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ESPECTRO... DE DOLOR L2 por Lory Backon

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Notas del capitulo:

Hola a todos!

Gracias por leer y por comentar, leer sus opiniones me motiva a seguir! en verdad gracias.

Ahora en el próximo capitulo... Steph termina con Sid pero...será definitivo?

No se lo pierdan y recuerden que está la página de facebook por si quieren checar ahí hay material de espectro!

 

82: Llamadas de atención anónimas P1

Del libro de Kuri.
Llamadas por cobrar.

Beny.... Beny... Beny... Había permanecido en silencio desde que lo había abandonado.

Había salido de su nueva casa y de su vida dispuesto a ser achicharrado por el poco piadoso sol de Italia pero no di ni dos pasos fuera de la casa de Ben cuando un lujoso Mercedes Benz se me interpuso en el camino y por el grado de polarización de los vidrios yo sabía de quién era... La sede estaba ahí para cobrarme aquellos meses de felicidad... De inmediato y sin ganas de hacerlo abordé y fui conducido hasta la antesala del maestro.

- Príncipe de Mammon.

De inmediato me levanté y me arrodille ante la señora Syn.

-Mi señora.

- El maestro K. esta indispuesto a recibirte debido a tantas faltas, es lo más conveniente para ti y lo sabes, es debido al amor que te profesa el demonio y actual príncipe de Mammon que existes y nada más. El mismo maestro K. se siente algo disgustado con tu desempeño estos últimos años pero no puede desobedecer ninguna orden de los hermosos príncipes así que sabes bien que está vez no tendrás castigo más sin embargo debes saber una cosa espectro de Mammon, el maestro K. Ni la sede tolerará otro error, por lo que se asignará a un nuevo líder en Rusia, no se sabe cuándo pero debes saber que cuando la partícula sea liberada y encarne en un cuerpo, tu mismo serás el encargado de ser su maestro y líder hasta que esté pueda asumir el cargo de la asamblea de Rusia.

Que?! Me querían imponer un discípulo?!

- Esto será pronto señora Syn?

- No lo sé; quizás, no de inmediato pues supongo su majestad el príncipe de Mammon está exhausto después de lo que sucedió pero quizás sea en unos años, no lo sé, se te informará cuando suceda y debes acatar las indicaciones que se te den. Entendido?

- Si mi señora Syn.

- Cuando ese nuevo líder mande sobre la asamblea de Rusia debes intégrate por completo a la asamblea de Londres o hacer lo que se te instruya en el momento.

- Si señora.

- Ahora bien por el momento sigues siendo líder de asamblea y debes saber que el maestro no quiere otro conflicto o llevará eso a los poderes superiores entendido?

- Si mi señora Syn, no habrá más problemas.

Claro que no los habría por qué el único que quedaba de mi asamblea era yo.

- Sé que eres el único que queda de tu asamblea señor de Mammon por eso lo digo.

Era imposible leer la mente o tener alguna habilidad en los dominios del maestro y por eso ella había podido adivinar mi pensamiento.

- Buena masacre que hicieron tú y Nannar con los de Rusia... En fin, una última cosa, sobre el humano...

Que quería con Ben?! De inmediato alce la vista y ella reprochó con un gesto hostil eso, así que de inmediato la baje de nuevo.

- No puedes volver a tener contacto con él, no podemos borrar su mente gracias al libre albedrío humano pero te lo aseguro que en cuanto este lo pida en la mínima oportunidad lo haremos, el humano tiene un alma buena; como no saliste afectado no lo entiendo pero recuerda es tabú estar con un humano sin contrato y es tabú darle a un humano bueno un contrato. Tenlo en mente siempre.

- Si señora Syn.

- Ahora vete y no des más problemas al maestro.

- Si señora Syn.

De inmediato me levanté y di media vuelta para marcharme pero entonces ella me interrumpió.

- Espera joven príncipe de Mammon!

- Dígame, señora?

- Como está el premio del maestro K.?

Steph? Esta era un pregunta poco usual.

- Ah bien, bien Stephan está bien.

- Y el Leviatán?

- Sid también está bien.

Ella me miró con detenimiento unos momentos y yo reformé mi convicción de que todo estaba bien entre ellos pero ella afilo la mirada y luego dijo.

- Tendré que preparar la habitación del maestro para la ocasión, buen viaje joven príncipe.

Yo no entendí lo primero solo asentí y salí de aquel sitio horrible para regresar a la asamblea un par de días después. No volvería a hablar con Ben ni a verle o escuchar su dulce voz... O eso creí hasta que comenzó a llamar de manera insistente y hasta casi obsesiva.

Las primeras veces que llamó nada más por la clave del país supe que era él y decidí no contestar pero su absurda insistencia me incitó a contestarle y es que una noche llamo hasta 240 veces seguidas! Mierda! Que ese mocoso no dormía o que?

Decidí entonces contestar pero no hablarle y fue que comencé a escuchar sus reclamos, dejaba sonar un par de veces el timbre y luego descolgaba para no decir nada y escuchar lo que tenía que decir el italiano al otro lado de la bocina.

- Kuri? Kuri? Responde Kuri por favor... Kuri háblame! Kuri me hace daño! Lo sabes? Kuri por favor no me dejes aquí... Te ruego!

Le dejaba decir un par de cosas más y luego le colgaba y así sobrevivía por qué desde su partida yo había perdido de nuevo la poca vida que quedaba en mí.

A veces durante sus llamadas veía la foto de su pasaporte el cual me había llevado conmigo, no solo para que no pudiera salir de su país sino para recordarme que todo lo que yo tenía y amaba estaba resguardado por el más feroz de los dragones o los demonios... El maestro K.

También tenía su teléfono el cual me había quedado con el estúpido afán de que no se contactará conmigo pero Ben era más listo que yo y sabía bien el número de las empresas Moon, así que no había una posibilidad de que este se me dejara en paz más que apelar a que se cansará y terminará rindiéndose... Acaso Ben era así? No! Él nunca se rendía, esa era la única promesa que me quedaba en pie. Como yo pasaba en la oficina día y noche metido intentando evitar los recuerdos y por lógica la casa donde había vivido tan inmensamente feliz con Ben y Roja no fue nada extraño que una noche de Julio este marcó de nuevo a la oficina y yo volví a levantar la bocina sin decir nada.

- Kuri? Kuri contesta! Kuri maldición... Contesta... Kuri quiero que cumplas mi deseo, quiero regresar... Kuri créeme que quiero regresar, Kuri...Kuri tú pusiste toda esta distancia entre tu y yo, no sé con qué propósito pero créeme cuando te digo que no importa donde esté mi cuerpo ahí no estoy yo...Kuri... Por favor ya nos sabemos lo que es necesidad del otro... Por favor ven... Por favor...Aunque sea di algo... Si en algún momento te importé di algo...

Ben estaba borracho? Él pocas veces equivocaba el lenguaje y la manera en que arrastraba las palabras me parecía poco usual en él. La verdad no pensé en que violaba una regla, solo lo dije de forma espontánea:

- Ben estás bebido?

Este dio una exclamación de sorpresa y luego dijo con una evidente pena en el tono.

- Yo... Sí. Pero es que yo... Yo no se por que hiciste esto si yo no necesitaba esto, no necesitaba nada más que... Que estuvieras conmigo, Kuri se que quieres que yo crea algo falso para salvarme, para librar el que me condene a tu lado pero me hace más daño ahora el quedarme aquí, lo sé, Kuri yo sé que es bueno o malo para mí por favor, te ruego que vengas por mi, ven a verme si quieres aunque sea una hora, pero ven... Kuri te lo ruego déjate de idioteces.

Una leve sonrisa se formó en mis labios. Ben estaba igual que yo, sufriendo uno sin el otro, quizás era estúpido pero por un momento me sentí muy feliz. Además era el hecho de que este estaba bebido y yo nunca, nunca lo había visto u oído así. Su respiración pesada, tan humana, me sacó de mis pensamientos y de inmediato recordé la realidad que aplastó de golpe mi alegría.

- Ben no hagas tonterías, estás mejor ahora créeme.

- Kuri ti prego! Ti prego! Ti prego, non lasciarmi qui!

- No llames más Ben.

De inmediato colgué, todo esto era por su bien, si tan solo ese mocoso no tuviera esas agallas sabría que con esa simple respuesta todo había terminado pero Ben tenía muchas agallas y comenzaba a creer que esto sería por un buen, buen rato.

Volví a mi trabajo y cada llamada de él dejaba a la contestadora recibir sus llamadas, yo escuchaba en silencio y atento todos su reclamos pero no volví a hablarle, era el final de nuestro amor.... El final.

_________________________________________________________________________________________

- Steph?

Abrí los ojos de golpe y el rostro de Layla preocupado me quedo enfrente.

- Layla que... Que pasó?

- No sé, dime tú.

- Ah?

- Steph que haces aquí? Dime, te siente mal?

Ella de inmediato tocó mi frente y yo le dije.

- No... Bueno yo vine por qué... Sid atacó a Whip.

- Que?

Recordé lo que había sucedido y ella de inmediato leyó mi mente.

- Mhhhh supongo que era algo predecible.

- Layla que cosas dices?

- Que tú sabías bien que Sid debía estar lejos del oficial y de todo el que te pretenda... Sid es celoso a más.

- Ya lo sé pero él y yo ya no... Ya no andamos.

- Lo sé, pero Sid no.

- Como de que no! Ya he hablado con él! Mínimo han sido dos veces y nada! Sigue buscándome y haciendo esas cosas .. Esas cosas que él hace!- Hablé exaltado- Ay Layla ya no sé como hacerle entender que es mejor así, que es mejor para todos!

- Para todos?

Me sentí apenado y volví a mi tono usual.

- Ay Layla desde que ando con Sid y cuando él se fue y cuando lo busque solo sé que él es y ha sido mi mundo y es maravilloso! Pero ya tengo 31 años y no puede ser así por siempre, tengo que crecer y avanzar, ambos tenemos.

-Ambos?

Layla elevó las cejas como si no comprendiera de lo que hablaba.

-Sid me ama y yo a él pero cuando estamos separados es horrible, nosotros tenemos que aprender a vivir separados y poder crecer como entes individuales, tenemos que conocernos bien y eso no se puede dar si somos tan dependientes uno del otro.

- Steph yo creo que eso es bueno...

- En serio?

-Sí! Pero si anduvieras con un humano, no con un espectro y menos con un Leviatán.

- Ah?

- Entiende Steph, Sid es incambiable, el no piensa de la misma manera humana como haces tú, Sid puede estar siglos sin moverse. Deberías saber eso ya.

- Lo sé, lo sé; es solo que creo que debería intentar.

- Yo creo que no comprendes bien, lo que quiero decir es....

En ese momento justo salió el joven médico para hablar conmigo.

- Whipper? Familiares de June Whipper?

De inmediato me levanté y fui a ver qué había sucedido.

- El joven está bien, realmente el impacto fue fuerte pero nada se quebró o se fisuro, no hay ningún órgano dañado ni sangrado interno. Vamos a dejarlo quedarse está noche, le hemos dado un relajante muscular y mañana por la mañana podrá irse.

- Gracias a...

- No lo digas Steph.

El joven doctor de inmediato se dio cuenta de la presencia de Layla y dijo nervioso.

- Doctora Stirwell... No... No sabía que estaba aquí.

- Doctor Hitter, si no le molesta puedo ver las radiografías y los estudios?

- En absoluto.

- Quisiera hacerme cargo del joven Whipper, sabe?

- Bien, descuide.

- Disculpe... Podré verlo?- Pregunté tímido al doctor que parecía presuroso de mostrarle a Layla los estudios de Whip.

- Amhhh...

- Claro que sí Steph- Respondió Layla antes que el joven médico- Doctor Hitter sería tan amable de guiarnos a la habitación del joven Whipper?

- Claro que sí, síganme por favor.

De inmediato obedecí y en el segundo piso del hospital este giro a la derecha con rumbo a la penúltima habitación donde ahí estaba Whip, se encontraba dormido y tenía conectado a la muñeca una jeringuilla que le suministraba suero.

Miré a Layla y ella dijo en un susurro:

- Yo tomaré el caso, ve con él y te alcanzo en un rato.

Asentí y de inmediato entré intentado no hacer ruido pero nada más al cerrar la puerta él abrió los ojos.

- Whip, perdón te desperté?

- Amor eres tú... Ya nos vamos a casa?

-No, Whip te tienes que quedar está noche.

- Por? Acaso el perro gigantón me dejó inválido ya y tú me vas a cuidar?

- Whip! Que cosas dices?

Esté soltó una risita y dijo:

- Es broma amor, pero por qué hay que quedarse? Mejor vamos a casa.

- No puedes.

Este se miraba muy somnoliento.

- Carajo! No, no puedo.

- Mejor duerme.

- Ve a casa Steph, te llamo un taxi...

-Tranquilo, me quedaré aquí. Mañana te dan de alta.

- No voy a dejar que te quedes aquí.

- Por?

- Por que no. Anda ve a casa... Dónde esta mi teléfono...

Este comenzó a buscar con la mirada sus cosas aunque era evidente que los ojos sele cerraban así que yo le paré de inmediato.

- Whip no. Me quedo y no sé diga más.

- Pero...

- Mejor duérmete.

- Entonces ven aquí.

Este se movió un poco y me hizo espacio en su cama, abrió la colcha y dijo.

- Anda ven acá.

- Whip...

- Si no vienes me paro y me voy...

- Pero Whip...

Este hizo el ademán de qué iba a pararse y de inmediato fui a su lado.

- Ya! Ya! Bien me quedo aquí pero debes dormir.

-Buuu qué mal yo quería hacerte el amor mi vida.

- Whip!

- Tranquilo Steph era una broma...

Whip me pasó su brazo por los hombros y me pego a él.

- Esto es tan bueno- Dijo en un suspiro.

-Whip...

- Podría morir hora mismo amor y moriría feliz... No sabes lo que he soñado con estar así contigo Steph, gracias.

Yo voltee a verlo pero él ya se había quedado dormido. Me acomode en su pecho y aquel ruido me sorprendió.

Era su corazón! Era el corazón de Whip! De inmediato una sensación muy familiar de calidez me inundó y pensé en Sid, yo jamás había escuchado su corazón... Él no tenía uno, o al menos uno humano no, el corazón de Sid era un cristal precioso pero no era humano.El compás del corazón de Whip me hizo quedarme dormido con rapidez.

Al día siguiente este ya estaba despierto para cuando yo abrí los ojos, y tal cual había dicho el doctor, Layla firmó el alta y lo acompañe hasta su departamento.

- Whip estás seguro de que no te quieres quedar en mi casa?

- Estoy bien amor.

- Quieres algo de comer?

- No, descuida.

- Pero....

- Me encanta que te preocupes por mí pero debes ir a tu casa amor.

- Mmmhhh... Bien pero vendré más tarde de acuerdo?

Whip sonrió y yo insistí.

- De acuerdo Whip?

Este asintió y de inmediato regrese a mi casa. Mi teléfono celular timbro un par de veces anunciando la llamada de mi mamá.

- Hola bebé, como está Whip?

- Bien mamá solo fue el golpe.

- Y tú cómo estás?

- Algo cansado.

- No dormiste nada verdad?

- Si dormí algo...- Dije para evitar decirle a mi mamá que había dormido en la cama con Whip.

- Oye bebé, Sid llamó; dijo que hoy él recogería a mi niña y que pasaría la tarde con ella y con Santinni.

- Que?! Pero mamá!

- No puedo negársela Steph, ellos son su familia.

Maldición Sid!

- Lo sé!

- Estás bien bebé?

- Si es solo que... Bueno me preocupa.

- A mí también, Sid se escuchaba muy raro por teléfono.

- Ah? Por qué lo dices mamá?

- No se, no tenía ese tono usual, yo que sé hijo... Oye Whip va a presentar cargos contra Sid?

- No lo sé mamá. No pregunté.

- Habla con Sid, Steph, ese niño está confundido y de seguro se siente solo... Algo está pasando con él.

- Si mamá, lo haré.

- Bien, te dejé la comida en el horno bebé, te amo.

- Te amo mamá.

Llegué a casa y me acosté a dormir, si bien si había dormido con Whip la verdad es que tenía un cansancio superior por el estrés que me generaba toda esta situación.

La tarde paso sin ninguna novedad más que se hacia noche y Sid no llegaba con Roja. Incluso llegó mi mamá y nada de estos! Me sentía muy inquieto y pensé en llamarle pero no sabría que podría decirle en sí, pues mi mamá tenía razón; Sid era legalmente el padre de Roja. Al fin a las siete de la noche vi el Alfa Romeo gris de Sid estacionarse enfrente de mi casa.

De inmediato salí furioso y me planté en la puerta con una cara de disgusto, pero Sid se bajó de este y me miro con aquellos ojos lilas hermosos que poseía y con esa expresión de dolor. Se quedó ahí parado unos minutos como esperando algo y yo de inmediato fui hasta donde estaba este estacionado.

- Donde está Roja?

Sid no tardó ni un segundo en abrazarme y darme un beso en la mejilla.

- Steph, te amo.

- Sid, que haces?

- Steph, te amo, te necesito y no tolero que estemos separados más.

- Quítate! Nos pueden ver!

- Y?

- Ahí está mi mamá!

- Steph yo...

- Sid ya cállate y déjame en paz! Dime algo, acaso ya olvidaste lo que le hiciste a Whip?

- Ah! Ese perro policía! Ese idiota no me interesa.

- Ya sé que no! Pero que demonios vas a hacer si va a poner una denuncia contra ti?

- Eso no me preocupa, acuérdate que soy poderoso y además Elliot está en el gobierno, te lo dije una vez y lo repito, soy intocable.

- Como puedes decir eso tan tranquilo? Golpeaste a un hombre Sid!

- Ese hombre tocó mi propiedad.

Sus palabras me hirieron y me provocaron coraje.

-Como puedes decir eso... Como?

- Steph...

- Es tarde y tengo que acostar a Roja.

- Steph....

- Sid basta! Entre más hablas menos ganas me dan de verte.

- Steph!

- Sid no! Esta es la calle donde vivo y estás frente a mí casa, vete ya! No me avergüences aquí, quieres?

Un silencio horrible se hizo entre nosotros y él abrió la puerta del coche para que saliera la pelirroja. Esta nos miró con preocupación y luego me tomo de la mano. Yo di media vuelta y me encamine hacia mi casa pero él hablo de nuevo y yo me quedé ahí parado.

- Steph por favor... Te necesito... Nada se acerca en la manera en que lo hago... Te necesito, no pongas un mundo de distancia entre nosotros.

- No es un mundo Sid son océanos y no los puse yo.... Fuiste tú.

Me metí a mi casa con Roja sin querer ver qué hacía él. Una vez adentro Roja fue a saludar a mi mamá y yo sentí esas horribles e inquebrantables ganas de llorar. Sid....

- Bebé estás bien?

Dijo mi mamá asomándose a la entrada con Roja en sus brazos.

- Si. Si. Hay que darle de cenar a Roja.

- Ya cene Stephy, papi me llevo a cenar.

- Ok, vamos a que te acuestes.

Dije intentado sonar repuesto.

- Bebé, si quieres yo la acuesto.

- Descuida mamá yo puedo.

Mi mamá me pasó a Roja y la subí de inmediato. Los ojos de colores de Roja me observaban con detalle y yo intentaba esconder la mirada, así que le hice plática.

- Te divertiste?

- Sí.

- Que bueno amor.

- Stephy?

- Mandé...

- Por que no regresas con papi? Él te ama, lo sabes. Dime, lo sabes verdad?

- Roja, lo sé pero Sid y yo tenemos que arreglar esto.

- Stephy?

- Mandé amor.

Le dije mientras le pasaba una pijama limpia.

- Papi no lo va a lograr sin ti.

Miré a Roja y está me sostuvo la mirada.

- Que dices Roja?

- Que papi no va a soportar estar peleado contigo, no es el oficial ni nadie más, eres tú. Papi te dio su corazón, dime algo... Ya no lo amas?

- Roja no es eso... No es tan sencillo.

- Stephy quédate con Papi, aunque no lo creas él te necesita mucho.

La convicción en su mirada me dio escalofríos; por qué Roja decía aquello?

- Roja, que te dijo Sid?

- Nada.

- Vamos dime. Sabes que puedes confiarme las cosas no es así?

- Si.

- Entonces dime.

- Papi no dijo nada, pero Stephy ve a verlo y hablen, hablar es bueno, eso hacen en la tele y las comedias que ve Nonna, hablan y todo se resuelve, ve y habla con Papi por qué él necesita más que nunca que le hables.

En definitiva Sid le había dicho algo y Roja no quería decirme, eso me cabreaba más, pero que podía hacer? Por ahora no quería ver a Sid así que le di un beso en la frente a la niña y terminé la rutina de acostarla.

- Mi prometes que vas a ir a hablar con Papi?

- Roja...

- Stephy mi lo prometes?

Dijo ella con insistencia cuando ya estaba acostada y arropada. Yo tomé su manita y la besé.

- Mañana iré a hablar con Sid, lo prometo.

Esta sonrió y cerró su ojos, yo tomé el libro y comencé a leer el cuento en turno pero estaba muy cabreado para ese momento, para mi fortuna Roja estaba exhausta y no tardó en dormirse. De inmediato tomé una chaqueta y baje a la cocina.

- Regreso en un rato mamá.

- A donde vas bebé?

- Quedé de ir a ver a Whip.

- Bien ve con cuidado, toma dinero para que te regreses en un taxi.

- Bien gracias mamá, oye hay algo de pastel para ir comiendo?

Mi mamá asintió y me corto una rebanada, la puso en una servilleta y yo salí presuroso a encontrarme con Whip.

- Bebé no llegues muy tarde y llámame cuando llegues a casa de Whip!- Gritó mi mamá desde la entrada de mi casa.

Tardé unos cuarenta minutos en llegar al edificio donde vivía el oficial, subí por el elevador y de inmediato toqué la puerta, pero nadie abrió. Quizás estaba dormido, pensé y toque más fuerte y más hasta que una especie de desesperación me inundó por completo y tiré del pote de la puerta con fuerza mientras gritaba su nombre.

- Whip! Whip soy yo Steph, abre! Whip! Whiiiiiip!

Dejé caer en un golpe leve mi cabeza contra la puerta y en un lloriqueo pronuncié:

- Whip abre ya! Acaso te fuiste y me dejaste aquí?

Había comenzado a pensar lo peor, quizás se había ido a la guerra y no me había dicho, quizás se había muerto.... Ay no! Quizás Sid si lo había lastimado y estaba muerto ahí dentro!

- Whiiiip! No! No te mueras!

Dije tocando con más ahínco hasta que el susurro en mis oídos me provoco pegar un salto de horror.

- Oye amor no estoy muerto.

-Waaaaaa!

- Que? Que pasa?

Ahí estaba él, vestido con esa camiseta blanca, los jeans y su chamarra de cuero negro.

- Que pasa amor?

- Por que demonios me asustas así? Acaso eres idiota o quieres matarme?

- Pero mi vida yo...

- Tu estabas ahí adentro muerto y ahora... Ay no! Eres un fantasma!

Whip alzó una ceja sin comprender mi pánico y me metió en sus brazos.

- Steph, bebiste?

- No!- Dije sintiendo la taquicardia en mi corazón.

- Bien vamos adentro.

- No estás muerto entonces?

Él beso mi frente y dijo:

- Que no amor!

Abrí la puerta del lugar y tomo la bolsa que había dejado en el piso.

- Te ayudo Whip, tú no puedes moverte.

- Quien dijo eso?

- En el hospital.

- Ay amor soy muy fuerte aunque no parezca.

- Igual te ayudo.

Tome la bolsa y la metí, la puse sobre la mesa y pude notar que este ya había bebido algo.

- Whip?

- Que pasa amor?

- Por que carajos bebiste? Te dieron medicación!

- Ah... Bueno es que yo no sabía...

Dijo con cara de que le había pillado.

- No mientas!

- Perdón amor, es que necesitaba un trago.

De inmediato inspeccioné la bolsa y vi que este había salido a comprar más licor y cigarrillos.

- Y esto?

- Es para la posteridad mi vida.

Yo puse cara de incredulidad y dije.

-La posteridad.... Seguro....

- Oye te compré algo también.

De inmediato busque con curiosidad y encontré unos bricks de leche achocolatada y unas galletas.

- Whip no tenías que molestarte...-Dije apenado.

- Claro que sí, jamás me permitiré de nuevo no tener nada para ofrecerte mi amor.

- Pero...

- Anda si deseas puedes tomar los que quieras, de hoy en adelante esta será tu casa también Steph y tendré toda la comida que te gusta.

- Whip...

Él se sentó en la silla, note que le costó trabajo pero lo hizo solo.

- Steph dime algo, hace rato afuera, tocabas la puerta de esa manera por qué creíste que me había ido?

- Si, obvio, pensé que te habías ido a la guerra.

Whip sonrió de lado y tomó un paquete de cigarrillos, lo abrió y se puso un cigarro en la boca.

- Steph acércate a mi.

De inmediato obedecí y me plante frente a él, Whip se encorvó y me abrazó quedando su cabeza en mi vientre.

- Entonces si me quedo es mi momento? Si me quedo puedo amarte? Me dejaras hacerlo, Steph?

- Whip... Yo...

- No me respondas movido por la compasión del momento ni por el sentimiento de nostalgia que se crearía si me voy... Soy un buen soldado y ninguna guerra podría acabarme, créeme que sería más fácil que me acabase una falsa esperanza de tus labios por eso ruego y apelo a tu sinceridad... Tengo oportunidad de amarte? Y sobre todo de ser correspondido? Es mi momento Steph?
Yo miré su negra cabellera, me gustaba el negro en el cabello y pensé en Sid, había estado con él y amándolo a él todo este tiempo pero no estaba seguro que había hecho algo bien con Sid, sino todo lo contrario. Aún amaba a Sid pero este necesitaba extender sus alas y volar lejos de mí y yo igual así que quizás esté era un buen momento para volar en sentidos opuestos.

- Whip... Mírame, quieres?

Whip no se movió, ni un poco. Yo pensé en que era momento de buscar mi humanidad de nuevo, de encontrar a Steph él humano, no el amor de aquella criatura fantástica llamada Leviatán, no! Esta vez era yo mismo a quien buscaba y encontraría. Crecería.

- Whip, mírame.

Este alzó la mirada.

- Sí, puedes hacerlo...Pero no garantizo ser lo que crees yo... Yo quiero aprender a crecer junto a ti y puedo cometer errores en el camino, pero lo intentaré, solo quiero una cosa... Vayamos despacio quieres?

El agua de sus ojos se agitó y yo insistí.

- Despacio quieres?

Este asintió y volvió a acomodar su cabeza en mi vientre.

Sid... Yo amaba a Sid aún pero por un momento comprendí que amar también era dejar ir, dejar libre a alguien para que emprendiera un vuelo en dirección opuesta. De inmediato sentí como Whip me bajaba el pantalón y el calzón y me dejaba desnudo de la parte inferior. Ante esto abrí los ojos de golpe y dije:

- Pero... Whip!

- Tranquilo amor... Yo sé ir despacio...

Whip comenzó a besar mi vientre hasta llegar a mi sexo, entonces empezó a excitarme, con su brazo derecho despejó la mesa aventando todo al piso y de inmediato me trepó en ella.

- Whip...

- Shhh!

El me besó con pasión al tiempo que apretaba mis nalgas, yo estaba muy duro, entonces este se metió entre mis muslos y me hizo sexo oral. Whip lo hacía muy diferente a Sid, le faltaba esa fuerza demoníaca que el otro poseía pero no estaba mal. No tarde en correrme y el policía de inmediato subió hasta mi rostro a plantearme un beso.

- Steph, te amo...

- Whip...

- Te voy a enamorar y tú aprenderás a amarme, te lo juro.

Nuestros ojos se encontraron y no sabría decir que vio él en los míos pero yo hallé en los de él mi amado mar. Este se volvió a sentar yo me quedé ahí medio desnudo sentado en la mesa. Whip metió su rostro entre mis muslos y depósito un beso en cada uno.

- Me vas a amar Steph. Me vas a amar.

Así nos quedamos un buen rato hasta que me dio algo de hambre.

- Ven amor te visto y tú puedes comer.

Dijo dándome el paquete de galletas que había comprado para mí, la verdad yo me moría de hambre y las abrí de inmediato.

- Descuida Whip yo puedo- Dije metiéndome una galleta de chocolate a la boca, estaba deliciosa en verdad! Pero este se agachó y me puso la ropa de nuevo, a veces Whip tenía muchas cosas de Sid y su manía por vestirme era una de esas cosas en común, cuando termino Whip se sirvió un trago y me dijo.

- Steph decidí quedarme!

- En serio?!- Dije alegre.

- Claro amor que más, tu vales todo!

- Ay Whip! No digas esas cosas.

- Si las digo.

- Me alegra que lo hagas, la guerra debe ser fea y es muy peligrosa.

- Ay bombón ya te dije que no iba a ir a la guerra, o bueno; no era seguro y bueno jajaja seguro será peligroso también tu perro gigantón despechado, pero tú lo vales.

De inmediato me acordé de aquella duda y sin pensar mucho aquello le pregunté.

- Oye Whip, piensas denunciar a Sid?

- Por?

- Bueno por nada especial, estás en tu derecho pero....

- Mmmh- Este me miró con sospecha y luego dijo- No, obvio no bombón, no quiero angustiarte más además nada ganaría denunciando al hijo mimado de un poderoso empresario. Nada podría hacer contra él... Eso aunado a que....- Whip enredo sus brazos en mi cintura- Yo ya tengo todo lo que quiero.... No me importa nada más...

Este me dio un beso en el cuello que me puso de inmediato y susurró a mi oído.

- Tampoco lo haría por qué se que no sería bueno para ti y esa es mi principal razón, de ahora en adelante solo voy a hacerte feliz Steph, te amo.

- Whip...

La lluvia comenzó a caer de una manera descomunal en Londres y en algún lugar de mi nublado país había alguien en la lluvia esperando por algo que no llegaría.

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Del libro de Sid.
Refugio contra la soledad.

Había caído en una falta enorme, no solo como espectro sino con mi pequeño rubio. Me había dejado llevar por lo celos y había golpeado al perro policía con un poco de mi fuerza, apenas había bastado dejar salir un poco y realmente un poco de mi fuerza para mandarlo al hospital y eso había hecho rabiar al rubio, sabía de antemano que a Steph le agradaba ese perro policía y también sabía más por la ley que nos regia que por otra cosa que dañar humanos no era permitido, pero es que los celos me habían quemado, se habían apoderado de mí y habían encendido una hoguera en mi interior tan grande como la torre de Babilonia.

Tuve que contenerme muchísimo para en ese preciso instante no echarme al rubio a los hombros y llevármelos volando a toda velocidad, para apartarlo de ese perro policía, para apartarlo de todo el mundo, yo lo quería para mi y solo para mí. Al día siguiente fui a buscar a Steph a su casa con la intención de llevarlo por Roja al colegio y de poder hablar con él pero este no había llegado, seguía en el hospital con ese imbécil, en su lugar encontré a Cathy la cual me vio con algo de tristeza y decepción, en su mente pude leer con claridad que ella ya sabía de la homosexualidad de su hijo y de que yo era su novio así que me pareció lo más natural hablarle derecho y sin reservas.

- Hola Sidney, como estás?

- Perdón- Dije con la mirada en el suelo- Yo no suelo ser así pero estoy muy enamorado de Steph, él es mi vida y si me deja yo no sé qué hacer, yo no sé...

- Pasa, vamos a hablar quieres?

Cathy me invitó a pasar y de inmediato lo hice, ella preparo té y bocadillos y nos sentamos en la mesa de la cocina.

- Así que sabes que sé que tú y Steph, eh?

Yo asentí y ella prosiguió.

- Sid se que eres un buen niño y yo estoy contenta de que ames a Steph y que justo sea alguien como tú el que está a su lado, pero los celos nunca son buenos en una relación. Lo que hiciste no estuvo bien.

- Lo sé Cathy es solo que... Los celos me consumieron por completo y no pude aguantarme pero quiero que sepas que yo no soy así y jamás me atrevería a dañar a Steph, nunca! Primero desaparezco de la tierra antes que hacerle algo!

Cathy se rió de manera nerviosa ante mi ímpetu y de inmediato su cuerpo le dio la alerta de peligro, reacción normal en los humanos así que de inmediato me tranquilice para poder generarle a su sentido humano una sensación de confianza y al cabo de unos instantes funcionó; ella sonrió un poco mas tranquila.

-Calma Sid. Dime algo, Steph alguna vez te engaño con Whip o te dio motivos para desconfiar de él?

La pregunta me tomó por sorpresa y yo bajé la mirada y guarde silencio, intenté leer su mente para saber que contestar pero Cathy a diferencia de Steph no tenía esa mente tan dispersa y desarreglada, me parecía que la edad le había hecho algo o mucho bien.

- Sid pasó algo entre ustedes, no es así?

-No... No...

No podía mentir y menos en cuanto a mi corazón pero tenía que hacerlo.

-No... Cathy, no. Steph nunca... Nunca haría... Algo así....

Esta tomó con su mano delicada mi mentón y le puse fácil el levantarlo.

- Pero si eres peor que Seph mintiendo y yo nunca había visto a alguien tan malo.

En realidad yo era bueno mintiendo excepto cuando se trataba de lo que más amaba.

- No... No miento...

- Sid dime algo, tu regresaste y Steph ya estaba con Whip verdad?

Miré a Cathy de frente, era una mujer muy hermosa, era la mujer perfecta para ser la madre de Steph, que estaba echo por Dios justo para mí.

- Dime....

Guarde silencio y ella ordenó:

- Anda, dime.

Yo conté a Cathy todo lo que había sucedido desde que me había ido a Rusia y las sospechas de que Whip ya andaba en planes de quitarme al rubio. Cathy hacia preguntas cuando creía correcto y usualmente siempre eran acertadas, luego de ello seguía atenta a lo que yo le decía, ella escuchó todo lo que yo tenía que decir hasta que finalice con un...

- No puedo perder a Steph, no voy a sobrevivir.

- Ay Sid, no digas esas cosas.

- Cathy, él es mi existencia completa y sin él nada.

- Sid, eso no es verdad.

Yo me acosté sobre mis antebrazos y está acarició mis cabellos, las manos de Cathy eran muy suaves.

- Sid, debes darle su espacio, Steph te ama pero aunque no justifico el engaño de mi hijo está en la naturaleza humana errar.

- A mí no me importa que haya estado con el policía ese, solo no quiero que me deje. Yo quiero que todo vuelva a ser como antes.

Cathy acarició mis cabellos de nuevo y me dijo.

- Sid eres muy joven para entenderlo pero conforme creces vas cambiando, Steph te ama lo sé pero ahorita está confundido, no sabe lo que quiere, sabe que te ama y que le gusta lo que tiene contigo pero desconoce su valor y por ello cree que necesita saber que quiere para poder ser feliz.

- Yo le puedo dar lo que quiera!

- No se trata de eso hijo.

- Entonces?

- Se trata más bien de que él desea buscarlo por sí solo.

- Yo le puedo ayudar.

Ella sonrió y apuntó:

- Tu estás muy chiquito, quien sabe, quizás este camino te lleve a conocer a alguien más.

- Imposible- Dije yo haciendo un puchero muy humano- Mi corazón pertenece a Steph.

- Ay amor no sabes qué pasará en el futuro.

- Yo lo voy a amar siempre Cathy, hasta que desaparezca por completo...

Cathy me miró fijamente y dijo:

- Eres un buen niño Sid y estoy seguro que todo va a salir bien, solo dale su tiempo, dime; crees que puedas?

Yo asentí y ella me miró con suspicacia.

- Crees que puedas hacerlo sin estar cerca de él?

- No- Dije pegando la cara a la mesa.

Ella río y continuó:

- Sid, puedo preguntar algunas cosas?

Yo asentí y ella comenzó el cuestionamiento.

- Que pensaste de Steph cuando te dijo lo del engaño?

- Que no quería perderlo- Respondí con franqueza.

- No te enojaste o algo así?

- No.

- Por?

- Por que no puedo enojarme contra Steph, no tengo el derecho de enojarme por probar los besos de otro, yo debí estar aquí para darle mis besos y mis caricias, no puedo enojarme, para que enojarme?

- Pero...

- Cathy yo entiendo que le fue necesario buscar cariño en otro lugar, fue mi tontería de irme, Steph no tiene la culpa, yo nunca podría enojarme con él, yo sé cómo es Steph y sé que si yo hubiese estado aquí nada lo hubiera provocado a estar con alguien más que yo, entonces que ganaría yo reprochándole lo que yo causé?

-Sid amas mucho a Steph, verdad?

- Él fue hecho por Dios para hacerme feliz, es mío!

Ella se me quedó viendo y en su cabeza apareció un pensamiento que decía fuerte y claro " Yo lo hice", era natural que Cathy reclamara su parte pues ella lo llevo en su vientre durante meses.

- Bueno también es tuyo, tuyo y mío, nada más.

Cathy se rió y dijo:

- Eres adivino o que?

- No, pero tú eres su mamá, él vivió en ti nueve meses y ahora vive dentro de mi.

Sus ojos se cristalizaron por completo y respondió:

- Sid eso es hermoso...

- No me importa nada Cathy solo quiero estar con él, sin importar que pase o que haga Steph es mío, lo sé, lo sé cuándo me besa, cuando me toca, cuando ríe, cuando respira, y con cada movimiento que hace lo sé, es mío.

Cathy suspiro mientras me veía con ternura, yo no comprendía a los humanos y menos al sexo femenino pero solo expresé lo que pensaba.

- Descuida Sidney todo va a estar bien.

Terminamos de hablar y le dije que yo iría por Roja y estaría con ella toda la tarde. Así que salí de la casa del rubio y me dirigí a la nursery por la pelirroja que al verme sin Steph me abrazó.

- Papi está bien?

Negué con la cabeza y la pegue a mí.

Esa tarde en lugar de llevarla a sus actividades humanas la lleve a Mousetrapp y me acurruque en su regazo.

- Roja!

- Papi... Stephy no nos va a dejar o sí?

- A ti no, a mi sí y entonces no voy a sobrevivir.

Estábamos echados en el suelo de la habitación principal yo abrazado a su diminuta cintura.

-Papi, ya se nos ocurrirán algo, tranquilo.

Me quedé ahí con ella hasta la tarde noche que tuve que llevarla a casa del rubio pero en el trayecto de regreso ella soltó aquello:

- Papi, si Stephy nos deja yo quiero vivir en ti casa.

El cielo de Londres ya se había oscurecido y yo conducía por la nublada Picadilly y con dirección a la casa de mi rubio, el cual seguro estaría algo nervioso por la hora, casi era tiempo de la merienda, no dije nada al comentario de Roja pues esperaba las cosas con Steph mejoraran.

Pasadas de las siete estacione el coche casi frente a su entrada y vi que el rubio salió con el ceño fruncido. No me gustó que estuviera enfadado, seguro había sido por la demora y en cuanto él se acercó y pregunto por Roja, yo hice lo más natural a mi parecer, le metí en mis brazos y le besé la mejilla sonrosada por el calor que este emitía.

- Steph, te amo.

- Sid que haces?

- Steph, te amo, te necesito y no tolero que estemos separados más.

- Quítate! Nos pueden ver!

- Y?

- Ahí está mi mamá!

- Steph yo...- Estaba a punto de decirle que Cathy ya sabía lo de nosotros cuando él salió con ese tema de nuevo.

- Sid ya cállate y déjame en paz! Dime algo, acaso ya olvidaste lo que le hiciste a Whip?

Por que me hablaba de ese tipo tan detestable?!

- Ah ese perro policía! Ese idiota no me interesa.

- Ya sé que no! Pero que demonios vas a hacer si va a poner una denuncia?

- Eso no me preocupa, acuérdate que soy poderoso y además Elliot está en el gobierno, te lo dije una vez y lo repito, soy intocable.

- Como puedes decir eso tan tranquilo? Golpeaste a un hombre, Sid.

- Ese hombre tocó mi propiedad.

Su carita se enrojeció más por el coraje y su cabecita usualmente hueca estalló en furia contra mi.

-Como puedes decir eso... Como?

- Steph...

- Es tarde y tengo que acostar a Roja.

- Steph....

- Sid basta! Entre más hablas menos ganas me dan de verte.

Consideré entonces dejar de hablar pero es que tenía que decirle lo importante, lo que nos salvaría y eso era que lo amaba más que a nada en el mundo y que rogaría y me arrastraría en el pavimento si fuese necesario, si eso lo hacia amarme de nuevo y para siempre.

- Steph!

- Sid no! Esta es la calle donde vivo y estás frente a mí casa, vete ya! No me avergüences aquí, quieres?

Yo miré por sobre su hombro y vi a Cathy parada en el dintel de la puerta con los brazos cruzados, de inmediato me rendí y saqué a Roja del coche. La cabeza de la pequeña era un mar agitado, ellos partieron hacia la casa sin decir nada pero yo no estaba terminando aún. Hablé una vez mas para detener el declive de nuestro amor.

- Steph por favor... Te necesito... Nada se acerca en la manera en que lo hago... Te necesito, no pongas un mundo de distancia entre nosotros.

- No es un mundo Sid son océanos y no los puse yo.... Fuiste tú.

Steph sin voltear regresó a su casa, me quedé un rato ahí hasta que sentí ese fuego interno suficientemente intenso como para clamar la ayuda de Elliot.

De inmediato fui a su lugar y le rogué que peleará conmigo, este acepto y marchamos hacia la costa. Fue mi segunda derrota de ese día pues mi infierno personal me impidió darle una batalla de honor a mi contrincante el cual era exageradamente bueno. Antes del amanecer paramos y regresamos a la cuidad, nos quedamos unos momentos sentados sobre el edifico más alto del parlamento inglés.

- Sid, Steph es humano no debes esperar demasiado de él.

- No puedo perderlo, si Stephan se va no sé que haré...

- Por que no te tomas unos días, eh? Por qué no haces que este te extrañe?

- Como crees?

- Bueno no soy un experto en humanos pero su voluble voluntad quizás le haga extrañarte, no lo crees así?

-No lo sé Elliot, no creo sea bueno dejarlo solo.

Elliot se recostó en el techo del parlamento, puso su nuca sobre sus antebrazos y en un gesto muy humano cerro los ojos.

- Ve y paséate en el mar que tanto amas Sid, las cosas entre Steph y tú no van a mejorar solo por qué te quedes aquí. Además si empeoran será mejor que no sea gracias a ti.

- Pero Elliot yo...

-No es una petición, Sid.

- Supongo es una orden?

El niño albino asintió y de inmediato respondí.

- Si no la quiero acatar?

- Entonces nos enfrentamos y ya.

- Nos enfrentamos?

Elliot abrió los ojos y giro a un costado, doblo el brazo y recargo su cabeza en su manita.

- Escucha Sid, no voy a tolerar que enloquezcas por lo que suceda entre el policía y Steph, no voy a dejar que el maestro te llamé a juicio y te desaparezcan, para ese caso mejor lo hago yo y me trago tu esencia.

- Estás tan seguro de derrotarme Elliot?

- Usualmente diría que no y preferiría no acercarme a un Leviatán que busca pelea pero en tu condición actual... Ja!

Dijo el albino encogiéndose de hombros.

- Ja?

- Si, ja!

- Eso que significa?

- Significa ja! Lo que quiero decir es que en tu actual estado no es como que un espectro de tercera línea te pueda hacer algo pero uno de los antiguos sí, lo que sucede con Steph te está afectando en demasía, tu infierno personal te está consumiendo no es así?

Miré a la lejanía, las luces de la cuidad de Londres parecían intensificarse por un momento y brillar con más intensidad por el rumbo de la casa de Steph.

- Yo.... Yo no voy a seguir existiendo si Steph me deja.

- Eso ya lo habías dicho.

- Lo sé pero... Sí pasa.... Sí pasa, regresaré con ella y le pediré, no! Le voy a implorar que termine conmigo y eso es en serio Elliot.

- Sid....

- Si ella no lo hace, buscaré a Behemont y lo voy a retar a una pelea donde por supuesto no tengo intención mínima de vencer.

- Comprendo.

Elliot me miró justo como hacía años atrás lo había hecho, cuando había acudido a él para notificarle mis planes de desaparecer después de la muerte de Glenn.

La muerte de Glenn me habían dejado vacío, no podía amar a nadie más, sujeto a su maldición desee terminar con mi existencia pues después de él no había nada más o eso pensaba yo; hasta que olí el perfume de su cuerpo, vi sus ojos negros, su cabellera rubia entrar sin tocar a la puerta y su linda cara husmeando y devorando los chocolates y las tangerinas... La nota de Ephy diciendo aquello de que debía probar su esencia, que debía ver su cielo y poseerlo para que comprendiera que él era un regalo de Dios y lo hice, miré y palpe su cielo y quedé enganchado a él. Ahora mi corazón estaba empeñado en Steph, pero él.... Él parecía confundido.

- Dirás algo en contra?

Pregunté al albino que se enderezó y respondió.

- No, ni siquiera se me ocurriría sabes?

Asentí y él prosiguió.

-Si Kanon me abandonará no sabría como enfrentar un día más, simplemente no podría y te comprendo y respeto tu dolor Sid, lo único que pido es que no toques a ningún humano y más allá de por qué aquello sea tabú y que la sede lo castigue la verdad no quiero vivir escondido de nuevo en un sitio lúgubre y oscuro, no podemos evidenciarnos ante los humanos ... Y sobre todo debes entenderme, no voy a poner el peligro a Kanon, sin importar que o quién sea la causa, sabes que hemos compartido mucho y en la asamblea hemos llegado a desarrollar afectos unos hacia otros pero si se trata de proteger a Kanon no voy a escatimar en nada y menos en violencia contra quién amenace mi paz o su paz, entendiste?

Los ojos rojizos del albino se encendieron y entonces comprendí que quizás él y yo jugábamos la misma línea pero en equipos diferentes. El amanecer iba a llegar, así que nos separamos y yo me dirigí a casa del rubio.

Estaba bien dormido, solo traía puesta una camiseta y sus calzoncillos del tipo slip, me gustaba mucho sus piernas curvas, yo lo había conocido más delgado y con piernas más finas pero la edad y el perder sus testículos lo habían hecho ganar más peso del que su frágil cuerpo requería y sus piernas se habían curvado de una manera muy linda, amaba al Steph de 21 años pero este me enloquecía, quería estar dentro de él todo el día y besar sus mulsos carnosos y quizás morderlo un poco y poseerlo hasta desaparecer. Me acerque y miré que este dormía con la boca abierta y un hilito de baba le escurría por la comisura de los labios, me senté en su cama y este se giró a 180 para dejar ver su trasero esponjoso, puse mi mano sobre este y lo acaricié con ternura, amaba a este humano y no por una maldición idiota de su tatarabuelo, no! Iba más allá. Steph se había ganado a pulso mi amor, mi corazón, mi ser, Steph en definitiva era algo común y corriente, un humano que no tenía nada de particular y eso lo hacía extraordinario y hermoso, más hermoso que cualquier otra cosa en el mundo.

El rubio balbuceo algo que no entendí y yo me encorvé a besar su frente y susurrarle en sus sueños:

- Te amo, en ti encontré mi paz y lo siento Steph pero no estoy dispuesto a dejarte ir así nada más, te amo.

Luego de eso deposite un beso fugaz pero lleno de amor en sus labios, este seguía bien dormido así que lo arrope y me marché de inmediato a Devon, necesitaba tener contacto con el mar, necesitaba más que nunca volverme uno en é,l pues el fuego interno me consumía y requería un poco de consuelo, nada más con sentir el agua me hice uno con ella pero me tome unos minutos antes para dejar un mensaje en el buzón de Steph.

" Mi amado Steph, buscaré un poco de silencio por qué necesito pensar, no olvides que te amo y siempre lo haré, regreso en quince días, Sid"

Pase todo ese tiempo sumergido en las profundidades de mi amado mar pensado en lo que nos habíamos dicho aquella última vez que lo había visto consciente, pues a pesar de la prohibición que me había impuesto de ir a su casa yo siempre iba de noche a verlo dormir, a vigilar su sueño.
Pensé en aquellas palabras que producían ese infierno personal...

"Steph por favor... Te necesito... Nada se acerca en la manera en que lo hago... Te necesito, no pongas un mundo de distancia entre nosotros."

Él respondió aquello:

"No es un mundo Sid son océanos y no los puse yo.... Fuiste tú."

Mi forma natural descansó en la oscuridad de las profundidades del mar pensado en que punto se había quedado todo ese amor de Steph? Quería entender su humanidad? Aquel silencio que se había formado entre nosotros y que parecía ser el principio del final.

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Notas de Ben
Timbres postales p1

- Que día es?

-Jueves, joven amo.

- No soy tu amo, deja de joder....

- Como diga señorito.

- Mierda deja de llamarme así!

Sin abrir los ojos le aventé una almohada de mi cama que fue lo primero que palpó mi mano para arrojarle por su pesada insolencia.

- Dejo su desayuno señorito.

Le hice una seña obscena y este solo dio el ya conocido portazo. Me obligué a abrir los ojos y el sol me lastimó de inmediato las pupilas, Dios como me ardían! Me levanté y busqué mi botella y mi teléfono para comenzar a marcar a ese idiota pero fui interrumpido por su molesta presencia de nuevo.

- Señorito la correspondencia ha llegado.

- Algo de Londres? Del grupo Moon?

- No señorito.

- De Rusia?

- Tampoco.

- Entonces no me interesa, quémalo.

- Hay algo de la Universidad....

- Quémalo dije!

- Pero joven amo...

- No soy tu jodido amo, no seas fastidiosamente servil, eso te lleva a una mente de pobre!

El hombre que hacía de mi mayordomo me miró con algo de enojo contenido de manera brusca en sus ojos, yo había hablado como él... Eso sería algo que él perfectamente diría y en otro tiempo seguro me hubiera causado furia y tal y como yo lo hacía antes de encontrar a ese idiota de Kuri y que se metiera en mi vida, así me miró él hombre frente a mi... Me había convertido en la imagen de Kuri justo antes de que nos llevásemos bien, mierda!

- Vete! Quiero estar solo!

Dije levantando la voz y este se retiró de inmediato.... Era finales de Septiembre y ya habían pasado cinco meses lejos de él... Kuri por qué me castigas así? Mejor me hubieras matad....Oh! De nuevo el tono de llamada.....

 
Notas finales:

Abrazos de oso a todos!


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