Había despertado unas horas más tarde y gracias a que alguien estaba metiendo su mano en mi entrada.
- Sid... Qué haces? Qué horas son?
- Al fin despertaste.
- Como regresamos?
- Igual que como nos fuimos, te dejé en la playa y encarné mi cuerpo de inmediato.
Su dedo hacia círculos en mi entrada intentando profundizar más en ella, a mi me relajaba mucho tener alguna parte de su cuerpo dentro así que me pegue más a él y disfrute la sensación.
- Gracias Sid.
- Por?
- Por todo.
El me beso la frente y sentí un segundo dedo en mi, cerré los ojos pues comenzaba a excitarme más y más, ya estaba tan mojado que me aferré a su cuello largo de mármol.
- Te gusta despertar así eh?
Yo asentí y me beso el cuello y siguió besando y besando.
- Sid házmelo ahora.
Sin importar cuántas veces lo hiciéramos nunca era suficiente, yo quería mas por que de hecho podía vivir con el adentro de mi. Sid me saco los dedos y se metió en mi, yo lo abrace con las piernas y comencé a besarlo, quería transmitir aquello con mis besos y Sid era muy receptivo y sabía lo que yo quería decir.
- Más fuerte Sid, más duro.
Exigí y este con sus frías manos me agarró por las nalgas y comenzó a darme justo como yo necesitaba. Una tras otra, tras otra sentía yo esas oleadas de placer y cuando cerraba los ojos lo veía en su verdadera forma. No había sido fácil llegar hasta este punto, no había sido fácil aceptar que solo un hombre... O bueno lo que sea que fuera que estuviera en el cuerpo de este hombre me llenaba, me complementaba y me hacía sentir especial.
Me aferre a él con las uñas y noté el perfume de sus cabellos, olían a cítricos y a agua de mar. Hundí mi nariz en ellos y me deje llevar por el placer hasta que me corrí, después él retomo hasta que hizo lo mismo fuera de mi. Luego de esto me acomode en sus brazos y le dije.
- Oye Sid puedo preguntar algo?
- Lo acabas de hacer Steph.
- Osh otra cosa.
- Si.
- Por que siempre tú... Ya sabes...
- Que?
- Pues... Haces eso afuera...
- Que hago?
- Pues ya sabes!
- No se.
- Si! Si sabes!
- No Steph, ni idea.
- Ay vamos!
- En serio no se de qué hablas.
Yo me cubrí el rostro con las manos pues me daba vergüenza decirlo.
- Por que te corres siempre fuera de mi?
- Ah eso?
Este me tomo las manos y las obligó a bajar.
- Y?
- Eso es muy sencillo, creo que eres muy joven para criar un engendro mío.
- Ah... Eso- Dije y luego reflexione un poco sus palabras- Que? Queeee?!
- Ahora dime qué se te antoja comer?
- Sid explícame lo que acabas de decir.
- No es importante Steph.
- Si lo es! Explícame!
Él rodó la mirada y dijo.
- Es muy simple aunque son solo rumores, viejos relatos de que es posible que los humanos puedan engendrar crías de espectros...
- Que?! Pero tú y yo somos hombres!
Dije despabilándome en seguida ante sus palabras, me trepé en él y este prosiguió.
- Si pero técnicamente yo no soy hombre, recuerda que mi cuerpo es solo un envase pero no tengo un sexo definido, no es semen lo que expulsó sino parte de mi esencia.
- Pero...
- Mira Steph nosotros vivimos bajo reglas estrictas pero sencillas, espectro contra espectro es imposible, se haría un caos completo, el más poderoso acabaría tragándose al otro, excepto por el espectro de Asmodeo, el cual queda exento de esta regla.
- Como Elliot cierto?
- Exacto. Para los humanos también hay reglas, por ejemplo hombre y mujer engendran pero mujer y mujer no, lo mismo sucede hombre y hombre pero no hay una entre espectros y humanos así como tampoco es una regla divina que hombre y mujer deban estar juntos. Quizás sea por que nosotros no tenemos sexo, no lo sé Steph pero se sabe de rumores de que es posible que nosotros sembremos vida en ustedes y créeme no creo quieras lidiar con un engendro mío.
- Sid, un niño no es un engendro!
- Eso no sería un niño Steph, no sería cien porciento humano, sería un engendro.
Me quedé pensativo y él me acerco mas a su pecho.
- No se mucho sobre eso pero no es importante, aún no tienes edad para tener hijos.
- Pero Sid ya no soy un niño, ni siquiera un adolescente, ya voy a cumplir 30 años!
- Que tierno pero no me voy a arriesgar a perderte y menos por un engendro.
- Sid!- Dije molesto- Sería nuestro hijo!
- No quiero, no voy a compartirte con nadie y menos con un engendro.
- Ay vamos, que tan malo puede ser?
Yo imaginé una criatura dulce como mi Sally o una hermosa niña cómo Aramis.
- Ni lo pienses Steph. Además algo dentro de lo que has expuesto es verdad, tú eres hombre y no sé si puedas soportar una carga así de pesada. Por algo Dios en su sabiduría le dejo una tarea tan terrible y dolorosa a las mujeres, además con lo poco tolerante al dolor que eres no creo.
- Osh Sid eres un pesado!
- Anda vamos a que comas algo.
Este se levantó y se puso una camisa color azul cielo y me dio algo de su ropa.
- Oh cielos Sid eres enorme.
- Ah?
Este me miro alzando una ceja y yo retome.
- Cuanto mides?
- Soy tamaño estándar Steph.
Mire su camisa y me pareció que era muy grande. Igual me la puse y él me señaló el pantalón.
- No quiero, tengo calor.
- Ni lo pienses, no vas a andar por la casa en calzones mientras tengamos invitados los cuales tu trajiste.
- Ah es cierto, bien!
Yo me vestí y Sid dijo.
- Ah propósito de que ya va a ser tu cumpleaños, que quieres de regalo?
- Ah?- La verdad no había pensado en ello y contesté sin que me importará mucho- Lo que sea es bueno.
- Se más específico Steph.
- No se, la verdad lo que tú quieras darme.
- Una isla privada.
- No comiences a fastidiar.
- Eso quiero darte, así podríamos vivir tu y yo ahí desnudos.
- No Sid! No quiero eso! Te prohíbo darme un regalo ostentoso! Me escuchaste? Quiero algo que quepa en mi mano.
Me acabe de poner los pantalones y él me miró fijamente, sus ojos decían que había algo más.
- Que sucede?
- Bueno, yo... Quiero saber si este año tu crees que pueda estar contigo en tu cumpleaños? Ya te había dicho que debe ser alegre para ti y bueno...
Su rostro y los recuerdos de aquel primer año juntos, aquella vez que yo le había prohibido celebrar conmigo, cuando lo encontré en la cabaña, cuando me lo hizo y sentí paz. Fui directo a él y me metí en sus brazos.
- Nunca más, nunca más Sid, escucha bien; nunca más debes pasar mi cumpleaños lejos de mi, nunca! Te lo prohíbo!
Este cerro sus brazos en torno a mi y dijo.
-Entendido.
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Del libro de Sid.
Un humano... Un verdadero humano.
Eso era algo que yo jamás sería, un humano de verdad, como Steph o su madre o ese perro policía de cuarta, nunca había respirado y era por eso que nunca me había faltado el aliento o había sentido que el corazón se agitará, nunca había sentido hambre y por eso no sabía a qué sabía nada de la comida humana, mi peso era una constante definida, imposible ponerme enfermo o hacerme daño pues no había posibilidad de que la peste o la desgracia me tocara... Y aún así tenía demasiados problemas para poder comprender por qué sucedían las cosas... Acaso necesitaba ser un humano de verdad para comprender a Steph? Por que Steph era tan complejo, por que?
- Que pasa Steph?
- No lo se, no entiendo por qué estás arreglando esta casa?
- Nada más.
Él hizo un mohín y yo pude leer su pensamiento tan claramente que me pareció no entender que problema tenía exactamente con Glenn.
- Steph, por que sigues pensando en Glenn.
- Claro que no Sid! No será que tú estás pensado en él?
Yo lo mire incrédulo y luego subí de un salto al techo.
" Por que demonios se molesta tanto por una casa"
- Por que es una casa linda no lo crees?
- Deja de leer mi mente Sid!
- Pues no lo grites en la mía.
- Da igual, voy a buscar a Aramis y a Benny.
Yo asentí y este se fue molesto pensado.
" Sid tonto, seguro lo haces por que ya no te quedan más recuerdos de el"
Por que Steph estaba tan obsesionado con Glenn? Era obvio que mi corazón tenía un dueño y era él, y aunque Steph fuera un bobo de primera yo así lo amaba e incluso lo amaba muchísimo más de lo que había llegado a amar a Glenn pero... Por que el no entendía eso?
Terminé de arreglar el techo y fui directo a terminar lo que mi rubio tonto había comenzado con el granero, debía echarlo abajo por completo. Me quite la camisa y tome mi hacha, comencé a derribar pieza por pieza aquel granero que Glenn había mandado a construir y donde él mando a meter todas esas cosas de nosotros para castigarme. Yo adoraba cada pequeña cosa que hacíamos juntos pero después de tantos años sin comprender que yo no podía hacerlo un espectro, pues en eso era tan idiota como Steph, y creo que Steph es menos tonto pues el solo se deja llevar por las ideas que le venden en la tele más sin embargo Glenn de verdad creía que yo podía hacer tal cosa eh? En fin, años después este comenzó a castigarme y fue quitándome cada pequeño instante de nuestra vida, mis preciosos tesoros incluso se volvieron prohibidos para mi, "No puedes tener nada mío, ni un solo recuerdo Sidney, no quieres darme lo que te pido, no puedes tener nada entonces!" decía él, una vez al año me dejaba entrar al cobertizo y me dejaba ver una foto de nosotros, algunas veces este gozaba de ser cruel y hacer cosas terribles como arrancar un puñado de plumas de mis alas, marcarme con hierros calientes lo cual no funcionaba pues mi esencia se llevaba bien con el fuego o incluso recordarme salmos de la biblia para que los oídos me estallasen pues con el pasar de los años Glenn se volvía más y más diestro en saber cómo torturar a un espectro como yo.
Con el paso del tiempo dejé de extrañar sus fotos y sus recuerdos. Cuando él murió, esas cosas pasaron de ser poco importantes a nada. No eran Glenn, no eran nada, solo fotos en un cobertizo, solo la cama donde él había dormido conmigo tanto tiempo atrás, solo eran sus cosas sin él y eso solo las hacía simples cosas.
- Sid?
Voltee a ver al rubio que me había estado observando muy quieto y callado durante apenas hacía cinco minutos que había regresado.
- Que sucede Steph?
- Que haces?
- Destrozó el cobertizo.
- Por que?
Pare con lo que hacía y le mire un momento. No entendía el por qué me preguntaba eso sí era claro que ahí ya no había nada más para resguardar. Pero Steph inhaló hondo y luego exhaló con preocupación.
-Perdón Sid, perdón. No quería quitarte todos tus recuerdos de Glenn, no quería meterme con tus cosas es solo que...
Su puño se cerró intentando contener esos sentimientos pero él estaba en su cabeza gritando todo aquello.
- Es que no podía soportar que tuvieran todos esos recuerdos, no podía verte con él en esas fotos, estabas muy enamorado no es así? Lo amabas mucho?
Este volteo a verme y yo asentí.
- En serio lo siento Sid pero... Yo... Yo quería sentirte y saber que vendrías, aunque sea por odio a mi al saber que había tirado sus cosas, yo quería verte, pero solo estabas en esas fotos donde tus ojos se deshacían en amor por él. Entonces pensaba, dónde estás Sid? Dónde estás? Esa noche saque todo y lo arroje al mar, estaba loco, estaba furioso sabes? Me metí al mar después de arrojar todo lo que habías guardado ahí, solo quería verte y terminé hundido y derrotado. Yo...
Steph agacho su cabeza y dijo.
- Yo se que no tenía derecho de hacerte eso, pero es que por alguna razón tú encendiste todos estos sentimientos en mi y yo... Yo no puedo soportar que tú quizás aún sientas algo por él... Tú amor corre salvaje muy dentro de mi. Perdón Sid.
Steph se dejó caer al césped, me gustó verlo así, tan desesperado por mi, algo que el mismo Glenn nunca pudo darme.
- Lo sé, te tuve que salvar de que te ahogaras y luego Layla te llevo no es así?
Él me miró sorprendido y dijo.
- Eras tu en verdad?
- No te mostré el otro día mi verdadera forma?
- Si pero... Creí que no eras tú sino...
- Otro? Soy el único que tiene esa forma Steph. Ni Nefy tiene la misma forma o color que yo ni Nereo la tenía.
- Entonces eras tú? Tú me salvaste?
- Te dije que te protegería Steph, también era yo el que dormía contigo en tu mente.
- Ah?!
- Quedaste ahí atrapado por la perdida de ese humano que era el esclavo de Nereo no es así?
Su mente evoco de inmediato el recuerdo de aquel hombre despreciable.
- Si... Pero...
- Steph, yo ya estaba muy enamorado de ti cuando Nereo te secuestró pero fui dispuesto a enfrentarlo para no volver.
- Ah?
- Para ser honestos al principio cuando Ephy te mando a mi no sabía con que intención lo hacía, yo sabía bien que él quería que yo olvidará a Glenn y todos aquellos sentimientos crueles que este me había dejado, soledad, tristeza, culpa.
- Ephy...
El recuerdo del rostro de Ephy le hizo sentir miedo.
- No Steph, no es como piensas, se lo que pasó con Ephy.
Su cuerpo se tenso al recordar aquello y dijo.
- Que?!
- Se que Ephy te tomó por las malas.
Dije intentando controlarme.
- Sid yo...
El bajo la cabeza y pude sentir que su mente se nublaba.
- Steph déjame terminar quieres? Cómo te dije no sabía con que intención te había enviado Ephy y luego lo descubrí, te descubrí como de verdad eres... Un humano real, no te pareces nada a Glenn, tú eres más listo sabes? Mucho más.
Él se sonrojo, en su cabeza estaba feliz de escuchar eso.
- Descubrí que tú no tratabas de ser dulce e ingenuo para aparentar, tu así eres en realidad. Podrías tropezar mil veces con la misma piedra y volverías a pasar por ahí sin mirar y de igual forma lo intentarías. Eres lindo y necio, por Satán que si eres necio, y además eres el primer humano que me ha puesto de rodillas por amor verdadero, son tus besos lo que soñaba cada noche en mi amada Antártida, tu piel, tus ojos negros. Tú viniste a mi y rompiste cada barrera con esa forma simple, eres tan hermoso Steph y Ephy sabía eso y más de ti, por que las almas buenas se reconocen.
- Ephy no era bueno, no!- Dijo aún recordando ese dolor.
- Me duele también que él te haya hecho eso Steph pero lo que tú ignoras de él, es que eso me puso en libertad.
- Ah?
- Ephy me salvó.
- Que?! Qué dices?
- Teóricamente yo abuse de ti y viole tu libre albedrío la primera vez que nos conocimos sabes?
- No, bueno no es así de crudo como lo dices, yo... Yo desde que te vi y tú me tocaste sentí placer y bueno...- El rubio se sonrojo y dijo- Bueno tú me pareciste muy apuesto.
- Cuando fui a Roma a enfrentar a Nereo no me tenía preocupado el pelear contra él, Nereo es el más joven de los cuatro Leviatanes y por lo tanto era el mas inexperto; eso sin mencionar que su poder jamás superaría al mío. Lo que realmente tenía que justificar era el llevar un contrato que no había sido firmado pero para eso apelaría al amor que siente Kyrie por mi y sabía que él podría resolverlo fácilmente, incluso dándome una ventaja. Pero para ese entonces tu carta ya había llegado a la sede, más a mi nada se me dijo de aquello. Se me encerró en una celda de hielo y estuve ahí por meses, creí que iba a ser ejecutado e incluso escribí aquella carta donde te contaba la historia de Glenn y mía, yo había dejado todo dispuesto para que te cuidara Ephy y los chicos de la asamblea, pero eso fue hasta que Kyrie me mandó llamar. Ahí estaba Ephy frente a mi, Ephy no era un espectro común Steph, para nada! Incluso no era un espectro... Ephy llegó a la sede y confesó delante de Kyrie que él te había tomado a la fuerza, Kyrie sabia la verdad, nada puede escapar a él, después de todo es el maestro de todos los espectros pero un crimen había sido cometido y alguien debía pagar. Kyrie nos enfrentó y aunque yo sabía que Ephy te había poseído y créeme que estaba muy molesto sabía por qué lo había hecho, Ephy asumió mi castigo.
- Que? Sid, no entiendo.
- Ephy fue sacrificado por mi, él te poseyó para que cuando tú vieras al maestro y él buscará una posesión indebida de inmediato tu lo recordarás y pasaras por alto nuestro primer encuentro, aún a pesar de que yo te gustase o te hubiera hecho sentir placer; si Ephy no se hubiera culpado a sí mismo lo que Kyrie hubiera hallado en tu cabeza como un recuerdo de miedo y violación hubiera sido nuestro primer encuentro. Pero Ephy aún en contra de su naturaleza lo hizo, te tomó y además se enfrentó a mi.
- Ephy... Entonces Ephy me violó para...
- Para salvarme a mi.
- Pero ...
- Ephy te envío a mi para salvarme y además él mismo dio su existencia para salvarme. Debes perdonarme Steph por que tuvist que pasar por todo aquello por mi culpa.
Steph se quedó mudo unos instantes, en su mente aparecía la imagen de Ephy y en sus sentimientos aquel amor que Ephy sentía por mi, sus pensamientos se inundaban con aquella frase " Ephy en realidad dio todo por Sid por que lo amaba, lo amaba mucho"
-Steph, Ephy y yo jamás hubiéramos podido estar juntos pues iba contra la regla de espectro no posee espectro.
Él me miro y dijo.
- Tu sabías lo que Ephy sentía?
- Si.
- Sid tú...
- Ephy y yo jamás tuvimos una historia Steph, él sabía bien las reglas y yo también.
Steph se cubrió la cara con las manos, era insoportable verle llorar. Acudí de inmediato a consolarlo.
- Yo jamás podré hacer algo así por ti.
- Steph... Escucha bien lo que voy a decirte. Jamás te pediría que dieras tu existencia por mí como lo hizo Ephy y sabes por qué?
El rubio negó e intento dejar de llorar pero le costaba mucho trabajo.
- Por que Ephy era un ángel y lo digo en sentido literal.
- Ah? Un... Un ángel?
- Ephy no era un espectro sino una parte del arcángel Sadkiel, lo que lo hacía un ángel. Tu ya has visto uno verdad?
- Que? Si, bueno en la India conoci a uno pero... Como es que Ephy...
- Yo sabia eso desde que lo conocí, él no tenía alas negras como nosotros, ni cuernos, ni nada de lo que los demás miembros de la asamblea y yo tenemos, Ephy tenía enormes alas blancas, ojos dorados y era un ángel en verdad.
- Es increíble!
- Lo se pero en realidad así es y es normal que los ángeles sigan el camino de la luz, es por eso que Ephy lo hizo.
- Entonces... Ephy te salvó por amor... Sid él debió amarte demasiado ...
Dijo Steph ya muy sumido en su tristeza.
- Si, pero sabes algo? Él sabía que mi amor estaba en una rubia melena inglesa.
Lo metí entre mis brazos y bese sus cabellos dorados.
- Ahora me siento terrible, desde que pasó eso, desee no volver a ver a Ephy y algunas veces hasta lo maldije.
- Descuida, a los ángeles las maldiciones no les hacen nada y además donde quiera que esté, ahora está en paz.
- Sid?
- Ephy te vio primero que nadie y reconoció en tu alma dulce el bálsamo para curar todo lo negro que había quedado en mi, él sabía que tú me harías muy feliz, muy, muy feliz y Ephy te trajo a mi Steph. Es por eso que siempre le estaré agradecido.
Él se abrazo a mi cintura y pego su rostro a mi pecho.
- Perdón Sid. Perdón por hacerte ir a pelear con Nereo, perdón por tirar tus recuerdos y por hacer todas las tonterías que he hecho, perdón por lo de Ephy y perdón por que quizás te iría mejor si no nos hubiéramos encontrado aquella noche de brujas...
- Steph no digas tantas tonterías. No escuchaste lo que dije?
El rubio me miro y asintió a lo bobo.
- Escúchame Steph, si no nos hubiéramos encontrado no tendría tu amor y ya hubiera ido a pedirle a Kyrie que acabase conmigo, nunca nadie me hubiera amado como tu amor lo hace. Steph en ti he hallado todo lo que necesito, lo que siempre quise y todo lo que me hace falta.
- Pero... Tus cosas...
- No llores más Steph, esas fotos son solo un cascarón, solo son cosas vacías, Glenn está muerto.
- Pero... Tú lo amabas mucho.
- Si, pero ahora comprendo que el a mi no y sus cosas no van a devolverme aquel amor o la ilusión. Pero tú... Tú viniste a llevarte a todos esos recuerdos vacíos de amor y llenos de dolor, y ahora tu amor es mi nueva ilusión Steph, tú tienes todo de mi, te amo demasiado.
- Sid... Yo también te amo.
Yo le rodee por la cintura y me apodere de sus labios. Sus besos eran tan intensos y dulces, Steph no podía ocultar su amor y eso me hacía sentir muy contento. Su cabeza gritaba que me amaba, su corazón lo gritaba y se aceleraba por ello, todo su ser se estremecía de amor y aunque él tenía razón, yo había amado mucho a Glenn, y había vivido de acuerdo a lo que este decía, había vivido en un mundo cínico y sin amor, había vivido como Glenn había querido y nada me había dolido más que eso; pero ahora era un pasado que no quería recordar pues desde que este niño rubio había llegado a mi, la soledad me había abandonado, simplemente ya no existía y simplemente podía decir que era un demonio muy dichoso, había encontrado la manera de poder estar cerca de la luz aún viviendo en la oscuridad. Se podía ser tan feliz solo por un humano?
Yo lo recosté con cuidado en el césped y me adueñe de su cuerpo, sabía que lo que había entre Steph y yo era más grande que cualquier otra cosa, era más grande incluso que todo el odio que nos rodeaba, más grande que el mismo infierno.
Jamás había pensado en todo ese odio que le había hecho tanto mal a Glenn, pero después de todo, él mismo antes de maldecir mi destino me había dejado a mi propia redención, Steph. Quizás ahora había dejado atrás a Glenn pero siempre le agradecería el dejarme a Steph. Gracias Glenn, soy tan feliz solo por que este pequeño rubio nació.
Subí sus piernas sobre mis hombros y el rubio me pasó los brazos por el cuello, yo comencé a amarlo en silencio.
Cerré los ojos y evoque ese recuerdo...
" Para que no ames nada más que no sea mi sangre. Nada"
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Sonreí después de que Sid terminó y se recostó a mi lado.
- Aún así perdón Sid... Eran tus cosas y no debí.
Él meditó unos instantes y dijo:
- Oye Steph por mi no hay problema solo hay unos pequeños detalles que seguro no captaste mientras arrojabas todo al mar.
- Ah?
Yo recargue mi cabeza en su pecho de mármol blanco y él continuo.
- En primera, solo había un par de baúles de cosas de Glenn y mías. Lo demás eran fotos de los espectros de la asamblea, fotos de Elliot y de los gemelos y de los hermanos espectro y de Ephy.
- Que?
- Así que para mi no es tan importante, pero supongo a ellos no les va a agradar cuando sepan que sucedió con sus cosas.
- Ah?!
Qué quería decir Sid con eso de que no les iba a agradar?
- No lo se, supongo no les has dicho a ellos que también arrojarse sus cosas, y los libros de la contabilidad de las empresas y los diarios que estos escribieron de sus memorias y cartas de viejos espectros conocidos y contratos de almas perdidas y todas, todas sus cosas.
Me hice un ovillo y cerré los ojos, solo yo era tan idiota, idiota, idiota.
- La segunda cosa es que tampoco pensaste en la contaminación que causabas arrojando todo eso al mar eh? Vaya si me costó trabajo poder limpiar todo ese desastre. No lo vuelvas a hacer quieres?
Yo en definitiva seguía siendo un idiota.
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Del libro de Kuri.
Despedida.
Habíamos regresado a Londres y apenas faltaban unas semanas para la fiesta de Steph. Roja, el mocoso y yo nos regresamos antes pues yo no deseaba ver su felicidad, me sentía muy codicioso de ellos y su amor dulzón, lo deseaba y no podía tenerlo así que fui a la empresa y me refugie ahí, no quería ver el cielo de Londres, no quería ver el poco sol que pegaba ese día que arribamos así que me quedé en la habitación de Yuri a oscuras.
Unos toquidos incesantes sonaron y me sacaron de mi mismo.
- Adelante.
- Los arquitectos llegaron.
Era ese mocoso odioso. Él no se alejó de la puerta el miedo se le notaba.
- Y?
- Pues quieren presentarle su diseño y ver sus requerimientos.
- Roja y tú elijan, solo no toquen el despacho de esta ala y está habitación entendido?
- No va a salir a atender?
- Estás sordo acaso?
- Pero es su casa.
- Es lo mismo, atiéndelos tu.
- Pero...
Yo me levanté los lentes oscuros y dije.
- Escucha mocoso, tú también vas a vivir aquí así que ve y atiéndelos, es una orden.
El me miro con esos ojos llenos de coraje y resentimiento y dijo.
- Acaso no va a salir de aquí jamás?
- No.
Mi respuesta lo encolerizo más y dijo.
- Bien.
Dio media vuelta y se marchó dando un portazo.
Estaba fastidiado de sentirme así, estaba fastidiado de no tener nada por que seguir, lo había intentado, había intentado quererle pero no podía por que no era él, y si quería terminar con todo estaba en todo mi maldito derecho pues, quien podría juzgarme? Elliot al final se había quedado con su Kanon, Samael como pudo logro tener a Theobald, Steph recuperó a Sid y Layla... Bueno Layla era una bruja sin corazón, pero él ya no iba a regresar, ósea yo había perdido todo lo que conocía y amaba.
Busque su foto y vi las flores frescas a un lado, me dio coraje y lance el jarrón contra la pared.
- No hay ya nada! Nada! Es suficiente, me rindo.
Mire la hora y vi que aún faltaban más de cinco horas para el atardecer así que me senté de nuevo a esperar, ahora sí haría que contará, ja Veríamos quien ganaba al final.
En cuanto el sol comenzó a bajar, de inmediato saque mis alas y me dirigí a Rusia. No había más juegos, ni nadie que me protegiera como él, no había nada más que me detuviera de hacer lo que quisiera y lo que quería era poder estar mejor.
Llegue en un tiempo récord a la línea donde él y yo nos habíamos despedido, la nieve era intensa y me pareció aún poder verlo, ver su sonrisa curiosa. Quizás él aparecería de un momento a otro por aquí, entonces se daría cuenta de lo idiota que era y que no podía estar ya sin él, al ver eso se quedaría, entonces hablaríamos de lo que había sucedido, no! No hablaríamos de eso por que no nos gustaría, olvidaríamos la separación y recordaríamos los buenos tiempos, hablaríamos por horas, reiríamos de aquellos momentos, haríamos el amor, quizás; aunque doliese lo haríamos.
- Bienvenido su alteza.
Giré el rostro pero no era él.
Amor Yaoi
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