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ESPECTRO... DE DOLOR L2 por Lory Backon

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Notas del capitulo:

:)


Del libro de Kuri.
Sorpresas.
- Pero que demonios haces Ben?
- Limpiando por?
- Por que son las ocho de la mañana y es tu cumpleaños hoy!
- Y?
Este tomó la foto de nosotros y sonrió de manera pícara, parecía tener un enredo con aquella fotografía pero no presté atención, le quite el plumero y le dije.
- Deja eso ya! Para eso ya hay servidumbre! La contarte para ti!
- Pues no debiste.
Estaba molesto pues sabía que el plazo había llegado a su fin y hoy por la noche después de la fiesta debía cumplir mi palabra... Ben... Cómo podría dejarte ir? Tenía que resolver aquello en unas horas.
- Oye Kuri, yo no estoy seguro si algo tan ostentoso es buena idea.
- Nada! Nada! La fiesta se hará!
- Pero...
- Pero nada! Dime, acaso es tan malo que quiera celebrar tu cumpleaños?
- No... Pero no es necesaria una fiesta, bien puede ser una pequeña reunión.
- Osh Ben hubiese sido más fácil si ese idiota de Sid no lo hubiera arruinado como siempre y hubiera guardado el secreto pero en tu enorme necedad de seguir haciendo las cosas por ti te lo acabaste encontrando en el mercado junto a Steph y a Roja y como siempre arruinó la sorpresa así que no tienes de otra mas que aceptar la fiesta sorpresa! Recuerda que pudo ser peor de ostentosa!
- Bueno, bueno pero eso no era algo que yo pudiera saber.
- De hecho no tenías que saberlo!
Este volteo a verme y me sonrió de aquella manera que no me la ponía nada fácil.
- Kuri?
Dijo con esa sonrisa boba, maldición!
- Mandé Ben?
- Gracias por hacer una fiesta por mi cumpleaños, la verdad la última vez que alguien me festejó así fue mi mamá.
Yo desvíe la mirada y sentí ese impulso de besarlo, de tomarlo ahí mismo y hacerlo mío, de decirle que lo amaba y que no quería cumplir mi palabra pero solo me limite a decir...
- Ah! Pues de nada! Ahora ya que estás despierto y tan de buenas vamos a comprar unos zapatos.
- Para que quieres más zapatos Kuri? Admito que ya le bajaste al gasto excesivo de todo nuevo cada día pues ahora es todo nuevo cada semana pero aún así es mucho.
- No son para mi! Son para ti!
- Ah?
- Yo te mandé a hacer un traje a Dormeuil y necesitas unos zapatos para ello.
- Pero Kuri... Ammmhhh no creo sea necesario...
Ben, este siempre se negaba a recibir mis regalos, ya me sabía yo el discurso de que no quería deberme nada; no había aceptado el coche que le había dado y ahora el traje, seguro este estaba ya listo para seguir adelante y quizás era lo único que esperaba, en cambio yo no.
- Tómalo como un presente de cumpleaños, quieres?
El miró al piso y asintió.
- Anda, ponte algo más fino y vamos a hacer las compras para hoy, te espero abajo.
- Bien.
Ben condujo el coche y fuimos a hacer las compras de su atuendo y algunas cosas más, este no estaba muy de acuerdo en que se gastará el dinero así pero yo solo pensaba que en realidad eran las últimas horas a su lado. Quería guardar cada momento, atesorarlo y hacerlo infinito.
- Kuri? Que pasa?
- Ah!
- Estas muy distraído, confiesa!
- Que? No! No!
- Kuri- Este entrecerró los ojos y me escrutó de manera severa- Confiesa!
- Ben yo...
Se quedó así unos momentos y dijo.
- Osh ya! Lo que sea que hayas comprado para mí sabes bien que me va a gustar, seguro gastaste a lo idiota en una tontería pero no puedo hacer mucho por tu alma.
Dijo relajándose y poniendo una linda sonrisa.
- Ah? Si! Si! Bueno me tienes!- Mentí.
- Y que es?
- Que?
- Lo que compraste para mí?
- Ah? Ah sí! Este pues... No te puedo decir, será sorpresa.
Él dio un sorbo a su te y sonrió.
- Ok!
- Oye Ben... Te puedo preguntar algo?
- Si.
- Amhhh... Extrañas Italia?
- A volte ( A veces)- Contesto él en su idioma natal- Ma la verità ora vivo molto bene qui e non ho bisogno di più (Pero la verdad ahora vivo muy bien aquí y no necesito más)
Yo miré al mantel y pensé de nuevo en quedármelo para mí.
- Oye es cierto! Estás seguro de que no quieres comer con Aramis y conmigo?
- No, está bien que tengan un tiempo a solas, hace mucho que ella y tú no están a solas un rato no?
- Si, bueno desde que te ocurrió el primer accidente que se fue a vivir a casa de Steph... A veces me siento culpable, quizás ella piense que yo la abandoné.
- Boberías! Ella sabe que tú la amas y además se le ve muy feliz con Steph y Sid.
- Eso no lo dudo pero... Será genial tener una tarde con ella.
Yo miré su mano que reposaba en la mesa y sentí la necesidad de tocarlo, de tomar su mano entre las mías, besarla y pedirle que se quedará a mi lado, por instinto mi mano se movió hacia la suya y rozo sus dedos pero de inmediato este apartó su mano y la oculto bajo la mesa. Rechazado.
- Terminaste?
Este asintió y de inmediato nos marchamos a casa sin decir mucho más. Yo aproveche que el cielo se había nublado un poco para ir a mi nueva oficina en Moonlight, Sid había dejado un desbarajuste financiero que de solo pensar en todo lo que tenía que arreglar podía sentirme de nuevo como un humano con dolor de cabeza.
Por la tarde Ben se fue en el coche que me había rechazado a buscar a Roja, se le miraba muy cómodo manejándolo, en definitiva se lo haría llegar hasta Italia, luego entonces Sid se presentó en mi oficina.
- Como va el trabajo?
- Mal, gracias a ti. Que demonios, no te importan un comino las empresas no es así?
-No.
- Es tan de ti... Está listo todo?
- Si. Ben no podrá cruzar la frontera de Italia los primeros cinco años.
- Y lo demás?
- Después si pero jamás podrá ingresar a Rusia o a Reino Unido.
- Bien. Y si él...
- No habrá alguien que le venda un pasaporte falso.
- Bien... Gracias Sid.
- De nada Kuri, solo que creo que estas cometiendo una tontería.
- Por?
- Por que Ben quiere estar contigo.
- Tu no entiendes nada, Ben no es como Steph, él no me ama y además no es justo, él no tiene por qué irse al infierno solo por qué yo quiero que se quede.
- La humanidad te volvió un tarado Kuri.
- Ah? Pero que dices?!
- Si Ben no te amará no te hubiera cuidado así, si no te amará tu vida no hubiera sido prioridad para él, este dejó todo por cuidarte, dejó a su única familia; Roja, dejo sus sueños de estudiar y dejó de buscar su antigua vida, dejo de huir de ti para quedarse a tu lado, yo creo que necesitas existir en tu amor con Ben de una manera, correcta quizás sea la confusión de que no comenzaron bien pero eso no significa que no se puede cambiar el final de la historia.
- No soporta ni siquiera que lo toque.
- Es normal; como humano seguro le era más fácil, pero sabes que por instinto el cuerpo humano nos tiene un miedo terrible. Yo creo que deberías de darle una oportunidad a Ben, después de todo él ya se dio cuenta de quién en verdad eres.
- Que quieres decir con eso?
Me puse frente a Sid y lo mire hacia arriba, quien demonios le había dado esa estatura tan enorme a un mocoso así.
- Quiero decir que él ya vio tu verdadera sonrisa y le gustó.
- Ah?
Sid se marchó de inmediato y yo me quedé pensando en aquello. Mi verdadera sonrisa... Si, yo me había mostrado tal cual era, aún en mi momento de más debilidad, pero... Aun a pesar de que Ben hubiese podido aceptar amar al humano, quien dice que podría amar al monstruo?
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Breves anotaciones de Benny.

Conducía rumbo a casa de Steph, el coche que Kuri mi había ofrecido me quedaba muy cómodo y ya hacía bastante que lo manejaba que se me hacía muy fácil estar tras el volante de este, más sin embargo no había podido aceptar un regalo así de caro, en definitiva las cosas con Kuri no paraban de dar un giro tras otro, ya no lo veía como a ese monstruo que me había violado en aquel bote, tampoco como a ese tirano que me había raptado a su país, ya eso quedaba muy lejos del Kuri que ahora conocía y quería; tampoco ya lo veía como la persona que dependía de mi, aquel que tenía que atender las veinticuatro horas del día, aquel que había que bañar y alimentar, cuidar y proteger, no! Hacía casi cuatro meses Kuri había vuelto a ser un espectro y aunque ya no le tenia tanto miedo como al principio tampoco quería confundirme, yo en este punto quería mucho a Kuri y seguro si me dejaba llevar podría amarlo pero... Acaso él podría? Aún recordaba la imagen de su hermano, ese demonio salido del infierno mirándome y diciendo aquello mientras sostenía a Kuri entre sus brazos.
"Así que al final ese es el humano del que te enamoraste eh? Ha sido bueno contigo?"
Su mirada era algo pavoroso, después de eso curó a Kuri y le dijo que lo amaba, Kuri le correspondió por supuesto y antes de marcharse el demonio ese me dio otra mirada horrible y dijo a mi cabeza.
" Él es mi más grande ambición y mi tesoro, ahora que es tu tiempo aprovéchalo, amalo y hazlo feliz como se supone tenía que ser desde que nosotros existimos"
Comprendía que este quería delegarme el cuidar de Kuri y quizás él que yo le amara pero así no funciona el amor, el amor debe ser de dos y sus ojos, los ojos azules de Kuri al ver a su hermano decían que ahí había un amor profundo e inenarrable que él jamás podría volver a sentir, los ojos de Kuri podían ser muy expresivos cuando él menos se lo imaginaba.
Luego de eso todo volvió a la normalidad, sí es que hay un punto normal junto a Kuri, pero cuando esté me ofreció darme ese coche no pude aceptarlo, no quería un coche, no quería que él creyera que yo estaba con él por un coche o por el dinero que tenía o lo que pudiera darme, si Kuri se daba cuenta de que él y yo podríamos estar juntos algún día era por qué él había superado el amor que sentía por su hermano y había visto que yo estaba ahí a su lado desde hacía tanto tiempo, apoyándolo. Quizás me tomaría tiempo enamorarme de él como se debe y quizás a él darse cuenta de que yo ya estaba ahí a su lado, sosteniéndolo de la mano; los dos teníamos mucho que aprender y tendríamos mucho tiempo para hacerlo.
Llegue a casa de Steph y este me entregó a Aramis bellamente ataviada en un vestido de tul blanco con un moño enorme detrás, sus zapatos se miraban muy finos y llevaba una gargantilla de perlas. Ahí estaba el señor Sid que parecía algo ansioso y me saludó rápidamente.
- Woow Aramis te ves lindísima!
Ella me abrazó y me dijo:
- Feliz cumpleaños Benny!
Yo al metí en mis brazos y noté como su cuerpo temblaba.
- Aramis, te sientes bien?
Ella asintió pero aún así la aparte y puse mi mano en su frente para verificar si tenían temperatura mas no era así. Su temperatura estaba normal.
- Segura? Si quieres lo podemos dejar para después.
- No!- Dijo en voz alta y luego se dio cuenta de la falla y bajo la voz- No... Vamos!
Ella me mostró una sonrisa y noté que no estaba siendo honesta más aún así tome su mano y la lleve a comer a un lindo restaurante de comida italiana en Baker Street. Durante el viaje ella estuvo muy callada pero cuando sirvieron la comida se me ocurrió decir un chiste.
- l'insegnante dice a Pierino: "- Pierino, dimmi chi era Attila...
- Era un Barbaro!
- Soltanto?
- E le pare poco???"
Ella se quedó quieta un momento y pocos segundos después una sonrisa de formó en su labios y acto seguido estalló su risa hermosa.
- Jajajaja.
- Así me gustas más Aramis.
La pelirroja tomó aliento de nuevo y cuando se había recuperado se quedó mirándome como si estuviera apenada.
- Que sucede?
- Benni...
- Vamos no me digas que ya no confías en mí.
- No, no es eso... Es solo que...
- Que?
- Es que hoy que es ti cumpleaños estaba pensando en...- Aramis bajo la mirada y dijo- En lo mucho que te quiero y siempre te voy a querer, tu eres mi hermano mayor, sabes? Y yo sé que no te ha sido fácil vivir sin papá y sin mamá, pero quiero que sepas que yo siempre he estado muy agradecida contigo por todo lo que has hecho por mí y solo quiero que tú seas feliz.
Ella hablo todo esto en su perfecto italiano y su discurso me dejó desarmado.
- Aramis...
- Benni, no importa si yo vivo con Papi y Stephy, o donde sea; no importa si tú estás con el señor Kuri o donde estés, yo siempre te voy a amar, siempre te voy a tener en mi corazón.
Sus ojos heterocromicos se nublaron por las lágrimas que está dejo salir.
- Te quiero mucho Benni, gracias.
Yo fui a sentarme a su lado y la metí en mis brazos.
- Aramis, yo también te quiero y descuida yo siempre voy a estar contigo.
Sus pequeñas manos se aferraron a mi camisa y yo me quedé ahí consolándola un rato, parecía muy afectada.
- Aramis? Dime algo... Esto es acaso por qué quieres regresar a vivir con Kuri y conmigo? Ya no estás a gusto con Steph? Te ocurrió algo? Dímelo por favor, no te vuelvas a callar las cosas!
Ella se talló sus ojitos y se sentó de nuevo con más calma.
- No Benni, me gusta mucho estar con Steph y con Papi y con mi Nonna, es como sentirme en casa pero... Yo.... Yo me preocupo por ti! Quiero que seas feliz! Prométeme que siempre, siempre vas a hacer lo posible por ser feliz!
- Ah? Aramis...
- Yo soy muy feliz aquí pero tú debes serlo también... Tienes que jurarme que sin importar que, vas a ser muy feliz.
Su mirada me decía que ella estaba hablando con la verdad, y yo sabía que Aramis era muy feliz en casa de Steph y al lado de Sid.
- Júramelo Benni, solo así podré estar tranquila.
- Aramis...
Ella subió la mirada y mis ojos y sus ojos se encontraron. Sus pequeñas manos se posicionaron en mis mejillas y ella dijo con convicción.
- Júramelo!
Yo asentí y dije.
- Te lo juro Aramis. Seré feliz.
- Benni, yo también voy a serlo pero entiende algo, tu eres mi amado hermano, mi inolvidable Benni, no importa que, tú siempre estarás conmigo y yo contigo por qué nada puede separar nuestros corazones que comparten el mismo latir.
- Aramis...- Me parecía que ella tenía un fuerte sentimiento de que algo sucedería pero ahora todo estaba bien y yo quería calmar esos sentimientos tan fuertes que ella tenía así que la metí en mis brazos y le dije al oído- No, nada nunca nos podrá separar, te quiero mucho Aramis, eres mi mayor regalo.
- Mi Benni!
Ella se abrazo a mí y así nos quedamos un rato hasta que ella se secó las lagrimas.
- Me cuentas otro chiste?
Yo me separé de ella y vi que su sonrisa natural había vuelto.
- Si pero oye tengo hambre y o mangiar quella minestra o saltar quella finestra eh?
Ella río de nuevo y comimos de manera mas relajada, ella me contó que Steph era muy lindo con ella y que casi no le exigía buenas notas lo que yo reprendí pues sabía que con lo tonto que era Stephan seguro la premiaba por sacar notas pobres y le prohibí aprovecharse de la estupidez del rubio, ella se encogió de hombros y dijo que no debía tener preocupación pues el señor Sid si le ponía estándares muy altos, y ella solo reportaba notas ante el señor Sid lo cual me dio más tranquilidad, me contó algunas cosas de su rutina y de sus amigas y que estaba muy emocionada por pasar a la elemental pues ahí había más niños y podría aprender más cosas.
- Entonces... Eres feliz Aramis?
Ella me miró con un gesto nostálgico y dijo:
- Todo esto es gracias a ti Benni a que ya me has jurado que tú lo serás.
Yo miré a Aramis y apenas me di cuenta de que ya no era una pequeña bebé, al contrario crecía a pasos agigantados. Pensé que si ella había podido encontrar su camino en esta cuidad tan nublada, igual y yo también podría.
- Ahora mismo al verte lo soy!- Conteste con una sonrisa verdadera, la cual ella conocía perfectamente.
La regrese a su casa al atardecer, ella me abrazó y me dio un beso muy cariñoso, me pareció que Aramis estaba excesivamente sentimental ese día así que me despedí de ella pensado que quizás me hacia falta pasar más tiempo con ella, aunque con todas sus actividades, sería posible?
Sabía que tenía que regresar a la mansión a cambiarme y luego de eso Kuri y yo iríamos juntos a Mousetrapp donde sería la fiesta pero algo en mi interior parecía estremecerse al alejarme de Aramis, así que cuando la madre de Steph la recibió y ella me dio aquel beso, sentí la necesidad de estar un poco más de tiempo a su lado. Un miedo se apoderó de mí, algo como si me avisarán que no la volvería a ver, así que decidí quedarme un poco más con ella y está se mostró muy contenta. La madre de Steph me invitó a cenar y acepte, ella me contó que Steph y Sid se habían ido temprano para adelantar lo de la fiesta y que el rubio le había contado todo sobre cómo Sid había arruinado la sorpresa. En definitiva a Steph le gustaba mucho el chisme.
Cenamos y pasamos un rato muy agradable los tres, luego de eso yo me ofrecí a acostar a Aramis y está acepto.
- Benni? Te acuerdas de cuando llegabas tempranos casa de Ninna y nos podíamos acostar a dormir juntos?
Sus palabras de inmediato me volvieron al recuerdo de la casa de Mannina, yo llegaba del trabajo siempre tarde y siempre la encontraba ya dormida, pero a veces cuando no había muchos turistas me daba un tiempo de llegar temprano para estar un tiempo con Aramis y podíamos ver el ocaso juntos y luego me acostaba con ella hasta que se quedaba dormida, de inmediato me paraba pues no podía darme el lujo de un descanso, tenía que repasar algún idioma que me había dado problemas para no tener inconvenientes en mi trabajo, pues como no tenía permiso como guía oficial tenía que vivir de las propinas de mis clientes y estás solo eran buenas si yo tenía el dominio del idioma.
- Sí me acuerdo, eran buenos tiempos no?
Ella asintió y tomó mi mano.
- Pero estos son mejores Benni.
Aramis cerro sus ojos y yo besé su frente y mentiras ella se dormía yo observaba su habitación, era muy linda, tenía muchas muñecas bien cuidadas y muchos animales de felpa, una linda lámpara de bailarina y una cajita musical.
- Esto es todo lo que quería para ti mi amada Aramis- Le susurre antes de retirarme- El verdadero amor de una familia... El qu te mereces de verdad.
Me despedí de la madre de Steph y conduje veloz de regreso hacia la casa, ya había visto las cien llamadas y doscientos mensajes de texto de Kuri preguntando mi ubicación y por qué estaba tan demorado.
Al llegar soporte su berrinche de buena gana, al mirarlo ahí haciendo rabietas me pareció muy lindo y sonreí.
- De que te ríes Ben?
Pensé en lo bueno que era tener a alguien que se preocupara por mi, pensé que ese berrinchoso de Kuri ahora era mi familia y entonces me sentí feliz.
- De tu cara tan boba haciendo una pataleta por nada importante.
- Que?! Oye Benny que te crees?
Le cerré la puerta en la cara pues me iba a cambiar y este se quedó afuera bufando y vociferando quien sabe que cosas... Pero hoy era mi cumpleaños después de todo y lo iba a disfrutar mucho!
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Había regresado corriendo a casa con la promesa de Whip en mis manos.
Me di una ducha rápida pues temía que Sid me oliera y tuviéramos otro encuentro como el de aquel día donde no me dejo salir de Mousetrapp. Sid era muy dulce pero aún así no dejaba de darme miedo, así que me di una ducha rápida pero efectiva y me puse otra ropa, temiendo que hasta en la que traía puesta con anterioridad oliera a sexo.
Unos jeans y una camiseta de un concierto me bastaron, mucho desodorante y unos tenis de meter, me puse un suéter y listo! Salí corriendo hacia la nursery para recoger a Roja.
Llegue un poco tarde pues Sid ya estaba ahí, yo ya me había mentalizado a pensar que toda la mañana la había pasado limpiando y haciendo las compras para que Sid no me descubriera pero aún así sentía una inquietud muy rara. Por qué estaba engañando a la persona que amaba? Por qué mentía y continuaba haciendo daño? Solo podía pensar en pedir perdón a Sid pero aunque este me perdonará, como volvería atrás?
Ese día por fortuna todo transcurrió normal y solo tuve que dedicarme a intentar subirle el ánimo a Roja pues la futura partida de Benny la había dejado muy callada.
Al fin el día de la fiesta sorpresa y ni tan sorpresa por qué Sid ya había hecho de las suyas y había confesado tontamente a Benny la idea, ese día antes de llevar a Roja a la nursery hablé con ella al respecto.
- Roja?
- Mandé Stephy.
- Quiero decirte que... Bueno, yo no soy bueno con las palabras y se que ya habíamos hablado de esto pero... Pero quiero que comprendas bien y te lo grabes muy adentro de ti que cuando uno ama a alguien, sin importar si estás junto a esa persona o distanciados de ella, sin importar nada más, siempre, siempre van a estar juntos por qué tú llevas lo más valioso siempre contigo. Entiendes?
Ella me miró unos momentos y sus ojitos se mojaron.
- Sí Stephy.
Abrace a Roja y le dije al oído.
- Las personas que amamos nunca se van, siempre las llevamos con nosotros, por qué ya son parte de nuestro ser.
La pequeña se puso a llorar y yo me sentí mal, no me gustaba ver llorar a Roja, la sentía como mi hija y sus lágrimas eran sagradas para mí.
- Dime algo Roja, tu quieres ir con...
Ella negó con la cabeza y respondió:
- Lo entiendo Stephy, pero aunque mi cabeza lo entiende yo... Lo voy a extrañar mucho.
Comprendí al ver su carita llorosa que Roja no quería regresar a su patria pues de cierto modo ella aquí en Londres se sentía como en su casa y que estaba bien, pero también comprendí que ella estaba dejando ir a una parte básica de su mundo pues Ben era toda la familia que ella había conocido desde que tuvo consciencia, era su hermano en verdad y ahora todo su mundo, todo aquello que conocía debía soltarlo y dejarlo partir para poder protegerlo. En definitiva dejar ir a alguien era una prueba de amor supremo, bastaría ver cómo pasaría yo aquello.
Después de recoger a Roja de la nursery le puse un hermoso vestido que Sid habi comprado para la ocasión y la prepare lo mas hermosa que pude para su cita con su hermano mayor, antes de que Beny arribara a la casa Sid habló un momento a solas con la pelirroja y luego llego el festejado nos saludo cortésmente y de inmediato partieron; cinco minutos después nosotros tomamos con rumbo a Mousetrapp.
- Que le dijiste a Roja?
- Por?- Dijo sin apartar la vista del volante.
- Por que no se te habrá ocurrido ser insensible verdad?
Este miro el espejo retrovisor y dijo.
- Eso depende de qué es insensible para ti? Tu eres muy sensible Steph.
- Sid!- Dije molesto.
Este sonrió de lado.
- Últimamente estás algo irritado, hay algo que te moleste Steph?
- Que carajos?! No! Tu me irritas! Demasiado! Ahora dime qué le dijiste a Roja?!
- Lo que pienso.
- Ah sí? Y que piensas?
- Que solo dice adiós la gente que de verdad lo piensa así, cuando tú no quieres dejar a alguien solo dices hasta pronto. Y qué es tonta la gente que piensa que la distancia es perder a alguien, siempre llevamos con nosotros a los que amamos, por ejemplo yo siempre te tengo conmigo.
Me quedé mudo ante sus palabras, me hacían sentir culpable, enojado, por qué había hecho algo así?
- Pasa algo Steph?
Dijo el espectro frenando en un alto y me dedicó una mirada muy penetrante.
- No!
Dije y voltee el rostro hacia la ventana, esperando que una ráfaga de aire me cayera y me refrescara pero estábamos quietos y eso no pasó.
De repente Sid me jaló hacia donde estaba él y me planto un beso apasionado. Sus labios y su lengua buscaban algo, un algo muy desesperado en mi boca y yo solo pude dejarme llevar. Sid... No te quiero dejar ir pero no puedo seguir... No puedo...
Una especie de tensión nos hizo abandonar el beso, pues si seguíamos el hilo que aún nos mantenía conectados se rompería o al menos eso yo sentí en aquel instante. La luz verde se encendió y Sid siguió el camino hacia Mousetrapp.
Al fin en la mansión las intenciones de Sid se vinieron abajo cuando se encontró con que otros ya habían llegado, como por ejemplo Kanon y Elliot que estaban muy entusiasmados por la fiesta.
-Hola Steph!
- Hola Elliot!
Yo salude a Kanon con un apretón de manos y este me hizo la ya característica reverencia luego de eso entre el pequeño albino y el enorme oriental me ayudaron a llevar las cosas a uno de los jardines.
- Sid no vienes?
- No, tengo cosas que hacer, en cuanto desocupes a Elliot puedes decirle que si va a mi despacho?
- Ah? Si! Claro!
Yo ya casi marchaba cuando Sid me sujeto por la muñeca y me pego a él.
- Te amo Steph, muchísimo.
Sus lilas se mostraban resplandecientes y ese gesto de súplica había aumentado, me pareció algo muy inquietante más aún así respondí con normalidad.
- Yo también Sid.
- No! No entiendes Steph yo te amo demasiado, más que a nada en el mundo.
Sus manos hacían presión sobre mi, me pareció que Sid estaba muy ansioso pero... Era posible?
- Steph...
Este de improviso me pego a sus labios con una fuerza extraordinaria y comenzó a besarme y a tocarme por encima de la ropa, usualmente me gustaban esos impulso de Sid pero en aquella ocasión su tacto no era lujurioso sino agresivo. Intenté zafarme de su agarre pero era más que imposible, " Sid! Basta!" pensé pero este no me soltaba en absoluto, eso hasta que escuchó la voz del albino.
- Lo vas a matar con tu amor.
Sid se despegó de mi y le gruñó.
- No te metas!
- Bueno pero dudo que Steph quiera que te desaparezcan solo por comerte a un rubio tonto.
- Elliot!- Reclamé yo al escuchar aquello.
- Lo siento Steph, es la costumbre. Dime en qué más ayudo?
- Osh! En nada! Sid quiere que lo ayudes en algo en si.
Sid me tenía aún aferrado.
- Sid?
- Dime Steph?
- Suéltame ya que tengo mucho que hacer!
- Steph...
Este me obligo a verlo a los ojos, una desesperación horrible se había apoderado de sus lilas y por un segundo pensé" Lo sabe!".
- Te amo.
- Yo también, ahora déjame terminar mi trabajo.
Este tardo unos segundo más en soltarme y al fin libre salí huyendo de aquella mirada. No podía ser que supiera algo o si? No! Yo no había pensado en ello, bueno más que ahorita y esa desesperación no es nueva, Sid ha estado muy raro durante todo este tiempo...Si! Desde que le confesé mi engaño.... Quizás aún no me ha perdonado.
Seguí con mi trabajo de tener listo todo para la fiesta mientras pensaba que podía ser aquello que molestaba a Sid, incluso no presté atención cuando Sid y Elliot se fueron a quien sabe dónde a conseguir quién sabe que y no fue hasta que Layla llegó una hora antes de la fiesta que pude concentrarme, ella por supuesto me ayudo a terminar a tiempo para que Sid y Elliot regresaran ya ataviados con unos trajes diferentes a con los que habían llegado, el de Elliot un HB en color blanco diseñado especialmente para él y Sid con un elegante Armani slim Fit en negro, oliendo a maderas, mar y cítricos. Me pegué a Sid para disfrutar más de su aroma y noté que este se miraba más relajado, así que cuando ya todo estuvo dispuesto nos sentamos a esperar al cumpleañero en cuestión que se nos avisó llegaría quien sabe a qué hora pues al parecer había decidido ignorar las llamadas de Kuri y llegar tarde a su propia fiesta.
- Feliz cumpleaños Benny!
Gritamos todos desunidos y cuando esté ya estaba en medio del jardín, tras de él venía un Kuri malhumorado.
- Te dije Ben! Todo por qué llegaste tarde!
- Gracias a todos, es una linda sorpresa!
- No digas mentiras Benny, sabemos que Sid ya había arruinado la sorpresa- Dijo Elliot.
- Pero... Cómo?
- Es su especialidad- Dijo Layla que le dio un afectuoso abrazo al cumpleañero- Feliz cumpleaños Benedetto!
- Gracias princesa!
- Oye mujerzuela, yo iba primero!- Se quejó el albino.
- Que dijiste enano?
- Que te has metido a la mala tanto como te metiste entre las piernas de Steph, así de a la mala!
- Oye!- Proteste por el comentario.
- Mocoso infernal te voy a partir....
De repente todos sentimos una mirada de odio que venía detrás mío y volteamos a ver a Sid. Sus ojos llameaban contra Layla.
- Sssid?
Dije yo con miedo y Elliot repuso.
- Era... Era una broma, calma Sid! Alguien quiere bocadillos?
- Yo quiero! Yo!- Dije de inmediato para intentar apagar esa mirada furiosa en mi Leviatán.
Entonces me colgué del brazo de Sid y caminé hasta la mesa de bocadillos.
Benny y yo fuimos los únicos que comimos aunque se notaba la envidia de Kuri que no dejaba de vernos comer.
- A puesto que te mueres por probar, eh?
Le dijo Benny a Kuri de manera picara.
- Claro que no!- Dijo el ruso aún molesto.
- Va a seguir enojado?
- No estoy enojado!
Y al decir esto se cruzo de brazos, volteo hacia otro lado y frunció más el seño.
- Ah no?
- No!
Benny me guiño un ojo y dijo divertido.
-Kuri?
- Que?
- Estás enojado?
- No!
- No?
- No!
- Entonces mírame.
Kuri volteo a verlo y Benny se acercó demasiado a él, estaban aliento con aliento casi cuando le volvió a preguntar.
- Estás enojado Kuri?- Dijo el italiano con una cara muy dulce y pícara.
- Ben! Ben que haces...?- Respondió Kuri nervioso.
- Solo responde Kuri... Esta enojado?
- Ben... Yo...
La cercanía entre ellos era cada segundo mayor hasta que Benny saco un mini corndog y le dio una mordida frente a Kuri.
- Tooonto!
- Ah?
- Jajajajajaja!- Estalló en risas el Italiano- Debiste ver tu cara! Hasta lo enfadado se te quitó!
- Ben!- Dijo Kuri ahora sí enfadado.
Yo solté una risita y entonces Kuri se fue echando chispas mientras maldecía.
- Oye se habrá enojado de verdad?
- No se, no me importa, ese Kuri es muy berrinchoso, mañana se le quita. Si le cocino algo...
De inmediato Benny guardo silencio y yo también, el se mostró tenso unos momentos pues ambos habíamos escuchado eso último que él había dicho y que no tenía sentido en absoluto pues Kuri ya no era humano.
- Aún no te acostumbras verdad Benny?
- No del todo, pero...- Su expresión se mostró más relajada y más bella- Pero la verdad no está tan mal.
- Ah?
- Ya me estoy acoplando un poco a Kuri como espectro.
- En serio?
- Si, la verdad aún me siento muy nervioso ante su mirada pero algunas veces esta se torna muy cálida, más expresiva, más de lo que mostraría un humano común, esos contrastes tan marcados de espectro me gustan.
- Ah...- De repente me vino a la mente lo que sucedería y sin pensar le pregunté- Y sigues pensado en volver a Italia?
Benny volteo a verme de manera sería unos momentos, quizás yo había dicho algo inapropiado pero luego soltó unas risita y dijo:
- Ay Steph que cosas dices! Obvio que no! Aquí nos vamos a quedar Aramis y yo! Jajajaja qué bobo eres!
- Bueno, es que...
- No seas tonto, si tuviera planes de volver a escapar, no estaría estudiando tan duro para ingresar a una buena universidad aquí, no lo crees? Además tú bien sabes que es imposible intentar escapar de un espectro no es así?
- Si bueno...
De improviso llegó Layla y le aviso a Benny que Kuri estaba fastidiando a Elliot y que si no hacía algo, este le iba a propinar una paliza que lo iba a mandar de nuevo al infierno.
- Osh, ese Kuri aún de espectro sigue comportándose como un niño- Benny tomó su bebida y dijo- Regreso en unos momentos.
Se alejó de mi y de Layla mientras gritaba el nombre de Kuri.
- Steph no puedes decir nada de lo que va a suceder a Benny.
- Pero... Pero no entiendo por qué Kuri lo va a alejar de su lado, Benny ya al fin está contento y lo quiere y seguro Kuri también lo quiere.
- Kuri lo ama muchísimo pero es su decisión y no podemos interferir.
- Pero no es justo, ellos se aman!
- No se sabe.
- Como que no se sabe? Está claro que entre ellos hay una conexión más real ahora!-Protesté exaltado.
-Tranquilízate Steph, baja la voz.
- Lo siento Layla. Es solo que... No entiendo por qué Kuri va a hacer eso.
- Es por el bien de Benny y quizás un poco también por el de Kuri.
- Que bien pueden sacar ellos de estar separados?
- Benny puede hacer su vida libre ya que si se queda tiene que firmar un contrato, bien sabes que nadie está al lado de un espectro sin una consecuencia.
- Si bueno pero y Kuri, ese tonto se hará sufrir.
- Quien sabe, quizás también sea algo bueno.
- De que manera?
- Al menos no va a sufrir por el cambio...
Layla se quedó quieta mirando a la nada por unos momentos y eso me dio escalofríos.
- Layla...
- El corazón humano es tan voluble y pasajero... Seguro lo sabes bien Steph.
Dijo ella lanzándome una mirada muy dura, tanto que me penetro muy dentro.
- Que quieres decir....
- Lo que tú has callado desde que regresamos de Rusia.
- Layla.... Yo no sé a qué te refieres...
- Lo sabes, Steph y te diré una cosa, no voy a meter las manos por Sid, en absoluto pero te diré una cosa que te puede ayudar... Si lo vas a dejar caer, asegúrate que sea una caída sin misericordia, que caiga rápido y se mate, que cada uno de sus huesos se quiebren hasta que le sea imposible levantarse, Steph, si vas a matar a Sid hazlo bien; pues si no es de esa manera e intentas ser amable solo será añadirle un sufrimiento extra.
- Ah? Pero que dices? Yo jamás le haría daño a Sid!
Ella puso su dedo índice sobre mi boca en señal de que callara.
- Es mejor nunca preguntar por qué los humanos actúan así, tienen lo que desean, el objeto de su afecto, lo que buscaron por años y justo cuando está ya en su poder, lo queman. Es muy chistoso lo voluble que es el corazón humano Steph. Más aún así el de un espectro no cambia y siguen fieles a su amor por siglos e incluso existencias enteras... Quizás tú no te des cuenta de ello pero lo que hiciste y lo que harás va a terminar con el Leviatán.
No podía desenfadarme más del asunto así que solo dije:
- Layla tú...
- Si, yo lo sé y la verdad al principio estaba un poco molesta más que por Sid por mi, siempre creí que cuando lo dejaras vendrías a mi pero en fin...Ahora solo estoy preocupada por ti.
- Por mi?
-Si.
- Por?
- Por que se que no vas a querer acabar con Sid de manera rápida, creerás que ser piadoso es lo mejor pero tú no te vas a dar cuenta de cuánto lo vas a hacer sufrir...
Yo miré a Sid que estaba charlando con Elliot y Kanon, se miraba tan guapo y elegante, yo no merecía tenerlo, él merecía algo mejor, mucho mejor, yo sabía bien que esto era el principio del fin pero... Podría hacerle caso a Layla? Podría hacerle el menor daño posible?
De un momento a otro Sid me miró y algo en mi interior me dijo que lo sabía, que sabía todo lo que había pasado y que sabía lo que pasaría. Sus lilas se clavaron en mi lo que pareció mucho tiempo pero apenas habían sido unos segundos, más aún así me dolió y con un gran esfuerzo aparté la vista.
- Tu estarás bien Steph, entre ustedes hubo mucha pasión y aunque no descarto que te salte una que otra chispa de la enorme llama el que seguro, seguro va a arder en un infierno va a ser Sid, en fin, veas lo que veas se firme pues mirar atrás solo te va a quemar a ti también.
- Que tonterías dices Layla, yo no le haré daño a Sid. No importa que, no lo voy a hacer.
- Eres humano y está en tu naturaleza dañar, destruir lo que amas. Es muy tarde Steph, tú ya comenzaste a clavar cuchillos. En fin, si necesitas algo o a alguien recuerda que yo estoy contigo.
Me enojo mucho que Layla dijera todo aquello, así que cuando está se fue me tomé dos vasos de Whisky tan apresuradamente que ni sentí el licor pasar por mi garganta y estaba a punto de tomarme el tercero cuando la mano helada y dura de Sid me detuvo.
- Tranquilo Steph, no quiero que comiences a cantar tan temprano y menos por qué tú repertorio solo incluye canciones femeninas.
- Osh Sid que pesado eres! Acaso no puedo beber a gusto en una fiesta sin que me fastidies?.
- Sí, sí puedes; lo que no puedes es beber a disgustos por qué una Lilim te fastidió, así que ven, mejor siéntate un rato a mi lado.
Sid me tomo de la mano y fuimos a unirnos a los demás, donde al parecer la plática giraba en torno a Roja y su futuro, yo me sentía aun abrumado de las palabras de Layla así que me dediqué a escuchar sus planes para volver a Roja una erudita y también me dediqué a beber.
En algún punto estaba muy mareado y dejé de prestar atención.
- Steph deja de beber- Dijo Sid quitándome el vaso.
- Sid?
- Si?
Yo miré alrededor y vi que ya estábamos solos, eso me sorprendió, a qué hora se habían ido los demás?
-Los demás están alistándose para cantar feliz cumpleaños a Benny, hay que ir nosotros también. Quieres que te cargue? O quieres ir a casa ya? Es más de media noche, será mejor que te lleve a casa Steph.
- Sid... Yo... Yo...
Yo pensé en lo que Layla me había dicho y sentí ganas de llorar pero lo había jurado! Tenía que cumplir mi promesa!
- Steph que sucede? Que juraste?
- Sal de mi mente!- Le dije aterrado.
- Lo has gritado. Vamos estás muy bebido.
- Sid... Yo no quiero... Yo...No...
Las palabras de Layla una y otra vez vinieron a mi..."Steph si vas a matar a Sid hazlo bien pues si no es de esa manera e intentas ser amable solo será añadirle un sufrimiento extra". No quería hacerle daño a nadie, solo quería ser libre, libre!
Sid entonces me susurró al oído.
- Steph, tranquilo, nada va a pasar, solo tienes que levantarte e intentar de nuevo. Yo voy a estar siempre contigo.
- Sid!
Este busco enfrentar su mirada con la mía y al chocar estás comprendí un poco lo que había dicho Layla sobre de que ya no podía volver la vista atrás. Sid lo sabía! Sabía todo! Estaba herido por mi y apenas el infierno comenzaba pero no había necesidad de correr o apresurar las cosas pues al menos esa noche y con tanto whisky encima necesitaba un poco de paz.
Me levanté ayudado por Sid y fuimos a cantarle feliz cumpleaños a Benny, luego de eso Kuri sirvió el pastel para Benny y para mí, en tanto Elliot obligaba a Kanon a hacer esa ridiculez de comer con los papelitos y Layla se negaba a seguirles el paso, Benny y yo brindamos un poco más, obvio Sid ya solo me dejó brindar con leche para que no me pusiera mal de nuevo.
El comer algo me ayudó a que se me bajara un poco y pudiera ver los últimos instantes de Benny y Kuri juntos, reían como si fueran amantes de verdad, Benny se miraba muy contento al lado del Ruso y Kuri ni se diga, este le jalo una mejilla al Italiano y el otro le soltó un codazo en broma, estaban sentados frente a Sid y a mi y esa imagen de amor y felicidad se me quedó grabada por mucho tiempo. La sonrisa de Benny y la felicidad que Kuri volvía a expresar me hacían querer llorar tanto, querer que todo el amor que yo tenía por Sid y por lo nuestro, sobreviviera de algún modo pero todo eso se apagó de inmediato al ver a Benny desvanecerse y en el acto ser atrapado por los brazos de Kuri.
- Benny!- Grité yo.
-Tranquilízate Steph- Dijo Sid poniendo una mano en mi hombro- Él está bien, solo es el sedante que le administraron.
- Sedante?
Kuri alzó en brazos a Benny y la mueca de felicidad en su rostro había cambiado por una de seriedad.
- Se terminó la fiesta, gracias a todos por venir.
- Kuri espera!- Le dije yo- No puedes hacerle eso a Benny!
- No te metas Steph.
Kuri dio media vuelta con el cuerpo de Benny en brazos y se marchaba ya cuando le grité.
- Maldito idiota! No sabes que daño le vas a hacer si le haces eso! Él te ama! Lo sé!
Aquel se paró en seco, giro levemente y con una expresión que me dio miedo y me contestó con furia en la voz.
- Sí, lo sé; quizás sea tan idiota como tú Steph, que tampoco a tu edad mides el daño que harás al romperle el corazón a Sid.
Sus palabras me dejaron desarmado, él también lo sabía? Voltee a ver a Sid que escondió la mirada y solo dijo con una irá palpable.
- Kuri lárgate ya!
Kuri dio media vuelta y siguió su camino con Benny inconsciente en sus brazos.
Miré a Sid y este seguía escondiendo su mirada, miré a los demás y ellos también la escondían, todos sabían! Todos sabían que yo estaba traicionado a Sid y nadie había dicho nada?! Eso me puso furioso, la sangre se me agolpo en la cabeza y yo podía sentir como me hervía, quería marcharme de ahí ya mismo pero como siempre mi torpeza me gano y metí un pie tras el otro y al suelo fui a dar, después de eso todo se hizo negro pero aún en la oscuridad algo se quemaba en mi interior.
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Del libro de Kuri.
Inolvidable Parte uno.

Le había inducido una sedación profunda pero no había escatimado en nada, llevaba conmigo un equipo de profesionales que habían arribado de Roma desde antier.
Llegue a Heathrow en menos de media hora y lo bajaron en la camilla, le eche una mirada y se veía tan tranquilo ahí tendido. Perdón Ben, esto era necesario...
Pilotee el Global 7500 hasta Roma sin ir a darle un vistazo a Ben, intentaba estar concentrado pero varias veces tuve que poner el piloto automático pues mi mente me decía que estaba cometiendo un error, yo mismo me negaba a pisar Roma y dejarle ahí pero se lo había prometido a él, le había prometido libertad y además el día de la Ruleta Rusa yo había regresado el contrato de Ben sin firmar comprometiéndome a devolverlo sin memoria argumentando que el humano no era suficientemente malo e incluso había admitido que le había poseído solo por avaricia, con engaños pero con su consentimiento, había negado amor y solo había dicho avaricia y engaños, no estaba seguro si la señora Yecum me había creído pero al menos me dio la oportunidad de devolver al chico, y ahora.... En realidad yo estaba consciente de lo que estaba a punto de hacer? Ben...Lo siento, es por tu bien. Créeme.
Así había obtenido el permiso especial para volar un avión sobre Roma de otra manera hubiera sido derribado al cruzar el espacio aéreo italiano, tenía solo esa noche de concesión y luego de dejarlo tenía que ir a reportarme a la sede, quizás el maestro me diera una reprimenda por molestar humanos o quizás me destruiría pero al menos él estaría a salvo y lo que quedaba de mi intentaría pelear por qué también había prometido defender mi existencia. Si lograba salir de todo aquello tenía que regresar por mis propios medios a Londres.
En cuanto pise Roma yo ya no tenía mis poderes sobrenaturales, el efecto consecuente de que estaba más cerca del infierno.
Lleve a Ben aún con el equipo médico a la casa donde ahora habitaría, le había pedido a Sid que comprara una casa para Ben en uno de los mejores barrios de Roma y no me había fallado ese pez, pues había comprado una hermosa residencia en Prati, uno de los vecindarios más lujos. Una casa digna de Ben, siete habitaciones con baños completos, dos estancias, un comedor, jardín, alberca techada, desayunador, cinco lugares para estacionamiento entre otras muchas cosas, seguro le iba a gustar mucho a Ben.
Sin problemas pasé su cuerpo de la camilla a la cama de la habitación principal y en cuanto me aseguré de que todo estaba bien con sus signos vitales despedí de inmediato al equipo médico y estos se retiraron sin rechistar.
Miré su habitación, toda en mármol, que buen gusto de ese pescado eh?
Volví la vista hacia mi Benny, eran los últimos momentos a su lado y tenía que aprovechar aquello, tenía que memorizar cada centímetro de su piel, tenía que guardar con severa precisión en mis pensamientos el compás de su respiración, tenía que guardar a Ben en mi corazón, protegido por todo lo que sentía por él... Me acerqué a sus labios y le plantee un beso de amor verdadero, un beso que le daba su libertad de nuevo, sin importar el precio pues él lo valía todo! Todo! Todo lo que tenía era de él pues Ben era todo lo que siempre había querido. Todo lo que había deseado y eso en un ser como yo era un pecado. Toda mi avaricia se iba por un barranco sin él.
Este apenas se movió, el sedante no se disiparía hasta la mañana, era un buen momento para irme, así sin despedidas ni palabras... Era un buen momento pero en lugar de irme me recosté a su lado en la cama y acaricié sus mejillas y sus cabellos, así hasta que la mañana me alcanzó y tuve que cerrar las cortinas ante ese sol italiano que juzgaba mi cobardía de no haberme apartado de su lado a tiempo para que no me viera.
Cuando comenzó a reaccionar me aparte de él y me senté en la silla más lejana a su cama pero no me marché de su habitación, solo me senté a verlo ahora de lejos; me prohibí a mi mismo el tocarlo, si lo tocaba no podría detenerme y terminaría rogando su amor.
Estuvo más consciente pasadas las diez de la mañana.
-Ouch! Maldición que tanto bebí?
Miré como se revolvía en las cobijas y con una voz lúgubre dije.
- Te pediré un servicio de desayuno.
- Ah?! Kuri?- Dijo apenado y yo me levanté y jale una campana logrando que este se quejara amargamente- Auuuuuch! Cállate Kuri! Maldición!
De inmediato entró una muchacha, le dije en perfecto italiano que debía traer un servicio para el amo a la brevedad, ella asintió y rápidamente le ordené retirarse.
- Por que demonios estás hablando italiano? No me digas que es otra excentricidad tuya, ósea no es que no me guste pero...
- Ben...
El castaño se enderezó y miro a su alrededor.
- Oh rayos Kuri donde estamos? No me digas que vinimos a un hotel? Por qué si hiciste cochinadas conmigo yo no estaba consciente, eso se llama abuso de confianza eh? .
- No te hice nada Ben- Dije ocultándome en la esquina más oscura de nuevo- Estamos en Roma.
- Ah? Roma?
Esté soltó una risa como si yo hubiera dicho una broma y luego de buscarme con la mirada en la oscuridad se levantó de la cama aun confundido a confirmar lo que le había dicho.
La luz del sol de Italia le pegó directo a la cara causándole dolor por los efectos aún del sedante, Ben de inmediato medio cerró la cortina y se sentó en la cama.
- Demonios Kuri volviste a lucirte eh? Bueno no era necesario pero acepto el regalo, gracias. Cuántos días estaremos aquí?
Al responder me sentí tan pequeño y miserable pero aún así lo hice.
- Yo regreso hoy mismo.
- Ah qué mal... Creí que pasaríamos más... Espera que? Cómo que yo regreso....
- Tu te vas a quedar aquí Ben.
- Que? Oye Kuri no es gracioso.
Dijo este poniéndose en pie de inmediato y buscándome la cara.
- No es una broma ni nada. Vine a dejarte en libertad.
- Que?! Que demonios dices?
- Ben... Yo... Bueno recuerdas cuando me enteré de que no podría volver a moverme en el hospital? Ese día yo te pedí que te quedarás conmigo en lo que algo sucedía y te prometí que después de eso podrías ser libre, lo recuerdas?
Ben me miro aterrado y asintió.
- Hoy voy a honrar esa promesa y a cumplirla...Ben?
- Kuri....
- Te devuelvo tu libertad, yo... Te devuelvo tu libertad y en compensación por todo lo que te hice pasar, por tener que cuidarme y hacerlo tan bien, por ser bueno conmigo, por soportar mi terrible existencia y el que te tocará sin tu permiso te dejo una compensación en dinero, 77 millones de libras que ya tienes en una cuenta, está casa y un coche que llegara pronto, además de que ya tienes asegurada la entrada a la mejor universidad de tu elección, podrás hacer lo que quieras con tu vida pues de ahora en adelante solo te pertenece a ti.
- Kuri... Que... Demonios... Dices?!- Gritó esto último.
Ben intento a traspiés ir hasta donde estaba yo pero seguía muy afectado por los efectos colaterales de la sedación.
- Kuri di algo maldición! Que idiotez estás haciendo? No puedes dejarme aquí nada más.
Sus ojos estaban encendidos, nunca antes lo había visto así. Ben era lo único que había amado en mi maldita existencia y ahora tenía que dejarlo ir, pero era eso o condenarlo?
-Maldición Kuri di algo! Di algo! Por qué haces esto? Que acaso no me quieres? No me quieres ni un poco?
Yo me oculte más en la oscuridad, miré al piso y apreté los puños pues me estaba quemando a mi mismo por lo que iba a decir.
- Kuri, dime algo!
- No! -Dije tragándome mi orgullo- No te quiero, yo solo te ambicioné, no te hagas ideas niño, ya sabes que yo no puedo amar a alguien.
Un certero almohadazo me dio en la cabeza y luego otro y otro más.
- Cobarde! Mírate nada más, como esperas que te crea eso sí no me das la cara?! Eres un cobarde Kuri! Por qué haces eso?
- Perdón Ben...
- Sabes que? No importa, quizás pienses que te vas a deshacer así de fácil de mi pero te seguiré a donde vayas!
- No puedes, no tienes pasaporte y no tendrás uno, todo está arreglado para que nunca vuelvas a salir de Roma, intenta cuanto puedas pero no podrás salir de aquí, vive tu vida y déjame en paz.
- Maldito idiota! Y acaso crees que puedo vivir mi vida así? Y mi hermana?
- Ella ya es hija de Sid legalmente, se quedará en Londres y te prometo que la protegeré por siempre.
Un atinado florero se impactó contra mi cráneo y luego un espejo.
- Que pedazo de mierda eres! Me quitaste a Aramis y ahora me vas a abandonar? Me vas a dejar encerrado aquí? Que carajos te hice?
- Es por tu bien Ben...
- A la mierda eso! Farsante idiota! Dices que no me quieres y haces esto por mí bien? No puedes hacerme esto Kuri, no puedes!
- En verdad lo siento Ben, tengo que irme. Si das problemas los espectros de la sede vendrán por ti y te encerraran en un sanatorio mental y no podré hacer nada así que pórtate bien, quieres?
- Kuri, no! Kuri! Por qué?
Dijo este y se arrodilló en la cama ya agotado de pelear.
- Por que estoy aprendiendo Ben, estoy aprendiendo aún....
- Kuri no me dejes libre aquí...
-Yo te hubiera llevado hasta el final de los tiempos conmigo pero...
- Te lo ruego!
Dijo este pegando la frente al colchón en una postura muy sumisa.
- Di algo... Kuri... Di algo que nos salve...
- Ben- Gire mi cabeza y este alzó la mirada para que se encontrará con la mía- Te amo, gracias por ser tan bueno conmigo.
Sus ojos color aguamarina fue la fotografía final perfecta, tome el picaporte de la puerta y lo gire, luego de eso salí rápidamente dejándolo ahí. Dejando el corazón con su único y verdadero dueño.
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Del libro de Sid.

De rodillas.
Me estaba volviendo loco, cada día que pasaba y no podía tomar venganza con aquel que había osado tocar mi propiedad, y es que yo sabía bien que si tocaba al oficial no solo tendría problemas con la sede sino lo más preocupante era que perdería a Steph. Maldición! Había intentado olvidarme de eso y seguir con mi existencia hasta ese día que él llegó corriendo con ese olor fresco de su enjuague de cabello y de su jabón perfumado, su mente estaba abrumada; intentaba esconder algo y Steph era tan transparente que de inmediato localicé la cara del perro policía en medio de todos esos distractores baratos que su cabeza quería ofrecerme, sentí que reventaría de la furia, sentí que iba a desparecer en ese instante, intenté contener el fuego en mi, pero entre más hacia eso más me quemaba, acaso eso era dolor? Por suerte para mí, Roja salió y corrió hacia mi, me pidió que la subiera en brazos y comenzó a hablar sin parar, eso me salvó, eso hizo que me contuviera un poco, solo hasta que los dejé en la clase de piano de roja.
-No te vas a quedar?
- Olvide que tenía un contrato importante que debía atender pero mañana pasaremos la tarde juntos bien?
- Bueno, está mejor que seas más responsable con la empresa Sid, no puedes llevar esta a la quiebra, eh?
Le di un beso en la frente al rubio y sentí de nuevo ese fuego interno que me quemaba.
- No lo haré. Pórtate bien Steph te amo.
- Si, también te amo.
Esa frase sonó un poco vacía. Decidí marcharme pronto pues si no lo hacía sabía que todo terminaría y no quería eso. Fui a donde Elliot a implorarle su favor.
- Que?! Que?!
- Por favor pelea conmigo!
- Pero Sid sabes que si peleamos nada favorable saldrá.
- Elliot si no peleas conmigo voy a desaparecer.
Elliot frunció el seño y Kanon me miró extrañado.
- Es Steph, verdad?
Asentí y Elliot se paró y dijo a Kanon.
- No te metas mi amado, soy bien capaz de pelear con un Leviatán. Espera al atardecer e iremos mar adentro, si lo que buscas es sacar tu dolor no solo te voy a ayudar sino que te voy a enseñar y haremos más interesante el asunto.
Esperé en su casa hasta que el sol se ocultó y Elliot y yo fuimos mar adentro a pelear, fue muy productivo aquello ya que no solo nos dimos sin ningún reparó sino también teníamos a los enemigos lanzando centellas. Elliot era un espectro muy poderoso y podía decir que aunque llevaba muchos años en su asamblea apenas podía visualizar el por qué le decían el asesino y justificar esa fama que tenía. Un digno discípulo de Jasy Jatere.
Peleamos hasta bien entrada la madrugada y después de agradecerle fui al lado del rubio que ya se había dormido. Miré a Steph que lucía tan desenfadado de todo, ajeno al enorme poder que tenía sobre mi, ese rubio que estaba profundamente dormido con aquel short tan pegado que incluso se marcaban sus partes, un ángel sumido en sueños con la boca medio abierta.
Me senté junto a él y le besé.
- Te amo, te amo tanto que no me importa quemarme en el infierno Steph, solo no me abandones.
Comencé a frotar su perineo y este balbuceo algo que no entendí, luego metí mi mano en su ropa interior y sentí como éste temblaba, me incliné y le plantee un beso. Mis manos se movían solas para bajarle el pantalón y el calzón con cuidado de no despertarlo y cuando lo conseguí besé su entrepierna y comencé a chupar su sexo. Sus piernas carnosas se estremecieron por mis labios ágiles y este volvió a balbucear algo mas entendible.
- Me... Me hashes conquillas...
Dijo pintando una sonrisa en los labios. Me sentí feliz de verlo sonreír hasta en sus sueños y seguí con mi tarea de hacerle sexo oral, eso hasta que un nuevo estremecimiento le hizo correrse y este paladeo un poco y soltó aquello que incendió mi interior.
- Bashta! Oh Basssta Whip.
Ese nombre... No era el mío... Solté sus muslos y miré el líquido que corría por su entrepierna, no lo había causado yo, él estaba soñando con ese imbécil. No podía soportar más aquello, no podía, así que dejé medio desnudo al rubio y salí volando de ahí para tomar mucha altura, más y más conforme los segundos pasaban, pero no pasó mucho cuando los enemigos se dieron cuenta y sus impactos se dejaron caer sobre mi pero yo intentaba evadirlos y ganar más y más altura, eso hasta que uno de sus relámpagos me tomo por sorpresa y pego en mi ala izquierda causando que me desplomara y fuera a impactar contra el Támesis donde permanecí sumergido hasta la tarde siguiente que salí de ahí.
Desde ese día cada que Steph pensaba en el policía, en lo que había pasado, en la culpa que sentía o en abandonarme iba con Elliot y le pedía pelear y no fue distinto el día del cumpleaños de Benedetto. Al parecer el tiempo no aliviaba nada el malestar de mi rubio, para nada el mío y Roja ya e habías percatado de ello.
- Que pasa Papi?
Tomé a la pequeña de la mano y decidí hablar con ella.
- Roja, tengo miedo.
Sus ojos me miraron confundidos y luego abrió sus brazos a mi, donde de inmediato me refugie.
- Es por Stephy.
- Roja, ayúdame.
- Papi, también tengo miedo. No quiero que Stephy y tú se peleen, no quiero que Beni se marche.
- Tampoco quiero nada de eso pero sabes y sé que no importa a donde se vaya Ben siempre estarán juntos, además yo te llevaré al verlo si eres buena... Roja uno solo dice adiós la gente que de verdad quiere dejar ir, así que cuando tú no quieres dejar a alguien solo dices hasta pronto. Eres una niña tonta si piensas que la distancia es perder a alguien, siempre llevamos con nosotros a los que amamos y tú no me pareces una niña tonta.
- Lo sé papi, es solo que... Cuando pienso en todo eso que vamos a perder me da frío adentro, por qué se que los vamos a extrañar mucho.
Esta me abrazó y por un momento pude sentir su angustia, ese sentimiento que emanaba de ese resplandor... Que demonios era Roja por qué en ese momento supe que no era una humana común. Al fin la entregamos a Ben y partimos hacia Mousetrapp pero Steph parecía muy agitado.
-Que le dijiste a Roja?
- Por?- Respondí sin mirarle.
- Por que no se te habrá ocurrido ser insensible verdad?
- Eso depende de qué es insensible para ti? Tu eres muy sensible Steph.
- Sid!- Dijo ya irritado.
Intenté sonreír y mostrarme sereno pero solo salió un gesto amargo.
- Últimamente estás algo irritado, hay algo que te moleste Steph?-Pregunté estúpidamente, en verdad no tenía escuchar una respuesta sincera.
- Que carajos?! No! Tu me irritas! Demasiado! Ahora dime qué le dijiste a Roja?!
- Lo que pienso.
- Ah sí? y que piensas?
- Que solo dice adiós la gente que de verdad lo piensa así, cuando tú no quieres dejar a alguien solo dices hasta pronto. Y qué es tonta la gente que piensa que la distancia es perder a alguien, siempre llevamos con nosotros a los que amamos, por ejemplo yo siempre te tengo conmigo. Pasa algo Steph?
De nuevo sintió esa culpa y yo intenté controlarme.
- No!
Este de inmediato se volteó para evitarme pero entonces lo jalé hacia mi mientras esperábamos que la luz del semáforo se tornara en verde y le plantee un beso apasionado y desesperado que se volvió más y más desesperado cuando él pensó aquello..." Sid... No te quiero dejar ir pero no puedo seguir... No puedo...". Tuve que soltarlo y seguir pues el verde del semáforo nos jugo una treta sucia.
Al llegar a Mousetrapp ya estaban ahí Elliot y Kanon. De inmediato Elliot me lanzó una mirada sin que nuestros acompañantes pudieran darse cuenta de ello.
-Hola Steph!
- Hola Elliot! Sid, no vienes?
- No, tengo cosas que hacer, en cuanto desocupes a Elliot puedes decirle que si va a mi despacho?
- Ah? Si! Claro!
Steph se dio media vuelta y pude ver sus hermosas caderas y su trasero jugoso, me sentí sediento de el y le tome por la muñeca para pegarlo contra mi pecho.
- Te amo Steph, muchísimo- Le dije de manera débil.
- Yo también Sid.
- No! No entiendes Steph, yo te amo demasiado, más que a nada en el mundo.
No pude más y lo bese con la fuerza del mar, comencé a manosearlo con algo de ímpetu mientras este se retorcía en mis brazos, eso hasta que pensó " Sid! Basta!" pero yo no podía soltarlo, quería que Steph se quedará muy dentro de mi, quería sentir ese sentimiento de ser amado mas que a nada en el mundo, pero solo fui puesto en evidencia por el albino.
- Lo vas a matar con tu amor.
- No te metas!
- Bueno pero dudo que Steph quiera que te desaparezcan solo por comerte a un rubio tonto.
- Elliot!- Se quejó mi amado rubio tonto.
- Lo siento Steph, es la costumbre. Dime en qué más ayudo?
- Osh! En nada! Sid quiere que lo ayudes en algo en si. Sid?
- Dime Steph?
- Suéltame ya que tengo mucho que hacer!
- Steph...
Yo le busque la mirada con desespero y entonces mi mundo y mi existencia completa se vinieron abajo cuando el pensó " Lo sabe!".
- Te amo- Afirme sin dudas.
- Yo también ahora déjame terminar mi trabajo.
Sentí ese fuego quemarme tan adentro y tuve que dejarlo ir, sentir como huía de mí y mi miserable existencia mientras seguía quemando mi interior con esos pensamientos...
"No puede ser que supiera algo o si? No! Yo no he pensado en ello, bueno más que ahorita y esa desesperación no es nueva, Sid ha estado muy raro durante todo este tiempo...Si! Desde que le confesé mi engaño.... Quizás aún no me ha perdonado."
Elliot me tomo de la mano y dijo:
- De nuevo el dolor?
Yo solo asentí con la mirada pérdida
- Entonces andando.
Nos dirigimos de nuevo a pelear océano adentro pero está vez Elliot me dio una buena paliza, ya que yo estaba muy desconcentrado, e incluso uno de los rayos del enemigo me alcanzó debido a mi poco interés de esquivarlo.
- Sid hay que regresar.
- Lo siento Elliot, he sido yo el que te ha pedido venir a pelear y he sido yo el que te ha defraudado.
- Que cosas dices? Mírate nada más, debes de guardar el temple o las cosas van a salir mal.
Solo asentí, fuimos a cambiarnos la ropa rota y regresamos a la fiesta la cual aún no comenzaba, me senté con Steph un rato y cuando al fin llegó el cumpleañero y pudimos iniciar la fiesta con otra estupidez de la Lilim.
Steph como siempre medio las cosas para que yo no peleará con ella y mira que si tenía ganas de una buena pelea, Elliot era bueno pero nunca estaba de más sacar un coraje sincero a golpes y Elliot no era mi blanco ideal para eso. Al fin Steph se puso a hablar con Ben y yo con Elliot y Kanon pero en todo momento estuve al pendiente de la cabeza del rubio, de sus pensamientos. También por eso mismo cuando la Lilim se acercó a hablarle preste suma atención y entonces me enteré de lo que hablaban pues el rubio repetía todo en su cabeza a manera de intentar comprender lo que la mujer le decía.
"Por que se que no vas a querer acabar con Sid de manera rápida, creerás que ser piadoso es lo mejor pero tú no te vas a dar cuenta de cuánto lo vas a hacer sufrir..."
Que demonios pretendía esa mujer? Steph no podía parar de pensar como no dañarme y que yo merecía algo mejor, pero que cabeza dura! Yo lo único que merecía era su amor, no deseaba más que eso y nada más importaba. Carajo!
No pude soportar más y le busque la mirada, este puso una expresión rara, parecía desconcertado pero no tarde mucho en averiguar el por qué, maldición! Había mostrado mi debilidad a él. Steph sabía que yo sabía su secreto. Estaba dispuesto a ir y poner a esa mujerzuela en su sitio cuando estos terminaron con su charla pero la clara intención de Steph de ponerse borracho me obligó a dejar colgados a Elliot y a Kanon para frenarle el plan al rubio que parecía muy afectado.
- Tranquilo Steph, no quiero que comiences a cantar tan temprano y menos por qué tú repertorio solo incluye canciones femeninas.
- Osh Sid que pesado eres! Acaso no puedo beber a gusto en una fiesta sin que me fastidies?.
- Sí, sí puedes; lo que no puedes es beber a disgusto por qué una Lilim te fastidió así que ven, mejor siéntate un rato a mi lado.
Lo tome con gentileza de la mano y lo lleve a sentar a donde estaban los demás, no podría lidiar en ese momento con una charla uno a uno con Steph pues tampoco estaba muy centrado en mis cabales, así que me pareció buena idea integrarnos a la comitiva pero Steph no hizo el mínimo esfuerzo y siguió bebiendo, casi todos notaron el estado poco conveniente de mi rubio y poco a poco se retiraron con el pretexto de que había que preparar el pastel, al final nos quedamos solos y tuve que ponerle un alto definitivo a su clara intención de borrachera.
- Steph deja de beber.
- Sid?
- Si?
Apenas reaccionó a que los demás se habían ido.
-Los demás están alistándose para cantar feliz cumpleaños a Benny, hay que ir nosotros también. Quieres que te cargue? O quieres ir a casa ya? Es más de media noche, será mejor que te lleve a casa Steph.
- Sid... Yo... Yo...
Este pensó en las palabras de la Lilim y en esa promesa desconocida para mi.
- Steph que sucede? Que juraste?
- Sal de mi mente!
- Lo has gritado. Vamos estás muy bebido.
- Sid... Yo no quiero... Yo...No...
Maldición, de nuevo esa Lilim en su cabeza, hablando de aquello..."Steph si vas a matar a Sid hazlo bien pues si no es de esa manera e intentas ser amable solo será añadirle un sufrimiento extra". Mi rubio entró en una desesperación terrible pues según él no quería hacerme daño y solo pensaba en ser libre. Libre... Acaso no se sentía libre conmigo? Steph no quiero que te sientas así... De nuevo ese calor interior, quemaba, demasiado...
- Steph, tranquilo, nada va a pasar, solo tienes que levantarte e intentar de nuevo. Yo voy a estar siempre contigo.
- Sid!
Me obligue a no escuchar lo que su mente gritaba pues si seguía escuchando el infierno en mi interior se desataría. Lo ayude sujetándolo por la cintura y fuimos a cantarle a Benedetto feliz cumpleaños aunque entre nosotros los espectros la tensión se sentía palpable.
Durante un rato más todo fue paz hasta que Steph fijo la vista en Kuri y Ben, pensaba en como podría hacer que lo nuestro perdurará, pero yo no entendía aquello, para mí era fácil, amaba a Steph y lo amaría por siempre, jamás en mi existencia volvería a amar a alguien a menos que Steph atara mi corazón a una maldición como Glenn lo hizo, de otra forma no había poder posible que me hiciera dejar de amarlo. Entonces, que problema había con el corazón humano que no era constante?
- Benny!- Grito mi rubio al ver a Benedetto desvanecerse.
-Tranquilízate Steph, él está bien, solo es el sedante que le administraron.
- Sedante?
- Se terminó la fiesta, gracias a todos por venir- Alegó Kuri destrozado pues le tocaba cumplir su parte.
- Kuri espera! No puedes hacerle eso a Benny!
- No te metas Steph.
Le dije intentado evitar la confrontación con un Ruso herido. Pero Steph era hábil para meterse en líos.
- Maldito idiota! No sabes que daño le vas a hacer si le haces eso! Él te ama! Lo sé!
Todos sabíamos que eso había sido un grave error y entonces Kuri se giró y por primera vez puso un alto al rubio.
- Si lo sé, quizás sea tan idiota como tú Steph, que tampoco a tu edad mides el daño que harás al romperle el corazón a Sid.
La mente de Steph al oír esto se fragmento y yo corrí a Kuri de inmediato mientras ocultaba la mirada en el piso. Steph grito en su mente aquello.
" Todos sabían que yo estaba traicionando a Sid y nadie había dicho nada?!"
Desgraciadamente esto lo desquicio un poco o bastante y su corazón disparo su presión, el rubio se puso rojo y al primer paso que dio Elliot saco su látigo tan rápidamente que cuando me di cuenta este ya le había sujetado un tobillo para que se tropezara con su otro pie y fue a dar al suelo quedando inconsciente por completo.
- Asamblea de Londres, escúchenme bien por qué no lo voy a volver a decir, odio repetir las cosas, los problemas de Leviatán y Steph son de ellos, pueden tener su propia opinión pero si alguien intervienen se las verá conmigo... De igual manera va para Kuri y Ben. Nadie puede intervenir.
Miré a Elliot y este me dijo:
- Eso también va para Steph, ahora llévalo a casa.
Comprendí que Elliot podía ser a veces poco ortodoxo pero muy razonable pues había dejado a Steph fuera de combate para evitar el conflicto.
Me cargué al rubio en los hombros y lo deje en su cama ya con pijama y todo. Le metí en mis brazos y sentí aquel calor... Steph hazme daño pero por favor no me dejes nunca, nunca, por qué tú lo eres todo.
Al día siguiente las cosas no mejoraron cuando Steph estuvo despierto, por el contrario, este estaba de un humor terrible por la jaqueca que se cargaba y por qué su mente no dejaba de pensar en mí como si estuviera desahuciado y en él cómo si fuera un terrible cáncer, yo intenté reconfortarlo pero lo único que saqué de aquello fue un " Lárgate Sid" y de mala gana tuve que retirarme.
Estuve encerrado en mi oficina cuando el lunes siguiente Steph se presentó ahí a media mañana, como era su costumbre no tocó la puerta sino se metió y comenzó a llamarme en voz queda entre la oscuridad inundando son su delicioso olor natural el lugar.
- Sid? Estás aquí?
Este intentaba avanzar entre el desastre de papeles y cosas que había causado la mudanza de la oficina en Moonlight hasta esta en Redmoon,
y mis pocas o nulas ganas de acomodar algo se habían ido con todo lo que había sucedido entre Steph y yo, no había nada más que ocupará mi cabeza que lograr que Steph me amara y se quedará a mi lado, de ahí en fuera nada más era importante.
- Sid? Oye Sid ven aquí!
Su cabeza pensaba a gritos aquello de que yo tenía un muladar y que debía ser más ordenado con mis cosas, sonreí de lado al pensar en quien venía a decir eso, alguien que tampoco gustaba de ser muy ordenado, pero todo eso pasó acá segundo plano cuando el rubio tropezó y casi se va de frente contra el escritorio de madera, de inmediato me moví y lo atrapé en mis brazos para que no se partiera en dos la cabeza.
- Steph estás bien?
- Sid! Vaya por fin!
- Ven, ven a sentarte!
Lo subí en mis brazos para llevarlo hasta la sala de juntas que estaba atrás de la oficina.
- Sid bajame estoy bien.
- No! No quiero que vuelvas a tropezar y te puedas hacer daño.
- Si no quieres que me pase algo ponte a limpiar!- Dijo excitado de una manera muy linda y graciosa.
- Eso no es importante Steph.
- Osh Sid, siempre dices eso para zafarte del problema pero nunca resulta.
Yo lo puse en la mesa de la sala de juntas y de inmediato encendí la luz para revisar si tenía algún daño.
- Estoy bien Sid.
Vi su rostro, tenía alguna preocupación y ya bien podía yo saber cuál era pero al ver sus labios el tiempo se detuvo, Steph era único, no podía haber criatura más hermosa que él en el mundo y estaba hecho para mí, la única cosa buena que me había dejado Glenn, un impulso terrible me asalto y de inmediato pegue mis labios a los de él para transmitir toda esa admiración y amor que sentía por él. Este disfruto el beso unos momentos pero me paró en seco cuando yo suavemente intenté recostarlo sobre la mesa.
- Sid espera!
- No quiero Steph, te necesito ya mismo.
- No! Por favor, hablemos.
- No quiero, quiero estar dentro de ti.
- Pero yo sí quiero hablar, es algo que necesito hacer.
Este mencionó una necesidad suya y eso era una prioridad para mí.
- De que quieres hablar?
- Sid yo...
De inmediato su cabeza comenzó a pensar en lo que esté había hecho con el perro policía y yo no soporte y cerré los puños.
- No quiero hablar de eso Steph, no quiero saber.
- Pero lo sabes, y yo sé que lo sabes tú y toda la asamblea. Por que no me dijiste que lo sabías?
- Por que no era importante y no lo es.
- Yo creo que sí es importante Sid.
- Steph, a mi no me importa, lo único que me importa es tu amor, que sea mío, un error cualquiera lo comete y más un humano, están llenos de errores. Yo lo entiendo, dime qué tú también.
- Sid...
- Dímelo!
- Sid yo... Yo sé que eso es verdad...Pero esto no fue un error.
Le di la espalda pues no quería escuchar aquello.
- Bueno entonces solo hay que olvidarnos de que paso y ya.
- Sid, tu no puedes hacer eso, sé que te ocurre, sé que estas enojado y mucho, sé que quieres matarme quizás....
- A ese policía infeliz, no a ti, solo a él.
- Agradezco que no hayas ido a matarlo pero no podemos seguir sin hablar de esto. Yo... Yo volví a meterme en la cama con Whip y está vez fue por mi, yo le busque en su casa....
Steph comenzó a contarme cómo, cuando y donde sin que yo se lo pidiera, en si no quería escuchar ya nada, dentro de mi un infierno comenzaba a desatarse, el calor se hacía intenso y yo quería solo buscar a ese infeliz y dejarle bien muerto por haber tocado y comido de lo mío pero tuve que sentarme y escuchar hasta que él terminó.
- Esa es toda la verdad Sid.
- Que bueno, ahora hay que tener sexo salvaje y se arregla todo Steph.
- Sid... No es tan fácil.
- Si lo es... Solo que tú no lo ves así por qué eres humano, pero no hay más; ya te sinceraste y ahora puedes ser libre y seguir con tu vida a mi lado.
- Sid?
- Steph?
- Te amo mucho Sid, has sido mi primer amor verdadero.
El tono de esas palabras no me gustaban en absoluto, el rubio extendió su mano y tocó mi mejilla mientras sus ojos se clavaron en los míos.
- Contigo crecí muchísimo y además me diste tanto que es imposible que yo pudiera darte algo a cambio.
- No tienes que darme nada más que tu amor Steph.
Dije tomando su mano y pegándola más contra mi mejilla.
- Sid este amor siempre será tuyo, siempre.
Cerré los ojos y sabía que tenía que hacer lo que fuese para salir de esta, un día más, necesitaba salir de esto un día más... El rubio bonito pensó aquello que yo más tenía y me adelante de inmediato.
- Steph no digas más por favor.
- Sid...
- No quiero escuchar eso...
- No puedo Sid...
La manos de mi pequeño rubio cobarde comenzaron a temblar y entonces este volvió a guardársela para sí mismo. Podía yo en ese instante ver a través de él y de todo aquello, ya no tenía fuerzas de seguir luchando contra el infierno dentro de mi y él en su cabeza afianzaba de nuevo la idea de decir aquello con más decisión, junte las manos en intenté estar preparado para escucharlo, al cabo de unos minutos de silencio el habló.
- Sid, creo que debemos terminar con esto.
- No.
Dije en ese mismo segundo.
- Sid...
- Te amo Steph, tú me amas?
- Sid no se trata de eso...
- Me amas o no Steph?
- Si, te amo Sid.
- Entonces estar separados es tonto.
Steph soltó una risita divertida y respondió:
- Si lo es... Pero es necesario.
De inmediato subi la vista y cuestioné.
- Para que sería necesario algo así?
- Para que yo pueda crecer Sid, ser libre y ver cómo el mundo es sin ti.
- Para que quieres hacer eso?
- Por que lo necesito, sabes? Cada que te vas yo... Pierdo la cabeza y enloquezco de esta manera tan horrible que es ridículo....- Este sonrió amargamente y continuó- No sé estar sin ti Sid y eso no está bien, no es el caso en absoluto, necesito poder vivir sin ti.
- Pero ya no me voy a ir a ninguna parte, además yo tampoco puedo vivir sin ti.
Steph de inmediato busco mi mirada.
- Necesitamos crecer separados Sid por qué juntos quizás nos hacemos mucho daño.
- No! Eso está mal- Negué al ver sus ojos negros nublados.
- Es necesario Sid, lo siento.
Dijo este y bajo de la mesa en donde yo lo había puesto.
- Esto es todo... Lo siento.
Steph comenzó a caminar pero de inmediato lo retuve por la muñeca y me puse de rodillas.
- Steph por favor, te amo, no me dejes!
- Sid!
Dijo este mirándome con una sorpresa absoluta.
- Steph no me apartes de tu lado por favor, no lo hagas, dame una oportunidad. Una mas, déjame saber que hice mal y déjame repararlo... Te amo, por favor no me dejes.
- Sid no hiciste nada mal, es solo que... Bueno creo que no es bueno estar juntos, primero debemos crecer y....
- No entiendo... Dime, es el policía?
- Sid... Vamos no seas necio, Whip...
Yo lo mire con firmeza intentando que sus ojos negros me dijeran la verdad pero este solo se hincó a mi lado y dijo.
- En parte, en parte es por qué tú eres todo mi mundo, todo lo que conozco y cuando no estás y estoy en el mundo real me parece todo desconcertante y extraño y entonces...Ahí está él, ahí está Whip tomando mi mano y haciendo menos pesada la tarea de vivir como debería... Él...- Dijo sonriendo de manera inconsciente- Él es como yo, sabes? Comprende todo lo que es ser...
- Humano?
- Si, entiende el hambre y el miedo y ve el mundo como yo, las cosas buenas y malas que este tiene y además Whip comete errores, no es perfecto en absoluto y cuando estoy con él no tengo tanto miedo del mundo y cuando estoy sin él tampoco por qué crezco y él también.
-No... No comprendo Steph...
- Sid te amo, tú eres el amor de mi vida pero... Si estamos juntos no crecemos ni avanzamos hacia ningún lado, no somos libres uno del otro Sid.
Cada palabra que decía me quemaba por dentro y ese incendio no sería fácil de apagar.
- Stephan por favor...- Rogué con la vista en el piso- Por favor, no me dejes, debe haber una forma de crecer sin que nos separemos....
- Sid yo no creo que...
- Por favor no!- Le interrumpí.
- Mmmh bueno mira no hagamos una ruptura inmediata, más bien darnos un poco de espacio, veremos cómo va la cosa está semana; si resulta podemos implementarlo en nuestra relación. Que te parece?
Yo asentí de inmediato al fin una luz brillaba para mi en medio de esa oscuridad.
- Lo que tú quieras Steph, solo no me dejes.
Él me miró entre apenado y pensando que eso no resultaría pero yo haría todo lo que estuviera en mi para no separarme de él jamás, aunque eso significaría arder en mi propio infierno.

 

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