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ESPECTRO... DE DOLOR L2 por Lory Backon

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Notas del capitulo:

Próximo capítulo: Una cena incomoda, Sid versus Whip.

 



- Y cómo van las cosas entre Sid y tú? Seguro son los días más románticos que habías estado soñando no es así!
- Pfffd y que lo digas Kuri, es todo lo contrario, Sid y mi mamá me tienen secuestrado en mi habitación, no sé cómo llegaron a ser tan buenos amigos, además Sid se la pasa riñendo con Whip el oficial que es mi amigo y ambos discuten todo el tiempo, lo bueno es que nunca delante de mí mamá, si los vieras! En ese momento parecen súper amigos pero la tensión en el ambiente cuando estamos los tres a solas es horrible.
- Supongo es normal- Dijo divertido - Eso te pasa por elegir al espectro más celoso de todos, bueno ni Elliot es tan celoso.
- Ah? Qué quieres decir?
- Que el Leviatán es el espectro más celoso de todos, es el mar y el mar es celoso, rencoroso, ideático, una lista de defectos. Y más si esta enamorado, estos defectos se incrementan un doscientos por ciento.
- Ay no! Kuri por que no lo dijiste antes?
- Jajaja no me digas que ya te arrepentiste?
- No!- Respondí algo exaltado - Eso nunca! La verdad, estoy muy feliz, Sid es igual de fastidioso pero ahora es más cariñoso conmigo, además ahora mi mama lo conoce y parece agradarle...
- Entonces todo te va de maravilla eh?
- Supongo- Dije convencido de que así era, después de todo nada tenía por qué ser perfecto pues así ya lo era- Y que tal tu? Cómo van las cosas con Benny?
- Osh Steph mejor no hables- Dijo el peli azul.
- Por? Vamos dime! Kuri, acaso no somos amigos?
El torció el gesto y dijo.
- Osh Steph nada va bien, en si es todo lo opuesto.
- Por? Creí que se llevaban mejor?
- Ni cerca! La verdad la situación está peor que antes, ese mocoso se la vive encerrado en su habitación con Roja e incluso cuando ella quiere salir el se lo prohíbe.
- Vaya!
- Es por eso que decidí quedarme lo más que pueda aquí. Al menos así no tengo que soportar su carota.
- Y dices que Aramis si quiere salir?
- Si, incluso Roja es más amistosa que ese mocoso! Ella si usa su cerebro, sabes? Pero el! Creo tanto ocio se lo fundió!
- Bueno trata de comprender, no es fácil al principio, te lo digo por experiencia y si a eso le sumas que él está en un país que no es el suyo y que además no conoce pues... Además no hay mucho que él pueda hacer aquí en Londres, para casi todos los empleos requieres una carrera.
- Tu eres el vivo ejemplo de que eso no es verdad- Dijo inmerso en su tarea de quitar la férula de mi brazo.
- Que fastidio contigo! Lo que quiero decir es que el no tiene muchos estudios, nunca tuvo oportunidad ....
En ese momento recordé que el mismo me lo había dicho y mi cabeza tuvo esa fantástica idea.
- Si bueno; eso no es mi culpa Steph.
- Exactamente!-Dije pegando un saltito- Ouch!
- Steph no te muevas por favor.
- Lo siento! Lo siento! Mira lo que intentaba decirte es que, por que no le ofreces que estudie algo? Así quizás se sienta más en confianza.
- Tu crees?
- Si, una distracción siempre es buena sabes? Yo muero por regresar al trabajo.
- Si, supongo es cierto, ese mocoso tiene un ocio excesivo. Supongo lo haré!
- Bien!
- Es buen consejo.
- Claro!
- Aunque de una fuente no muy viable.
- Kuri!
Salí solo con el yeso de la pierna usando muletas para poder caminar y nada más me vio Sid, me tomó en sus brazos.
- No Sid, no! Bájame!
- No, no voy a dejar que hagas muchos esfuerzos.
Kuri salió atrás de mi y le dijo.
- Sid dale un respiro a Steph quieres?
Sid miro a Kuri con seriedad, pensó unos instantes aquello y dijo.
- No, no quiero.
- Lo siento Steph lo intenté- Dijo el Ruso riendo de mí situación- No olvides venir a tu próxima cita!
Yo mire a Kuri con desgano y Sid se alejó de el conmigo en brazos.
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Del Libro de Kuri.
Enojo y rabia.
Hacía días que no pisaba la casa, una parte aún permanecía destruida desde aquel día que él y yo la hicimos trizas en un ataque de rabia y amor, pero la parte que aún quedaba a salvó, la parte Norte de él, era la que habitaba el mocoso.
Como siempre estaba atrincherado en su habitación, así que tuve que tocar.
- Mocoso! Deseo que tú y Roja tomen té conmigo!- Dije de manera imperativa pero me quedé esperando así que tuve que ir y derribar de una patada la puerta.
- Te dije que quería que bajarán tu y Roja a tomar té y hacerme compañía- Dije conteniendo la furia.
El me miro con una hostilidad única mientras abrazaba a Roja.
- Quizás no queríamos bajar, pero como nos vemos obligados lo haremos solo le pido que no se refiera a Aramis con ese apodo y que no la asusté más.
Apenas si noté que Roja temblaba entre sus brazos. Di media vuelta y bajé a preparar el té.
Apenas llegaba a la estancia Norte cuando yo llevaba ya todo dispuesto. Él y Roja se quedaron parados en el marco desvencijado de la puerta y yo tome asiento y les hice la señal de que hicieran lo mismo. Roja intentó acercarse pero él le aferro de la mano, ella lo miró y yo dije.
- El té se toma sentado.
- No tengo deseos de tomar té en este momento.
- Que hay de roja?
- Aramis! Aramis! Y no, a ella no le gusta el té.
Nuestras miradas chocaron con ímpetu, quien se creía ese mocoso imbécil? Yo iba a ponerme en pie y darle su merecido para que aprendiera a respetar al príncipe de los infiernos cuando Roja logró salvarse y vino corriendo con torpeza hasta mi. Se aferró a mis piernas antes de caer y sonrió.
- Leche me gustaría- Dijo en un perfecto inglés.
- Hecho roja! Iré por ella, siéntate donde desees y tomate todos los bizcochos que desees.
Ella miró con timidez la bandeja de bizcochos y nada más me levanté y di media vuelta se abalanzó sobre ella.
- Aramis que haces?
- No le digas nada! Qué tu necedad no interfiera en mi casa.
- Es mi hermana!
- Y tú mi contratista y no por eso me obedeces como debes o si?
Marché rumbo a la cocina sin importar cual era su respuesta y regresé con una tetera con leche tibia y una taza de porcelana rosa antigua.
Roja se sentó en la alfombra y aplaudió un par de veces con impaciencia, en tanto el se limitó a mirarnos con resentimiento desde su lugar en la puerta.
- Dije que te sientes- Le ordené mientras le servía la leche a Roja.
- Beni siéntate- Dijo ella y tomó con ambas manos su taza.
Mire a la pequeña, no parecía tener un guardarropa muy selecto, yo había dado a ambos atuendos preciosos, con la condición de que debían andar vestidos apropiadamente pero él parecía que no tenía ganas ni de obedecer en eso.
- Roja, por que no has usado otro de los vestidos del guardarropa?
- Por que Beni dice que no son míos, Beni no le gusta tomarnos cosas que no son nuestras.
Respondió en su idioma natal. Yo miré con ira al chico y le dije.
- Siéntate o te siento!
Él se mostró asustado y de inmediato obedeció pero se fue al sillón más alejado de donde estábamos Roja y yo.
- Quiero que usen lo que está en ese guardarropa me entendieron? Detesto los harapos, entendiste roja?- Yo use un tono más amable con ella y está asintió mientras bebía su Leche- Entendiste?
El chico asintió con el coraje reprimido en los ojos.
- Lo siguiente es que debido a que se van a quedar aquí- Yo apoyé él codo en el antebrazo del sillón y luego la mejilla en la mano- Pues no pueden estar de ocio todo el día, Roja tiene que asistir a la escuela, tendrás la mejor educación existente, arreglaré que entres lo más pronto posible a The Willcocks nursery school y tú mocoso, elige que quieres estudiar y veré la mejor universidad.
- No quiero estudiar nada!
- Ah no?
- No.
- Entonces estas dispuesto a ser mi sirviente toda tu vida?
Él me miró con recelo y yo dije.
- No es una opción.
- Entonces elija usted por mi.
De inmediato me paré y fui a donde estaba él, me encorvé hasta estar aliento con aliento y le mostré mis ojos más feroces, los cuales lo aterraron tanto que casi le hicieron perder el conocimiento.
- Para la próxima semana quiero saber que demonios vas a estudiar me escuchaste? Incluso el más tonto de mis sirvientes tiene una profesión y tú no serás la excepción.
Me incorpore de nuevo y salí de ahí. Fui directo a encerrarme en lo que quedaba de mis aposentos hasta la noche donde decidí salirme de nuevo, no soportaba aquel sitio, justo en el recibidor noté que la foto de Yuri que estaba en la entrada tenía en frente unas hermosas flores frescas; eran unos bellos geranios multicolor, sonreí.
Esa semana no me pare por ahí, no quería salir de nuevo y estaba en todo mi maldito derecho.
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Notas de Benedetto.
Pasos para un escape seguro.

- Rápido Aramis!
Lo había decidido de un momento a otro, él no se había presentado en días y luego había llegado exigiendo atención, imbécil, luego nos amenazó a mi y a mi hermana con esas patrañas de que debíamos obedecerle, de que debíamos hacer algo, seguro ese ofrecimiento de educar a Aramis y a mi al final era para sacar dinero a costa de nosotros. Se fue de nuevo y yo pensé bien que era ahora o nunca, tenía que escapar a algún lugar, lejos de él, lejos! Tome a Aramis conmigo y nuestra pequeña maleta que solo llevaba nuestra poca ropa y salí de aquel sitio sin mirar atrás.
- Beni por que huimos de casa?
- Esa no es nuestra casa Aramis.
- Beni pero si nos vamos el Signore Kuri va a estar muy triste.
Mire a Aramis creyendo que bromeaba pero sus ojos decían que no, que ella misma estaría triste.
- Pero Aramis, Kuri es malo.
- En serio? A mi no me lo parece, el nos alimenta, nos compró esa linda ropa y ya ves que dijo que podíamos usarla, yo quiero ir al colegio y tú también puedes y además su casa es muy bonita.
- Si pero no quieres regresar a Italia?
Ella meditó la idea unos momentos y dijo.
- Yo quiero estar donde Beni este, pero no me disgusta aquí y no me disgusta il Signore Kuri.
Aramis era apenas una bebé, ella no sabía lo podrido que podía llegar a ser aquel diablo, no sabía que había robado mi alma ni todo lo que él me había hecho y es una verdad que a su tierna edad no podría comprender lo que yo sentía; así que decidí seguir con la huida, la primera parada era la casa de Steph, necesitaba pedirle algo de dinero para comprar los pasajes de barco.
Aún no estaba nada familiarizado con el transporte en Londres y menos con la ubicación pero yo ya había ido a su casa un par de semanas atrás de visita así que intenté recordar cómo llegar, pero terminé perdido.
- Hola Benny! Qué haces por aquí?
Me hablaron desde el interior de un carro de lujo en color gris.
- Ah!- Maldición el niño Elliot y la princesa- Princesa Layla es un placer. Elliot, un gusto!
- Que haces aquí en Spitafield market? Acaso Kuri los trajo de compras?
- Eh, no! No! Bueno es que yo...
- Estás huyendo de casa?- Dijo el niño Elliot y luego soltó una risotada.
- Que? No! No! Yo quería visitar a Steph pero me perdí.
- Oh no! Sí que estás perdido, Russell Square está hacía el museo británico, vas en dirección opuesta, en metro te harías cuarenta minutos pero nosotros podemos llevarlos si deseas.
- No, no quiero molestar gracias!
- Vamos sube no es molestia- Dijo el niño Elliot.
- Además la pequeña parece cansada- Dijo la princesa Layla.
Aramis estaba cabeceando en mis brazos así que acepte su oferta y aborde el coche.
- Llegaremos rápido.
- Si- Afirmó la princesa Layla al comentario del niño Elliot .
- Gracias... Por llevarnos.
- De nada, aunque solo puedo decir que si estás tratando de huir es imposible- Dijo el niño Elliot.
- Si, eso es cierto, Kuri te buscará y te encontrará más pronto de lo que salgas del país, somos muy rápidos y tenemos muchas conexiones. Aún si te fueras al fin del mundo el te encontraría en un tris!- Dijo la princesa Layla chasqueando los dedos.
Sus palabras me causaron miedo, que querían decir con eso exactamente?
- Exactamente queremos decir que no puedes huir a ninguna parte, aunque lo intentes, donde sea y cuando sea Kuri te hallará y te traerá de vuelta.
- Eso y que no es recomendable hacer enojar a un espectro.
Ambos se miraron complacidos con sus argumentos y ante mi cara de bobo, aún no me acostumbraba a que leyeran mi mente.
- Que tontería! No voy a escapar! Solo quiero ir a ver a Steph.
- Y la maleta?
- Cosas de Aramis, juguetes, un vaso con leche. Ya saben cosas.
- No era más práctica una pañalera?
- Si... Quizás le pida a Steph una de las de Sally.
- Ese Steph es un sentimental, quizás no te la de.
- Entonces ahorraré y compraré una.
- O...- Dijo el niño Elliot- Puedes decirle a Kuri que te compre una.
- Eso no!
- Por?- Dijo la princesa Layla.
- Por que no quiero nada de él.
No le pediría nada nunca, por que pedirle algo sería pagar el precio de hacerme aún más infeliz la existencia. Ella sonrió y dijo.
- Yo creo que eres infeliz por que quieres, en realidad Kuri es muy dulce, ahorita está algo sentido y quizás sea algo fastidioso pero sabes bien el por qué, quizás hasta lo comprendes pero....
- No me digas, me dirás qué le dé una oportunidad, que el un ángel de Dios!
Ambos se taparon los oídos y rechinaron los dientes.
- Lo siento! Lo siento!- Dije.
- Uy Benny que malo eres!
- Lo siento!
Apenas se recompuso la princesa Layla retomó.
- No, más bien tú no te das a ti mismo la oportunidad de ser feliz, la miseria nunca hizo santos eso es mera vanidad, si quieres ser infeliz aquí en Londres o en compañía de Kuri, si eso te hace feliz entonces se infeliz, pero si quieres darte una oportunidad deberías quedarte e intentar hacerlo, seguir adelante y pasarla bien, al final todo se acaba, termina por irse y podrás darte cuenta que no fue tan malo como tú creíste por que hiciste que contará.
- Llegamos!- Dijo entusiasta el niño Elliot.
Yo bajé apresurado por las palabras de la princesa, ella no entendía nada, era uno de ellos.
- Quizás si, pero también fui humana- Dijo con seriedad.
- Gracias por el aventón, hasta luego.
De inmediato toqué en la casa de Steph y el enorme novio de cabello negro y piel pálida salió a recibirme, me guío hasta la sala donde Steph estaba en el sofá con la pierna enyesada arriba de una cojín y mire que ya traía libre el brazo.
- Benny! Oh!- Dijo al darse cuenta de que Aramis estaba dormida- Lo siento, pasa, pasa! Puedo cargarla?
Asentí y él la recibió en sus brazos, luego me indico que tomara asiento.
- Quieres algo de beber? Te quizás?
- Si gracias.
El novio enorme asintió y fue a la cocina a prepararlo, en tanto Steph estaba fascinado con mi hermana en sus brazos, besaba su frente y acariciaba sus cabellos, era muy notorio que Steph estaba ya listo para tener un hijo, yo lo había notado desde que Sally estaba a su lado.
- Que agradable sorpresa Benny!
- Steph, he venido a pedirte un favor y si me dices que no, no importa, no lo tomaré a mal.
- Dime- Dijo mirándome preocupado.
- Necesito que me prestes dinero, lo suficiente como para comprar un par de pasajes para mi y para Aramis y poder alquilar algunas noches una habitación de hotel, nada caro.
- Ah? Por?
- Voy a escapar, y se bien lo que me vas a decir pero no puedo hacerlo, no puedo quedarme.
- Pero... Escapar?
- Entiendo si no quieres verte involucrado, de verdad.
- No, no es eso pero... Bueno es que en serio crees que puedes escapar de Kuri?
- Si! Iré a México, ahí no creo que me encuentre, a ese sitio donde estuvimos en día de muertos recuerdas?
- Ah sí! Pero crees que es buena idea?
- Claro que si! Ese lugar es muy soleado, yo hablo bien español y además no dijeron ellos que Latino América no era muy seguro para ellos? Ahí aunque sepa dónde estoy no se atrevería a ir!
- Equivocado, el iría por ti- Dijo el novio que trajo una bandeja con el te.
- Ah?!
- Sid! Explícate!
- Los espectros de México buscarían por ti y te devolverían a tu amo, incluso el mismo Kuri iría por ti y te traería de regreso, aunque ellos decidieran protegerte tu has firmado un contrato con él y eso lo respaldaría para exigir la devolución de tu persona. No hay sitio a donde huir, eso además de que como ahora Kuri es miembro de la asamblea de Londres Elliot es unos de los mejores buscadores, también Samael y te cazaran como a un animal, pero eso no es lo peor, si Kuri se enoja podrías perderlo todo. Y con eso me refiero a ella.
El novio miró a Aramis que dormía en los brazos de Steph. El rubio parecía abrumado ante la explicación de su novio.
- No- Dije en voz baja- Yo no quiero eso es solo que... No puedo quedarme aquí, lo siento pero al menos lo intentaré.
Mire al rubio y el me miró y luego a mi hermana.
- Benny si eso es lo que has decidido...No me gustaría que nada les pasará y menos que fueran cazados por los espectros, es horrible, aterrador pero si aún sabiendo eso quieres irte... Dime cuánto necesitas?
Sus palabras me bajaron el ánimo pero luego me dieron una pequeña esperanza. Le dije más o menos la cantidad y el se refirió al novio enorme.
- Sid podrás ir al cajero y traerlo?
- Yo te lo doy, traigo mas que eso.
Dijo el novio sacando la cartera un fajo enorme de billetes.
- Toma, creo son 5000 libras quieres más?
- No, no! Esto es más que suficiente, espero poder pagarte pronto.
- Descuida es solo papel.
Su actitud hacia el dinero me dejó asombrado. Tomé mi té y estaba realmente hambriento así que tome algunos bizcochos pues el viaje sería largo, platique un rato más con Steph, el cual me indico cómo salir de Londres hacia un puerto cercano que no fuera el de la cuidad o el de Liverpool, mire el reloj y vi que ya casi eran las cinco de la tarde, así que decidí despedirme.
- Benny!
- Gracias por todo, cuando esté establecido y a salvó te escribiré. Puedo pedirles un último favor?
- Descuida yo no diré nada a Kuri y no iré a buscarte- Dijo el novio que había leído en mis pensamientos.
Tome a Aramis que se despertó de inmediato y al ver a Steph se puso muy contenta, le dio un abrazo y un beso, luego de esto vió al novio enorme de este y se bajó con alegría de los brazos de Steph y corrió hacia el.
- Papá!
- Aramis, no molestes a Sidney- La reprendí.
Este la subió a sus brazos y le habló en italiano.
- Sii una brava ragazza, Rosso!( Se una buena chica Roja)
- Lo sarò Papá!
Ella le dijo algo al oído y luego le dio un beso en la mejilla al novio, eso me pareció innecesario y le dije.
- Aramis vámonos!
- Pero Beni, yo quiero jugar un poco con Steph.
- Nada de eso, se nos hace tarde.
- Regresamos a casa?
- Si!- Dije tajante.
- Que bueno, il Signore Kuri se va a poner muy contento.
- Nos veremos Steph. Adiós Sidney .
Salí de su casa, viajé hasta el puerto de Poole y compré el boleto del Ferrie. Un transbordador que cruzaba por el canal de la mancha hacia Francia. Abordamos hacia Cherburgo en Francia. Ellos anunciaron un retraso debido a que esperaban a un pasajero, yo me relajé un poco, sería cuestión de un par de horas para el este en Francia y de ahí seguir hacia Italia, despedirnos de Mannina y largarnos para siempre a México. Al fin se hizo el anuncio de que partiríamos en un par de minutos, Aramis jugaba alegre el la cubierta y yo pensaba en él, quizás no era su culpa pero tampoco la mía, el había perdido a su hermano pero yo no podía devolvérselo; ni siquiera él quería eso y además que clase de vida estábamos destinados a llevar juntos, yo no era gay y no gustaba de las pollas, además que clase de vida era aquella donde uno era abusado por otro? No! No podía quedarme con el! Miré al cielo y pensé en que debía vivir la vida, era demasiado joven para pasarla tan mal todo el tiempo...
- La pasas mal por que quieres mocoso.
Abrí los ojos ante el golpe de su voz, esos ojos azul oscuro adornados por esa perla blanca y única en el interior, era el mismo diablo!
- Pero que demonios haces aquí? Quien te lo dijo?
- Nadie, si serás estúpido, yo tengo una residencia aquí en Poole, solo me pareció oler tu perfume y escuchar a tu ruidosa mente.
- No! Alguien debió decirte!
- Si, en definitiva eres más idiota que Steph, al menos el si no lo comprendió, no lo negó. Entiende, eres mi propiedad ahora para mal de ambos y no puedes marcharte si no te lo ordeno yo, ahora vámonos que hay que regresar a inscribir a roja a la nursery.
- No quiero!
Mire a Aramis que aún jugaba en la cubierta.
- No querer no es una opción.
- No quiero, no quiero ir contigo! No entiendes? Aunque nos lleves de regreso volveremos a escapar y lo intentaremos a diario si es necesario!
- A esto le llamas escapar!- Dijo alzando las cejas- No seas idiota, casi has venido a avisarme que te ibas.
- Bueno yo no sabía que tenías una propiedad aquí.
- Exacto, no sabías nada y es por eso que cualquier plan tuyo de escape resultará igual, jamás podrás irte más allá de esta distancia.
- Pues lo intentaré y lo intentaré tanto hasta hacerme diestro en ello.
- Aunque te vuelvas diestro en ello, y aunque lograras salir de Inglaterra soy un excelente cazador y te diré algo, no querrás sentir la sensación de ser cazado por un espectro como yo, si no me crees pregúntale a Steph.
Ah? Steph sabía cómo era ser cazado por alguno de ellos?
- Steph fue cazado por la asamblea y no nos costó nada el atraparle pero el terror que sintió al sentirse presa de un espectro... Deberías preguntarle por ello.
Un silencio se hizo presente, al cabo de unos momentos el demonio tomó la maleta de nosotros y llamo a mi hermana.
- Roja, vámonos!
- Signore Kuri!- Dijo ella corriendo hacia el demonio- Que gusto! Ha venido con nosotros?
- Si, vine a llevarlos a mi casa en Poole, dime quieres conocerla?
- Si! Beni, vamos a ir con el Signore Kuri verdad?
Mis ojos ardían, mire a mi hermana pequeña y vi en su carita el entusiasmo propio de los niños, asentí y me levanté con pesadez.
Bajamos del ferri y este de inmediato se marchó rumbo a su destino. Un destino sin nosotros.
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- Que ocurrencias de mandarlo al puerto de Poole, Steph?
- Por?
- Pues por que Kuri tiene una enorme residencia ahí y la frecuenta bastante.
- En serio? Vaya!
Sid me sonrió y me cubrió con su cuerpo. Un beso delicioso, su lengua jugando con la mía, luego la triste separación para respirar.
- Ya quiero que me quiten este yeso que solo estorba.
- Así que ya quieres que te de duro como te gusta?
Ese comentario me hizo enrojecer hasta las orejas.
- Sid que cosas tan tontas dices!
- Acaso no te gusta que te de yo con todo?
- Ay ya cállate! Qué imbécil eres! No puedes andar diciendo esas cosas!
- Si puedo Steph por eso las digo.
- Osh, que fastidio.
- Si no es por eso; entonces por que más querrías que te quitarán ese yeso?
- Pues... Por otras cosas más!
La verdad era que aquello era una de las principales razones pero también quería volver al trabajo o salir a pasear por la cuidad de su mano.
- Bueno pero esa es la principal, que yo te coja duro como te gusta, lo demás es secundario. Ahora no tienes por que trabajar, tienes mucho dinero.
- Mucho dinero? De que hablas?
- El dinero que te dejé sigue siendo tuyo.
- Vete al infierno!
- Ahorita mismo?
Le mire con reproche y este se acomodo a mi lado.
- Por que no lo quieres?
- Por que no es mío, lo único que quiero es...- Mire a la colcha que me cubría las piernas y la sujete con fuerza- Que te quedes conmigo.
- Eso ya lo tienes Steph.
- A pesar de todo?
- Si- Dijo besando mi cabeza.
- A pesar del maestro K.? A pesar de que seas llamado?
- Eso no puedo asegurarlo Steph, perdón.
- Ves, entonces no lo quiero.
- Vamos no seas caprichoso.
- Tengo derecho a serlo!- Dije mirándole con enojo- Quiero serlo por que te amo, dime acaso él no lo era?
- Él?
- Me refiero a Glenn Allen?
Su rostro se notó tenso, acaso aún sentía algo al escuchar su nombre?
- No es eso Steph, Glenn está muerto.
- Y que?! Lo amaste no es así? Dime aún lo amas?
- Claro que no Steph, al que amo es un pequeño rubio tonto.
Su mirada y la mía impactaron; pero incluso en eso su mirada era más fuerte, yo le pasé los brazos por el cuello y me pegué a él.
- Perdón Sid es que cuando hablas del dinero siento como si me pagarás por que me alejaran de ti, y pienso que a él nunca le hubieras dicho algo así.
- Steph no seas tonto, bueno no seas más tonto de lo usual, yo te di ese dinero por que quise no por compensarte nada, incluso cuando me fui no era por eso, te lo dejé por que no quería dejarte desprotegido bajo ninguna circunstancia, pasará lo que pasará te prometí protección y en el sentido económico esa es la única protección que podía darte, incluso si ahora no lo quieres y ese dinero pasará a mis manos de nuevo, aun así seguiría siendo tuyo por que todo lo que tengo es tuyo. En cuanto a Glenn no debes pensar mas en el, no quiero que te enfermes de celos, Glenn era Glenn y Steph es Steph.
- Lo se, solo que no quiero volver a cometer una estupidez y arriesgar todo y menos por dinero. No es que yo no tenga ambición sabes? Pero no de ese tipo, quizás mi ambición sea otra.
Pensé en aquello de que Sid y yo viviéramos juntos, yo me levantaría temprano y le prepararía el desayuno y un gran almuerzo, el se fuera a trabajar y...Fui interrumpido por su comentario idiota.
- Jajjaa si, ya te había dicho que tienes la ambición de una mujer de los años treinta o cuarenta- Dijo riéndose de mi.
- Te odio, eres una bestia idiota -Dije serio- Vete de mi casa!
El me miró con ese gesto burlón y me despegué de el.
- Vamos Steph, era una broma.
- Vete.
- No quiero, quiero quedarme.
- Haz como gustes!
- Bien entonces me quedo- Dijo sin entender que yo quería lo opuesto.
Me acomodé en mi lugar y cerré los ojos, no quería ver su cara burlona. Este pegó sus labios a los míos y me beso con ternura.
- Te prometo que haré todo lo posible por cumplir tu ambición Steph. Tú y yo viviendo juntos. Si estoy contigo no me puedo equivocar.
Lo que dijo me gustó de sobremanera y abrí los ojos, mire sus lilas, tenían ese gesto angelical y correspondí su beso con otro, más apasionado. Nos fundimos en uno solo, Sid tenía esa cualidad de ponerme de buenas muy rápidamente, el beso se prolongó bastante y casi me quedo sin aliento, así que tuvimos que separarnos.
- Sid.
- Steph serás una magnífica esposa.
-Esposa?
-Si con todo y tu mandil almidonado con holanes.
También tenía la cualidad de volver a ponerme de malas de inmediato. Maldito imbécil!
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Del Libro de Sid.
Planes.
- Eres un bastardo demonio infeliz!
Kuri se me lanzó encima, la verdad no tenía mucho ánimo de seguirle la corriente por dos motivos, el primero era que estaba algo de atonía y lo segundo es que como había asistido en ánimo conciliatorio debía no oponer resistencia a ser lanzado por los aires por el Ruso o golpeado por sus rusos puños.
- Como osaste darle dinero a mi humano para que escapara de mi?
- Lo siento Kuri.
Este me mandó a volar un par de veces, y otras tantas me derribó.
- Ya? Te sientes complacido de poder tener a tu merced a un Leviatán?
- Pues no! No cuando ese Leviatán está fingiendo como una zarigüeya en peligro.
Kuri bien sabía que nada de lo que hiciera podía lastimarme, así que paró en seco y dijo.
- Que quieres Sid? No has dado ya bastantes problemas?
- Si y en verdad lo siento pero necesito pedirte un favor.
- Que es?
- Quiero dar una enorme fiesta por el cumpleaños de Steph, necesito que me ayudes a coordinar todo eso sin que él se entere.
- Yo? Por que yo? Pídele ayuda a Layla.
- No! Sigo muy molesto con ella por tocar lo mío.
- Y quien te dice que yo no estoy molesto contigo por ayudar a lo mío a escapar?
Guarde silencio, no iba a decir que al que en realidad le habían pedido el dinero había sido a Steph y menos que este iba a prestárselo, por eso mismo decidí yo darle ese dinero para evitar involucrar al rubio tonto que lo único que tenía eran buenos deseos, aunque esos buenos deseos podían causar la cólera de un espectro cualquiera.
- Pues tú no me lo has expresado así que supongo que no estás molesto.
- Entonces mis patadas y golpes no te dieron una leve idea o si?
Mire a Kuri confundido, estaba molesto o solo quería pelear conmigo?
- Osh Sid, a veces eres ingenuamente exasperante, ahora bien ya! Te ayudo. Que quieres que haga?
- Una gran fiesta- Respondí reafirmando lo anterior.
- Si pero dame algo más, no se, que tan grande? Algunas temáticas... No sé!
- Amhhh, tan grande como para invitarlos a todos. Ya sabes enorme.
- A todos los empleados de las empresas Moonlihgt?
- No!
- Tan grande como para invitar a todos los de todas nuestras empresas?
- No!
- Tan grande como para invitar a todo Londres?
- No!
- Entonces? Acaso piensas en una orgía mundial? Eso no se ve desde hace muchos milenios y no creo que la sede lo apruebe.
- No seas tonto Kuri Steklov, tan grande como para invitar a todos los miembros de la asamblea... Bueno aún no decido si Layla irá.
- Sid eres un zopenco incorregible.
- Si, quizás pero eso no es importante, sino lo importante es que aceptes ayudarme con la fiesta.
- Que obtengo yo a cambio?
- No se, que quieres Kuri?
- Una noche de pasión con Steph.
Mis ojos se encendieron cual llamas del infierno.
- Bien, era una broma.
- Nada graciosa.
- Tu no tienes sentido del humor.
- Stephan es mío!
- Si Stingy calma! Deberías márcalo con un marca texto; así podrás verte más original.
Stingy?! Quien demonios era Stingy y por que quería lo mío? Estaba confundido pero aun así respondí.
- Eso haré!
Mas tarde me encargaría de ese Stingy! Este se repantigo en su sillón y dijo.
- Ojalá todos gozáramos lo mismo que tú.
- A que te refieres?
- Bueno es evidente que Steph te ama y no puede estar ni un día sin tu espada adentro.
- Ah?
- Incluso cuando no estabas el se tocaba pensando en ti.
Sus palabras me sorprendieron por completo, Steph tocándose? Mire a la oscuridad de la noche y dije:
- Me voy, dime qué puedo contar contigo Kuri.
El me miró desganado.
- Si me ayudas con la fiesta yo te diré cómo hacer que tú humano rinda más en tu cama, que dices ah?.
Kuri alzó una ceja incrédulo y dijo.
- Bien! Bien! Solo por que no tengo nada mejor que hacer.
Salí del hospital al amanecer, tenía que regresar al lado de Steph y por suerte le encontré aún dormido, me encantaba verlo así, tan tranquilo, sentía como el era mi paz. Me recosté a su lado y metí la mano en su pantalón de pijama, si sexo era adorable, Steph, Steph, le había llegado a amar tanto que la sola idea de pensar que alguien o yo mismo podían lastimarlo me ponía muy enojado, pero por ahora estaba él durmiendo pacíficamente a mi lado.
Metí mi mano a través de su ropa interior y comencé a masajear su entrada con mis dedos, este paladeo un poco pero no sé despertó. Yo hundí mi dedo anular en su entrada y lo sentí lubricar.
- Te amo Steph- Dije y di un beso a su frente, el balbuceó algo en sus sueños pero no despertó.
Saqué mi dedo de su interior y lo pegué más a mi cuerpo, le pasé un brazo para acunarlo y con el otro le fui bajando poco a poco el pantalón y el calzón.
Me gustaba mucho ver su sexo, era pequeño pero a su favor podía decir que si sabía cómo usarlo y además era muy suave y lindo. Yo conocía cada pedazo de la piel de Steph, cada milímetro de su hermosa y suave piel. Con la mano con la que lo acunaba baje hasta su entrada y comencé a masajear lo de nuevo, este solo dio un respingo y volvió a balbucear algo sin sentido.
- Shhh, calma Steph- Dije en tono bajo.
Metí un dedo y luego otro, estaba tan estrecho que me puso de inmediato. Carajo apenas estaba amaneciendo y este no despertaría hasta las nueve o las diez. Con la mano libre comencé a excitar su sexo, el cual de inmediato se puso firme.
Miré a mi rubio que estaba siendo poseído mientras dormía, su rostro calmado y apacible. Su sexo sin vellosidad, su vientre de leche, ahora ya no tenía testículos, me sentí enojado y este lo percibió por el pequeño salto que dio debido a la presión en el trasero que yo había infringido en ese punto.
Las piernas de Steph habían embarnecido, más bien todo el había ganado peso debido a que ya no generaba testosterona, quizás nunca género mucha.
Daba igual, me gustaban sus muslos ahora carnosos, me parecía tan lindo que entre más pensaba en ello más me excitaba y más difícil se hacía cada minuto que esperaba para poseerlo.
De un momento a otro ya no soporte más y le saqué los dedos para dejarlo bien recostado en la cama, intentando no hacer ningún movimiento brusco tome su pierna sana y la levanté para echarla en mis hombros, bese sus pies cubiertos con aquellas calcetas de colores y también bese sus pantorrillas y sus piernas, luego sus muslos y me posiciones sobre el tratando de no aplastarlo o despertarlo. Baje mi pantalón un poco y se la metí despacio para no asustarlo, este solo dio un quejido leve pero no sé despertó.
- Steph tu eres mi gran debilidad, que haré si algo te sucede? Estoy siendo un idiota inconsciente? Sin ti me quedo sin nada...
Pero el no despertó, ni cuando pregunte aquello ni cuando seguí embistiéndolo con precaución.
Yo por mi parte hubiese podido estar así todo el día, metido en su estrecho, húmedo y caliente interior, así que cuando esté se despertó y notó lo que sucedía creí que tendría problemas pero el solo se aferró a mi con sus dos brazos y dijo.
- Ojalá así fuera siempre.
- Ah?
- Me gusta mucho despertar contigo dentro Sid, me hace muy bien, me siento muy seguro, muy feliz!
- Steph...
-Yo...Soy muy feliz!
Dijo ocultando su carita en mi pecho, yo sabía que él estaba muy sentimental desde que había perdido sus testículos y me partía el corazón verlo llorar, bese su cabeza y le dije.
- Steph te amo, no llores más.
- Perdón soy un tonto pero en serio estoy muy feliz! Sid cógeme.
- Bien pero deja de llorar si?
Este asintió y con pena dejo ver su carita llorosa. Me abrazo y yo le planté un beso mientras seguía embistiéndolo con poquita fuerza.
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Notas de Benedetto.
Sin nada.
Ese maldito! Me había atrapado en Poole y nos había llevado de regreso a Aramis y a mi a Londres.
- Bien ahora estas son las reglas... Nadie puede salir sin mi permiso y tú y Roja ya no dormirán en la misma habitación, tampoco pueden ir a donde les plazca sin mi permiso o hablar por teléfono sin mi permiso, en resumidas cuentas no pueden hacer nada si mi permiso.
- Que?!
- Cállate- Dijo el monstruo.
- Si Signore Kuri!- Dijo mi hermana con entusiasmo.
- Cállate también Roja! Ahora... Ya estás aceptada en la nursery así que iremos a que te confeccionen tu uniforme mañana.
- Si Signore Kuri!
- Roja!
- Lo siento- Dijo mi pequeña hermana de manera pícara.
Este asignó las habitaciones de cada uno, yo quería calmar a Aramis pues pensaba que podía sentirse sola o quizás tendría miedo pero ella no mostró nada de eso, estaba emocionada por tener una habitación tan grande y bonita.
Al día siguiente este se la llevó al sastre que hacía los uniformes de la escuela a donde asistiría Aramis y yo me quedé encerrado en mi habitación. Ellos regresaron por la noche y parecían venir felices, yo estaba preocupado por Aramis pero en ese momento mis preocupaciones parecían algo idiota pues el parecía más su hermano que yo mismo.
- Bajen a cenar!
- No quiero, no tengo hambre- Dije intentando ser cortés pero el dijo.
- Escúchame bien mocoso, se me acaba la paciencia, si no cooperas esto va a terminar mal, muy, muy mal!
Aún con todo y sus amenazas no bajé pero alcanzaba a escuchar las risas de mi hermana y de ese demonio.
Al día siguiente desperté y al no sentir a Aramis conmigo me asusté mucho, luego recordé que ya no dormíamos juntos y me quedé en la cama, no tenía ganas de hacer nada hasta que ella viniera a mi habitación, ahora incluso eso controlaba ese monstro.
No supe que hora era cuando él se presentó en mi habitación.
- Buen día mocoso.
- Y Aramis?
- Se fue muy temprano a la nursery.
- Que?
- Ahora tu y yo debemos arreglarnos.
- Ella va a regresar verdad?- Su declaración me había desatado una ansiedad horrible, que tal si el la había mandado lejos o si la había matado?- Por que la mando lejos? Por que!
- Cálmate mocoso! Solo fue a la nursery, llegará por la tarde.
- No! No está bien! Ella debe estar conmigo!
- Si, para que enloquezca como tú no?
Yo me dejé caer al suelo a llorar, el se había llevado a Aramis, la había apartado de mi.
- Que no! No la aparte de ti, ni me la he llevado, acaso eres idiota?
- Entonces tráigala!
- Que está en la nursery! Carajo!
Su vos se volvió un horrible grito y me cubrí las orejas del miedo de aquel ruido. Cuando esté cesó yo seguí temblando.
- Bien mocoso, como no quieres cooperar te voy a tener que dar un gran empujón. Desnúdate!
- Que?- Dije yo descubriéndome las orejas y mirando a donde éste se había ido a sentar.
- Que te desnudes.
- No!
- O te desnudas tú o te arranco la ropa yo.
Lo mire con terror y él parecía de hielo, no había nada en él que me dijera que era humano. Sentí miedo al ver su helada mirada y comencé a quitarme la ropa hasta quedarme en ropa interior.
- Toda la ropa!- Dijo de manera impaciente.
- Pero...
- Un pero más y te voy a desnudar yo.
Temblando tome mis bóxer y me los quité.
Al fin estaba completamente desnudo y el me hizo una seña de que me acercara a él, yo estaba temblando y sentí como las lágrimas caían de mis ojos, este rodó la mirada y yo di un paso hacia donde el estaba, que era una de las esquinas de mi cama revuelta.
- Ven aquí mocoso.
Con lentitud llegue hasta donde el estaba. Este me aferró con sus heladas garras por la cintura y beso mi vientre.
- No... Por favor!- Suplique temblando.
- Cállate mocoso, solo cállate!
Este me tumbo en la cama boca arriba y comenzó a subirse en mi, yo me puse tenso y cerré los ojos, no quería verlo.
El me beso a la fuerza y comenzó a estimular mi pene.
- No, por ... Por favor!
El no hizo el menor caso a mis palabras y comenzó a besar y chupar mis pezones.
- No por... Por amor a Dios...
Yo intenté cerrar las piernas pero con brusquedad el me las abrió y siguió estimulándome. Sus dientes mordían mis pezones y me dolía muchísimo, su uñas rasguñaban la piel de mis muslos y sus manos quemaban mi sexo.
De un golpe brusco me volteó boca abajo y me abrió las nalgas.
- Desde hoy yo te voy a entrenar a ti, ya que no quisiste elegir una carrera; serás mi puta profesional así que toma nota de como complacerme.
- No! No por favor!
Aferre la colcha con las uñas y este me pegó un golpe en el muslo y otro en el brazo que me dolió mucho y solté la colcha, el me aplicó una llave a mi brazo y sentía que se iba a romper. Me puse a llorar mientas el me penetraba con exceso de fuerza. Era tanto el dolor que sentía que me iba a partir el trasero en dos.
- Ah! Ah! Me duele mucho!
El seguía penetrándome una y otra y otra vez y yo ya no luchaba, solo dejaba caer las lágrimas una a una.
Para cuándo el terminó me dejó caer en aquella cama sin preocuparse por mis moretones que el mismo había producido.
Yo me quedé ahí quieto, nada más me importaba, nada! Este hombre me había violado varias veces, no era la primera pero todas habían sido un infierno.
- Acostúmbrate, de hoy en adelante vas a andar desnudo para mi placer personal!
- Que? Por... Por que?
- Por que si, por que soy tu amo y por que quizás andar sin ropa te enfríe el orgullo mocoso.
- Pero... Pero... Aramis no me puede ver así!
- Eso lo hubieras pensado antes mocoso. Quizás si te portas bien te de algo para cubrirte delante de tu hermana.
Este se puso en pie y comenzó a sacar toda la ropa de mi armario, arranco una cortina y la apiló ahí.
- Pero... por favor- Dije yo en un aullido- No, por favor! No haga eso!
- Tarde, ahora bien si llego en cualquier momento y te encuentro vestido siquiera con una sola prenda, si hay una parte de tu cuerpo que no esté visible, tu hermana se irá lejos... Ahora me voy, tengo una empresa que dirigir cariño y tú comida no se paga sola.
Este tomó la ropa envuelta en aquel trapo de cortina y como si no pesará se la llevó así sin más.
-Dios, ayúdame! Ayúdame!
Me quedé el resto del día en la cama, no tenía ánimo de levantarme, hacía frío pero no me importó en absoluto estar congelándome tanto así que ni siquiera supe cuando llegaron ellos pero ese monstro entró de nuevo en mi habitación.
- Hola mocoso, que tal tu día? - Yo guardé silencio y el observó con sumo cuidado la habitación.
-Que? Acaso no te has levantado desde que me fui?
No conteste.
- Mira mocoso, a mi no me gustan los mocosos que no se bañan, además con el frío que hace te vas a enfermar, creo que habrá que reponer el clima eh?
Este se acercó y me dio una palmada dura en el trasero luego dijo.
- Maldición mocoso ya estás enfermo!
Puse una sonrisa tonta en mi rostro, este estaba fastidiado realmente.
El se echó mi peso a su hombro y me sacó de mi propia habitación, la verdad ese movimiento me mareo un poco pero no dije nada, soporte hasta que atravesamos pasillos y habitaciones en ruinas. Eso hasta que llegamos ante una gran puerta con tallados de madera, era una especie de paisaje invernal dentro de dos corazones, este la abrió de una patada y me tumbo a la cama.
- Unas horas desnudo y ya estás dando problemas!
- Déjame morir.
- Idiota! Vas a dejar a Roja sola? Como puedes no pensar en sus sentimientos!
Aramis, era cierto! Me aferre a la colcha y me puse a llorar.
- Ay no! Ya pareces la Magdalena de Stephan.
El aparecía y desaparecía por la habitación. Era acaso su habitación?
- Si mocoso esta es mi habitación, te quedarás aquí hasta que la fiebre disminuya.
- No quiero.
- No te pregunté. Arriba chico rudo!
Este me tomó en sus brazos y me llevo en ellos a otra habitación, era un enorme cuarto de baño, el vapor caliente inundaba el lugar. Este me metió a una tina dorada y se sentó en la orilla de esta a enjuagar mi rostro con compresas.
- Por que haces esto?
- Ya sabes, soy miembro del club "Ayude a salvar la vida de un humano idiota".
Sonreí ante su sarcasmo y el dijo.
- Por que más? Eres mi contratista y el hermano de Roja además.
- Lo de que soy tu esclavo lo entiendo pero no metas a mi hermana en esto!
- Idiota! Si algo te pasa Roja se va a quedar muy sola!
En sus ojos se podía ver la frustración y el enojo. Era cierto! Recordé que Steph me había contado que su hermano se había marchado.
- Steph es muy bocón!
- Ah? Pero como?!
- Ya acostúmbrate a que todos los espectros leemos la mente humana.
Me quedé callado y el dijo.
- Si no quieres dejar a tu hermana cómo me pasó a mí, más vale que no hagas tonterías.
- Era tu gemelo cierto?
El desvío la mirada, la bajo, miraba el agua que lamía mi piel.
- Si- Dijo en tono bajo.
- No sabría que hacer si Aramis se fuera. Ella es mi razón de vivir.
Él se puso en pie y se marchó dejándome ahí. Eso me causó gracia, al fin había podido darle un golpe. Salí de la bañera y como no había toallas me quedé recostado en la cama, mirando aquellas fotografías que inundaban su habitación.
En todas ellas estaban el y su hermano, vaya que si eran como dos gotas de agua. Kuri, Kuri, Kuri, así que este es tu talón de Aquiles eh?
Me senté y comencé a observar todas y cada una de las fotos que tenía, algunas se miraban tan viejas y desgastadas. Otras incluso a color!
En todas había uno que sonreía tímidamente y otro que lo hacía sin pudor, me pareció que el tímido era Kuri. Dos entes de apariencia igual pero comportamiento diferente, tal como Aramis y yo.
Él no volvió a aparecer esa semana.

 

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