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ESPECTRO... DE DOLOR L2 por Lory Backon

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Notas del capitulo:

Próximo Capitulo: Capitulo doble de fin de mes!
Benedetto causa molestias a Kuri y entre ellos la situación se vuelve insostenible. La asamblea llega a los dominios del maestro de Elliot. Estarán en peligro?


- Steph.
De inmediato subí la mirada. No pude contener mis sentimientos, no podía, era imposible al ver esas lilas.
Sus rizos negros atados por ese listón, su piel blanca, intenté pararme pero tropecé y casi caigo al río cuando el me sujeto entre sus brazos.
- Sid! Eres tú? Eres tú! Eres tú!
- Steph tranquilo.
- Sid! Sid! No te vayas nunca, no me dejes de nuevo.
Me aferre a su cuello hasta con las uñas.
- Tranquilo Steph, vamos calma!
- Sid idiota!- Dije llorando- Eres un tonto!
Sentí sus manos duras pasar por mis cabellos. Este alzó mi rostro y nos fundimos en un beso de amor verdadero, ya podía aceptarlo delante de el, lo nuestro era puro amor verdadero. El tuvo que separarme para respirar por que de ser por mi me hubiera muerto en ese beso.
- Sid yo... Yo no pude ser feliz sin ti!
- Ya Steph, cálmate quieres?
Metí mi rostro en su pecho, era imposible dejar de llorar. Tenía tanto dentro.
- Ay Sid que quieres de mi? Qué es lo que tú quieres de mi?
- Ya Steph, esto es solo parte de la memoria del río de Kukulcan.
- Que?!-Me despegue de su pecho de inmediato ante su comentario.
- Que esto es solo una memoria parte del río de Kukulcan, yo no estoy aquí mismo, solo bebo del agua del río para grabar una memoria para ti.
- No!- Dije cubriéndome la boca- No! No es cierto, estás aquí, conmigo! Di que no! Dilo!
Él me aferro más contra el para intentar contenerme.
- Steph esto no significa que no sea yo.
- No! No! No!- Grite y el me abrazo con fuerza.
- Calma Steph, calma.
- Sid... No puedo más, no puedo! No hay forma, mira, de que yo pueda seguir sin ti.
El acarició mi cabeza mientras intentaba calmarme.
- Tranquilo.
- Ay Sid ya no puedo más! No puedo, Sid por más que quiera no puedo, nunca podré hacerlo!
- Steph escucha bien lo que te diré, debes soportar un poco más, ya estamos más cerca; lo sientes?
Yo no podía dejar de llorar, mi corazón se rompía de nuevo en mil pedazos.
- Sid no me dejes! Por favor! Yo... Yo te amo!
- Yo también te amo Steph, pronto estaré contigo, ahora escucha bien, sal del palacio de Kukulcan, busca a Jasy Jatere el te hablara de mi, te enseñará mi casa. Has que Elliot se disculpe con el. El te guiará hasta Ayayema el guardia de la puerta.
- Sid, no! Hay que quedarnos aquí.
- Steph, vamos no llores más, no puedo tolerar el verte llorar.
- Pues no seas tonto! Sid no me dejes de nuevo.
- Steph, yo nunca, nunca te dejé, me entiende; nunca.
- Pero...
- Lo nuestro no tiene fin Steph, no lo tiene.
Sus lilas tenían ese tono fuerte, su ceño decía que estaba hablando con sinceridad.
- Steph, si yo no estoy contigo para siempre nada de esto tiene sentido.
- Sid yo...
- Búscame, solo tú sabrás donde.
Él me tomo de la barbilla y me plantó un beso, me estaba muriendo por dentro, ese era un auténtico beso de Sid, un beso apasionado y lleno de ternura. Sus labios de fundían con los míos en una danza mítica, su lengua era una huésped en mi cavidad. Sid.
Caí de bruces al agua y me di cuenta de que el ya se había ido. Me quedé ahí, deseaba ahogarme en aquel río, deseaba de nuevo encerrarme en mi.
- Haz el favor de salir de mis aguas Stephan Joggar.
En un movimiento robotizado salí de ahí y me deje caer en el césped a llorar. Un corazón roto de nuevo.
- Que envidia tengo en estos momentos Stephan.
Levanté molesto mi cabeza y vi como el dios Kukulcan acariciaba los cabellos de Sally con gentileza.
- De que habla...
- Un corazón roto, que envidia.
- Ah?
- Sabes? Parte de estar en este lugar era para no tener este tipo de sentimientos, bien conoces a mi estimado y pequeño rey de las mentiras Nannar y su discípulo el joven espectro arruinado. No importa que tan negro y retorcido sea el corazón de Nannar, el ama a ese espectro indefenso, no le importa que o cómo, el lo ama tanto que es capaz de convertirse en un monstro para evitarle cualquier pena, que envidia poder amar así, y además ser correspondido. Luego están ese humano y su obstinación, un rencor estúpido y superficial guardado y bajo todo eso hay un corazón esperando por ser amado y ese hijo de Mammon. De nuevo se repite la historia, tiene al lado al amor su vida y el bobo mirando distraído a otra parte. Los hijos del príncipe Mammon nunca saben lo que desean hasta que lo pierden, no tienen idea de lo mal que les hace la soledad y por lo que se ve ese joven príncipe va a perder de nuevo.
- Ah?!
- Luego estás tú, separado de esa bestia de Leviatán, que hermoso es poder sufrir no es así?
- No, te equivocas! Duele!
- Si pero si duele significa que sientes algo. No importa cuanto duela por que es proporcional al amor que sientes, no es maravilloso poder sentir? Qué envidia, quisiera sentir y saber que se siente un corazón roto.
- Acaso estás sordo? Duele mucho.
- Dime algo, Stephan que sentiste cuando viste ese recuerdo?
Me quedé pasmado ante su pregunta.
- Yo... Yo me sentí tan feliz, yo...
- Exacto! Felicidad y tristeza vienen unidos como dicha y pena; luz y oscuridad. Para mi eso es sólo una fantasía, no sé que es eso, vivo en un mundo apartado de eso y nunca lo sabré pues no tengo un corazón que dar a alguien que pueda llevarlo tan alto hasta la luz o pisotearlo y dejarlo en la oscuridad, pero tú no entiendes de eso pues solo eres un humano.
Lo observé bien, ahora entendía, el quizás solo era un observador de el mundo incapaz de ser parte de el, que triste destino tenían aquellos espectros de más rango, pero no! Yo no dejaría que nada de eso le sucediera a Sid, no! Me levanté y este me miro, había leído en mi mente.
- Ya nada me importa- Dije secándome las lágrima de los ojos- Voy a encontrar a Sid y decirle que lo amo, voy a verlo una vez más y enfrentar lo que sea a su lado. Inclusive si el me aparte de este!
- Que envidia...
Dijo el en un suspiro y paso su mano por el rostro de Sally que de inmediato se despertó.
- Step, hambre- Dijo - Steph pipí.
Tome a Sally de la mano, seguro necesitaba un cambio, el se levantó con pereza y yo sostuve la mirada a Kukulcan, el era un poderoso espectro, casi un dios con una existencia vacía. Este asintió y yo dije.
- Gracias señor Kukulcan!
Di media vuelta y Sally me siguió con su particular forma de caminar. Di unos pasos y voltee para preguntar si podía ahora yo hacer algo por el pero cuando volví la espalda hacia donde estaba el ya no había ni árbol de sombra, ni río, ni deidad maya.
Por la noche asistimos a un juego de pelota en conmemoración a la entrada del día de muertos. El juego era conformado por dos equipos y una pelota de hule que pesaba alrededor de cuatro kilos, la cancha se encontraba como si estuviera hundida y amurallada. El objetivo del juego era pasar la pelota a través de unos aros de piedra que se encontraban a cada lado, usando solamente las caderas. Todos la pasamos muy bien, incluso Sally que parecía tener grandes dotes para eso del juego de pelota.
Mire a mi alrededor y vi que Elliot seguía celando a Kanon de su propia hija, Elliot no tenía remedio aunque aún así me parecía lindo verlo celoso, luego mire a Kuri y a Benedetto, tontos! Kukulcan tenía razón!
A la media noche cenamos el festín del día de los muertos... Feliz cumpleaños Sid pensé con melancolía y comí de todo en su honor. Todos estábamos ocupados pasándola bien cuando un chico de piel blanca, extremadamente delgado de ojos azules y apariencia andrógina hizo su aparición.
- Yum Kimil!- Dijo Xtabay con la mirada llena de afecto.
- Estoy muerto- Exhaló esa frase en un suspiro el chico.
La hija de Elliot de inmediato corrió a socorrer al ojiazul. Detrás de este venían un perro color negro con poco pelo una raza mexicana y una lechuza de color blanco. Ella le ayudó a llegar al lado de Kukulcan que lo miro con esa tranquilidad y dijo:
- Se ha abierto el camino de los muertos hacia el mundo humano y esta noche todos pisamos la misma tierra.
- Maestro Kukulcan.
- Mi estimado señor de los muertos eres bienvenido como cada año, descansa y come algo que esta es tu noche, la noche de los muertos.
- Gracias.
Él se quitó una soga que lucía muy pesada y que llevaba atada al cuello.
- Así que está es la asamblea de Londres eh?
El muchacho miro a Elliot y dijo.
- Tu eres ese que llaman el asesino no es así?
Elliot afilo la mirada y Xtabay le amenazó con la suya.
- No se te ocurra tocarle!
- Yo soy- Respondió Elliot.
- Vaya que honor conocer al asesino y padre de mi Xtabay. En fin a comer!
El espectro de muerte tomo una pera apetitosa entre sus huesudas manos y le dio un buen mordisco.
- Que?!- Dijo con la boca llena del alimento como si lo que estuviera haciendo fuera algo muy normal.
- Lo olvide- Dijo Kukulcan- Lo siento en verdad es la costumbre de nunca tener visitas, pero en la presencia mía y del espectro de muerte Yum Kimil, en este día y en este sagrado territorio, los espectros pueden probar alimentos tal como si fueran humanos.
- Que? Queeee?!!!
Dijeron todos con una auténtica sorpresa.
- Pero... Yo no...
- Todos hermosa Lilim- Dijo Kukulcan hablándole a Layla- Después de todo sus cuerpos ya están muertos así que esta noche pueden comer libremente.
Elliot sin ninguna premeditación tomo una fruta y le dio un buen mordisco, oculto la mirada, todos le mirábamos preocupados, muy preocupados Kanon le puso la mano en la espalda y entonces el albino se llevó la mano a la garganta, había cometido un error al comer?
- Esto... Esto fue...
En un movimiento feroz subió la cabeza y sus ojos estaban brillando de una manera descomunal.
- Esto fue lo más delicioso que he probado!!!!
- Que?!- Layla tomo una manzana y la miro con deseo. Luego le dio una mordida.
- Ahhh!!- Sus ojos también brillaban- Justo como las recordaba!
Kanon tomo una fresa y se la metió a la boca.
- Tan deliciosas como siempre- Dijo de manera moderada aunque sin ocultar su asombro.
Todos comenzaron a comer animadamente, todos excepto Kuri.
- Kuri que sucede, no vas a comer?
- Lo siento Steph quiero irme a descansar.
- Pero...
Él se retiró y yo mire a Kukulcan, el cual apenas en un gesto asintió.
Terminamos de comer y después estuvimos observando algunas demostraciones del poder de Yum Kimil, este hizo florecer unas lindas flores color naranja de la temporada, además de lo que el llamaba las luces guía, que era nada más que unas luces hermosas que flotaban guiando el camino de los muertos a casa, la verdad me daba gusto ver a los miembros de la asamblea comer, Elliot no podía parar de hacerlo, ni Layla, Kanon actuaba moderado tal como los japoneses.
Al fin por la madrugada lleve a Sally a dormir y el pobre estaba más que rendido, hacía tanto que no se acostaba tarde que nada más Kanon lo alzó en brazos cayó dormido. Luego de eso fui al jardín corte una flor de muertos y la lleve a los aposentos de Kuri.
- Ho...la?
Me adentre a la habitación, era muy parecida a la nuestra, o eso era lo poco que me dejaba ver la luz de la luna y debido a la oscuridad tuve que agudizar la vista.
Parecía que no había nadie pero cuando me detuve a observar bien logré ver qué la habitación se extendía hasta un balcón, seguí adelante y al fin di con Yuri que estaba sentado en una banca de jade de aquel enorme balcón con esa hermosa vista.
- No eres un inglés típico verdad Steph? Tú madre no te enseñó a llamar a la puerta?
- Aquí no hay puertas Kuri!
- Si, igual no hubieras llamado verdad?- Dijo con una sonrisa amarga.
- No me arruines el plan Kuri Steklov.
Su rostro estaba lleno de soledad y tristeza, Kuri el que siempre sonreía y era divertido no era más que una máscara de dolor, pues yo sabía que el Kuri alegre y feliz había quedado ahí debajo de los escombros y de todo lo que había dejado Yuri Steklov.
- Kuri, se que ...
Él no me dejo continuar.
- No, basta Steph! Se a que has venido, se que crees que necesito hablar de esto pero hablar no me funcionaria, no soy un humano como tú.
- Lo se pero...
- No! No quiero hablar, no quiero hablar de el, ni de esto!
- Kuri está bien no hablaremos pero quiero preguntarte algo...
- Que?
- Esto es lo que Yuri hubiera querido que hicieras? Esto es lo que Yuri hubiera querido para ti?
Sus ojos se abrieron como platos y su rostro se descompuso.
- Yuri... Yuri se ha marchado y nunca volverá...
- Kuri.
El oculto la mirada entre sus manos y apoyo los codos en sus rodillas.
- Su habitación, su lugar, su empresa, me siguen como fantasmas, todo está vacío...Yuri por que? Yuri ven, sígueme que yo lo haría hasta el fin del mundo.
-Kuri, vamos!
- Steph yo no puedo dejar todo atrás, yo aún siento a Yuri cerca, la mayor parte del tiempo pienso que él sigue aquí, que todo es un sueño. Cómo es que termino todo así?
- Kuri nada ha terminado, si tú piensas eso entonces así es, pero no terminó, Yuri no murió, el ahora está en otra parte, quizás te observa y si es así el está viendo que tú no quieres hablar, que te escondes de nosotros, que nos evitas, el vio que te has ido a la cama sin cenar, tú crees que el hubiera dejado pasar una oportunidad así?
Kuri fijo la vista en mi y yo mire la luna.
- Recuerdo cuando los conocí e iban juntos a la oficina de Ephy a tomar el te y pretendían comer bizcochos y galletas, seguro a Yuri no le hubiera gustado nadita que dejaras pasar una oportunidad así de poder comer como un humano normal.
- El siempre tenía curiosidad por cocinar o poder probar la comida y las bebidas humanas... Y ahora no está para poder hacerlo...
Apretó los puños con una fuerza excesiva.
- Eso es cierto pero tú sí estas para hacerlo, para poder vivir lo que a él le hubiera gustado vivir a tu lado. Kuri no puedes seguir así, Yuri seguro estaría muy triste de verte así, además no estás solo, yo estoy contigo, Layla aunque tenga ese carácter de mujer... Tú sabes, también Elliot y Kanon, y bueno hasta Sally... Y bueno tienes a...
- El no!
- Ah?
- El no! El nunca va a ocupar su lugar Steph, si a eso te refieres. Ese niño nunca va a ser Yuri, no está ni cerca de llenar sus zapatos.
- Es que no se trata de llenar el lugar de Yuri, se trata de alguien nuevo, no es ni remotamente parecido a Yuri pero Benedetto no intenta ser el, el ese otra persona, el es tu contratista y aunque no lo parezca también se siente solo, como tú.
Kuri me miro atento y dijo.
- Me odia.
- Por que lo violaste pero créeme esas cosas pasan a ser de segunda mano cuando el afecto crece.
- No me interesa que me tenga afecto, solo era un negocio.
- No es cierto...A quien quieres engañar.
- Ah?
- Yo puedo ser tonto y rubio pero el mismo Yuri sabía que no. Tú ayudaste a Benedetto por algo.
- Por que tú me lo pediste.
- Quizás pero... También te he pedido que dejes esas bromas de rubios y nunca lo hiciste. El quizás te llama la atención de alguna forma.
- No puedo negar que no es lindo pero yo no puedo darle mi corazón, este se fue al infierno con esos ojos azules.
Le escuché y parecía escuchar a Sid cuando nos conocimos.
- Ahora el rubio eres tu- Dije sonriendo con melancolía.
- Ah?
- Dios eres tan tonto!-Deje escapar una risita.
- Awww- Se quejo- Por que hablas así?!
- Lo siento, lo siento! Es que en serio eres tonto Kuri.
- Ah?
Tome la flor de muertos y se la di.
-El no es Yuri en definitiva pero si te lo permites, verás que es algo que Yuri dejo para ti.
- Ah? No lo entiendes Steph, no solo estoy triste, estoy enojado, furioso, estoy vacío...
Este tomo la fotografía donde estaban ambos la cual tenía a un lado y dijo.
- Miro su fotografía, me parece que Yuri siempre fue muy tímido todo lo contrario a mi, con solo ver su mirada puedes darte cuenta de ello pero no era así, el se abría a mi, el me abría su mundo solo a mi, si no hubiera sido tan idiota, si el o si yo no hubiéramos sido tan idiotas, el me oculto lo que sentía y yo jamás conté con que iba en serio, Yuri era lo que más amaba, lo que siempre conté en el mundo y si yo hubiera sabido de su amor yo mismo me hubiera cerrado al mundo por el. Solo el y yo, pero ahora no hay nada...
Este tomo aquella foto y la pego a su pecho, la apretó con ansiedad.
- El prefirió seguir las órdenes de nuestro creador, yo se lo reclamé y me contesto como lo hubiera hecho nuestro creador, Steph lo odio, ese demonio me lo dio, me hizo quererle, los últimos días me hizo amarle hasta la locura y me lo quito, se lo ha llevado lejos y no le pregunto si quería, así nada más lo obligó, nuestro padre siempre dice que uno siempre debe ambicionar más. Pero yo no quiero volver a ambicionar nada pues lo único que quiero ese demonio me lo arrebato! Lo odio Steph; odio a Yuri por irse y dejarme, odio a nuestro creador, odio todo!
Yo puse una mano sobre su hombro y el se pegó más a su fotografía.
- Kuri, tú no lo odias, te duele por que lo amas, te duele mucho y yo lo entiendo no es fácil estar separado de quién amas pero no puedes encerrarte en esa soledad, tu y Yuri no están lejos por que ustedes son uno solo, tiene el mismo corazón.
- Estás hablando como ese idiota- Dijo enderezándose y caminado hasta el filo del balcón, puso la foto en la piedra y miro la luna que brillaba hermosa.
- No es nada fácil Steph, no lo es la verdad...
- Lo se.
- En casa ya no puedo soportarlo más, ese lugar me acosa, por las noches no es mejor, no puedo ni quiero trabajar no me interesa la empresa ni la mía ni la de el, yo no puedo hacerlo sin el.
Este se cayó de rodillas mientras sus manos se aferraba al balcón, en donde la fotografía del chico de mirada tímida observaba.
- Yo no puedo sin el... Yo no puedo...
Sus alas se dejaron extender, un ángel perdidamente enamorado, eso era Kuri, solo un ángel enamorado.
De un movimiento rápido se paró y gritó.
- Es imposible que el haya decidido dividirnos así! Dejar de esta manera nuestra vida juntos, maldición, Yuri! Espérame Yuri mi amor!
Kuri Lucía simplemente hermoso, tenía ese halo angelical que lo hacía ver divino, entonces vino a mi la misma imagen de el pero no era el, era Yuri. Por un momento creí que el que estaba frente a mi no era el que yo creía.
Cómo un flash back recordé aquel momento en que Yuri había visto a Benedetto, su rostro amable había quedado atrás, el mostraba su auténtica cara, incluso cuando Kuri decidió ayudar a Benedetto, Yuri no estuvo de acuerdo, Yuri no movió ni un dedo, Benedetto fue el único que pudo sacar a relucir la verdadera cara de Yuri, el fue, Yuri había se había esforzado tanto en ocultarlo incluso del mismo Kuri pero Benedetto saco su verdadero ser, Yuri detestaba a Benedetto y lo llamaba tonto o estúpido, Yuri no gustaba de el por qué ... Sabía que Benedetto era para Kuri, ese sería su último regalo para la soledad de Kuri, pero como Yuri le amaba tanto despreciaba aquella idea, aunque Yuri me lo pidió "No lo dejes no levantarse, no lo dejes solo..."
- Ahora comprendo a Yuri- Dije y camine hasta donde estaba su fotografía, Kuri con las alas extendidas me observó con cautela. Yo camine hasta donde se había quedado la flor de muertos que este había dejado en la banca y vi que Benedetto nos estaba observando oculto tras una columna, su rostro demostraba tristeza y cansancio, quien sabe cuanto había escuchado pero por ahora yo necesitaba que Kuri comprenderá a Yuri.
Puse la flor frente a la foto y dije.
- Kuri, Yuri sabía que no sería fácil para ti, el sabía que la soledad que quedaría en los dos se transformaría en un silencio como el que el vivió en todo este tiempo, pero el te amaba tanto que decidió que no importaba que, el no quería que tú te quedarás sumergido en ella y vino contigo a Londres no es así? Así pudieron hacer muchos amigos, por eso Yuri dejo que tú expresaras y vieras todas aquellas inquietudes y por eso al final Yuri dejo que cerraras el trato con Benedetto, el lo odiaba por que era el siguiente paso de la vida sin el. Yuri comprendía a pesar de lo celoso que seguro se puso, que tú podrías salir adelante, quizás pensó que te tomaría tiempo pero el aún donde esté tiene fe en que te vas a levantar, por que el te dejo rodeado de amor, quizás poco a poco trates de olvidar este sentimiento; no a Yuri, sino está soledad que no es más que un fantasma, pues ya te dije, solo no estas, aquí estamos todos y sobre todo- Tome la foto del chico de mirada tímida y me pareció que sonreía- El sabía que era imposible sepáralos pues ustedes compartían un corazón.
El chico de ojos azules me miro asustado y luego miro la foto. El silencio reino por unos minutos y luego el guardo sus alas. Yo busque rápidamente con la mirada a Benedetto pero ya no estaba.
Kuri dio media vuelta y entro con pasos lentos a la habitación.
- Kuri?...
Este busco algo con la mirada y luego siguió hasta una habitación que hacía la función de un armario enorme, se puso una camisa nueva, pulcra, blanca y una corbata.
- Gracias Steph.
Este me miro con ese mismo halo de tristeza pero algo había cambiado, ya no había un vacío, solo tristeza y un brillo singular en su mirada.
- Kuri yo...
- Quizás sea la única vez que lo diga y no te acostumbres pero, realmente eres un niño muy inteligente eh?
Me quedé sorprendido por su aseveración y este salió a paso lento.
- A donde vas?- Grite desde la entrada de su habitación.
- Yuri siempre quiso probar los bizcochos y el te negro.
Sonreí, quizás aún faltaba mucho pero habría que ser paciente, aunque en ese momento me pregunté si de verdad ese que se había quedado no era Yuri y la que hablaba era la soledad.
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Pensamientos desde el infierno de la codicia.
Steph había dado con aquella verdad, quizás no era tan idiota como todos pensaban. Ahora estaba tranquilo, el ahora pensaría en mi y con el tiempo dejaría de huir, el ahora se levantaría gracias a sus verdaderos amigos, trataría de olvidar esa soledad. Mi querido gemelo, desde el averno y por alguna razón desconocida era yo un príncipe dichoso y entonces sonreí, eso era una sonrisa que dejó pasar un pequeño y mínimo rayo de luz, la señal de Dios de que todo estaría bien y era como debía ser.



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