Del libro de Elliot.
Debes rendirte...
-Debes rendirte por que yo ya eliminé a ese espectro de Belfegor. Debes rendirte por que yo ya eliminé a ese espectro de Belfegor. Debes rendirte por que yo ya eliminé a ese espectro de Belfegor.
Era todo lo que podía escuchar, era todo lo que sabía, era todo lo que me quedaba... Mummu.
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La Historia de Elliot. El final.
Me levanté de inmediato e intenté apoyar a Inanna con Nergal, esta me hizo una señal de que fuera por el, asentí y fui por Nergal.
- Así que así va a ser, eh?
Los secuaces de este se dejaron venir, sus ojos desorbitados eran algo horrible, nos quitábamos a unos y a otros, pero nada más no parecían ceder en nada, era como si su voluntad fuera controlada.
Parecía que uno tras otro se hacían más fuertes, y eso lo era todo, aparecieron más discípulos de otros maestros, que de inmediato formaron una gran mayoría, nosotros tuvimos que replegarnos hasta donde estaba nuestro amado Mummu, yo mire su herida, no mejoraba, ni siquiera lentamente, se notaba que Mummu aún no estaba apto para hacernos compañía en la pelea y aunque así fuera, en que podía ayudar?
- Nannar, es una oportunidad única de usar todo nuestro poder.
Yo asentí. Ella lo hizo primero, dejó salir todo su poder, Inanna para ese entonces tenia mucho poder y se podías sentir, de inmediato se lanzó contra Nergal y comenzaron a pelear, yo hice lo mismo, saque todo mi poder y me revele tal como era, antes de lanzarme a ayudar a Inanna mire a Mummu, parecía dormir, sus ojos estaban cerrados, con ese tono púrpura que lo caracterizaba. Mummu seguro estaba intentando cerrar esa herida, me acerque a besar su frente antes de irme a la batalla pero el olor de su esencia que salía de aquel agujero en un fino hilo era delicioso. Mummu.
- Nannar!- Escuché a lo lejos a Inanna, pero yo seguía mirando a mi amado Mummu, su esencia, fuerte, deliciosa, emanaba de su interior, de un pequeño agujero apenas del tamaño de un puño, sus ojos cerrados, tranquilos, violetas, su respiración, pasiva, el meditaba con esfuerzo.
Los secuaces de Nergal se me dejaron venir, a un paso de la extinción... Se habían levantado. De dos golpes los derribe y vi que Inanna y Nergal llevaban buena batalla, tome a uno de sus secuaces y sus ojos velados me revelaron la verdad, yo... La luna había sido creada para alumbrar en la oscuridad, luna nueva, luna llena, cuarto creciente o menguante brilla en la oscuridad más densa y más profunda, y supe entonces que tendría que pelear toda mi vida, que se me estimaría pero me prometí aún así ser feliz.
- Perdón Dios- Dije en tono bajo- Perdón maestro- Recite apenas sin hablar- Perdón amado Mummu- Dije abriendo un canal de comunicación hacia su mente.
Extendí mis alas prontas, apenas manchadas de unas notas negruzcas.
Tome el cuerpo de Mummu y lo pegué a mi, junte mis labios con los de el y le aferre por el torso, deje salir mi esencia en el.
Este se estremeció pero no interrumpió su meditación, yo comencé a tragármelo, el me daría la fuerza necesaria para vencer a Nergal.
- Nannar idiota!!- Grito Inanna- Que demonios haces?
Yo no interrumpí mi actividad, siglos vendrían, siglos duros, pero tenía que encontrar mi paz, tenía que en algún punto llegar a parar toda esta violencia. Sin importar que.
- No!!- Gritaba Inanna- Nannar! Te has perdido acaso?
Mummu comenzó a pelear entonces pero yo me eleve alto en el cielo, este quería huir con violencia, salvarse, sabía que yo estaba tragándomelo con hambre, pero el nunca fue un problema para mi, sus fuerzas físicas eran nada contra las mías y no cedería tan fácil en mi mente.
Tan rápido como pudieron Inanna y Nergal se lanzaron contra mi pero yo me encerré con el cuerpo de Mummu en mis alas que se hicieron un capullo y soporte.
" Por que hiciste eso Mummu, te amábamos?" Dije a su mente." Nannar, suéltame, me vas a aniquilar" " Perdón pero no puedo Mummu, no puedo"
Este estaba en sus últimos momentos, su esencia era ya un sabor que se extinguía de mis labios, con mi mano atravesé su torso hasta su corazón, lo estrujé en mi mano y me di cuenta de que esto sería el principio, lo hice estallar en mil pedazos. La última parte de su esencia broto, yo abrí mis alas y me la trague frente a todos, mis alas ahora tenían un gran manchón negro.
- Nannar... Por que?- Susurró Inanna.
La mire sin poder decir nada, mire a Nergal y me fui tras el, la esencia de Mummu corría por el, la saboree, me relamí los labios, ahora era yo más fuerte así que apenas lo vencí me lo trague, así con cada uno de sus secuaces, no podía parar, solo encontraba mi paz en aquella violencia magistral. No podía detenerme, no sabía cómo así que continúe tragándome la esencia incluso de los pupilos de mi maestro, estaba poseído por el sabor de cada esencia, estaba completamente aturdido. Cuando no quedaba más que un montón de cuerpos e Inanna, sin razonamiento alguno me lance contra ella cuando fui detenido de tajo por su cetro.
- Nannar, basta!
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Del Libro de Elliot.
Silencio.
-Debes rendirte por que yo ya eliminé a ese espectro de Belfegor.
- Maestro....
Su pie me aplastaba el cráneo, no soportaría mucho pero... Qué caso tenía ahora si eso era verdad?
- Escúchame bien Nannar, te dije que te haría pagar no es así?
- Maestro por favor, no lo haga, no juegue con eso.
- No estoy jugando Nannar.
Su pie hizo más presión en mi y yo sentí que mi esencia se escapaba de mi cuerpo... Kanon.
Mi maestro dejo de hacer presión sobre mi cráneo, me tomo por el cuello y dijo.
- Que sucede? Acaso no te vas a defender?
- Es... Es verdad eso que acabas de decir maestro?- Dije aún enganchando mi mano a su antebrazo.
- Lo de que le he terminado? Pues claro! Un espectro tan débil no representaría nada para ti y menos para mi.
Yo deje caer la mirada, era el fin, el había terminado con Kanon y eso era terminar con mi existencia, ya no tenía caso luchar; no más. Dejé caer mi mano y decidí esperar el final.
- Que pasa eh? Dime Nannar!
Este me dio unas buenas sacudidas que quebraron mi cuello.
- Que sucede? Por que no peleas? Por que no te salvas de tu final?
- Para que maestro? No tiene caso.
- Que quieres decir? Cómo que para que?
-Mátame maestro, sin Kanon mi existencia no tiene sentido.
- Elliot! - Grito el rubio- No! No te rindas!
Le ignore y mi maestro también.
- No me importa nada, sin el yo no puedo ser feliz.
- Jajajaja, pero que tontería el gran Nannar apegado a un espectro de baja categoría, vamos! Eso no es lógico. Vamos pelea.
Yo no me moví, me quedé ahí hecho un guiñapo, ya desde ese momento sentía el mundo ajeno, me dolía existir, Kanon, perdón! Los minutos eran algo horrible, lo único que estaba yo deseando era que el terminara con todo! Ya nada me importaba! Nada!
Mi maestro me volvió a sacudir con fuerza un par de veces más y dijo.
- Explícate Nannar, como es aquello de que nada te importa? Acaso dices que dejarías a su suerte al premio del maestro y a tus chicos por ese espectros de cuarta? En serio tanto vale ese inútil para ti?
No dije nada solo asentí a ambas cuestiones.
- No... No lo entiendo Nannar, es algo absurdo!
- Que no entiende maestro? Qué queréis que te diga? Qué él es todo mi mundo? Que no hay forma de romper esto que siento por el? Qué es mi único tesoro, todo lo que yo tengo? Qué yo estoy incompleto sin el? O mejor aún que le amo, que es lo primero y lo único que he amado de verdad... Qué por más que quiera yo, nunca nadie podrá ser el?
Jasy Jatere me miraba atento, también Layla, Kuri y el rubio.
- Pues ya te lo dije ... Ya nada me importa maestro, mi existencia no tiene sentido, nada tiene sentido si no estoy con el, le amo.
Mire aquel cielo nublado, no era el lindo final que yo había pensado alguna vez cuando aún pensaba en el final, pero al menos toda esta horrible pesadilla terminaría, milenios de cargar tantas culpas desaparecerían, se irían lejos, sería bueno al fin extinguir tanto fuego, después de todo lo único que había causado desde ese momento en que me trague a Mummu por primera vez era miseria, tristeza y pena.
En algún lugar del universo yo volvería a su lado.
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Había estado intentando observar todo, pero no había visto nada en si, solo miraba a Layla y Kuri mover los ojos tan rápido que parecía que desaparecían de sus órbitas, yo no comprendía hasta que Jasy Jatere le hizo daño a Elliot, intenté darle ánimos pero todo se perdió cuando esté le dijo que había matado a Kanon, yo me aferré a Layla, ella había sido mi sustento mientras yo miraba como la pelea se daba, no era lo suficientemente fuerte para soportar ver caer a alguno de mis amigos.
Al fin las cosas parecían decidirse, Jasy Jatere ganaba, y nosotros vimos por primera vez a Elliot darse por vencido, estaba acaso todo acabado?
- Idiota Nannar, dime qué se siente perderlo todo?
El soltó a Elliot que cayó pesadamente sobre el piso, parecía que estaba realmente muy golpeado.
Elliot no respondió, su mirada había cambiado, era como un ente sin vida.
- Dime Nannar que se siente que tus sueños hayan sido destruidos eh?
El silencio reinó por minutos que parecían años, entonces Jasy Jatere le dejó caer el báculo en la cabeza con brusquedad y añadió.
- Dime Nannar, por que por más que quiera siempre obtengo tu maldito silencio.
Elliot estaba muy mal, no se levantaba, sus alas estaban desplumadas y algo rotas.
- Ay Dios...- Dijo el pequeño albino en voz baja- Yo...
Jasy Jatere se irguió y se apoyo en su báculo de nueva cuenta.
- Dilo Nannar.
- Yo...
Lentamente Elliot subió la mirada, estaba destrozado, Jasy Jatere había roto al líder de Londres.
- Yo en verdad lo siento maestro! Perdón! Perdón! No quería acabar con todos! Nunca quise hacerlo, no quise en ninguna época o lugar, detesto pelear, detesto hacerlo, detesto ser este mounstro; así que por favor si en algún momento me amaste, si en algún momento fui bueno contigo por favor termina con esto ya!
El rostro de Layla y de Kuri era algo espectacular, yo nunca les había conocido esa cara de horror.
Jasy Jatere alzó su báculo en alto y dijo.
- Eso es justo...
Yo estaba impedido para hablar o moverme, mi cuerpo simplemente no reaccionaba, no quería ver cómo su propio maestro liquidada a Elliot pero estaba aterrado, en mi mente gritaba que no, pero de mi boca no salía ruido alguno.
Jasy Jatere dejo caer con furia su báculo contra el niño que en un gesto angelical de liberación cerró los ojos y emitió un apenas audible.
- Gracias...
Yo cerré los ojos y abrace a Layla y ella me correspondió.
Luego el silencio.
Silencio eterno.
- Lo que quería escuchar Nannar.
No quiera abrir los ojos pero lo hice, Jasy Jatere había detenido a escasos milímetros de Elliot su poderoso báculo. Elliot abrió los ojos y miro a su maestro con una tristeza absoluta.
- Maestro...
- No seas bobo Nannar, yo te amé mucho, desde que encarnaste, a ti a Inanna y a Mummu y no podría hacerte daño nunca jamás. Pero soy tu maestro y tenía que enseñarte una última lección, ya que te has convertido en un espectro de gran poder, la lección más importante, saber pedir perdón, sin importar que tú causa sea noble, herir a alguien, poderoso o indefenso aunque sea por buenos motivos es herir, es dañar y saber reconocer eso y poner una rodilla contra el suelo para pedir perdón es señal de carácter en un líder. No importa que tan viejo seas, que tan poderoso, que tan demonio seas o ángel, nadie es perfecto, no lo son los humanos, no lo somos nosotros, solo Dios lo es por que el entiende que la verdadera perfección es ser imperfecto. Ahí es donde radica la belleza verdadera.
- Maestro...
- Los hijos de Asmodeo Nannar somos ante todo espectros que veneran el amor, sin importar que y amar es también rendirse ante otro. Te has rendido, has bajado tu orgulloso puño que tantas veces me retó, has puesto una rodilla en el suelo y has dicho lo único que había anhelado que me dijeras. Qué tu; Nannar y los sentimientos y todo eso que significa haya quedado atrás, toda la inocencia que perdiste durante todo este tiempo ahora se traduce en algo para ti.
Jasy Jatere dio media vuelta y fue tras un arbusto, el cual con solo tocarlo se hizo polvo, el sol se dejó ver entre aquellas nubes grises que huían despavoridas y ahí; en el lugar de aquel arbusto verde, estaba Kanon durmiendo plácidamente.
- Trascendente tras de lo que tus ojos no ven, quizás ahí este a salvó tu corazón este día.
- Ka... Kanon!- Dijo en un suspiro el albino.
- Kanon!-Repetimos al unísono Layla, Kuri y yo.
El oriental abrió sus ojos como si aún siguiera exhausto y en cuanto vio al albino puso cara de horror, sin dudar se levantó y corrió hacía el.
- Mi Kanon, mi pequeño y amado Kanon.
Kanon sostuvo a Elliot entre sus brazos, le apartó el cabello del rostro.
- Voy a estar bien, no es nada, tú estás bien?
Kanon asintió, de hecho estaba mejor que nunca había recuperado el ojo que la líder de Japón le había quitado, el levantó la mirada hacia Jasy Jatere.
- Ah señor Haruki no me culpe, ese mocoso me debía una disculpa.
Kanon entrecerró el cejo con coraje y Elliot le calmo.
- Eso es cierto querido, yo he hecho cosas horribles.
Kanon miro a Elliot con preocupación y el albino asintió.
- Pero maestro Jasy Jatere- Interrumpió Kuri- No en su sabiduría tendría que solo haber hablado con su pupilo sobre el asunto?
Jasy Jatere miro al suelo y dijo.
- Es que el...
Jasy Jatere apretó los puños, al parecer Elliot se había propasado.
- Así es- Dijo el albino- Es cierto Steph, yo hice cosas horribles, hace mucho tiempo yo me trague a todos los espectros que vivían en el valle de Mesopotamia. Pero maestro... Yo...
- Lo se Nannar, se lo que sucedió con Mummu, el fue el principio de todo aquello.
- Ah?!
- Que sucedió?- Pregunto Layla ya con más paz en su interior.
- Hace mucho tiempo yo....
Elliot comenzó a relatar aquello que había sucedido en las planicies de la antigua Mesopotamia. Elliot había matado a cientos de espectros y los había engullido, mientras el relataba su bajeza Kanon le miraba como si no le conociera. A mí me parecía espeluznante pero en cierta forma yo sabía que Elliot no era lo que parecía, bien por las advertencias de los demás, bien por lo que había sucedido cuando nos conocimos.
- Yo... Yo no quise hacerle mal a Mummu maestro, pero...
- Lo se Nannar, yo estaba ahí.
- Que?!
- Escondido a la orilla del río Tigris, miraba desde lo alto y escuchaba todo aquello. Escuché cada grito y cada golpe, no podía creer lo que sucedía, no estaba preparado para que sucediera y sabía que tú tampoco Nannar, un enorme peso caía en tus jóvenes hombros. Desde que partieron rumbo a Babilonia, en si solo pensaba que quería que tú fueras solo, quería alejarte de eso lo más posible, sabía que acabaría por romper tu corazón.
- Entonces, lo sabías maestro?
- Claro que si, desde que Mummu pudo manejar la meditación a su antojo, supe que el ocultaba algo, en realidad el poder de Mummu era muy superior al tuyo o al de Inanna, su gran debilidad residía en que no era un poder físico, Mummu tenía un enorme poder mental, el cual se basaba en poder aumentar o trasladar su esencia a voluntad y poder transmitirla a otros para así controlarlos. La primera vez que lo noté fue mientras tu e Inanna practicaban en el río, el intentó trasmitir su esencia a un ave, yo me di cuenta y de inmediato paró aquello, el ave estaba ya muerta. Decidí callar pero una práctica después de aquel año que pasó meditando, Inanna le hizo daño sin querer y tú y ella estaban tan enfrascados en su lucha que apenas si notaron que el cerraba los ojos y comenzaba a meditar intentando transmutar su esencia a la de ustedes, por supuesto no se lo permití y le reprendí por ello. Él se apenó mucho, aunque pude percibir que no era honesto y sentí como su esencia se agitaba en su interior, dos maneras opuestas de reaccionar, después de eso todo fue tranquilidad pero yo sabía que el practicaba en secreto, más aún así no pude hacer nada Nannar, luego vino aquello, antes de irse a Babilonia el ya había transmutado su esencia a Nergal y sus secuaces, se los había tragado, en su posición era necesario, como ahora ya supondrás te hace más fuerte, este se hirió a sí mismo y causó todo como una pantalla de humo, así nadie sospecharía de el y podría tragarse a ti y a Inanna; pero tú le descubriste y te lo tragaste primero, se que no fue fácil Nannar, se que has llevado un peso enorme sobre tus hombros desde entonces y lo siento en verdad, pero como los grandes héroes olvidados no hay honor más grande que hacer el trabajo más difícil, ser el malo de la historia...
- Maestro... Yo... Aún así lamento haber perdido el control con los demás.
- Ah! Lo sé, era lógico mi querido Nannar, te enseñe que si te tragabas al enemigo no solo ganarías la batalla sino poder, pero jamás te dije que eso te convertiría en una bestia, jamás les indique como parar. Me disculpo yo por eso.
- Maestro...
- No te culpo por lo que sucedió, pues como dije yo sabía todo aquello y aunque no lo creas me dolió saber que sería de tu destinó. Eras tan especial Nannar que jamás quise que sufrieras.
Elliot asintió y trato de ponerse en pie con mucho esfuerzo, Kanon le ayudó.
- Y si no estaba enojado con Elliot por eso... Entonces por que fue todo esto?- Pregunto Kuri.
La mirada de Jasy Jatere se tornó sería de nuevo, luego pareció molesto.
- Bueno es que en si Nannar... Nannar hizo cosas...
- Ah?
- Que clase de cosas maestro Jasy Jatere?
" El acaso hizo más daño?" Pregunto Kanon abriendo un canal para que todos pudiéramos oírle.
-Maestro.
Jasy Jatere tomo de nuevo su báculo y lo apretó entre su puño. La tensión volvía a subir.
- Nannar... Nannar...
En un movimiento que yo no pude ver y seguro nadie más, este dejó caer con furia su bastón sobre la cabeza del albino.
- Maldito mocoso, antes de que te fueras a Babilonia con los demás tu... Awwww!
Los ojos de Elliot daban vueltas y al fin Jasy Jatere soltó la verdad.
- Este mocoso pisoteo las flores que yo había cultivado con tanto amor durante décadas, en mi hermoso jardín limpio sus pies llenos de sangre, desplumo a una de mis hermosas aves, mis amigas, solo para hacerse de una tonta corona y además me robo y escondió mi báculo! Tienes idea de cuánto tiempo me tarde en recuperarlo?! Idiiiiiota mocoso irrespetuoso! Peor aun jamás se ha disculpado por ello! Al contrario le parece gracioso!
A mi cabeza entonces vino lo que en Somalia aquel señor de muerte de nombre Ikú me había dicho...
" Ve a ver a Kukulcan e Ixtabay y besa sus aguas, dile a Elliot que se disculpe con su maestro Jasy Jatere y besa a Ayayema en la frente mientras le dices que le quieres.... Pero no más que a mí"
Así que de eso se debía disculpar Elliot eh? El niño al fin reaccionó, entonces Kuri puso cara de vergüenza, Layla de decepción y yo dije.
- Si, eso suena a algo que haría Elliot.
- Definitivamente, si!
- En el no se puede confiar- Dijo Layla.
- Luego de eso te largaste Nannar y nunca volviste a darme la cara o disculparte!
- Ah... Eso... Es cierto!
- Y bien?- Dijo Jasy Jatere- Estoy esperando.
El maestro se cruzo de brazos y puso cara de pocos amigos.
- Jajajajajajaja!
Sonó estruendosa la risa de Elliot.
- Ah!?- Todos le miramos con sorpresa y este dijo.
- Ay maestro es que es muy chistoso ver cómo sin su cetro se pone a llorar como un niño pequeño ajajajajaja aún recuerdo su cara, sus ojos llenos de lágrimas.
- Ah nunca va a cambiar!- Dije yo- Vámonos!
- Nannar hijo de Asmodeo te voy a dar una paliza por lo que acabas de decir!
-Jajajaha; esperen- Dijo Elliot que se pegó a Kanon esperando recibir su ayuda .
Kanon miro a Jasy Jatere y tomo a Elliot por la cintura, lo levantó y le beso la frente.
" Lo siento pero debes hacer lo correcto" Dijo aún en aquel canal abierto a todos. Luego de esto se lo entrego a Jasy Jatere el cual en un gesto de aprobación le agradeció a Kanon la ayuda.
- Que? Pero... Pero Kanon! Oye, no! Ven! Acaso no sabes divertirte? Maldición no tienes sentido del humor? Kanon! Kanon! Te voy a apalear el trasero cuando regrese! Me escuchaste? Mocoso del diablo!
" Solo discúlpate Elliot quieres?" Dijo el oriental luego Kanon dio media vuelta y todos lo seguimos. Ya era de noche y yo tenía hambre, ese Elliot era todo un caso aunque yo notaba que todos estábamos un poco más tranquilos, dentro de todo lo malo que había hecho el líder de la asamblea de Londres había un principio noble y a mi eso me bastaba...Sid, ya estoy más cerca. Le hablé a la enorme y hermosa luna Paraguaya.
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Del Libro de Elliot.
La palabra del niño de cabellos dorados.
Malditos traidores no paraba de pensar.
- Trabaja Nannar, que quiero que este jardín nuevo se vea mejor que el que me arruinaste hace milenios.
- Maldición!
Pase tres días y sus tres noches disculpándome con mi maestro y compensándole ayudándole con su nuevo jardín.
- A propósito... Sabes que Kirye esta tras de tu asamblea cierto?
Le mire y el me mostró de nuevo ese gesto de preocupación.
- Lo se.
- Nannar, Kirye es muy poderoso y no conforme con eso está rodeado de espectros muy poderosos como la misma Inanna que aún te odia por lo de Mummu, ella no comprende bien, nunca lo hizo, eso además de que tu amado es una enorme debilidad. Tú se lo hiciste cierto?
- Si.
- Ya le confesaste la verdad?
- No.
- No te juzgo Nannar, se que para ti no ha sido fácil vivir con todo ese poder y todos esos espectros tras de ti sin motivo, pero tu lo arruinaste y de tu boca debe enterarse, bien sabes que no importa cuantos espectros mates, el se va enterar algún día.
Mire al suelo.
- Lo se.
- Y le va a doler.
- Lo se.
- Nannar, estoy muy preocupado por ti. Tener un contratista de Kirye y que ama a un Leviatan es una locura, por favor, por favor Nannar dime qué pensaras en alguna forma de salir de todo eso.
- Lo intentaré maestro, pero no puedo prometer nada...
Este se arrodilló frente a mi, Jasy Jatere preocupado? Eso decía que era algo realmente grave y que las cosas no pintaban a nuestro favor.
- Agradezco a Dios que te haya devuelto a mi Nannar. Qué aunque no puedas suceder nunca, agradezco que no te haya dejado solo en este paraíso.
Sus manos tomaron mi rostro, yo no estaba vivo, no podía morir y nunca a pesar de mi alto nivel de pureza podría suceder debido a los crímenes cometidos, así que estaba destinado a vagar solo por la tierra por y para siempre... Bueno ahora no tan solo.
-Ahora hablemos de las llaves para encontrar la puerta rumbo a la casa del Levitan y de quienes visitaron mis dominios....
Amor Yaoi
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