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ESPECTRO... DE DOLOR L2 por Lory Backon

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Notas del capitulo:

Próximo capitulo: Una primera cita y como demonios es que alguien termina aprovechándose de otro alguien?!




Del libro de Sid.
Pensamientos impuros.

- Lárgate de aquí oficial!
- Este es un sitio público Santinni.
- Lárgate dije!
- No quiero.
- Si no te vas voy a...
- A ver oblígame.
- Basta! Basta!- Dijo Steph que se posicionó entre nosotros- Sid basta.
- Yo? Este perro policía vino a molestarnos.
- Yo? Claro que no! Esto ha sido una coincidencia primor, solo que tú perro guardián no sabe salir sin bozal.
Me plante firme y erguido delante de él y antes de que hiciera cualquier movimiento, Steph volvió a meterse en medio.
- Sid! Ya!
Las miradas curiosas estaban impacientes en el piso de abajo. Pero a mí no me ocupaba nada de eso, sino lo que ese pervertido estaba pensando.
Las imágenes de su cabeza eran tan claras, tan nítidas en mi cabeza, él había visualizado lo mío, él había tocado lo mío, lo había probado y ahora fantaseaba con un vestido...
Steph, usando una especie de vestido viejo, él lo tenía aún, lo poseía, una imagen más clara era de Steph usando ese vestido y ese policia de repente con sus sucios dedos y de manera lenta se lo quitaba, sus dedos rozaban la piel blanquecina de mi propiedad, subía ese vestido despacio y mi rubio, mi rubio! Mío, de mi propiedad se dejaba, como hacía unos instantes, eso me estaba desquiciando! Este cerdo tocaba su piel con sus dedos sucios y grasientos de humano, mi rubio bajo su poder, Steph indefenso bajo el policía. Él soñaba con la piel de porcelana de Steph, y por alguna razón que no quería saber ese desgraciado al parecer tenía una idea bastante real de aquello!
- Sid, ve con los demás!
- No quiero, ese idiota no se va a quedar a solas contigo!
- Sid!
- Está bien primor, lo que diré lo puedo decir delante de tu perro gigantón o sus amigos por que a diferencia de él yo soy un hombre de verdad.
- Whip.
Ese idiota dio un suspiro y se plantó bien frente de lo mío, se encorvo un poco por qué era mucho más alto que mi rubio y metió las manos en los bolsillos de sus jeans.
- Escúchame bien Steph, tu eres como un sueño para mi, por ahora uno imposible pero yo no voy a darme por vencido eh?
Steph miraba a ese perro policía de una manera sorprendentemente tierna.
- Whip yo...
- No digas nada, quieres?
Mi rubio asintió despacio y este idiota acercó más su carota a lo mío y yo ya estaba en el límite, cuando él susurro en su oído.
- Si quieres encontrar la libertad de verdad nene, conmigo te aseguro que lo harás, Steph tu llegaste a mi no por casualidad y no importa que suceda y tal vez no ocurra hoy o mañana pero yo voy a ser el dueño de tu amor.
- Whip yo... No puedo...
- Es lógico amor, se que me estoy arriesgando y quizás pierda todo, pero si no me arriesgo no voy a ganar y eso es seguro.
El desgraciado ese se acercó a besar la comisura de los labios de mi rubio y en ese momento mi paciencia llegó a su límite y me plante justo delante de él propinándole con mi cuerpo un empujón sin nada de fuerza que ocasionó que el perro policía se tambaleara pero el muy infeliz no cayó al suelo.
- Steph es mío escuchaste? Mío! Mío!
- Whip!- Dijo Steph al ver a ese idiota intentando conservar el equilibrio.
- Descuida Steph estoy bien.
- Sid adelántate te lo suplico!- Rogó mi rubio.
- No! No me voy a ir y si este idiota quiere problemas, eso es lo que va a tener!
El perro policía soltó una risita de burla y eso fue suficiente así que me quite el saco de inmediato y ya iba por la camisa cuando Kuri me tomo por el antebrazo.
- Sid no.
Este estaba rojo debido al calor del lugar y las bebidas que se había tomado pero aún y con todo eso tenía la mente de un despejada.
- Ajá! Ahí está amor, ahí está la verdadera cara de quién robo tu amor eh? Ahí está.
Este me señalo y se irguió de inmediato, incluso parecía haber elevado su estatura un par de centímetros más al erguirse pero a mí ese payaso no me podía causar ninguna impresión pues si era necesario lo tomaría y con mis propias manos le torcería el cuello.
- Whip.
Steph tenía ya los ojos rojos y estaba a una de quebrarse pero yo no los iba a dejar ni un segundo a solas.
- Como tú perro gigantón está muy rabioso y no le importa hacerte llorar yo me voy nene pero solo por que a mí no me gusta verte llorar.
Apenas dijo eso voltee a ver a Steph, carajo!
- Steph, estás bien?- Pregunté, pero él no contestó.
El policía dio media vuelta y dijo girando la cabeza en nuestra dirección.
- Tu eres mi amor Steph.... Mírame, me voy pero siempre te voy a estar esperando.
Este miró al frente y levantó la mano en señal de despedida mientras seguía su camino.
- No lo olvides amor, no es demasiado tarde Steph, nunca para ti, búscame! Si quieres hazlo! Búscame!
Estaba encolerizado a más, había tocado lo mío, se había declarado dueño de lo mío y además de todo me había hecho una afrenta personal, pero eso pasó a segundo plano cuando vi la clara intención del rubio de dar un paso para seguirlo así que tome a Steph por el antebrazo y eche su peso a mi hombro.
- Sid pero que haces?
- Nos vamos!
- Pero...
Salí de aquel sitio sin saber si Kuri y su pupilo venían tras de nosotros, abrí la puerta trasera del coche y metí al rubio que aún pataleaba furioso y puse el seguro, de inmediato aborde y arranque sin más.
- Sid que haces? Kuri! Benny!
- No me importa! No me importa nada Steph, ese idiota te toco. No puedo tolerar eso, lo mataré y luego voy a descuartizarlo y saltar sobre los pedazos.
- Sid!
Llevaba una velocidad de 280 km por las calles estrechas de Londres y vi como el rubio se volvía una masa chillona y temblorosa.
- No lo tolero, mañana voy a tomar cartas en el asunto, haré que lo manden lejos!
- Sid baja la velocidad!- Chillo Steph.
- Te juro que haré que lo manden a Afganistán o a algún lugar así!
- Sid, baja la velocidad por favor!
- Ese idiota nunca más volverá a tocar lo mío! No lo tolero!
- Sid tengo miedo por favor!
- Estoy furioso, pero juro que...
- Sid baja la waaa- Vi por el espejo retrovisor que el rubio estaba vomitándose encima. Intenté frenar despacio pero me tomo unos segundos pues ya iba a más de 320 km por hora.
Al fin en ceros me baje del coche y fui de inmediato a donde estaba él.
- Steph, estás bien?
- Me vomité- Dijo con lagrimas en los ojos- Vomité tu coche.
- No es importante eso, lo importante es como te sientes?
- Que jodidos es importante para ti Sid?
Dijo el rubio llorón con los ojos inundados. Yo miré a un lado y callé.
- Dímelo! Dímelo por que para ti nada es importante, empujaste a Whip, salimos de ahí dejando a Kuri y Benny que no traían coche y además con la cuenta y venías conduciendo como un maldito enfermo! Que jodidos es importante entonces?
Yo suspiré y me sostuve el puente de la nariz.
- Steph...
- Que?! Responde - Dijo sin comprender que esa era la respuesta.
- Steph, tu, tu eres lo importante para mí.
- No parece! Casi nos matas en el coche.
- Eso no pasará nunca.
- Ah?
- No puedo morir por un accidente de coche recuerdas?
- Tu no pero yo sí.
- Pero usaste el plural, dijiste nos matas.
- Y?- Este comenzó a llorar aún mas.
- Steph si el coche se hubiera estrellado no te hubiera sucedido nada entiéndelo.
- Ahora soy estúpido eh?
- No, es sólo que ....
- Que?
- Te lo mostraré.
Le di un beso y lo invité a abordar de nuevo para luego volver a mi lugar de conductor.
- Ah? Sid yo...
- Descuida. Quítate esa ropa o te resfriaras.
Conduje directo a Mousetrapp y este seguía quejándose mientras se quitaba la ropa. Llegamos rápido a una velocidad normal y una vez que cruce el portón de la entrada di rienda suelta a mi plan.
- Por que no me llevaste a casa Sid...
Sin avisarle mientras el parloteaba, acelere de cero a cien y luego a doscientos contra el jugoso muro de piedra de uno de los jardines.
- Siiiiid!- Grito el rubio y yo a unos escasos tres centímetros y eso por precaución extendí mis alas y con mi máxima velocidad volé el asiento del vehículo junto a todo lo que me obstaculizaba llegar al rubio, podía ver su gesto de horror como si estuviera en cámara lenta y aún con dos segundos de ventaja le tome en mis brazos, le envolví con mis alas y salí del vehículo volando la puerta. Por lógica el carro se fue a estampar contra el muro del jardín y se deshizo por completo en un no muy escandaloso estallido.
Después de aquello abrí mis alas y vi al rubio que estaba dentro temblando como una hoja.
- Eso es lo que quería decir Steph.
- Qu... Que pasó?
- No importa que, yo siempre te voy a proteger. Un carro no es nada para mí.
- Lo hiciste a propósito Sid?
-Solo para que me creas y lo tengas consciente, siempre te voy a proteger. No importa si conduzco como desquiciado no mataré a nadie y menos a ti.
- Estás loco?!- Estalló el rubio enojado- Estás loco! Loco! Si quieres morir es tu problema, pero a mí no me metas! Arriesgaste mi vida idiota!
- Ya te dije que no- Dije con paciencia.
- Si! Estrellaste tu coche a propósito por demostrar que nada me pasó? Casi me matas del susto idiota! Vete! Vete!
Yo miré al rubio y este estaba colérico así que lo obedecí y di media vuelta.
- Maldición Sid a donde vas?
- Dijiste que me fuera!
- Solo era una maldita expresión!
- Ah?
Yo muchas veces no comprendía la forma de Steph de expresarse, era quizás el único inglés que no hablaba con propiedad el idioma.
Este se dejó caer y se puso a llorar.
- Perdón Steph, se que no fue grato lo que hice pero es que era quizás la única forma de que creyeras lo que te digo.
Dije arrodillándome a su lado y besando sus cabellos dorados.
- Vamos no llores más.
- Eres un tonto, no necesitas hacer esas demostraciones!
- Lo se, anda deja de llorar quieres?
Tome su barbilla y le di un beso en los labios.
- Déjame, que tengo sabor a vómito.
- No es importante.
-Sid?
- Si?
- Me orine del susto.
- Lo se, cuando te tome en mis brazos me manchaste el pantalón.
El rubio miro a un lado dijo:
- No lo hagas de nuevo quieres?
- Está bien, no lo volveré a hacer. Vamos a la casa, hace frío.
- Y el coche?
- Mañana mandaré una grúa a que lo saquen y se lo lleven.
Lo subi en brazos y este pego su cabeza a mi pecho.
- Sid?
- Mande?
- No puedes tocar al oficial June.
- Si, está muy fresca la noche eh?
- Sid!
- No quiero hablar de eso.
- Sid, es en serio no puedes hacerle nada a Whip!
- Claro que sí, los productos del mar Báltico siempre son frescos aunque no se debe abusar de la pesca!
- Sid! Júramelo!
- No.
- Júramelo!
- No.
- Sid!
- Lo intentaré, pero no es una promesa Steph, mientras no te toque intentaré calmarme.
- Por que eres así Sid?
- Ah? Así me crearon Steph, pero le preguntaré algún día a un enemigo o a alguien que sepa.
- No seas tonto, me refiero a por que no entiendes que al que amo es a ti y a nadie más.
- Lo entiendo y lo siento, pero no se trata de eso, cuando alguien te toca es como si sacarán mi lado más malvado, algo dentro me hierve, me lleno de ira y entonces quiero destruir aquello que se atrevió a poner un dedo en mi propiedad.
- No me llames propiedad Sid.
Este se acunó en mis brazos y cerró los ojos.
- Deberías tratar de controlar esos impulsos tan infantiles ya que no son buenos.
Steph comenzó a quedarse dormido rápidamente sin comprender que esas reacciones en mi ser eran normales, que esos impulsos como el les llamó no eran meros impulsos. Llamar impulso a mi reacción sería equivalente a la reacción que tiene un humano que ha puesto la palma de la mano directamente sobre una flama, lo normal es que el fuego le queme, le produzca dolor y este quité la mano pero mi amado rubio que había recostado en la cama y ahora dormía plácidamente no comprendía que lo que él me pedía era dejar las manos en el fuego.
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June "Latigo" W.

Me había comportado como un auténtico idiota yo también. Intentando exhibir a un mocoso como Santinni; pero es que cuando los había visto bailando tan acaramelados en el reservado de aquel lugar me había vuelto loco de celos.
Habíamos parado en uno de los mejores clubes de Londres. Por alguna razón algunos nuevos reclutas que eran de mi edad o quizás un año menor me habían arrastrado en su plan sabatino y yo la verdad es que por estar pensando en rubio cara de niña solo asentí y dije lo prometo, a lo bobo. Por lógica llegó el sábado y tuve que cumplir mi palabra aún a pesar de que a mí no me gustaban ese tipo de lugares tan jocosos, además tenía un horario muy estricto en aquello de sumirme en mi miseria sentimental.
Había intentado con todas mis fuerzas no ir a ver al rubio, no buscarlo en su trabajo, pero todos los días acababa derrotado escondido tras una enorme maceta en la salida del estacionamiento donde, por que no? El objeto de afecto salía bien custodiado en el lujoso coche del mocoso heredero. Solo lo veía los viernes, pero; oh sorpresa! Ahí también estaba Santini actuando de manera mojigata delante de mi suegra Cathy. Dando lástima con la cantaleta de no me dejan comer nada! Desperdiciando té que nunca tomaba! Mentiras! Puras mentiras! Seguro esto era debido a que las cosas que se servían en la casa de Steph no eran de su refinado gusto de princesa.
En fin; la vida seguía de una manera patética y como había mencionado yo tuve que cumplir mi palabra. Llegamos al sito y de inmediato no dude en pedir unas cervezas y en cuanto las tuve en la mano fui a colocarme en la esquina más remota donde las luces exuberantes no me tocaran.
- Yo y mi bocota.
- Superior Whipper venga vamos a bailar.
Sonreí con cortesía y dije.
- Pasó Mellie, pero tú ve.
- Pero yo quiero bailar con un hombre guapo como usted. Vamos, no va a rechazarme o si? No es cortes.
Suspiré, di un trago a mi bebida, uno bastante grande y fui con ella.
Una pieza con ella y una cerveza otras con otra oficial y otras cervezas más y así paso la media noche cuando entre tanto baile a lo lejos vi a una pareja muy chistosa.
Una dama pequeña de cabellos rubios que estaba descalza y pisaba los pies de su novio mientras bailaba. Sus cabellos rubios me hicieron recordar mi propio tormento y me quedé mirando fijamente. Aquel chico le tenía la mano cogida y de vez en vez se agachaba para dar besos a su pequeña novia.
Suspiré y sentí celos, por que no podíamos estar el rubio y yo en una situación así? Yo no tenía todo el dinero que tenía Santinni pero conmigo nunca le haría falta nada a Steph o a su madre, tampoco tenía esa cara de ángel pero no me consideraba feo, siempre considere que era bastante bien parecido y además conmigo siempre estaría seguro pues yo jamás me iría a quien sabe donde por ningún motivo.
- Superior? - Me saco de mis pensamientos la voz de la chica con la que bailaba.
-Ah?! Ah me disculpas un minuto?
- Si.
Dijo ella apenada y yo me dirigí al baño para descargar las más de doce cervezas que ya llevaba encima.
Me posicione en el urinal de en medio y me baje el cierre de los jeans, apunte y descargue, uffff qué alivio! Cerré los ojos, no es que estuviera mareado pues yo tenía mucho aguante en la bebida pero el placer de orinar era digno de los mismos dioses. Todos aquellos pensamientos se fueron abajo cuando escuche su voz.
- Whip?
De golpe abrí los ojos y ahí saliendo del baño estaba él.
- Steph?
Este se acercó mientras yo seguía orinando y miro mi sexo. Luego me miró y se puso muy ruborizado.
- Lo... Lo siento mucho.
Dijo volteándose de inmediato.
- Ah?
- No quería mirarlo!
Sonreí y dije.
- Para mí es un halago.
- No, perdón! Halago?- Dijo reaccionando en seco.
-Si, un halago!- Dije terminando y acomodando todo en su lugar.
- Que quieres decir con halago?
- Quiero decir que se te antojo!
Dije posicionándome delante de él.
- Claro que no Whip!
Respondió molesto y eso me hizo reír.
Fui al lavamanos y él también pero aún con el gesto fruncido, así que le dije.
- No te enojes Steph, es una broma.
Su sonrisa apareció de nuevo en sus hermosos labios rosados y dijo.
- Que haces aquí?
- Vine a buscarte- Dije y de nuevo el color lo invadió.
- Whip que cosas dices?!
- Tu qué haces aquí?!
- Awww es que... Bueno Kuri que hacía mucho no salía quiso venir a este sitio, y bueno... No es que yo quisiera... Pero luego...
El balbuceaba bajito cosas sin sentido y comprendí de inmediato por que estaba actuando así.
- Así que vienes acompañado de tu perro gigantón eh?
El rubio bajo la mirada y asintió.
- Bueno, no importa, me ha dado mucho gusto poder verte Steph.
- A mi también me da gusto verte Whip, ojalá un día podamos ir a platicar o a tomar un helado?
Sus ojos negros se habían iluminado al decir esto último y en mi pecho todo el amor que había intentado más a la fuerza que de buena gana de encerrar salió así de repente, partiendo plaza por todo mi ser.
Steph y yo nos quedamos mirando el uno al otro unos segundos y él dijo.
- Te veré luego Whip.
No! No quería que se fuera, yo no... No!
- Steph, he intentado no amarte, créeme que lo he intentado, he intentado ponerle un alto al amor que tengo por ti...
- Ah?
- Steph intenté dejar de pensar en ti, olvidarte, jure no buscarte más pero no puedo. Sé que sabes bien lo que yo siento y no puedo más.
Lo aferre por la muñeca y lo arrastre hasta una cabina de baño, estábamos tan cerca y sus ojos negros me miraban con ese gesto de desconcierto que me prendió de inmediato.
- Te amo Steph.
- Whip por favor...
No soporte más y le besé con fiereza. Este se resistió al principio pero sin más lo tome por las nalgas, lo recargue en una de las puertas del gabinete y lo subí a mi cintura mientras hacía que el espacio entre los dos fuera nulo. Como dije; al principio rechazo mi beso pero eran tan intensos mis sentimientos que incluso él pudo darse cuenta y después de unos momentos me correspondió. Mis manos recordaban su silueta perfectamente, quizás el rubio había ganado algo de peso pero era su cuerpo, era su piel blanca y yo podía reconocer su piel por mero tacto donde fuese, en cualquier momento yo sabría reconocer su cuerpo pues era el único capaz de encenderme de esa manera. Hice un apoyo con mi pierna derecha y acaricié sus muslos y su entrepierna en tanto él era presa de mis besos. Confieso que no se en que falle pues Steph estaba muy a gusto en mis brazos cuando intenté tocar su sexo y él me paro en seco.
- Whip no!
- Pero... Bombón.
- No! No es correcto.
- Para quien no es correcto primor?
- Para nadie! No es correcto para nadie!- Dijo con los ojos inyectados.
Suspiré y lo baje de inmediato.
- Steph te amo.
- Whip yo te quiero mucho, pero solo como amigo.
Yo puse el dedo índice en sus labios y dije.
- Yo puedo hacerlo mejor que ese perro gigantón Steph.
- Whip, por favor! Yo amo a Sid.
- También puedes amarme a mi, solo es cuestión de que te decidas.
Él miró el piso del baño y comprendí que quizás no era el lugar para eso.
- Steph, piénsalo quieres? Piensa en mí, piénsalo, por favor.
- Whip- Dijo él mirándome con esos enormes ojos negros.
- Cuando estés solo piensa en estos momentos, piensa en mis besos, como te saciaron hace unos momentos, recuerda este momento, mi cariño, como mis manos tocaron tu piel. Piénsalo bien?
Su cuerpo pequeño y su piel lechosa de gallina, estaba irreparablemente enamorado de este niño.
- Steph te amo- Dije y le di un beso en la frente- Vamos, te llevo a tu sitio.
- No es necesario Whip.
- Vamos, no habrá problemas lo juro.
Tome su mano y sus mejillas se llenaron de rubor.
Salimos y la geste estaba apelotonada en la entrada del baño de mujeres, una canción conocida se escuchaba por todo el lugar y a todo volumen, mire a Steph que aún se aferraba a mi mano y yo decidí hablarle al oído.
- Steph, puedes hacerme un favor?
El asintió y yo le susurré de nuevo.
- Baila conmigo quieres?
Él me miró un poco desconcertado y luego dijo.
- Ahorita?
Yo asentí y él señaló el balcón donde justo yo había visto a la pequeña rubia bailando mientras decía quien sabe que cosas, seguro el perro gigantón estaba ahí. Eso me dio más vitalidad y tome a Steph de la mano y lo guíe casi a trompicones justo debajo del balcón para exclusivos, lo tome de la cintura y lo subí en mis pies.
- Whip- Dijo lo más fuerte que pudo y yo le respondí.
- Descuida amor, aquí nadie nos mira.
Los primeros movimientos fueron tensos pero conforme avanzaba la música este se recargo en mi pecho y yo me sentía tan bien que le aferre más contra mí y seguí así hasta que recordé al perro grandulón. Mire hacia arriba y ahí estaba él, observando, sonreí y pensé. Idiota es mío. Volví a lo mío y besé la cabeza del rubio, amarlo valía todo para mí.
No me duró mucho el gusto, no sabía cómo pues apenas habían pasado unos segundos cuando sentí esa mirada pesada y ahí estaba él.
Yo pensé en lo que había sucedido entre nosotros y sus ojos se afilaron más, era como si supiera lo que estaba pensado y eso hubiera sido muy gracioso pues en realidad si él lo supiera seguro una pelea se hubiera desatado.
- Steph vámonos!
El rubio dio un salto y dijo.
- Sid! Pero...
- Vámonos!
- Espera un momento Santinni, Steph está bailando conmigo.
- Suéltalo pervertido.
- Pervertido?
- Policía violador de menores!
- Ah?
- Sid aquí no por favor- Rogó el rubio.
- Menores? Yo soy menor que él- Argumente.
-Entonces eres un violador de ancianos.
- Aquí no!- Dijo Steph furioso y de inmediato subió hacia el apartado donde ellos estaban.

Al fin subimos al privado donde yo había visto bailar a la pequeña rubia lo que me daba una vez más la confirmación de que no era pequeña sino mi pequeño rubio. Nada más al verme entrar por la puerta fui blanco de todas las miradas, estaban dos muchachos con el perro gigantón. A uno de ellos ya lo conocía, aunque se miraba algo diferente, como si estuviera enfermo. Al otro castaño nunca lo había visto.
- Sid cálmate- Dijo el de ojos azules y el otro castaño se tenso de inmediato.
- No tienes nada que hacer aquí maldito Bobby!
Ese mocoso de Santinni que se creía? Aún así; algo había en mi que se sentía feliz, recordaba lo del baño y eso me hizo recordar otras tantas cosas más que realmente me habían mantenido vivo durante todo este tiempo, Steph y ese vestido. Steph mi sueño imposible pero ahora no lo era tanto, su piel, yo dueño de él, de su alma.
- Whip, Sid por favor no peleen.
- Tranquilo Steph solo los mocosos pelean.
- Eso solo lo dicen los cobardes y los perdedores-Se alzó Santinni.
- Por favor! Por qué no se calman el intentamos remediar esto.
- Por favor Steph, no me pidas que haga una tregua con él por qué no puedo.
-No, tampoco es que yo quiera, ahora lárgate perro polícia!
- Tus insultos son dignos de un niño de kinder Sid. Me das mucha risa.
Dije mofándome del mocoso ese y tal y como lo imaginé esto provocó aún más su ira.
Las cosas al final no terminaron muy bien, estaba algo mareado, no había bebido mucho pero había bebido lo suficiente como para saber que en mi posición no era buena idea pelearme con Santinni y además estaba lo suficientemente sobrio para ver la carita del rubio que rogaba por que alguien entrará en razón. Así que me retiré no sin antes decirle frente al perro gigantón de su novio que siempre lo iba a esperar, que siempre estaría para él, que me buscara. Me separé de mi grupo de inmediato y me fui directo a mi apartamento aún a pesar de los ruegos de mis compañeros. Al llegar tome mis cigarros y una botella de Whiskey, eso sí era una bebida de verdad! Bebí directo de la botella, encendí un tabaco y me tiré en la cama que estaba completamente desatendida , al igual que mi apartamento. Busque a tientas bajo la almohada y halle el objeto de mi devoción, aquel vestido viejo que era del rubio; cerré los ojos y lo volví a ver en el, sus muslos, sus caderas ahora más anchas y sus piernas más jugosas. Eso me puso en seguida, así que le di un enorme trago al whiskey y palpe aún más el pequeño vestido. No Steph, perdón pero no habrá tregua contigo.
Su sonrisa, su mirada, su cara de niña era todo lo que quería y hasta el día que fuera mío entonces ese día podría morir en paz. Stephan era mi sueño.
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- Tenía tanto miedo Benny, jure que se iban a pelear.
- Son unos cabezas huecas.
- Exacto! Eso es lo que son esos dos!
- Dignos pretendientes tuyos.
- Si, dignos pretendientes...Oye!
- Lo siento Steph.
- A propósito, cómo llegaron aquí?
- Tomamos un taxi, Kuri se sobrepasó en la bebida.
- Pero si bebió menos que todos, él solo tomo unas tres cervezas a lo mucho.
- Si, pero ese tonto nunca había bebido y para un estómago tan frágil como el de ese tonto una hubiera sido mucho.
- Y entonces?
- Pasó toda la noche vomitando pero gracias a dos días de rico caldo de pollo y verduras cocidas ya está mejor.
- Y dónde está ahorita?
- Salió a arreglar unos asuntos de finanzas dijo; pero quién sabe, ese mocoso es impredecible.
Noté que la forma en que hablaba ahora de Kuri era más relajada, igual se veía que trataba de hacerle la vida difícil a Kuri pero al parecer ahora lo disfrutaba.
- Oye Steph pero mira que si ese policía está loco por ti.
- Ah? Qué tonterías dices, no!- Dije yo sintiendo el calor en la cara.
- Tonterías? Ese hombre se iba a enfrentar a el señor Sid. El cual es enorme! Además con la fuerza que tiene! Yo no podría ni hacerle afrenta.
Yo me quedé mirando mi taza vacía y suspiré.
- Esos dos ni siquiera se conocen bien, quizás si ellos hicieran el esfuerzo, pero no les importa!
- Ah? No creo que no les importe Steph.
- Y como justificas que estén como perros y gatos?
- Pues por que ambos están enamorados de ti.
- Eso no es amor.
- Dices que el señor Sid no te ama?
- No, bueno, Sid si pero Whip... Él quizás solo este confundido.
- No creo.
- Como sabes?
- Bueno yo no lo conocía pero vi como te miraba cuando estaban bailando.
-Ah?
- El señor Sid estaba furioso mirándolos y Kuri y yo nos acercamos, vi esa mirada, como si ese hombre estuviera poseído por ti, era como si lo hubieran hipnotizado y como sostenía tu mano, era un pequeño tesoro en la suya, ese hombre estaba perdido en ti Steph.
- Que cosas dices? Claro que no!
- Tu puedes negártelo todo lo que quieras pero eso es verdad.
Me agarré los cabellos y tire un poco de ellos de la desesperación.
- No puede pasar. No puede.
- Pues ya está pasando pero supongo que no estarás tú pensando dejar el señor Sid.
- Que? Eso nunca! Yo amo a Sid.
- Entonces que te preocupa?
- Bueno... Whip ha sido tan bueno conmigo... Además la verdad yo lo quiero mucho como a un buen amigo. Aunque amo a Sid infinitamente hay veces que no lo entiendo, Sid y todos los espectros son muy complicados de entender para mí. Más sin embargo estar con Whip es sencillo, sabes? El... Él es humano como nosotros y siente hambre y sed y no es tan recto como los chicos de la asamblea.
- Ah lo entiendo Steph, ellos son como personajes de una película, siempre perfectos e impecables, pero el oficial es una figura real.
-Exacto.
- Y eso te hace estar más cómodo con él.
- Eso me gusta de Whip, el es un humano real.
- Bueno y entonces?
- Entonces?
- Si, que piensas hacer?
- De que?
- Steph acaso se te durmió el cerebro?
- Es que no entiendo la pregunta.
- Pues si, que piensas hacer con respecto a el señor Whip?
- A? Nada! Por? Tendría que hacer algo por Whip?
- Pero acabas de decir que él te gusta por que es real.
- Si.
- Y?
- Yo amo a Sid.
- No te entiendo Steph.
- Benny no hay mucho que entender, yo sin Sid me muero, no viviría mucho más allá de unos días, Sid es mi mundo. Es algo que solo puedes saber cuando ellos se marchan.
- Ah, no comprendo Steph.
- Igual buscaré una forma de que esos cabezas huecas se caigan bien, debe haber algo que tengan en común y que les guste.
- Seguro que si lo hay.
- Solo tengo que averiguar qué es...
- Sencillo.
- Ah sí?
- Obvio- Dijo el castaño sirviendo más te en mi taza- Tu.
- Eso no es gracioso Benny.
El italiano y yo seguimos hablando hasta que Sid llegó con Kuri y Aramis.
- Vamonos Steph, hoy es viernes de postres y quiero pasar a la pastelería.
- No de nuevo Sid. Acaso no tienes trabajo que hacer?
- Si y mucho?
- Y?
- No lo voy a hacer.
- Por?
- Por que tengo cosas más importantes que hacer.
- No te atrevas a llevar la empresa a la quiebra Leviatán.
Dijo Kuri tomando un bizcocho.
- Cállate humano.- Respondió Sid y Kuri le aventó enfadado un pastelito. Sid lo atrapó con la izquierda y me lo metió a la boca.
- Bobo sin fuerza.
- Leviatán
- Humano.
- Pescado!
- Hey!- Dije yo un poco enojado y aun con la boca llena- Que tiene de malo ser humano?
- En tu caso nada Steph, tu eres uno muy lindo. Tampoco en el de Benny.
- Y entonces?
- En el de Kuri, es todos los insultos en uno. Ha pasado de ser una especie a otra sin ser de verdad de esa misma
- No entiendo- Confesé.
- No es importante- Respondió Sid como siempre.
Yo puse los ojos en blanco, detestaba que Sid dijera aquello.
- Tu entendiste Benny?
-Benny asintió y la pequeña Aramis dijo.
- Yo también entendí.
- En serio?
Ella asintió y yo suspiré y dije para disimular.
- Ah, creo que ya captó.
- No entendió en verdad- Dijo Kuri riéndose de mi y los demás asintieron.
- Que cruel!
- Bueno vámonos Steph.
- Papi, epera!
- Espera Roja, se dice espera.
Corrigió Kuri a la pequeña. Sid se puso en cuclillas y ella dijo.
- Puedo ir contigo a la cena?
- Ah?- Todos nos quedamos pensativos ante su demanda.
- No es posible hoy pero pronto.
- Pero... Yo he sido buena.
- Pronto Roja pero no hoy.
Su carita de desilusión me partió el corazón y le increpe.
- Que cena?
- Roja quiere venir al viernes de postres.
Yo la miré sorprendido y ella agachó la mirada con pena pues tenía los ojos inyectados.
- Aramis! No es de buena educación invitarte sola- Le reto Benny.
- Lo siento- Dijo ella quedito y a punto de llorar.
- No, no! Benny, no le digas nada- Dije yo acercándome a ella y me arrodille frente a su pequeña figura.
-Aramis, quieres venir al viernes de postres?
Ella asintió y un segundo después miró a Benny y dijo.
- No, Stefy no debo invitarme sola.
- Pero no te estás invitando sola, yo te estoy invitando.
- En serio?
- Si. Que dices eh?
- Aramis no puede ir pues tiene deberes de la escuela.
Ella volteo a ver a Benny y él puso una cara amarga pero Kuri salió a defenderla.
- Bien dicho Ben pues hoy tenemos mucho que hacer y quién se queda con Roja, ahora en marcha!
- Que? Pero... Que tenemos que hacer?
- Vamos a ir a comprar plumas fuente y otros instrumentos, además quería comprar una de esas cosas en las que andan los humanos en dos ruedas... Cómo les dicen? Bicicletas creo...
- Pero... Te vas a matar en una.
- Como sea, necesito además un sello, y otras cosas, yo tenía una lista pero olvide donde la dejé...
- Papi puedo ir?- Dijo Aramis a Sid y este la miró sin expresión unos momentos. Al final dijo:
- Tu te comerás mis postres.
Ella pego saltitos de alegría me dio un beso y un abrazo y luego salto a los brazos de Sid.
- Pero debes traer tus deberes, los haremos en la casa.
- Si.
La pequeña fue por su bolsito escolar y Kuri le dio órdenes a Aramis.
- Antes de irte debes cambiarte de ropa Roja, recuerda que vas de invitada y no es propio andar con la ropa escolar, escoge un lindo vestido de acuerdo?
- Si Signiore Kuri!
- No es necesario- Dije yo- Solo es mi casa.
- Ve- Dijo Sid.
- Pero...- No pude continuar pues ella salió de la mano de Benny y Kuri me dijo.
- Steph no malcríes a Roja, ella debe ser criada para ser una dama.
- Pero solo es mi casa.
- Da lo mismo- Dijo Sid- Ella debe obedecer las reglas.
-Es una niña.
- No una común, desde el momento en que vive bajo la protección de espectros.
Yo no quise adentrarme en una discusión, pero no estaba de acuerdo, solo iba a mi casa no a tomar el té con la reina y además era una niña no una dama, una niña de cuatro años.
Ella no tardó mucho más de veinte minutos y salió ataviada con un hermoso vestido de tafeta color rosa y los bucles bien peinados en una cascada.
- Papi, álzame!
Sid obedeció y dijo.
- La traeremos por la noche.
- Pero...- Se quejó Benny.
- Bien, no muy tarde por qué mañana tiene actividades.
- De acuerdo.
- Pero...
- Anda Ben, ella estará bien ahora ve y llama al chófer que vamos a salir.
- Pero...
Nosotros dimos media vuelta y partimos hacia el coche. Sid iba al volante y yo con Aramis atrás, ella se despido agitando su mano de los que nos observaban en la puerta. Kuri feliz diciendo adiós y Benny desconcertado. Nos dirigimos a la pastelería y ella eligió una torta de tres chocolates y yo un panque de frutillas, por alguna razón ella era muy parecida a Sid pues su presencia deslumbraba a las personas que no dejaban de mirarla, sonreír o comentar lo linda que era.
No tengo que contar que mi madre se derritió con la presencia de Aramis y que la consintió excesivamente.
Lo que si valdría la pena abordar era como ella y Sid le hicieron un poco pesada la velada a Whip; pues ella tomaba antes cualquier cosa que Whip quisiera, por ejemplo si Whip quería la leche ella se adelantaba y tomaba la leche, si Whip quería panque de chocolate ella se adelantaba y pedía una rebanada para ella y luego Sid hacia lo mismo, hasta parecía que jugaban en el mismo equipo ósea el de Sid. Pero de igual forma sus travesuras no fueron muy rudas pues a pesar de todo ella se comportó muy bien y de una manera muy educada para una niña de su edad y después de las diez Sid y yo fuimos a devolverla a su casa donde Kuri abrió la puerta.
- Viene dormida, yo la dejaré en su cama.
Dijo Sid y Kuri asintió.
- Pasen.
Sid siguió de largo hasta la habitación de Aramis y yo y Kuri fuimos al lobby de su casa.
- Kuri te sientes bien?
- Ah? Sí por?
- Parece que estás muy cansado.
- Jajaja nada de eso Steph, es que ya me estaba quedando dormido cuando sonó el timbre.
- Y Benny?
- Se quedó profundamente dormido, estaba muy estresado por Aramis, así que le dije que yo me haría cargo.
- Si, supongo es su pequeño tesoro eh?
- Es su hermana menor después de todo.
Mire los ojos de Kuri, debió estar muy dormido pues en serio se veía tan cansado. Sus ojos tenían un color azulado en los párpados y bajo los ojos.
- Kuri?
- Dime Steph?
Este movió de un lado a otro la mirada intentando lo que parecía ser una distracción, parecía incómodo conmigo así que mejor deje las cosas por la paz.
- La pasé muy bien esta noche- Dije- La próxima deberías venir tú a comer postres.
- Me encantaría Steph.
Sid regreso y nos despedimos del peliazul. Pero cuando subimos al coche mi cabeza lo podía dejar de pensar en que algo no estaba bien con Kuri.
- Nada está bien con Kuri Steph, él esta muriendo, más bien su cuerpo está muriendo.
Sus palabras me cayeron como un balde de agua helada.
- Que?!
El arrancó el automóvil y dijo.
- Recuerdas que hablaron en la reunión?
- Si pero...
- Cada día sin su esencia, el cuerpo de Kuri muere, y ha pasado casi más de un mes desde que Elliot y Layla se fueron a Rusia.
- Es cierto... Pero...
- El cuerpo de Kuri tiene muchos siglos, aunque bueno, sería peor si algo así le pasará a Elliot o a Layla o a mi.
- Ah? Pero eso no sucederá Sid.
- No podemos saberlo pero descuida, no me dejaría atrapar tan fácilmente...
-Sid!- Dije yo.
- Que sucede?
- No digas esas tonterías, tu no puedes dejarme.
- No importa si yo desaparezco o no Steph, tu nunca vas a estar solo por que yo jamás podría dejarte.
- No! Si importa! Por favor no hablemos más de esto, yo... No lo soporto.
Sid sonrió de lado y freno en seco durante el semáforo.
- Steph? Mírame.
Yo no quería verlo pues detestaba cuando decía esas cosas tontas de desaparecer.
- Mírame quieres?
A regañadientes voltee a ver sus hermosas lilas que él clavo en mis ojos negros y pasó uno de los mechones de mi cabello por detrás de mi oreja.
- Te amo y eso sí es para siempre. Te amo Steph. Para siempre de acuerdo?
Sus lilas hermosas me dejaban expuesto frente a él, sentí aquella gota caer de mi ojo y asentí.
- Para siempre Sid. Para siempre...
Sid me beso en aquel silenciosa y oscura noche.
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Del libro de Sid.
Preguntas.
- Papi?
Se había despertado mientras le ponía la pijama.
- Aramis vuelve a dormir.
- Cuando nos iremos a casa?
- Aún no y no debes hablar de ello. Dime acaso no estás contenta con Benny?
- Si, lo quiero mucho pero él y el Signiore Kuri deben buscar su comino.
- Su camino Aramis, camino.
Sus pequeños dedos acariciaron mi mejilla en lo que yo la recostaba en su cama.
- Papi, Benny es la salvación del Signiore Kuri verdad?
Yo asentí.
- Es por eso que ya quiero estar con ustedes, quiero que Benny sea feliz.
- Y tu lo haces por él?
- Si- Dijo ella con decisión- Pero también por mi, todos estaremos bien cuando las cosas pasen.
- Si, supongo así será.
- Papi, me cantas una canción.
- Solo me sé la de un comercial de comida para gatos, está bien?
- Esa es buena.


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