CAPITULO 11
MI LOOK
Deidara iba llegando al instituto. Estaba decidido a conquistar al chico de la fiesta, pero primero debía encontrarlo. No pudo preguntarle nada a Sasuke porque anoche andaba de mal humor y se acostó temprano. Así que el solo buscaría la manera de saber quién era ese arrogante.
Levanto su vista cuando a lo lejos vio como cinco jóvenes se acercaban. Visualizo que uno de ellos era el chico de la fiesta y se alegró por la fácil que había sido encontrarlo. Cuando lo iba a saludar, su mano quedo levantada porque vio como abrazaba en su pecho a un rubio, y mirándolo mejor se trataba de Naruto. Todos le pasaron de largo.
“Ese idiota tiene un lado protector” pensó. Como ese orgulloso podía tener un lado tan tierno, tan diferente de anoche… solo se podía ser así con la persona que te gustaba… Itachi le gustaba Naruto, sintió una punzada en su pecho. Se asustó un poco de sí mismo por sacar conclusiones tan rápidos. A lo lejos visualizo a Sasuke. Lo llamo pero fue ignorado más bien también paso de largo, el rubio lo tomo por el hombro volteándolo; Sasuke tenía una cara de estar a punto de llorar.
-¡Estas confundido por lo que sientes!- estaba hecha una furia
-¡NO! No es así Deidara. No soy gay- Sasuke estaba recargado de una pared en su habitación. Llego a su casa muy alterado y su amigo insistió en que le contara.
-¡Por lo menos debiste ser menos…-
-¡LO SE! ¡LO SE! No debes decírmelo- Muy rara vez gritaba y cuando eso pasaba, no sabía cómo controlarse, tantos sentimientos en ese momento desbordaban por todos lados.
-¡Eres un imbécil!- lo regaño, este bajo su mirada y el rubio se le acerco- Pero sabes, aun así Naruto es tu amigo y…-
-¡NO, NO ES ASI!- golpeo la pared soltando el llanto acumulado. Tantas emociones en su cuerpo eran tan inusuales. No sabía cómo enfrentar todo aquello; no sabía si era rabia, odio, tristeza, amor –¡Lo he lastimado y ahora… ahora…- su puño empezaba a sangrar -¡SOY UN MAL AMIGO! Yo debi… ¡Deidara tengo miedo de…-No podía terminar ninguna de sus frases, una abofeteada lo hizo reaccionar, se llevó la mano a la mejilla
-¡Cálmate!- lo zarandeo por los hombros –No haces nada culpándote, ahora lo importante es que tu sepas cuáles son tus sentimientos-
-No soy gay Deidara-
-¡ESO ES LO UNICO QUE TE IMPORTA!- grito hastiado. Se sentó al borde de la cama y dio unas respiraciones para calmarse. Llevo sus dedos a la cien –Entonces, debes disculparte y hacer todo para volver a ganar su confianza. Ustedes son amigos de la infancia tienen un vínculo difícil de romper- Sasuke se tumbó en la cama mientras era acariciado en el cabello por su amigo… ¿Qué sentía? ¿Cuáles eran sus sentimientos? Recordó el roce de la noche anterior, debía hablar con él.
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Y allí estaba mirando el techo de su habitación.
Estaba enfrentando un dolor en el pecho que nunca imagino sentir. Las palabras de Sasuke resonaban una y otra vez en su cabeza “Gordo, gay”
Fue tan estúpido, tan ingenuo en creerle a Sasuke. Allí se daba cuenta en su estadía aun en el pasado, es que acaso no se percataba de lo diferente de todo ¡Debía metérselo en la cabeza! Su amigo ya no era el mismo y ese día le había quedado completamente claro.
No lloro, ni siquiera una lagrima. Su conmoción fue tan grande que ni tiempo para eso tuvo. Llevaba tres horas en la misma posición y aun no salía de aquel trance, sus amigas trataron de hablar pero fracasaron, aun así se mantenían a su lado esperando su reacción.
¿Quería llorar? No
¿Quería gritar? Menos
¿Quería enojarse? Tampoco.
No sabía cómo actuar, ni que decir. Estaba lastimado, eso lo sabía… pero ¿Y ahora qué? Él fue quien comenzó todo, él fue quien lo beso, él fue quien se enamoró.
Ese último día resulto ser lleno de sorpresas.
-¡Muy bien, hora de irnos de vacaciones!- Itachi entro a la habitación con una bandeja llena de bebidas. Las chicas arquearon una ceja pero Naruto no se movió. El mayor acerco su cabeza interfiriendo con su mirada hacia el techo –Ya te pedí permiso, así que arregla tus maletas-
-Solo quiero quedarme en casa- Hinata se levantó alegre y se le tiro encima abrazándolo del cuello.
-¡Hablaste!- unas lagrimitas se escaparon –Pensé que habías entrado en un estado vegetal ¡Nunca me vuelvas hacer eso!- le golpeó la cabeza y este se quejó del dolor, los demás soltaron una risita.
-¿Estas bien?-
-No…- observo detalladamente su cuarto –No sé cómo sentirme en estos momentos-
-Te ayudaremos aclarar tus pensamientos- Sonrió Itachi, las chicas lo imitaron y el menor lo agradeció muy en el fondo. –Hoy fue un día difícil para ti e Ino- Vio a la otra rubia preocupada por él. Se había olvidado de ella.
-Soy un mal amigo y egoísta. Solo he estado pensando en mí y tu…-
-Naruto, eres el mejor amigo que alguien pueda tener. Lo mío no importa yo me lo busque. Ahora lo verdaderamente importante eres tu- Sonrió y la abrazo, todos se unieron al abrazo.
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1 mes después
Las vacaciones en la casa de campo de Itachi fueron inolvidables. El mismo se encargó de que todo fuera perfecto y ninguno de sus amigos recordara los malos momentos de ese año de instituto. Esa mañana se levantó muy temprano e hizo unos huevos revueltos de desayuno, su último día en ese lugar significaba el primer día la siguiente semana en el instituto, y en su caso, su último año.
Hinata se levantó y dio los buenos días muy emocionada, seguido de Ino y Sakura. Preguntaron por el menor que aún no se había levantado, esperaron alrededor de una hora y se comenzaron a preocupar. Las chicas fueron a su cuarto corriendo muertas del miedo pensando en que ya se había decidido a suicidar, cuando abrieron la puerta de golpe el rubio dio un grito del susto.
-¡No les enseñaron a tocar!- estaba junto al espejo sin camisa.
-¡Uy papi, dame tu número de teléfono!- silbo Ino. Naruto se sonrojo.
-¡Quisiera ser ese espejo!- grito Sakura.
-¡Salgan de la habitación!- las empujo fuera y azoto la puerta. Ahora tenían la costumbre de decir ese tipo de comentarios, y eso lo incomodaba un poco. Se miró una vez más al espejo con detalle. Ese último mes Itachi lo saco arrastras de su casa, él se encerró en la habitación de la casa de campo como muestra de rebeldía y luego de tanto regaño por parte de sus amigos tomo la iniciativa de salir un día mientras los demás realizaban una rutina de ejercicio. El mayor ideo un plan de un mes que consistía en un cambio de imagen completo, para cuando llegaran al nuevo año de instituto les robaran a todos los estudiantes un asombro. Las chicas estaban súper emocionadas y dieron todo su esfuerzo al contrario de Naruto, su desmotivación era grande; Sasuke influyo mucho, pero Itachi no se rindió.
-Déjenlo en paz. Naruto el desayuno está servido- Camino hasta la cocina con una sonrisa en sus labios; Lo había logrado, solo faltaba algo. Antes de que sus pensamientos fueran más allá la puerta de al frente fue tocada.
Sakura abrió.
-¡Querida tus puntas están resecas!-
-¡Y mira tu piel! ¡Esto es una emergencia!- La chica quedo en shock por los hombres tan atractivos al frente -¡Menos mal que nos llamaste Turulo!-
-¡Les he dicho millones de veces que no me llamen así!- los dos hombres rieron a carcajadas. Las demás se acercaron.
-¡Oh mío dios! ¡En serio estas niñas necesitan un cambio!-
-Les presento a unos amigos de mi familia, Son Madara y Hashirama. Son estilistas en la ciudad- entraron con toda la confianza. Las chicas abrieron sus bocas, parecía que de ambos salían brillos y fuegos artificiales.
-¡Oh por dios! Yo los conozco, artistas famosos han pasado por su manos, desde lady gaga hasta Mamuro Miyano. Son Ara y Ama-
-Los mismos querida- Ino chillo de emoción –No me sorprende que nos conozcas, se ve que eres la única con estilo aquí- Sakura preparo su puño. Itachi rompió la tensión avisando la llegada de Naruto. Los recién llegados se le acercaron maravillados invadiendo descaradamente su espacio respiratorio.
-¡Que potencial! ¿Itachi tu hiciste esto?-
-Es un diamante en bruto. Itachi, deberías unírtenos. Piénsalo, nosotros dos arreglando el look-
-Y tu arreglando sus cuerpos- termino Madara señalando los nuevos músculos del rubio -¡Quítate la camisa! Quiero verlo todo- El menor chillo y salió corriendo a su habitación.
-¡Te dejaremos como un modelo de ropa interior!-Itachi se golpeó la frente, por esa razón nunca los invitaba.
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Sasuke entraba en la habitación de Deidara desesperado; llevaba más de una hora encerrado cepillándose su largo cabello, la noche de ayer insistió en el ir al instituto con él. Fueron unas largas vacaciones. Kushina le informo que Naruto se había ido a una casa de campo y no pudo aclarar las cosas. Ambos bajaron a desayunar, Mikoto canturreaba de un lado a otro por la cocina mientras le entregaba sus platos.
-Hijo, pensaste que vas a estudiar- el azabache tomo una tostada untándole de mantequilla.
-He pensado en una universidad cerca de aquí, tiene un equipo de baloncesto pequeño-
-Ya me lo has dicho, me refiero ¿Cuál carrera?- Sasuke levanto los hombros. Aun no había pensado en eso y para él, seguía teniendo el suficiente tiempo para pensarlo; Deidara negó con la cabeza decepcionado, a diferencia del comenzaba en algunos meses la universidad, estudiaría publicidad en el turno de la mañana y en las tardes entraría a una academia de modelaje; solo pasaba vacaciones con los Uchihas mientras esperaba su etapa universitaria.
Ambos fueron al estacionamiento para buscar la moto de Sasuke. Este le sacudió el polvo y le entrego un casco a su amigo; su regalo de cumpleaños y ni siquiera le daba uso, hoy sería perfecto para estrenarla. La encendió y emprendió camino al instituto. El azabache estaba nervioso, hoy vería nuevamente a Naruto y no sabía cómo este iba a reaccionar: lo ignoraría, golpearía o hablarían como siempre ¡Si claro! ni que tuviera tanta suerte. Acelero la moto, se hacía tarde.
Por otro lado Deidara buscaba en su mente la manera de acercarse a Itachi. Quería descubrir esa otra cara del azabache. Se sintió nervioso cuando su amigo estaciono la moto.
Unas chicas chillaron al ver de quien se trataba y casi se desmayaban cuando el Uchiha las saludo con una sonrisa. Ambos chicos se bajaron guardando los cascos, el rubio miro el gran patio del edificio y el otro lo guio a la entrada advirtiéndole de no hacer nada extraño. Juugo y Suigetsu no le dieron tiempo de saludar porque inmediatamente lo abrazaron por el cuello, arrastrándolo hacia el edificio; un rumor corría desde temprano por los pasillos y obviamente que debían hacérselo saber , el capitán de equipo elegiría un sucesor durante la semana y todo apuntaba de quien sería el próximo. Sasuke se zafo del agarre presentando a Deidara a sus amigos.
-Sasori tendrá con quien divertirse- El rubio enarco una ceja ofendido; no quería ser grosero así que solo paso de largo. Antes de poder seguir caminando una par de chicas pelirrojas se le pusieron al frente mirándolo de arriba abajo. El rubio coloco sus manos en la cintura ¿Qué le pasaba a esta gente? Sasuke lo presento nuevamente y estas lo ignoraron tirándosele encima. Deidara comenzaba a irritarse y le dedico una mirada a su amigo, a la cual este solo levanto los hombros.
Una pequeña chica apareció tras la espalda de Karin. Tenía el cabello largo de un tono morado y les sonría amablemente.
-Naori te he dicho que no te me acerques tanto- Karin se alejó asqueada acomodándose los lentes. Ella se disculpó –Les presento a mi tonta prima Naori, está en primer año- la chica sacudió su mano y Deidara no pudo evitar acercársele para preguntarle como mantenía su cabello tan largo y con brillo, ella rio y Karin rodo los ojos.
-Un placer Naori, soy Sasuke voy a segundo año- extendió su mano; la chica se veía mucho más agradable que su molesta prima. Naori lo miro maravillada. –Deidara entraras a clases conmigo, ven- el rubio hizo un puchero preguntando entre susurros donde estaría Itachi, su amigo rodo los ojos respondiendo de mala gana que si se iba enseguida lo encontraría en el gimnasio, no lo dejo terminar cuando ya no estaba a su lado.
-Tu amigo es muy enérgico- la prima sonrío y Sasuke la detallo “Es linda” pensó.
-No lo has visto en las ofertas del centro comercial- el azabache no se dio cuenta que caminaba junto a ella hacia el edificio. Mientras se acercaban a los casilleros mantenían una conversación trivial y a Sasuke le pareció simpática, la ayudo a llegar a su clase y luego corrió devuelta a los casilleros para buscar su libro. Cuando llego observo a unas taquillas un grupo de hombres rodear a una mujer, escucho como estos la atacaban verbalmente.
-¡No deberían estar entrenando!- grito y estos voltearon, la gran mayoría permanecía al equipo de baloncesto.
-Ya te escuchas como el capitán, Sasuke-
-Estoy practicando, y cuando tome el cargo los considerare- estos bufaron y se marcharon. Se sentía genial ser obedecido.
-Gracias, desde esta mañana he tenido problemas- la voz se le hizo tan familiar que fue inevitable no voltear a verla.
-¿Hinata?- ella sonrió y el abrió su boca -¿Qué te ocurrió?-
-¿De qué hablas?- Sasuke estaba viendo una chica totalmente diferente a la Hinata que conocía. Esta tenía unos pantalones pegados al cuerpo con unas sandalias a juego, una blusa con un escote en el pecho y sus puntas de cabello pintadas de azul, además del maquillaje; lucia hermosa y sexy, algo imposible para ella. Antes de decir más nada dos chicas se acercaron.
-Hinata apúrate se hace tarde-
-Buenos días, Sasuke- el chico volvió abrir su boca. Ino y Sakura, ambas con minifalda, zapatos de tacón, maquillaje de un profesional y cabellos perfectamente arreglados; Ino con puntas rojas y Sakura con un cabello largo y liso. No pudo dejar de mirar a las tres.
-Te ha comido la lengua el ratón- Ino le guiño un ojo –Llegaras tarde a clases- este asintió viendo cómo se iban. Sacudió su cabeza y empezó a ir hasta el salón. Apenas entro observo como Karin se levantaba de su asiento sorprendida y señalando con el dedo a las tres chicas, Tayuya permaneció inexpresiva cruzada de brazos y los demás callaron sus murmullos al verlas; Estaban hermosas.
-Pobrecitas, creen que con un cambio de look llamaran la atención…- Tayuya comento lo suficientemente alto para que la escuchara toda la clase
-Pues tú me das más lastima. En estas vacaciones te descuidaste; subiste de peso y las raíces de tu cabello demuestran lo falsa pelirroja que eres- Ino se le puso al frente tomando un mecho de su cabellos.
-Entonces tus chicos se cansaron y comenzaron a buscar algo nuevo- concluyo Hinata señalándose –No les importa si soy una lesbiana-
-Y tu- Sakura se colocó detrás de Karin –Nadie te ha dicho que esos lentes te sientan fatal, y esa ropa, esta tan pasada de moda. Se acabó tu reinado bruja del mal- Cubrió su nariz haciendo gesto de mal olor. Los demás estallaron en risas y silbidos, las tres caminaron con elegancia hasta sus asientos.
Ellas eran las nuevas divas.
Sasuke sonrío, y se sentó. Coloco sus pies sobre la mesa e inclino la silla.
Estaba feliz por las tres, se alegraba que decidieran ponerle fin a las burlas con un cambio de imagen. Habían renacido. Sonó la campana y no vio a Naruto por ningún sitio. El profesor Iruka entro siendo perseguido por un rubio.
Sasuke casi se va para atrás con la silla.
Ese chico tenía el rostro de Naruto, pero no se parecía en nada. Las chicas no disimularon las miradas deseosas. Estaba delgado, musculoso, sin lentes y con reflejos en el cabello. Este cruzo su mirada con la del y empezó a caminar, por un momento pensó que lo golpearía, pero no fue así, lo ignoro. ¿Ese era su amigo? O mejor dicho su ex amigo
Apenas se sentó las chicas lo atacaron con preguntas.
-¿Eres nuevo?-
-¿De qué instituto vienes?-
-¿Eres extranjero?-
-¿Tienes novia?- el rio. Sasuke no podía apartar la mirada.
-Es que no se dan cuentan, soy el mismo de siempre, Uzumaki Naruto-
-¡Queeeeeeeeeeee!- el grito se escuchó en el todo el lugar.
-¡Silencio!- Iruka sentencio. Y Karin se desmayó. –Que alguien lleve a la señorita a la enfermería-
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Tuvo muchos problemas para llegar. No sabía a quién tenerle más miedo, a las chicas que lo miraban como desquiciadas o a los chicos quienes estaban a punto de saltarle encima y quitarle la ropa. Sintió un escalofrío. Entro al gimnasio e inmediatamente vio a Itachi empapado en sudor saltando para encestar; chillo mentalmente, él debía ser suyo. Espero a que terminara el juego para acercársele, el azabache abrió una botella de agua.
-Qué casualidad encontrarnos de nuevo, Señor amargado- Itachi dejo de beber y lo miro de arriba abajo de mala manera. Cerro la botella dándole la espalda –Seguimos con el juego de ignorarme- se le puso enfrente.
-¿Acaso estudias aquí?- frunció el ceño.
-No- sonrío y le guiño un ojo –Pero puedo hacerlo si tú quieres- Itachi lo aparto y siguió caminando –Está bien, está bien solo era una broma- volvió a colocarse al frente y el otro rodo los ojos fastidiado.
-¿Me estas acosando?-
-Solo venía a disculparme por lo que te dije en la fiesta- el capitán se cruzó de brazos.
-Y viniste a mi instituto solo para decirme eso- Deidara se golpeó mentalmente –Mira si quieres que me disculpe no lo hare, puedes regresar por donde llegaste- ¿Por qué se hacia el difícil?
-¿Por qué eres tan amargado? O mejor dicho ¿porque eres tan amargado conmigo?- lo ignoro nuevamente –Ya entiendo, veo que te gusta Naruto- metió sus manos a los bolsillos y suspiro resignado. Itachi lo detuvo, miro a sus compañeros volver a la cancha.
-¿Conoces a Naruto?-
-Sí, soy amigo de Sasuke así que…- fue interrumpido por el entrenador quien vino a regañar al azabache por tardar tanto tiempo, este se disculpó y volvió a la cacha. Deidara quedo parado allí…
Tenía razón, si le gustaba Naruto.