Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

ESPECTRO... DE DOLOR L2 por Lory Backon

[Reviews - 44]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Próximo capítulo: La asamblea de Londres esta en la Antártida pero tiene el tiempo limitado para buscar a Sid, habrá reencuentro o todo esta perdido?


Estaba enojado, frustrado y sobre todo emocional, demasiado emocional. Era casi la cuarta semana desde que Elliot me había regresado a Londres, había sido secuestrado por Ran, la Leviatán del Norte y realmente la había pasado mal, ella me había maniatado en una silla y había sido obligado a ver la señal de interferencia de la televisión día y noche, además de que había causado un corto circuito en mi cerebro, yo no lo había entendido bien pero había sido algo así como si ella hubiera metido las ondas magnéticas en mi cerebro, lo cual había alterado por completo mis funciones a tal punto que a Samael le había tomado una semana completa ayudarme a sacar todo eso de mi cabeza lo cual termino desencadenado una encefalitis en mi, así que tuve que quedarme ahí, nada más ahí sin poder regresar a la Patagonia a buscar a mi amado Sid. Eso sin contar que Layla durante mi convalecencia se había llevado a Sally para entregarlo a su hermana Laim, ni siquiera me había dejado despedirme de el y todo eso con la excusa de que no quería mas problemas con Lilith. Mi Sally, me lo habían arrebatado así nada más.
- Steph? De nuevo llorando?
- Elliot- Dije intentando cubrirme los ojos- Tráeme a mi Sally.
- Steph, ya te dije que Layla ya lo entregó, créeme el estará mejor así, no creo que sea bueno para ninguno de los dos una despedida, vamos! Se fuerte!
- Bueno entonces llévame a buscar a Sid, por favor, ya no puedo más.
- Steph de eso venía a hablarte.
Su rostro se nublo, no! Eso solo decía que tenía malas noticias para mi, no pude evitar soltar un gemido de dolor y el dijo.
- En dos días nos vamos! Mañana Samael te dará el alta pero...
- Si!- Di un salto en mi cama.
- Pero- Dijo esto remarcándolo con fuerza- Debes de ser prudente y obedecer las indicaciones que Samael te diga. Lo prometes?
- Si! Si! Claro que sí Elliot lo que digan!
- Que bueno es verte sonreír, sabes? Hice una promesa hasta el día de tu boda y pienso cumplirla.
- Ah?
Él solo sonrió de esa forma tan naturalmente suya y me hizo compañía todo el resto de la tarde y noche.
Era casi mediados de Diciembre cuando estábamos de vuelta en la Patagonia, yo estaba bajo vigilancia día y noche. De día era fácil pues había un montón de personas alrededor de mi pero de noche todas las ausencias se hacían presentes, la de mi mamá, la de Yuri, la de mi Sally y por supuesto la de Sid.
Yo explique a la asamblea aquello que me había dicho Ran sobre Sid, que él estaba en la Antártida y mencioné aquello de unas llaves, ahí fue cuando Elliot me mostró aquellos objetos que habían sido olvidados por mi.
- Estás son las llaves Steph.
Por todos los santos! Si no eran más que el pequeño reloj de bolsillo con la serpiente de ojos de rubíes escarlata que el me había dado en aquella fiesta de cumpleaños en la que excluí a Sid
- Ya te lo había dicho, para un humano el tiempo es vital.
La segunda llave era aquel collar de perro en plata con la hermosa flor y el diamante azul.
- Pero...
La tercer y última llave era aquel espejo de plata con diamantes diminutos que tenía la L grabada.
- De Leviatán?
Elliot asintió y dijo.
-Estas dos son las llaves a casa de Sid, y este- Dijo tomando el collar - Este es el puente para los humanos, Ayayema es el guardián, el te dejará entrar pero depende de que rostro ponga el al momento de abrir el portal, Steph no debes dudar, puede ser que tengas miedo y eso puede afectar a Ayayema, Sid confía en ti.
- Si!
- Sid nos los dio para que en cualquier caso esa persona especial pudiera llegar a el, a su hogar, siempre. El corazón de Sid está en esa Antártida pero no podrás verlo a menos que no abras la puerta de ese lugar que es donde mora el Leviatán del sur.
Mire aquellos objetos que yo había ignorado por tanto tiempo y sonreí, agradecí por que ellos me habían dado aquellos preciados objetos para poder volverle a ver, estaba tan cerca de el, que incluso podía respirarle.
Unos días más y tuve ese encuentro con Ayayema, el encuentro donde el me mostraría su rostro. Yo había sido sumamente obediente en cuanto al cuidado de mi salud, mi disciplina y el esfuerzo de mis amigos había dado sus frutos, así que partí hacia mi destino.
Eran las doce de la noche del 21 de diciembre, yo ya estaba listo en aquel faro del fin del mundo, en Cabo de Hornos, llevaba mis preciosas llaves e iba enfundado en una enorme chamarra estilo sleeping color beige, gorro rojo con un pompón azul, pantalones deportivos arriba de unas mallas térmicas, y una bufanda gruesa, quizás no era muy fashionista pero no podía arriesgarme, está vez nada debía salir mal, si regresaba a Londres sería con el de la mano.
Los espectros esperaron afuera del lugar, en cuanto a Benedetto, el tuvo que quedarse en la cabaña, Kuri le prohibió venir, así que estos tuvieron un gran disgusto más, ya que no le parecía justo que Kuri lo dejara ahí, pero aún así Kuri vino.
Al estar frente a la puerta sentí miedo, ese espectro lucía aterrador, pero tenía que confiar, Sid, pensaba, está va por ti, por nosotros.
" Bienvenido Stephan Joggar, este es el faro del fin del mundo, mi casa"
El viento del sur soplaba de una manera violenta.
" Traes contigo las llaves?"
Yo saqué de mis bolsillos los objetos y el señaló el suelo, puse una rodilla en este y los deposite con cuidado.
" Sabe Stephan Joggar como usarlos?"
Negué con la cabeza.
" Y entonces cual es tu plan?"
- Confiar señor Ayayema, confiar.
" Arriesgado, muy arriesgado, dime algo Stephan Joggar, que vas a hacer con el Leviatán cuando lo encuentres?"
- Decirle la verdad, confesar mis verdaderos sentimientos, decirle que estoy con el en todo y para todo, por siempre.
" Y si te rechaza?"
-Yo siempre pensé que solo me bastaba verlo una vez más, y quizás si fuera el caso estaría feliz, pero el no me va a rechazar señor, el me ama y yo a el y así será.
" Y el maestro K.? Qué hay de eso? Qué hay si se lo lleva? Qué hay de si ya no tienen tiempo, los espectros Stephan Joggar no podemos elegir, no estamos hechos para nada más que cumplir nuestro deber. Entonces? Vale la pena arriesgar tu frágil corazón por solo unos segundos de felicidad?
El maestro K. El bendito maestro K. Mis manos temblaron unos instantes y luego recapacite mi actitud.
- Señor Ayayema, quizás usted tenga razón, soy frágil, quizás en extremo, y el maestro K. Seguro querrá a Sid, pero el es la ilusión de mi vida y no voy a dejarlo, un segundo de su amor es vital para mi, apenas estuve con el poco más de un año y fui tan feliz, nunca me sentí más vivo, más querido, todo gracias a el, no importa que, nuestro amor será lo más grande que hay, que importa si dura para siempre o un segundo nada más, el- Entonces alce la vista con decisión- El es el amor de mi vida. Recordar todo eso es la razón suficiente del por que con todo y mi fragilidad o temores estoy aquí parado señor Ayayema.
El espectro levantó un poco su máscara y sonrió con suficiencia, sus labios de un rosa pálido dejaron al descubierto una sonrisa perfecta, luego de esto, levantó su vestimenta de piel y mostró su pie de mármol, acto seguido aplastó el reloj.
- Tiempo terminado.
Yo me quedé estupefacientes cuando el hizo aquello, pero más cuando el reloj libero su energía y reflejo como si fuera un láser un punto dorado a la distancia.
-Ahí está el camino Stephan Joggar y ahora, cual es tu plan?
- Yo... Yo voy a encontrarle...
- Como?
Sentí una especie de ansiedad, ya había abierto el portal pero yo quería saber dónde estaba, el aire, el aire se me acababa, voltee a ver al cielo y luego al suelo, tome aquel lindo espejo y dije.
- Por favor, dime dónde está por que sin el todo se acaba.
El espejo comenzó a quebrarse y sus trozos se tornaron luces brillantes, tuve que apartar la vista unos instantes, luego de que aquel brillo excesivo desapareció note que una imagen se formaba, era una enorme formación glaciar, parecía tener una especie de caverna de hielo hundida en medio y ahí adentro unas lilas refulgieron. Era el! Era su rostro! Su cabello negro que se mecía al viento helado, eran sus labios, sentí que mi corazón iba a estallar, ahí estaba Sid, esperándome.
Un par de lágrimas rodaron heladas por mis mejillas y Ayayema subió un poco más su máscara.
- Y bien, por último como piensas cruzar Stephan Joggar? Si sabes que no puedes entrar a su casa ni volando ni nadando? Nadie toca su cielo ni su mar solo pasas a través de mi... Entonces?
Su nariz era blanca y respingada, tenía un perfil muy, muy lindo en verdad. Yo tome el collar y me lo puse, era muy lindo, pero nada sucedió, entonces vino a mi mente aquello dicho por Yuri.
" No tiene trampas ! Los espectros no necesitamos eso para poseer a cualquier humano y nosotros menos mi querido Steph"
Elliot había dicho que ese era el puente para los humanos y era un puente sin trampas. Pero el acababa de decir que el era la única forma de pasar, asi que si no había trampas... Quizás sería lo más estúpido y osado que yo hubiera hecho y quizás lo arruinaría como todo lo que intentaba hacer bien, pero me arranque el collar, mire a Ayayema, un espectro oculto bajo una máscara, que se podía oculta bajo una máscara? Era una máscara de madera muy sencilla pero aunque en un principio pensé que seguro ocultaba algo horrible la verdad es que las verdaderas cosas horribles jamás se ocultan, sino por el contrario; les encanta la exposición, pero realmente las cosas valiosas son las que uno oculta, aquello que es hermoso no importando si es peculiar. Yo no sabía mucho de este espectro solo que se le había nombrado Ayayema y que atraía al viento del noroeste. Pero, por que ocultaba su rostro? Después de todo el era un espectro y yo no había conocido a ningún espectro que fuera horrible o siquiera feo así que sin ninguna clase de miedo o expectativa me acerque a él y quite despacio su máscara con sumo cuidado.
Lo que reveló fue algo que yo no me esperaba.
Su rostro era muy hermoso, pero no con la hermosura clásica de todos los espectros, gruesas y grandes cejas cubrían unos enormes ojos felinos que parecían tener un iris con el efecto de la autora boreal, por mero instinto y con suavidad le pase los brazos por los hombros y le puse el collar, entonces el sonrió.
- Al fin me fue devuelto- Dijo como para si.
El collar brillo en el cuello esbelto de su amo y el diamante azul que tenia se había abierto como un tercer ojo refulgiendo, entonces el levantó el brazo derecho y señaló el camino, la autora boreal se había mostrado al nivel del acantilado aquel donde el faro del fin del mundo se hallaba. La aurora boreal era el puente hacia el corazón de Sid. La aurora contenida en sus tres ojos era el puente!
- Una cosa antes de que te vayas a buscarlo Stephan Joggar, el que tú y el estén juntos es imposible, debes saber que estás saltando a un oscuro abismo del que no saldrás nunca.
Asentí.
- Yo soy Ayayema, el espectro del caos, y permito que pases por este puente.
No sabía por qué pero me sentí conmovido ante su advertencia y ante aquel puente, tome el espejo del piso y puse mis manos en sus mejillas tersas y duras.
- Señor Ayayema- Dije parándome en puntas y besándole la frente- Muchas gracias! De verdad gracias! Yo lo quiero, es usted muy bueno, gracias!

No decía yo aquello por que Sid me lo hubiese mandado, sino por que de verdad lo sentía, el era el espectro del caos y había abierto esa puerta para mi, aún a pesar de que sabía bien que yo era un tonto o quizás un humano debilucho, tenia que agradecerle que me diera la oportunidad, que me dejara creer que podía lograrlo, que estaba un paso mas cerca de volver a ver a Sid.
Él asintió y con la mirada me indico que podía irme ya. Acaricie sus mejillas y sonreí.
- Gracias- Dije tomando su mano y sacando uno de esos deliciosos chocolates británicos que a mí tanto me fascinaban, luego de eso salí corriendo hacia el puente- Gracias Señor Ayayema, gracias, lo quiero!
Los miembros de la asamblea ya estaban esperándome, me tomaron las manos y juntos saltamos hacia aquel puente, mi corazón latía apresurado, Sid... Mi mente era una maraña de emociones y recuerdos, aquel dia de brujas, nuestro primer año nuevo, su dulce gesto de arrepentimiento, cuando durmió conmigo.. Al fin te encontré Sid.
_____________________________________________________________________
Ayayema y Nun: Cuento de hielo.
- Así que le has dado la entrada eh?
- Nun, no acaso tú y tu maestro ya habían regresado al ártico?
- No me preguntes que sucede Ayayema, sabes de sobra que mi maestro Ran es muy caprichoso. Pero dime?
- Ese niño está perdido.
- Explícate.
- Ese niño cree que el Leviatán es como un amuleto pero será su perdición, vino a saltar a un abismo de oscuridad infinita, aunque lo entiendo.
- Por?
- Ahora mismo el lleva dentro el hechizo de un Leviatán, el secreto del diablo.
- Vaya, si eso es cierto, ni con ese Leviatán, ni con mi amo o cualquier otro los humanos estarán a salvó. También me dan pena.
-Me dan? Quienes? De que hablas?
- Ajajajajaja Ayayema que cosas dices, de nada, ni de nadie, solo pienso en los humanos en general... Piénsalo, tanto amor derrochado en la nada. Pero dime por que le diste la entrada?
- Yo soy un ente sin rostro Nun, lo sabes bien; pero has visto el rostro tan peculiar que me ha puesto el?
- Si bueno, no es exactamente lindo.
- Exacto, el no necesitó hacerme hermoso para quererme, y tú misma lo has sentido, aquello que me dijo no eran meras palabras, el sintió aquello tan infinitamente que tan solo su toque me lo transmitió como electricidad, el atravesó mi ser, pensó aquellas cosas buenas de mi, tan adorablemente simple y común, sin nada de extraordinario eso hace al premio del maestro K. Algo único ... Y mira, me dio este dulce!
- Ayayema...
- Es agradable sentirse querido aunque sea de vez en vez cada 300 o 400 años. Y ahora tengo un dulce. El próximo año voy a visitar a Kukulcan en las fiestas y lo comeré.
- Eres tan bobo. Espectros milenarios... Son tan pesados.
- Lo dices por que envidias mi dulce.
- Pfff.
-Tu dirás lo que quieras pero no te voy a dar de mi dulce!


 

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).