcan, el cual estaba sentado bajo la sombra de un enorme árbol, tenía las piernas cruzadas como si meditara, había un río a su lado derecho que corría presuroso y el sonido que emitía este dejaba un sonido de paz y tranquilidad por todo el derredor.
Kukulcan lucia solo un taparrabo en color plata y un peto de este mismo material con joyas incrustadas en el.
Yo creí que como estaba meditando lo mejor era no molestarlo, tomar a Sally y retirarnos en silencio; pero Sally no parecía querer moverse.
- Psst Sally vámonos! No es buena idea importunar al señor dios.
- Yo no soy un dios Stephan- Dijo el espectro aún con los ojos cerrados.
- Yo... Yo lo siento no quería despertarlo. Vamos Sally!
- El duerme tranquilo, así que será mejor que tú te sientes a esperar a que despierte.
- Ah?
Mire a Sally, como era posible si acababa de hacer un descanso?
- Me parece una oportunidad única para conocer al contratista de K.
El abrió los ojos y sentí miedo de estar a solas con el.
- No tienes que temer Stephan, yo jamás tocaría a un humano.
- Per... Perdón señor dios no quise sentir eso.
- No me digas señor Dios, ya que ese no soy yo. Yo solo soy una creación de Dios, todas las religiones incluidas las monoteístas son fascinantes pero ninguno es un Dios verdadero, todo lo que sea creado por la mente humana no puede ser un Dios sino solo una representación de sus deseos de Dios o de su propia imagen. Comprendes?
- No muy bien- Dije con honestidad.
-Lo que quiero decir es que ningún Dios que sea concebido por el humano es un Dios.
Yo me quede en silencio pensado un poco mas sobre aquello. Luego el dijo:
- Tu pequeño amigo es un humano muy tierno, aunque su maldición haya sido nacer del vientre de Lilith.
- Si, pero Sally no es malo.
- En absoluto, el mismo podría ser un ángel pero es solo un humano más.
- Disculpe señor Kukulcan pero qué tipo de espectro es usted? Nadie me ha dicho de que príncipe es usted hijo? Bueno no por que tengan que decírmelo todo pero...
El mostró una sonrisa triste y dijo.
- Yo no soy hijo de ningún príncipe Stephan Joggar. Yo soy el segundo descendiente de Behemot, la bestia que ocupará con sus pechos el Dandain.
- Ah?
- Behemot, aparece mencionado en el libro de Job 40,15-24 junto a otro monstruo que tú bien conoces.
- Sid!- Susurre.
-"..Mira a Behemot, criatura mía igual que tú..¿Puedes pescar a Leviatán con un anzuelo, o atarle la lengua con una cuerda?"
Dijo Kukulcan recitando.
- Entonces...
- He aquí ahora Behemot, el cual hice como a ti; hierba come como buey. He aquí ahora que su fuerza está en sus lomos, y su vigor en los músculos de su vientre. Su cola mueve como un cedro, y los nervios de sus muslos están entretejidos. Sus huesos son fuertes como bronce, y sus miembros como barras de hierro. Él es el principio de los caminos de Dios; el que lo hizo puede hacer que su espada a él se acerque. ciertamente los montes producen hierba para él; y toda bestia del campo retoza allá. Se echará debajo de las sombras en lo oculto de las cañas y de los lugares húmedos. Los árboles sombríos lo cubren con su sombra; los sauces del arroyo lo rodean. He aquí sale de madre el río, pero el no se inmuta Tranquilo está, aunque todo un Jordán se estrelle contra su boca. Debajo de los lotos se revuelca, en la espesura de cañas y de juncos. Le cubren los lotos con su sombra, le rodean los sauces del torrente. ¿Lo tomará alguno cuando está vigilante, y horadará su nariz? ....
El hizo una pausa y luego prosiguió.
- Eso es lo que Job relato sobre mi padre el cual habita en los infiernos, el no es un príncipe, así como Leviatán tampoco lo es, es una vulgar creación hecha con una pluma y un cabello de la estrella de la mañana, el ángel más hermoso, de esa misma manera mi padre fue hecho de una pluma del arcángel Miguel y un cabello del arcángel Gabriel. Al final de todo, ese Leviatán y yo no somos más que las mascotas de Dios pero al final de los tiempos tendremos que librar una batalla uno a uno y entonces ambos seremos destruidos.
- Pero...Sid...
Sid debía morir, según el y también lo que había dicho el maestro K. Sid debía perecer al final de los tiempos.
- Descuida Stephan aún falta para esa batalla así que yo que tu no me preocuparía en absoluto.
- Disculpe pero... Me equivoco o usted dijo que de su especie solo quedaban dos...
- Exacto, a diferencia de los Leviatanes los Behemot son una especie muy difícil de que se produzcan, mi creador no tiene la energía como para crear más de mi especie, en realidad el Behemot es fuerte solo en batalla y en existencia pero no cuando desciende, Dios privo a mi creador de una hembra y de un corazón para amar y así tener el poder de liberar partículas para crear espectros, un corazón es como un gran motor, cuando un espectro o demonio logra accionar su corazón es como acercarse a la luz divina, se está en dos posiciones, una de debilidad pues el dueño del corazón podría ser un punto débil y motivo de ataque y la segunda es que lo que no te mata te hace más fuerte, un corazón te hace más fuerte, de que manera? No lo sé pero se que con uno es más fácil liberar partículas y es por eso que solo uno de nosotros podrá suceder a mi creador y ese será el que tenga la fuerza suficiente de crear uno de nuestra especie como mínimo pero aunque suene patético la creación de un Behemot más requerirá de un trabajo enorme, ninguno de los dos Behemot que existimos, ni hubo, tiene tal capacidad.
- Vaya...
- Yo soy uno de los dos Behemot que quedan y si, yo hubiera podido ser el maestro de los espectros en lugar de Kirye, pero esa es una existencia horrible, sirvo a la luz más hermosa como todos los demás pero la sola existencia de Kirye es una abominación, puedes imaginar una existencia encerrado en una jaula de oro?
Pensé en el maestro K. podía sentir la misma soledad de ella en el.
- Es lógico Stephan, ella está apartada de la luz más hermosa, y de su Leviatán amado, y yo no tengo manera de amar, solo fui creado como una bestia, no importa cuanto trate o qué tan poderoso sea, no tengo un corazón para amar, no hay manera de que yo conozca ese sentimiento. Muchos espectros dicen que es algo muy útil, que eso me hace casi indestructible que me servirá ya que sin corazón no hay punto débil pero la verdad es que es una existencia vacía.
Su mirada era algo muy doloroso.
- Había en el principio de los tiempos una terna para ser el maestro, fue muy cómico pues ninguno de nosotros quería ser el maestro de los espectros, entonces la estrella de eligió a Kirye y está no tuvo más que obedecer. Yo decidí no volver al desierto de Dandain estaba fastidiado de ser una bestia, quería dejarme perder en un sitio mejor. Encontré este sitio tan hermoso donde todas las noticias pasaban de manera distraída, me adentre aquí antes de que la cultura maya existiera y cuando ellos brotaron yo estaba aquí, ellos pensaban que yo era un Dios y no me moleste en aclararlo, aún así ellos eran un pueblo muy culto y respetuoso y me dieron mi espacio, donde nadie me perturbo. Al final y aunque la mayoría desapareció yo decidí quedarme pues en el mundo ya no había ni tiempo ni espacio para una bestia como yo. Los pocos descendientes que se quedaron tomaron esa iniciativa de proteger su raza en ese estado de pureza, y así ha sido y así será.
- Disculpe señor Kukulcan pero... No tiene ni siquiera una pequeña esperanza de que algún día pueda amar a alguien?
- No, Steph, no hay ni una mínima esperanza me gustaría decir que si pero no, yo solo soy una bestia.
Esa soledad que el transmitía comenzó a afectarme. Sentía sus huellas borrarse de mi piel, me aferre a mi mismo, el sol seguía su curso pero la sombra de aquel árbol no se movía para nada, Sid. Sentí frío, vacío, desesperanza.
Habían pasado ocho años, seis sin Sid, desde ese día negro que el se había ido de mi lado, y que tal si el ya no podía amarme después de todo lo que había sucedido? Yo había enloquecido, lloraba todas las noches, deje de comer, deje de moverme, Sid te necesito, una terrible ansiedad comenzó a apoderarse de mi. Sid vuelve!
Luego de eso la muerte de Suri me había afectado tanto, el ver la otra cara de Theobald y todo en conjunto, Sid, si supieras lo que hiciste cuando te marchaste? Yo sin Sid no había sabido como sobrevivir.
- Tranquilo Stephan. Respira.
Inhale y exhale varias veces, gracias a Samael y al apoyo de todos los demás espectros había logrado salir de esa locura pero aún algunas veces pensaba que cual era el punto de vivir sin Sid?
El cariño de mi mamá y la presencia del oficial June Whipper me habían ayudado a salir adelante. Más aún así, Sid no había forma de dejar de amarte! No la había! No la había!
- Ah es cierto- Dijo Kukulcan que dejó por un momento su halo de tristeza y volvió a su seriedad habitual- Adelante!
- Ah?
- El Leviatán paso por aquí hace meses, no fue una visita muy grata debido a nuestra naturaleza pero estaba sediento, este me habló un poco de ti, cosas certeras.
- Sid le hablo de mi...
- Si, dijo algo mas o menos como... Un humano lindo y poco inteligente.
Hice una mueca, si, en definitiva ese era Sid!
- El beso mis aguas y dijo que tú también beberías de estas y las besarías, pidió que te dejará hacerlo, así que adelante.
- Ah? Sus aguas?
Él me miro sin comprender por que yo no entendía el significado y ladeo la cabeza de una manera graciosa.
- Si no eres muy inteligente eh?
Infle las mejillas en señal de molestia.
- Escucha Stephan, has notado como el sol cambia de posición pero la sombra de este árbol no lo hace?
Asentí.
- Has notado como el dulce sonido de este río se armoniza con mi voz?
Negué, eso no lo había notado.
- Tal como Job lo describió "Los árboles sombríos lo cubren con su sombra; los sauces del arroyo lo rodean. He aquí sale de madre el río, pero el no se inmuta Tranquilo está, aunque todo un Jordán se estrelle contra su boca." Este es mi árbol de sombra que me protege y este es mi río y sus aguas son mi más dulce manjar, del cual solo yo bebo y solo yo permito beber a quien se me de la gana; pero el Leviatán de la Antártida ha sido buen anfitrión conmigo y es mi momento de ser buen anfitrión con el objeto de su amor.
Este señaló el río que corría a su alrededor.
- Anda, ve y besa mis aguas, bebé un poco de ellas.
Yo asentí un poco desconfiado y mire a Sally.
- Yo cuidare su sueño por ti, ahora ve.
Asentí una vez más y me pare, remangue mis pantalones hasta las rodillas, me quite las zapatillas deportivas y las calcetas, metí el dedo gordo del pie para tentar el agua, estaba fresca
Poco a poco me metí en el río y le mire una vez más, era un hombre hermoso, tan hermoso como solitario. El asintió y yo me puse en cuclillas, junte en mis manos un sorbo de agua y le di un beso. Luego bebí de esta con los ojos cerrados. Al terminar los abrí y mire las ondas que se formaban de las gotas que mis manos dejaban escapar.
- Steph...
De inmediato subí la mirada. No pude contener mis sentimientos, no podía, era imposible al ver esas lilas.


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