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ESPECTRO... DE DOLOR L2 por Lory Backon

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Notas del capitulo:

Gracias por leer y seguir la historia chicos!

Un abrazo!



- Viva! En unos días es el cumpleaños de Papi!
- Si Roja, pero debemos guardarlo en secreto.
- Por que?
- Por que le estoy preparando una gran sorpresa!
- Una sorpresa! Que bien Stefy y que es?
- Una fiesta.
Ella me miró con incredulidad y dijo.
- Pero Papi no es del tipo de fiestas.
- Ah?
- Yo creo que él quisiera salir contigo Stefy. Algo más romántico. Así como el las novelas que ve Nonna.
- Las novelas?
Ella asintió entusiasmada y comenzó a platicar sobre los melodramas que veía mi madre, cosas cursis y de mujeres! Guacala! Acaso yo tenía pinta de mujer? Ok, pregunta mal planteada; pero por que mi mamá le dejaba ver melodramas a Roja? No! En definitiva yo no haría nada de esas ridiculeces cursis que seguro a Sid ni le gustarían. La fiesta sonaba mil veces mejor.
Comencé a planear unos días antes de la noche de brujas. Aún podía recordar mi encuentro con Sid hacia más de diez años. Sus lilas y como este me tomó y me hizo sentir placer por primera vez. En ese entonces yo era muy joven y tonto...Ahora solo era menos joven. Desde esa noche de Halloween las cosas nunca volvieron a ser lo mismo, mi vida había cambiado y aunque había pasado muy malos tragos, en definitiva jamás cambiaria ese momento de mi vida, ese instante en que vi sus lilas por primera vez y que caí en su amor.
Invite a Kuri el cual acepto gustoso en ir a la fiesta pero Benny se opuso.
- No iremos si el señor Kanon no lo autoriza!
- Pero Ben!- Se quejó el Ruso.
- No Kuri, acabas de salir de una neumonía y no te voy a exponer a otra cosa. Lo siento Steph pero depende de el señor Kanon.
Kuri obvio hizo una pataleta y un drama frente a Kanon incluyendo frases como " Mátenme ya" " No quiero seguir viviendo así" " Estoy recluido en esta celda" y sus ya conocidas "Por que me castigan?" " Tanto me odian?" "Que mal te he hecho yo para que me trates así?" o en su variante "Por que me hacen eso?" Y así, de berrinche en berrinche consiguió el permiso de Kanon.
Layla se había marchado unas noches después de asegurarse que Kuri estuviera lo mejor posible después de aquella neumonía que había atacado al Ruso y había sido muy clara con Kanon sobre que él ahora era la única oportunidad para Kuri, por lo que Kanon también hacía su parte. Quizás no iba a pelear a Rusia pero había abandonado sus amadas siestas por comenzar a releer toda la bibliografía médica, absolutamente toda. Más aún así y con todo lo que tenía pendiente, Kanon acepto ir a la fiesta de Sid que se llevaría acabo en mi casa.
Unos días antes de la fiesta salí de compras. Escogería un buen disfraz para Roja, estaba muy emocionado, era su primer Halloween con nosotros y además mi mamá también lo estaba pues la llevaría a pedir golosinas tal cual lo hacía conmigo, no paraba de decirme que quería el mejor disfraz y que además ella sería su maquillista personal por que yo solo me había dejado una vez maquillar. Por qué mi mamá era así? Que de normal tenía maquillar a tu hijo varón? Carajo! En fin, ella estaba realmente emocionada, la presencia de Roja había devuelto un aire de frescura en mi mamá y el verla tan radiante y feliz me gustaba mucho.
Pase por varias tiendas de disfraces y encontré uno muy lindo de dinosaurio, a mi me pareció muy mono pero quizás a Roja le parecería demasiado infantil, luego miré uno de princesa.
La verdad si hubiera sido por mi y sin pensarlo hubiera comprado ese de dinosaurio pero yo no tenía tan buen gusto o era tan inteligente como para poder tomarme esa libertad de decidir, así que telefonee al único que sabría que le gustaría más a Roja.
" Estás loco? Un dinosaurio? Ella es una niña Steph, las niñas son princesas" Dijo Benny y entonces decidí comprar el de princesa en su talla, no sin antes mirar una vez más el de dinosaurio y suspirar. Sería una linda T-rex.
- Ya será en otra ocasión- Dije aún con pesadez.
Luego me di a la tarea de buscar un regalo para Sid, pero; que darle a alguien que ya lo tenía todo? Busque y busque por todo Carnaby Street pero no encontré nada.
- Hola mi amor, que haces aquí?
Dije cuando sentí su brazo alrededor de mi cintura.
- Whip!- Dije nervioso por la sorpresa- Que... Que tal?
- Yo muy bien lindura y tu?
- Ah, bien, bien también.
- Que haces aquí mi vida?
- Estoy buscando un regalo para....- Justo a tiempo me detuve, sabía que no era buena idea nombrar a Sid frente a Whip.
- Para tu perro gigantón? A qué se debe la ocasión.
Whip siempre tenía ese sentido de deducción alerta. Di un suspiro y dije.
- La noche de brujas es el cumpleaños de Sid.
- No me digas! Seguro el niño mimado de papi va a tener una mega fiesta donde le recuerden lo especial que es, no es así? Tu has de estar invitado mi amor, primera fila seguramente!
- Nada de eso Whip, yo le voy a hacer una fiesta a Sid.
- Ah? - Dijo el sin entender - Que afortunado es ese perro gigantón!
Yo no comprendía del todo a Whip, algunas veces parecía que estaba del lado de Sid y otras que lo odiaba.
- Y que piensas comprarle a alguien que lo tiene todo? O lo puede comprar todo?
Era cierto, que demonios le iba a dar a Sid? No tenía el dinero suficiente como para darle algo impresionante y tampoco era muy creativo, entonces? Me hallaba perdido cuando se me ocurrió la peor idea del mundo, preguntarle a June Whipper.
- Que crees que sería bueno darle Whip?
- Ah? Me preguntas a mi?
Asentí.
- Como voy a saberlo amor, acaso tengo pinta de junior de escuela de élite?
- No pero... La verdad y si me permites decirlo, Sid y tu son muy parecidos.
- Que?! Oye no mi amor, que te hice yo para que me faltes al respeto de esa forma? Acaso tengo cara de perro gigantón? No! No seas malo!
Sonreí y le dije.
- Son muy parecidos y creo que ustedes podrían ser mejores amigos.
- Que?! Ay por Jesucristo no! No! Ese tío y yo no tenemos nada en común.
- Eso es algo que diría Sid de seguro.
- Ay mi amor, como me puedes odiar tanto?
- No te odio Whip!- Dije haciendo un mohín- Pero es cierto.
- Mmmh... Bajo que argumentos dices que es cierto?
- Bueno los dos son tipos muy rudos, además son testarudos y necios, oh! Sí que son necios!
- Eso no es verdad!- Dijo él - Ese mocoso es un bebé, que va a saber de la vida! No es un tipo rudo bombón, es solo una pantalla...
Eso me causo gracia, Sid un bebé?! Bueno era cierto que a veces se comportaba como tal, pero no tenía nada que ver con su verdadera edad.
- Esas no son bases sustentables dulzura para decir aquello.
- Bueno también...- Yo sabía que no debía decir aquello pero la verdad era muy divertido ver a Whip molesto, incluso molestar a Whip con alguna otra cosa era muy difícil pero aquello de la semejanza que tenía con Sid era tremendo.
- También?
- Los dos son altos y de cabello negro!
Este casi se cae al suelo del desconcierto que le causo mi respuesta.
- Ay mi vida! Eso no es un parámetro de comparación.
- Ah no?
- Claro que no!
- Yo creí que si!
- No hay una sola cosa en la que ese perro gigantón y yo nos parezcamos!
- Yo creo que sí la hay.
El alzó una ceja en señal de evidente curiosidad y molestia.
- Los dos son homosexuales!
La cara de Whip fue icónica, incluso se paró a mirarme con horror mientras yo reía ante su expresión.
- No es gracioso mi amor!
- Tranquilo Whip, a mi no me molesta.
- A mi tampoco mi vida, ni siquiera el reconocerlo.
- Entonces por que la cara?
- Por que - Este me aferró por la cintura y se acercó peligrosamente- Es algo en lo que tienes razón, pero mi posición esta algo en desventaja no lo crees mi vida?
- Whip...Estamos... Estamos en la calle...
- Y? Te he dicho ya que no me importa aceptarlo, ser un cliché de policía homosexual...
- Whip... Alto...
Sus labios casi rozaban los míos, yo comencé a temblar y él entonces casi a una de besarme pinto una sonrisa y dijo:
- Yo creo que en eso si nos parecemos, a los dos nos gusta un rubio lindísimo y no vamos a renunciar a él.
Luego de eso se separó de mi lado y comenzó a reírse.
- Que es gracioso?
- Que cara de susto mi amor.
Yo me puse rojo y dije.
- Pues que querías? Estamos en público Whip!
- Entonces lo puedo hacer en privado?
- No!
Dije ya molesto.
- No te enojes lindura, es solo que creo que al que más le molesta ser homosexual es a ti!
- Que?! Eso es una bobera!
- Claro que no. Yo puedo comprender al perro gigantón, por que si fueras mío, me gustaría decirle al mundo a gritos que tú estás conmigo. Te tomaría de la mano y caminaría muy orgulloso a tu lado.
Miré a Whip sin comprender, por que querrían hacer algo así? Estaban enfermos o quizás les gustaba ser muy exhibicionistas. Nunca comprendería por que esos dos pensaban así pero sabía que hasta en eso eran parecidos.
Caminamos un buen trecho pero no encontré nada que le pudiera interesar a Sid. Whip me acompañó hasta la estación del subterráneo y dijo.
- Sabes que me gustaría a mí si fuera tan afortunado como perro gigantón?
- Que?!- Dije con la ilusión de poder tener una referencia sobre los gustos de Sid.
Este metió las manos en sus bolsillos, se encorvó para acercarse a mí oreja y susurro en mi oído.
- Me encantaría verte vestido con lencería en encaje y satín, algo muy sensual, tapar tus ojos y que me dejaras recorrer con mi boca todo tu cuerpo amor, luego quitarte esa ropa con los dientes y...
- Whip! Que cosas dices!- De inmediato me quite de su lado con el rostro entre sorprendido y horrorizado.
- Bueno es solo una idea bombón.
- Pero es una muy mala! En primera soy hombre y los hombres no usan lencería!
Unas chicas que pasaron al lado de mi se me quedaron mirando. Carajo lo había gritado.
- Pues yo creo que a ti se te vería muy bien.
- Osh! Nos veremos Whip!
Di media vuelta furioso dispuesto a marcharme y entonces este me aferró por la cintura y me jalo hasta que quede muy pegado a él.
- Te amo Steph, no lo olvides nunca.
Estaba muy sonrojado y al parecer tenía una especie de febrina, él con ese rostro sereno y seguro tomo mi barbilla y la alzó, comencé a temblar. Por qué Whip hacia eso? Por qué? Él se acercó peligrosamente a mí y yo quería ponerme a llorar. No quería ser besado por un hombre en público, entonces remató aquello.
- Te veré luego dulzura.
Dijo así nada más y me libero. Dio media vuelta y se alejó mientras agitaba su mano en señal de despedida.
Luego de esto me fui a casa, Roja llegaría pronto y quería mostrarle su disfraz de Halloween. Ella se emocionó y mi mamá también al verlo, no hubiese sido algo que fuera de mi gusto pero al menos a la que lo iba usar, le había gustado y eso era lo que contaba. Cenamos y después de aquello ellas se quedaron viendo un poco de televisión en tanto yo subí a mi habitación, estaba cansado por caminar tanto durante las compras.
- Nunca le hubiera gustado... Las niñas son princesas...
-O demonios.
Me caí de nalgas al escuchar que había alguien más en mi habitación pero al cabo de unos segundos reconocí la voz de mi pez.
- Dueleeeee! Por qué demonios me asustas así?!
- Ven te froto para que pase el dolor?- Dijo Sid mientras me ayudaba a ponerme en pie.
- Idiota!
Dije al tiempo que le miraba y caía en cuenta de que hoy lucía particularmente guapo, Sid siempre lucía muy apuesto pero hoy sus lilas refulgían más, quizás sería por la camisa lila arremangada y el pantalón negro, no sabía bien si era su loción pero Sid era algo digno de los mismos ángeles y jamás me cansaría de repetirlo.
Este me acorralo con un beso muy apasionado que me dejó fuera de mi mismo bastante tiempo. Sus manos me acariciaban el trasero al tiempo que el espectro se daba a la tarea de tenderme en la cama.
- Sid- Dije sin aliento casi.
- Tu también te ves muy apuesto Steph, siempre me provocas y me pones muy ansioso.
- Sid, Roja y mi mamá están abajo despiertas.
- Entonces se silencioso- Dijo este metiendo la mano fría en mi ropa interior. Su contacto en mi sexo fue algo que me hizo vibrar.
- Sid no!
Muy tarde él ya me había bajado los pantalones y el calzón hasta las rodillas.
- Sid, no por...
Su mano izquierda comenzó a darme placer infinito mientras su mano derecha buscaba mi entrada. Tome una almohada y la mordí intentando no gritar hasta que me corrí. Este me dio un beso apasionado y noté ese sabor en su boca, aún estaba caliente. Sid sin esperar mucho me volteo y subió mi cadera para abrir mis nalgas y metérmelo sin ningún tipo de precaución.
- Sid!- Dije yo en un suspiro y mordí de nuevo la almohada pues los puntos de colores me hacían retorcerme del placer. Este en tanto besaba mi cuello y mi espalda.
-Te amo Steph- Susurraba en mi oído- Nunca volveremos a estar solos por que nos tenemos.
El placer era tan intenso que no me di cuenta de que mi mamá y Roja ya se habían ido a dormir cuando terminamos de hacer el amor. Yo caí exhausto pesadamente en mi cama y Sid se tendió con una elegancia felina a mi lado, me metió en sus brazos y me dijo.
- Por que no compraste el disfraz que querías para Roja?
- Ah?
Sid me dio un beso tierno en la mejilla y yo me recosté de lado a manera de quedar viéndole más cómodamente.
- Como sabes?
- Cuando entraste a tu habitación ibas pensado en un lindo disfraz de dinosaurio y luego en el que compraste de princesa. Por qué le compraste algo así a Roja?
- Bueno... Es que ella es una niña... Y las niñas son princesas.
Sid me miró incrédulo y dijo.
- De dónde sacaste esa idea tan boba?
-Ah? Que quieres decir?
- Las niñas son princesas, si, pero hay muchos tipos de princesas, no solo las que te venden las cursis ideas humanas. Ahí tienes a Lilith, ella se podría decir que es una princesa malvada y maldita, hay princesas demonios y princesas guerreras. Por qué una princesa debe ser lo que otros dicen? La realeza conlleva un atributo divino que se integra de diferentes características tales como la dignidad, la magnificencia o la grandiosidad y es debido a estás que las princesas no solo vienen como te las presentan vulgarmente los humanos, incluso yo me atrevería a asegurar que aunque pocos, hay humanos con más de estos atributos en alguna parte del mundo que la misma familia real. Es la manera en la que se expresan, en la que delicadamente se mueven a su alrededor que de inmediato se nota ese toque majestuoso y grácil de Dios en ellos, y un traje de Dinosaurio no le quitaría a nuestra Roja eso no lo crees?
Sid tenía mucha razón en sus palabras, pero Roja quizás no comprendería eso y se molestaría conmigo por ceder ante tan bella retórica, así que intenté engañarlo y sonreí.
- Descuida, ya será el próximo año.
Sid me abrazó y beso mi cabeza.
- Pequeño rubio tonto.
- Sid?
Dije intentado pensar en un pretexto para que mañana llegará a la casa como la gente normal, ósea por la puerta, quería darle su sorpresa de cumpleaños de la manera correcta.
- La ventana o la puerta es lo mismo, mañana festejaremos toda la noche lo que quieras.
- Ah?- Apenas caía en cuenta de que Sid había leído mis pensamientos y dije- Carajo! Sid! Me arruinas la sorpresa!
- Steph no necesitas darme una sorpresa, sabes bien que no es mi cumpleaños como tal ya que nunca nací.
Yo le puse mi mano en la boca en señal de que se callara.
-Shhhh para mí si lo es así que cállate Sid y déjame dormir.
Este me dio un beso en la mejilla y yo me acomode más dentro de sus brazos.
Al día siguiente fue un día bastante ajetreado, por la mañana Sid paso a dejar a Roja, ella siempre comentaba que sus pequeñas amigas en la nursery estaba enamoradas de Sid, creían que era un príncipe sacado de un cuento de hadas. Roja se divertía mucho con esos cuentos y yo veía sus ojos llenos del orgullo que sentía cuando Sid iba a dejarla, la verdad es que parecía que Sid lo hacía a propósito pues siempre vestía tan elegante y gracias a ese cuerpo de campeonato y su altura y su rostro de ángel y sus ojos y bueno todo en él! Hacían imposible no sentir atracción, lo cual me preocupaba un poco pues yo ya no lucía tan joven como hacía diez años que le había conocido y además mi cuerpo ya no era el de antes, había ganado peso y no sentía la vitalidad de los veinte. Por la tarde casi me volví loco intentando encontrar el disfraz, donde demonios lo había dejado?! Le llamé a mi mamá y ella me dijo que lo había visto en la mañana en la mesa de la cocina, recibí un sermón de que dejaba todo por todas partes y que si no encontraba ese disfraz ella me lo sacaría del trasero a nalgadas. Por qué a todos les daba por pegarme en el culo?
Busque y busque y nada! Maldición! Salí a buscar las cosas para adornar la casa para la fiesta y un nuevo disfraz para Roja pero no hallé nada lindo, terminé comprando un tutú y una corona de plástico.
- Mi mamá va a matarme.
De camino a casa pase por el aparador de una tienda de lencería y vi un conjunto rosa con encaje negro, eso me hizo recordar a Whip. Que carajos?! Yo era hombre! No debía andar pensado en esas boberías pero al mirar mi reflejo en el vidrio del aparador me di cuenta que a pesar de que yo ya no conservaba aquel cuerpo joven mis rasgos femeninos en el rostro seguían intactos. Eso me movió a una curiosidad ociosa y me adentre a la tienda aún a reserva de que me sacarán a golpes las mujeres y empleadas de la tienda por ser un pervertido.
Pero para mi sorpresa ocurrió lo contrario, una linda joven se me acercó y me dijo.
- Buen día señorita, hoy tenemos descuentos en casi toda la tienda y las mejores ofertas en la nueva temporada de invierno, pase por favor.
Yo asentí con un movimiento de cabeza y me adentre en la tienda más por mero compromiso ante tan educada invitación que por querer seguir el experimento.
Miré algunas prendas y pensé en lo bien que le lucirían a Layla. Ella si tenía cuerpo para lucir esas cosas. Si ella hubiese sido mi novia seguro me hubiera gastado quincenas enteras en estas tiendas para comprarle cosas tan monas.
- Por que no te llevas esa Steph, se te vería muy bien.
Susurro la voz de Sid a mi oído mientras me aferraba por la cintura a él. Yo del susto di un brinco que él apagó en seco cerrando su mano en mi ropa.
- Pero que ...
No alcancé a decir nada más pues Sid me beso de una manera muy intensa y al fin cuando decidió dejarme tomar aire de nueva cuenta dijo en mi oído.
- Será mejor que no te exaltes Steph, recuerda que por mucha apariencia de mujer que tengas, tu voz enojada sigue siendo la de un hombre y no querrás tener la atención de todas estas mujeres a la mala.
Ante aquella premisa me tense y este dijo.
- Ahora vamos a ver tranquilamente la ropa que venden aquí y si quieres que te compre algo me dices bien?
Yo me pare en puntillas y le susurre al oído.
- No Sid ya vámonos.
- No- Dijo sonriendo como el idiota que era- En realidad jamás pensé que fueras del tipo que le gustaba esto pero, me agrada esa nueva faceta tuya.
- Que? No!- Me tuve que callar a mi mismo pues si alguien escuchaba mi voz estaba perdido.
Sid me tomo por la mano y yo vi a mi alrededor. Las mujeres tenían la vista sobre él, estaban embobadas viendo al pelinegro, alto y bien vestido que se paseaba por una tienda de lencería de la mano de otro hombre y no dijeron una sola palabra.
- Buenas tardes, les puedo ayudar en algo?- Dijo una empleada que miraba a Sid con vergüenza y coquetería al mismo tiempo.
- Si, de hecho quiero que me muestres seda y encaje, el mejor que tengas.
- Si señor, en qué talla?
- En esta- Dijo Sid levantando mi mano.
- Claro que sí.
La mujer salió corriendo por la prendas mientras yo me acerque de nuevo al oído de Sid y le dije.
- Sid vámonos, por favor.
- Por? Te voy a comprar lo que quieras de esta tienda, pide y será tuyo.
- Vámonos!- Le insistí.
Pero de nueva cuenta la mujer llegó con dos mujeres más con cajas que lucían muy lindas.
- Nuestra mejor lencería para la dama.
Sonrió a mi y a Sid y yo comencé a temblar, si nos descubrían nos iban a pegar, peor! Nos iban a denunciar con la policía, saldríamos en los periódicos por pervertidos, nos quitarían la custodia de Roja y mi mamá moriría de la vergüenza.
La mujer saco nueve juegos de lencería, el primero era un body de top tanga, me puse rojo y ella sonrió y comenzó a decir de qué estaba hecho además de opciones en colores. Luego de eso sacó un Babydoll con encaje y otro sin este, medias, unas pantis traslúcidas, una tanga comestible, un juego de tanga y corset y Sid prestaba muchísima atención como si fuera de vida o muerte lo que ella explicaba, hacia preguntas serias y yo me sentía desfallecer pero Sid me pegaba más contra él.
-Elije todo lo que deseas amor- Dijo Sid.
Yo me negué y la chica me miró primero con rareza y luego con una sonrisa pícara.
- Se le van a ver preciosos a su novia
- Eso es cierto, aunque todo lo que use le queda muy bien. Dime no es preciosa?
- Claro que si!
- Además no es mi novia, es mi prometida. Pronto nos vamos a casar.
- En serio?- Dijo la empleada con algo de decepción en el rostro- Es magnífico! Felicidades.
- Si, la amo demasiado.
Sid me pego un beso frente a todas ellas y yo sentía que quería ponerme a llorar. Mis ojos se humedecieron.
- Ella es muy tímida, estás cosas le avergüenzan mucho.
- Pero no tienes por qué avergonzarte, de hecho tienes una cara preciosa, y yo creo que este color te va muy bien- Dijo ella sacando un Babydoll rosa aperlado y con encaje negro - Deberías probártelo, además harás muy feliz a tu prometido.
Yo estaba aterrado, entonces ella dijo.
- Si quieres puedes probártelos todos. Yo te acompaño.
La mujer salió de detrás del mostrador y me tomo por la muñeca.
- Vamos hermosa, verás como te van a fascinar...
En un movimiento rápido y más por instinto que por dar alguna señal de vida me zafe de forma brusca de su mano y me eche a correr mientras las lágrimas me resbalaban por las mejillas, Sid era un tonto! Yo no quería usar esas cosas, solo me había metido a esa tienda por curiosidad, no más! Así que corrí hasta que tropecé, pues no me había fijado en que la banqueta de había terminado y el desnivel me mandó al suelo.
- Dueleeeee!- Me puse a llorar pero tampoco estaba consciente de que estaba tirado en la vialidad, entonces el verde se iluminó y al escuchar el ruido del motor cerca de mi, me limpie las lágrimas y vi al auto que estaba a la delantera casi encima de mi.
No supe cómo reaccionar hasta que él se puso frente al coche, para obligarlo a frenar.
Yo levanté la vista y vi esa negra cabellera atada a la nuca por un listón azul, el uniforme de la policía británica y esos ojos aguamarina con un gesto de enfado.
- Y ahora?- Gritaba el hombre dentro del coche al oficial que le impedía el paso.
- Que no estás viendo que casi matas a este chico?
Le gritó Whip al hombre que se asomó por la ventana para buscarme.
- Pero que demonios hace esa mujer ahí?
- No es una mujer, maldito idiota! Has el favor de orillar el vehículo! O llamaré a tránsito!
- Que?!
Whip se hincó ante mi y dijo.
- Estás bien bombón? Puedes ponerte en pie?
Yo asentí y me limpie la cara.
- Ven, tranquilo, aquí estoy.
Whip me ayudó a ponerme en pie y a levantar mis cosas en lo que el vehículo se estacionaba.
- Que pasó mi amor? En serio estás bien?
Yo seguía aún muy conmocionado y me abrace a él para poder liberarme y llorar tranquilo. Whip me cubrió con sus brazos y comenzó a frotar mi espalda.
- Tranquilo Steph, todo está bien. Aquí estoy.
Al fin al cabo de varios minutos me tranquilice y me despegue de su lado.
- Pe... Perdón Whip.
Este se encorvo hasta que nuestras miradas quedaron a la misma altura y dijo.
- Tranquilo amor, todo está bien.
Con su mano derecha seco una de mis lágrimas y me besó la frente.
- Quédate aquí mi vida, voy a poner a este tipejo en su lugar.
- No Whip, fue mi culpa, yo me tropecé, por favor.
- Mmmhhh- Él estaba un tanto molesto con el hombre ese e indeciso de perdonarle pero al fin dijo- Bien, si así lo quieres. Espera un segundo bien?
Yo asentí y Whip fue a hablar con él, parecía discutir molesto y el hombre me miró con rencor, asintió un par de veces y luego se marchó.
- En donde estábamos?- Dijo Whip regresando a mi lado.
- Gracias Whip.
- Por que me das las gracias mi amor?
- Por que siempre me salvas- Dije yo aún con tristeza por lo que había ocurrido.
- Ven, te invito un chocolate.
Dijo y me tomo de la mano hasta un pequeño café gourmet que estaba casi vacío. Yo no quería en si nada, tenía aún metida dentro de mi ese sentimiento de tristeza o quizás de humillación. Por qué Sid? Por qué hiciste eso?
Whip pidió un chocolate grande para mí y un pedazo de pastel de fresas y crema batida, para él un expreso.
- Dime algo dulzura, te hizo llorar verdad?
De golpe salí de mi mismo y este me miró de aquella manera que pareciese que podía ver a través de mi.
- Por que dices eso Whip?
- Por que lo sé, no puedes esconderlo o mentirme amor.
- Whip, no es eso - Dije intentando sonreír.
- De que sirve negarlo mi vida?
- Pero ... No! Jajaja no es eso...
- Está mal, tu te mereces muchísimo más Steph, algo mucho mejor- Dijo Whip de forma sería, mirándome a los ojos.
- Whip...
Justo a tiempo la mesera vino a interrumpir con las órdenes y mientras yo comía y él tomaba su expreso estuvimos callados. Pero eso no duró más allá de mi pastel.
-Te amo.
Yo subí la mirada hasta que se encontró con el mar en sus ojos.
-Te amo Stephan, te amo, cual es el punto en esperar?
- Whip yo...
- Steph se que puedo hacerlo muchísimo mejor que ese perro gigantón, él solo te hace llorar.
Yo me mordí el labio y miré a un lado.
- Dime cual es el punto de no tomar nuestra oportunidad? Acaso no lo ves?
Tu y yo nacimos para estar juntos... Tu y yo Steph, ahora o nunca.
- Whip yo te quiero mucho pero...
- Pero que?
- Tu y yo solo somos amigos.
Él sonrió con amargura y dijo.
- Intentas que crea que me vas a mandar a la zona de amigos cuando yo mismo he sentido como vibrabas con mis besos, con el toque de mis manos? Crees que me voy a tragar ese cuento Steph? Que tipo de idiota me crees, eh?
- No Whip yo...
Él hizo un ademán de que parara.
- Steph yo mismo he sentido la fiebre que te da cuando estoy cerca, eso de que somos amigos ni tú te lo crees, yo te amo Steph y esa es la razón por la que yo no puedo ser tu amigo, te amo demasiado.
Yo di un sorbo a mi chocolate y él repuso.
- Incluso cuando conozco tu respuesta final, incluso así te amo.
Yo lo mire de golpe, este tenía ese gesto de fastidio, como si tuviera que estar lidiando con Sid y no conmigo.
- Whip...
- Te amo Steph, te amare siempre y no voy a decirlo para luego irme como él y demostrar lo contrario, no! Yo siempre estaré a tu lado. Te voy a proteger y cuidar hasta el último día de mi vida.
- La cual va a ser muy corta si no te largas ya mismo- Dijo la voz de Sid y este apoyo ambas manos en la mesa, en tanto Whip y yo levantamos la vista.
Su rostro estaba furioso, eran estos momentos donde Sid en verdad podía causarme terror.
- Sid...
- Santinni.
- Es mío- Dijo Sid en un gruñido y se pegó al rostro de Whip aliento con aliento - Mío para siempre.
Sus lilas refulgían en una clara advertencia de que algo muy malo podía suceder.
- Steph vámonos- Ordenó Sid.
- No le hables así!- Respondió Whip y se paró para hacerle frente a Sid.
- No es tu asunto Bobbie. No querrás terminar en el hospital de nuevo.
- Salgamos Santinni.
Sid asintió y Whip me dijo.
- Espera aquí amor.
- No le hables así- Gruñó Sid.
Whip saco unos billetes y los puso en la mesa, luego de eso él y Sid salieron. Yo que estaba paralizado del miedo de inmediato reaccioné al verlos afuera, se iban a matar o más bien Sid iba a matar a Whip, tenía que impedirlo, así que sorbí lo último de mi chocolate y le hice señas a la mesera de que ahí estaba el dinero, tome mis bolsas y salí corriendo tras de ellos.
Los encontré apenas entrando a un callejón a un par de cuadras, Sid estaba muy cabreado escuchando a Whip.
- Steph no es tuyo, él es libre, yo puedo amar a Steph para siempre y tu que le has prometido tanto y le has dicho que es para siempre y blah, blah también puedes amarlo pero aún así Steph solo se debe a si mismo.
- Steph es mío! Mío y si no lo dejas en paz de una buena vez...
- Si no que?
- Si no dejas lo mío en paz será mejor que dejes todos tus pendientes en orden.
- Es eso una amenaza niño?
Yo vi como los omóplatos de Sid se movían, estaba a una de delatarse.
- Basta ya!- Les grite y ambos voltearon a verme, Sid con su mirada implacable y Whip con la mirada más apacible.
- Steph vete al coche.
- Ya te dije que no le hables así!- Dijo Whip intentando controlarse.
-Vete al coche Steph.
Dijo Sid intentando en vano sonar más calmado.
Yo me quedé ahí quieto, no quería estar viendo esa escena pero sabía que si me marchaba Sid perdería el control sobre sí mismo y tampoco quería que lastimase a Whip, por que no podían llevarse bien, o al menos tolerarse un poco?
Terminé dejando caer mis bolsas y me puse en cuclillas para cubrir mi cara.
- Ah? Dulzura....
- Steph- Corrió Sid a mi lado y yo no podía parara de llorar.
- Son unos tontos!- Dije yo llorando - Por que no pueden hacer el intento de llevarse bien?
Whip se acercó y Sid le miró con rabia pero eso no impidió a Whip ponerse en cuclillas frente a mí.
- No lo toques!- Dijo Sid.
- Vamos amor, no llores más.
- Váyanse al demonio!- Dije yo- Jodanse! Que les den por culo a los dos!
- Steph no uses ese lenguaje- Dijo Sid pasando su brazo por mi hombro.
- No me importa. No me importa.
- Steph, escúchame, mírame!- Dijo Sid que apartó una de mis manos con suavidad - Ya no llores más, te amo lo sabes, tu y yo estaremos juntos para siempre sin importar que. No llores más y vámonos a casa.
Yo lo mire, eran sus lilas las que me suplicaban, las mismas que hace un rato se mostraban furiosas ahora eran amor puro.
- Juntos para siempre, eso es lo que te dice amor pero te hace llorar, qué tipo de para siempre es ese? Para siempre y te había dejado solo? Para siempre y no te trata bien? Eso es basura!
- Que estás diciendo perro policía?- Dijo Sid encendiéndose de nueva cuenta.
- Que tú dirías cualquier cosa, que lo retuviera a tu lado, ciego de no ver el tipo de idiota que eres!
Sid se incorporó y apretó los puños. Whip hizo lo mismo. Sus miradas daban miedo.
- Por favor, Whip! Por favor!- Dije sollozando- Te lo suplico, vete!
Whip apretó los puños y miró desafiante a Sid.
Las cosas se ponían cada momento más tensas y sabía que no tardaría mucho en que Sid revelase su poder verdadero y ahí quizás no habría marcha atrás. Entonces deje caer mis rodillas y dije.
- Te lo imploro, vete! Te lo suplico!
Ante aquel simple acto Whip me volteo a ver y su gesto impactado de verme temblando arrodillado en el suelo me dijo que yo había conseguido mi objetivo.
- Lo haré mi amor, aunque tú no debes suplicarme nada! No llores mas amor!
Whip se hincó y me ayudó a incorporarme.
- Nunca debes suplicarme nada! Me duele mucho que él te trate así mi vida, tienes que ver la verdad! Tienes que reaccionar! Te amo Steph, te amo y más que eso, no es tarde para que nos demos una oportunidad.
- Vete Whip- Dije mirando a un lado.
Sus ojos implacables me dieron esa mirada que quería decir tanto y estallar en furia pero en sí no decían nada.
Este se marchó y nada más al doblar el callejón Sid dejo salir sus alas y se hecho a volar.
Regrese a casa exhausto, así que decidí dormir una siesta hasta que Roja regresará de la nursery, pero como siempre mis planes se iban a la basura pues cuando desperté mi mamá ya estaba haciendo la cena.
- Mamá y Roja?
- Mando su hermano por ella.
- Ah?! Benny?
- No, Steph, Sidney.
- Sid?
- Si.
- Que? Por qué?
Dije pensando que Sid se la había llevado ante la pelea entre nosotros.
- Tranquilo hijo, dijo que al rato la trae para que la lleve a pedir dulces, y a la fiesta de tu tía, mi muñeca estaba muy emocionada por ir a pedir dulces pero como hoy es el cumpleaños de su hermano supuse que iba a festejarle aunque ese viejo de Santinni no estuviera presente.
Yo me senté a cenar aún preocupado de que Sid se llevase a Roja lejos o que él mismo se fuera lejos de mi. Mi mamá se veía tranquila y es que desde que Roja había llegado a casa yo le había dicho a mi mamá más o menos la verdad, incluso el mismo Sid le pidió permiso de que Roja viviera ahí. El pretexto había sido que iban a deportar a Roja y el señor Santinni había decidido adoptarla pues ella no era hermana de Benny sino más bien parienta lejana pero Sid argumento a mi madre que en la casa Santinni no había más que el servicio casi todo el tiempo ya que su padre nunca estaba y él tampoco podía atenderla como se debía.
Mi mamá creyó más a Sid que a mí y eso que yo había contado la verdad y él solo había puesto esa cara de sufrimiento. El caso es que mi madre aceptó con la condición de que él viniera a ver a Roja mínimo una vez por semana y su padre el señor Santinni una vez al mes. Sid vio con buenos ojos esa condición y ofreció dinero mi madre lo rechazo tajantemente pero aun así Sid ganó esa batalla, y así comenzó Roja a vivir con nosotros.
Las cosas había sucedido muy rápido desde entonces y los lazos que había formado Roja y mi mamá eran ya muy fuertes y ni se diga la dependencia que la pequeña me había causado, así que mis preocupaciones no cesarían hasta verlos a ambos de nuevo entrar por el portal de mi casa. Cosa que sucedió hasta las ocho de la noche.
Mi mamá me había visto intranquilo y me alentó a comenzar a adornar la casa para la fiesta, cabe mencionar que ella me dio permiso de hacerla ahí con la condición de que no quería ningún destrozo. Incluso ella misma me ayudó y pronto terminamos, había globos de colores y un letrero que decía feliz cumpleaños, además me ayudó a preparar bocadillos y te de limón fresco.
- Nonna! Stephy!
Se escuchó cuando llegó Roja corriendo por el pequeño recibidor de mi casa.
- Mi niña, estamos en la cocina!
Dijo mi mamá y ambos nos llevamos una sorpresa enorme al verla entrar por la puerta con ese disfraz tan hermoso.
Era el disfraz de dinosaurio que yo había visto pero además tenía puesto arriba el disfraz de princesa, adornando su cabeza del T-Rex una corona que parecía fina y en las manitas llevaba un cetro.
- Soy la princesa T- Rex!
Me quedé impactado al verla, se miraba preciosa y además yo sabía que había sido Sid el que había hecho eso. Entonces el teléfono de mi mamá sonó y ella contestó.
-Si diga? .....Ah Sidney cómo estás?.... Si, si.... Se ve hermosa! Me recordó a uno que yo le compré a Steph cuando era niño.... No, no! Para nada!...... No! Hiciste bien...Ah?! .... Ah? Si? Pues que hacerle Sidney, pero mira que algún día conoceré a tu padre y le daré un jalón de orejas por ser así contigo....
La voz de Sid al otro lado de la bocina era imperceptible casi y no podía enterarme de que hablaban más que por mi mamá.
- Bueno es una lástima, de igual forma feliz cumpleaños!... Si.... Si.... Quieres que te comunique a Steph? Ah... Bien... Bueno yo le digo... Cuídate Sidney.
Mi mamá colgó el teléfono y yo me quede esperando por noticias pues mi mamá nada más colgó le extendió sus brazos a Roja y le dijo:
- Hola mi amor! Wooow la princesa de los dinosaurios.
- Es súper lindo no crees Nonna?
- Ya lo creo!
Roja comenzó a hablar rápido en Italiano y mi mamá la subió a sus brazos y sonreía aunque no creía yo que ella hubiese entendido una sola palabra.
- Ya cenaste con tu hermano o quieres algo de cenar?
- Papi me llevo a cenar de camino al aeropuerto.
- Que?!- Dije yo impactado por la declaración.
- Oye Nonna podemos hablar con Benny y con el Signiore Kuri para presumirles mi disfraz?
- Claro que sí mi amor, ven hay que marcarles. Steph hijo tienes el número de Ben?
Yo miré a mi mamá como intentando interrogarla y ella me dijo.
- Primero esto luego lo otro.
- Yo le di mi celular a Roja ya con el tono sonando y la escuché claramente cuando comenzó a hablar con Benny en inglés y luego en italiano.
- Mamá, que te dijo Sid?
- Ay mi amor, ese pobre chico- Dijo ella algo enfadada.
- Que pasó?
- Su padre! Ese viejo de Santinni que ni en su cumpleaños lo deja en paz, te imaginas va a salir de viaje a esta hora por que hay un negocio que debe cerrar!
- Y entonces....
- Va rumbo a Madrid. Yo creo que habrá que festejarlo cuando regrese.
- Que?!
- Ya sabes que ese señor de Santinni es un viejo loco...Pobre Sidney, mira que hacerlo trabajar en su cumpleaños...
Ese idiota! Subí corriendo a mi habitación y tomé el teléfono, sabía de memoria su número, era el único número de teléfono que había memorizado en toda mi vida, marque el redial y el tono sonó un par de veces pero no más. Una alarma de disparó en mi interior, Sid podía marcharse, podía dejarme! Y se iba a España? Como demonios lo iba a encontrar? Por qué Sid me hacia eso? Por qué me iba a dejar? Ósea si habíamos peleado o algo así pero él no podía, más bien no debía dejarme!
Bajé de inmediato y le quité en seguida el teléfono aRoja.
- Benny?
- Steph? Que pa...
No lo deje terminar y le dije.
- Comunícame con Kuri.
- Ah?
- Benny pronto! Kuri!
Este cuchicheo un poco y un momento después la voz de Kuri dijo.
- Bueno!
- Kuri dónde está Sid?
- Y ahora que sucedió?
- Ah?
- Vino a verme no hace mucho con una cara de perro abandonado. Me dijo que estabas enojado y otras tonterías.
- Que otras tonterías?
- Steph no se bien los detalles pero esto seguro tiene que ver con el policía no es así?
-Si- Dije por lo bajo intentado soportar aquella tristeza frente a mi madre y a Roja.
- Ve a buscarlo a Moonlight.
- Ah? A Moonlight?
- Si.
- Pero...
- Sid está destrozado, la verdad no entiendo el por qué, él solo vino con esos lentes oscuros y me dijo que tú estabas enojado y que era su culpa, que era un tonto y blah blah blah, la verdad Sid es un niño, aún se comporta demasiado tiempo como uno, debería madurar como yo.
La risa de Benny se escuchó a lo lejos. y luego como vociferaba.
- Seguro y por eso haces tantos berrinches!
- Cállate Ben! No estamos hablando de mi sino de Sid- Le dijo Kuri al que había dicho eso obviando que yo estaba escuchando, luego carraspeó su garganta y continuó- En fin, el caso es que el tonto ha de estar en moonlight, en la cabaña no va a estar y Mousetrapp no funciona para el como refugio.
- La cabaña en el cementerio? Pero si siempre esta ahí!
- Si, pero Sid sabe que te da mucho miedo, creo que me dijo algo de que la última vez te encontró llorando y casi casi te habías mojado los pantalones del susto.
- Que?! Yo jamás.... Osh bueno pero eso no paso esa vez... Como sea! Gracias Kuri.
- Oye y aunque no esté Sid aún habrá fiesta verdad?
- Claro que sí y si va a estar!- Dije yo devolviéndole el teléfono a Roja y escuchando su sorpresa al escuchar a Kuri.
- Signiore Kuri! Como esta?
La voz de Kuri por contrario a la de Sid era muy escandalosa.
Subí de inmediato a mi habitación, tome una sudadera, me calce zapatillas deportivas y baje casi a tropezones.
- Steph, bebé a donde vas?
- Por ese bobo de Sid mamá!
- Pero...
Le di un beso y le dije.
- Aún está en el aeropuerto el muy idiota!
Mi mamá me miró sin comprender y yo salí corriendo, tomé un taxi hasta Moonlight y nada más al llegar al estacionamiento subí la mirada hasta el último piso. Todo estaba oscuro pero especialmente la parte de hasta arriba, parecía un hoyo negro en medio de Londres.
Corrí hasta la puerta y ya casi sin aliento por el sobrepeso que ya tenía los policías de guardia me interceptaron.
-Vengo....- Dije con la respiración entrecortada- Vengo .. Soy empleado de aquí...puf!
-Su identificación por favor.
- Ah?!
- Su identificación.
Maldita sea! Había olvidado la credencial de Moonlight! Maldiciones mil!
- Steph?
Al escuchar mi nombre voltee para buscar la procedencia de aquella voz que reconocí, era mi antiguo jefe.
- Jules!
- Hola Steph, que haces aquí?
- Ah es que... Vine a ver al hijo del señor Santinni.
- Ah! Él está aquí? Creí que se había ido de Londres desde hace meses.
- No! Bueno, no que yo sepa - Dije dudando de mi propia consciencia- Por que dices eso?
- No le hemos visto desde que te tomaste tu periodo de tiempo.
- En serio?
- Si. Tu y él parecían llevarse bien. No es que sea entrometido Steph pero ese tío es raro, no le hablaba a nadie más que a ti.
- Bueno si... No en realidad Sid es...
- Mira que sorpresa! Se llama Sid eh? Nadie más sabía su nombre! Sid Santinni! Que nombre!
- Jules necesito pasar, me puedes ayudar?
Él sonrió y asintió.
- Él es empleado de Moonlight, de hecho esta a mi cargo, que se registre y ya está bien?
Los policías asintieron y yo di un abrazo a Jules de la emoción y la gratitud que le tenia.
- Gracias Jules!
- Espero verte pronto Steph. No eras tan buen mensajero pero me agradabas!
Casi me tropiezo al escuchar mi pobre desempeño pero seguí mi camino al piso 17 y como siempre la oscuridad de aquel lugar me heló la sangre, ahí había sido la primera vez que yo había visto a Ephy pero el lugar era idéntico a Blackmoon donde había visto a Sid por primera vez.
Di un par de respiros para darme valor y entré a su oficina.
- Sid?
La oscuridad era demasiado densa y como Sid nunca ponía orden en su lugar terminé cayéndome y golpeándome la cabeza con una cosa de madera.
- Ouch dueleeeee! Maldición Sid haz algo de limpieza!
Sabía de antemano que si me levantaba había grandes posibilidades de que me cayera un par de veces mas, yo creo que mínimo diez más hasta su escritorio así que decidí gatear hasta la ventana e intentar abrir la cortina para que mínimo se colara la luz de la luna.
Anduve a gatas un buen trecho hasta que mi cabeza se dio contra algo duro.
- Waaaaaaa! Me dolió!
Dije sentándome para sobarme, al cabo de unos minutos que me dolía menos estire la mano y me di cuenta de que con lo que había chocado era el escritorio de madera, decidí rodearlo a gatas y al fin llegue a la cortina. La tome con las manos y me sostuve de esta para subir. Una vez en pie, la abrí con esfuerzos, apenas si podía recordar lo pesada que era para proteger a Sid.
Entonces al fin con un poco de luz pude notar que el lugar era un basurero, Sid no tenía la costumbre de poner orden en su oficina. Papeles tirados por todas partes, algo de ropa y libros por todas partes y aunque tenía ganas de retar a Sid por ese desorden estás se me quitaron en cuanto ubicaron al lado de un enorme librero al cumpleañero.
Estaba sentado en el piso con las rodillas pegadas al pecho, tan solo vistiendo unos vaqueros azules y los bucles le caían como una cascada desordenada por la espalda y los hombros. Sid estaba tan ensimismado que no me había notado y eso nunca había pasado antes. Me acerque con cuidado y note que no se movía en absoluto, no parpadeaba a pesar de que tenía los ojos abiertos, sus lilas me miraban opacas y su piel de mármol no se movía ni para respirar, parecía una estatua, comencé a asustarme.
- Sid? Sid! Sid!
Pero no obtuve respuesta alguna, y el terror y la desesperación comenzó invadirme haciéndome presa fácil.
- Maldición Sid! Maldición! No te escondas en el frío de tu piel! No lo hagas! No te mueras!
Lo metí en mis brazos con fuerza, con toda la que poseía aferrándome de su piel hasta con las uñas y apreté los ojos.
" Sid, me lo prometiste, vuelve a mi o llévate mi vida contigo, por que así ya no la quiero más"
Entonces sentí una especie de calor, y luego esa sensación en los brazos que me hizo abrir los ojos en seguida.
Sid había dejado salir sus alas y ahora él me sujetaba con fuerza por la cintura como si fuera un niño pequeño mientras escondía su rostro en mi pecho.
- Sid? Estás bien?
- Perdón Steph, perdón.
- Ah? Por?
- Por lo de la tarde.
- Sid...
- Perdón pero no puedo tolerar el que ese perro policía esté cerca de ti, no puedo. No sé si pueda seguir controlándome pero por favor no me dejes! No quiero ser al que abandones, por favor! No me dejes nunca!
Me quedé pasmado ante las palabras de Sid. Por qué él estaba tan ansioso? Esto era definitivamente algo. nuevo y sorprendente en él.
- Sid, calma! No sé a qué te refieres!
Yo intenté buscar su rostro pero él seguía escondiendo aquello en mi pecho y estaba trabado en su abrazo.
- Sid, mírame! Vamos mírame!
No podía controlarlo, Sid estaba pasándola muy mal por mi culpa y yo sabía esto por qué el nunca se había puesto así.
- Sid...
- Te amo Steph, te amo y nada se acerca ni un poco a la forma en la que yo te amo y a como te necesito. No me abandones Steph, por favor ... No lo hagas...Te amo.
- Sid, basta. Por favor! Basta!
Este se calló unos momentos y yo dije.
- Sid vamos, suéltame quieres?
Este no se movió ni un poco y yo dije.
- Sid...
Este aflojó su agarre y yo busqué su rostro. Que horror! Que había sucedido? Su rostro aún era hermoso pero ese gesto de absoluta tristeza me estrujó el corazón de una forma horrible.
- Sid, mírame!- Dije apenas notando las lágrimas en mis ojos que involuntariamente habían escapado al ver el rostro de Sid desconsolado- Sid! Mírame por favor!
Este levantó la mirada poco a poco y nuestros ojos se encontraron. Sus ojos no estaban llorosos pero sentía que lo que le sucedía era algo peor.
- Sid, estoy aquí. No te he dejado, nunca lo haré! Me entiendes?
Él me miró fijamente y asintió pero una especie de terror lo tenía aún preso.
- Sid... Yo te amo a ti y a nadie más. Por favor no me asustes así de nuevo, quieres?
- Lo siento Steph- Dijo apenas con una voz audible - Te amo, siempre te voy a amar, desearía ser lo que mereces, en serio lo desearía.
- Idiota! Sid idiota! Tu eres todo lo que pedí. Lo entiendes?
Él me miraba aún con desconsuelo, su tristeza y su pena eran abrumadoras. Yo sabía que Sid no estaba bien por la confrontación con Whip pero de ahí a que él hubiese llegado a ponerse así, era un extremo.
- Sid, escúchame bien, yo te amo, recuerdas? Yo fui el que cruzó el mundo solo para encontrarte, yo casi me vuelvo loco cuando te fuiste...
- Te deje solo, te deje solo y es mi culpa.
- No Sid, no me dejaste solo. Estaban los chicos de la asamblea, ellos me protegieron, también y aunque no te agrade estaban Whip y también mi mamá y realmente nunca me dejaste solo Sid.
Tome su rostro entre mis manos y le dije:
- Sobre todo, todas esas veces que estuve a punto de caer, de enloquecer o morir, ahí estabas tú. Yo sin ti Sid, yo sin ti jamás hubiera sobrevivido. Jamás! Vamos, ya no estés triste Sid, yo también te amo, dime tú a quien más podría amar tanto como a ti que hasta me voy a casar contigo? Eh? Vamos! Que dices?
Tome sus manos entre las mías y me encorvé para besarlo. Le di un beso tierno, un beso que quería hacerle sentir el amor que yo le tenia, un beso que le expresara que no tenía por que temer a nada pues yo había elegido estar con él.
Sid obvio lo recibió con agrado y al instante reaccionó a mi besó con uno desesperado y apasionado. Sus mano se liberaron de las mías y se apoderó de mi cintura de nueva cuenta y en su toque sentí que poco a poco volvía a ser el mismo.
- Sid- Dije apenas con un débil aliento ante su beso- No dudes de mi por favor, te amo a ti. Te amo muchísimo.
- Te amo Steph, te amo muchísimo también e intentaré controlarme. No puedo prometerlo, pero lo intentaré.
Yo le sonreí y este comenzó a meter las manos en mi pantalón.
- Sid! No!
- Te necesito Steph, necesito estar dentro de ti.
Dijo este recostándome en el piso en un movimiento rápido.
- Pero es que... Sid....
Sus labios comenzaron a besarme el cuello y de inmediato me prendió. Ay no cuerpo! Pensé, este no es momento para ponerse ardiendo.
- Sid...
- La fiesta se hará con o sin nosotros, además yo soy el motivo de la fiesta no?
- Que?! Como sabes de la fiesta?
Ah seguro lo había leído en mi cabeza, chispas ni eso podía hacer bien.
- En realidad no fue tu cabeza Steph. Roja estaba muy emocionada y su mente no dejaba de pensar en todo lo que comería, de verdad parece nuestra hija solo que ese atributo lo saco de ti.
- Que? Que estás queriendo decir?
Sid me mostró su sonrisa, esa sonrisa que solo tenía para mí y dijo:
- Pero de donde me enteré más fue de Kuri, su cabeza estaba vuelta loca por ir a la fiesta y salir un poco de su habitación. Kuri fue el que te delató.
- Ah!- Dije con un poco de desilusión. Después de todo no podía enojarme con Kuri, él estaba sin poder moverse, ahí todo el día en esa cama.
- Steph?
- Que pasa?
- Si me sorprendiste.
- Ah?! Como?
- Cuando llegaste a mi vida. Cuando te vi entrar y husmear en mis cosas, comer esos horribles chocolates que manda K. Cuando te vi desnudo, cuando te poseí por primera vez, cada vez que me besas, cada vez que dejas que tome tu mano, cuando te hago el amor Steph, me sorprendes cada ves más.
- No es gracioso Sid! Me esmere mucho en planificar tu fiesta.
Dije haciendo un puchero.
- Por desgracia no es broma Steph, es verdad, cada cosa que viene de ti me sorprende, me parece hermosa y tan inesperada, me vuelvo loco cuando se trata de ti y es en gran parte de esa espontaneidad lo que me vuelve loco. Incluso hoy me has tomado por sorpresa.
- Ah?! Que quieres decir?
- Que jamás creí que vinieras a buscarme, jamás creí que vendrías aquí.
- Por?
- Bueno por que no pensé que sabrías dónde encontrarme.
- Ah- Dije fastidiado- No es mi mérito, Kuri me dijo donde encontrarte, yo iba a ir al cementerio.
El me besó con ternura en la mejilla y me abrazó.
- Gracias.
- Por que? Que te pasa Sid?
- Estoy muy feliz.
- Ah?
- Ibas a ir a ese cementerio que tanto miedo te da para ir a buscarme, ves? Todo lo que tú haces me parece sorpréndete, gracias Steph.
Me quedé mirándolo unos momentos, su rostro era el de un ángel, me parecía que Sid hubiera podido llorar de felicidad si hubiese podido.
Este ya no se movió sino que se quedó ahí abrazado a mi por varios minutos.
- Sid?
- Mandé.
- La fiesta.
- Y si llegamos un poco tarde y nos quedamos aquí abrazados y te hago el amor?
- Y si vamos a la fiesta y después hacemos lo que quieras?
Este levantó sus preciosas lilas refulgentes de felicidad hacia mi y dijo.
- Me lo prometes Steph?
-Si, si!
- Tu sabes que es lo que quiero...
- Si, Sid, te lo prometo!
Él se puso en pie de un salto y me ayudó a mi a ponerme en pie. Subió al segundo piso mientras yo ponía en su lugar mi ropa y rápidamente bajo usando una polo, jeans y zapatillas deportivas. En definitiva Sid Lucía cómo un adolescente.... Yo estaba siendo un asaltacunas.
- No pienses tonterías Steph, sabes de sobra que soy milenios mayor que tú.
- Si, bueno pero luces como un mocoso y eso es lo que cuenta.
Él me miró sin comprender y al fin cuando estuvimos listos ambos, partimos hacia mi casa en su Mustang fastback coupé Eleanor, Sid aceleraba como loco y las calles repletas de personas y niños disfrazados pasaban rápidamente por mi ventana polarizada. Entonces recordé lo que él había hecho.
- Sid?
- Si Steph?
- Gracias.
- Ah?- Sid parecía muy concentrado en otra cosa y dijo- Por?
- Por lo que hiciste con el disfraz de Roja.
Él sonrió y dijo.
- Te dije que si le iba a gustar. Cuando lo vio estaba eufórica de ser una princesa dinosaurio.
Yo sonreí complacido con lo que había dicho.
- Gracias Sid.
Al fin llegamos a mi casa y todo parecía apagado. Supuse entonces que no había acudido nadie pero Sid arruinó el momento de nuevo.
- Ahí están Steph, solo que planean sorprendernos.
- Ah?!- Al fin entendí por qué todos los miembros de la asamblea detestaba estar con Sid en ese tipo de asuntos y entonces las luces se prendieron y salió Kanon a recibirnos.
- Les dije que sería inútil, Sid es un experto aguafiestas- Se oyó la voz de Kuri que gritaba.
" Bienvenidos" Dijo Kanon y nos hizo pasar de inmediato.
Todo lucía excelente, mi mamá y yo habíamos adornado pero seguro habían sido ellos los que habían dispuesto la mesa y la comida deliciososa. También nuestros invitados lucían realmente bien, Kuri estaba en su silla de ruedas, pero lucía muy feliz, traía puesto el pantalón de un traje gris oscuro, una camisa blanca y venía perfectamente peinado, como a él le gustaba, aunque se notaba en demasía el peso que había perdido la sonrisa no se le quitaba de los labios y eso me gustaba, ese era el verdadero Kuri. Benny en cambio venía ataviado de jeans blancos, zapatillas deportivas y una camiseta de marinero muy al estilo francés, Kanon en cambio traía un traje negro que lo hacía lucir espantosamente atractivo.
- Dice Kanon que tú mamá dejo hecha la cena y Benny y Kuri compraron la torta. Kanon solo trajo esas gelatinas de perritos, él las hizo.
Miré las gelatinas y me parecieron muy lindas.
- Como no van a ser preciosas si del país de Kanon todo lo hacen Kawaii.
Kanon volteo a ver a Kuri con odio y entonces Sid sonrió de aquella forma que me encantaba.
- Noooo! Por qué?- Protesto Kuri- Yo no dije nada malo, ni que no fuera verdad! Por qué?! Kanon que malo eres, estoy enfermo!
Benny y yo miramos a los espectros sin comprender.
- Kanon dijo que si seguía fastidiando revocará el alta de Kuri.
- El alta?
- Es cierto, aún no lo sabes?- Dijo Benny.
- Saber?
- El señor Kanon ha aceptado que me lleve a Kuri a casa.
- En serio?
- Si, Kuri se lo había estado rogando a Kanon, no sé por qué comenzó a detestar el hospital y se le metió a la cabeza aquello de volver a casa, así que como se ha portado bien y ha tomado sus medicamentos y ha hecho sus terapias el señor Kanon acepto.
- Pero Benny, es mucha responsabilidad no lo crees así?
- Si, pero como podía negarme?- Dijo el italiano.
- Ah? Como que como podías negarte?
- Míralo! Míralo nada más!
Miré a Kuri que aún renegaba a Kanon, era cierto que no se miraba nada bien, estaba terriblemente bajo de peso, se había reducido a huesos y piel nada más, sus ojos hundidos en las cuencas me recordaban algo doloroso, entonces un nombre me vino a la cabeza " Suri". Aquel que había muerto abandonado por Nereo. Una especie de tristeza me sacudió de repente y entonces Benny me saco de mis propios pensamientos.
- Hey Kuri deja de hacer berrinche!
- Pero Benny yo no dije nada! Yo...
- Espérame un momento Steph- Dijo el castaño y se fue a reprender al Ruso.
En ese momento Sid se acercó a mí.
- No debe albergar ese frío tu corazón Steph.
- Ah?
- Mira a Kuri, pero míralo como solo tú sabes hacerlo, sin que el recuerdo de aquel desdichado nuble lo que ves.
Miré a Kuri que hacía pucheros a Benny el cual lo miraba de manera desaprobatoria.
- Benny, pero ya tengo hambre...
- Pero primero vamos a que te revise y luego comemos.
- Pero... Es que te vas a tardar.
- No. Te prometo que lo hago rápido.
- En serio?
La sonrisa de Kuri se mostró en todo su esplendor, un nuevo sentimiento de melancolía vino a mi, yo había visto esa sonrisa antes pero... Donde?
- Mira bien Steph.
Dijo Sid y entonces recordé las tardes de té con Ephy y los gemelos y cuando salimos a bailar y tantas cosas que había yo vivido con Kuri y Yuri y que me habían causado tanta alegría. Esa era la sonrisa auténtica y pura de Kuri, más aún así se veía diferente, lucía más intensa y las radiante, aún a pesar del estado de su cuerpo.
- Se llama amor, y es lo mismo que tú me provocas Steph.
Me quedé pausado, sabía que me había sonrojado pero no podía dejar de verlos. Ya era imposible no notar que se querían. Benny lo subió a sus brazos y Kuri se acomodó en la cuenca de su cuello.
- Steph , crees que puedas prestarme una habitación para revisar a Kuri?
- Ah sí! Si! Claro!- Dije yo aún embobado- En mi habitación está bien?
- Si cualquier lugar donde lo pueda recostar.
- Por aquí.
Los tres subimos hasta mi habitación y Benny depósito a Kuri en mi cama.
- Necesitas que te ayude en algo Benny?
- No Steph, gracias.
- Seguro?
- Steph me quiere sabrosear!- Dijo Kuri soltando una risotada.
- Que?! No!
Benny me volteo a ver con una mirada que jamás creí verle, acaso eran celos lo que reflejaba su mirada?
- No Steph, yo puedo hacerlo solo.
- Ok!
Dije y me salí de la habitación mientras Benny le desabrochaba el pantalón a Kuri.
Baje las escaleras y me incorpore con Sid y con Kanon.
- Kanon, en serio es buena idea que Kuri regrese a su casa?
"Por ahora está estable y eso es bueno, la verdad no estoy tan seguro pero si se queda en el hospital se va a deprimir y eso no es nada bueno, Kuri ahora está muy feliz y habrá que aprovechar eso para intentar mantener su cuerpo estable"
- Es cierto, Kuri se ve muy feliz- Miré al japonés y sin pensar le pregunté- Hay alguna noticia de Elliot?
Este nego con la cabeza, yo no era muy listo pero sabía que Kanon estaba muy preocupado por el albino.
"Lo estoy Steph, pero sé que Elliot es uno de los espectros más fuertes y difíciles de vencer y tengo fe en ello"
- Lo sé Kanon, lo sé...
Unos minutos más tarde bajaron Kuri en brazos de Benny y la fiesta oficialmente comenzó. Benny, Kuri y yo cenamos muy bien, cantamos y Sid apagó las velas con sus dedos ya que no tenía aliento alguno, se me olvidaba mucho que no estaba vivo.
Luego de eso charlamos, primero ellos tres comenzaron a discutir sobre que venía de nuevo la ruleta rusa, aquella fecha donde se elegían quien quedaría a cargo de que empresa, al escuchar esto solo pude atinar a pensar; wow! Han pasado ya diez años?!
- Que es la ruleta rusa?- Dijo Benny.
Yo le expliqué aquello de que para no levantar sospechas sobre su evidente juventud eterna ellos intercambiaban las empresas y ya fuese con sus mismos personajes ficticios o con nuevos.
- Oh!
- No puedo creerlo!
- Supongo aún me falta mucho por comprender sobre ellos- Dijo Benny melancólico.
- No creo que nadie pueda saber mucho de espectros Benny, habría que ser joven eternamente como ellos para poder conocerlos bien.
- Eso es cierto- Dijo mirando de manera cariñosa a Kuri.
Yo le di un codazo ligero en los costados y le sonreí.
- Parece que las cosas pintan bien entre ustedes eh?
Benny se puso rojo de inmediato y dijo con mal humor.
- Obvio no!
- Obvio si!
- Que no!
- Anda! Dime! No hay secretos entre amigos Benny!
Este exhaló derrotado y dijo.
- Pues todo va bien, la verdad quiero mucho a Kuri, aunque sea así de berrinchudo y necio, es muy dulce Steph, aunque no puedo decir que lo amo aún y no creo él me ame.
- Por que dices eso?
Él se quedó mirando al Ruso que discutía alegremente con Sid mientras Kanon observaba.
-Porque él alberga a alguien más en su corazón.
De inmediato pensé en Yuri, era Yuri de quién Benny hablaba.
- Pero Yuri ya no está aquí, estás tú.
- Pero se que él lo ama aún y como comprenderás no estoy dispuesto a ser plato de segunda mesa.
- Pero Benny, no es así. Yuri era el hermano de Kuri...
- También su amor.
- No, ese amor era extraño pues Yuri si amaba a Kuri de una manera diferente pero Kuri....
No pude continuar pues este me interrumpió.
- Basta Steph, no hablemos más de esto quieres?
Se notaba muchísimo que a Benny no le agradaba para nada hablar de Yuri, la verdad podía entenderlo, yo mismo había sentido tales celos de Allen, e inconscientemente era por que quería ser la única persona que Sid amara, aún ahora sí Sid tuviera una foto de ese tipo o estuviera vivo no podría soportarlo, sería muy doloroso.
- Steph?
- Ah? Dime Benny.
- Gracias por tratar bien a Aramis.
- Ah?
- Vi que ya tenía una habitación en tu casa, gracias.
- Ah! Jajaja! No es nada, ella es muy dulce y mi mamá la adora y yo también.
Benny me dio una mirada muy cálida y dijo.
- Gracias Steph, ella es muy feliz.
- En verdad espero que lo sea- Dije un tanto melancólico- Yo la quiero mucho, la verdad Benny espero que no te enojes pero ya la considero como a mí propia hija.
- Ah?
- Yo no voy a tener hijos nunca y Roja, perdón Aramis... Bueno... Es como si fuera mía. Yo ya la quiero mucho y así lo siento.
Mis manos se movían inquietas, y es que pensar en aquello de que nunca podría tener hijos aunque lo intentase era algo terrible, yo quería ser padre pero más allá de que Sid y yo fuéramos hombres estaba aquello de que yo ya no podía. No pude evitarlo y una lágrima se me escapó, era definitivamente un tema sensible en mi.
- Steph estás bien?
Asentí y dije.
- Si, si! Perdón es que algo se me metió a los ojos.
Intenté sonreír para disimular, apenas si noté que Sid me miraba con seriedad, así que de inmediato le sonreí y él me extendió su mano.
" Ven acá y siéntate conmigo"
Dijo su voz en mi cabeza.
- Vamos allá Benny! Kuri parece inquieto.
Este se sorprendió un tanto y luego miro a Kuri que hacía un escándalo terrible.
- Ben! Quiero más soda!
- Osh, Kuri no puedes tomar tanta soda! Llevas ocho vasos!
- Pero es la fiesta! Dijiste que en la fiesta podría comer y beber lo que quisiera!
Benny se frotó la cabeza con la mano en señal de fastidio y se recompuso un momento para decirme.
- Gracias Steph, gracias por querer a Aramis.
Luego Kuri le interrumpió.
- Ben, soda! Y una gelatina japonesa! Ay qué mal, están tan tiernas que casi ni me da la gana comérmelas.
- Pero si llevas siete!
- Ay Ben, quién está contado?!
Fuimos a donde estaban los demás y Sid tomo mi mano y me sentó en sus piernas, yo no deseaba aquello pues era incómodo delante de los demás pero al ver que nadie dijo nada me quedé ahí quieto y cómodo.
Platicamos un buen rato sobre boberías y sobre algunos buenos recuerdos hasta que sin darnos cuenta de la hora Benny nos hizo la señal de silencio. Todos miramos hacia donde se encontraban ellos y descubrimos que Kuri ya se había quedado dormido.
- Pobre, está rendido- Dijo Benny en un susurro- Hoy fue un día de muchas emociones para él.
- Seguro, hace tanto que Kuri no salía a la calle - Dijo Sid.
Miré a Kuri, me pareció tan humano y tan feliz; su gesto mientras dormía era de mucha paz y pensé que ahora era un ser totalmente diferente al que había conocido y tan lejano al que había quedado con la partida de Yuri.
- Creo que ya es hora de que nos marchemos.
" Yo los llevaré, si me lo permiten"
- Gracias Sr. Kanon.
Kanon subió a Kuri en sus brazos y Benny le acomodo una manta mullida para cubrirlo.
- Muchas felicidades por su cumpleaños Signiore Sid.
- No es mi cumpleaños Ben.
- Ah?- Dijo Benny confundido.
- Ay Sid, solo di gracias!- Le reproche yo.
- Gracias!- Dijo Sid y Benny comprendió menos la situación.
- No le hagas caso Benny. Gracias por venir!
Los acompañamos hasta el coche que estaba estacionado a unos metros de la entrada de mi casa, Kanon metió con sumo cuidado a Kuri y en la parte de atrás de la camioneta acomodo la silla de ruedas como si nada aunque se miraba bastante pesada, Benny y yo nos despedimos con un abrazo y Sid y Kanon apenas intercambiaron miradas.
-Dale un beso a Aramis por mi!
- Si Benny, claro!
Este abordó el coche y suavemente abrazo a Kuri a manera de hacer que la cabeza del peliazul terminará recargada en el hombro de Benny, Kanon tomo su lugar de conductor mientras Benny arropaba a Kuri, el coche encendió y comenzó a moverse cuando vi un gesto de amor de Benny hacia Kuri. El acarició su mejilla y depósito un beso en su frente, esa imagen me dejó confundido.
- Él no se dio cuenta de que lo vimos, pero le procura esa y más muestras de afecto cuando nadie lo ve - Dijo Sid pegándome a él - Ahora es tiempo de que tú me procures algo de afecto a mi no crees?
Este me planto un beso apasionado el cual por unos instantes me hizo mucho bien pero luego recordé que estábamos en la puerta de mi casa y eso me hizo apartarlo de inmediato.
- Sid!
- Dime Steph?
- Aquí no!
- No?
- No!
- Bien.
- Ah?
Este me tomo por la muñeca y me dio un jalón para echarse mi peso a su hombro.
- Sid! Bajame!
- Vamos a la casa!
- Sid! Es vergonzoso!
Este cruzo el portal de la entrada conmigo pataleando en su hombro y cerró la puerta.
- Sid!
- Steph, ya sabes que no te voy a bajar, deberías dejar de pelear en vano.
- Eres un tonto! Bajame!
Este tomo camino hacia las escaleras que conducían a la habitación pero yo lo pare en seco.
- Al menos apaga las luces!
Este me obedeció y de inmediato retomó su camino hacia mi habitación.
Una vez ahí, me dejó en el colchón con cuidado, pero la pesadilla apenas comenzaba. Mire aquellas curiosas cajas y bolsas de color negro y rosa pálido que llenaban mi habitación.
- Que es todo esto?
- Mi regalo de cumpleaños hacia ti, pero no necesitas ponértelo hoy...
Dijo él lanzándose contra mi en un huracán de besos.
- Sid! Espera! Espera!
Dije yo alargando la mano hacia alguna de las bolsas e intentando sacar lo que había ahí dentro, que por lo que pude tocar era ropa. En tanto Sid ya estaba bajando mis pantalones.
- Sid! Espera! Mi mamá y Roja pueden...
- Te necesito Steph, necesito ya mismo estar dentro de ti.
- Solo aguarda un momento!
Dije haciendo acopio de todas mis fuerzas para intentar frenarlo y lo conseguí.
Me incorpore y tome la bolsa más próxima, sacando de inmediato su contenido...Que demonios?
- Sid, que diablos!
Dije al ver aquel conjunto de lencería femenina.
- Es mi regalo de cumpleaños para ti.
- Que? Pero... En primera es ropa de mujer y en segunda el cumpleaños es tuyo no mío!
- Por eso - Dijo con una enorme sonrisa - Quiero que los uses todos para mí!
- Que?! To...Todos?
Me aparte de su lado y comencé a revisar todas las bolsas, había diferentes conjuntos, todos ellos de aquella tienda... Ese... Ese... Idiota!
- Sid! Imbécil! Como crees que yo voy a usar esto?!
- Por que no? No tienes que usarlo ahora mismo, puede ser después, estoy dispuesto a esperar Steph, ya mismo quiero estar dentro de ti.
- No voy a usar esta lencería nuuunca! Nunca me escuchaste?
Dije muy molesto.
- Por?
- Por que no soy una mujer!
- Eres muy lindo cuando te enojas sabías?
- Sid!
- Que?
Tome las bolsas y comencé a aventárselas con ira pero el ni siquiera hacía el esfuerzo de defenderse.
- Eres un idiota! Como crees que voy a ponerme ropa de mujer! Que te hace pensar tal idiotez?
- Eso es fácil Steph, tu entraste esta mañana a esa tienda no?
- Si y?
- Significaba que deseabas algo de ahí o algo había llamado tu atención.
Me quedé pasmado ante su respuesta y de inmediato recordé aquello, solo había sido curiosidad...Yo, solo había sentido curiosidad.
- Tu curiosidad es signo de algo Steph, no lo crees? Esa idea debió venir de alguna parte...
- Que?!- Intenté evitar el pensar en el origen de la idea pues sabía que causaría algún problema y solo dije-Claro que no!Solo es curiosidad! Idiota!
- Mmmh...- Dijo él como no creyendo en mis palabras - Además da lo mismo por que yo te quiero ver en Babydoll y tanga.
- Que?! Estás loco? Eso no va a pasar!
- Por que no?
- Por que jamás podría hacer algo tan humillante! Por quien me tomas?
- Por alguien que cumple sus promesas claro está.
- Promesas?
- Si.
- Explícate!
- Pues, cuando estábamos en la oficina tú me lo prometiste.
- Ah? Yo?
Este me miró fijamente a los ojos y entonces una imagen cruzo mi cabeza como un rayo...
" Y si llegamos un poco tarde y nos quedamos aquí abrazados y te hago el amor?
- Y si vamos a la fiesta y después hacemos lo que quieras?
- Me lo prometes Steph?
-Si, si!
- Tu sabes que es lo que quiero...
- Si, Sid, te lo prometo!"
Al fin regrese en mi y lo voltee a ver...
- Queeee? Tú quieres que yo...
- Tu me lo prometiste.
- Pero yo no sabía que estaba diciendo, no sabía que querías que yo...
- Ti dijiste si, Sid, te lo prometo.
- Pero...
La mirada intensa de Sid fue suficiente como para dejar mi mente en blanco, yo en definitiva era un idiota.
Él me tomo de la mano y me jalo hacia él.
- En definitiva me tienes que cumplir pero no hoy, hoy quiero comer de ti toda la noche!
Este de un movimiento me arranco los pantalones y el bóxer.
- Sid!
- No más plática Steph.
Dijo este comenzando a darme placer tanto en mi sexo como en mi entrada. Las sensaciones comenzaron a fluir y yo me debatía entre la razón y la inconsciencia del placer, este acariciaba mi trasero, chupaba mi sexo y jugueteaba con sus dedos dentro de mi y eso fue parte importante de que yo perdiera esa batalla, pues me deje llevar por el placer que se dejó venir a raudales conforme él metía más sus dedos largos en mi interior.
Al fin terminé viniéndome y este me volteo para tomar mi cadera entre sus manos poderosas y comenzó a comer de mi parte trasera. Mis sentidos se nublaron por completo y la atmósfera comenzó a tener ese aroma dulce y esos puntos de colores que eran nada más que la panorámica del placer que sentía y es que la boca de Sid era peligrosa en mi entrada, ya que este sabía bien como hacerme vibrar hasta que terminaba eyaculando con violencia.
Para cuando esté comenzó a embestirme con su típica fiereza mi cuerpo era ya preso en su totalidad de la voluntad del espectro.
- Sid, más por favor! Dame más duro!
Sus besos subieron desde mi trasero por mi espalda y hasta mi cuello y en un susurro me dijo.
- Steph te voy a amar por siempre.
Sus palabras me hicieron temblar, me sentí mareado, no eran las palabras en sí, sino en como Sid las había dicho, era ese tono, el sentimiento.
- Te amo, Sid...
Dije apenas con una voz audible, estaba perdido en él, en su amor, en su forma de amarme, en sus besos y sus miradas, sus caricias desprotegidas, por que Sid estaba ahí para mí sin miramientos o máscaras, así nada más, de esa forma tan sencilla y abandonada.
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Del libro de Sid.

Cumpleaños feliz.

Me hallaba tendido en la cama esperando a que Steph saliera del baño, el amor por el pequeño soldado inglés me había cegado por completo de aquella situación, ya hacia unos días lo había obligado a cumplir su promesa y confieso que verlo en un ligero era sumamente excitante. Steph ya no tenía un cuerpo de joven y en definitiva su falta de testosterona le había formado un cuerpo robusto y bien provisto el cual me volvía loco, era por eso que el ver sus piernas carnosas y su pecho de hombre me había causado tal estupor que jamás me di cuenta de lo que esa noche sucedió.
- Ay Sid! Por qué me haces esto?
Se quejó mi rubio desde el baño de su casa.
- Steph sal ya!- Reclamé su presencia pues estaba inquieto por ver cómo le quedaba esa tanga de encaje y ese strapless en satín rojo.
Como había dicho antes; ya llevaba dos conjuntos que le había obligado a usar para mí, un body de encaje que se le miraba fenomenal y un Babydoll rosa que me causo controversia pues Steph se veía muy lindo, era casi casi una muñeca violable. Pero este parecía no disfrutar mucho usando lencería, quizás pensaba que merecía alguna lencería más cara así que planeaba ir la siguiente semana y antes de partir a Rusia a comprarle la mejor lencería, la más hermosa que existiera.
- Sid por favor no me hagas esto...
- Lo prometiste Steph, además si sales ya te daré una sorpresa pronto.
- Una sorpresa?- Dijo este con curiosidad y la puerta se abrió lentamente para dejar que este saliera asomándose tímidamente con ese conjunto de strapless que le resaltaba la figura y la tanga que no dejaba mucho a la imaginación.
Me quedé pasmado, se miraba tan hermoso y delicioso que no soporte más y me lancé a besarle con lujuria.
- Sid espera! Espera!
- Que?!
- Necesito saber si mi mamá y Roja ya van a llegar!
- Eso no es importante Steph.
- Que?! Claro que lo es!
- No lo es, Steph, lo primordial es que yo esté dentro de ti!
Dije aferrándome por las nalgas a su cuerpo, esa tanga me tenía pendiendo de un hilo, mi completa existencia dependía de la parte de en medio de aquella prenda de encaje. Nada eran las lilims a comparación de este pequeño rubio usando esa lencería y comenzaba a comprender un aspecto de la mente de los hombres. La piel medio expuesta a través de esas ropas era algo que podía prender a cualquier humano o espectro, de tan solo imaginar que jugosa sorpresa guardaba ese pequeño pedazo de tela, el secreto escondido que se advertía en el mapa del tesoro de su piel.
El rubio contra mi voluntad tomó el teléfono mientras yo me aferraba a su cintura y metí mi cara en su trasero para intentar comenzar a lamer su entrada.
- Mamá? Si, oye donde están?
La voz de la mamá de Steph se escuchaba a todo lo que daba, al parecer la familia de Steph se había quedado prendada de la presencia de Roja y al parecer comenzaban a unirse más gracias a ella ya que desde que había llegado a vivir con Steph parecían organizar más convivios con los tíos de Steph y con sus primos. Steph usualmente asistía y presumía que esas reuniones se ponían muy bien, que eran muy agradables, pero aunque le había rogado por que me llevara él siempre pretextaba que aún no era tiempo.
- Sid, dame un momento, es importante- Dijo en voz baja mientras seguía al teléfono- Si mamá...Ah ya veo!
Tuve que dejarlo unos momentos y este se metió de nuevo al baño para hablar con su madre sobre cosas que no eran importantes por contrario a lo que había dicho. Así que volví a recostarme en la cama y me quedé mirando la habitación de Steph, era pequeña a comparación con cualquier otra de Mousetrapp o de cualquier casa en la que yo hubiese habitado antes pero está habitación a la que tantas otras veces había entrado sin permiso o con el afán de molestar al rubio dejándole una caja de chocolates era la habitación que más me gustaba, olía a Steph, estaba dedicada a representar lo que a él le gustaba, sabía sus secretos y era por ello que yo gustoso aceptaba quedarme cada noche.
Antes de conocerlo todo había sido oscuridad y completa soledad pero el había venido a renovar mi vida, a llenar cada espacio oscuro con su luz y a colorear cada rincón, yo había esperado por su amor y me había equivocado ya antes pero está vez haría todo por él, todo! Amaba a Stephan más de lo que algún día había podido imaginar que amaría a un humano, ni el mismo Glenn me había causado tal efecto y a unos días de partir a Rusia mi mente estaba más necesitada de Steph que un famélico de comida y ahí estaba yo, idiota ente cayendo en la trampa de su amor, entrando por su ventana apagada mientras él estaba abajo con su madre y depositando los chocolates en su cama. Él muy ingrato se había comido mis chocolates, nah! No eran más importantes que la tarjeta con la que habían venido, la linda ortografía de K. Dentro de ella expresándome su deseo a que volviera a su lado, pero...Que podía ya obtener un caído como yo sí el cielo o el infierno se habían llevado la razón de mi existir, había algún caso en ello? No lo supe hasta que vi sus ojos negros, su aroma y ese semblante tan lindo. Olfateé ese rastro de inmediato y entonces el sabor de su sangre se posó en mis labios, reclamo estos y me di cuenta de que era su sangre, él había vuelto a mi.... Él... Vi si rubia cabellera de rizos y los ojos velados, era él... Glenn!

 

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