Breves notas de Benedetto. Una vida dura.
Me hablo de forma calmada, pasiva, serena.
"Kuri tiene muerte cerebral. Lo siento mucho"
- Que?
" Lo siento en verdad pero sabíamos que pronto llegaría a la fase final del proceso de deterioro absoluto de las estructuras que comandaban las funciones básicas de su organismo. Debes saber que en este estado, todas las redes dedicadas a integrar las emociones, el sentimiento, el movimiento, la sensibilidad y las tareas autónomas quedan completamente abolidas, con ello el organismo pierde todas sus funciones de manera absoluta e irreversible"
- Pero está usted seguro de que tiene muerte cerebral?
" Si, hicimos todas las pruebas necesarias y no solo soy yo, sino los tres médicos que las realizamos concordamos en el diagnóstico, ahora bien si quieres que lo mantengamos con vida lo que podemos hacer es mantener el pulmón conectado al respirador, y suministrarle medicamentos que favorecen las funciones hemodinámicas, solo se estarían remplazando temporalmente funciones completamente pérdidas, si quieres que..."
De inmediato lo interrumpí pus sabia a donde iba la cosa y dije:
- No! No me importa como quede solo salve su vida señor Kanon! Se lo ruego!
Este asintió y dijo.
"Bien pero te diré algo, Kuri no durará más de unos días más y ya, su cuerpo está muy mal y no queda más que rogar que traigan sus alas de vuelta lo entiendes? Hemos hecho hasta lo imposible, tu has hecho hasta lo imposible por mantenerlo con vida y no debe caber ninguna duda de eso en ti bien?"
Asentí sintiendo un peso enorme cuando le escuché decir aquello. Regrese a su habitación y tome su mano.
- Kuri háblame, dime algo! Cuéntame de tus tonterías, hazme un berrinche, dime algo pervertido pero por favor.
Bese su mano, estaba en los huesos, la ultima vez que habían registrado su peso arrojaba la cifra de 32 kilos! Solo 32 kilos!
Bese su frente y note que estaba frío de nuevo.
- Tienes frío amor? Te voy a tapar bien para que no tengas más.
Fui al armario y saqué una colcha mullida, cubrí el cuerpo de Kuri bien y me trepe a su lado en la cama para pasar mi brazo tras de su cuello y acunarlo, comencé a darle palmaditas en la espalda, eso siempre le había gustado, desde que había quedado sin movimiento de vez en ves se animaba a pedirme que hiciera aquello para que pudiera dormir.
El señor Kanon tuvo que descansar casi dos semanas completas, durmiendo día y noche y el señor Jasy Jatere nos cuidaba a todos, se había quedado permanentemente en la casa del señor Elliot y desde que este se había instalado ningún otro espectro se atrevió a molestar, el señor Jasy Jatere se parecía mucho al señor Elliot y de vez en cuando esté lograba ponerme de buen humor, era muy afectuoso con el señor Kanon y lo trataba muy bien, aunque el señor Kanon se mostraba un poco inseguro con él.
Desde hacía tiempo Steph no se paraba por el hospital y no se había enterado de nada, le había llamado un par de veces pero su tono de voz decía que no la estaba pasando bien en absoluto aunque él intentaba ocultarlo, yo supe mas detalles por Aramis y su madre que por él, la Navidad la paso fuera de Londres, con uno de sus tíos y no lo volví a ver hasta año nuevo.
- Ben, me acabo de enterar, lo siento muchísimo, que sucedió?
- Desde hace unos días comenzó a estar mal, dejo de llegar la sangre a su cerebro, se interrumpió la irrigación sanguínea hacia el tronco del encéfalo y esto causó que le faltará oxígeno, perdió permanentemente de la función del tronco del encéfalo.
- Ay Benny, lo siento mucho.
- Yo más Steph, solo quedan unos días mas.
Dije intentando dominarme.
- Yo...-Steph miró hacia abajo y dijo- Yo siento haberme alejado es que ...
- Descuida Steph, no... No ha pasado a más.
No quería contarle lo que había sucedido cuando encontré al señor Kanon, ni de cómo me había sentido solo todo este tiempo, en si no quería estar con él, no era por Steph, era en realidad por que cada segundo que desperdiciaba con él yo podía haber estado con Kuri.
- Veo que Kanon está bien.
- Si.
- Ben yo...
- Steph no es necesario decir algo.
- Yo quiero decirte que siento haber estado ausente, es que yo... Yo no estaba bien de la cabeza pero ahora estoy mejor...
-Descuida- Dije poniendo mi mano en su hombro derecho- Aunque hubieras estado no se podía evitar lo de Kuri.
Él asintió y dijo.
- Aún así quiero ayudar, quiero verlo! Crees que podría?
No tenía nada contra el rubio pero de inmediato me negué, yo quería estar con Kuri cada momento y no estaba dispuesto a regalar un segundo de su vida.
- No es buena idea pero le hablaré de que has venido.
Él asintió, de repente alguien tocó la puerta.
- Adelante!- Dije y por ella entró el chico de la Policía.
- Estás listo amor?
Yo miré a Steph con sorpresa sin ninguna restricción de modales y este se puso rojo de inmediato.
- Si Whip ya voy.
El policía me saludo con un apretón de mano y yo se lo devolví. Steph se puso tenso y se acomodó un mechón de cabello detrás de la oreja de manera nerviosa.
- Dale un beso a Kuri de mi parte quieres? Vendré mañana.
Yo asentí y los acompañe a la puerta, Steph y su acompañante salieron sin volver atrás pero note un detalle curioso, sus manos; sus manos de ambos estaban cerca pero evitaban tocarse, no era como que no lo hicieran por el movimiento al caminar sino que era algo muy forzado, era como si evitarán a toda costa el contacto uno con otro.
Me asome a la galería del piso de Kuri que daba hacia la calle principal, ellos salieron al cabo de unos minutos y Steph miró sospechoso a los lados como si buscará algo o a alguien y mientras caminaban hacia la acera lo vi, el oficial tomo la mano del rubio.
- Que haces Steph? Apártalo! - Susurre pero este solo bajo la cabeza y se alejaron caminando así.
Regrese al lado de Kuri y me sentí roto, yo sabía que esto pasaría y que no sería una prueba fácil para un corazón débil por que así no era la vida pero era muy duro, más de lo que había pensado y si alguien me hubiera preguntado quizás yo hubiera cambiado esta parte. Me aferre a su pequeña mano y le di un beso.
- Mi amor, todo va a estar bien, tu serás siempre mi estrella guía y lo que sea que pase Kuri estamos juntos. Si tan solo pudiera regresar el tiempo lo haría diferente, si tan solo pudiéramos regresar a cuando estabas a mi lado no estarías solo nunca más...
No podía contener aquello, recordaba su sonrisa y sus bromas alegres y castristas y sentía entonces que él estaba tan cerca y tan lejos de mi.
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Del libro de Elliot.
En las línea.
Corrí hasta el palacio de Invierno, sede de la asamblea, en el camino y casi al llegar sentí una presencia, así que en plena plaza roja a la madrugada de la Navidad me fije en una postura defensiva y decidí a enfrentar lo que viniera.
-Muéstrate! Se que estás ahí!
Grite con impaciencia, el tiempo estaba en mi contra sino era que ya no existía para Kuri.
- Elliot?
La Lilim salió ataviada de un abrigo rojo elegante y tacones de punta de aguja del mismo color.
- Atrás espectro!
Ella se quedó en su sitio y puso una postura defensiva también, no era con mala intención pero en ese momento desconfiaba hasta de mi propia sombra.
- Como se que eres Layla y no otra trampa.
- Lo mismo digo yo!
Ambos nos miramos con ese aire de desconfianza, podía sentir su poder y era mas real que el de aquel que había enfrentado pero, tenía que asegurarme.
- Que te parece si hablamos de algo que solo los dos conocemos?
Ella se quedó pensativa unos momentos y luego dijo
- Me parece bien amigo Lobo aunque el cielo está muy lejos no lo crees?- Dijo la voz de la Lilim.
- Layla! Pero... Donde has estado?!- Dije yo sintiendo más paz.
- Donde demonios has estado tu?
- Yo enfrente a Ivka!
- No! Yo enfrente a Ivka!
Dijo ella.
- Que pero en donde?
- En el cráter del fin del mundo.
- Espera que?! Yo estaba en los hielos de Siberia!
- Esto me huele a que es una trampa Elliot, nada parece tener sentido!
- Lo sé, oye si enfrentaste a Ivka viste...
- La espada! La Shashka de Kuri lo sé!
- Crees que...
- No!- Dijo ella- Seguro también era una ilusión pero en definitiva no pasará mucho tiempo antes de que suceda así que démonos prisa.
-Antes de eso, muéstramelo...
Dije yo de forma ruda.
- Que?
- Que me lo muestres!
- En serio irás con eso?
Dijo poniendo los ojos en blanco.
- Si! Es por precaución.
- Maldición! Mocoso pervertido.
Esta se abrió el abrigo y vi que su vestido estaba rasgado, aquel vestido con el que había llegado a Rusia era harapos ahora, arranco un pedazo de lado del seno izquierdo y me mostró la marca Lilim, la marca de su sello que estaba activa para proteger a Steph.
- Contento?
- Más o menos podrías haberte desnudado por completo! Al fin hay tiempo para un rapidin eh?
-Enano pervertido! Cómo te soporta Kanon?!
Nos dirigimos al palacio de invierno donde encontramos a Samael convertido en un demonio casi por completo en aquellos lugares recónditos donde no se permitirá la entrada a humanos.
Dos enormes y largos cuernos habían partido su cráneo, sus alas desperdigaban el plumaje por todas partes también tenía aquellas garras enormes que en serio daban miedo. Ahora comprendía que en ese estado no era para menos de temer a un espectro, realmente lucía terriblemente enojado y yo casi nunca sino es que nunca había visto a Samael así de enojado.
- Samael! Samael! Que te sucede?-Grito Layla y obtuvo la atención del monstruo.
- Vete Layla!
- Samael! Contrólate, que sucede?
- No puedo, ellos! Ellos!
La Lilim y yo miramos por todo el lugar pero solo había destrucción.
-Samael, que te pasa?
- Todo era un engaño! Un maldito engaño!
- De que hablas? Samael por Satanás! Explícate!
El espectro volteo y se posicionó de frente a nosotros.
- Todo era un engaño, la única que está aquí es ella! Esa idiota!
- Que?!
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Del libro de Samael.
Locura.
Arrodillado mientras le sujetaban con excesiva fuerza por los cabellos estaba mi castaño, no paraba de gimotear y llorar amargamente, pero que podía usar contra Layla? La cuestión era que una Lilim enamorada de un hijo de Adán tenía demasiados puntos débiles pero una Lilim no enamorada ninguno, podía intentar usar al rubio más aún así el había perdido la cualidad que hacía la delicia de la Lilim.
- Muéstrame lo que desea!
- Desea a un hombre!- Respondí fastidiado y evadiendo su pregunta.
- Eso ya lo sé! Pero a cual?
- Cualquiera! Muéstrale un buen par de...
Iba a finalizar mi frase de manera poco educada cuando Ivka hizo aquello.
- Yakk! Drak!
Mire hacia donde estaba mi castaño que de repente recibió un tirón de cabellos y una navaja posó su filo en el cuello que pertenecía a mi propiedad.
- Estoy cansado!
Dijo sacando la Shashka de Kuri y de inmediato lo frené.
- Bien! Espera! Dame más tiempo!
- Cuanto más?
- Dame unas horas, no es fácil.
- No! Si lo es! Lo que pasa es que no lo haces bien!
- Como sea pero no le hagas daño!
- Tienes veinte minutos.
- Que? Oye al menos dame una hora o dos!
- Veinte minutos.
- Cuarenta!
- Veinte y ni uno más.
- Pero...
- Comienzan desde ya...
Maldición! Este necio zoquete iba a hacerle daño a Theobald si no pensaba algo pronto, imposible era que yo accediera a la cabeza de Layla para robarle un secreto y más que ella tuviese uno para mí, como había dicho habíamos crecido juntos, los años habían forjado una unión inquebrantable entre nosotros y ella era mía y yo de ella y no se podría decir que había más perfección y química en dos entes tan opuestos.
Layla había entrenado toda su vida humana como una Lilim, las Lilims desde los siete u ocho años entrenaban desde el alba hasta la media noche, tenían derecho a un par de raciones de comida al día y tenían que trabajar y fungir puestos sin importar la edad, no gozaban de las cosas corrientes como las infantas hijas de Eva, no! Las Lilims debían mostrar superioridad en todo, una Lilim tenía que soportar desde temprana edad grandes responsabilidades sobre sus hombros, el juego y la recreación estaban permitidos solo si solo tenían una enseñanza o como entrenamiento, no se les permitía descomponer sus cuerpos ni deformarlos con sobrepeso como a las hijas de Eva, para una Lilim parte de su poder se centraba en su físico y no es que fueran superficiales ni nada de esas vanidades que solo conocían las hijas de Eva, no! Para las lilims su cuerpo era sagrado y así lo trataban, por eso todas las Lilims son muy hermosas ya que todo radica en una trampa mortal hacia los hijos de Adán.
Es por ello que cuando alcance la edad de 20 años, se me había anunciado mi partida del Lilim pues a pesar de que yo no era hijo de Adán era un varón y eso era motivo suficiente, mi madre me había dicho que por órdenes del maestro de los espectros yo debía presidir la asamblea de Cisjordania que recientemente había perdido a su maestro, lo que me fascinó de inmediato. Al fin salir del Lilim! Ver las luces! Ver el mundo! En esa época para la edad que yo tenía ya era considerado por completo un hombre así que el saberme maestro de una asamblea era una noticia buena; tiempo después supe lo que en verdad había pasado; el maestro de Cisjordania había causado su propia desaparición a causa de tanta guerra humana, civilizaciones conquistadas y caídas, muerte y más muerte es todo lo que había visto y oído y eso lo llevo a desafiar al maestro K. y por lo tanto a terminar con su existencia. Pero yo no sabía nada de aquello en ese tiempo y entonces sentí felicidad de verme fuera de mi burbuja pequeña y protectora así que corrí colina arriba dando zancadas enormes, ya no era yo el niño torpe que no podía darle seguimiento a los pasos de mi hermana mayor, no! Corría libre con mis largas piernas por las veredas y subía fácilmente las colinas, si había algún obstáculo simplemente sacaba mis alas enormes y manchadas ligeramente y me desplegaba libre por los aires.
Así lo hacia hasta nuestro prado, un lugar en el extremo oriente del Lilim donde me reunía con Layla después de mis prácticas.
Ese día volé como siempre y me deje rodar a propósito y con torpeza colina abajo hasta nuestro prado, ella ya estaba ahí, su espada y su escudo reposaban a un lado.
- Lilu! Adivina!
Inmerso en mi felicidad ignoraba lo que sucedía a mi alrededor.
- Que sucede?- Dijo su voz apagada pero yo ni lo noté.
- Me voy en primavera al mundo humano! Saldré del Lilim! Puedes creerlo? Seré convertido en un espectro! Uno de verdad! No tendré que comer, ni bañarme!
- Me da gusto por ti.
- Ya sé! Es tan asombroso! Voy a ver las luces y además tendremos la casa y...
Entonces escuché un pequeño sollozo que provenía de mi compañera de conspiraciones.
- Lilu?
Ahí note que su carita de muñeca estaba descompuesta en una mueca que no me gustó.
- Que pasa Lilu?
- Nada, en verdad estoy muy feliz por ti. Que... Que quieres hacer hoy para festejar?
Ella se secó la lágrima que rodaba por su mejilla e intento sonreír pero era muy tarde yo ya me había dado cuenta.
- Que pasa?
- Nada.
- Dime Lilu!
- Es que... En verdad estoy muy feliz por ti.
- Lilu carajo!
- Pero... Madre ha ordenado que yo tomé un puesto en el Lilim.
- Ah?
- No quiero! No quiero quedarme aquí toda la vida! Yo quiero poder ir y hacer mi propia vida, ver mis sueños como tú! Quiero ser libre! Odio ser una Lilim! Por que? Por que?!
Miré a Layla y sentí una especie de escalofrío que recorrió mi espina. Comprendí que nunca la había visto llorar y que no me gustaba, no quería verla así de nuevo así que la metí en mis brazos.
- Layla no tienes que hacerlo.
- Ah?- Ella subió la mirada hasta encontrar la mía y yo le dije:
- Ven conmigo! Vámonos juntos! Vamos a hacer nuestro sueño realidad! No podría hacerlo sin ti!
- Pero... Es imposible, una Lilim no sale del Lilim sin autorización de Lilith.
- Vamos Lilu! Piénsalo! Tu y yo afuera, haciendo realidad todos los planes que hemos soñado durante años! Viviendo! Volando!
Ella me miró esperanzada, sus ojos brillaban como dos rubíes, ella sabía que lo que yo le proponía era una locura pero vivir como lo hacíamos en el Lilim ya era en si una locura, apartado de todo y de todos! Eso no era real.
- Podemos lograrlo!
- Como?
- No lo sé, pero hay que hacerlo.
Entonces ella bajo la cabeza y dijo.
- No.
- Que? Por que?
- No puedo.
- Pero...
- Aunque me fuera, madre me llevaría de vuelta y si es necesario me encadenaría para que no volviera a huir.
- Pero pelearíamos! Tienes dos manos y sabes usar bien las armas.
- Mejor no.
- Lilu!
Yo la tome por el pequeño mentón y la obligue a mirarme.
- Que tal si el mundo no es para todos? Si esos sueños se vuelven horribles pesadillas?
- Que tonta! Eso no nos va a suceder! Tus sueños jamás se vuelven pesadillas tonta! Tu quieres ver eso cuando algo difícil de presenta pero un sueño siempre al final resplandece! Siempre! Las pesadillas son miedos escondidos en uno y puedes confundirlos pero es imposible que los sueños se vuelvan eso!
Ella me abrazó con aprehensión unos momentos y luego se repuso, sonrió y dijo.
- Te deseo lo mejor en tu viaje Samael. Haz nuestros sueños realidad y estaré entonces muy orgullosa de ti!
Me dio un beso casto y se fue de ahí. Quizás esa fue la única vez que la vi vencida por ella misma, no por causa de un amor o por una pelea sino por ella.
- Vamos! Vamos! Me estás haciendo perder el tiempo!
Grito Ivka y yo al escuchar un gemido de mi castaño de inmediato solté lo primero que se me vino a la mente, el tontito.
- Ella ama al premio del maestro K.
Sus ojos se volvieron enormes ante la satisfacción de escuchar aquello.
- Como dices?
- La Lilim está enamorada del premio del maestro.
- Enamorada! Magnífico!
- Ahora suéltalo!- Exigí al ver a mi humano de rodillas llorando.
- No! Se quedará aquí, postrado a mis pies hasta que triunfemos ladrón de mentes!
Miré a Theobald avergonzado de hacerlo pasar por aquello y este solo ponía esa carita de tristeza que me derrumbaba. Me deje caer al piso esperando, no quería recordar a Layla pues hoy había traicionado suficiente a una de las personas más importantes para mi.
Su rostro, su rostro derrotado. Podía yo fallarle así a la única persona que había estado en el mundo que yo había imaginado para mí o más bien para nosotros pero después de todo... Las cosas nunca salieron como lo planeamos no es así? Cerré los ojos harto de oír a mi amado llorar y pensé en sus ojos en el puerto del Lilim, mis hermanas reunidas para despedirme, mi madre a lo lejos mirándome con su mirada maternal.
Aborde al alba y el sol apenas despuntaba, deseaba que su calor fuese el mismo en el occidente y solté amarras.
Su mirada, Layla nunca había sido derrotista y en ese momento vino a mi cada una de las veces que ella había levantado mi espíritu, ya fuese cuando apenas aprendía a usar mis poderes o mis alas, cuando me tropezaba y me ocultaba para llorar, ella era la única que estaba ahí, siempre ella había estado y aunque amaba a Theobald, había algo que aún nos unía a los dos al lado humano, nosotros... Nosotros éramos hermanos.
Sin moverme y de inmediato me concentre para advertirle que no cayera en la trampa, cualquiera que está fuera..."Cualquier cosa que mantenga tu existencia, haz... La tormenta pasará entonces."
Las cadenas de San Nicolás de Bari eran una verdadera piedra en el camino así que eso me impedía poder contestar sus llamados o saber qué sucedía pero no necesité mucho tiempo para eso, Ivka entro encolerizado al salón y me dijo.
- Eres un maldito! Le advertiste!
- Que?
- Maldito! Pero ahora es mi turno.
- Espera Ivka! Que vas a...
Este tomo a Theobald por el cuello y lo mando de un azoton contra la pared que cayó inherente.
- No!
- Crees que no iba a hacerlo? Entiende Señor ladrón de mentes, esta es mi asamblea y aquel que no me obedece lo paga caro!
- Te obedeceré! Lo juro! Solo no le hagas daño!
Este caminó hasta donde estaba el cuerpo de mi castaño el cual aún no reaccionaba, puso su bota sobre su cabeza y me miró.
- Ruégame!
- Te lo ruego- Dije sin pensarlo y poniéndome de rodillas- Por... Por favor Ivka! No lo hagas! Te lo ruego! Haré lo que quieras!
-Vencerías al asesino?
- Que?
- Vencerlas al asesino?
- Si! Si!
Dije solo por decir, no era imposible para mí vencer a Elliot pero tampoco era fácil, aunque si obtenía algo de tiempo podría idear algo.
- Lo venceré! Yo venceré al asesino!
Ivka concentró su mirada en mí y durante un momento un destello la iluminó. Este me arrojo una sonrisa y dijo pasivamente.
- Pues no te creo que puedas.
En ese instante aplastó su cráneo rápidamente aunque para mí los segundo escuchando ese ruido que produjo las botas triturando su hueso me parecieron eternos.
Apenas tres segundo después de ver el cuerpo sin vida de Theobald, enloquecí.
Unos cuernos enormes saltaron quebrando mi cabeza, eran negros y largos como los de un cabro, mis garras hicieron su aparición y mis alas negras resplandecieron mientras sus cadenas de hacían polvo y cenizas.
Pero todo había sido en vano, Theobald no volvería a la vida. Eso había pasado y sin él en mi mundo solo quedaban pesadillas.
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Del libro de Layla.
El reencuentro.
Samael se nos fue encima en un ataque y y Elliot y yo lo esquivamos enseguida pero en definitiva en su modo mounstro era muy rápido y fuerte! Desde cuando creciste tanto enano? Pensé evocado al niño que yo había conocido.
- Samael basta!
- Maldición salgan de mi cabeza! Salgan!
Dijo atacando con furia a Elliot, que se escabulló por debajo de sus piernas y de inmediato saco si esencia de espectro y se puso al tu por tu con mi hermano.
- Layla intenta comunicarte con él
- Si!
Yo no era una ladrona de mentes pero para mí buena fortuna era de Samael de quién hablábamos y yo conocía su cabeza como si fuera mi casa.
" Samael!" " Samael!"
Dentro estaba oscuro y parecía un sitio lúgubre.
" Samael por favor, responde" Rogué.
" Vete, eres un intruso"
" Samael soy yo Layla"
" Te lo advierto, si no te rindes y te largas te voy a deshacer la mente"
Samael estaba aterrorizado, parecía que alguien hubiera tocado su mente, como si se hubieran metido con sus recuerdos pero... Que había sucedido? Quizás a él también lo habían engañado pensé y vino a mi mente de inmediato sus palabras, " Todo era un engaño, la única que está aquí es ella! Esa idiota!..."
Entonces supe que debía intentar hablarle.
" Samael?"
" Vete intruso"
" No soy ningún intruso y lo sabes, soy yo... Layla"
" No eres Layla!"
" Puedo probarlo"
" No caeré en tus trampas"
" Dame solo una oportunidad para probarlo"
" No!"
" Samael por favor!"
El silencio y la oscuridad se hacían más densos conforme el tiempo transcurría. Yo sabía que intentaba atraparme ahí para que mi mente se confundiera y se extraviara, él tenía el poder de hacer todo aquello y aunque no era agradable la incertidumbre que el poder de Samael me causaba tenía que intentar algo.
" Samael soy yo Layla, no es un engaño, te lo puedo probar!"
" Maldito mentiroso! Sal de mi cabeza! Sal!"
" Vamos Samael, soy yo, tú sabes que soy yo, cuestióname algo que solo yo sepa de ti!"
El silencio reino unos minutos y él hizo más densa la oscuridad, las cosas no pintaban bien.
"Maldición Samael no te encierres en esta oscuridad, donde esta mi hermanito; el que quería ver sueños brillar?"
Este paso unos momentos en silencio y luego dijo aquello:
" Que sucedió cuando estaba en el bote?"
" Ah?"
" Que sucedió en ti cuando estaba yo en el bote a punto de irme del Lilim, cuando solté amarras y mientras me alejaba... Dime qué sucedió?"
Los recuerdos del Lilim, la época en la que habíamos crecido juntos, ambos humanos capaz de llorar o herirnos.
No era una costumbre de los espectros dejar a otros espectros espiar en tu mente, el mismo Samael cerro la suya para mi cuando creció y era natural, la mente de un espectro es su parte mas privada, pero esto requería toda mi astucia si no deseaba ser liquidada por mi hermano. Así que abrí mi mente a Samael y le mostré aquellos recuerdos vistos desde mi perspectiva.
Aquella mañana la barca de Samael se alejaba más y más conforme el oleaje la arrastraba hacia quien sabe dónde, yo por mi parte me encontraba deshecha, mi hermano y compañero se marchaba sin mi a una nueva y más grande aventura, pero... Yo tenía un deber que cumplir, en ese mismo momento gozaba de una posición buena en el ejército de las Lilims, tenía una vida buena y estaba por tomar un cargo importante, que sería eso a comparación de ir a ver el mundo humano? Al fin y al cabo yo ya había estado ahí un par de veces y todas sus edades me parecían aburridas y sosas. Pero... Por que había un pero, y se trataba de Samael, yo había visto el mundo humano por mi pero es que yo quería verlo con él y a través de sus ojos! Sin importar que tan grande o pequeño me pareciera, quería ver como él hacia esos sueños realidad, como daba color a sus deseos y que resultaba de eso.
Quería ser parte de ello sin importar que, compartirlo con él! Aun con la barca en movimiento su miraba lejana se topó con la mía y supe que tenía que ir, tenía que hacerlo! Nadie gana nada cuando no hace lo que lo gustaría, sin importar si estaba bien o mal, lo verdaderamente importante estaba en lo que de verdad quería hacer, lo que me hiciera feliz!
" No me dejes atrás también quiero verlo " Le rogué en silencio.
Ya era un diminuto punto lejano la barca y justo en el lugar que debía parar, este la detuvo y se quedó quieto esperando algo... A alguien.
Cerré mis ojos, el sol calentaba con su calor mi corazón, respire hondo y entonces traje de vuelta a mi ese mundo de sueños, libertad y color que habíamos construido, eso me dio el valor para apartar a mis hermanas de un empujón tras otro y corrí lo más rápido que pude, di un salto, deje salir mis alas y me levante en vuelo rápido.
- Lilu! Que haces?
Escuche a mis hermanas que comenzaron a armar un alboroto.
- Tráiganla! Ahora!
Yo sabía que podía haber muchos problemas si no superaba la barrera del Lilim pero la barca ya se miraba más cerca y lo vi, su rostro irradiaba felicidad, ahí estaba Samael desplegando sus alas para encontrarse conmigo en un choque poderoso que nos hizo girar para compensar la velocidad.
- Lo hiciste! Sabía que lo harías!
- Nunca más quiero quedarme atrás! También quiero ver ese mundo!
- No solo lo verás, serás parte de el.
- No me dejes sola Samael, nunca!
- Nunca!
De inmediato volamos hasta donde estaba el límite del Lilim y justo ahí nos dieron alcance las Lilims, pero no fueron nada para mí ni mis ansias de ver ese mundo y pelee contra ellas con destreza.
- Lilu!
- Adelántate! Te alcanzó en un momento!
- No!
- Samael! Madre se enojara cuando se entere de esto!
- No me iré sin ti!
- Te alcanzó! En serio! Tenemos que cruzar la barrera del Lilim, hazlo!
- Pues lo haremos juntos! Prometí no dejarte nunca y no pienso romper esa promesa!
Sonreí y este se unió a mi pelea, teníamos quince guerreras Lilims sobre nosotros que apenas si nos pudimos quitar de encima y se divisaba que venían más así que de inmediato en lo que habíamos dejado aturdidas a nuestras hermanas nos miramos uno al otro y asentimos. En ese instante fue la última ves que sincronizamos nuestras mentes y corazones.
" Por los sueños de colores, por ese mundo que nos espera y por que nos lleve el viento a la libertad"
De la mano cruzamos la barrera Lilim al mundo humano...
" Prometiste... Prometiste Samael, lo recuerdas? Tu lo prometiste!"
Este deshizo la oscuridad y lo vi ahí desnudo y sentado en el suelo hecho un ovillo.
" Layla, lo siento, yo no quería..."
Entonces el lienzo de su mente se abrió y me mostró todo lo que había sucedido.
Le habían apresado con el pretexto de que tenían a Theobald, le amenazaron con matar al castaño si se negaba a ayudarlos, tenía que fingir como ladrón de mentes y encontrar un pretexto para derrotarnos pero debido a la distancia y a la prisa que tenía Ivka era más que imposible! Esos idiotas no supieron usar el don de Samael a gusto y entonces mataron a Theobald.
Samael enfureció ante eso y se convirtió a su forma de espectro, que terrible era aquella visión pero algo andaba mal, algo que él había sospechado desde el principio cuando notó que sus mentes estaban vacías, que no había nada ahí, y cuando comenzó a pelear con el tal Ivka descubrió que todo había sido un engaño, una ilusión! Ivka no estaba ahí, y tal como había sucedido con nosotros con el mínimo de poder y voluntad la ilusión se esfumó, todo había sido un engaño! Pero si había alguien ahí, y esa era Ivanka, la enfrentó y se dio cuenta de que aquellas ilusiones venían del pequeño espejo de agua que cargaba.
Samael no tardó en romper aquel artilugio y noto que todo, la jaula, las cadenas y todo habían sido ilusiones, incluso los jóvenes sirvientes, todo había sido irreal.
De inmediato la tomo por el cuello enfurecido creyendo de que se habían metido a su mente y le quebró el cuello.
- Dime pequeña idiota, quien de ustedes es el ladrón de mentes? Quien?! Acaso tú?!
- No me metí a tu mente, solo puedo ver los deseos de tu corazón y caíste. Ahora mi hermano sabe cuál es tu punto débil.
Este le partió el esternón de una patada, estaba furioso.
- Y? Donde esta el cobarde de Ivka? Donde esta el resto de tu asamblea? Donde están las alas de su líder verdadero? Y sobre todo por que yo?
La esencia brotaba de ella y hacía salir al demonio de Samael.
- Las alas del maestro están donde deben estar.
- Donde es eso?
Dijo mi hermano enfurecido y levantando a la niña por el vestido
- En el infierno, Sergei las bajo ahí y nadie puede traer nada de ahí de vuelta.
De inmediato Samael se concentró y puso a trabajar su don de ladrón de mentes justo apara averiguar qué Ivka había mandado al infierno en contra de su voluntad a Sergei con todo y las alas de Kuri que ahora seguramente se quemaban en el reino de lo que alguna vez fue Yuri.
- Maldición!- Dijo mi hermano aún más encolerizado y la azotó con fuerza contra el piso.
-Por que yo? Contesta maldición? Por que?
-Por que... El ladrón de mentes tiene el punto mas débil de toda la falsa asamblea de Londres, el muchacho es un estorbo pero es tu talón de Aquiles!
Contesto la niña ganándose unos buenos golpes en el rostro.
- Donde está Ivka?
-Nunca te lo diré! Yo a diferencia de ti, siempre preferirá a mi hermano! Incluso ante mi propia existencia!
Eso detonó que Samael aplastarla su cabeza tal y como lo habían hecho con Theobald en la ilusión.
"Samael..."
" Te falle Lay... Perdón"
Dijo este y yo me acerque y lo rodee con mis brazos.
" Nunca podrías, descansa y deja de atacar a Elliot quieres? Ese enano también está cansado y es peor lo que le espera, anda deja de atacarlo y descansa, te llevaré a casa con Theobald"
Este asintió con la mirada aún escondida y yo de inmediato y ya libre de su espesa niebla salí de su mente.
- Tenemos problemas Elliot!
Samael había parado su lucha y había vuelto a su cuerpo humano dejándose caer al piso en completo ausentismo.
- Maldición se hizo más fuerte!
Dijo exhausto el albino mientas caía de rodillas. Yo conté un resumen de lo que había sucedido a Elliot y este escucho paciente hasta que enmudecí.
- Que quieres hacer?
Pregunto el albino mientras mostraba ese aire sereno bastante contrastante con la expresión de apenas unos momentos.
- Nadie puede ir al infierno por las alas de Kuri, todo el mundo sabe eso, entonces quizás Ivka ganó.
- Eso no es cierto!- Dijo la voz de Sid que entraba por la puerta.
- Sid!
- Sid!
Ambos nos pusimos en posición defensiva pues aún nos encontrábamos desconfiados de nosotros mismos y este dijo.
- Pueden probarme si gustan.
- Dinos algo que solo Sid sepa!
- Los genitales de Steph son suaves, blancos y desprovistos de vello.
- Yo le creo!- Dijo Elliot resignado.
- Elliot!- Le reproché.
- Que? A mí me parece que eso es algo cierto!
- Si pero los genitales de Steph son el dominio de todos los de la asamblea, ya todos le hemos visto alguna vez!
El gesto de Sid se tenso de inmediato y cuando me di cuenta de que lo había dicho en voz alta me serene.
- Bueno, eso no es lo importante! Más bien si algo que solo nosotros sepamos.
-Mmmhhhh...
Este guardo un silencio serio por unos momentos, seguro estaba pensando en algo importante pero cuando habló solo dijo.
- No se me ocurre nada.
- Que?!
- Yo si le creo- Dijo Elliot divertido.
- Dime algo si eres Sid, en donde apareció la marca de protección?
Yo hablaba de la marca de protección Llilim que le había dado para Steph y este contesto justo lo que yo necesitaba oír.
- En la parte interna de su muslo izquierdo.
Sonreí de inmediato imaginado como se vería esa zona erógena de Steph.
-Contenta?
- Si!
- Ahora yo! Ahora yo quiero jugar! Contesta esto! De los regalos de su cumpleaños cuántos consoladores le cupieron a Steph?
- Ese es mi problema enano!
- Que?! Que malvado!
- Todo era una ilusión no?
Dijo Sid intentando averiguar qué había sucedido. Contó un poco de lo que había visto, que se había enfrentado a Ivka y que la prueba que había tenido que pasar era vernos muertos.
- De inmediato no creí nada y liquide al impostor.
- A mí me pusieron a pelear contra Kanon! A ti Lay?
- Igual contra Ivka- Dije protegiendo a Samael de haber revelado algo sobre nosotros, no quería confesar que me habían puesto a Sally de prueba pero había algo que no comprendía aún, por que Sally? Por que no Steph? Ellos habían creído que yo amaba a Sally y nada mas lejos de la verdad! No dije nada de lo que pensaba.
- Elliot, que harás?
Elliot suspiró y ambos fijamos la vista en el albino.
- Ya que! Bajaré al infierno.
- Ah?! Elliot que dices? Es imposible!
- No para él!
- Que?
Elliot subió la mirada al cabo de unos momentos y la edad pudo notarse en sus pupilas.
- Yo... Yo puedo bajar al infierno.
- Pero como?!- Pregunté completamente asombrada.
- Elliot es el hijo menos favorito de Amón y aunque Elliot quisiera ir al infierno este sería rechazado de inmediato.
- Que?
- Es cierto, si buscará regresar a mi padre solo encontraría la destrucción, jamás podré volver, reinar en los infiernos o ascender a la luz.
- Pero... Por?
- Acaso no es obvio?- Dijo el Leviatán.
- Mi pecado es la lujuria y aunque todos los hijos de Amón son iguales entre sí, los actos que he cometido me hicieron escoria, un rechazado por completo, indeseable, acaso creías que un ser que propagó tanta violencia entre los suyos es honorable? En ningún lugar soy bienvenido, y el infierno no es una excepción.
- Como los espectros de muerte?
- Tal cual- Dijo Sid.
- Y tú cómo sabes Sid?
- Me lo dijo Kuri un día que fui a verlo al hospital, Yuri hablo con él cuando recién lo atropellaron y lo dejaron en coma, le dijo que si tenía problemas le dijera al único que no era bienvenido en el infierno que lo buscara.
- Que rayos! Esto es sorprendente!
-Eso lo hace viable para nuestra nueva misión.
Elliot se puso en pie y de nuevo arrojó un gran suspiro.
- Layla! Regresa de inmediato a Londres y llévate a Samael contigo. Tienes que llegar lo antes posible pues Ivka estará ahí seguro! Sid y yo vamos a bajar al infierno. Sid se quedó tenso mirando a Elliot.
- Descuida Sid saldrás intacto pero te necesito para abrir el portal.
Sid asintió, yo comprendía por que nadie de ellos quería ir al infierno, ver aquel destino fatal al que estaban destinados era terrible.
- Los veré en Londres!
Tomé el cuerpo de Samael y eché a mi hombro sujetando bien sus piernas largas que casi topaban con el suelo.
- Por favor regresen a tiempo y a salvo!
Elliot y Sid asintieron y de inmediato salí huyendo a toda velocidad de Rusia.
Tuve suerte de que aún era invierno y el sol en ese extremo del mundo no hacía mucho su aparición así que llegue la noche siguiente y de inmediato note aquella presencia que cubría la cuidad de Londres.
El dueño de la presencia era demasiado poderoso así que deje a Samael descansar en su cama junto a Theobald que al verlo se deshizo en mimos y besos hacia su amo y de inmediato me fui a buscar al dueño de aquella presencia.
No se me hizo nada curioso encontrarlo en la casa del maestro de la asamblea de Londres, un niño desnudo de cabello rubios jugueteando por aquí y por allá, piel nívea, un cielo despejado en sus ojos y sosteniendo siempre su bastón.
- Maestro Jasy Jatere?! Pero...
- Una hermosa Lilim! Que felicidad! Copularemos mucho!
- Maestro yo...
- Ah te recuerdo! Tu eres la hija de Baal Adramelech!
Este de inmediato tomo mi mano y me llevo adentro dando saltitos.
- Dime hermosa Lilim tu eres parte de la asamblea de Londres no es así?
- Si- Respondí aún sin saber qué sucedía ahí.
- Oh entonces no has venido a copular conmigo?
- Bueno no es que....
- Seguro solo viniste a averiguar por qué estoy aquí... Buuu que aburrido.
En definitiva Elliot tenía mucho de su maestro.
- Así es maestro.
Este me condujo hasta el despacho de Elliot y se trepó en el escritorio con su bastón en mano.
- Sabes algo, no me gustan estas ciudades, uno no puede ir a donde quiera desnudo! No me gusta la ropa excesiva que usan en estas época, que incómodo! Además aquí no hay sol y no me siento a gusto, ahora dime hermosa flor del Lilim donde está mi Nannar?
- MaestroJatere; Elliot, más bien Nannar ha bajado al infierno.
De inmediato y al decir aquello obtuve su completa atención que hasta entonces era algo que me parecía imposible. Conté todo lo que había sucedido y visto en Rusia y este me escucho con suma atención hasta que la mañana llego.
- Y yo que solo pasaba por aquí... Pero creo que después de todo tendré que quedarme un poco más.
- Maestro Jasy Jatere, puedo preguntarle cómo es posible que Nannar pueda bajar al infierno?
- Es fácil hermosa, Nannar es rechazado y siempre lo será, no es que él desee serlo, pero él fue creado para matar. Eso es lo que yo pienso, Nannar no nació un espectro común, siempre peleará, aunque lo deteste, desde que su destino se selló y se bebió a su amado, desde ese momento Nannar se condenó más aún. Por dónde quiera que el pise usualmente habrá caos y destrucción, lo que sea que el amé primero será destruido por su puño y luego le dará devoción, en si esa es su naturaleza, su misión, Nannar es un guerrero y en el infierno no hay cabida para esas bestias.
- Pero...
- La naturaleza destructiva de Nannar es inherente a él y eso trae consigo el no ser bienvenido ni en su propia casa. Ahora, tenemos que buscar una forma de crear un portal al infierno pues seguro estarán por venir. Busquemos rápido y luego iremos al hospital!
Este me pidió que sacará mi colección de espejos y otras cosas mas mientras yo le seguía el paso al pequeño duende. En definitiva Elliot no podía negar a su maestro, tenía toda su escuela y sobre todo el ímpetu de actuar. Pero en definitiva Jasy Jatere era mucho más hermoso y pensé que no estaría mal tener una pequeña aventura con un espectro de ese tipo, después de todo madre siempre había dicho que su excesiva pasión podía calmar el libido de una Lilim.
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Del libro de Sid.
La casa de su majestad de la avaricia.
De inmediato Elliot se hizo de un espejo y otras cosas que echó en un pequeño fajo y regresamos al cráter del fin del mundo.
- Sid, veas lo que veas y oigas lo que oigas debes prometer que guardarás silencio.
- Así lo haré.
- Además, debo decirte que lo que voy a hacer es algo prácticamente ilegal, vamos a llevar nuestros cuerpos allá abajo y eso está técnicamente prohibido.
- Bien.
- La sensación que tú cuerpo va a experimentar es muy desagradable pero no le causará mucho daño.
- Bien.
El niño saco de su fajo un espejo de mano con marco de oro, un costal de sal, una botella de vino y unos cerillos.
Cavó en la nieve un hueco donde enterró el espejo, hundió su dedito blanquecino en la nieve para escribir sobre la superficie reflejante un pentagrama invertido y en el centro de este el signo del infierno de la avaricia el cual es una combinación de un número maldito, luego le vacío la botella de vino encima y le prendió fuego.
Esto ardió de una manera muy particular pero nada sucedió hasta que el niño dejo salir sus alas en un poderoso rugido que hizo cimbrar aquella tierra, tomó su ala izquierda y se arrancó una pluma.
- Estás listo Sid?
- Tengo una pregunta.
El niño que lucía más como un monstruo espero con cautela mi pregunta.
- Podremos volver? Podré volver a salir?
Este sonrió cínicamente y dijo.
- Yo mismo te voy a sacar si es necesario.
Asentí e iba a sacar mis alas cuando esté dijo.
- No! Las alas no deben ser expuestas en ese sitio.
Asentí y me quedé observando. Él metió sus alas y se paró frente al fuego que había iniciado, levantó la mano derecha que contenía la pluma de su ala y miró con desdén al tiempo que decía unas palabras en una mezcla de hebreo antiguo y sumerio que significaban algo parecido a " Este viento eterno, ha de llevar a la morada del ángel condenado a la soledad"
De inmediato dejo caer la pequeña pluma que en cuanto hizo contacto con el fuego expandió una onda de energía enorme y el pentagrama invertido se hizo kilométrico y ardió con intensidad, lo que causaba un efecto terrible e indescriptible a mi cuerpo pero me di cuenta de que el espejo ya había abierto el canal al los infiernos.
- Vamos Sid, está puerta no durará mucho.
Elliot bajo a través de las llamas del espejo y yo lo seguí.
Mentiras humanas era aquello de las famosas llamas del infierno pues ningún humano vivo había ido y regresado del infierno, pero lo que si era cierto era aquello de que para pisar el reino de la estrella más hermosa había que pasar por el purgatorio, un lugar en completo vacío y silencio.
Sabía que mi cuerpo humano estaba sufriendo mucho pues como dije en el purgatorio solo había oscuridad y vacío, no había nada más.
Descendimos más y más, arriba sobre nosotros el punto de luz que era el mundo humano iba desapareciendo conforme la entrada se cerraba y las llamas se apagaban.
Tardamos bastante en descender hasta el final del purgatorio, me parecieron meses en silencio siguiendo a Elliot y en un lugar como este el cuerpo humano en el que habitaba no era más que un estorbo.
" Serénate Sid, se que si solo fuéramos esencia sería más rápido pero no podemos molestar a los que aquí se purifican esperando el veredicto con nuestra presencia." Dijo Elliot abriendo un canal de comunicación a mi mente.
Comprendí aquello y silencie mis pensamientos que usualmente estaban calmados pero de solo pensar que podía quedar aquí atrapado y no volver a ver a Steph me hacían corto circuito.
Ni siquiera un ente como yo, aún con mi nivel de pureza podía guiarse en un lugar así, yo solo era un demonio que no había pisado el infierno y que no deseaba hacerlo así que me pareció que el purgatorio era irremediablemente largo y que nunca terminaría cuando sentí aquellas aguas tocar mi piel. Podía sentir?
- Quien osa tocar la puerta?
Dijo en el idioma prohibido el guardián demonio.
- Kakka! Soy Nannar y el Leviatán de la Antártida, el hijo favorito del diablo han venido a cruzar el portal.
Respondió Elliot en la misma lengua.
Kakka era el mensajero del infierno, un demonio que podía cruzar hacia cualquier reino sin problemas.
- Nannar el indeseado! El Leviatán de la Antártida! Que hacéis vosotros aquí?
-El Leviatán desea algo que está en poder del príncipe de la codicia.
- Ah! Pero el príncipe de los mares desearía ver a su hijo. El hermoso Leviatán de la Antártida no podrá pasar al paraíso de los Caídos sin ser notada su presencia.
- Es menester que pasemos, que podemos hacer?
- Tu no eres bienvenido aquí Nannar pero no se puede negar la entrada a un sucesor y menos al favorito de la estrella de la mañana, vamos con la Macaria.
Avanzamos hasta donde estaba la puerta de cristal, una puerta invisible en la oscuridad de los confines del purgatorio y ahí se encontraba el demonio aquel que llamaban la Macaria.
-Kakka quienes son aquellas almas?
- Señor guardián, aquí está Nannar el indeseado príncipe de Asmodeo y el hermoso Leviatán de la Antártida, el hijo favorito del diablo.
El demonio se levantó y con sus ojos hundidos me observó.
- Me ilumine la luz más hermosa, es el Leviatán de la Antártida en verdad! Pero a qué a venido su majestad?
- Vinimos a ver al príncipe de la avaricia.
Dijo Elliot que salió detrás de mi.
- Y con cuerpos mortales? Acaso están locos.
- El viaje es ida y vuelta - Soltó Elliot.
- Imposible es dejarlos pasar con cuerpos mortales hasta donde reside el señor de la avaricia.
- Dice Nannar que es menester, pues el hermoso Leviatán busca algo que se le perdió.
- Le robaron!- Cambio Elliot la historia súbitamente.
- Le robaron- Repitió el mensajero sin cuestionar la veracidad de las palabras de mi compañero.
- Bien, ya que es menester del hermoso Leviatán no puedo negarle la entrada al infierno pero en definitiva no es buena tarea entrar hasta los dominios de los caídos, y seguramente su padre sabrá que está aquí y querrá verle. Así que yo propongo que viajen con el barquero por el río de la muerte y lleguen a la antesala del paraíso de los Caídos ahí encontrarán a Ereshkigal y a su dragón Kur, ellos los atenderán, en tanto tú Kakka- Dijo la Macaria dirigiéndose al mensajero- Tu irás a notificar al señor de la avaricia, ahí bien podrán reunirse sin levantar mucho revuelo.
- Bien.
De inmediato partió Kakka y nosotros abordamos la barca de Carón, el barquero de las almas que navegaba desde la tierra de los muertos hasta los destinos finales fuera la luz o la oscuridad.
Este estiró la garra huesuda y enorme que constituía su ser y Elliot sonrió y dijo.
- Ah sí! Casi lo olvido!
Saco de debajo de su lengua un óbolo, que era la moneda que se pagaba por el viaje.
Este movió la barca y comenzó el viaje hacia la antesala del infierno. Yo comenzaba a tener idea del por qué Elliot me había traído a este lugar, era como un tipo de cambio, él por si mismo no hubiera logrado pasar el purgatorio, Layla había sido humana y también era el hecho de que su especie estaba maldita lo que le impedía bajar al infierno, Samael en cualquier lugar que no fuera el mundo humano tenía esa dualidad hombre- espectro y podía quedar atrapado en este sitio,así que en ese momento yo era el único que podía abrirle paso a este lugar que a decir verdad me causaba repulsión y además me era completamente ajeno.
La barca se deslizaba silenciosa a través de la tierra de la tierra de los muertos por el camino que conducía hacia la oscuridad. En el tiempo que estuvimos ahí yo simplemente deseaba más que nada ver una vez más su rostro, sabía que Steph no estaría bien con mi ausencia y aunque tenía que pagarle el favor a Kuri de protegerlo durante mi ausencia me arrepentía de haber dejado su regazo, su cama, sus brazos.
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Sid... Sid... Sid...
Que le diría al volver? Que podía decirle a alguien como él?
No tenía palabras, nunca había sabido cómo expresarme bien y en esta situación menos. Cómo podía ser tan difícil? Sid, yo... Yo te amo pero... Pero es que... No hay más nada entre... No!
Había comenzado a sentirme mejor gracias a la compañía de Whip.
Después de compartir juntos la fiesta de Navidad, por alguna razón me sentía más unido a él que nunca, sentía como si nos conociéramos más a fondo, desde años aunque yo sabía que eso no era cierto. Acaso seria cruel decir que Whip me había ayudado un poco con ese peso sobre mis hombros que suponía una existencia sin Sid? Y es que al parecer la compañía de este chico me aliviaba la pena. Aún extrañaba a Sid pero cuando Whip estaba a mi lado las cosas no pintaban tan mal.
Además había caído un par de veces en sus brazos y en su cama aunque le faltaba la potencia para embestir duro que tenía Sid. Mi cuerpo extrañaba a Sid pero mis deseos sexuales bien se conformaban con mi amigo policía.
Después de la Navidad comenzamos a salir más y más; al principio yo me negaba pero por laguna razón él moreno siempre terminaba ganando. Para la fiesta de San Silvestre estaba yo muy deprimido, el año pasado nos habíamos reencontrado penas y volvíamos a estar separados! Acaso era el destino que Sid y yo jamás pudiésemos estar juntos? Era un pecado o estaba prohibido? Amaba demasiado a Sid, tanto que sabía que no podría soportarlo, decidí que no quería ir a la fiesta de la tía Henriette pues no tenía ánimos pero a pesar de que mi mamá y Roja aceptaron aquello sin reprochar nada, no fue así con Whip y terminé yendo a la fiesta.
Al principio no la pasaba tan bien, comencé a recordar lo que había sucedido en la Patagonia, el recuerdo de Sally mermó más mi corazón triste y me aparte un poco de todos, pero en definitiva no pide huir de Whip.
- Steph? Estás bien?
- Si Whip lo siento; te dije que no era buena idea que viniera.
Él me tomo por la muñeca y subió al segundo piso de la casa de la tía Henriette, luego me condujo hasta el ático y cerró la puerta, estaba bastante oscuro y solo la luz de la luna nos iluminaba entre las cajas repletas de adornos de otras festividades y recuerdos de infancia de mis primos.
Sin decir nada me aprisionó en sus brazos y me planto un beso apasionado.
Intenté como siempre resistirme pero como las anteriores veces terminé cediendo. Al fin cuando nos separamos dijo:
- Steph dámela!
- Ah?
- Dame mi oportunidad! Te amo, te amo demasiado, se que yo puedo amarte más y mejor que él.
- Whip...
- Steph, dime qué sientes eso que yo siento! Dímelo!
- Whip....
- Steph dímelo o acábame ahora y di que no sientes nada!
Su cuerpo temblaba de una manera no propia de alguien que hasta en las peores situaciones había guardado la compostura. De nuevo me besó con pasión, pero esta pasión era algo diferente, era necesitada y sin su acostumbrada mesura, ese era quizás el June Whipper más parecido a Sid que yo había visto, un June visceral, intoxicado de emociones y enardecido de amor.
Su beso me derritió, no sabía si era la ausencia de mi pez, mi necesidad de su afecto o alguna otra cosa en medio de toda mi locura por su partida que me aferre a lo único que tenía, mi amigo y mi bote salvavidas, Whip.
Este no perdió el tiempo y me metió la mano en el trasero, sus dedos invadían lo que aún era propiedad ajena.
Yo me calenté rápido y este me desabrochó el pantalón que cayó de inmediato, bajo mi ropa interior con cuidado, June tenía excesivo cuidado al tocarme y eso me desesperaba un tanto.
El oficial se hincó para ayudarme a liberar de todo lo que pudiera estorbar mientras pintaba besos por mis piernas y mis muslos hasta mis pantorrillas. Luego me observo un momento que fue un tanto incómodo pues yo estaba muy vulnerable.
-Que sucede?
Pregunté y este desde abajo me miró de aquella manera entre fascinado y conmovido.
- Esto es como un sueño Steph.
Me puse rojo y Whip al notar mi vergüenza de inmediato me jalo hacia el piso y me atrapo en sus brazos. Yo quedé bajo su cuerpo y este comenzó a besarme el cuello y a juguetear con mi sexo.
- Te amo Stephan, te amo.
Yo pensé en Sid y sabía que estaba mal lo que estaba haciendo pero, quería ser tocado, me hacía falta sentir eso que el espectro con su partida se había llevado, su amor, su deseo, sus besos y June estaba aquí y me amaba y yo tenía que dejarme amar para cerrar el vacío de mi pecho.
Así que le abrí las piernas y dejé que se metiera en mi, le di la llave de mi cuerpo una vez más mientras el fantasma de Sid aún rondaba por ahí.
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