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ESPECTRO... DE DOLOR L2 por Lory Backon

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Notas del capitulo:

Bien pues aqui esta lo prometido no capitulo doble sino triple por el festejo, espero les guste y mil gracias por leer y comentar, de sus comentarios se aliemnta el fic y se pone gordis.



- A menos que tú....
- A menos que yo...
- A menos que de verdad hayas venido a buscar un Leviatán.
- Ah? No, no estoy entendiendo...
Intenté buscar al maestro con la mirada, pero no podía hallarle, había desaparecido; a pesar de la iluminación de las velas aún era demasiado oscuro y tétrico así que me quedé junto a lo único que me hacía sentir seguro y eso era esa estatua de Sid.
- A lo que me refiero Stephan es que si de verdad has venido por mi Leviatán solo hay dos maneras de que lo consigas, ninguna de ellas es sencilla.
Yo paseaba la mirada por toda la habitación de una forma rápida, donde estaba? Comenzaba a sentirme como una presa.
- Cual... Cuáles son esas formas?
- La primera es que tú me hagas desaparecer.
- Ah?
- En lenguaje humano es que me mates. Lo cual es algo que ya para un espectro como Leviatán es muy difícil, entonces para ti como un simple humano es imposible.
Trataba de prestar atención a su voz para saber de donde provenía pero simplemente era imposible, el sonido venía de todas direcciones.
- Si es imposible entonces por que me dice eso maestro?
- Por que es mi deber, tengo que darte todas las soluciones posibles en tiempo y forma Stephan.
- Bien, cual es la otra manera?
Un silencio aterrador se hizo presente, que juego era este? Me sentía tan indefenso...
- Ningún juego Stephan, estoy justo arriba de ti.
Voltee hacia arriba y ella se dejó caer del dosel de madera aterrizando con una gracia sorprendente.
- La segunda manera es que tú firmes un contrato conmigo.
- Ah?! Un contrato?
- No era eso a lo que has venido Stephan?
- Ah... Bueno yo, yo...- Mire el piso pues de un momento a otro se había vuelto un buen refugio.
- Acaso no tenías intención de firmarle un contrato a Leviatán?
- Si bueno... Si lo iba a hacer...
- Ibas?
- Bueno si fuera un contrato con Sid...-Repliqué nervioso.
- Sabes cuantos contratistas tengo en la actualidad yo Stephan?
- No- Negué con la cabeza.
- Uno solamente, un joven moderadamente valioso para mi, ahora dime, tú crees que tu alma me vale a mi de algo?
- Ah... Bueno es que yo sé que mi alma no es valiosa pero...
- Apuesto que pensaste que podías tener todo eh?
- No, bueno no tengo problema en firmar el contrato con Sid...
- El contrato es conmigo- Dijo tajante- Además de eso, te diré que todos los espectros tienen sus restricciones en cuanto a brindar protección o dones; todos excepto yo. Yo puedo hacer y deshacer y mi poder no tiene ningún tipo de límite aunque no lo creas te estoy dando un trato muy ventajoso.
- Ósea que si le pidiera ser primer ministro de Reino Unido...
- Mañana mismo lo serías, incluso si me pidieras ser la misma reina, lo tendrías.
- Así de fácil?
- A cambio de tu alma.
- Por que un supremo espectro de su magnitud estaría interesado en un alma como la mía maestro?
- Cualquier alma es buena Stephan, no por que seas retardado mental tu alma vale menos.
- Ah?!- Me acababa de decir retardado?- Oiga maestro yo no soy ningún retardado!- Dije algo exaltado.
- Cualquiera que no se de cuenta de que un contrato conmigo le puede dar lo que desea es bastante estúpido-Respondió con una mirada que denotaba frialdad.
- Lo que sea que desee...
- Cualquier cosa Stephan.
- Cualquier cosa... Eso incluye a Sid?
Ella sonrió de lado, era como si desde el principio supiera cual iba a ser mi deseo.
- Dije cualquier cosa, cualquiera.
- Entonces lo incluye?
- Si tú deseas a Sid, por supuesto. Aunque toma en cuenta que estaría contigo gracias a mi poder, por una orden mia y no por voluntad propia, además eso no querría decir que el te pertenecería, sería solo por mi poder, más aun así mi poder es magnífico y en cualquier caso te beneficiaria mucho. Al fin de cuentas tendrías lo que deseas...
Pensé un momento lo que ella decía, esta se sentó en las piernas de la estatua de Sid y acarició su mejilla.
Ella tenía razón, no importa que pidiera ya fuera a ella o a Sid daría lo mismo, no seria un amor por elección de Sid sino por un contrato. No es que Sid no me amara ahora pero no podía garantizar su permanencia a mi lado pues parecía no tener opción; si yo pedía que lo hiciera, que se quedará a mi lado por siempre, cualquier cosa que pidiera no era como estarle dando una alternativa a Sid sino una orden y yo no deseaba eso.
- Pero tu deseas a mi Leviatán no es así? Deseas ser correspondido? Estar con el?
- Si maestro- Dije pensado en todo lo que había vivido estos últimos años sin Sid, esa desesperación en la que había caído de manera incorrecta, yo amaba a Sid pero no había sabido como sobrellevar su ausencia, había perdido demasiado tiempo en aprender eso. Aún lo intentaba.
- Entonces? No deseas tenerlo aunque sea de esa manera?
Negué con la cabeza, mire su perfil de ángel en aquella estatua, y le sonreí.
- No es que no desee tenerle, solo es que deseo que sea de otra manera, quiero que sea por su propia elección, quiero que el me elija a mi, no por un contrato a costa de mi alma, la cual no es que yo sobre estime; es solo que si yo le pidiera eso sería como pedirle que me diera una estatua de Sid como la que usted tiene maestro. Si, definitivamente si no es por elección de Sid el quedarse conmigo, el elegirme por amor entonces será como tener una estatua de el...
Los ojos del maestro mostraron un vacío extremo, sentí un poco de miedo al verle.
- Dices entonces que no deseas un contrato para tener a Leviatán por que sería tener una estatua?
- Si, una estatua no tiene poder de elección, solo está ahí como un recordatorio de algo o alguien... En cambio una persona...
- Leviatán no es un humano, quítate esa idea estúpida de la mente, los espectros no tienen poder de elección.
- Pues entonces que clase de Dios es el que les quita ese don a seres tan hermosos creados de su propia mano?
- Dios sabe bien que si nos creará como a ustedes los humanos quien sabe que clase de caos se armaría en el universo.
Dijo con seriedad absoluta.
- Eso puede ser- Dije rascándome la cabeza - Pero no quita que esté mal que no tengan opciones.
- Los seres humanos no comprenden, nadie, ningún ángel , espectro, arcángel o demonio se queja, todos servimos con amor.
- Si pero... Solo dígame algo maestro, en el particular caso de Sid, por que no darle opciones, si el las quisiera y si se supone que Dios lo ama, no bastaría con eso para que las tuviera?
- El menos que nadie las tiene o quiere tenerlas, ya te dije que será sucesor del Leviatán y eso no es discutible, solo piensa que para que tú puedas tener tu libre albedrío y disfrutar de tener esas opciones que deseas, Leviatán tiene que jugar un papel fundamental en ello, Leviatán tiene que ser esa voz que llame a la humanidad a voltear la cara y ver el lado oscuro. Y en ese trabajo Stephan no hay opciones, el lado oscuro solo tiene una opción y esa es cumplir con su trabajo eternamente.
Esta se paró del regazo de la estatua y le sonrió con tristeza como si fuera el verdadero Sid.
- Si mi Leviatán dejara de hacer su trabajo y defendiera los argumentos que tú expones, suponiendo que Dios hiciera caso, entonces tu estarías viviendo una existencia miserable, no solo tu cada humano en la tierra, no habría un expuesto del lado oscuro, sería como si la humanidad caminara a ciegas por el universo.
-Ah?!
- Para que exista la luz debe haber oscuridad y para que exista alegría debe existir tristeza, todo en un perfecto equilibrio, pues el hombre no sabe solo de tristeza o solo de dicha, su camino es una cuerda floja que se ladea de ambos lados toda su existencia, ahora piensa que sucedería si nosotros los espectros o nuestros creadores no fungiéramos un papel tan fundamental ante el hombre en su existencia? Dime qué sucedería?
- No lo se- Respondí.
- Te lo pondré más claro, que pasaría si una coladera putrefacta quedará expuesta y nadie te pusiera un aviso de que pises con cuidado?
- Pues caería en ella.
- Exacto... Entonces entenderás que no se trata de opciones sino de algo que solo los descendientes del ángel más hermoso pueden hacer, somos nosotros ese aviso para que tú y la humanidad no caiga en esa coladera, cada personaje legendario, desde Luzbel, Caín, Judas todos y cada uno de nosotros tiene un solo propósito y es crear oscuridad para que el hombre no pierda de vista la luz de Dios. Ahora dime, en verdad crees que necesitamos opciones?
Me quedé pensando en lo que ella había dicho, creí entonces al fin comprender que quizás todo iba de la mano, el bien y el mal, la dicha y la tristeza, la vida y la muerte...
- Exacto Stephan es por eso que nosotros servimos aquí en la tierra, que clase de libre albedrío sería si Dios solo le dejara al hombre obrar con buena voluntad, en definitiva muchos de ustedes actúan con maldad pura desde el corazón, la oscuridad que alojan es terrible y no es por que nadie de nosotros les diga que hacer, simplemente aquellas personas que buscan el mal, que se adentran en la oscuridad, no pueden hacer otra cosa más que darle su alma a mi creador, quizás en el fuego benevolente de Luzbel sus pecados sean purificados. Pero si Dios solo deseara que obraran con bondad; que sería de aquellos desdichados? Eso sí sería no tener opción, los humanos son muy quejumbrosos en todo aspecto cuando se trata de excusarse por su comportamiento pero en cambio nosotros podemos con esa dura faena, si Dios nos encomendó esa tarea por muy dura que parezca créeme que será hecha lo mejor posible y con todo el amor que le profesamos, y es por eso que nosotros no necesitamos opciones.
Me quedé meditando lo que ella decía.
- Ángeles y demonios... Unidos por un lazo... Un lazo irrompible...
- Exacto y ese lazo es el amor a Dios, y a diferencia de ustedes nosotros solo sabemos amar y seguir el camino de la luz pues así fuimos creados.
- Ósea que Sid no puede elegir...
- El puede hacerlo en estos momentos, pero una sola orden mía y Leviatán hará lo que yo diga. Es por eso que te conviene firmar un contrato conmigo, eso además de que...
- De que maestro?
- Si tú no firmas el contrato conmigo...- Está camino hasta lo que parecía ser la parte noroeste de aquellos aposentos y regreso con una caja musical más pequeña entre las manos, le dio cuerda y la puso en el regazo de la estatua, luego de esto la abrió y una música mas suave comenzó a inundar mis oídos, era algo sumamente pacificador, incluso me dio sueño.
- Si no firmas el contrato, se te devolverá a tu vida antes de que supieras algo de la existencia de los espectros de la segunda asamblea de Londres, se les prohibirá el volver a tener cualquier tipo de contacto contigo y sobre todo al Leviatán, nadie nunca de la asamblea podrá volver a verte, incluso todos tus recuerdos y los de tu madre y conocidos desaparecerán por siempre. Si alguno de los miembros de la asamblea logrará algún contacto contigo sería enjuiciado y desaparecería su esencia de inmediato.
- Que?!- Dije completamente anonadado- Pero...
- Entiende esto Stephan, nadie debe saber absolutamente nada de los espectros, nosotros vivimos sumergidos en la oscuridad y el anonimato y es mejor para los humanos el no saber nada de nosotros, nunca.
- Entonces...- Yo mire la pequeña caja de música- Entonces solo me dio una audiencia para que yo firmara un contrato?
- Para que más aceptaría yo atender a un humano?
- Hubiera sido más fácil que me lo enviara no?
- No, quizás fue una buena oportunidad para conocer al nuevo dueño...
- Nuevo dueño?!
- Olvídalo...Entonces que decides Stephan? - Dijo ella con una prisa exacerbada.
-Entonces es firmar o firmar..
- Bien has escuchado que no es lo que dije, aún tienes la opción de volver a tu vida normal...
- Volver a mi vida... Normal?
- La vida que tenías antes de conocer a los espectros, y es más como me siento generoso hoy, te daré tu vida de antes y además lograré que consigas un trabajo decente, supe que tenías problemas para conseguir uno cuando eras más joven.
- Mi vida antes de conocer a Sid y a la asamblea...
Intenté recordar como era aquello, intenté buscar en mi corazón una razón que me indicara que camino, que me dijera que debía volver a mi vida normal, que eso era lo más conveniente para un bobo como yo, entonces voltee a ver aquella estatua, Sid, será verdad que podemos estar juntos? Será verdad que lograremos vencer todo este peso emocional que traemos con nosotros cargando? Sid ... La estatua era casi idéntica excepto por un fallo enorme, algo que me hizo recordarle hasta el punto de estremecer por completo; esos no eran sus ojos lilas, esa no era la expresión de misericordia de su rostro, solo era una expresión vacía, era una obra bellísima pero yo conocía bien su mirada y esa no era. Cerré los ojos y vi sus lilas nuevamente, como vivir sin ese color? Sería capaz? ... Cómo había sido mi vida de antes? Como era mi vida ahora sin Sid?

- Entonces Stephan Joggar? Firmas el contrato conmigo o regresas a tu vida de antes, cómoda y sin ningún tipo de preocupaciones. Conservando tu alma a salvó!
Sonreí ante esto de "sin ningún tipo de preocupación" yo podía ser demasiado estúpido, tan idiota como se le antojase a cualquiera pero mi alma... Por Dios! Mi alma hacía más de cuatro años que ya no era mía y no estaba a salvó de ningún modo, como podría estar a salvó en las manos de un enorme pez que me la pasaba recordando en todo momento, incluso en mis peores momentos en aquellos días de locura... Sid era lo único que permanecía en mi cabeza... Ay Sid perdóname!
La mire directo a los ojos y aquella preciosa niña esbozo una ligera y apenas perceptible sonrisa.
- Bien si esa es tu decisión...

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Del libro de Layla.
Hijas de Lilith.
- Yecum, que trama el maestro K.?
- Vamos Lilu no seas inoportuna, bien sabes que cualquier información de ese tipo no te la podría decir. Pero dime cómo está nuestro bobo hermano menor?
- Samael? No lo sé, quiero pensar que bien pero...
- Es ese humano verdad?
- Si.
- Ese humano va a ser la perdición de ese bobo de Samael.
- Deja a Samael en paz Yecum... El mismo decidió entregar su corazón al humano, nadie lo obligó-Conteste algo fastidiada.
- Lilu, quizás lo defienda por que le envidias-Dijo esta mirándome con el rabillo del ojo.
- Ah!- Mire a Yecum con rencor.
- Basta de esa mirada Lilu, te amo y es por eso que la tolero pero mi tolerancia tiene un límite.
- Pues no digas cosas tan a la ligera.
- Sabes que no son cosas a la ligera, tu bien deseas tener un corazón como el bobo de Samael pero tu corazón está muerto y eso no se puede recuperar, imposible que tú entregues amor, es quizás por eso que defiendes todas las tonterías que está haciendo Samael pero si él sigue en ese camino nada bueno sucederá.
- No me molestes Yecum, lo que dices son tonterías y nada más, con o sin corazón yo podría amar a cualquier humano o cosa que se me pegará la gana.
- Seguro, la amarías hasta matarla- Dijo soltando una risa- A puesto a que ese humano tonto e ingenuo no sabe nada sobre tu poder... Bien ninguna de nosotros somos espectros; pero no les pedimos absolutamente nada a ellos... Nuestra madre la gran señora Lilith bien se encargó de parirnos hermosas y fuertes, para jamás quedarnos abajo de ningún macho por muy alfa que sea, ahora imagina a ese chico afeminado ante tus encantos, eso sería algo digno de verse no?
Era suficiente, de un salto más rápido que un relámpago me pare frente a ella y la amenace con mis garras.
- Cuidado de como hablas de el. Lo deseo...
Yecum sonrió con sarcasmo y mire que ella tenía sus garras apuntando a mi abdomen.
- Cuidado Lilu, cuidado con lo que deseas...
- No es tu asunto, y bien sabes que detesto que se metan en mis asuntos Yecum.
- Mi pequeña hermana Lilu, sabes bien que amo, y que te ambiciono para mí ya sea por partes o completa pero no quiero que sufras... Pues al final como sea el Leviatán le puede ofrecer más al humano que tú, y en ese día tú te vas a quedar llena de polvo y arrumbada, pues lo que tuvo vida una vez jamás volverá a vivir...
Nuestras miradas chocaron con violencia, estaba furiosa, pero entonces escuché ese cántico, era algo descomunal... El maestro K! Era su voz! No era una caja de música, era su auténtica voz, el espectro de Lucifer cantaba esa melodía de cuna, una melodía peligrosa.
- Yecum!
La misma Yecum había perdido la compostura, ella y yo habíamos bajado la guardia, la voz del maestro K. era algo agraciado, era tan preciosa que sin tener una previa experiencia de aquello de inmediato supe que no eran buenas noticias para nada!
- Steph, maldición!
Yecum fijo la mirada con tensión hacia la puerta que daba a la siguiente sala.
- Steph, no firmes nada! Nada!-Me repetía una y otra vez como si rezara una oración
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Notas de Kuri.
Canticos de soledad.
- Que pasó ahí dentro Yuri? Qué te dijo esa niña diabólica?
- Ah, nada Kuri, nada!
- Si no hubiera dicho nada no estarías con esa cara de lagartija cocida bajo fuego.
- Ah?! Lo siento ... Lo siento Kuri es que estoy preocupado por Steph.
- Por Steph?
- Si, no te parece raro todo esto?
- Yo no te entiendo...
- Si, el maestro K. nunca recibe humanos, no lo hizo con Glenn Allen a pesar de las trifulcas en que nos metió a toda la segunda asamblea de Londres, de igual manera no lo recibió, pero a Stephan, el maestro K. debe tener una buena razón para querer ver Steph y más por la relación que tiene con Sid...
- Eso es cierto, no hay espectro que el maestro K. ame más que a Sid... Eso es raro.
- Ahora bien piénsalo nos manda una invitación a la santa sede, con todo y Stephan, para luego separarnos ...
- Separarse?
- Si, después de que te dejamos en aquella sala nos encontramos a la asamblea de Japón, por supuesto no lograron sorprender a Elliot y este los humillo como es su costumbre, y aunque eso también me pone pensativo después de eso la niña diabólica me separó a mi del resto...
- Para que te separo?
- Para nada importante Kuri, no te pierdas en detalles menores, el caso es que yo salí por una de las tantas salidas y al fin pude encontrarte pero aún así todo esto no me está gustando...
- Es cierto, está muy sospechoso, para que querría el maestro K. la criatura mas oscura sobre la tierra a alguien tan bobo como Steph?
- Exacto, el maestro debe estar planeando algo.
- Pero que? No creo que el maestro vea gran peligro en alguien que ni el cordón de los zapatos se sabe atar bien.
- Quizás Kuri pero esa no es entonces la gran fortaleza de Steph? El ser tan tonto?
- Ah, no... No entiendo!
-Un segundo ... Ese cántico....
La mirada mía y la de mi espectro gemelo chocaron de una manera atroz.
- Esa es la voz del maestro!
- No, no puede ser, Steph!
La voz del maestro K se escuchaba por todo el recinto, nosotros ya estábamos afuera de la basílica; resguardados de aquel sol fulminate y aún así fuimos capaz de escuchar ese lamento.
- Steph, nooo!
Caí de rodillas al piso, y vi como mi hermano me seguía el paso desmoronándose. Mis ojos estaban a punto de encenderse, mis alas amenazaban con salir de mis omóplatos y mis afilados dientes mordían sin tregua los labios.
- Kuri..
Vi a mi hermano hacer un enorme esfuerzo por controlarse el mismo pero entre más escuchaba esa melodía, más resentía todo esto.
- Kuri! Contrólate maldición!
Yuri me dio solo un golpe que me estrelló la cabeza en el pavimento.
Me quedé ahí tendido, los espectros no podíamos llorar, que terrible falla, pues eso solo significaba una cosa, no podíamos sacar todo ese dolor dentro.
- Kuri, a mi también me duele pero lo hecho, hecho está...
Yuri se dejó caer derrotado, habíamos perdido a Stephan. Ahora sabíamos por que el maestro había dado audiencia a un humano aunque el propósito de lo que había hecho aún los era desconocido.
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Breves notas de Kanon.
Príncipe roto.
Escuché el lamento del maestro K. qué ingenuos habíamos sido, habíamos caído en la trampa de nuestra propia soberbia y habíamos perdido a Stephan, el maestro K, recuerdo su mirada, la mirada de la oscuridad verdadera, la mirada del vacío completo en el rostro de una niña de once años apenas.
- Así que tu eres el joven príncipe roto de Belfegor?
Esa mirada de vacío, el maestro no sentía ninguna emoción, no sentía ni pena por mi, ni simpatía.
- Eres un espectro hermoso, sin duda un gran premio, pero... Eres indefenso como un bebé humano, que triste es eso, no sabes lo triste que es para mi que no puedas ser útil al propósito divino... Más aún así te dire algo por tu propio bien, el día que el príncipe de Asmodeo se canse de ti, ven a mi, serás uno de mis tesoros, más no te puedo ofrecer joven y hermoso príncipe roto.
Ser un tesoro? Elliot también a veces decía esas cosas, pero su mirada era más reconfortante que la de esa niña que ostentaba el título del maestro, un horrible disfraz para mi gusto.
- Se que el humano es de tu sangre cuando aún eras un humano, joven espectro, espero tampoco me decepcione ...
Ese lamento era la confirmación de que Steph había caído no solo en la oscuridad sino en el vacío, su alma era ahora de aquel espectro, cerré los ojos y aún en mi prisión , atado de pies y manos le rogué a la esencia de bondad de Ephy, si es que aún podía escucharnos , le rogué por que cuidara a Stephan. Qué lo guiará en su caída a la oscuridad y el vacío...
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Del libro de Elliot.
Cuento de Enheduanna
- Maestro Nannar.
Volví la cabeza con lentitud, yo sabía que sucedía a la perfección .
- Maestro Inanna. Mi señora Syn.
Me levanté como el protocolo lo manda y mire el pequeño bulto que la mayor en estatura traía en sus brazos. Bien envuelto en una colcha fina color salmón el rubio aún dormía pacíficamente.
- El humano está a salvó príncipe de Asmodeo.
Solo pude asentir. Estaba aún loco de ira y trataba de dominarme . La señora Syn coloco al rubio en la cama con un cuidado absoluto, después de todo ahora era propiedad del maestro K. y lo peor que se podía hacer era tocar alguna propiedad del maestro.
- Estará bien, solo necesita un poco de descanso y los cuidados de convalecencia básicos.
La señora Syn acaricio las mejillas y los cabellos del rubio, yo sabía que sentía ella, era difícil no caer rendido ante el, después de todo era hijo de Kanon... Kanon... Apreté los puños.
- Ha escuchado la canción espectro de Asmodeo?
- Si.
- Y ha llorado la pena?
Asentí, no deseaba hablar mucho.
- Puedo asegurarle que este joven Joggar está protegido ahora más que nunca.
- Cual fue la ofrenda al maestro K.?- Pregunté sin ganas de saber la respuesta, yo sabía de antemano eso.
- De verdad quiere que le diga en palabras cual fue la ofrenda?
Negué de inmediato.
- Mi querido espectro de Asmodeo, créame que yo tampoco veía muy necesario el hacer esto. Pero usted sabe que la voluntad del maestro K. es absoluta e incuestionable.
Yo asentí, el sol apenas se estaba poniendo cuando escuché ese cántico, cuando la voz del maestro llegó a mi, no era suficiente que me hubieran robado a mi Kanon, no! Además de eso ahora Steph había caído en la trampa! Estaba furioso, quería destruir todo a mi paso pero en Roma, ja! Eso sería bruto e imposible. Escuché aquel lamento con ganas de ser sordo, " Te hemos puesto en garras del diablo Steph, perdón"
La única solución para remediar este mal sería encontrar al Leviatan del Atlántico, solo el podría darle pelea al gran maestro K.
- Maestro Nannar piensa ir al país del sol naciente?
Mire a Inanna con resentimiento, su pregunta era absurda.
- Perdón maestro Nannar, es solo que ... Me siento terrible por lo que se ha suscitado y bueno...
- Inanna no finjas por favor, se que no ha sido solo una casualidad, esa asamblea estaba esperando esa oportunidad desde hace tiempo y aunque tu no has cometido ningún mal, sabías que ellos irían por Kanon, así que por favor!
- Maestro Nannar...
Hice un ademán de que no era necesaria tanta palabrería entre nosotros, Inanna y yo hacía siglos que habíamos tomado diferentes caminos, ella por la senda de la soledad y yo por la senda del placer .
- De cualquier manera maestro Nannar, si algún día necesita que me una a usted en cualquier caso, no dude en pedírmelo. Por ahora me retiro maestro.
Asentí con frialdad y la más chica de estatura desapareció al instante en el marco de la ventana.
- Príncipe de Asmodeo un par de cosas mas- Dijo la señora Syn con un tono formal.
Eleve la mirada y está ya se hallaba de pie frente a mi.
- La primera es una notificación, debido a que ahora ustedes son custodios de una de las propiedades del maestro K. su asamblea deja de ser de segunda categoría y pasa a ser de primera categoría reconociendo su máxima autoridad como líder de la misma- Syn me extendió uno de esos sobres negros y dorados, yo sabía bien que significaba, ya los había visto antes, era la forma tangible en que el maestro K. reconocía a una asamblea por completo.
- Mi querida señora Syn- Dije haciendo una reverencia- Que habría de pasar en dado caso de que no deseara que se nos reconociera como asamblea de primera categoría?
- No podrían llevarse al humano con ustedes príncipe de Asmodeo. Ya que al ser propiedad del maestro sólo una asamblea reconocida puede custodiar sus preciados bienes.
Hablaba de Steph como de una mercancía, mi ira casi era palpable ante sus palabras pero sabia que así era, ahora era del maestro K.
- Estoy feliz de ser honrado de esta manera- Respondí sinn felicidad alguna, tome el sobre y este al contacto con mi toque se hizo fuego, era el sello del maestro que se quedó impregnado en mis dedos, ese sello era el compromiso que adquiría al aceptar ser el líder de una nueva asamblea de primera categoría.
- Una cosa más príncipe de Asmodeo... Esto es más un consejo dado a un amigo, un consejo que seguro el maestro castigaría severamente...
Yo alce la vista hacia la hermosa mujer y ella se cruzo de brazos.
- Busquen a Leviatán, solo el puede sacar a ese humano del embrollo que se acaba de meter, solo el y aún así quien sabe que tenga que hacer para liberar al humano de esto. El maestro K. no es alguien que se ande con rodeos y lo que sea que se proponga con seguir con esto, seguramente lo obtendrá a cualquier precio. Solo el Leviatán puede hacer algo, tu y los miembros de tu asamblea ahora son el objetivo así que tengan cuidado, hallen al Leviatán lo más pronto posible, se que en tu ahora condición de líder será difícil pero también se que ustedes son una de las asambleas más sólidas, eso debido a su unión y se que podrán con esto y con todo lo que se avecina si permanecen así de unidos. También te daré esto, no se vallan sin visitar este lugar.
Ella me dio un pedazo de papiro con una dirección escrita con pluma fuente.
- Esto es en Otranto en La Puglia, es un desvío enorme-Dije yo algo sorprendido.
- Lo vale, cree lo que te digo espectro de Asmodeo, quizás ahí encuentren alguna pista para ayudar al humano.
- Pero...
- Créeme que yo tampoco estuve muy dichosa de que el maestro hiciera lo que hizo, tengo mis propias razones pero se que el echar un vistazo a Otranto te puede ser de ayuda.
Asentí y dije.
- Gracias mi amada señora Syn.
- Que tengas suerte espectro de Asmodeo, que la luz más hermosa de Dios te ilumine en tu largo camino.
Hice la reverencia acostumbrada y de la misma forma que Inanna, la majestuosa presencia de la señora Syn desapareció.
De inmediato me acerque a el rubio que aún dormía profundamente, toque su frente quitando de encima de su rostro la colcha con sumo cuidado, este parecía respirar agitado.
Al parecer tenía un poco de fiebre, de inmediato le descubrí un poco más y me dirigí al baño, tome una toalla de manos de uno de los anaqueles y la empapé de agua fría. La exprimí hasta que pude notar que no escurría grandes cantidades de agua y la coloque en su frente con cuidado.
- Ay Stephan que hiciste?
Le decía en susurros, su respiración era algo agitada pero eso no mermaba su sueño. Le cuide todo el rato hasta bien entrada la noche que fue el momento en que los demás llegaron.
- Elliot!- Dijo Layla en un grito ahogándolo en cuanto yo le hice la señal de que se callara poniendo mi dedo índice en mis labios.
Ella miro el pequeño bulto de la colcha y se acercó con sumo cuidado.Su rostro se torno en una mueca de tristeza absoluta.
- Que sucedió? Dime por favor que Steph no hizo una locura, dímelo Elliot!
- Todos fuimos unos estúpidos- Dije yo- Todos ... Ahora ve y remoja esto para refrescar su cabeza.
Esta obedeció de inmediato y al instante llegaron los gemelos armando alboroto.
- Que sucedió Elliot? Escuchamos ese..
Pero fueron interrumpidos por la señal de silencio de Layla de la misma forma en que yo la había interrumpido.
Estos se acercaron con un sigilo extremo al pequeño bultito que descansaba en la cama. Miraron con curiosidad al rubio y luego me pidieron una explicación con la mirada.
Layla era más eficiente en cuanto a los cuidados paliativos que debían darse a un enfermo. Ella trajo una bandeja de porcelana y refresco no solo la cabeza de Steph sino su pecho y antes de que fuera más allá la detuve.
- Layla deja un momento eso y ven aquí.
La llame al balcón pues no quería que ni en su inconciencia el rubio pudiera escuchar.
- Que sucede Elliot? - Dijo ella.
- Si, dinos que sucedió y donde demonios está Kanon?- Dijo el mas osado de los gemelos.
- Es cierto, se habrá quedado dormido por ahí.
- Nada de eso...
- Kanon fue secuestrado por la asamblea de Japón.
- Que?!- Dejaron escapar un grito todos y tuve que callarlos y cerciorarme de que el rubio seguía profundamente dormido.
- Ha sido todo una trampa y hemos caído por idiotas....
- Que?
- Escuchen bien, lo que diré no será algo fácil de asimilar pero se que ustedes también escucharon el lamento del maestro K. cierto?
Los tres asintieron y yo proseguí.
- Bien, seguro entonces saben que sucedió.
- Más bien lo que queremos escuchar es que no sucedió Elliot!- Dijo Layla con una ansiedad terrible .
- Lo lamento Layla pero...- Era tan duro para mi decirlo en palabras, que terminé con la mirada en el piso- Si sucedió.
Un silencio se hizo presente y tuve que continuar con aquellas palabras.
- Stephan firmó un contrato con el maestro K.
Kuri se cubrió los ojos con ambas manos en un gesto de perdida total, Yuri miro al cielo negruzco de Italia buscando consuelo y Layla agachó la mirada apretando los puños con rabia.
- Eso no es todo lo peor...
- Que más falta?- Dijo el gemelo más prudente.
- Hemos sido ascendidos a asamblea de primera categoría, lo cual nos deja más maniatados.
- Elliot!- Dijo Layla en un suspiro- Eso es terrible...
- Lo se.
- Eso quiere decir que tú...- Señaló Kuri.
- Si! Eso quiere decir que el líder de la asamblea tiene libertades restringidas, lo cual se traduce en que no puedo abandonar el territorio de Inglaterra en cuanto vuelva a pisarlo. Se supone mi deber es presidir la asamblea y jamás dejar su territorio.
- Es cierto bajo ningún motivo un líder abandona su asamblea.- A completo Yuri.
- Eso además de que todos y cada uno de ustedes son mi responsabilidad, ustedes y sus actos...
- Elliot- Dijo Layla con una mirada de compasión no digna de ella.
- Negarme hubiera sido estúpido, si se nos concedió ese título horrible es por que ahora custodiamos la propiedad del maestro K.
- A Steph- Dijo Kuri en apenas un susurro.
- Exacto. Si me negaba nos quitaban a Steph.
- Elliot! Dime por favor, de que fue la ofrenda que dio Steph al maestro K?- Dijo Layla con un apuro ciego.
- Si! Dinos! Y que es lo que ha pedido a cambio?
Mi mirada se perdió en el suelo, no quería saber del mundo humano, no quería saber más de nada. Quizás debí haber desaparecido hace tanto que esto era una forma de castigo de aquella luz... Quizás solo extrañaba el cuerpo de Kanon...
- No se que pidió Steph, la señora Syn fue la que lo trajo en brazos envuelto en esa colcha, pero no me dijo y yo no me atreví a cuestionarle tal efecto...
Me cruce de brazos y recargue la espalda en el balcón, una brisa suave soplaba entonces, una típica brisa italiana. Pensé en Kanon echado en su lecho, Kanon después de que yo le amaba con pasión, después de que se entregaba a mi y quedaba rendido, su rostro mientras dormía, su pasividad, el siempre fue el pasivo...
- Como os he dicho no sé que le pidió Stephan al maestro pero si se que le dio como ofrenda.
Los tres esperaban expectantes, yo deje caer mi cabeza sosteniéndola solo por el puente de mi nariz.
- En el particular caso del maestro K. él no espera una ofrenda, el tiene el poder de elegir la ofrenda que desee pues esto se traduce en que el contratista tendrá un poder infinito, el maestro K. cómo ustedes bien saben es el único espectro capaz de poder hacer cualquier cosa que su contratista solicite, cualquier cosa, no importa que... Eso con la condición de que su deseo no sea que alguno de nosotros serebelarse contra Dios. Pero si él contratista deseara que el maestro K. matara a algún humano o a algún espectro, que reviviera a los muertos o le diera longevidad suprema como al profeta Mahoma el deseo se vería cumplido, y por lo mismo es que el maestro tiene el poder de pedir lo que desee en ofrenda.
- Pero que le pidió a Steph?
- Vamos Elliot! Solo dilo ya! Maldición! - Bramo Kuri desesperado.
Yo agache la mirada un poco más, no quería que nadie viera mis ojos, no tenía palabras para decirlo. El silencio se adueño de mi, quizás fue mi subconsciente el que cedió ante aquella presión ajena...
- El maestro K.... El maestro castró a Stephan .
Escuche como Layla se llevaba una mano a la boca con velocidad intentando suprimir un grito y también escuché a Kuri dejarse caer al piso, de un solo sentón.
En cambio el más ágil de mente de los gemelos regreso hasta donde estaba el rubio, yo más por inercia que por ganar lo seguí.
Yuri desenvolvió de la colcha al rubio que aún respiraba con pesadez pero no había despertado, Layla en un momento se me situó detrás y miraba con dolor como este solo llevaba una camisa de algodón que daba hasta la mitad de sus muslos, no traía la misma ropa con la que había salido esta mañana.
Kuri se arrastro hasta donde estábamos, su rostro estaba descompuesto en su totalidad... Pero el gemelo más callado era por primera vez aquel que mostraba mas coraje. Levantó la camisa del rubio con un cuidado y una lentitud supremos, como si temiera herirle más.
Cuando al fin descubrió los genitales de Steph, había un vendaje cubriendo una serie de gasas y algodones...
Con manos temblorosa Layla se acercó y tomo la toalla para refrescar la cabeza del chico mientras Yuri quitaba el vendaje con cuidado, yo no deseaba ver aquello pero me obligue pues sabía que dentro de todo había sido mi culpa.
Cuando Yuri destapó los genitales de Steph vimos la crueldad del maestro K. Le había castrado de ambos testículos.


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