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ESPECTRO... DE DOLOR L2 por Lory Backon

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Notas del capitulo:

Gracias por leer!



Me dio un beso en la frente y yo salí de ahí pensado en aquello que le había dicho a Sid el día que me había hecho confesarle todo en Mousetrapp....
-Sid, yo... Bueno yo... Ya no estoy seguro de nada, yo creo que... Debemos darnos un tiempo para pensar.
_________________________________________________________________
Del libro de Sid.
De dos...Ó tres.

Escuche cada palabra atento, no perdí ni una sola pista de lo que sus labios soltaban, quería escucharlo todo y todo lo que escuchaba me quemaba. Cuando al fin terminó el interrogatorio y el silencio se hizo presente, Steph se dejó caer rendido en la cama.
- Perdón Sid- Susurró- Perdón, yo... No te merezco.
Sus palabras eran odiosas, no comprendía a que se referían los humanos cuando decían eso pero sabía que cuando algo así se decía no era nada bueno. De inmediato fui a acurrucarme a su lado y lo metí en mis brazos.
- No me importa nada más que no seas tú Steph. Nada! Escuchaste?
- Quizás debería... Yo... Yo estoy algo confundido.
-No me importa, yo no, yo te amo y sé que tú también me amas.
- Si lo hago.
- Ves!
- Pero...
Al escuchar aquel pero comenzaría a cortar aquella palabra de mi lenguaje común pues la detestaba.
- No, Steph, lo que haya pasado es historia! Ese odioso perro policía ya no es parte de nuestra vida, no más! Vamos mírame Steph! Mírame!
Este se negó un par de veces pero insistí.
- Steph mírame y di que me amas. Dilo!
Este se volteó y fijó sus ojos negros en mi.
- Dímelo Steph.
- Sid...
Sus pupilas temblaban dentro de sus ojos, su mirada no era la usual, algo estaba mal. Me sentí desesperado y sin querer mis alas se salieron de su escondite cubriendo de plumas negras todo alrededor.
- Dilo- Susurre y pegue mi frente a la suya, tome su mano con firmeza e implore de nuevo - Dilo Steph.
- Te amo.
Dijo con una voz plana y vacía, pero por ahora era suficiente para mí, esto pasaría, solo tenía que darle tiempo, dejarlo olvidar lo que había pasado con ese perro policía, si! Eso era lo que tenía que hacer, tenía que funcionar está vez pues no podría soportar un abandono de su parte, yo había caído tremenda e irremediablemente enamorado de Steph, ya no había vuelta atrás, este se había quedado con mi corazón y ahora estaba sujeto a lo que él quisiera darme.
Al fin se quedó dormido entre mis brazos y espere un punto de la tarde donde el sol no fuera ni una mínima amenaza para regresarlo a casa.
Esa semana fue muy incómoda para él y yo no entendía por que, apenas si podía mirarme y constantemente pensaba en como evitarme, yo me concentre en el trabajo, había muchas cosas pendientes antes de entregar Moonlight de nuevo y decidí al menos esa semana darle prioridad a pasar mi tiempo encerrado en Moonlight mirando sus fotos, para darle un poco su espacio; por suerte a la siguiente ya todo parecía más normal.
- Steph creo que debemos ir a celebrar el 14 de febrero a la playa, que te parece?
- Si! Esta muy bien Sid, Roja desde hace mucho ha querido ir a ver el mar de nuevo, sería bueno darle un tiempo fuera de tanta actividad.
- No me refería a eso- Dije parando en un alto, lo mire y le tome de la barbilla- Me refería a tu y yo a solas un fin de semana, revolcándonos en la playa. Yo todo el día dentro de ti.
- Ash Sid! Cómo crees?!- Dijo el rubio algo molesto.
- Que?
- No nos vamos a ir a la playa y dejar a Roja.
- Que tiene? Ella es autosuficiente.
- Es una bebé!
- No es una bebé! Este año Roja pasa a la elemental.
- Osh Sid eso no significa que ya se pueda valer por sí misma!
- Claro que sí, Roja es especial.
- Ya sé que lo es, pero no por eso la vamos a abandonar.
- No dije eso, solo dije que la encargaríamos con Kuri y Ben o con tu madre y para poder ir a tener mucho sexo salvaje, así podría darte tan duro como te gusta.
El rubio se ruborizó y contesto:
- No! Si vamos a la playa quiero llevar a Roja! Se merece unas buenas vacaciones por sus buenas notas.
Yo rodé la mirada y me crucé de brazos.
- Bien!- Acepte más a la fuerza- Como tú órdenes.
Llegamos al colegio por Roja y baje por ella en lo que el Rubio esperaba en el coche. La encontré sentada en una de la bancas de la recepción, parecía algo decaída.
- Roja. Vamos!
Ella alzó la mirada y noté que su alegría usual no estaba presente.
- Que sucede Roja?
Ella guardo silencio, eran esos silencios lo que me hacía tener ciertas dudas sobre Roja. Una niña humana de su edad jamás actuaría así. Regrese y me puse en cuclillas para buscarle la mirada.
- Papi, yo...
- Que sucede Roja?
- Stephy... Stephy nos va a dejar verdad?
La claridad que Roja poseía me dejó impresionado y de inmediato le increpé.
- Que sabes o que te ha dicho él?
- Él no ha dicho nada pero...- Está miró a un lado y dijo- Yo no sé mucho de los novios papi pero sé que Stephy está alejándose, es por mi? Acaso yo hice algo malo? Quizás si me disculpo...
Puse una mano sobre su cabeza e intenté consolarla.
- Tranquila, Stephy no nos va a dejar, eso jamás lo permitiré.
- Me lo juras?
Dijo y puso su dedito meñique, yo sellé el pacto con el mío y los entrelazamos.
- Te lo juro Roja. Vamos a estar bien.
Ella sonrió y ordenó:
- Papi álzame.
Yo la subí de inmediato a mis brazos y recibí un beso en la mejilla.
- Estoy feliz de nuevo!
- Roja, dime algo, tú quieres mucho a Steph verdad?
- Si papi!
Miré sus ojos hetero crómicos y me pareció que ya era tiempo de llevar a Roja con Samael.
Al llegar al coche el pequeño rubio bocaza le dijo a Roja que iríamos a la playa ese fin de semana. Y sin más excusas que dar para no llevar a la pequeña partimos.
Roja estaba muy emocionada de conocer mi casa en South West Wales y de ir a la playa cercana pero Steph no parecía tanto, este estaba últimamente más distraído, desde aquel día en que me había confesado su aventura, aun podía sentir la ira en mi cuando pensaba en sus sucias manos tocando su piel de leche, pero me frenaba pensar que si iba a buscar a ese humano tendría que pagar un precio muy alto. Desaparecer ya no estaba más en mis planes y por Steph y por estar a su lado fue que decidí olvidar todo aquello, yo no era nadie para perdonar a Steph pues tanta falta había cometido él en ser infiel como yo de alejarme de su lado; además los espectros poco conocemos de esa palabra perdón, para nosotros el perdón no era una palabra sino un hecho, algo ya dado en sí.
Conduje hasta Wales bastante rápido y para la noche llegamos a la residencia que había sido antiguamente de uno de mis contratistas en el año de 1610 que fue cuando este hombre había construido la mansión. Al ver el lugar donde nos quedaríamos la cara de Roja se iluminó pero no así la de mi rubio que de inmediato sugirió un hotel.
- Tienes miedo Steph?
- No, no, es solo que yo había oído ya de este sitio y dicen que esta embrujado.
- Ah sí? Pues no creo, yo he pasado bien tiempo aquí y no he visto nada.
- Ay Sid, esta casa da miedo, quizás haya algo demoníaco.
- Si Stephy, es Papi.
Roja de inmediato hizo suya la casa y se pasó como si nada. Yo tomé la mano del rubio y seguí adelante.
- No hay nada de este ni del otro mundo que quiera enfrentarme a mi Steph
El rubio y yo nos acomodamos en el dormitorio principal y Roja en una de las torres. Steph no estuvo tan seguro de darle su propia habitación pero yo no tuve problema, Roja no parecía asustada en absoluto, incluso se moría por curiosear en la casa así que yo en cuanto aventé el equipaje me fui sobre el rubio.
Logré acorralarlo en la cama y le besé el cuello, sin tardanza colé mis manos por su pantalón y este intentó oponerse.
- Sid... Roja...
- Que? Ella está bien explorando.
Lo bese con intensidad y le baje los pantalones.
- No! Sid! Espera!
- No puedo, ya quiero estar dentro de ti, necesito sentir esa estrechez tuya.
- Que tal que algo asusta a Roja?
- Roja no se va a espantar tan fácilmente, no es tú Steph- Dije sin pensar y este oculto la mirada y se tenso, yo hice caso omiso a ese gesto y seguí besándolo por el pecho, juguetee un poco con sus pezones rosados y cuando regrese a su boca este me puso un alto tapando mi boca con su mano
-Ya sé que yo me asusto mucho, pero entiende! Así soy yo, maldición!
- Ah?
- Quítate de encima.
Yo lo mire con extrañeza, no podía aún comprender a Steph por completo.
- Que te quites Sid!- Dijo alzando la voz.
- Por?
- Por que ya no tengo ganas de hacerlo.
- Es por lo que dije?
- No!- Dijo este recostándose de lado.
- Entonces?
- Obvio si idiota! Era sarcasmo.
- Yo no comprendo eso Steph.
- Tú no entiendes nada! Ya te puedes levantar de encima mío?- Dijo enojado.
Yo obedecí y este se levantó de inmediato y abrió la puerta.
- Steph?
- Que?!- Dijo solo girando su cabeza y mirándome enojado.
- No vas a llevar pantalones o eso es parte del sarcasmo?
Este se miró en calzones nada más y se puso rojo.
- Sid idiota!
De inmediato regreso por su pantalón.
- Anda!
- Anda que?
- Vamos a buscar a Roja!
- Por?
- Por que puede estar asustada.
- Roja no está asustada.
- Ah sí? Como lo sabes?
- Por que si lo estuviera ya hubiera gritado.
- Osh Sid! Vamos!
- No.
- Que? Por?
- Si quieres ir ve solo Steph, yo quiero quedarme aquí y comerte a besos.
- Pero que tontería dices?
Yo me levanté y le cerré la puerta tras de él.
- Steph, no sé por qué te enojaste pero sabes que jamás haría algo que te dañará.
Este cerró el puño con rabia y confesó:
- Ya lo sé Sid es solo que... Ya sabes que me da miedo este tipo de lugares y ya se que tú no sientes miedo pero... Yo y Roja si! No importa que digas, ella es una niña y quizás ahora no sienta miedo pero de noche si lo va a sentir y yo...
- Quieres ir a otra parte entonces?
El volteo a verme y negó.
- Steph quieres ir a un hotel? Si así lo quieres podemos ir, no tienes que quedarte en un sitio que te asusta.
- No es solo por mi.
Este comenzó a temblar de rabia y yo me acerqué a él y le metí en mis brazos, Steph se tenso aún más pero al cabo de un rato se relajó y recargo su cabeza en mi pecho.
Yo sabía que Roja no estaría asustada, en absoluto; pues ella tenía ese algo que le impedía ser normal, pero Steph...No quería herirlo aunque a veces era incapaz de entender lo que le pasaba. Yo no sabía que era el miedo o el sentirse asustado, si me salía un demonio o un alma en pena en definitiva sacaba mi espada y la mandaba de regreso al infierno o la desaparecía de cualquier universo, pero mi pequeño rubio asustadizo no podía tolerar mucho de eso; con un simple ruido Steph mojaba sus pantalones.
- No, está bien, probemos está noche aquí.
- No tienes que hacerlo si no quieres Steph.
- Estaré bien. Ahora podemos ir a buscar a Roja?
Di un suspiro en señal de rendición y salí con él a buscar a la pequeña pelirroja que corría por la planta baja.
- Que haces Roja?
- Nada!- Dijo sonriendo- Juego! Seeee!
Steph se le quedó viendo como si Roja estuviera mal de la cabeza pero yo podía saber que traía entre manos.
-Roja, non giocare con le anime nel dolore!( No juegues con las almas en pena)
Le reñi y está solo contestó.
- Si papà.
- Que le dijiste Sid?
- Ammhhh que no corriera con ese ánimo.
Mentí para no desatar más miedo en el rubio
- Si, se puede caer y lastimar, después de todo esta casa es muy vieja...
- Mejor vamos a conseguir algo de cenar para ustedes.
- Si.
Salimos a cenar a un restaurante de la costa galesa y pasamos un rato agradable, me gustaba mucho estar con Steph así, sin más nada que nosotros.
Roja cayó dormida a la media noche y yo tuve que subirla hasta su habitación en una de las torres. Nada más la arrope y esta entre abrió los ojos y me dijo:
- Papi, quienes son esas personas que viven con nosotros?
-Son mis inquilinos.
- Sus hijos me agradan pero me tienen miedo.
- Ellos te hablaron?
Ella asintió, quizás pronto el ladrón de mentes pudiera indagar mas en la mente de Roja.
- Roja, sientes miedo de esas personas y sus hijos?
Ella negó.
- No, por qué? Debería temerles?
- No.
- Papi, ellos me dijeron que yo me iría al infierno por ser tú hija, pero yo no sé que es eso. Tú sabes?
- Roja tú no eres mi hija y no irás al infierno, los niños no pueden ir al infierno.
- Por?
- Por que su alma es nueva, no tiene pecados ni alberga tentaciones, es pura.
- Papi?
- Dime...
- No tengo miedo de ir al infierno, no me importaría ir con tal de que Stephy no nos deje. A ti?
Tome su pequeña mano y la besé.
- A mí tampoco.
Ella cerró sus ojitos y yo besé su frente. Espere un poco hasta que ella se durmió, voltee a ver hacia aquella oscuridad, la escruté con firmeza y luego hablé al inframundo"
" Escúchenme almas de pacotilla, si la tocan o se acercan a este sitio mientras ella duerme los voy a desaparecer y volverán a ser nada!"
Me levanté de su cama y salí como si nada, regrese a nuestra habitación y ahí estaba Steph bajo las cobijas temblando del miedo.
- Steph?
- Sssid!
Dijo este dando un salto.
- Que ocurrió?
- No sé, escuche ruidos.
- Tranquilo seguro son tu imaginación- Dije y miré a ver si alguno de esos desdichados se había colado a la habitación pero no, yo sabía que mi habitación era algo que ellos no rondarían nunca.
-Tranquilo Steph ven.
Lo metí de inmediato en mis brazos y este se aferró a mi con uñas y dientes, pobre! En realidad si tenía mucho miedo.
- Steph esta es tu celebración de San Valentín, no quiero que te la pases asustado.
- No, no, no estoy asustado.
Recosté al rubio suavemente sobre la cama y le baje los pantalones de la pijama.
- Steph, te amo no tienes que fingir conmigo.
Comencé a besar sus pies, sus pantorrillas y me metí entre sus piernas para besar la cara interna de sus muslos carnosos.
- Sid!
Desgarre su ropa interior y chupe su sexo que de inmediato se puso firme. Yo no había sido participé de la idea de castrar Steph, me gustaban mucho sus genitales tal cual habían sido creados pero el no tener gónadas no lo había cambiado en mucho, quizás lo había vuelto más sensible en otras partes como su perineo o su entrada pero no menos delicioso.
Comencé a darle sexo oral y este se aferró a las sábanas, largas chupadas por su sexo pues yo sabía que eso lo excitaba mucho y yo existía para complacer a Steph. Este se corrió fácil así que de inmediato lo acomodé de lado y se la metí por completo.
Entonces dentro en ese espacio estrecho y húmedo deje salir mi poder, ahí me refugié del mundo humano, yo dejaba de ser yo y me metía en su interior, Steph era en esos instantes mi casa, era mi mar, su entrada eran los riscos con los que podía desatar mi furia y su humedad las olas que se estrellaban una y otra vez. No podía ser más feliz que estando dentro del rubio que se aferraba a mi antebrazo y tenía de placer.
Sin Steph yo estaba tan indefenso que de tan solo pensarlo las estocadas aumentaron su velocidad y su fuerza y este de repente soltó un grito que me hizo regresar a la realidad de mi cuerpo.
- Steph estas bien? Te lastime?
Miré su rostro excitado, tenía los ojos medio abiertos y algo desorbitados, su carita estaba roja, su gesto mostraba dolor y placer al mismo tiempo y sus labios entre abiertos dejaron escapar un poco de saliva.
- Steph?
Este de inmediato se pegó a mi labios y pensó.
"Más! Más duro! Prometo no gritar"
Yo sonreí y le dije.
- Puedes gritar todo lo que quieras, quien te va a escuchar aquí?
De inmediato me recosté y lo subí en mi pelvis, le aferre por las caderas y le obligue a darse un sentón sobre mi, enterrándole directo todo mi sexo, este tembló del placer y le agarre por las nalgas mientras con mis manos le obligaba a dar de sentones una y otra vez insertando de manera ruda mi miembro. Este se mordió los labios pero no duró mucho y comenzó a gritar del placer.
Yo me enderece un poco y le mordí un pezón y él no se quejó, al contrario, se puso mas duro de inmediato. Realmente a Steph le excitaba que yo fuera rudo con él así que le di lo que deseaba hasta que se corrió un par de veces y terminó exhausto bien entrada la noche, lo que estuvo perfecto por qué durmió como un bebé hasta la mañana siguiente.
- Sid... Que hora es.
- Medio día Steph.
- Ay por D....
- No!- Lo interrumpí- No lo digas por favor.
El rubio sonrió, esa era mi sonrisa, mía! La de siempre, la de el Steph que me amaba a mí.
- Te traje algo para desayunar.
Steph tomó la bandeja y comió sin reparos, ese era mi niño. Algo dentro de mi ser comenzó a desenfadarse por lo que había sucedido, después de todo había sido mi culpa, todo había sido mi culpa y no iba a arriesgar a la única criatura que significaba todo para mí por satisfacer mi ira estúpida, yo no debía creer en nada más que en lo que Steph me decía y lo que significaba; lo que él era para mí, mi paz, una bendición, mi calma.
- Que hambre tenía! Ouch! Estoy algo adolorido Sid!
- Te lastime?
- Nah, no importa, anoche fue muy bueno.
Steph, Steph,no tienes idea de cuánto te amo.
- Steph quieres descansar hoy?
De inmediato entró Roja haciendo barullo, corriendo y saltando hasta la cama de Steph.
- Stephy vamos a la playa! Vamos a nadar!
- Quieres ir a nadar amor?
- Si!
- Bueno me cambio y nos vamos.
- Si! Viva vamos a nadar!
- Oye Roja...Dormiste bien?- Le preguntó Steph a la niña y está lo miro algo extrañada.
- Si por? Tu no Stephy?
Este de inmediato recordó que había gritado y se puso rojo.
- No, si, si dormí bien Roja.
- Bueno hay que darse tiempo rápido por qué hay que ir a nadar.
- Hay que darse prisa Roja!- Corregí yo de inmediato.
- Ah?
- Se dice hay que darse prisa, no hay que darse tiempo rápido.
Ella sonrió y asintió.
- Si Papito!
Steph terminó de desayunar y se puso unos shorts de mezclilla color negro que le quedaban algo pegados del trasero, eso me gustó mucho, se puso una camiseta con un dibujo de un pingüino, un rompe vientos amarillo pollo y unas sandalias cómodas, se ató el cabello en una coleta y tomo un bolsito cruzado, en serio me gustaba Steph y le amaba y le amaría por siempre pero si de por si parecía una niña; cuando se vestía de aquella forma se miraba aún más femenino, mas aun así decirlo era algo que seguro lo haría rabiar, por lo que usualmente me callaba, ya usualmente no entendía que cosas le hacían rabiar mas si sabía que el que le dijeran que parecía chica o que a veces se vestía como una era una de tantas cosas con las que no se debía jugar. Tomé su manita y salimos al coche, arranque y fuimos a pasear un día en la playa.
Yo por supuesto iba todo vestido de negro, desde el traje, gabardina y lentes oscuros, no me importó haber desentonado mi vestimenta con el lugar pues aquí el sol era algo más serio que en Londres y pretextando alergia al ello había reservado una suite en uno de los hoteles más exclusivos del lugar; así mientras ellos irían a disfrutar un día en la playa yo podía estar resguardo de ese sol infame, aunque si la situación lo hubiese requerido yo bien saldría a pelear por el rubio.
- Papi seguro que no quieres venir?
- No Roja, ve con Stephy y obedécelo en todo de acuerdo?
- Si.... Pero.... Dijiste que me enseñarías a nadar...
- En la noche.
- Pero...
- Roja, obedece!
- Ven amor, veraz que nos vamos a divertir mucho!
Steph se cargó un neceser con cosas para Roja y yo me quede ahí en la habitación.
- Está seguro de que no quieres que nos quedemos Sid?
Yo me pare y le di un beso en la frente a Steph.
- No te metas al mar, no sabes nadar bien.
Este se rasco la cabeza algo molesto y dijo.
- Yo ya se eso, no tienes que recordármelo.
No pude evitar darle un beso apasionado en los labios y este me lo contesto. Le apreté las nalgas un par de veces y pase mi mano por arriba de su ropa y por su sexo.
- Sid! Aquí no...
Dijo en un jadeo y de inmediato se separó de mi para irse tras Roja.
Me senté frente a la ventana aunque lejos de la luz y los observé toda la tarde, ellos jugaban felices en la playa que yo había mandado cerrar para que nadie molestará a los míos. Steph era precavido con Roja, y no le dejaba acercarse al mar mucho aunque está sentía una curiosidad no propia de su edad, me senté a pensar en Roja un rato, ella en definitiva no era normal, era un hecho que no era una hija de Lilith, no! Una hija de Lilith jamás podría dejar a esa edad el lilim, además Roja no se veía como una guerrera. Roja era mas inteligente, temeraria y parecía que ocultaba algo todo el tiempo pero no lo hacía de forma consciente, no! Algo había oculto en ella que a simple vista pasaba desapercibido pero que si fijabas la vista en cualquiera de sus actitudes podías descubrir que algo no era normal en ella.
La tarde paso rápido y vinieron a comer a donde estaba yo, Steph y Roja comieron con singular alegría y yo resentí un poco no poder ser parte de eso.
Luego de comer Steph y Roja se acostaron a dormir una siesta, estaban muy cansados de jugar bajo el sol toda la tarde así que yo dejé al rubio dormir, en tanto yo lo miraba, en definitiva no tenía palabras para definir todo el amor que yo sentía por Steph, él era todo lo que yo sabía, todo lo que yo creía y todo lo que necesitaba.
Acaricié sus mejillas y le dije en voz baja.
- Steph, te amo muchísimo, no sabes cuánto.
Cómo era de esperarse este no respondió pues estaba bien dormido así que yo solo le di un beso en la cabeza y me prepare para la puesta de sol.
En cuanto el sol se puso Roja fue la primera en despertase, yo le indique que no debía despertar a Steph así que está fue a la otra habitación y se puso a mirar tele contenta ya que era raro que ella viera televisión con lo ocupada que estaba a diario.
Steph despertó pasado un poco de las siete de la tarde.
- Sid? Donde esta Roja?
- En la otra habitación mirando tele.
- Que hora es?
- Pasadas las siete, si estas muy cansado Steph yo la llevo a la playa, solo te pido algo de comer y te vuelves a dormir, si?
- No! No! Ya estoy bien, además yo también quiero nadar un poco y me sentiría más seguro si tú estuvieras ahí.
Lo que él dijo me puso feliz y solté una sonrisa.
- Entonces vamos.
Steph se quitó esos shorts apretados y se quedó en un traje de baño que me sorprendió. Ese pequeño rubio siempre tenía algo para dejarme boquiabierto.
Un lindo bikini de hombre en color azul cielo. Luego de eso se puso una camiseta blanca algo holgada y se calzo sus sandalias, fue a la otra habitación donde estaba Roja y le puso un lindo traje de baño en color verde esmeralda y con el dibujo de una sirena muy tierna de sonrosadas mejillas. Le ató un pareo y le peinó de dos coletas.
- Papi, mira! Stephy y yo somos sirenas!
Miré al rubio y este se sonrojó. Steph había ensanchado su cintura y sus caderas bastante bien y eso se me antojo, ya deseaba sentirlo en el mar, colarme por ese traje de baño y meterme en él.
- Sid no te vas a cambiar?
- Para?
- Bueno no puedes nadar así.
- Mmmh allá me cambio.
Tomó su neceser y lo llenó de cosas que Roja y él necesitaban, luego de eso salimos a la noche en la playa.
De inmediato sentí la brisa marina y tuve que controlar mis impulsos de sacar mis alas, cerré mi esencia e intenté controlar ese impulso de dejar salir al Leviatán en mi.
Nada más mis pies tocaron el agua de inmediato y sin importar el traje que llevaba no pude evitar sumergirme en la corriente del mar de Wales que de inmediato me reconoció y me libero de mis ataduras, llevando a mi cuerpo a mas de diez kilómetros por hora lejos de la playa, una velocidad relajada para mí, de inmediato regresé pues mi esencia comenzó a impacientarse por qué Steph la tocará y se sumergiera en ella y cuando emergí vi esa cara que tanto me gustaba. Steph me observaba embobado, parecía que había visto una visión, yo no entendía por qué ponía esa cara cuando yo salía del mar pero me gustaba y mucho.
- Listos para nadar?
- Papi! Papito!
Dijo Roja corriendo y abrazándose de mi pierna izquierda.
- Están listos?
- Si! Si!
- Estás listo Steph?
Este asintió a lo bobo y yo le di un beso apasionado en lo que Roja daba de saltitos emocionada.
- Ssid!- Dijo Steph intentando separarse de mi beso, le concedí aquello y este remato- Roja está aquí!
- Roja sabe que te amo, no es así Roja?
- Si! Stephy y Papi son novios!
Steph se puso de color carmín, y yo aproveche y le quite el pareo a Roja y el traje de baño.
- Sid que haces?
- Vamos a nadar no?
- Si!
- No necesita estas cosas que solo estorban, tu quítate ese calzón sexy.
- No es un calzón sexy!- Dijo aún más rojo de pena.
- Steph recuerdas cuando nadamos tú y yo en Grecia?
Este evocó aquel recuerdo y se sonrojó hasta las orejas.
- Claro que me acuerdo me hiciste nadar des....- De inmediato se dio cuenta de lo que yo planeaba y se tapó la boca, guardo silencio unos momentos mientras me miraba con una cara de sorpresa absoluta y luego dijo- Sid no podemos nadar así delante de Roja! Cómo crees?
- Por que no?
- Por que tú y yo somos hombres y tenemos.... Tenemos eso- Dijo señalando su sexo.
- Y? Ella tiene una vagina y es pequeña, a mí eso no me interesa Steph.
- Ay Sid pero eso se ve mal, nos pueden meter a la cárcel por nadar desnudos con una niña!
-Solo los humanos piensan que la piel es la peor vestimenta, eso es una doble moral pues les encanta tener todo tipo de relaciones con esta, desde el cuidado que le profesan hasta su adoración por medio de la lencería pero la censuran de estar en un medio natural e inocente; yo no tengo ningún interés en mirar las partes íntimas de Roja, ella es como mi hija, las tuyas sí pero no las de ella así que no estamos haciendo nada malo, solo vamos a nadar como en la antigüedad se hacía. Anda quítate esa cosa!
- No Sid! Yo no me la voy a quitar.
Yo ya no llevaba camisa, solo el pantalón del traje así que tome este por la pretina y me lo arranque dejando claro que yo no usaba nada abajo.
Roja me miro un momento y luego aplaudió.
- Viva, por fin vamos, vamos a nadar con Papi! Viva! Nos vamos a divertir mucho los tres!
- Sid, acaso no traías ropa interior?
- No, por? No lo necesito, no soy humano.
Su cara fue de enorme sorpresa y Roja alzó los brazos para que la subiera a los míos, fui más allá y la subí a mis hombros.
- Vamos Stephy quítate el calzón y vamos a nadar con Papi!
Dijo la pequeña pelirroja, Steph se puso de color tomate y yo lo mire retante.
- Pero...
- Vamos Stephy!
- Anda Steph acaso no quieres venir a jugar?
Este miro a la arena y luego asintió aún avergonzado.
- Bueno pero dense la vuelta.
Demandó el rubio y ambos obedecimos de inmediato pero soltamos unas risitas.
- Anden mañosos sin hacer trampa!
Roja y yo nos reímos una vez más, la pequeña se reía de que Steph era un adulto muy vergonzoso y yo me reía de lo que está pensaba.
- Lis... Listo!
Ambos volteamos aún con la sonrisa en los labios y yo miré a Steph, se miraba divino ahí apenas intentando con su mano cubrir su pequeño sexo y creyéndose desnudo a mitad de la noche , en ese mismo instante pude habérmelo cogido pero sabía que este se negaría ante la presencia de la pelirroja, así que solo tomé su mano y este temblaba. Yo le aferre por la cintura y le susurre al oído.
- Yo te voy a proteger Steph, estás nadando en mi no lo olvides.
Mi rubio asintió y nos adentramos en el mar que tenía una temperatura bastante buena, Steph al principio resintió un poco la temperatura pero se acostumbro rápidamente pues el rubio como buen inglés sabía que el mar del norte siempre era más frío y no concebía un mar caliente, en cambio a la pequeña italiana si le tomo más tiempo poder acostumbrarse al mar inglés. A mi nada más sentir el cuerpo del rubio tocando el agua me excitaba de una manera desorbitante, estaba pronto a estar duro y no poder soportar las ganas de estar dentro de él.
En cuanto tomamos un poco de profundidad me sumergí y dejé que Steph y Roja viajarán sentados en mi espalda, les dejé aferrarse con las uñas de mis hombros y mis bucles, pues no me dolía en absoluto y tomé velocidad para entrar a mar abierto, unos doscientos kilómetros al sur lejos de la playa de Wales, los cuales logré en diez veinte minutos; yo no acostumbraba viajar tan lento en mi propio medio pero llevaba pasajeros.
Al fin en mar abierto, le ordené a Steph en su mente que se tomará de mi brazo, él obedeció y yo emergí para sostener a ambos uno en cada brazo.
- Sid no nos sueltes!- Dijo el rubio con temor.
- Nunca lo haría.
- A mi sí papi!
- Que? No! Roja es peligroso!
Yo solté a Roja de inmediato y está se fue hundió levemente.
- Sid!
Grito alarmado el rubio y de inmediato la volví a tomar y le dije:
- Roja, no debes tener miedo.
Esta tenía una carita asustada por sentir que se hundía.
- Papi...
- Roja el mar soy yo, entiendes? Yo jamás te dejaría hundirte pero no debes tener miedo, si tú estás tranquila el mar lo estará también!
- Sid no seas rudo con ella!
Yo voltee a ver a Steph y contesté:
- No soy rudo, Roja debe confiar en mí! Ella quiere nadar libremente entonces debe relajarse y confiar. De otra manera no podrá nadar nunca si lleva el peso del miedo en su corazón!
- Si pero ella es pequeña...
- Está bien Stephy... Papi tiene razón, yo... No tengo miedo.
- Bien, dime algo Roja, acaso yo te he dado una razón para no confiar en mí?
Ella negó con la cabeza.
- Te he puesto en peligro?
Ella negó igual.
- Crees que sería capaz de hacerte daño?
- Jamás Papi!
- Entonces no temas del mar...- Yo tome su barbilla y la miré a los ojos-Después de todo el mar es el principio y el final de todo.
En ese momento mientras sus ojitos heterocromicos me miraban pude ver un chispazo en ella. Roja! Había algo en ella! Una señal de advertencia! Esta me soltó y se quedó quieta pero relajada y pronunció con la mirada fija en mi:
- Confío en ti papi.
- Bien- Dije acariciando su cabeza- La clave para flotar es estar relajado, ahora flota un rato, puedes agarrarte de mi cabello si así lo deseas.
Esta tomo un pequeño mechón de mis bucles y práctico un rato aquello de relajarse, era una criatura sorprendente. En definitiva Roja no era una niña humana normal.
Steph no podía aún flotar con claridad en esa hora cuando Roja ya daba sus primeras patadas alejándose de mi un poco.
- Vaya, si que aprende rápido!- Se quejó el rubio.
- Tú también lo haces bien- Dije dándole un beso.
- Eso no es cierto! Mi padre ni nadie pudieron enseñarme nunca a nadar y por lo qué se ve tú tampoco puedes Sid.
- Yo puedo enseñarte a nadar bien Steph lo que no puedo es quitar el miedo de tu corazón, por eso hace un rato fui severo con ella, si dejaba que el miedo la invadiera jamás se atrevería a hacer todo de lo que es capaz, los niños son galaxias sin límites y solo los humanos adultos son capaces de encapsular esas galaxias en frascos de mayonesa. El miedo a intentar algo es lo que te impide lograrlo.
El rubio bajo la mirada apenado y yo seguí aquello.
- Aunque no confundas, sentir miedo está bien, el miedo nos hace sentirnos alerta pero uno debe evaluar cuando es prudente hacerle caso, en este momento yo estoy con ustedes y eso demerita que algo les pueda suceder más sin embargo si solo estuvieran tú y ella tu precaución es genuinamente válida.
- Ay Sid, que voy a hacer contigo?
- Por?
- Siempre tienes razón.
Dijo este algo abatido.
- Quedarte a mi lado para siempre, por qué así podré quitarte esos miedos y hacer que nades bien en mar abierto.
- Mmmh pero quizás siempre tenga miedo Sid...
- Steph, entonces yo siempre estaré ahí para combatir tus miedos, aún cuando ya no puedas sostener el aliento, yo voy a darte todo el oxígeno que tú necesites, si tu corazón se para del miedo tú tienes el mío para hacer que el tuyo vuelva a funcionar.
- Sid.
Nuestras miradas chocaron.
- Steph te amo, siempre, siempre lo haré. Te amare hasta la última gota de mi esencia, hasta lo último de mi fuerza infernal y con cada cosa que tenga. Yo te voy a amar sin ninguna restricción por siempre Steph.
No pude soportar más y lo bese, mis aguas se colaron en él y yo escuché su pequeño gemido. Estaba muy excitado y una ola gigante se formó, en tanto Roja comenzaba a hacer pequeñas inmersiones, yo aferre más al rubio contra mí y me metí en su entrada.
Steph se trepó en mi y yo deje salir mis alas de inmediato, este estaba ya muy excitado por dejar que mis aguas se colaran dentro de él, entonces le di un beso suave en el cuello y me seguí a su pecho, quería amarlo ahí mismo. Sin previo aviso se la metí en una estocada durísima y el rubio se aferró a mi soltando un pequeño gemido.
- Sid, Roja está aquí!
- No.
Este abrió los ojos y dijo asustado.
- Como de que no?
- No ella está allá.
Steph miró asustado al horizonte donde la figura de la pequeña pelirroja nadaba a gusto a la luz de la luna.
- Sid! Roja está algo lejos.
- Tranquila, yo la cuido... Pero ahora necesito que te relájese o te va a doler.
- Me va a doler? Que?
En ese instante se la metí con fuerza lo que causo que se tensara para un segundo después derretirse en mis brazos.
- Sid...
Aflojó todo el cuerpo y yo lo sostuve por completo.
- Tranquilo Steph.
- Más! Más duro, por favor! Más!
De inmediato obedecí y le metí mi esencia con potencia y bastante fuerza. Las piernas del rubio se tensaban y se destensaban a mi ritmo y este balbuceo entre dientes.
- No me vayas a soltar Sid.
Yo le di una estocada dura y le susurre al oído.
- Jamás Steph, es un privilegio el poder ser tu sostén y el poder amarte.
- Sid?
Este contraía las paredes de su entrada y las relajaba a buen ritmo.
- Mandé Steph.
- Te... Te amo.
Pegue mi frente a la suya y le contesté:
- Te amo Steph, eres mi gran amor.
Este se aferró a mi y seguimos cogiendo durante un buen rato, esto hasta que yo note el cansancio de los pequeños músculos de la pelirroja y de inmediato hice que el rubio se corriera para avisarles que era tiempo de irse a casa.
- Por? Sucede algo?
- Roja está ya muy cansada, y con razón; ha estado nadando sin parar.
- Bueno vamos a casa.
De inmediato le llame a Roja y ella y Steph treparon en mi espalda para el viaje de regreso. Al llegar de regreso a la playa Roja ya venía bien dormida así que opte por decirle a Steph que esa noche no regresaríamos a la mansión, este estuvo de acuerdo y secretamente feliz.
- Iré a acostar a Roja, vienes?
- Nadare hasta el amanecer, descansa.
Le di un beso apasionado en los labios y luego uno más prudente en la frente. De inmediato partí de nuevo hacia mar abierto; esta vez quería ir a más profundidad, así que tomé velocidad y ya estaba casi en la mitad del Atlántico norte cuando sentí a Steph, era su piel, era su olor, era su voz llamándome, era su... Excitación! De inmediato regrese a toda velocidad, él estaba sentado en una parte baja pero segura de la playa, desnudo por completo y la espuma del mar que alcanzaba apenas a tocarlo era la que rozaba sus piernas y sus genitales. Cuando emergí del agua me miró algo sonrojado, sonreí de lado al escuchar en su cabeza que pensaba que yo era muy guapo cuando hacia ese " truco de salir del mar", Steph era muy tierno en sus pensamientos.
- Steph, por qué no estás dormido?
Mi rubio se tensó al oír aquello, yo me quedé esperando una respuesta pero él solo se limitó a recostarse en la arena y abrirse de piernas.
Yo miré su pequeño sexo que estaba firme y luego miré su carita sonrojada de vergüenza.
- No... No tengo nada para darte de San Valentín Sid pero... Sé que quizás no es mucho pero igual puede gustarte esto.
Yo estaba sorprendido por completo y de inmediato me trepé en él.
- Tú siempre me das los mejores regalos Steph!
Se sonrojó más y yo solté una risita.
- De que te ríes Sid? Te ríes de mí acaso?
- No! Me río de que jamás creí que pudieras ser un chico tan osado, mira que provocar así al mar eh?! En definitiva soy un tonto equivocado.
- Puede ser...- Dijo él rubio de manera pensativa y luego dijo- Espera... Como que osado?
Yo sonreí y ataque su entrada con mis manos provocando que el mar subiera de inmediato hasta donde estábamos.
- Sid? Sid? Sid! La marea está subiendo!-Dijo alarmado.
- Si.
Le respondí y le plantee un beso avasallador. Este apenas si logro zafarse para decir:
- Sid la marea! Nos va a arrastrar.
- En este momento- Argumenté yo subiendo sus piernas a mis hombros- Lo que menos preocupación debe darte es la marea, has excitado demasiado al mar y ahora veraz...
Su cara fue de genuina preocupación y yo le metí dos dedos dentro lo que lo tensó un instante pero luego se relajó. En definitiva no iba a dejar dormir a Steph esa noche.
Al día siguiente emprendimos el viaje de regreso a casa con un rubio noqueado por el sueño, los genitales rosados por la arena áspera y algo de resfriado por el frío del agua.
- Stephy estás bien?
Este viajaba recostado de lado en el asiento trasero del coche, sin ropa en la parte inferior y solo cubierto por una de mis camisas pues le ardía el trasero como si se hubiera sentado una fogata y sentarse o ponerse ropa siquiera le parecía un infierno. Tenía una caja de pañuelos desechables a medio terminar y Roja le acariciaba los cabellos para confortarlo.
- Maldito Sid, por qué tú no estás rosado?!
Yo conducía a toda velocidad para llevarlos de regreso a Londres.
- Por que yo soy un espectro Steph, mi piel está muerta, este cuerpo no siente nada.
- Maldito Sid! Dueleee!
Yo sonreí y pensé en aquello que le había dicho en medio de la inmensidad del mar... Solo quería amarlo y con todas mis fuerzas ya lo hacía, no podía decir que era yo un experto si de humanos se trataba pero si ese humano era Stephan Joggar, entonces si lo era. Sentía en mi interior un enorme privilegio de poder amarlo, el honor de sostener su mano en la mía y llamarlo mío, sentía una inmensa felicidad al haberlo visto ayer tendido en la arena para mí, pensado en mí, en como hacerme feliz. Por un momento me sentí perdonado de algún pecado que yo no había cometido y sino yo; al menos sí mi creador, sentí que la luz del sol se me había dado a mi con el envase de un niño rubio y lindo. Mi amado Steph. Mi amado pequeño niño inglés.

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Creí que ya todo estaba en orden y es que desde que regresamos de Wales yo mismo sentía que las cosas entre Sid y yo habían mejorado, se habían vuelto a su normalidad; pero todo había sido solo una cortina de humo.
Este me había hecho confesarle todo lo que había pasado con Whip y en esos momentos yo estaba entre enojado y decepcionado pero solo conmigo mismo y es que haberlo dicho en voz alta había sido terrible, el haberme escuchado a mi mismo narrar como me había entregado a Whip me había dado tanto coraje y desprecio contra mi, yo amaba a Sid pero quería ser libre! Crecer! En serio amaba a Sid pero estaba a veces harto y enfermo de ello, amaba a Sid pero necesitaba encontrar mi por qué? Mi por qué de todo ese amor, Sid había sido mi primera experiencia tanto de amor verdadero como de homosexual y eso aún generaba mucha confusión en mi. Si dejar ir significaba amar en verdad y crecer entonces yo tenía que aprender a hacerlo pero, como?
Pasamos unos días bien incómodos después de aquello hasta que Sid propuso ir a la playa, ese viaje basto para acomodar mi alma al menos por lo que duró Febrero y algo de Marzo, la resignación de que Whip no volvería a hablarme comenzó a llegar, quizás era lo mejor, quizás yo no necesitaba alejarme de Sid, nunca me había ido bien cuando esté estaba lejos de cualquier forma.
El día de la ruleta Rusa llegó al fin y esta vez Sid me dejó fuera de aquella reunión en Land's End. Tenía entendido que el único que iría sería Theobald pero por cuestiones de que la misma sede lo había pedido, yo pedí al cielo que no le pasará nada a Theobald ya que aunque esté no había sido muy bueno conmigo después de todo no había tenido una vida fácil como la mía. Me quedé entonces en Londres cuidando de Roja y visitando a Benny con más frecuencia de la que lo había hecho desde la partida de Sid a Rusia.
- Oye Steph y cuando crees que regresen?- Pregunto Benny al segundo día de la partida de los espectros.
- No lo sé. Esa vez regresamos al segundo día pero tengo entendido que esta vez podrían tardar más, Sid me dijo que hay asuntos que quiere tratar con la señora Yecum.
- Y esa quien es?
Yo conté a Benny todo lo que sabía de las reuniones de la ruleta Rusa y sobre la señora Yecum. Este dejó de prestar atención a su libro de ciencias y comenzó a intrigarle más aquel asunto por lo tanto a preguntar más, yo contestaba lo que sabía pero en muchas cosas yo estaba demasiado ignorante sobre los espectros.
- Ojalá regresen pronto.
- Veraz que si! Oye Ben, ya recibiste la carta de aceptación de la universidad que querías?
- No, tuve que posponer eso pues Kuri estaba enfermo y era mi prioridad cuidarlo pero este año lo haré! Estoy muy emocionado!
- Y siempre si vas a estudiar medicina?
- Sí!
- Y Kuri que dice a ello?
- Mmmh está un poco emberrinchado en que lo piense mejor pero yo ya estoy decidido.
- Que bien! Oye y cómo van las cosas entre ustedes eh?
Ben hizo un mohín y dijo.
- No lo sé, siento que Kuri ha dado dos pasos atrás.
- Ah? Cómo?
- No se, lo siento más frío algunas veces, a ratos pasa mucho tiempo a solas en su oficina y luego justo cuando le voy a hacer frente estoy seguro me lee la mente y vuelve a ser el mismo fastidioso de siempre pero no puede ocultarlo! Yo sé que algo le pasa.
- Mmmm...Y tú qué crees que sea?
- Yo no creo nada, sé lo que es.
- Ah sí?
- Si!
- Y que es?
- Su hermano, Kuri no se lo puede sacar de la cabeza, es obvio.
- No creo que sea eso Benny.
- Osh Steph tu los viste, viste las miradas que Kuri le dio.
- Si pero...
- Como sea, yo sabía que de una u otra forma las cosas no podrían ir a ningún lado con él y no hablemos más del asunto!
- Pero... Tu lo amas?
- No! Yo no... Yo no puedo...
- Benny...
- Por favor Steph, cuéntame otra cosa.
Yo tuve que parar ahí y tomar otro tema de conversación menos intenso que los evidentes sentimientos de Benny hacia Kuri. Yo sabía cómo era estar así de confundido y yo mismo apenas un mes atrás lo había estado pero supuse que la situación era bastante diferente.

Durante toda la ausencia de Sid yo había notado a Roja algo pensativa y triste.
- Que pasa amor?
- Hola Stephy- Dijo intentando fingir una sonrisa pero Roja era demasiado buena niña como para mentir apropiadamente.
- Roja?
- Ah?
- Ya me vas a decir que sucede?
- Nada Stephy!
- Nada?
Ella negó con la cabeza agitando esos rizos rojizos.
- Sabes que puedes confiar en mí no es así?
- Si....
- Entonces?
- Es que... No sé cómo sentirme.
- Sobre que amor?
- Sobre... Dejar ir a alguien que amo.
- Ah? A qué te refieres?
- Stephy qué opinas de decir adiós a alguien que amas?
- Como?
- Mmmh no sé cómo explicarlo, digamos que hay alguien a quien amas mucho entiendes?
Yo asentí.
- Y ese alguien se tiene que ir, pero tú lo quieres con el corazón en verdad y en verdad se tiene que ir, dime Stephy... Cómo puedo dejar ir a alguien sin sentirme triste?
- Roja a quien te refieres?
De inmediato pensé en mi y en Sid, quizás Sid se iba o quizás Roja se había dado cuenta de mis inseguridades pasadas.
- A nadie en particular, solo pienso que decir adiós es triste, no quiero decirle adiós a nadie.
- Roja?
- Ah?
- Un adiós no tienes que decirle a nadie, cuando hay amor nunca se dice adiós de verdad, sino hasta luego. Mientras esa persona viva en tu corazón podrán volverse a ver, sin importar la distancia, o sin imprtar nada más.
- Stephy...
- Hay momentos en los que decir adiós en necesario. Cuando crezcas y seas una profesional igual harás tu vida y tendremos que separarnos en algún punto pero no importa que yo voy a estar contigo siempre y tú estarás conmigo en mi corazón siempre.
Ella me miró asombrada y yo enrede mi dedo meñique en su pequeño dedo meñique y lo sellé como promesa.
- Te lo prometo.
Esta dejo caer un par de lágrimas y se aferró a mi.
- Stephy yo jamás te voy a dejar.
- Vamos no llores más Roja, ya te dije que no importa que, es una promesa, juntos por siempre sin importar que.
Esta asintió y se secó los ojos.
- Esa promesa funciona con todos, verdad que sí Stephy?
Yo asentí y está me dio un beso en la mejilla.
- Eres muy inteligente Stephy. Por eso mi papi te ama tanto!
Yo me sonroje y está se hecho a correr a su habitación cantando de la felicidad. No entendí el punto de Roja, esperaba no se refiriera a mi o a Sid y cuando esté regreso a la tercera noche y se metió a mi cama iba a decir algo de aquello pero pensé que era mejor que él dijera algo primero o yo mismo causaría una situación incómoda.
- Decir algo de que Steph?
- De nada, mañana platicamos, estoy mucho muy cansado Sid.
Este me besó la mejilla y me abrazó, de inmediato caí dormido. Al día siguiente Sid retomó la conversación durante el trayecto para ir a recoger a Roja de la nursery y no tuve más opciones que contarle el asunto pero sin darle ningún indicio de que yo creía que lo decía por lo que había ocurrido entre nosotros.
- Así que Roja está preocupada por eso, eh?
- Tú ya lo sabías?
Sid medito unos minutos la respuesta y luego afirmó.
- Si, y quizás yo haya sido el culpable de aquello.
- Sid...
Acaso este le había contado a Roja de mi infidelidad? Acaso le había dicho algo de lo sucedido? Acaso Sid se iba a alejar de mi y se llevaría a Roja con él? Me iba a dejar? No pude evitar pensar aquello y en el primer alto Sid me dio un beso apasionado y respondió:
- Steph, no nada de eso! No podría alejarme de ti jamás! Si lo hiciera desaparezco, yo te amo demasiado y todo eso fue para mí solo una pesadilla de la que desperté y no quiero volver a pensar en ello. Tú tampoco debes pensar en ello, solo debes pensar en que yo estoy aquí para hacerte feliz.
- Sid...
Sus lilas decían que hablar de eso le dolía o al menos eso se me figuraba a mi.
- Steph, yo intento hacerte muy feliz, más feliz de lo que puedes ser y yo no podría seguir existiendo sin ti a mi lado, te amo, te amo más que a nadie en el mundo y más de lo que jamás he amado a otro ser viviente.
Un beso desesperado y un claxon que le apresuraba fue l sello ante eso que acababa de decirme, luego Sid echo en marcha de nuevo.
- Lo que sucede en si es que... Kuri va a mandar de regreso a Ben a Italia.
- Que?! Como es eso? Por qué?
- Kuri le prometió que cuando acabara todo eso de que este estuviera como humano, lo iba a liberar y piensa cumplirlo.
- Que? Pero... Ben que dijo?
- No lo sabe y no puedes decirle.
- Por que?
- Por que eso va a generar problemas entre ellos.
- Pero claro que sí! Kuri no puede hacerle eso! Ben debe decidir!
- Kuri no lo cree así, él cree que es más conveniente para Ben estar lejos de él, en parte celebró esa decisión pues sé que con gusto Kuri se quedaría con Ben pero eso solo significaría condenar su alma a la fuerza, Ben tendría que firmarle un contrato a Kuri si este desea estar a su lado y eso fue uno de los temas de la reunión en Land's End. Yecum le dio un mes para llevar el contrato o regresarlo, suerte que Kuri tiene la inteligencia y la malicia de un digno hijo de Mammon y tiene el as perfecto para sacar a Ben de eso.
- Pero... Cómo?
- Eso es cosa de él, lo importante es que yo se lo dije a Roja y ahora ella está así, supongo erré al decirle, es muy joven para comprender.
- No seas tonto Sid, no es joven, es normal! Después de todo Ben es su hermano o bueno ella lo cree así y es difícil que ella no se sienta triste al saber que se va. Es perfectamente normal. Pero no entiendo a Kuri en definitiva, ama a Benny no es así?
- Sí.
- Entonces? Ósea entiendo que quiera salvar su alma pero creo debería platicarlo con él, es un tanto egoísta que tome solo esa decisión.
Sid sonrió de lado y dijo:
- No es egoísmo Steph se llama amor.
- Ah?
- Seguro Kuri se está quemando por dentro de saber que tiene que dejar ir a Ben pero prefiere arder en el infierno antes que dañarlo.
Yo pensé en aquello que Gabrielle me había dicho y solté en voz baja.
- Soltar es... Crecer.
- Exacto.
Me quedé unos momentos en silencio pensado en aquello, aún no comprendía a Kuri, yo sabía que amaba a Benny y que Benny lo amaba a él, entonces por que debían estar separados? Sid estacionó el coche y tomó mi mano.
- Descuida yo hablaré con Roja.
- Cuando se va Benny?
- Despues de su cumpleaños.
- Y bueno no sé supone Kuri lo iba a ayudar a estudiar?
- Benny ya está aceptado en una universidad de prestigio en Italia y además tiene un fideicomiso enorme y una casa bastante grande a su nombre, créeme que desde que este se dedicó a cuidar a Kuri, él lo dejo bien cubierto en cuanto a dinero, este solo se dedicará a estudiar y a tener la vida que debió tener siempre.
- Mmmhhh no habrá hecho la misma tontería que tú verdad? Esa idiotez de los quien sabe cuántos millones!
- Sí- Dijo Sid con una sonrisa cínica en el rostro- Así mismo lo dejo asegurado, a propósito de eso, tú dinero sigue ahí.
- Te dije que no lo quería! No es mío!
- Te dije que la única manera de deshacerte de él sería dándome mucho sexo, y aunque te has superado yo siempre voy a querer más, quizás si pasamos un par de años cogiendo las veinticuatro horas, entonces puedas quitarte un par de miles de libras de encima.
- Estás idiota Sid!
Este se bajó del coche fue por Roja, en cambio yo me quede ahí pensado en Benny y en Kuri, incluso ellos tenían que separarse, Kuri prefería dejarlo ir por amor a condenar su alma? Pensé en que Sid me había pedido a mí firmar un contrato y yo me había negado tantas veces pero cuando yo estaba dispuesto este me había dicho que ya no lo tenía, Sid también me había dejado ir, más bien había preferido ir a morir frente al maestro y a Nereo que dejar que algo me sucediera a mi o a lo míos, yo se lo había pedido y este así de fácil se había ido a morir, se habido ido a entregar para nunca volver, Sid, acaso debí dejarte ir? Acaso yo fui el que cometió el error?
Roja llegó de inmediato saltando hacia mis brazos y Sid nos llevó de regreso a la casa.
- Y como quedaron las empresas?
Le pregunté durante la comida.
- Yo tomaré Redmoon, de cualquier forma no es importante; igual las comunicaciones no me interesan mucho y es el pretexto perfecto para estar más tiempo a tu lado en casa.
- Osh Sid! Que tipo de mentalidad es esa? Debes hacer crecer la empresa y dar tu mejor esfuerzo, acaso no quieres que todos vean que eres muy capaz?
- No!
- No?
- No. A mí solo me interesa que tú te des cuenta de eso mientras cogemos. Por ti voy a dar mi mejor esfuerzo en hacerte llegar al clímax y correrte
- Shhhhh! Sid cállate! Roja está aquí y puede oírnos.
-Ni siquiera está prestando atención, mírala sigue pensado en su hermano falso.
- Sid!
Yo miré a la pequeña y era cierto eso de que seguía bien metida en si misma.
- Como quedaron las demás empresas?- Pregunté sin quitarle la vista de encima a Roja.
- Samael se ha quedado con Bluemoon, las empresas de alimentos y bebidas, supongo que es un respiro para él también, Layla por extraño que parezca se hará cargo de Whitemoon, nunca antes había sido tomada en cuenta pero a falta de miembros de la asamblea supongo es válido, además dudo que el maestro K. hubiese tomado parte en esa decisión o le interesará siquiera. En fin, la mujer va para el área de la salud, Moonlight cae en manos de Kuri, supongo que eso está bien, Moonlight es una empresa muy pesada y le vendrá bien tener mucho trabajo cuando Ben se vaya, además no será tarea fácil poner de nuevo a la empresa en pie.
- Por que lo dices?
- Por que yo la he dejado de nuevo hecha un desastre.
Dijo el espectro sin consideración.
- Como puedes decir eso tan tranquilo Sid?!
Este se encogió de hombros y respondió:
- No es importante.
-Ay pero qué tonterías dices? Moonlight es una empresa base para la economía de este país! Que demonios puede ser más importante?
- Uy Steph muchas cosas.
- Como cuales?
Sid se acercó excesivamente a mí y dijo casi aliento con aliento.
- Tú y tú placer sexual, tú y esas carillas graciosas que haces cuando te enojas, tú Steph, simplemente tú eres muchísimo más importante que una empresa.
- Que....Que tonto!- Dije apenado y me separé de inmediato- Entonces supongo que Elliot va a la cabeza de Blackmoon...
- Si, pobre enano, se daba de topes cuando escuchó la noticia, es la segunda con más trabajo dentro el grupo Moon.
- Mmmhhh.... Y ahora?
- Y ahora que Steph?
- Pues supongo que ya no vamos a trabajar juntos.
- No! De hecho te voy a liquidar.
- Que???- Dije mirándolo con sorpresa- Por que?!
- Por que ya me di cuenta de que tener tantos mensajeros es un exceso.
- Que? Apenas? Y quién más va a ser despedido?
- Nadie más- Dijo él cruzándose de brazos.
- Por que?
Este volvió a extremar la cercanía.
- Digamos que el señor Santinni no quiere que nadie más esté cerca de su prometido pero descuida lo manejaremos de la mejor forma posible.
Sus lilas relucían y este tomó mis manos entre las suyas y las beso.
- Como es eso?- Pregunté.
- Fácil... Te vas licenciado por maternidad.
No pude contener el coraje y le solté un golpe que no pensé me doliera a mi y terminé más lastimado yo.
- Ouch dueeeeeleee! Dueleee! Sid idiota!
- Que pasa?
- La licencia de maternidad es para las mujeres! Imbécil!
- Ah sí? A mí me pareció una buena excusa.
- Además no puedes correr a nadie por ese motivo! Eso amerita demandaaaa!
Sid sonrió mientras yo me sobaba mi mano que me dolía mucho.
- Bueno entonces ya pensaré en algo más.
- Idiota!- Dije aún molesto, pero este me tomo la mano y comenzó a frotarla entre las suyas con extrema suavidad, Sid era siempre así de cariñoso y yo sabía bien eso.
El mes de marzo pasó rápidamente y unos días antes del 12 de Abril que era el cumpleaños de Ben, fui a la panadería donde trabajaba Barry, este se me hacía un tío muy apuesto y muy agradable. No había tenido la oportunidad de devolverle su paraguas pues ya fuese por una o por otra cosa lo terminaba olvidando y las veces que iba a la panadería y me disculpaba con él, este siempre decía que no había problema, así que una mañana que me levanté muy temprano y antes de hacer las compras pase directamente a la panadería a devolverle a Barry su paraguas; le agradecí, este siempre tan amable me regaló un pastelillo con la autorización de su jefe, argumentando que yo era uno de los mejores clientes. Lo acepte y me despedí rápido pues tenía que darme prisa, estás últimas semanas tenía mucho ajetreo con las actividades de Roja y para cuándo pasará por ella al colegio ya todo debía estar listo, así que fui a Southwark St, pues solo en Borough Market podría encontrar todo lo que necesitaba.
Compré la mayoría de las cosas que tenía apuntadas en mi lista y decidí pasar a comprar un chocolate frappé con chispas de menta y un emparedado a una pequeña cafetería ya que con tanta compra me había dado mucha hambre, entré e hice mi pedido cuando escuché su voz...
- Que fastidio!
- Sabes que si! No sé tú pero nosotros vamos a extrañar que seas nuestro barista.
- Yo no! Aprovechados!
Voltee de inmediato y al verlo ahí sentado riendo deje caer mi bolsa de pan y todo lo demás.
-Whip?!
Este no se había dado cuenta de mi presencia hasta que las personas causaron un ligero barullo al ofrecerse a ayudarme a recoger mi pan y mis cosas, entonces sus ojos que contenían el mar me enfocaron y perdieron ese toque de alegría que tenían hacia unos instantes.
- Steph...
Dijo él en voz baja.
-Ay por Dios! Mira látigo, es el chico lindo que fui a buscar para darle tus fotos- Dijo el oficial que había ido a buscarme a mi casa y yo no había reconocido de primera impresión.
- Whip...
- Ven siéntate!- Dijo otro de los amigos de Whip.
Yo miré a Whip como buscando su aprobación y este asintió.
Le hice la señal a la mesera de que estaría en esa mesa y ella entendió a la perfección, tome mis cosas y fui directo a donde estaban, yo me senté al lado de Whip temblando de nervios.
- Cual es tu nombre pequeño?
- Stephan, se llama Stephan- Contestó Whip.
- Dime Stephan, tampoco a ti te pidió permiso este mocoso para irse de nuevo al ejército verdad?
Yo miré a Whip sorprendido y este hizo un mohín pues a leguas se notaba estaba muy incómodo.
- Yo no tengo que pedirle permiso a nadie, se me volvió a presentar la oportunidad y la pienso tomar es todo.
Yo miré a Whip y estos siguieron.
- Si látigo pero comprendes que como están las cosas en el medio oriente es muy peligroso ?
- Nadie dice que voy a ir al medio oriente, no se sabe a dónde podría ir.
- Vamos, no seas necio, todo el mundo sabe que las fuerzas especiales siempre o usualmente van a donde está el peor conflicto armado y por ahora lo más seguro es que te manden allá, piénsalo látigo.
-Basta! - Dijo Whip algo molesto- No me importa a donde me envíen, voy a cumplir y punto.
- Pero no te enojes!
- Si, no te enojes, igual habrá que festejar en estos días antes de que te vayas.
- Está misma semana me es imposible pero ya veremos como nos arreglamos en eso.
Yo guarde silenció durante toda la conversación hasta que los oficiales tuvieron que despedirse de nosotros pues uno de ellos tenía que entrar a su turno y el otro iría a ver a su novia.
Al fin solos yo tomé el lugar frente a Whip y este desvió la mirada.
- Por que?- Dije con la voz temblorosa- Por que no me dijiste que estabas en Londres? Por qué no respondes a mis correos, mis mensajes, mis llamadas? Por qué te vas a ir a el medio oriente Whip?
Este no respondió nada, seguía mirando a un lado con furia y entonces sentí ese deseo de nuevo y tuve que reprimir unas incorregibles y aplastantes ganas de llorar.
- Whip que sucede?
Su silencio me hería.
- Whip?- Pero yo no obtenía ninguna respuesta de su parte- Comprendo, tú ya... Ya no me quieres, eh? Supongo es normal, perdón Whip...
Yo acomode mis cosas y me iba a levantar para marcharme cuando él dijo:
- Te equivocas Steph.
Miré a Whip que aún no me miraba a mí sino a un lado y este continuó.
- Yo te amo más que nunca, te amo irremediablemente, te amo tanto que en estos momentos estoy sufriendo un infierno de no poder besarte o tocarte.
Yo me quedé sorprendido de inmediato y volví a sentarme.
- Tuve que cambiar de correo y de número de teléfono por qué si veía una sola carta tuya o escuchaba tu voz vendría corriendo hasta tu casa, te metería en mis brazos y no te dejaría ir jamás, aún ahora me cuesta demasiado verte, comprende Steph que me estoy muriendo por tocar tu mano, besarte, tan solo eso sería suficiente para hacerme muy feliz.
Yo miré la mano de Whip que estaba cerrada sobre la mesa y luego vi en su rostro aquello que me hacía dudar de mi mismo, esa fuerza que él tenía al hablar, al decirme firmemente lo que sentía, era tan parecido a Sid pero a la vez tan distinto, Whip era un humano normal, sabía bien guardar la calma y no era un mar en tempestad como Sid, no iba de un extremo al otro.
- Ya regresó tu perro gigantón no es así?
Eso me saco de mis pensamientos y volví a buscarle la mirada.
- Si.
- Que bueno Steph, me alegra.
- Whip...
- Bueno Steph tengo mucho que hacer, me alegra mucho que estés bien, cuídate mucho por favor.
Este se levantó de la mesa sin mirarme y dijo en voz baja.
- En serio cuídate mucho, recuerda que eres muy especial para alguien.
De inmediato se marchó, yo me quedé ahí mirando como este se alejaba y por dentro gritándole que no se fuera, que no me dejara atrás. Pero no hice nada más, no hasta que pensé de nuevo en lo último que había dicho..." Recuerda que eres muy especial para alguien". Pero ese alguien no se refería a Sid o si? De inmediato tomé mis cosas, me puse en pie y salí corriendo de aquel lugar sin terminal mi chocolate al salir ya no estaba. Maldición! Me había tardado demasiado en reaccionar! Ah no! pero esta vez no me ganaría la vida! Tomé un taxi hasta donde sabía era su casa con la esperanza de que este hubiera regresado ahí, subí hasta su departamento y toqué con pavorosa energía a pesar de que estaba agotado, toqué y toqué pero nadie me respondió. Maldición! Maldición! Lo había arruinado de nuevo, me deje caer con todo y mi mandado, metí mi cabeza dentro de mis rodillas y abrace mis piernas, siempre era yo un idiota no? Alguna vez había dejado ir a Sid y ahora a Whip, por qué siempre tenía que reaccionar de manera estúpida y lenta? Por qué? Stephan imbécil! Sentí de nuevo aquellas ganas de llorar y pensé que esta vez me serían tan imposibles de controlar pero entonces escuché su voz y la vida regreso a mi.
- Amor? Perdón, Steph?!
De inmediato levanté la vista y lo vi ahí frente a mí, el mar, mi mar! En sus ojos!
- Whip...
En automático me levanté y me arroje a sus brazos.
- Whip! Creí que te había perdido!
Se quedó tenso un momento y luego cerro sus brazos en torno a mi, yo sin razonar me puse en puntillas y le di un beso que no tardó en contestarme de manera apasionada.
De inmediato me alzó en brazos y yo deje de reconocerme, abrió y cerró su departamento con un portazo tremendo, me tiro en la cama, me bajo los pantalones y me dio sexo oral apasionado. Yo me aferre a la colcha y mordí mi labio inferior para soportar. Pero nunca duraba demasiado y como siempre terminaba corriéndome. Whip me giro y comenzó a descubrir mi espalda de la camiseta que le estorbaba al tiempo que decía:
- Steph te amo demasiado.
Luego dejaba caer sus besos al azar por mi espalda y mis nalgas, sus manos invadían mi entrada para prepararla pero yo no quería que me tratara de manera suave, quería por el contrario que me la metiera de manera ruda.
- Whip dame con todo!
Dije en un tono bajo pero firme. De inmediato obedeció y comenzó a darme con todo su potencial pero a mí me hacía falta más y reclamé.
- Más duro Whip!
Sus manos cubrieron las mías y este siguió en ese intento de darme más y más, pero entonces yo cerré los ojos y vi a Sid arriba, su tempestad y su poder, en automático me lubrique tanto que me empape los muslos y entonces las estocadas de Whip aunadas a mi lubricante comenzaron a sentirse muy bien, deje que este siguiera hasta que me corrí y él adentro mío.
Ambos nos dejamos caer en la cama exhaustas, sabía que estaba rendido pero no podía quedarme dormido, había que ir por Roja a la nursery así que me giré y le dije:
- Whip, por qué te quieres ir a Afganistán?
Él sonrió de lado, encendió un cigarrillo y cruzo los brazos sobre su cabeza. Esa pose me gustó mucho.
- No me voy a ir a Afganistán mi amor, solo que...- Su semblante tomo un tono de pesar y dijo- Se presentó la oportunidad de volver a fuerzas especiales y creí conveniente tomarla.
- Se presentó o la buscaste?
Guardó silencio unos momentos y le dio una gran fumada a su tabaco.
- Quería poner tierra de por medio entre nosotros Steph, cuando llegue a Sussex aún tenía tanto amor por ti que cada día me las veía muy difícil para no regresar corriendo a Londres y rogar tu amor. Rogarte que me hicieras sitio en tu corazón, decirte que me dejaras estar en el lugar de perro gigantón aunque sea un minuto, que me amarás a mi. Pero... Eso no te haría nada bien aso como tampoco a mí y recordaba como te había visto llorar por él tantas veces, no podía olvidarte ni hacer que lo olvidarás así que decidí no solo poner tierra de por medio sino también mar y todo lo que hiciera falta, hablé con un amigo que tiene un alto puesto en las fuerzas especiales y me dijo que si quería podía volver, la verdad es que no tengo nada ni nadie que me detenga así que acepté.
- Pero Whip... Eso es muy peligroso!
- Lo sé amor pero quedarme sería más peligroso, no creo poder ver cómo tú y ese perro gigantón se toman de las manos y celebran una boda, entiéndelo Steph, mi amor por ti es genuino, por ti soy capaz de rendirme y dejarte ser feliz con Santinni aunque eso signifique morir.
- Pero no puedes ir a que te maten en Afganistán! Eso es una locura!
- Sería peor morir aquí... Además ya te dije que no es seguro que me manden a Afganistán.
- Whip... No te vayas! Se que puede sonar egoísta lo que te voy a decir pero no quiero que te vayas! No podría perdonarme si algo te pasa!
El moreno sonrió con tristeza y apagó la colilla de cigarro que le quedaba.
- Steph, entiende algo, si es por qué tú seas feliz no me importa nada, ni siquiera hacerme a un lado o morir, siempre que tú tengas esa linda sonrisa en tu rostro.
- Whip....
Un nudo se me hizo en la garganta y yo me voltee para que no viera mis claras intenciones de llorar, tenía que controlarme por qué si lloraba ahora, lloraría todo lo que me había aguantado y yo lo había prometido, no más! No más lágrimas bobo! Whip me dio un beso en la mejilla y dijo:
- Tranquilo Steph, soy muy feliz de haberme podido despedir de ti de esta manera tan maravillosa, en definitiva eres un chico asombroso.
Whip de inmediato se levantó y yo pensé que no quería dejarlo ir, un poco mas! Un poco mas de tiempo pero... Como?, quizás si lo invitaba a mi casa... Pero bajo que pretexto?... Mmmh. De inmediato recordé las fotos que su amigo el oficial había dejado en mi casa y me levanté de inmediato.
- Oye Whip tengo una fotos tuyas!
Dije buscando mi ropa interior. Él ya se había acomodado los vaqueros y estaba en el comedor, yo salí poniéndome los pantalones y hablando.
- Un día uno de tus amigos...
Por un segundo perdí el equilibrio y casi caigo al suelo cuando Whip me aferró por la cadera impidiendo que me fuera a estrellar contra el suelo, acto seguido se encorvo y me subió el pantalón, luego lo abrochó y me dio un beso en la frente para irse a sentar al pequeño comedor y beberse un trago de una botella de Ron que tenía ahi.
- Uno de tus amigos dejo unas fotos tuyas...
Este tomo unos papeles de la mesa y me los mostró, eran las fotos!
- Pero...
- Fui antier a tu casa y Cathy me las dio.
- Que?! Pero... Por qué no me dijiste...
- En si no quería encontrarme contigo, como te dije; si te veía te iba a rogar que me dejaras amarte... Cuando Cathy me dijo que no estabas supuse que estabas con él y le pedí que no te dijera nada para que no tuvieras problemas con el perro gigantón.
-Whip..
Este dio un trago a su bebida y sonrió con falsedad notoria.
- Cuando te vas a Afganistán?!- Pregunté serio y él dijo aún sonriendo.
- Steph, que no me voy a ir a Afganistán.
- Como sea, cuando te vas?!
- El 16 de Mayo ya estaré en el cuartel.
Yo asentí, tomé mis bolsas que habían quedado regadas cuando entramos, el oficial me ayudo a juntar mis cosas y yo me fui a la puerta y le dije con firmeza:
- El diez de Mayo es mi cumpleaños y quiero verte Whip, quiero verte antes de que te vayas, nos veremos aquí mismo, siete de la noche, tenme paciencia por favor! Dime, crees que puedes darme ese regalo?
- Steph...
- Dime Whip puedes?!
Lo mire con firmeza y con la fuerte resolución de que quería verlo ahí y él asintió, se posó frente a mí y puso sus manos en mis hombros.
- Es un promesa amor.
Me dio un beso en la frente y yo salí de ahí pensado en aquello que le había dicho a Sid el día que me había hecho confesarle todo en Mousetrapp....

 

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