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ESPECTRO... DE DOLOR L2 por Lory Backon

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Notas del capitulo:

Mañana como siempre subire la segunda partede este capitulo doble!



Estaba muy feliz, habíamos pasado esa semana juntos aunque a la manera de Sid, lo que quería decir era trabajando.
- Oye Sid...
- Dime ,Steph.
Este apartó la vista del balance de la compañía, un reporte que había elaborado el actual vicepresidente para el de nuevo jefe renombrado por quien sabe cuántas veces, el Sr. Santinni.
- No crees que deberíamos tomar un descanso?
- Por? Te has cansado ya de pegar estampillas postales? Necesitas algo de beber?
- Si bueno... No!
Tome otra estampilla postal y la pegué en el sobre que deposité al lado de los otros cientos que ya llevaba.
Me quedé un rato más en silencio pero con aquella molestia. Quería que Sid viniera y me besara, quería que me tomara y me hiciera suyo, durante esa semana lo habíamos hecho mucho y no es que estuviera inconforme pero me daba vergüenza decirle que quería más, no podía atreverme a pedirle más de eso y además de que este había sido muy gentil conmigo y yo sabía que el se estaba conteniendo por mis fracturas, pero también deseaba que me diera con todo lo que tenía, pero el insistía en decir...
- No pienso lastimarte más Steph, entiende, cuando hayas sanado entonces satisfaceré todas tus fantasías por muy sucias que sean.
- Ahhhhh?- El me sacó de mis pensamientos con su voz.
- Ya te había dicho que gritas tus pensamientos no es cierto?
- Que?! Deja de leer mis pensamientos bobo! Ash Sid eres horrible.
- Eso puede ser, pero me esmero en no ser tan horrible.
- No es literal.
El dejó su lectura a un lado y vino hasta mi cama.
- Que sucede?
- Osh es que... Es que estoy aquí y tú también y bueno...
Él me puso el dedo índice en la boca en señala de que me callara y empujo lentamente y con suavidad mi cuerpo hacia las almohadas.
- Steph se quieres que te posea con lujuria y desacato, en la forma más depravada posible, que incluso te retuerzas del dolor y seas incapaz de levantarte en semanas pues todo ahí abajo haya estallado bajo mi poder.
- No! Sid no es eso, es que...
- Se que quieres que mis labios te deshagan a mordidas- Dijo al tiempo que me besaba con lujuria, su lengua fría era deliciosa pero me parecía que él estaba mal interpretando todo, entonces el retomó.
- Se que quieres que mis manos te quemen la piel, la incineren por completo sin importar cuan doloroso sea.
Y dicho esto volvió a unir su boca y a meter su lengua en mi boca para después comenzar a manosearme y a quitarme la ropa con rapidez.
-Mmmmnmnmn.
No podía hablar su beso era avasallador y delicioso, pero temía que si no decía algo Sid me iba a hacer todas aquellas cosas dolorosas. Tuve que apartarme con mucha dificultad y dije.
- No Sid, no quiero eso.
- Ah no?
- No, solo, solo quiero que bueno...
- Que es bueno Steph?
- Es que... Yo solo, yo solo, yo solo quiero que lo hagas como antes. No es que no me guste que seas delicado conmigo, si me gusta y mucho pero... Bueno es que a mí me gusta de la forma en que lo has hecho antes.
El metió su mano en mi retaguardia y yo di un saltito, este se pegó más a mi y dijo.
- Lo se Steph, solo estaba jugando un poco contigo, no podría hacer todas esas cosas, jamás quiero volver a dañarte.
Su dedo comenzó a masajear mi entrada y eso me ponía muy duro.
- Aunque no lo creas Steph estoy ansioso por tomarte como se debe, pero por ahora es todo lo que podemos hacer- El depósito un beso tierno en mis labios, cerré los ojos, sus besos me hacían tanto Bien- Steph yo te amo más que a nada o a nadie en el universo y si algo te pasará por mi culpa no podría existir, sin ti no existo.
- Sid...
- Me es muy difícil poder dominarme cuando estoy así contigo, pero te prometo que intentaré cambiar estos impulsos que me provocas.
Le mire con preocupación, que quería decir eso? Ya estaba bien lubricado y dos de sus dedos jugaban inquietos en mi interior.
- Que dices Sid?
- Que no voy a permitirme más arrebatos sobre ti, no voy a dejar que salgas lastimado de nuevo.
- Pero...
- Steph tú eres mi felicidad, y si no te tengo aquí conmigo, no puedo seguir aquí.
Este sacó con suavidad su dedo y bajo su pantalón, subió mi pierna sana a su hombro y se pegó a mi, sentí como me penetraba con lentitud, yo estaba ansioso pero aquello de querer tenerlo dentro pronto y sentir apenas la punta de su sexo me hacía ponerme más caliente, me hacía mojarme más y dilatarme más.
- Sid...- Susurre.
- Steph- Dijo el aliento con aliento- Estoy tratando de entregarme por completo, quiero hacerlo, soy tuyo... Solo quiero hacerte feliz.
Su beso me dejó noqueado, cerré los ojos y comencé a jadear del placer, Sid hazme el amor lentamente o apasionadamente, hazlo como desees pero ámame.
- Te amo Steph, te amo.
Yo me aferre a él con fuerza y los puntos de colores se hicieron presentes.
Estocadas lentas, besos apasionados, sus manos que me trataban tan suavemente. Yo me corrí nada más así, estaba muy excitado, pedí su boca a gritos, la exigí y cuando el me la daba a cantidades mesuradas yo me iba contra el para reclamarla.
Su mano libre jugó con mis pezones, estaban duros y su jugueteo los puso aún más, mi sexo se corría y endurecía con tanta rapidez.
El comenzó a cambiar el ritmo, más apresurado, mi próstata estaba disfrutando aquello, los puntos de colores se hicieron más intensos, ahora se dispersaban como ondas en el agua, cada estocada era más y más sentida, el me tomó por la nuca y me aferró más contra el, una tras otra, más y más rápido, más y más profundo.
Tan de repente sentí esas oleadas de placer que golpeaban sobre mi, una electricidad que quería salir por las puntas de los dedos de mis manos y pies, jadeaba ya sin reparos y gemía sin algún tipo de restricción, el daba sus estocadas más y más fuerte y yo estaba a una del colapso cuando sentí que me corría de una forma tal que acabaría estallando y zaz! Acabe todo manchado.
El besó mi frente y dijo.
- Steph te prometo entregar todo de mi para hacerte muy feliz.
Yo estaba exhausto y solo asentí y dije .
- Te amo Sid.
- Te amo Steph.
Cerré los ojos y sin importar nada más me rendí al sueño, estaba exhausto o más allá. Antes de caer en la inconsciencia apenas si sentí como este me limpiaba el abdomen y la entrepierna donde había quedado todo manchado de semen, me colocaba la ropa interior y la pijama. Sentí vergüenza de dejarle hacer todo pero en serio estaba muy cansado y no podía ni abrir los ojos.
- Sid no te vayas a ir... No te ... vayas...zzzz.
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Del Libro de Sid.
Interrupciones.
- No te... Vayas... zzzzz
Se quedó plácidamente dormido después de decir aquello, tonto Steph, a donde me iré si mi lugar es a tu lado?
Me trepé a la cama junto a él y escuche su respiración tranquila. Me había jurado a mi mismo cambiar todos aquellos impulsos que tenía cuando estaba con Steph, no dejaría que ese latido absurdo me traicionara bajo el peso de mis propios instintos de espectro. Miré a mi rubio, que comenzaba a balbucear dormido, sin razón aparente sonreí, era mío, era mío para siempre, era mío por derecho, era mío y nada más.
Bes+e su frente y peiné su cabello.
- Steph no sabes lo feliz que me haces, tu me haces sentir tan lleno de vida, te has llevado todo mi amor.
Le puse una manta encima y encendí el fuego del hogar para que el pudiera dormir mejor.
Luego de eso me quedé a su lado, no quería perderme cada una de sus respiraciones, de sus latidos, estaba apenas comenzando lo peor, sabía que caería más y más a través de esa espiral, había sucedido con Glenn, al principio no me había parecido nada excepcional, incluso lo detestaba bastante más que a Steph, luego de eso me acostumbré a su humanidad, a su fragilidad e incluso llegó a parecerme una cualidad única y tierna y luego caí en la espiral de decadencia de quedar completamente y perdidamente enamorado de el. Quizás con Steph las cosas irían peor, y es que era tan sencillo amarlo desenfrenadamente, era tan sencillo que ya sucedía, amarlo era una locura pero dejarlo era un suicidio.
La estancia en Mousetrapp se prolongó hasta casi tres semanas pero aunque el lo negara yo sabía que era mejor que regresara a casa de su madre, necesitaba el calor de su hogar para poder reponerse mas rápidamente, pues no era bueno para el estar conmigo tanto tiempo y menos cuando deseaba poseerlo con tanta fuerza a todas horas; además de que nadie de los chicos de la asamblea había venido a visitarle y es que las empresas se habían visto muy abandonadas durante todo este tiempo que habían estado los CEO fuera y eso causaba que ahora los miembros de la asamblea no pudieran salir de las oficinas, incluso para mi era muy difícil poder darle la atención debida a Moonlihgt pues primero estaba que Steph se sintiera a gusto y acompañado, no quería volver a ver una mueca de tristeza en su hermoso rostro.
- Así que tenemos un hijo eh?
Dije la última tarde antes de que este regresara a su casa.
- Tenemos? Eso suena a mucha gente.
- Pues dos no son mucha gente Steph.
- Yo tengo un hijo, yo- Dijo el remarcado el pronombre.
- Eso es lo que digo.
- Ah?
- Su es tu hijo, también es mío.
- Ah? Cómo es eso?
- Pues si, si tú eres su madre yo tengo que ser su padre, no es así?
Este me pegó de manazos en el hombro y luego se quejó.
- Ouch! Ouch! Mi mano!
- Ya sabes que soy duro cual mármol, debes pensar antes de actuar.
- No solo eres duro, eres idiota!
Este agitaba su mano intentando que el dolor se fuera, yo tomé su mano y la bese.
- Me hace enfadar que digas que soy madre de Sally.
- Así que se llama Sally eh? Es un nombre muy femenino para un varón, seguro tú lo elegiste.
- No soy madre de nadie por que soy hombre idiota! Aunque no tenga...- Este de pronto cambio su tono de voz a uno melancólico y la voz se le entrecorto.
- Steph sabes bien que no lo dije por eso, vamos no te pongas así.
Me fastidiaba mucho verlo llorar, pero Samael mismo me había explicado que ahora el era más susceptible emocionalmente debido a la falta de testosterona.
Le pegué contra mi y este me rodeo con sus brazos.
- Eres un tarado Sid- Dijo aún sollozando- Por que entonces dices esas cosas?
- Perdón, sabes que no lo dije por eso Steph, yo antes de ir ya pensaba que si tuvieras hijos ellos te llamarían así, pues tienes mucha cara de niña y con el tiempo se te acentúa más este rasgo.
Su mano se estrelló en mi mejilla, había dejado de estar emocional para ponerse furioso.
- Ouch! Tarado! Tarado idiota! Y tú qué? Crees que tienes cara de Kanon?
- Tu mano está muy roja.
-Ya lo sé! Me duele mucho! Esto es tu culpa!
Dijo haciendo adorables pucheros.
- Ya Steph, no quiero que te fractures la mano, no te enojes conmigo quieres?
- Pues no digas tantas tonterías, me enfadas- Dijo aún molesto. Bese su frente y dije.
- Eres adorable.
- No lo soy! Déjame!
Mire su carita roja por la mezcla del dolor de su mano y su enojo y puse mis manos en sus costados para comenzar a hacerle cosquillas.
- Jajajajajajaja que jajajajaja haces?
- Te pongo de buen humor.
Este comenzó a retorcerse e intentar patalear pero yo sujete con una mano su pierna enyesada y recargue mi cuerpo sobre el suyo para evitar que se lastimara, este reía a carcajadas sonoras.
- Jajajaja ba jajajaja basta! Si jajajajaja Sid!
Me gustaba mucho su risa y ese gesto de niña que tenía cuando reía, sus pestañas se miraban más largas y hermosas. Su boca era una rosa aperlada por sus dientes.
Tuve que soltarle pues este ya estaba muy agitado y su corazón latía muy rápido. Apenas lo hice, este jaló aire con esfuerzo y dijo.
- Eres un idiota! Ah! Ah! Ah!
Yo bese su frente y luego le bese, quería estar pegado a boca por toda la eternidad y aún así se me hizo un tiempo muy corto aquello. Steph podía ser llorón o colérico pero el siempre aceptaba mis besos, mis manos se movieron solas y comencé a meterlas por su pijama, su ropa interior hasta su sexo, aquella castración quizás le había bajado el libido pero no ante mi toque.
Comencé a acariciar su sexo al tiempo que besaba su cuello, este jadeo bajito, intentaba moderarse cuando estaba enojado, yo lo sabía, metí mis manos en sus muslos y los acaricie, suaves, bese sus labios y metí mi lengua, pasee mi mano por su perineo y lo masajee, este se ponía más y más duro y le costaba mucho ocultar sus gemidos.
- Te amo Steph- Le dije al oído, quería que lo supiera diario y a cada momento, ya lo había dicho antes; yo estaba cayendo en la espiral de su amor, de la cual no saldría bien librado.
Estaba ya muy decidido y le baje toda la ropa de la parte baja hasta los muslos, metí mi mano de nuevo pero esta vez pare hasta su estrecha entrada mientras escuchaba a los que estaban entrando. Sus jadeos y balbuceos eran hermosos, intentaba hacerme parar pero se aferraba más a mi, temblaba ante mi toque, deseaba más y más y su pequeña cabeza rubia enloquecida para bien.
Todo eso se daba mientras el ambiente se hacía más y más cálido. Todo hasta que irrumpieron sin ninguna clase de arrepentimiento esos bastardos!
- Hola Ste...
- Vaya vaya! Ustedes no pierden el tiempo.
- Tef!
Este se puso tenso y ambos volteamos hacia la puerta. Eran Kuri, un mocoso castaño y una pequeña que traía en brazos, a la cual de inmediato tapo lo ojos ante la escena.
Nos quedamos unos momentos en silencio y no era parte de mi plan moverme de encima o siquiera interrumpir nuestra actividad pero este dio un grito.
- Sid bájate de encima!
Tuve que obedecer de mala gana así que me incorporé de inmediato mirándolo.
- Pero no te quedes así, vamos ayúdame a vestirme!
Yo rodé los ojos y dije.
- No quiero.
- Ah?
- Ellos también son hombres no?
- Y eso que?
- Pues tienen lo mismo que tú o yo.
- Eso es cierto- Respondió Kuri que miraba mi propiedad con interés, eso fue lo que detonó que yo ayudará al rubio a vestirse de nuevo auqneu con muy poco entusiasmo.
- Ven Steph, ya que!- Masculle entre dientes de muy mala gana mientras subía su ropa.
Al fin vestido mi rubio, ese Ruso patán y yo nos retiramos a hablar a otra habitación, estaba muy molesto con Steph por no dejar que continuáramos en lo nuestro.
Kuri había estado muy callado todo el tiempo que estuvimos a solas, a mi no me incomodaba pero supuse que no era su estado natural, quizás fuese el de su hermano pero no el de el, aún así no dije nada más, no era buen conversador y además estaba molesto.
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- Steph perdón por la interrupción, no era mi intención lo juro! Es más, apuesto que ese maldito homo lo hizo a propósito, el dijo que ya nos estaban esperando.
- Descuida Benedetto, el que tiene que disculparse soy yo... No quería que vieran eso y menos la pequeña.
Aramis jugaba en torno a mi cama, estaba hermosamente ataviada con un vestido color verde intenso con encaje negro y unas valerinas a juego, sus pelirrojos bucles eran recogidos por un moño en media cola.
- Como están tus fracturas?
- Bien supongo.
- Mañana regresas a tu casa, no es así?
- Si- Dije casi sin entusiasmo.
- Uy no te pongas tan contento- Dijo el castaño de manera sarcástica.
- No, no me mal intérpretes Benny es solo que...
Me pasé la mano por la nuca con ansiedad.
- Que?
- Que en casa no voy a poder estar - Baje más y más la voz- Tanto con el- Dije por último ya en susurros.
- Vaya! Así que tú si estás completamente enamorado de ese chico.
- Claro que no!- Dije en voz alta.
Aramis me volteo a ver y yo sonreí con vergüenza para volver a bajar el tono de voz.
- No es eso.
- No?
- Bueno si, pero por favor no lo digas así.
- Así como?
- Así de fresco.
- Por? Las cosas deben ser llamadas como son no crees?
- Si bueno...
- Y?
Yo hablé mas bajo de nuevo.
- Y nada, solo me da pena, no se... Yo... Yo en verdad amo a .... A Sid, pero esto también es nuevo para mi sabes?
- No eras gay antes?- Dijo el también en tono bajo.
- Claro que no. Sid es mi... Mi primer...
No quise completar la frase por pena y el argumentó:
- Vaya que complicado... Yo creía que como te vestías de mujer le hacías a esas cosas raras.
- Que? Yo no vestía de mujer!- Dije de nuevo alzando la voz y la pequeña volvió a mirarme, solo atine a sonreír - Claro que no y además eso suena muy prejuicioso- Dije a Benny en voz muy queda.
- Bien, bien, pero igual el puede ir a verte no?
Yo bajé la mirada y jugué nervioso con mis manos.
- No, no tendría por que.
- Ah?
- Mi mamá no sabe nada.
- Nada de nada o solo nada.
- Nada de nada. Mi mamá cree que soy novio de Layla y ya.
- Entonces ignora que eres gay?
Me sentía tan avergonzado, la palabra gay era algo a lo que no terminaba de acostumbrarme. Solo asentí.
- Bueno Steph no es ningún crimen que te gusten los hombres eh? Vamos no te pongas así!
Este se acercó a mí.
- Además se nota que tú y el tienen una gran relación.
Ese comentario me tomó por sorpresa y de inmediato volví a subir la mirada.
- Ah?
- Si, la verdad eso es algo que me causa un poco de envidia. Todo lo que tuvimos que hacer y recorrer para que tú y el se encontrarán, pudiste haber muerto sabes? Pero tú deseo era verlo y ahora están juntos, desde que se encontraron no han dejado de estar juntos, a ese niño se le sale el amor por lo ojos eh?
- Sid? Hablas de el mismo Sid que el mío?
- De cual otro?
- No, claro que no. Sid siempre tiene ese gesto que es de mal humor.
- Ah eso! Un teatro enorme, vamos tú mismo lo sabes! Uy! Hubieras visto como ese chico se rompía en pedacitos de amor por ti, cuando estabas en la cama del hospital inconsciente. Cómo sostenía tu mano, te besaba o te tocaba.
El parecía hablar consigo mismo.
- Benny...
- Lo hubieras visto Steph, la devoción que mostraba hacia ti, las miradas que te dedicaba, la forma en que te besaba, con cuidado, como si con un simple beso te fueras a romper. Algo que yo nunca había visto en dos personas, algo que para mí ya no será.
Yo puse mi mano sobre la de el y dije.
- Por supuesto que si.
- Ah si y con quién?
Benny y yo nos miramos, era mas que obvio lo que yo quería decir y el dijo.
- Claro que no! No soy gay!
- Benny.
- No Steph, yo estoy condenado a la soledad, pero no me importa- Dijo mirando a Aramis que venía a nosotros​- No me importa, ella lo es todo.
- Benny?
Él no me miro pero sabía que estaba atendiendo a lo que decía.
- Benny, deberías darte la oportunidad de conocer a Kuri. Es en realidad un chico muy lindo.
- Eso ya lo habías dicho- Dijo fastidiado.
- Y?
- No soy homo. No podría enamorarme de el.
- No dije que lo hicieras- Reí en voz baja- Solo dije que deberías de intentar ser su amigo.
Él me miro de súbito con las mejillas rojas.
- Inténtalo, y cuando esté en casa ve a visitarme, si no es como te digo, yo le diré a Sid que me ayude a pensar una forma de liberarte del contrato de acuerdo?
Benny me miro ya no con sorpresa sino con una especie de dicha.
-En serio?¡
-Si, pero en verdad debes intentarlo.
- Bien!
- Bien- Dije yo.
- Como amigos nada más!
- Como amigos nada mas- Sonreí.
- Tef! Álzame!
Dijo la pequeña pelirroja y yo obedecí.
- Como la pasa la niña más bonita del mundo?!
Ella río y dijo.
- Bien.
- Bien?
Ella asintió.
- Te gusta vivir en Londres?
Ella negó con la cabeza.
- No?
- No, aquí mucho llueve. Me gusta el sol.
- Aramis- Dije besando una de sus mejillas- Oye, entonces tampoco te gusta vivir en tu nueva casa?
Ella asintió.
- Me gusta mucho!
- Si?
- Si, il Signore Kuri es muy lindo, es gracioso.
Yo mire a Benny de forma acusatoria y el repuso.
-Ay vamos! Ella lo dice por que Kuri la deja hacer lo que quiere y además le da dulces todo el día.
- Oye eso es en serio?
Pregunté a la pequeña. Ella asintió con ahínco.
- Pero amor eso no es bueno para ti.
- Benny también dice eso- Dijo ella en voz baja- Pero son muy ricos los dulces.
Yo me reí pues lo que ella decía era cierto.
- Ni como negarlo!
- Steph no la consecuentes más! Ese tipo hace lo que sea para darme la contra!
- Vamos Benny, no te lo tomes personal- Dije yo e iba a comenzar de nuevo a decirle lo magnífico que era Kuri cuando la pequeña Aramis bajo de mis brazos como poseída mientras decía.
- Papá! Papá!
Por la puerta entraron Kuri y Sid que venían discutiendo cuestiones de sus respectivas empresas. Yo creí que la pequeña Aramis le llamaba así a Kuri pues por lo que me había enterado hace un rato a ella no le desagradaba tanto el espectro; pero mi sorpresa fue enorme y no menor a la de Benny cuando ella fue hacia Sid y dando pequeños saltos le dijo de manera exigente.
- Álzame! Álzame! Papá!
Sid miro con extrañeza a la pequeña criatura que tenía en la pierna y que saltaba de manera graciosa y la tomo entre sus manos. Apenas un pequeño bulto de carne y piel entre las enormes garras de un espectro.
- Y esto?- Dijo el pelinegro.
- Es roja- Dijo Kuri sin nada de entusiasmo.
- Papi!
La pequeña tomo entre sus manitas el rostro de Sid y este la miró con profundidad. Parecía que dialogaran secretamente pero yo sabía que eso era imposible, Aramis era una bebé apenas y Sid tenía miles de años, eso además de que era la primera vez que se veían.
- Papi, tengo hambre!
Benedetto y yo dimos un respingo ante tales palabras pero ninguno de los espectros se inmuto.
- Vamos a comer roja. Hey Sid, tienes dulces?- Dijo Kuri.
- No! Nosotros ya nos vamos!
Kuri volteo a ver a Benedetto y dijo.
- Yo diré cuando nos vamos niño.
- No puede comer dulces, después no va a comer nada.
- Roja come lo que yo diga- Dijo Kuri.
- No se llama roja, su nombre es Aramis y es mi hermana así que yo decido!
- Pues ambos viven bajo mi techo!- Dijo al fin Kuri con la voz y la mirada encendida pero Sid lo interrumpió.
- Basta Kuri, vamos.
- Sid!- Dije yo - Por favor...
- Descuida Steph, llevaré a roja a comer algo bueno y si come bien le daré los dulces que pida.
Yo voltee a ver a Benedetto y le dije.
- Eso está bien para ti?
Sid miro al castaño y luego a mi. El chico asintió y Sid dio media vuelta y desapareció por la puerta con la pequeña Aramis en sus brazos. Kuri le siguió con pereza y en cuanto no hubo espectros presentes Benedetto se desplomó en mi cama a mi lado.
- Lo siento Steph.
- No hay nada que sentir Benny.
Él me miro con pena y dijo.
- Ojalá fuera tan fácil el poder llevarme bien con el así como tú te llevas bien con tu novio.
- Mi novio?- La cara se me puso de mil colores.
- Pero no es así, en realidad no puedo decir que no ha mejorado el trato entre nosotros pero no podrá avanzar más allá de esto sabes?
- Por que dices eso?- Dije yo preguntando eso de " mi novio" pero el lo tomo en el curso que iba su conversación.
- Pues es que simplemente no me interesa tener una relación amistosa y menos amorosa, la verdad nunca me ha ido bien con las mujeres imagínate, menos me interesa tener novio hombre, además como que eso no es mi género... Tú sabes, él tiene lo que yo tengo...
Cada palabra me hacía sonrojar de una manera horrible.
- Además en cuanto a relaciones se todo lo que se tiene que saber.
- Ah si?
- Claro Steph! Engaños, mentiras, falsedades. Las mujeres pueden ser peligrosas!
- Que no te escuché Layla.
- Ah la princesa es diferente, ella es intocable.
- Pues...
-No, yo jamás podría enamorarme de nuevo y muchísimo menos de un hombre como Kuri Steklov. Nunca, nunca podría pasar! Jamás podría ser mi corazón de un vil, cruel, violador homo como el! No Steph, sobre ese hombre ya lo sé todo! Se como ópera...
Este había dejado de lado la conversación conmigo pues parecía hablar más consigo mismo.
- Es en serio Steph, ese demonio es un ser ruin, jamás podría sentir algo por el, nunca pasaría ni pasará, mi mente es ágil y sabe que el no es algo bueno.
Yo solo atine a pensar que Benedetto estaba a punto de caer muy enamorado, pues sabía en mi propia experiencia que entre más trataba de negarlo más y más caía enamorado del espectro.
Benedetto dio un discurso, con muchas expresiones de furia en italiano claro está y luego de eso Aramis, Sid y Kuri regresaron. La pequeña venía vencida en los brazos de Kuri, este de inmediato llamo al castaño y se retiraron.
Esa noche mientras Sid me daba de su amor, su amor delicado y sublime que yo había buscado por años, algo que no sabía aún si había alcanzado, lo tenía entre mis piernas y ahora era tan fácil y delicioso disfrutarlo, sentir el calor de Sid dentro de mi, su esencia recorriendo mi interior, tenía a Sid en mi cama pero... Yo sabía que no todo era bueno para mi, pues estaba el maestro K. Y aquella Leviatán que era su hermana, eso además de todas esas leyes que todo el mundo decía y por si fuera poco el que mi alma se iría al infierno. Pero que más me daba, pensé mientras el chupaba mis pezones, y embestía con delicadeza. A mi así me gustaba Sid, con lo bueno y lo malo, con esa mirada triste y esa pinta de chico malo, con sus mentiras y sus verdades, este me llevó a un orgasmo máximo, cerré los ojos y exigir su boca, el me complació de inmediato, luego terminé rendido y el me cobijó en sus brazos. Ya estaba medio cayendo en aquel sopor que viene después de una noche intensa de sexo cuando el dijo.
- Que bueno que sabes que no soy bueno para ti Steph.
Yo sentí terror ante su comentario y me aferre a su camisa.
- No! No comiences Sid, no lo soportaría!
- Ah? Qué pasa?
- Que pasa? Qué estás diciendo esas cosas feas, cosas como si te fueras a ir de nuevo y juro que detesto cuando tú te vas! Lo juro!
- Tranquilo, no me iré a ninguna parte.
Aquel sentimiento de que el me abandonará me espanto el sueño por completo.
- Tranquilo te he dicho que no me voy a ninguna parte.
Yo guarde silencio, la mera idea de su ausencia, de despertar y no poder encontrar más que su fantasma a mi lado me dejó trastornado, había tomado aquel mal hábito de trastornarme con facilidad.
- Ya me di cuenta- Dijo el- Quiero que vayas a un doctor.
- Ya fui- Confesé avergonzado- Perdón.
Baje la mirada, era una vergüenza que el me viera así pero el solo me pegó más a él y beso mi cabeza.
- Steph todo eso es mi culpa, jamás debes disculparte por eso, me entendiste? Yo sé que no soy bueno para ti, mira nada más lo que te he hecho, pero te amo y jamás te dejare, jamás. Ni aunque quisieras o me imploraras, soy egoísta y no lo haría... No puedo dejarte Stephan te amo y no dejaré que tu cabeza se enferme, prometí defenderte y lo haré incluso si es de ti mismo.
Yo asentí y me pegue más a Sid. No deseaba decir nada más que pudiera ponerme en evidencia, así que me colgué de su largo cuello y cerré los ojos.
- Sid?
- Si?
- Tengo miedo...
- De?
- De estar en mi casa y que no estés ahí, de saber que solo es un sueño.
El acarició mi cabeza y dijo.
- Estaré ahí día y noche, estaré tanto tiempo que vas a estar harto de mi y querrás correrme con una escoba.
- Lo prometes?
- Yo mismo te compraré la escoba- Dijo riendo- Lo prometo.
Apenas si pude conciliar el sueño. Al día siguiente por la tarde el mismo Sid acompañado de Layla fueron a dejarme a casa, el me bajó en sus brazos y mi mamá salió a recibirme pero su rostro cambio al ver mis férulas.


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