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ESPECTRO... DE DOLOR L2 por Lory Backon

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Notas del capitulo:

UUuUUUUUy Nuevo capitulo espero les guste!

>:)


Estaba sentado al lado de la cama donde habían depositado a Sid, este seguía aún inconsciente desde que lo habían traído del infierno. Elliot me había dicho que era algo muy normal pues cualquier espectro que bajara al infierno sufriría un desgaste terrible y Sid no estaba excepto de ello sino todo lo opuesto, Elliot había hecho énfasis en que salir del infierno le había sido muy difícil pues su nivel de pureza lo llamaba a quedarse ahí para siempre.
Miré a mi pez, lo amaba y mucho pero en mi corazón había ya una duda sobre si era tan bueno que estuviéramos juntos, quizás la dependencia mía por Sid no era nada buena. Desde el día que me había jurado dejar ir y no volver a llorar había pensado que la manera en que amaba a Sid me hacía mucho daño, aún no sabía que haría con ese tema pero estaba feliz de volver a ver a mi amado Leviatán. Tome su mano fría y me senté más cerca de él.
- Sid, te amo pero no sé qué hacer. No quiero hacerte daño, no me lo voy a permitir.
Di un beso al dorso de su mano y me quedé ahí al lado de su cama esperando a que este reaccionara.
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Del libro de Kuri.
Lo tolerable y lo intolerable.

Ben tenía una cara de amargura y de pocos amigos mientras me miraba darme los últimos toques a mi vestuario, un traje Dior negro slim fit, camisa blanca y mancuernillas de oro. Peine bien mi cabello al tiempo que le miraba por el espejo.
- Ben no te enojes, quieres?
- No me enojo Kuri, estoy feliz de que estés bien pero no entiendo por qué tienes que ir hoy a tu venganza? Hoy apenas te pusiste bien, no comprendo que ansia tienes de ir a buscar problemas.
Di media vuelta y me plante enfrente de él.
- Ben... Yo... Yo quiero darte las gracias por todo.
- Ah?
Su gesto fue de sorpresa.
- Gracias por todo lo que hiciste, yo... Nunca podre pagarte lo bien que me cuidaste, siento mucho haberte engañado con eso del contrato y quiero decirte que...- Yo miré a un lado pues no me era grato decir aquello- Yo sabré respetar nuestro acuerdo. Pero en serio estoy agradecido.
- Kuri, no es nada. Olvida eso!
- Por eso mismo debo ir Ben, ese imbécil de Ivka no sólo ha desafiado mi autoridad como líder sino se atrevió él y la asamblea a darte problemas, yo puedo tolerar que me hayan hecho daño a mi pero a ti no!
Dije y este iba a decir algo pero el sol se había puesto y Jasy Jatere estaba en la puerta de la habitación.
- Listo señor espectro?
- Más que eso!
Ben me ferro por la manga, yo me acomode el flequillo y le dije:
- Volveré junto a ti Ben, sabes que por ti puedo hacer cosas increíbles.
Salí de inmediato de la habitación de hospital que había sido por mucho tiempo mi único sitio en el mundo al cual hacía tanto no dejaba, no odiaba ese lugar en absoluto pues ahí me había terminado de enamorar de Ben aunque pronto tenía que dejarlo ir.
Salimos de inmediato a la noche de Londres, la ducha me había parecido rara pues mi piel ahora muerta no sentía nada al entrar en contacto con el agua como cuando fui semi humano, y el saltar de edificio en edificio tampoco me parecía nuevo solo me causaba conflicto la sensación de la brisa contra mi rostro, pues tampoco podía sentirla.
De inmediato y en el puerto de Liverpool, la presencia de Ivka nos guió hasta una fábrica en remodelación, estos espectros de pacotilla!
Al llegar al sitio Jasy Jatere se mimetizo con la oscuridad y desapareció.
- Sal ahora mismo Ivka!- Exigí al poner un pie en el centro del lugar que era iluminado por la luz de la luna Anglosajona.
- Así que sobreviviste señor mío!
Dijo esté saliendo de la oscuridad, yo asentí un poco exasperado, aunque mi cuerpo había sido restablecido mi paciencia no.
- Desafiaste a tu líder supremo, abusaste de su paciencia, robaste sus alas y su poder y las mandaste al infierno, casi logras que muera, perdiste la existencia de toda la asamblea y un así no sería suficiente pues yo te hubiera dejado ir en paz, quizás una reprimenda y ya. Pero... Pero te metiste con mi humano, varias veces pusiste en peligro la vida de Ben y eso no lo tolero.
- Ese humano es vulgar y poca cosa para un líder de asamblea.
- Tu eres vulgar y poca cosa! Y lo que sale de tu boca no te ayuda nada.
- Tampoco a usted su majestad, ya conoces mi poder dime algo, quieres volver a arriesgarte?
Yo sonreí y me crucé de brazos.
- Pero que idiota eres Ivka! No sé por qué mi hermano no se deshizo de ti eh? Seguramente le diste lástima.
El espectro me miro con rabia y luego dijo.
- Ja! Ya te vencí una vez, eres un espectro mediocre.
- Pobre Ivka, te equivocas.
- Ah sí, por que?
- Por que yo llegue aquella vez vencido, tú no me venciste jamás- Comencé a reír- Que bobo eres si creíste que ese era todo mi poder.
- Que? Pero... Tú diste una pelea pésima!
- No, yo no di una pelea. Pero basta de habladurías, te reto a una batalla a fin de tu existencia o la mía, que sea oficial y aquí está el maestro Jasy Jatere para dar fe de ello ante la asamblea o el maestro K.
- Qué?
Jasy Jatere salió de entre la oscuridad y se paseó desnudo por el lugar.
- Yo daré fe a su testimonio. Dijo y de inmediato volvió a desaparecer.
- Entonces Ivka? Al menos te estoy dando el beneficio de dejar de existir con un duelo y no castigado por traidor como te mereces. Y solo por que mi antecesor Yuri ahora príncipe tenía fe en la asamblea de Rusia.
Este torció el gesto ante mis palabras y dijo al fin.
- Acepto!
Saqué mis alas de inmediato, se habían vuelto más negras y este hizo lo suyo.
- Está vez te voy a dejar sin esencia Kuri.
Yo sonreí y dije.
- Es un trato!
De inmediato este se dejó venir pero yo había llegado ahí con un propósito diferente al de la vez pasada, ahora tenía que ganar o ganar, no estaba vencido, nunca más, por que cada cosa que hacía la hacía por Ben y esta vez sí cumpliría mi palabra a Yuri, no volvería a hacer estupideces.
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Sid había despertado dos días después al medio día, yo había permanecido a su lado la mayor parte del tiempo a excepción del momento en que iba por Roja a la escuela y la llevaba a casa, de inmediato regresaba a Mousetrapp para seguir cuidando a Sid.
- Sid! Cómo te sientes?
Le pregunté al ver sus lilas. Este de inmediato se sentó y me miró.
- Steph...
- Dime te sientes mal? Necesitas algo?
Sus lilas me observaron con mucho detalle, tanto así que me sentí desnudo por un momento, por sorpresa me tomo por la muñeca y me jalo con violencia hacia él metiéndome en su brazos en un abrazo muy atropellado.
- Sid!
- Steph abrázame, te amo!
Sid, Sid, Sid! Pensé, te amo! Te amo tanto que duele. Él rápidamente me giro sobre su lado derecho y me recostó en la cama.
- Te extrañe mucho - Dijo pegando su frente a la mía y luego comenzó a besarme con pasión. Sus manos inquietas y frías comenzaron a juguetear con mis pezones haciendo que se pusieran duros. Al fin me dio espacio para respirar y yo dije:
- Sid! Eeee... Espera! No necesitas descanso?
- No, necesito estar dentro de ti. Ya!
- Sid!
- Ya!
- Sid escucha....
Este no hizo caso y bajo la parte de inferior de mi ropa pero intenté resistir y sujete la pretina de mi pantalón en sus sitio, pero ese Sid en su urgencia dio un tirón y la rompió.
- Sid! Rompiste mi pantalón!
- No es importante, quiero estar dentro de ti. Poseerte!
- Pero...
Los besos que repartía por mi cuello me hacían sentir muy acalorado y terminen cediendo.
Sid bajo dando besos por mi pecho y mi vientre hasta mi sexo, no era correcto lo que estaba haciendo, yo sabía que tenía que hablar con Sid pero su boca en mi sexo me nubló la vista y cerré los ojos ante aquel enorme placer.
Su boca lo hacía de una manera tan rápida que mis piernas temblaban por completo, esa sensación de paz me inundaba por completo, Sid! Sid y su amor era todo lo que sabía y cuando esté me metió los dedos no fue menos natural, sus dedos largos jugueteaban en mi interior con esa precisión tan suya que de inmediato lubrique y no pasó mucho para que me viniera.
Sid subió a besarme y dijo.
- Tu sabor es todo lo que necesitaba probar Steph. Muéstrame tu cielo, tengo que mirarlo.
Me sentí avergonzado de sus palabras pero yo ya no era parte de mi de nuevo sino en ese instante era de Sid por completo. Este me giro boca abajo y yo levanté mi cadera, sentí como éste besaba mis nalgas y pude escucharlo decir.
- Te amo tanto, amo tu cielo, Steph eres hermoso.
Yo me sentí avergonzado pero Sid sabía cómo hacerme dejar de pensar cosas. De inmediato comenzó a manipular mi entrada con su lengua, pero no era algo normal su lengua, no! Se sentía más larga y juguetona, me aferre a las sábanas pues el placer se había intensificado muchísimo más.
Su lengua comenzaba a jugar incluso dentro de mi y mis piernas temblaban de la excitación tanto así que no pude evitar correrme.
- Sid, métela duro!- Grite al fin mareado de tanto placer y cerrando los ojos, entonces este obedeció.
Sus manos afianzaron mis caderas y me la metió con esa rudeza que yo tanto amaba.
Cerré los ojos con fuerza, pegue la frente a la colcha pero aún en ese giroscopio de placer podía ver a Sid! Mi Sid! No quería dejarlo! No podía dejarlo! No podía dejar de estar con él! Sus estocadas fuertes y deliciosas una tras otra me hicieron correr una vez más, sus manos frías por mi espalda y sus besos en mi cuello, todo eso en conjunto hacían que dejara de importarme si este se quedaba con mi alma, mi cordura y todo lo demás, un beso de Sid era todo lo que yo necesitaba para convertirme en una criatura sin alma pero feliz.
Para cuándo terminamos caí exhausto sobre su pecho.
- Sid, te extrañe!
- Yo también Steph- Dijo besando mi frente- Que ha sucedido con Kuri, murió siempre o no?
Yo subí la cabeza y dije:
- Ay Sid! Tu qué crees?
- No lo sé.
- Obvio ya está bien- Dije molesto- Por que crees estamos todos tan tranquilos?
- No lo sé Steph, no es importante.
- Si lo es! Si algo malo hubiera pasado no estaríamos aquí.
- Ah no?
-No! Cómo crees que podríamos estar cogiendo tan a gusto si Kuri hubiera muerto?!
- No se, supongo que cogeríamos aún apenados pero lo haríamos. Yo necesitaba mucho estar dentro de ti y ninguna muerte me hubiera quitado esa idea de la cabeza.
-Osh Sid! Eso es tener poco tacto!
Este sonrió con cinismo y me pego a él.
- No, yo tengo mucho tacto- Dijo metiendo sus dedos en mi interior de improviso y haciéndome saltar de nuevo.
- Sid... Que haces?- Dije ruborizado.
- Tacto.
Yo miré a un lado algo enojado por el mal chiste y dije.
- Tonto! Bésame!
Este obedeció y yo pensé que los besos de Sid eran un hechizo del que difícilmente podría salir. Amaba a Sid demasiado y eso era saltar por un oscuro acantilado sin saber si alguien podría atraparme.
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Del libro de Elliot.
Jugar a las escondidas.

- Así que el trío de la selva de Borneo eh?
- Que piensas hacer Nannar?
Dijo mi maestro mientras me miraba de forma maliciosa.
- Acaso irás a buscarlos?
- No debería? Tocaron mi propiedad maestro.
- Ash como eres cabeza dura! Te he dicho mil veces que no actúes por impulso!
Dijo este desesperado. Yo me reí y me rasque la cabeza buscando un gesto humano que pudiera representar mi arrepentimiento al tiempo que le contesté.
-Si maestro quizás un poco mas; han sido 2783 veces las que lo ha dicho.
- Y por que no entiendes?
- Por que...- Miré un pedazo de yerba mala que había arrancado, cerré el puño en torno a esta y la hice cenizas- Por que soy capaz de matar o desaparecer a quien sea que lo toque.
- Pues debiste comenzar por ti!- Dijo este algo molesto- Tus impulsos idiotas no te llevarán a nada Nannar, mejor me hubiera dedicado a Inanna.
- Ah! Lo siento maestro...
- Osh ya olvídalo, lo importante es que ahora sabes algo más... Y eso es que esto del líder de Rusia comenzó por algo más que un simple intento de derrocar al señor de Mammon.
- Es cierto pero... Que puedo hacer? Ahora soy un líder de asamblea real..
- Y no era eso lo que querías?
- Claro que no! Estoy tan observado y sujeto a tantas disposiciones y reglas!
- Y que creiste que era eso de ser líder de asamblea cuando proclamaste que tenías una?
- Ah pues yo... Creí que era hacer orgías diario.
- Que?! Cómo es posible que seas tan idiota Nannar?! Llevas más de dos mil años en este mundo y siempre pensante que ser un líder de asamblea era armar orgías?
- Si bueno, es que siempre creí que uno dictaba las reglas cuando era líder y por eso siempre dejaba las asambleas cuando había que trabajar en ellas y casi no había tiempo de hacer ocio en actos carnales.
Mi maestro mi miró con decepción y dijo.
- No comprendo como es que sigues existiendo? O bueno si comprendo pero no me cabe en la cabeza...
- Ay maestro no me sermonee, acabo de regresar del infierno y eso no fue tarea fácil además de que cuando yo instituí la segunda asamblea de Londres no era más que una broma a las demás asambleas, una parodia... Sabía que ser líder era muy pesado pero nunca quise ser uno en realidad y por eso me dolió mucho que me nombrasen.
- Entonces era broma lo de las orgías?
- No, en realidad si pensaba eso pero claro sabía que había que hacer trabajo, jamás imaginé que tanto pero sabía que había algo más que hacer aparte de orgías.
Mi maestro me jalo por el cabello y me dio un golpe en la cabeza.
- Idiota! Vamos termina tu parte!
- Ay maestro es malo! Yo quiero ir a la cama con Kanon y usted quiere que yo siga aquí arrancando la yerbita fea.
- Nannar, te preparo para lo que viene que seguro no será nada fácil! Agradéceme al menos con un jardín bonito!
- Y se lo agradezco contratando jardineros leales y buenos mozos,no es mejor?
-Tonto! Te has vuelto un chiquillo engreído y por eso pasaremos la noche juntos componiendo un jardín hermoso! Estarás bajo mi yugo arrancando raíces podridas hasta que me marche!
- Awwww no es justo!- Proteste- Por que no va a visitar a Inanna?
- Por que...- El maestro soltó de repente- Inanna acaba de subir al trono de Asmodeo.
- Que?!
Mi maestro me miró con lástima, seguro mi reacción le había causado ese sentimiento.
- Ella solicito verme antes de suceder al príncipe, todos sabíamos que ella era la siguiente y termino aceptando su destino.
- Así que... Inanna si es recibida en el infierno eh?
Dije siguiendo con mi actividad aunque dentro de mi sentía una especie de tristeza, no es que quisiera reinar en el infierno, en si nadie quería; eso era basura pero... Cuando terminaba el reinado y el ciclo volvía a comenzar aquel ser podía volver a su origen, la luz más hermosa y eso era parecido a encontrar la paz o el perdón que nosotros ya no teníamos.
- Fui a verla y a desearle lo mejor Nannar. Parecía más resignada y ella me dijo que pasara por tu lugar, que tú asamblea tenía problemas y que te ayudara.
- Ah?- Voltee a verlo y este siguió.
- Me dijo que tú no eras mala bestia y que ella misma había sido injusta contigo, ella sabía desde hacía cientos de años que tú no habías sido el causante de su muerte... Me refiero a... Mummu. Y también dijo que quizás nunca pudo agradecer que cargaras el peso de ser el malo de la historia pero que le dieras algo de tiempo para que ella pudiera abrirte de nuevo la entrada al reino de la lujuria en el paraíso de los Caídos.
- Ella sabía la verdad sobre eso?
Mi maestro asintió y dijo.
- Además me dio un recado para ti pero no comprendí nada.
- Cual es maestro?
- Me dijo que te dijera algo así .... Mmmh como era? Mhhh..Ah sí! "Si me pesase el corazón, que sea por que está anclado a esta tierra nada más..."
Mis ojos se abrieron enormemente y una sonrisa enorme se abrió paso en mi rostro... Era verdad Inanna me había perdonado todo! Me levanté rápidamente y comencé a correr eufórico por tanta alegría que sentía, ella me había perdonado y además había dicho que me haría bienvenido en el infierno de nuevo!
- Viva! Inanna me quiere de nuevo! Viva!
A mí memoria venían aquellos días junto a Mummu e Inanna que habían sido mis hermanos por mucho tiempo, jugando y correteándonos en las llanuras de la antigua Mesopotamia, chapoteando entre ríos y trepando árboles, amándonos muchísimo los tres... Había estado preocupado toda mi existencia y era un manojo de irá de pensar que había sido todo mi culpa, un maldito destino que estaba atado a mi, tener miedo a un pasado terrible sin segundas oportunidades ni derecho a pedir perdón por algo no hecho, toda una existencia preocupado, pero recuerdo bien nuestro juramento. Cerré los ojos y lo vi tal cual!
Los tres juntos de nuevo...
" - Dejaremos que duela lo más posible, no más ataduras, no más! Si tenemos que sentir la suciedad lo haremos, pues nosotros vamos a romper los esquemas de como somos percibidos!
Dijo ella, luego seguí yo.
- Sin importar que, las caídas nos van a levantar por que donde termina esta coraza de espectros comienza nuestra verdadera forma.
Ambos miramos a Mummu que con temor habló...
- Si... Si me pesará el corazón que sea por que está anclado a esta tierra nada más... No habrá otra razón para que yo cargué algún peso extra.
Los tres juramos aquello y ahora podía ser un poco, solo un poco más libre y eso era gracias al perdón de Inanna!
- Nannar no te hagas el tonto con el jardín!- Grito mi maestro pero yo ya estaba en otro nivel del espacio tiempo.
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- Papi! Papi! Volviste! Llegaste ya!
Sid subió en sus brazos a Roja y ella lo cubrió de besos, olió sus bucles, enredó sus bracitos en su cuello y le dio un abrazo tan sentido que en su carita se podía sentir la felicidad.
- Te has portado bien con la señora Joggar y con Steph?
- Ammmhhh si, creo que sí.
Dijo ella aún sujetándolo con sus fuerzas.
- Sid hijo cómo te fue?
Dijo mi mamá saludándolo con un beso en la mejilla.
- Por dios estás helado, acércate al fuego un rato. Llevaré en unos momentos té y galletas.
Sid hizo una mueca de dolor al escuchar aquella palabra pero se mordió el labio y obedeció.
Se sentó en la sala y puso a Roja sobre sus piernas.
- La has pasado bien en casa de Stephy?
- Si! Mi Nonna me ha mostrado fotos de Stephy de bebé, era muy lindo, tiene una foto donde está vestida como niña- Dijo ella riendo.
Apenas y por el comentario recordé que quería preguntarle aquello a Sid. Este me miró como si hubiese leído mi mente y seguro lo había hecho, luego regresó los ojos a Roja y está le dijo.
- Le diré a Nonna que te las muestre también.
- Has sido buena niña Roja?
-Si papi bueno yo creo que sí, aunque no creo Stephy te diga lo mismo, él no la paso bien y no sé si yo hice algo malo para que estuviera tan triste, al contrario Nonna y yo intentamos muchas cosas para ponerlo feliz.
La mirada de Sid volvió a posarse en mi y yo me avergoncé aún más. Justo a tiempo llegó mi mamá con las bebidas y galletas, Sid se puso en pie y le ayudo de inmediato, entonces la pequeña Roja le dijo.
- Nonna será que un día puedas mostrar a Papi las fotos de Stephy de bebé, seguro se muere por verlas, también dónde está vestido de niña- Dijo riendo y tapándose la carita- Era muy lindo.
- Ah es cierto! Sí claro mi hermosa niña, y a propósito de eso- Dijo mi mama acomodando la taza de Sid frente a él y acomodándose junto a mi- Creo que una vez vi a tu padre, bueno eso creo.
- Seguramente sí Cathy, el parecido entre mi padre y yo es demasiado.
- Awww! Es en serio?- Grito mi mamá de emoción.
- Mamá!
- Que? Tu por qué no lo viste bebé, pero Sidney es igualito a su padre de joven.
- Es cierto Steph, así como me veo mi padre lucia igual a mi.
Dijo este mintiendo.
- Tengo una foto de la espalda de tu padre, espera y la bajo.
- Mamá no!
- Por que no? Sid seguro quiere verla verdad?
- Claro que sí.
Mi mamá subió corriendo la escalera y yo hice un mohín pensando " Idiota ya la viste"
- Nada me gusta más que recordarte de bebé, con ese vestido y tus pull ups de ponys.
- Imbécil!- Respondí enojado- Mejor dime, quien sacó la foto?
Dije pensando en aquel que me había contratado en Moonlight.
- Ese mismo.
Roja en tanto se entretenía en las piernas de Sid comiendo galletas.
- Ephy?
- Si.
- Por que no me dijiste?
- Que?
- Que ya nos habíamos visto?
- Por que no lo sabía, te conocí el día que entraste a mi oficina sin pedir permiso y te comiste los chocolates y las bebidas de tangerina Steph, además vestido de nena quien pensaría que eras un varón.
Al escuchar eso una furia se desató en mi, no es como que yo anduviera vestido de nena todo el tiempo, idiota!
- Ahora yo, dime por qué volviste a perder la cordura si te dije que regresaría?
- Ah? Quien dice que perdí la cordura? Claro que no, solo anduve un poco distraído y ya.
El alzó una ceja y volteo a ver a Roja.
- Quieres que lea su mente?
- Que? No!
- Entonces?
- Yo que sé!
Dije molesto cruzándome de brazos.
- Steph me prometiste que estarías bien no es así?
- Si y?
- Y?
- No se, no soy perfecto perdón por eso.
- Para mi si lo eres.
- No fastidies!
Mi mamá bajo con los álbumes de fotos y yo sabía que esto llevaría más tiempo del que disponíamos.
Por alguna razón estaba molesto de que Roja me hubiera delatado pero no con ella, estaba molesto conmigo, ahora que me había prometido no llorar más y seguir adelante por mi mismo no quería que Sid viera mi pasado. Esa noche acabamos muy tarde, Sid escuchó con atención las historias de mi mamá y está se deleitaba contando con detalles extras cada foto que tenía mía, Sid parecía muy interesado en todas esas boberías, y más atento estuvo cuando vio una foto de mi padre, no tenía nada contra mi propio padre pero ni en foto me gustaba verle pues me recordaba aquellas miradas que me dedicaba, pero Sid se miraba extasiado con la foto de mi padre en sus manos. Sid era un bobo. Bobo!
Las cosas volvieron esa semana a su regular cause, Sid retomó la empresa y me indico que estaba próxima la llamada ruleta rusa, que era donde ellos volvían a intercambiar las empresas pero dejo bien claro que donde estuviera yo me iría con él así que no tuve problema con ello, además de que yo ya ni trabajaba pues me dedicaba a Roja al cien.
El tiempo pasó rápido desde el regreso de mi Leviatán, unos días después de regresar a Kuri a la vida de espectro el maestro de Elliot, Jasy Jatere se marchó de nueva cuenta a Paraguay, las cosas poco a poco se normalizaron, los chicos de la asamblea volvieron a sus actividades normales y aunque nos veíamos poco, siempre estaba el teléfono para ponernos al día, más sin embargo había alguien del cual yo no había sabido nada desde hace tiempo, Whip.
A finales de Enero una lluvia terrible azotó la cuidad, el cielo parecía caerse y yo quedé atrapado en la pequeña panadería que estaba en la esquina de mi casa.
- Maldición! Si esto no para no llegare a tiempo por Roja al colegio.
Busque mi teléfono para marcarle a Sid y pedirle si podía venir por mí pues por alguna razón desde su regreso Sid había estado más al pendiente de mí y de Roja que antes, al menos eso me pareció, pero lo había olvidado en la casa, miré la nube gris que cubría Londres y pensé si habría una igual en Essex. Quizás... Osh mi teléfono!
- Rayos! Maldición! No quiero mojarme!
- Disculpe...
Yo voltee a ver a aquel que llamaba mi atención y me topé de frente con un joven de cabellos ondulados color castaño claro, sus ojos verdes enmarcados por una piel bastante bien cuidada y un pendiente de rubí en la oreja izquierda.
-Si?
- Bueno es que al parecer la lluvia le estorba para irse y bueno pensé que... Quizás yo podía ayudarle.
- Ah?
- Si miré yo tengo un poder especial de ahuyentar a la lluvia.
Yo me le quedé viendo primero como si estuviera loco pero después pensé que este chico podría ser un espectro.
- Por... Por que dices eso?
Él sonrió y dijo.
- Quiere que se lo muestre?
Mi corazón latió rápidamente y di un paso hacia atrás, esto podía ser una trampa. Él al ver esto se quedó serio y luego puso cara de arrepentimiento.
- Disculpe no era mi intención asustarlo. Era solo una broma para decirle que si tenía prisa le prestaba mi paraguas.
Dijo en forma de una educada disculpa. Me quedé viendo a este por unos segundo y luego recapacite.
- Jajaja no! No me asustaste, es solo que me pareció raro todo eso.
- Discúlpeme por favor!
- Si bueno... No importa.
Este sonrió y me gustó mucho su sonrisa.
-Entonces desea usted que le preste mi paraguas?
- Es en serio? Se puede?
- Claro que sí!
- Que bien! Genial! Es que tengo que ir a recoger a mi hija al colegio.
- Entonces ni hablar! Lo traeré enseguida.
- Ah? Pero...
- Por cierto soy Barry y trabajo aquí.
Dijo él dándome la mano.
- Stephan y vivo a unas cuadras.
- Mucho gusto señor Stephan.
- Ay por favor solo dime Steph no soy tan grande.
Él sonrió y de nuevo me gustó esa sonrisa. Me gustó mucho.
-Mucho gusto Steph! Iré por mi paraguas para que llegues por tu hija.
Este se metió tras el mostrador y no se tardó en salir con un enorme paraguas crital bellamente decorado con flores de cerezo.
- Vaya que bonito! Oye pero tú paraguas es caro no es así? Mejor será que no me lo prestes.
- Descuida es solo un paraguas y además no puedo permitir que un cliente frecuente no llegue a tiempo por su pequeña.
Miré el objeto tan lindo para cubrirse de la lluvia y asentí.
- Gracias Barry te lo devuelvo mañana.
- Descuida Steph, cuando puedas.
Salí apresurado de ahí y me encamine hacia el colegio de Roja.
Llegue apenas para ver a Sid salir con Roja en uno de sus brazos y con el otro sostenía su paraguas siendo objeto de las miradas de todos y alcance a escuchar a una pareja que decía.
- Ese es el hijo de Santinni?
-Si y esa es la hija menor de Santinni.
- No se parecen.
- No, quizás es por que son de diferentes madres, se cree que la madre de él es una noble de aquí y de ella solo una cantante de Italia de ópera, ese viejo mañoso es muy raro.
- Si, hoy tuvimos suerte de verlo, bueno el chico había estado viniendo él por su hermana pero hacia unas semanas venía una chica de servicio.
- La servidumbre la recogía? Cómo sabes?
- Es su aspecto en general, no se movía como ellos, no tenía ese brillo, parecía una mujer común.
- Era linda?
- Una inglesa de baja estatura cualquiera.
Me quedé ahí esperando a que se adelantarán pues no quería entrar y ver sus caras, pero era cierto; yo era común, al menos a comparación con ellos si lo era.
Sid parecía salido de una portada de revista con ese traje negro de línea Armani y Roja solo vestía como lo dictaba el código de la vieja usanza inglesa de la realeza con vestidos exquisitos y joyas discretas, pero esas cosas no estaban en mi, yo vestía normal, pocas veces usaba trajes caros, siempre andaba de jeans y de camisetas. Si pensaba bien las cosas mi estilo de vida no solo de vestir y el de Sid chocaban terriblemente, ni siquiera entendía bien como era que habíamos conectado si en realidad éramos demasiado opuestos, tanto que si no nos conociéramos ni siquiera imaginaríamos que existía alguien tan opuesto.
- Stephy está muy cososo?
La vos de Roja me saco de mis pensamientos, ellos estaban parados frente a mí.
- Pensativo, no cososo Roja.
- Pen- sa-ti-vo!- Repitió ella.
- Este fin de semana tendrás que tomar una clase extra de inglés.
Ella hizo un puchero y Sid dijo:
- Vamos Steph los llevaré a comer.
Subimos al Maserati de color gris ante las miradas de los demás padres.
Acomode a Roja en el asiento de atrás y está cerró los ojos.
- Estás cansada amor?
Ella asintió y se dejó llevar.
- Por que te importa tanto si somos diferentes o no?
Pregunto Sid encendiendo el coche.
- Ah?
Maldición había leído mis pensamientos!
- Bueno es que siempre es importante tener gustos en común.
- Desde cuando siempre es importante eso?
- Desde siempre Sid!
- Tenemos gustos en común Steph.
- A sí, cuales?
- A mí me gustas mucho!
- Eso no es un gusto en común!
- Bueno, para mí sí lo es.
Yo me crucé de brazos y él dijo:
- Por que te obsesionan esas cosas, lo importante es que nos amamos y estamos juntos, y cuando estamos juntos estamos bien.
- Si pero... Quizás eso puede ser un problema después.
- Por?
- Por que... Bueno tú luces como de veinte siempre y además siempre te gustan las mismas cosas y yo...
-También siempre te han gustado las mismas cosas Steph, no creo que ya haya terminado tu eterno romance con el cereal y la tele y la comida chatarra. Si reencarnarse en algo me gustaría hacerlo en una caja de cereal de bombones que tanto te gusta!
- Que tonterías dices Sid!
Dije riéndome. Este miraba atento y conducía con precaución siempre que llevábamos a Roja.
Comimos en un restaurante que estaba cerca de mi casa y de ahí Sid nos llevó a cumplir con las actividades de Roja, su clase de piano y violín y un poco de oboe, pobre! Entre mejor dominaba un instrumento Sid pedía más y más.
Por la noche al regresar a casa vi a un hombre uniformado de policía en la entrada de mi casa. Sid por supuesto puso mala cara, pero mi corazón se aceleró, acaso había esperanza de que fuera él? Que hubiera recapacitado ? Quería verlo de nuevo! Ambos bajamos del coche, Sid tomo a Roja en brazos, la pobre venía fulminada de tanta clase y yo me dirigí hacia la visita con singular alegría.
- Whip!
El hombre volteo y note que no era mi Whip, no! Era un policía común y corriente.
- Ho... Hola! Buenas noches, Stephan verdad?
- Si! Si!- Dije un poco decepcionado de que no fuera él.
- Y usted quién es?- Dijo Sid mostrándose erguido por completo, mostrando su enorme tamaño, con esa cara que en verdad daba miedo y con Roja en sus brazos dormida.
- Me llamo Dave y este.... Bueno...
El oficial al ver a mi enorme acompañante se puso nervioso y tartamudeo.
- Bueno es que yo... Yo.. Vine a traerte esto...
El oficial me ofreció un sobre que se miraba bastante lleno y dijo:
- Antes de tomarme unos días el látigo me pidió de favor que sí le podía imprimir algunas fotos, yo lo hice gustoso pero cuando regrese hoy me enteré de que ya no estaba de servicio en la cuidad, creo pidió su cambio a Essex no?
Yo asentí sintiendo pena y Sid me puso la mano en el hombro no en un gesto de amabilidad sino con tensión.
- Intenté llamarlo pero no responde a su teléfono y bueno su compañero de unidad me dijo que vivías en esta calle pues este cada viernes venía a dejarlo por aquí, la verdad quiero devolverle sus fotos, el látigo dijo que eran muy importantes para él, creo que las quería enmarcar...
- Y eso que tiene que ver con nosotros oficial?
Dijo Sid de manera grosera y yo lo voltee a ver.
- No nada! Nada solo que... Pensé que quizás tú sabrías donde puedo encontrarlo y quizás dárselas ya que al parecer eran muy amigos.
Miré el paquete de las fotos y sentí deseos de verlas.
- Lo sentimos pero no podemos recibirlas, trate usted de contactarlo o tirelas, no es nuestro asunto.
Dijo Sid ya algo molesto.
- Sid!- Contrarresté yo enojado- Basta!
Ambos hombres me vieron con asombro, no quería ser grosero con Sid pero esa actitud! Maldición! Era algo de Whip y era impor... Importante!
- Steph hay que acostar a Roja, afuera hace frío vámonos!
Dijo el espectro y yo de inmediato contesté.
- Adelántate, en seguida te alcanzo.
- Pero...
- Sid ve a la casa!
Dije enojado y este afianzo más a Roja y se metió molesto.
- Lo siento oficial- Dije con algo de pena- Yo se las daré, lo prometo.
- Seguro? Digo no quiero causar molestia...
- Descuide no será molestia.
- Muchas gracias! Cuando lo vea dígale que marque a la comandancia, así podremos estar en contacto, eh?
- Yo le diré!
El oficial me dio el sobre y entonces giro en media vuelta pero regreso sobre sus pasos y dijo.
- Gracias de nuevo, es usted tal y como el látigo lo describió.
- Ah?
Este echó a andar pero yo lo detuve.
- Oficial Dave! Cómo fue lo que dijo Whip de mi, perdón?
- Dijo que era un tío muy lindo y que eso era en todos los sentidos y no solo en el físico. Buenas noches.
Este desapareció doblando la esquina y yo me quedé ahí, la noche estaba algo fría pero no tanto como mi corazón, no lloraría aunque en ese momento mi corazón estuviera deseándolo mucho, lo había jurado y esta vez lo haría!
- Whip.... Vuelve.
Me gire y caminé hasta la casa donde en la ventana estaba Sid mirando aún con Roja en los brazos, me metí y no dije más.
- Ay Sid no puedo creer que aun no has acostado a Roja!
- No puedo creer que hayas aceptado el sobre.
Respondió el espectro enojado, yo puse el sobre en la cocina, luego le arrebate a Roja de las manos y subí escaleras arriba sin ánimos de discutir.
El espectro me persiguió hasta la habitación de Roja, yo la recosté en la cama y comencé a ponerle la pijama.
-Steph quieres que tire ese sobre?
- No Sid.
- Entonces que vas a hacer con el?
- No lo sé Sid ahorita solo pienso en Roja.
- No tenías por que cogerlo! No es nuestro problema sabes?
- Basta Sid.
- Acaso vas a ir a entregárselo?
- Sid... ya.
- No tienes que hacerlo y lo sabes!
- Sid...
- Steph no vayas!
- Sid basta ya!- Le grite furioso y eso causo que Roja abriera los ojos.
- Stephy?
- Perdón amor te desperté?
Ella se sentó y se tallo un ojito.
- Roja levántate y ve a lavarte los dientes y al baño.
Le ordeno Sid de forma ruda.
- Si papi.
- No! Que haces?
- Que vas a hacer con el sobre?
Dijo este furioso. Tenía ese gesto fingido a más y yo le dije:
- No es tu asunto Sid, ahora vete!
El moreno desapareció de inmediato y encontrarme solo en la oscuridad de la habitación de Roja me dio un poco de miedo, odiaba que Sid hiciera esas entradas y salidas tan misteriosas.
- Stephy?
Dijo Roja saliendo do del baño con su cepillo de dientes.
- Que pasa amor?
- Y papi?
-Está abajo amor.
- Pelearon?
- No nada de eso, ya sabes cómo es Sid eh?
Roja me dio un abrazo corto pero sentido y se devolvió a terminar de lavarse los dientes, luego de eso cayó rendida.
Después de que se durmió me quedé unos minutos más con ella, la verdad no quería discutir con Sid, no podría soportar tanto, amaba a Sid pero extrañaba a Whip, después de todo él había sido mi amigo, uno de verdad.
Baje con ánimos de reconciliación pero lo que encontré fue una casa vacía y cuando me asome a la cocina vi que este ya había revisado aquel sobre. Eso me puso furioso con Sid pero al ver aquellas fotos, me temple de inmediato. Eran las fotos de la Navidad y el año nuevo! Un nudo se me hizo en la garganta al ver a aquel pelinegro que sonreía tímidamente a mi lado. Suspiré y tome una resolución.
- Le voy a llamar yo!
De inmediato busque mi celular y aún con nervios digite su nombre en los contactos para luego el signo de llamar.
Me hubiera gustado ensayar algo inteligente para decirle pero aunque lo hubiera hecho siempre terminaba diciendo tonterías así que aproveche que tenía el valor en ese momento y le marqué.
El tono de llamada una tras otra vez... Solo un tono de llamada más y seguro contesta me dije insistiendo un par de veces mas, tome una foto del sobre y vi que había una de él en las fuerzas militares, parecía estar con una chica muy linda, una rubia de ojos cafés que este sujetaba por la cintura con una sonrisa igual de tímida que donde estábamos juntos.
- Whip...
El tono de llamada fue lo único que pude escuchar, por que él no contesto en absoluto.
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Del libro de Kuri.
Decisiones difíciles.

Regrese a casa antes del amanecer y no había nadie, la casa se miraba muy desierta, me pareció que nadie había vivido ahí desde hacía meses y justo recordé que desde que había quedado inválido nos habíamos mudado al hospital y poco me había durado el regreso pues de inmediato la asamblea de traidores idiotas me había dejado fuera de la pelea, pase mi lengua por los labios aún con el sabor de ese idiota de Ivka. Pronto tendría que regresar a Rusia a poner una severa advertencia pero por ahora solo quería encontrar a Ben, miré la cama donde estos me habían tomado por sorpresa, Ben y yo dormíamos ahí... Juntos! Pero eso era cuando yo no representaba un peligro para él, más sin embargo ahora... Yo quería continuar durmiendo con él pero le había prometido algo y no iba a volver a romper una promesa... Quería hacer a Ben feliz y eso solo significaba alejarme de él.
Salí corriendo hacia el hospital mientras pensaba un poco en como habían cambiado las cosas, ahora estaba en paz con mi amado Yuri, ya no sentía ese remordimiento de no haberle correspondido pues lo que sentía por él iba más allá de los sentimientos humanos de amor, Yuri era parte de mí mismo y por eso siempre lo amaría, había acabado con el idiota de Ivka, este me había dado unas patadas y un par de golpes pero yo no tenía paciencia para jugar su juego idiota y de inmediato saqué mi Shashka y la eche a andar al aire, mientras la pelea se desenvolvía, la característica de que mi Shashka en cada giro elipsal se podía dividir en muchas espadas hizo que en un gancho que le propine en la mandíbula este pasará en el momento exacto por la trayectoría de mi espada y quedara hecho trozos de carne putrefacta, su esencia salió de inmediato del cuerpo y sin dudar el maestro de Elliot salió de la oscuridad pegando un salto y la devoró.
- Quieres un poco joven príncipe?
Yo tomé un poco con asco pues era esencia de un traídor y la probé.
- Asco, está amarga.
Ambos regresamos a Londres y ahí nos despedimos, seguro el niño de hermoso rostro iría a casa de Elliot, yo le agradecí una vez más y eso fue todo.
Al llegar al hospital trepe hasta la habitación que me habían asignado y entre por la ventana, Ben estaba ahí, se había quedado dormido en el sillón una ves más... Miré su cuerpo, ahora me parecía muy débil pero hacia unas semanas que fuerte era ante mis ojos, Ben! Miré mis manos y no note ninguna imperfección humana, demonios! Tenía que acostumbrarme a vivir... No! Yo no estaba vivo, solo existía y tenia que aprender a existir de nuevo como un espectro.
Me recosté sin hacer ruido en la cama y miré el techo... Que mala suerte, volver a ser un espectro cuando estaba disfrutando mucho ser un humano! La comida, las emociones y bueno... No todo era una bendición, aquello de tener que desechar cosas no era lo mío pero...Voltee a ver a Ben y sonreí.
- Gracias! Todo valió la pena gracias a ti!
Me quedé ahí quieto hasta que esté despertó.
- Kuri? Que haces ahí? Te sientes mal?
Yo sonreí y me voltee de lado mientras recargaba mi cabeza sobre mi mano.
- Eso no es posible Ben, pero gracias por preguntar. Oye hay que empacar y regresar a casa!
Él me miró aún con sueño y dijo.
- Sí, solo dame unos momentos, que quieres desayunar?
Dijo al tiempo que se tallaba los ojos. Ben se había acostumbrado mucho a atender mis necesidades humanas.
- No Ben, nada; gracias!Tú quieres que ordene algo para ti?
- Sí, lo que tú quieras está bien. Que quieres comer tu?
- Ben... Yo...
- Ah! Es cierto, lo siento se me olvidó- Dijo un tanto decaído.
De inmediato se metió al baño, era algo raro volver a ser espectro y más cuando tenía tantas ganas de poseerlo pero no podría hacerle daño.
Este salió más despierto y dijo.
- Y como te ha ido en tu tonta venganza?
- Ah muy bien!- Dije con extrema presunción- La verdad es que no por nada soy un líder elegido.
- Ajá- Dijo de manera sarcástica.
- Oye es en serio, en tres golpes ese imbécil se fue!
- Lo mataste?
- No es matar técnicamente si no está vivo, digamos que... Se lo serví a Jasy Jatere de cena.
- Ay por Dios! Que horror!
Ese zumbido y el destello en mi interior que hizo una punzada fugaz en mi esencia me obligó a quejarme.
- Waaaaaaa!- Dije tapándome los oídos.
- Kuri estás bien?- Corrió Ben a ayudarme pero yo recordé que había sido aquella palabra.
- Ben no lo digas de nuevo.
- Que?
- Esa palabra!
- Cual?
- La palabra para designar a algo divino!
- Dios?
- Waaaaaaa!
Este puso cara de preocupación y dijo:
- Perdón, perdón Kuri!
- Si bueno no import,a solo no lo digas.
- De acuerdo. Pero estás bien?
- Si, me siento bien
De inmediato me recompuse y él se alejó de nueva cuenta para comenzar a empacar todo.
Layla estaba gestionando mi salida del hospital de una manera honrosa y creíble seguramente y esa misma tarde pude salir del hospital pero esa mujer! Me había matado!
- Lo siento Kuri pero con muerte cerebral no había forma en que salieras vivo de eso.
- Que?! Pero...
- Además ahora que ya no está Yuri el certificado saldrá a su nombre y todo encajara a la perfección!
Dijo ella con una sonrisa.
- Eres una bruja!
-Que?- Dijo ella molesta- Te voy a dar tu merecido!
- No dije nada! Ben! Sálvame!
- A mí no me metas Kuri.
Dijo el Italiano, y salí corriendo de la oficina de Layla. Esa Lilim era peligrosa eh?
El día estaba perfecto pues como siempre Londres era la cuidad donde las nubes estaban de moda. Al llegar a la entrada vi el Camaro.
- Y eso?
- Ah bueno...- Ben se sintió apenado y dijo- Es que tome uno de tus coches prestado, perdón!
- Tomaste?
- Si bueno, es que desde que caíste en estado vegetal y como tenía que hacer muchas diligencias rápido para poder no descuidarte mucho decidí que era mejor que aprendiera a manejar y así poder ir de aquí para allá de forma rápida y eficiente.
-Aprendiste a manejar?
- Si bueno tome un curso exprés intensivo de noche!- Dijo mirando el suelo apenado.
- Y el chófer de Elliot?
- Él estaba muy bien, es solo que no me gusta depender mucho de alguien y no era justo que trabajase las 24 horas, muchas veces yo necesite ir a comprar tus cosas de noche y de día ir a la casa por mudas de ropa y me dio poema molestarlo así que decidí aprender a manejar.
- Por que el Camaro?- Dije acomodando en el porta equipaje las cosas.
- Pues es que no había uno más barato.
Los dos nos fuimos a la parte del conductor y el castaño se puso rojo de vergüenza.
- Perdón! Yo no quería... Es la costumbre!
De inmediato y sin darme oportunidad a decir algo se fue a la puerta del copiloto y se metió enseguida.
Yo hice lo propio algo molesto por no poder decir nada y me metí al coche. Encendí el motor y pensé en todo el sacrificio que este había echo al tener que aprender a manejar mientras cuidaba de mi. Sonreí y apagué el coche.
- Que pasa Kuri?
De inmediato me salí del coche y me fui al asiento del copiloto para abrir la puerta.
- Que no puedo manejar en este momento, estoy algo indispuesto.
- Que?
- Como oíste, ahora manejaras tu!
Él se me quedó mirando y dijo:
- Pero...
- La verdad nunca ha sido mi pasión manejar, es muy humano! Es mejor volar!- Dije intentado sonar creíble- Pero como no puedo volar a gusto pues ahora tu manejaras Ben.
- Ah? Pero Kuri...
- Nada de peros, creíste que podrías dejar de atenderme eh?
Yo lo saqué con cuidado del coche y le sonreí.
- Si te esforzaste tanto en aprender debes aprovecharlo.
Su mirada me decía que estaba muy contento. De inmediato fue al asiento del conductor y se metió, yo hice lo mismo y este arrancó del motor.
-Además será genial tener un chófer!
Dije y Ben me asesino con la mirada.
- Era broma Ben... Era broma!
- En serio!
-Más o menos!
Ben manejaba muy bien y llegamos pronto a casa. Este incluso se estacionaba de una manera rápida. Salimos del coche y este me dio las llaves.
- Toma aquí están tus llaves.
- Ah?
Miré las llaves del coche y dije.
- Te lo regalo.
- Que?! - Dijo este en un grito.
- Te lo regalo Ben.
- Oye Kuri no puedo aceptar algo así!
- Por que no?
- Por que este coche es muy caro!
- Y?
- Como que y?
- Es solo un coche, metal y lámina.
- Estás loco! No gracias!
Miré a Ben algo molesto y pensé que seguro no querría mi regalo por que no quería deberme nada.
- Es parte de tu pago por cuidarme bien Ben.
- Que? Pero...
- Es eso o un Ferrari.
- Que?! Nooo!!!
- No quieres el Camaro?
- Es que... Kuri yo no puedo aceptarlo; no me comprometas!
Dijo en un grito, me aventó las llaves y se fue corriendo.
- Maldición... Las cosas volvieron a ser igual que antes... Tengo que cumplir mi palabra.
Miré la mansión que ya había sido remodelada y supe que si, había vuelto a casa.
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Al día siguiente ahí estaba Sid en mi casa, en mi sala y mirándome con esas lilas hermosas. Desde su llegada había estado muy callado y solo se limitaba a buscarme la mirada por lo que yo fui el que tuvo que hablar pues era muy incómodo aquel silencio. Saqué a tema aquello de que Roja estaba llena de actividades.
- Roja es muy buena en ingles ya Sid, no entiendo por qué otro idioma, no está viviendo su infancia como debe. No siento que sea lo correcto, tu que opinas de reducir un poco sus actividades? No sé, algo más relajado, es que pobre, hasta el domingo tiene que hacer cosas! No hay un día de la semana que Roja pueda descansar... Sid?
Este seguía mirándome y yo insistí.
- Y? Vamos dime qué opinas?
- Por que pasaste las fiestas con él?
- Que?
- Por que estuviste con él, Steph?
- De que hablas?
- Del perro policía que más?
- Ay Sid no seas tonto! Ese no es el tema ahora mismo, es Roja. Demasiadas actividades? Estás ahí?
- Me importa un bledo las actividades de Roja, respóndeme! Sucedió algo?
De inmediato mi corazón se agitó y sentí miedo.
- Algo... Algo de que?
- Steph, dime qué pasó?
Yo de inmediato me levanté y dije:
- Osh Sid no entiendo nada!
Luego de eso me fui a la cocina por más biscochos.
- Steph!- Dijo este apareciendo atrás de mi y acorralándome contra la alacena.
- Sid por Dios me asustas!- Le grite y este solo torció el gesto de dolor pero no sé movió un segundo.
Sus lilas me escrutaban inquisitivas, pedían una respuesta ya mismo.
- Dímelo! Pasó algo con el policía?
- Sid por qué preguntas eso?
- Por que quiero oírlo de ti.
Mis ojos miraban una especie de odio en los suyos, no entendía de donde venían las dudas de Sid, quizás él sabía algo.
- Steph... Di que nada pasó.
Yo no quería verme así reflejado en sus ojos y mentí.
- Nada pasó, ya? Contento?
Dije enojado pero este se me lanzo en un beso furioso a más. Me aferró por las nalgas y me recargo sobre el estante. Sus labios no daban tregua alguna, Sid estaba muy enojado y yo temblaba a merced de su furor.
- Mmmh Sid.... Mmhhhh....
Intenté decirle que me faltaba el aire, que estaba siendo muy rudo conmigo pero este no cedió y casi cuando me desmayaba me soltó y caí al piso para aterrizar de nalgas.
- Ouch! Dueeeele!
- Maldición! Maldición! Ese maldito infeliz!
Dijo en un rugido que cimbro las ventanas de la casa.
- Steph dime qué no pasó nada y te juro que yo te voy a creer a ti.
- Sid idiota! Me has dejado caer....
Sus lilas se posaron en mi y yo sentí miedo, tan malo era yo para mentir?
- Nooooo! - Dijo él y salió corriendo de la casa, ese mero acto me produjo mucho miedo y de inmediato me puse en pie.
- Sid?
Dije intentado averiguar si este seguía en mi casa pero nadie respondió. No sabía que ocurría pero sabía algo, Sid ya sabía lo que había pasado entre Whip y yo. Eso era malo.
Por la noche espere a que viniera a verme, pero no llegó, la verdad me causaba mucha preocupación aquello ya que Sid era muy impulsivo y quizás podría ir a causarle problemas a Whip... O tal vez algo peor.
- Dios por favor detén a Sid! Por favor!
Me quedé dormido a media noche tragándome esas enormes ganas de llorar junto a una pastilla tranquilizante. No volvería a hacerlo!
Por la madrugada sentí sus dedos fríos entrar en mi, di un saltito, me aferre a la colcha y medio abrí los ojos. Ya no traía la ropa en la parte baja del cuerpo, solo arriba.
- Sid?
Este me besó con pasión y cuando nos separamos se ocultó en la cuenca de mi cuello y comenzó a besarla. Eso me puso muy caliente y de inmediato duro.
- Sid...
Dije en un suspiro y este se echó mis piernas a sus hombros y me la metió por completo en una estocada muy ruda pero deliciosa.
- Ah! Sid!
El espectro bajó en besos desde mi cuello hasta mis pezones y los lamió y los jugó con su lengua un poco para luego chuparlos un par de veces en tanto seguía embistiendo duro. Yo me aferre a él con las uñas y él siguió y siguió. Sid sabía en definitiva que me gustaba y como y sin lugar a dudas era el mejor en darmelo....
- Dale Sid! Más duro! Más!
Este obedeció y comenzó a darme más y más duro hasta que me dio tan duro que pegue directo en la pared con la cabeza!
- Awwww!- Dije muy adolorido- Duele!
Sid paró y se salió de mi interior, en ese momento no me importó mucho pues en verdad me había dolido! Me lleve las manos a la cabeza y me enrosque en la cama. La puerta sonó de inmediato y mi mamá tras de ella.
- Steph hijo estás bien?
- Si! Si! Solo estaba soñando!
Dije aún adolorido y sentándome en la cama.
- Seguro?
- Si mamá! Buenas noches!
Esta se retiró y yo miré algo enojado a Sid que estaba ya vestido de nuevo y sentado en el alféizar de la ventana.
- Ten más cuidado Sid! Me dolió.
- Dilo Steph...
Dijo con la mirada aún oculta.
- Ah?
Yo aún no entendía de que iba hasta que él me reveló su mirada y dijo de nueva cuenta.
- Dilo por favor! Dime qué no pasó nada en mi ausencia.
Sus lilas eran una tormenta en apogeo.
- Ay Sid sigues con eso?
- Dilo...
Yo me sentí furioso, me dolía el golpe y aparte noté que este había roto el pantalón de mi pijama.
- Dilo Steph.
Puse los ojos en blanco y me tiré sobre el colchón.
- Steph dímelo por favor.
Estaba comenzando a enojarme, si ya sabía; por qué quería que lo dijera?
- Por eso precisamente.
- Deja de leer mi mente Sid!- Dije intentado que mi voz no despertara a mamá o a Roja!
- Solo dilo.
- Mejor hay que dormir Sid.
- Steph, dímelo.
Esa maldita insistencia! Eso me cabreo, que quería? Que quería escuchar? Carajo! Quería mentirle pero ya estaba muy enojado y además me dolía la cabeza, sentía que me iba a salir un chipote y su mirada! Su mirada me hacía sentir culpable, esa forma tan detestable de mirar a la nada con esa expresión natural... Que le sucedía? Mi corazón se estrujó y yo me senté para ponerme unas calcetas pues comenzaba a tener frío en los pies.
- Steph...-Dijo él una vez mas- Dímelo, dime qué nada pasó entre ese imbécil y tú...
Sus palabras solo me hicieron enfadar más y terminé de ponerme los calcetines cuando al fin hablé en voz baja, muy baja.
- Nada....- Iba a mentir pero entonces pensé, por que? Por que le mentiría a Sid si lo amo... Por que?
Ahí estaba mi corazón a punto de ponerse a llorar pero no! Mis lágrimas nada harían por mi, era estúpido llorar cuando se era culpable así que me hice de todo el coraje que pude y respondí su pregunta.
- Sid lo que te diré lo voy a decir rápido y no volveré a decirlo de nuevo...
Sus lilas se fijaron en mi y yo contuve la respiración un momento, luego proseguí.
- Yo.... Yo si me acosté con Whip.
Su mirada pasó de mi al piso y él asintió.
- Ya estarás contento de escucharlo.
- Cuántas veces?
- Una- Mentí pues no quería más problemas, solo quería dormir y mañana arreglar las cosas, me levanté a buscar ropa interior y un pantalón de pijama nuevo y justo cuando estaba en el armario buscado este idiota me cubrió medio cuerpo con la sábana y se hecho mi peso a su hombro.
- Sid maldición que haces?
Le pregunté enojado y pataleando para intentar que me bajara pero este afianzo más mis muslos.
- Me estás mintiendo Steph, no puedo tolerarlo.
- Bajame! Maldito!
- Cállate o despertaras a tu mamá.
- Sid bajame por favor!
Escuche como abría la ventana y sentí miedo.
- Sid que haces?
- Aquí no podemos hablar a gusto, iremos a otra parte.
- Que? No!
Entonces sentí el viento helado que pegaba directo en mi trasero desnudo.
- Siiiiiid!- Grité- Bajame! Bajame yaaaa!!!
Este no contestó y yo intenté patalear de nuevo pero era imposible.
- Sid por favor al menos déjame ponerme algo de ropa.
- Así estás bien- Dijo él.
- Sid, no! Bajame! Bajame ya maldición!
Este no me hizo caso. No me gustaba estar con el trasero expuesto por ahí en medio de la noche pero sabía de antemano que no podría vencer a Sid en fuerza y al final deje de pelear. Tampoco sabía dónde estaba pero este había dejado de correr y saltar para caminar de manera más decente, yo arroje una patada o dos esporádicamente en ese trayecto lento pero este no se inmutó, maldición pensé.
Luego de un rato de andar despacio Sid me arrojo en una cama enorme y de inmediato me quite la sábana de encima.
- Maldición Sid, eres un idiota!
Note que estábamos en Mousetrapp, este estaba en cuclillas preparando el fuego, la habitación era la principal, la del estilo victoriano y la cama con grabados y un dosel muy lindo.
Sid terminó su trabajo para poner el fuego de la chimenea a todo lo que daba y fue a sentarse al extremo inferior izquierdo de la enorme cama.
- Steph cuántas veces te acostaste con él? Cómo fue? Te dio placer? Cuéntamelo todo...
Decía con la mirada escondida.
- Ya te dije!- Le grité- Esto es inconcebible Sid! Para estas tonterías me sacaste de casa?
- Dímelo! Steph.
- No!
- Dímelo....
- Waaaaaa! Waaaaaaa! Ayudaaaaaaa!
Comencé a gritar pero el espectro no parecía inmutarse. Estuve gritando por ayuda como loco por quince minutos hasta que me dolió la garganta, así que gatee hasta donde estaba él y le dije.
- Mañana te digo todo lo que quieras pero por favor ya me quiero ir a dormir si, Sid?
Le dije en tono melifluo y este volteo y me besó. Sus labios se sintieron tensos y desesperados hasta que nos separamos pero Sid se levantó y dijo:
- Lo siento Steph, te vas a quedar aquí hasta que me lo digas todo.
- Que?! No!
- Si quieres dormir puedes hacerlo, yo llamaré a tu madre y le diré algo creíble.
- No Sid, llévame a casa ahora!
- Lo haré cuando me digas todo.
- Que? Estás loco!
Él se quedó inmóvil y en silencio y yo me le fui a golpes pero era obvió que eso a Sid no le hacía ni cosquillas.
- Por que Sid? Por que haces esto?
- Por que quiero creerte a ti Steph...
- A mí?
Pensé en el significado de aquello, acaso él sabía algo. Quizás... No! Yo no había contado a nadie más sobre lo de Whip, ni pensado en ello.
- Que sabes? Quien te dijo que? Dímelo por que seguro son patrañas!- Le grite desesperado.
Me levanté y comencé a caminar por la habitación, no tenía por que obedecer a Sid pero intentar escapar corriendo era inútil y lo sabía, así que eso no era una opción además no iba a salir a la calle desnudo de abajo.
- Sid piénsalo; quizás son habladurías, ya te dije la verdad! Ya te dije que me acosté una vez con él por favor! Dime quien te dijo qué y sabremos si fue con buena intención o no, las personas siempre tienen alguna mala intención para crear un chisme así.
- Ahora tienes enemigos Steph?
-Ah? No! Pero siempre pueden ser habladas por envidia.
- Entonces dime lo que quiero saber.
Maldición, fui a donde estaba y volví a pegarle con desesperación para que me dejara ir.
- Sid por favor! Por favor!
Este se levantó y me tomo por las muñecas para tirarme en la cama, dio media vuelta y dijo.
- Duérmete Steph.
- No!- Grite- Quiero irme a casa!
- Cuando me lo cuentes todo entonces te llevaré.
- Sid por favor!- Le rogué a punto de llorar, estaba resistiendo todo lo que podía.
- Steph, será mejor que te duermas.
Me senté en la cama y dije:
- Quiero ir al baño Sid...
- Abajo de la cama.
- Que?
- Abajo de la cama.
Bajé de la cama y saqué de ahí un bacín de baño.
- No voy a hacer aquí!
- No hay otro.
- Sid! Vamos, no es gracioso.
- No es broma, haz y duerme.
- No! No soy un niño pequeño!
- También se usaban en la antigüedad Steph.
- No voy a hacer aquí.
- Entonces hazte encima.
- Que? No! Sid por favor!- Le rogué.
- Lo siento.
Miré que este seguía sin mirarme y eso me enojo.
- Bien, entonces jodete Sid! Me escuchaste? Jodete! Vete al carajo!
Este no se movió y yo comencé a gritar y patalear para que se hartara, me trataba como a un niño no? Entonces eso tendría.
Así estuve unos minutos hasta que él se levantó, se dirigió a la puerta y salió, de inmediato pare el berrinche y escuche como este le echaba cerradura a la puerta.
- Que? No! Sid! Espera! Abre! Siiiiiid!
De inmediato me levanté y fui a intentar abrir la puerta pero estaba bien cerrada y no se movía ni un centímetro.
- Sid! Déjame ir a casa! Por favor! Por favor!
Pero este no respondió, volví a la cama y me hice un ovillo.
Dile la verdad, pensé, dísela por que ya la sabe... Pero...Si se la digo; él va a hacerle algo a Whip y yo no quiero eso...Yo no quiero seguir así, dividido... Amo a Sid pero Whip... Whip es muy especial para mí y no quiero que le pase nada. Me lleve las manos a la cabeza y me jale el cabello, no toleraría perderlo, Whip... A mí mente vino su rostro, su sonrisa, yo nunca antes había estado con alguien más que con Sid y quizás por eso todo esto me parecía tan injusto. Quizás Sid y yo debíamos tomar un descanso.
Baje de la cama y terminé orinando en el bacín, luego de eso subí a la cama y cerré los ojos, mi corazón estaba muy quebrado y no podría sostener más su promesa de no llorar pero me obligue a dormir y así quizás podría soportar más.
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Del libro de Kuri.
Esperanza.

Tenía que honrar mi palabra así que fui a ver a Sid para poner el plan a andar.
- La mejor escuela de medicina en Roma....
- Si, bueno, además quiero ver si puedes gestionar que sus estudios aquí sean revalidados allá.
- Así que lo vas a enviar lejos eh?
Yo asentí sin ganas y Sid dijo.
- Puedo saber por qué lo devuelves si tú lo amas?
- Por eso, yo le prometí que lo liberaría cuando esto de que yo fuera medio humano acabara. Se terminó y ahora honraré mi palabra.
Sid me miró y él mismo lucía tan mal como yo quizás.
- Que sucede Sid?
- Es Steph...
Este me comentó que lo sentía muy diferente, que últimamente pensaba mucho en ese policía.
- Oye es cierto, no me había dado cuenta de que hace mucho no veo al policía ese!
- Se fue a Essex.
- Lo cambiaron de unidad? Fue por ti?
- Yo no hice nada!- Se cruzo de brazos muy molesto y dijo- Él se marchó por su cuenta muy seguramente.
- Ah sí? Como sabes?
- Por que Steph no lo ha mencionado, y tengo una sospecha de que algo sucedió en mi ausencia.
- Que? Ósea entre el policía y Steph? Cómo sabes?
- No lo sé, solo es una sospecha... Steph nunca había estado tan distante, evita hablar del policía o de cómo se siente por su partida y además Roja me dijo que habían pasado Navidad y la tarde de San Silvestre juntos.
- Que?! Crees que Steph sería capaz de engañarte? Ya buscaste en su cabeza acaso?
- No quiero hacer eso.
- Por que no? Ese sería el atajo más lógico para saber la verdad.
- Por que quiero que él me diga si sucedió, quiero que confíe en mi amor.
- Ammmhhh y bueno si te lo dice...Que?
-Lo que me diga Steph yo le voy a creer a él.
- Aunque sea una mentira?
- Steph no sabe mentir, no lo haría...
- Bueno pero si sí fuese verdad.
Sid miró a través de la ventana con aquella mirada pérdida.
- Yo...Yo no voy a reprocharle nada, lo amo y estaré con él para siempre Kuri, lo haya hecho o no, yo... Solo existo para amar a Stephan.
Yo di un suspiro y dije.
- La maldición de Allen, eh?
- Va más allá.
- Quieres que te ayude en algo? Que averigüe?
- Pregúntale a Ben si el vio algo.
Yo asentí.
-Que terrible, dar el corazón a un humano y estar sujeto a este. Ahí es donde se nos acaba lo fuertes e inmortales... No podría soportar un engaño de Ben pero tampoco sé si podré soportar el que se marche.
Salí de la oficina de Sid y fui a mi casa, Ben estaba estudiando en el jardín de atrás, me quedé mirando un rato sin que se diera cuenta. Yuri me había dado a Ben o al menos eso creí al principio pues esa es la concepción de un espectro cuando encuentra un humano al que vale la pena conservar, la de que es un regalo! Pero ahora entendía que equivocado estábamos ambos, Ben no era mío, solo era de él mismo y yo no podía cortar su libertad y menos condenar su alma, eso no sería amarlo de una manera propia.
Hice mi aparición y este se sobresaltó, de nuevo podía ocultar mi presencia.
- Kuri!
-Deberías irte a dormir.
- Estoy estudiando estadística. Se que perdí los exámenes ingreso a la universidad pero este año si los voy a aplicar y verás que me quedo.
- Se que te quedarás Ben...
Ben volvió a poner atención a su libreta en tanto yo lo observaba con suma atención, cada gesto que hacía, la forma en que tomaban sus manos el lapicero.
El castaño subió la mirada por un segundo como pensado la respuesta aunque a mí me parecía que me miraba a mi.
- Que pasa Ben?
-Ahh es que no entiendo esto, mira...
Me paré y me incliné detrás de él, puse mi mano fría en su hombro olvidando el espacio que se supone debía existir entre ambos y para mí sorpresa no me rechazó! Aquel simple toque me había excitado mucho y sobre todo me había puesto muy feliz pero lo dejé de lado y le expliqué cómo se hacía aquello. Este se quedó haciendo unos ejercicios más y luego de eso cerró el libro.
- Quieres cenar algo?
Yo le miré algo confundido y este volvió sobre sus palabras.
- Es cierto que ya no comes...
- No!- Dije mirando a otro lado- Pero tú sí puedes comer algo.
- Si... Si creo que sí...
Dijo él de manera tímida, un silencio bastante incómodo se apoderó del lugar y yo aproveche para preguntarle sobre lo del rubio.
- Oye Ben quiero saber algo.
- Dime Kuri.
- Quiero saber si ti viste algo raro en Steph mientras yo estaba en estado vegetal.
- Algo raro?
- Si, no sé quizás que anduviera muy pegado a alguien o algo así...
- Te refieres al oficial June?
Asentí y el respondió:
- Mhhhh no lo sé Kuri es un tema bien delicado eso.
- Por?
- Cuando caíste en estado vegetal y el señor Sid se fue a Rusia, el señor Kanon despareció y me di a la tarea de buscarlo varias veces, no podía buscarlo mucho pues no podía descuidarte mucho tiempo, quizás en ese momento yo me haya ausentado tres veces de tu lado, ninguna más allá de unas horas, tenía que ser muy estricto con tus horarios de baño y nutrición... Pero algo muy raro es que en todo ese tiempo Steph no puso un pie en el hospital, se por Aramis y la madre de Steph que él no estaba muy bien y yo lo relacioné con la partida del señor Sid pero... Luego me enteré de que él pasó la navidad fuera de Londres con el oficial, se fueron todo un fin de semana y cuando regresaron Aramis estaba algo disgustada por que el oficial pasaba mucho tiempo con Steph, había veces que Steph no volvía a casa por la noche, para el año nuevo ella me envió esto.
Ben saco su celular y me mostró una foto donde vi a Steph y al oficial muy cerca platicando, casi estaban aliento con aliento.
- Pero eso no es lo más desconcertante Kuri, sino que cuando te diagnosticaron muerte cerebral, al día siguiente vino Steph, se veía mejor, me pidió perdón por no venir a verte y hablamos pero cuando se iba, el oficial había venido a recogerlo...
Entonces la mente de Ben invoco aquel recuerdo, las manos de Steph y el oficial evitaban tocarse, luego esa imagen, parecía que había visto que al salir del hospital ellos se tomaban de la mano.... Steph sin duda había sido infiel... Ben hablo de nuevo.
- Quien sabe que lo haya puesto en pie de nueva cuenta pero te prohíbo hacer un chisme de esto que te conté eh?
- Si Ben tranquilo...
- O... Acaso hay algo que no me has contado?
- No bueno... Sid tiene ideas...
- De?
Yo rodé la mirada y dije.
- De cosas....
- Steph fue infiel al señor Sid?!- Grito este.
- Shhhhgh!
- No me lo creo!- Dijo a sorprendido
- No te lo creas, no lo sabemos...
-Y ahora?
- Y ahora que?
- Que hará el señor Sid.?
Yo me levanté y dije.
- No lo sabe, no lo sé yo y quizás nadie sepa.
- Mmhhhh.... Pues si Steph hizo eso, que mal, la infidelidad es síntoma de inmadurez.
- Ah?
- Solo demuestra que no conoces lo que quieres.
- Por que lo dices Ben?
- Por que cuando se ama a pesar de la distancia no hay una salida de emergencia, eso no es una opción existente.
Sus ojos aguamarina me dijeron que realmente pensaba eso y sin pensarlo me encorvé y lo abrace.
- Ben, lo que acabas de decir...
Quería besarlo y decirle que lo amaba, que me debía perdonar el que yo faltase a mi palabra pues todo este tiempo juntos me había dado una nueva esperanza de sentirme vivo. Ben y yo, solo nosotros existíamos en este nuevo mundo que me había creado pero... De inmediato lo solté.
- Pide a la servidumbre algo y ve a dormir.
Le dije fríamente y me marché mientras me recordaba a mi mismo que Ben debía ser libre y sus porqués.
Pesimista, a pesar de todo yo me había vuelto un pesimista idiota.
A finales del primer mes del año, tuvimos una de las reuniones previas a la ruleta Rusa, Sid para variar llegó tarde y de malas.
- Sid que sucede?- Le preguntó Samael que apenas hace unos días se había dejado ver, ya que durante todo el tiempo que se había separado de Theobald este había empeorado, había golpeado cruelmente a uno de sus cuidadores y no solo la corte de Londres estaba tras el para que fuera encerrado sino también la sede de Roma.
- No!- Rugió la bestia- Ese maldito perro policía tocó mi propiedad!
- Que?!
- Que?!
- Que?
Dijimos en tiempos distintos Samael, Elliot y yo y justo en ese momento llegó Layla.
- Así que siempre si ocurrió eh?
- Que?- Pregunto insistente Elliot.
- Nada ha ocurrido!-Rugió Sid y se fue contra el cuello de Layla. Esta veloz se movió y esquivo el ataque pero Sid se fue de nuevo tras de ella.
- Ay no! Ya van a pelear de nuevo, por favor no destrocen mi casa tanto como la vez pasada nada mas- Rugió el albino.
- Que pasa Lay! Hay cosas más importantes que hablar.
Layla se colocó cerca de Elliot.
- Descuida Elliot, sin importar que Sid destruya el continente eso no quita el que el oficial June Whipper le haya ganado.
- Que?!- Volteamos todos a verlo.
- No es cierto maldita bruja!- Dijo Sid ya muy cabreado.
- Ah no?
- No!
- Calma! Calma todo el mundo ó terminó con la asamblea de nuevo aunque me cueste la existencia!- Gritó Elliot.
Kanon entro hasta el último momento, lucia una pijama azul cielo de lana y traía una almohada que se miraba muy cómoda.
- Todos vamos a sentarnos y hablar como los jodidos demonios civilizados que somos.
- Yo soy bestia!- Mascullo Sid de mala gana.
- Igual te vas a sentar y hablar!
Todos tomamos nuestros lugares de mala gana, había olvidado como era esto de ser espectro, siempre en la oscuridad, siempre viviendo al filo de la luz de luna, una existencia por mucho muy monótona y comenzaba a pensar seriamente aquello de apartar a mi Ben de mi lado...
- Se abre la reunión extraordinaria de la asamblea de Londres.
Dijo Samael que estaba a la derecha de Elliot, el cual ocupaba el lugar principal.
- El primer punto es....- Todos miramos al albino con la misma seriedad que este daba hasta que soltó aquello - Sid por Satán y sus consortes, suelta el chisme! Que pasó con Steph? Cómo que te puso los cachos?
Entonces caímos en cuenta de que Elliot era y sería el mismo toda su maldita existencia.
- No me puso los cachos lo que quiera que esto signifique!- Rugió Si; Layla y Samael se pusieron las manos en la cabeza con los dedos índices extendidos en forma de cuernos.
Kanon se acomodó en su almohada y nos miró con expectativas al parecer muy altas.
- Y entonces? Vamos cuenta!
Sid nos miró uno a uno y Elliot repitió la premisa.
- Vamos Sid! Cuéntanos, de otra forma no podemos ayudarte!
Sid no se hizo del rogar y platicó como había estado la cosa con las fotos del oficial y como la mente de Roja había registrado todo lo que había sucedido en su ausencia, incluso lo que Steph había pensado hacia unas horas, aquello de que el mismo sabía que estaba mintiendo . Cuando terminó de contar Layla se paró y se dirigió hacia la ventana, miró afuera la terrible noche oscura de Londres, la luz de la luna apenas si había querido salir, siempre caprichosa.
- Yo lo vi en la mente de Steph, no es gran ciencia saber que Steph caería, después de todo su corazón humano es voluble, era lógico que este no iba a resistir tu ausencia, no olvides que su mente quedó en un estado deplorable debido a tu primer abandono, Steph no es un humano fuerte, necesita amor y cuidado, y aún cuando esta vez no lo abandonaste su cabeza y su corazón no estaban del todo preparados para separarse de ti, te deseó por diez años, te amo y se guardo para ti diez años, que querías Sid? Además no te ofendas pero tu no eres bueno para Steph quizás esta sea una buena oportunidad de regresarlo al mundo humano.
La mirada pérdida de Layla duró apenas unos segundo cuando Sid le aventó aquella mesa de roble enorme y pesada que rápidamente esquivó la lilim.
- Jamás! Él es mío! Mío!
- Como quieras Kong- Dijo ella que aterrizó ágilmente en la habitación.
- Sid!- Grito Elliot- Sin perder los estribos!
- Esa mujer me exaspera!
- Me vale un penique! No van a destruir mi casa otra vez!
Elliot se paró de su silla y trajo la mesa de regreso.
- Sid, tienes que estar bien seguro de aquello, no puedes solo especular.
- No son especulaciones- Dijo Layla- Steph y el oficial se acostaron, el corazón del rubio ha dado un vuelco, es comprensible que ustedes no lo comprendan por qué jamás han sido humanos pero en sí es sencillo de entender, un día desean algo con todas sus fuerzas y al siguiente sus afectos se ven reflejados hacía algo completamente diferente, acaso es el corazón humano indigno por siempre estar en movimiento nunca estático?
- Pero... Entonces Steph debería decirlo...- Dijo Elliot.
- Él jamás lo dirá, Steph aún teme un poco a Sid y no es para menos, ustedes acaban de ver su barbaridad. Además es incapaz de manejar la situación por su cuenta, Steph es muy inmaduro y eso le impide saber que él en verdad desea...
Sid se paró y miro a Layla con ira.
- Que él desea su libertad de nuevo.
Sid estaba a punto de tomar la mesa y Elliot de nuevo.
- Ni se te ocurra, Sid siéntate!
- Eso no es cierto, Steph me ama a mí y es mío!
- Jamás dije que no te amara- Dijo Layla cruzándose de brazos- Solo dije que su corazón humano es voluble y por ahora Steph está curioso de sentir libertad. Además si lo amas lo vas a liberar de tener que convivir con monstruos, piénsenlo chicos, Steph no es un humano que pueda soportar llevar una vida como la que nosotros llevamos. Además estás seguro que quieres traerle más problemas, Sid? Más piernas rotas? Más secuestros? Más dolor? Escúchenme , yo amo a Steph también, sin importar si tiene sus testículos o no, y es por eso que yo voy a aceptar y dejar que el perro policía gané, más por Steph y por su bienestar que por gusto propio.
- Quizás tiene razón Layla- Dijo Elliot perdido en sus pensamientos.
- Jamás lo dejaré! Es mío!
Sid se levantó furioso y se marchó cual relámpago, yo lo seguí hasta su oficina en Moonlight y este rugió para mí.
- Lárgate!
- Sid, espera!
- Ahorita no Kuri!
Este caminaba en círculos como si fuera una bestia enjaulada.
- Sid tranquilízate.
- Esa lilim! Ella se alía con el perro policía con tal de fastidiarme! Pero no! Steph es mío! Mío!
- Sid, ya le preguntaste Steph?
- Si.
Este se dejó caer al suelo y yo me quede esperando la respuesta, Sid se pasó las manos por la cara en señal de fastidio y dijo.
- Me mintió, intento mentir.
- Pero... Tú dijiste que él no te mentiría.
Sid agachó la mirada y comprendí que este se sentía muy triste y desilusionado, no era el engaño pues este perdonaría diez o más engaños de Steph, era más bien que ahora se estaba dando cuenta de que en sí lo que había dicho Layla sobre el corazón humano era real, era caprichoso y cambiante y no era la primera vez que Sid vivía aquello, buena pelea le había dado Glenn Allen por años con aquello de los engaños. Pobre Sid, atado a un amor inimaginable, tanta esperanza albergaba su alma y todo aquello envuelto en una oscuridad tan terrible.
Sid se quedó mirando a la nada y dijo.
- No puedo dejarlo Kuri, yo lo amo. Si me alejo de Steph, si me alejo... Se termina mi existencia. Mi lugar es junto a Stephan.
- Sid...
- No... No puedo dejar que se vaya con el perro policía.
Me senté junto a él y dije.
- Entonces solo queda una cosa por hacer, escucha su verdad, pídele que te diga la verdad, con calma... Dale su espacio, se paciente con él y cuando te diga sus verdaderos sentimientos, entonces tú podrás decirle los tuyos.
Sid me miró y asintió. De inmediato se levantó.
- Es tarde.
- Es madrugada.
- Necesito verlo, necesito estar dentro de él.
- Bien.
- Por cierto ya está todo lo que me pediste.... Cuando quieras puedes enviar a Ben de regreso aunque... Eres un espectro Kuri, eres hijo del príncipe de la avaricia, tienes derecho a ser ambicioso y quedarte con él.
Yo asentí sintiendo un dolor por Ben, un dolor que se supone aún no debía comenzar.
- Lo sé Sid... Lo sé, es solo que... Quizás ahora soy de nuevo un espectro pero jamás olvidaré lo que esté hizo por mí como humano. Ben tendrá la vida que merece pero lejos del mal que yo represento.
Sid me miró sin comprender y de inmediato saco sus alas negras y se marchó.
Yo me quedé ahí sumido en la oscuridad de la oficina del Leviatán y pensé que cuando él no estuviera más a mi lado las cosas se sentirían muy vacías, quizás por eso Sid se aferraba a algo que ya había perdido, por que ese vacío era algo que en definitiva podía liquidar a un espectro y Sid ya lo había saboreado una vez, ahora era mi turno y no metería ni las manos en esa caída tan estrepitosa. Cerré los ojos y recordé aquella sensación, el calor de la protección de Ben, sus cariños y caricias, como me miraba... Querido Yuri, la esperanza que había traído Ben consigo nunca antes la había sentido, su amor me había sostenido con vida hasta morir de nuevo y aunque había prometido no hacer más tonterías y no las haría, una parte de mi se iría está vez con él.
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Del libro de Sid.
Impacto directo.

Me quedé el resto de la madrugada sobre la parte más alta del Tower bridge casi hasta que la luz mortecina del día con dificultades apenas si se abría paso para indicar que ya era de día en Londres. De inmediato regresé a Mousetrapp, me cole hasta la habitación donde el rubio se había quedado profundamente dormido con la boca abierta, no parecía que hubiese llorado. Acaricié sus mejillas y sus cabellos dorados.
Corrí las pesadas cortinas para evitar que algo de luz se colara y me senté frente a su cama a esperar que despertara.
Pensé en como lo había tratado anoche, lo había sacado envuelto en una sábana de su casa en la madrugada, le había encerrado como si de un animal se tratase y peor aún yo bien sabía que lo que había dicho la lilim era cierto, a veces Steph aún me tenía algo de miedo.
Este se volteó de lado y pude observar mejor sus partes íntimas, amaba ver a Steph desnudo, amaba su cielo! Me quedé mirando hacia su trasero y un pensamiento horrible me asalto.
Este había sido tocado por ese perro policía, me acerque al rubio y toque sus nalgas, luego me incliné un poco y comencé a buscar indicios de otras huellas en él.
Examine con detenimiento su entrada y pase mis dedos por ella para repasar su geografía. Luego de eso regrese a mi lugar, no quería buscar por qué sabía que encontraría, no quería pensar por qué sabía que terminaría deduciendo lo más lógico, así que me quedé ahí quieto hasta que Steph despertó al medio día.
-Mmmhhh- Se revolvió perezoso entre las cobijas, yo miré bien sus genitales desnudos, tenía tantas ganas de meterme entre sus piernas y hacerlo mío pero este una vez despierto se irguió y dijo:
- Sid... Estas aquí!- Se tallo los ojos en un gesto infantil- Sid... Llévame a casa por favor, Roja y mi mamá deben estar impacientes.
Yo quería evitar el buscar en su mente, me negaba a hacerlo, así que tomé su celular y se lo aventé.
- Llámales.
- Sid, ya! Por favor....
- Dime cuántas veces te acostaste con él? Cómo fue? Donde fue? Que ropa llevabas puesta? Te corriste? Tecorriste mucho o poco? Estabas muy lubricado? Señala donde te toco, que parte de tu cuerpo beso? En qué lugares se acostaron? Cuéntamelo todo Steph, por favor.
Este se abrazo las piernas y se agarró un mechón de cabello con la mano derecha.
- Sid... Por qué quieres saber?
-Solo cuéntamelo, por favor.
- Sid yo... No... No puedo.
Este dijo aquello y mi corazón se encendió de inmediato. Maldición! Me paré de inmediato y me marché.
- Ordenaré algo de comer para ti.
- Sid, a donde vas?
- Voy por algo para que comas?
- Sid llévame a casa! Mi mamá y Roja...
En ese instante me gire y le grité con una voz horrorosa de bestia.
- Me importa un bledo Roja y tu madre, te vas a quedar aquí encerrado hasta que me lo digas!
Sus ojos negros reflejaron un miedo terrible y se cristalizaron, di media vuelta y cerré con llave la puerta de nuevo pero no me fui, me quedé ahí en la entrada. No escuché ningún sollozo de Steph ni nada, en definitiva algo había cambiado en su corazón, y eso me dio miedo. Tanto miedo dio aquello que no regrese a verle más que en la noche, cuando esté ya estaba dormido, recogí las sobras del desayuno, la comida y la cena que le había ido a dejar rápidamente, lo arrope bien y vi que su teléfono estaba tirado a un lado de la cama, lo tomé y lo puse sobre el tocador pero una notificación de un correo me hizo sentir curiosidad. De inmediato lo abrí y vi que tenía un aviso de su correo indicándole que el mail que había mandado no había podido ser entregado, no debí continuar pero lo hice, yo mire el correo que le había escrito al perro policía. Leí aquello sin detenerme.
Querido Whip.
Supongo que no quieres saber más de mi por qué te herí en todas las formas posibles pero quiero que sepas que no me arrepiento de nada, que cuando te fuiste, cuando me dejaste; me di cuenta de que eras una persona muy especial para mí, de que en verdad siento mucho el haberte herido así y perdido al fin. Hay una posibilidad quizás de que tú me recuerdes? No lo creo, pero ten por seguro que yo te recordaré siempre pues de cierta forma tu partida se ha llevado algo de mi.
Se que este mail no te va a llegar como tantos otros que te he mandado y que han sido regresados pero al menos esta es la única y la última forma de poder hablar contigo o con tu recuerdo.
Si hay una posibilidad de saber de ti, házmelo saber, hasta entonces....
Steph.
Miré otros mensajes pero no había nada más, cambié a la bandeja de borrados y ahí estaban, más y más correos a ese infeliz. Leí unos cuantos donde Steph rogaba por saber de él, le expresaba sus sentimientos, su amor.... Sin darme cuenta cerré el teléfono del rubio en mi mano y en menos de un segundo el artefacto quedó hecho trizas.
Estaba en un remolino de sentimientos, tenía tanta irá como celos, tristeza y dolor. Steph estaba cambiando y no era en mi dirección. Cerré los ojos y recordé que lo mismo le había pasado a Glenn solo que este buscaba en el poder de los espectros lograr su objetivo de volverse uno sin importar el costo.
No fue hasta el tercer día de encierro que Steph confesó todo.
- Yo.... Yo me acosté varía veces con Whip- Dijo con la cabeza entre las rodillas, cerros ojos y rememoró aquello, mi corazón se encendía y se apagaba a cada instante, era un infierno escuchar cada palabra pero tenía que hacerlo, tenía que saberlo todo, todo! Cada detalle, cada pequeña cosa, tenía que escucharlo con atención y satisfacer este dolor. Cuando terminó el rubio no había llorado en absoluto, mi Steph, mi rubio bonito siempre había sido muy sentimental pero este Steph era el que había dejado ese perro policía, no era el mío. Él no volteo a verme cuando dijo aquello que me remato.
- Sid, yo... Bueno yo... Ya no estoy seguro de nada, yo creo que... Debemos darnos un tiempo para pensar.
Ahí en Mousetrapp Steph estaba terminado con mi existencia. En medio de la cuidad de Londres en el sur de planeta y tan lejos de la Antártida mi corazón se apagaba.

 

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