La audiencia había sido programada para las once de la mañana.
- De la mañana?! Acaso su maestro está loco?- Pregunte.
- No, por? - Replicó Yuri.
- Pues se van a incinerar con el sol de Italia, o acaso ese día el va a cambiar el clima y será totalmente oscuro ? Su maestro tiene el poder de hacer esas cosas?
- No lo sé, lo tiene? - Respondió Kuri.
- No se, la verdad lo ignoró.
Yo mire a Layla y ella me dijo.
- A mi no me veas Steph, el maestro K. es un espectro desconocido para mi, no olvides que yo no soy un espectro de demonio.
-Pffdf! - Suspiré.
- Por supuesto que no, el maestro K. no tiene esos poderes, en realidad aunque los tuviera el maestro K. jamás los usaría y menos para nuestro beneficio, el más que ningún otro espectro tiene restricciones, demasiadas para mi gusto; pero se nos ha asignado ese horario ya que el maestro K. es el espectro más ocupado, todo el tiempo tiene alguna a reunión o algo que hacer, este problema quizás es uno de tantos, nosotros estamos sujetos a las órdenes del maestro no el a las nuestras y no buscamos ningún tipo de conflicto aquí- Dijo Elliot que venía de la mano de Kanon .
- Awww, entonces dices que a su maestro no le importa que se vayan a incendiar en plena plaza?!
- No, Steph, en absoluto, por que tendría que importarle algo así al maestro?
- Eso es cierto- Dijo Kuri- Nosotros sólo una vez hemos visto al maestro y fue mera casualidad.
- En cambio es la primera vez para Kanon- Dijo Layla.
Elliot afirmó aquello con una cara de pocos amigos, como si no le gustará que Kanon fuese a conocer al maestro.
Ese día me mandaron a dormir con Kanon desde las siete de la tarde, aún había luz pero por alguna razón solo Kanon y yo fuimos los castigados , supongo para el no fue castigo aquello pues se miraba muy feliz y yo... Yo solo pude rendirme ante sus poderes.
Al día siguiente todos estábamos listos, unos carros fúnebres del tipo maybach Zeppelin con los vidrios completamente polarizados pasaron por nosotros directo al estacionamiento subterraneo del hotel, los gemelos lucían de lo más elegante, finos trajes negros con camisas blancas, el mismo Elliot se había vestido con traje de etiqueta para la ocasión. Layla en cambio llevaba puesto un vestido negro de Chanel de esos que se denominaban LBD (Little Black Dress) en el año 1959, realmente una obra de arte que terminaba en vuelos, Layla se había hecho un peinado de trenza recogida del mismo periodo y se había coronado con una tiara de oro, se miraba muy hermosa y satisfecha de su elección, en cambio Kanon no se miraba muy contento, llevaba un kimono blanco de hombre, arriba de este un haori con un símbolo bordado en oro blanco, abajo un hakama en negro, un obi en gris y los tipicos tabis blancos calzando sus tradicionales zoris.
Al verlo los gemelos se miraron entre sí pero no dijeron nada, Kanon se miraba incómodo a más yo creo por eso nadie dijo nada.
- Awww debo ir a cambiarme, por que no me dijeron nada?
- De?- Respondió Kuri.
- De que hay que ir muy formal y elegante- Mire mi atuendo simple de una camisa blanca, unos pantalones de bolsitas verdes y zapatillas deportivas.
- Tu no Steph, solo nosotros nos vemos obligados a esto pero para ti no es necesario.
- Bueno si, pero si me va a conocer su maestro debí pensar en...
- Sube, vamos eso no tiene importancia, además esa no es tu forma de ser, si vas de traje el maestro creerá que nosotros te impusimos eso- Dijo Elliot de manera sería.
- Ah?!
- Ven- Dijo Layla extendiéndome la mano.
Acepte tomarle la mano y entrar al coche. Estos nos llevaron rodeando la cuidad del vaticano, intenté ubicarme pero simplemente me era imposible, Layla tomo mi mano y la foto en señal de darme ánimo.
Dejé de pelear por ubicarme, yo venía con la asamblea y confiaba en ellos plenamente, me recargue en el hombro de Layla y cerré los ojos.
Soñé con algo muy raro, Ephy. Soñé con aquel momento en el que le había visto por primera vez en el call center... Él me había despertado con esas palabras... " Cara de niña" Ephy que amaba a Sid tanto como yo, Ephy, que me había hecho tanto daño, pero... No, quizás todo ese daño me lo había hecho yo solo al no pelear por Sid, al no enfrentar la realidad, Ephy ....
- Steph, llegamos, quieres que te cargue?
- Ah?!- Me desperté de inmediato.
- Steph, si quieres que te lleve en brazos ....
- Layla que cosas dices...- Dije limpiándome la saliva que escurría de la comisura de mis labios.
- Vamos, macho, vamos!
No tenía idea de donde estábamos pero entramos directamente a una parte de un edificio de murallas marmoleadas y tomamos pasillos largos acompañados de cuatro escoltas enormes, yo no solo estaba perdido, estaba más que mareado de ver todo aquello.
Me aferre a Layla y está comprendió que yo no estaba muy bien, tenía el estómago hecho un nudo.
Llegamos hasta una habitación de techo abovedado con columnas y piso lustroso de mármol, todo era tan ostentoso que no me parecía estar en uno de esos cementerios horrorosos de los que tanto gustaban a Sid sino al contrario esto parecía un palacio.
- Esta es la tumba de el apóstol Pedro, en la basílica Vaticana Steph, y este es el primer punto del recorrido, estás bien? - Murmuró Layla
- Que? Estamos dentro del Vaticano?!
- Shhh- Dijo ella haciéndome una señal de que hablara bajo- Si, por?
- Pero... Por que los hijos de el diablo habitarían la casa de Dios?
- Steph no olvides que después de todo ellos también fueron creados de ángeles creados por Dios.
- Pero... Eso es absurdo.
La tumba de San Pedro tenía unas enormes puertas de oro macizo que se abrieron de par en par para dejar ver a aquella mujer que yo conocía bien.
- Lilu hermana!
- Yecum- Dijo Layla en un suspiro.
La mujer metió a Layla en sus brazos y le dio un beso en los labios que a mí me hizo sonrojar.
- Así que al fin ha llegado la famosa asamblea de Londres eh? La única asamblea que se compone de más asambleas.
- Mi señora estamos aquí para cumplir con la voluntad del maestro K.
- Y así será príncipe de Asmodeo, de aquí en adelante yo le haré compañía a mi amada Lilu; en tanto ustedes pueden seguir.
- Que?! - Dije yo en un rugido que sin querer se me escapó.
- Nos hemos vuelto a ver joven Joggar. Así que después de todo esos no eran tus verdaderos sentimientos eh?
- Yo... - Me puse rígido, me moría del miedo de ver los ojos escarlata de aquella mujer- Este... Yo.
- Anda Steph- Me acunó Layla en su pecho- Estarás bien, ten fe en ti y en Sid, en tanto yo estaré aquí esperándote de acuerdo?
Aún temblaba pero asentí, Layla me miro fijamente, su mirada no me gustaba pero debía ser valiente, esta me beso en los labios y luego me dijo al oído.
- Recuerda que Dios está contigo siempre, de acuerdo?
Asentí y Kuri me tomo de la mano.
- Vamos Steph.
Yo me adentré al segundo punto aferrado a Kuri pero aún volvía la vista a donde la puerta de oro se cerraba dejando atrás a Layla...
- Ella no puede pasar por que esta maldita, las hijas de Lilith manchadas como Layla no son bienvenidas aquí; pero descuida ella estará bien.
- Por que no puede?
- Es hija de la primera mujer, Layla fue humana y ningún humano puede estar en estos aposentos sagrados.
- Además de que siendo hija de Lilith sobre ella pesa una maldición- Añadió Yuri- Layla es hija de dos malditos y le está prohibido morir o entrar en estos lugares.
Una segunda puerta de oro se nos presentó enfrente y esta se abrió solo un poco.
- Bienvenidos sean segunda asamblea de Londres.
Una niña de edad similar a la edad que tenía el cuerpo de Elliot salió a nuestro encuentro, pero su cabello era ligeramente lila
- Maestro Nannar.- Dijo la pequeña presentando sus respetos a Elliot.
- Maestro Inanna.
Ambos se hicieron una reverencia y después la niña le hecho un vistazo a Kanon pero no se refirió a el para nada en absoluto.
- Maestro Nannar es un honor volver a verle, por la luz más bella que usted sigue igual-Dijo sonriendo la pequeña que parecía conocer bien a Elliot.
- Maestro Inanna lo mismo digo.
- Por favor pasen, pasen...
Nos adentramos en aquel lugar, un corredor de blancas paredes y extensos. y diversos pasillos.
- Estamos en el segundo nivel - Dijo Yuri- Son las grutas Vaticanas.
- No que no podían leer mi mente!- Proteste por lo bajo .
- No podemos- Dijo Kuri- Solo que las caras que pones lo dicen todo.
- Ah?
En efecto estábamos en las grutas Vaticanas, que no eran otra cosa más que donde estaban sepultados los papás de la historia del mundo, era horroroso y terrible, otro maldito cementerio! Me aferre más a Kuri y este me pasó el brazo por encima .
- Vaya maestro Nannar en verdad me siento muy contento de poder acompañarle en estos breves minutos sabe?
- Gracias maestro Inanna. Yo también .
- Había sabido noticias de usted pero solo hasta que me enteré de que se manejaba bajo diferentes nombres como Eliyahu o totschläger... Aunque el nombre no le va mal maestro, también supe que se hizo pasar por el maestro Jasy Jatere de la mitología guaraní pero que el maestro Jatere no se enfadó con usted al sorprenderle.
- Si que estás bien informada maestro Inanna.
- Uno siempre sabe dónde encontrar a los que ama mi señor.
Ellos siguieron su dialogo en una lengua que yo no entendí en tanto todos les seguíamos.
Al fin llegamos a una tercera puerta donde antes de que esta se abriera la pequeña se detuvo y dijo.
- Los príncipes de Mammon tendrán que disculparme pero hay uno que debe quedarse aquí.
Kuri puso mala cara y yo me quede asustado.
- Que sucede Kuri?- Dije en voz baja .
- Así que este es el humano eh?- Dijo la niña como si apenas me hubiera notado- Por el mismísimo ángel caído, es hermoso!
- Lo es maestro Inanna- Dijo Elliot.
- Cual es tu nombre pequeño?- Dijo la niña refiriéndose a mi.
- Me... me llamo Stephan Joggar.
- Stephan, eso es un derivado de Stephen verdad?
- No... No lo sé - Dije temblando.
- Vamos no tengas miedo lindura, estás a salvó, pues estas bajo la protección del maestro supremo.
- Joven príncipe de Mammon, usted puede mirar en este lugar todo lo que desee y ponerse cómodo.
- Muchas gracias mi maestro-Dijo Kuri con frustración en su voz, yo me aferré más a su mano pero este me pasó a los brazos de Yuri- Descuida Steph estarás bien, te veré después, te amo.
Kuri me planto un beso en la boca pero no fue suficiente para hacerme reaccionar, en tanto Yuri acarició la mejilla de su gemelo con ternura y luego me llevo con el.
La enorme puerta de oro apenas si se abrió para dejar pasar a uno por uno, entre más puertas pasábamos me parecían que estás se volvían más grandes y más pesadas.
Bajamos unas escaleras y atravesamos lo que Yuri me murmuró al oído era la necrópolis vaticana, la cual estaba a doce metros de profundidad por debajo de la basílica de San Pedro.
Yuri se notaba tenso, no tenía su usual temple así que eso me preocupo más. Qué estaba sucediendo? Por que no habían dejado pasar a Kuri? Por que Yuri se mostraba tan tenso? Por que Elliot tenía ese gesto de frustración?
El único que como siempre estaba estoico era Kanon.
Una puerta más ante nosotros y custodiando está, había dos entes que no parecían humanos para nada. Hicieron reverencia a los niños que precedían nuestra marca y abrieron una de las puertas. Al entrar nos hallamos en un salón enorme de galeras abiertas, tenía un techo abovedado tan alto que parecía que el fresco que estaba ahí daba en el mismo cielo, tenía adornos en oro y columnas de mármol con detalles en oro, era algo único, era el mismo cielo descrito. Afuera un jardín enorme donde el sol estaba esperando cobrar alguna víctima, y las flores que crecían en el parecían ansiosas de ser bañadas en sangre. Demasiado hermoso y salvaje.
- Al fin nos has traído al amo Fuyuhito no es así totschläger?
Había tres hombres y una mujer orientales al fondo de la galera. Quienes eran ellos?
- Nos volvemos a ver totschläger.
Elliot los miro con desprecio, parecía que su mera presencia le proporcionaba un asco indescriptible pero no dijo nada.
Kanon miro a Elliot y luego a aquellos individuos, creo que tampoco comprendía que sucedía .
-Acaso no me vas a hablar señor maestro de la asamblea de Londres? Dime, es que no soy merecedor de que me dirijas la palabra? Eh?- Alzó la voz uno de los jóvenes orientales.
- No se de que seas digno Akihito, pero tampoco me interesa, así como tampoco me interesas tu.
Dijo Elliot de una manera déspota.
- Así que el pequeño anciano líder de la asamblea farsante de Londres no le interesó eh? Entonces seguramente no te interesa saber por qué hemos coincidido aquí? A esta hora y en este lugar?
- No es una coincidencia Akihito, eso lo sé, lo que tú creerías que me parecería una sorpresa lo supe desde que pisaron Italia.
- Vaya, entonces no está sobrevalorado tu poder totschläger.
Elliot volteo a ver a la pequeña.
- Maestro Inanna, por favor continuemos.
-No me vas a dejar hablando solo, maldito ladrón!- Gritó el chico oriental con una potencia sorprendente.
- Maestro Nannar, debe usted arreglar este conflicto antes de seguir adelante.
- No existe ningún conflicto aquí maestro Inanna.
- Ni se te ocurra ignorarnos ladrón!
Nadie se movió un paso a excepción de Elliot que volvió la cabeza a donde estaban los orientales y clavo su mirada mordaz en el que parecía ser su líder.
- Que bueno que has recapacitado totschläger, bien.... Ahora hemos venido por el amo Fuyuhito. Entrégalo y nos marcharemos sin escándalo.
Elliot sonrió de lado y dijo.
- Por que no mejor tú, le preguntas si quiere ir contigo, y si el quiere se irá. A propósito Fuyuhito es un nombre estúpido; bien sabes su nombre de pila.
- Jamás me atrevería a llamar al amo por su nombre.
- Bien entonces llámalo por el nombre que yo le di, verdad Kanon?- Elliot dijo esto último mirando al aludido.
- Kanon se llama Fuyuhito?!- Dije sorprendido.
Yuri me condujo unos pasos más alejado de donde estaban estos y dijo en voz queda
- No, en realidad ese es su apellido mortal , su nombre es Haru, y ellos son los de la asamblea de Japón a la cual pertenece Kanon.
- Vaya .... Entonces el verdadero nombre de Kanon es ...
- Haruki Fuyuhito- Corroboro Yuri- Y el debió ser el líder de la asamblea de Japón .
- Que?!!-Dije en un grito ahogado- Ósea si sabía que pertenecía a la asamblea pero no que era el líder! Yuri, que haremos?
- Lo mejor será no involucrarnos ahorita Steph.
Volví la mirada al lugar donde sucedía todo.
-Entonces....- Dijo Elliot cruzándose de brazos- Le vas a preguntar o le pregunto yo.... Dime Kanon te quieres ir con estos ...
- Calla!!!- Dijo el joven oriental que sacó una de esas espadas de bambú estilo japonesas. Pero al ver esto de inmediato Kanon se interpuso e intento proteger a Elliot con su cuerpo.
- Amo!
Kanon movió la cabeza en señal de negación.
- Ves, ahí está tu respuesta, Kanon se quiere quedar a mi lado.
- Por que no sabe lo que hiciste! El amo Fuyuhito no sabe la verdad!
El semblante de Elliot cambio en un segundo, era acaso ira lo que pintaba su rostro? Era algo definitivamente horrible y aterrador, pero... Qué era esa verdad que decían? Qué secreto podía guardarle Elliot a su amado Kanon, ellos sabían todo el uno del otro no?
- Ah! Así que eso no es tan. agradable para el señor de la asamblea falsa de Londres eh?
- Vamos a jugar un juego Akihito.
Dijo Elliot recobrando su compostura.
- Ah?
- Tu enfrentas a cinco de tus mejores guerreros, espectros de rango inferior de la asamblea y si le ganan a mi Kanon- Enfatizó el albino en el mi- Entonces Kanon volverá contigo.... Pero... Sí mi dulce Kanon los derrota, dejaran de molestar.
- Ah sí, y de dónde quiere su señoría que saque cinco guerreros?
- T tienes una horda de hombres esperando atacar en el jardín.
El japonés puso una mueca de disgusto y dijo.
- Hecho!
- Kanon!- Dijo Elliot y este se arrodilló frente al pequeño.
- Ah! Amo Fuyuhito no se arrodillé ante ese asesino! Pagarás caro esas humillaciones al amo!
Yuri y yo nos acercamos hasta donde estaban estos y pudimos ver cómo Elliot tomaba entre sus manos el rostro de Kanon con ternura y pegaba su frente a la de este.
- Kanon te amo más que a nada en el mundo, tu me amas?
Kanon asintió y Elliot continuo.
- Entonces ve y gana por mi, gana sin compasión, que no quede ni uno y cuando necesites mi amor vuelve a mi, te amo!
Elliot beso la frente de Kanon y este se abrazo al niño. Era algo no sabía si perturbador o enternecedor.
- Ahora ve.
Kanon se paró y obedeció, de los jardines salieron no cinco sino hordas de hombres con armadura de bōgu o uniformes de Kendo y sus katanas.
- Elliot....- Dijo Yuri- No puedes hacer eso, Kanon sabes tú qué es un espectro muy débil, el no podrá defenderse solo.
- Podrá Yuri, si Kanon me ama lo va a hacer.
Yo había escuchado eso y voltee a ver a Kanon el cual se quitó la hakama y el montsuki y se quedó solo en el kimono de hombre.
- Maestro Nannar, acaso ese espectro es aquel...
- Ese espectro maestro Inanna es mi hijo, mi amante y todo lo que tengo-Dijo Elliot mirando al aludido.
Kanon se situó en medio de la sala y el tipo llamado Akihito soltó una risita.
- Elliot, estará bien que Kanon pelee contra ellos?
- Tranquilo Steph, Kanon va a ganar.
- En serio?
- Eso espero.
-Que?! Entonces no lo sabes? No lo aseguras?
- No.
- Pero....
Desde el otro lado de la habitación se escuchó a Akihito.
- Estás seguro de que vas a arriesgar al amo Fuyuhito nada más por un capricho tonto de no entregarlo a donde lo robaste?
- Más bien estas seguro tú Akihito de querer arriesgar tu al amo que según amas por un capricho tonto de tenerlo en tu asamblea de adorno?
- No es de tu incumbencia totschläger! El amo Fuyuhito debió pertenecer siempre a la sagrada asamblea de Japón.
- Pero no fue así, deberías rendirte con eso.
- Eso jamás!
- Bien, entonces que así sea.
- Elliot!- Dijo Yuri- Elliot piénsalo bien Kanon no podrá.
- Podrá, veraz que si.
Mire a Kanon ahí parado, esperando, su semblante estoico de siempre, era tan hermoso pero al parecer nadie veía más allá, quizás Kanon tenía miedo? Quizás sabía que era algo peligroso, quien podría decirlo? Ellos eran unos idiotas!
- Idiotas!- Grite sin darme cuenta. Todos volvieron su atención a mi.
- Steph, estás bien?- Dijo Yuri pegándome a su pecho.
- Si... Digo no... Acaso no ven lo idiotas que son? Unos arriesgan al líder que según desean recuperar, nada más por que quieren derrotar al que arriesga a la persona que más ama, solo, para darles en la cabeza a los otros, pero el único que en verdad se arriesga es Kanon! Todos son idiotas!!!
Me sentía profundamente conmovido de ver esa escena y no pude mas que secarme las lágrimas.
- Deberían sacar a su humano con bozal- Dijo Akihito- Tu jamás entenderías lo que el honor significa - Me dijo con una mirada de desprecio-Jamás niño .
- Basta ya, dejen al humano en paz- Dijo Elliot- Ahora es tiempo de jugar!
Me pegue a Yuri y Elliot dijo a este .
- Yuri controla a Steph, no quiero ninguna intervención de su parte.
- Si, Elliot.
Kanon buena suerte, rece en voz baja.
- Listos?! Ataquen!- Gritó el oriental.
- Kanon, que no quede ni uno de pie- Murmuró Elliot- Ni uno de pie.
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