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Solo a tu lado quiero estar. por mariangel chan

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Notas del capitulo:

Hola!! Feliz Navidad para todos.

Muchas gracias por leer y por sus comentarios.

Paz y Besos Mariangel:)

Dato Curioso

Al principio no existian las escenas Itadei, fueron incluidas en la edicion de estos capitulos. Y las agrege porque pense ¡Por lo cielos como se me pudo olvidar! Una historia no la considero mia si no tiene por lo menos una escena de esta pareja, me encanta.

 

CAPITULO 12

MI HOMOSEXUALIDAD

        Sonó la campana y todos salieron de clases. Sasuke intento seguir a Naruto pero todas las chicas se le amontonaron como avispas, así que fue imposible acercarse

        El rubio miraba a todas sus compañeras con decepción. Quería gritarles por interesadas; cuando era regordete lo trataban como fenómeno, y ahora, prácticamente se les ofrecían en bandeja de plata. Aun así, no debía ser un idiota como el resto. Como pudo se zafo y fue corriendo a la oficina de Kakashi para resguardarse, pero un rubio muy conocido venia hacia el con cara de pocos amigos. Intento saludarlo pero fue completamente ignorado.

      Deidara iba perdido en sus pensamientos, pero eso no significaba que no podía visualizar al ardiente rubio de al frente. Su tono de piel lo hacía verse tan caliente. Paso de largo queriendo evitar cualquier comunicación visual o verbal, no quería perder a Itachi simplemente por alguien tan atractivo… esperen… Deidara volteo reconociendo las facciones del rostro.

-¿Naruto?- el chico sonrió tímido y alzo su mano saludándolo -¡Oh diablos! ¡Estas súper ardiente!- se llevó sus manos a ambos lado de la boca. Se le acerco tomándolo de una mano y haciendo darle una vuelta –Mira ese trasero, te ves divino. Casi ni te reconozco- El Uzumaki se sonrojo.

-Pensé que estabas molesto conmigo y me ignoraste- el otro levanto una ceja.

-¡Ah! Ya entiendo, por lo que ocurrió con Sasuke- Naruto debía reconocer que al escuchar ese nombre una presión venía a su pecho –Para nada. Más bien me disculpo en nombre de mi imbécil, idiota, patán, bastardo insensible amigo- poso una mano en su hombro y cambio a un tono serio –Naruto, en verdad él no quería decir todas esas cosas. Él te quiere-

      En realidad no le guardaba ningún rencor. Ninguno. Y eso le molestaba ¿Por qué no podía ser rencoroso y buscar venganza? Pero no, no era su forma de sobrellevar aquellas situaciones. Solo, solo dolía.

-Está muy arrepentido, debe andar buscando una oportunidad para hablar contigo- el mayor al ver que colocaba una cara de disgusto decidió cambiar la conversación, no quería dañarle la mañana al pequeño, además eso ya quedaba de parte de su idiota amigo –Por cierto, tengo una pregunta- Naruto lo alentó -¿Cuál es tu relación con Itachi?-

-¿De qué hablas? Solo somos amigos-

-Cambiare la pregunta ¿Qué sientes por el?- siempre tan directo. Naruto se sorprendió ¿Por qué le preguntaba aquello? Nunca se detuvo a pensar sobre los sentimientos hacia Itachi; tal vez solo era aprecio y cariño.

-Solo estoy agradecido con él, ha hecho mucho por mí. Es un buen amigo- miro su reloj aprovechando la excusa de retirarse para ir a la cafetería. Deidara se despidió con un “gracias, yo iré a buscar a Sasuke” ambos tomaron direcciones diferentes.

      Fue un día de los más divertido para el ex grupo de los inadaptados. Las chicas reían por que los chicos ahora querían estar con ellas. Sakura y Hinata enganchaban sus brazos a los de Naruto, y caminaban con tanta elegancia que más de uno se quedó mirando. Itachi recostado en la entrada del instituto los esperaba, los recibió con unos aplausos.

-No dejaron de hablar de ustedes en todo el día- hizo una reverencia –Puede este humilde servidor caminar junto a sus lados- Todos rieron, Ino se engancho a su brazo y empezaron a salir. A lo lejos Sasuke miraba la escena; Naruto lo había evitado todo el día. A su vez Deidara a su lado se moría de los celos, pensando en porqué con ellos tenía una actitud tan diferente.

--------*-*--------

-¡¿Tu otra vez?! ¿No te cansas de acosarme?- Itachi caminaba con rapidez hasta su casillero siendo perseguido por Deidara. Llevaba una semana entera yendo al instituto para buscar cualquier tema de conversación con el azabache, pero cada vez le resultaba más difícil; Itachi lo trataba peor cada día, no sabía si había avanzado o retrocedido. Era realmente frustrante, pero no iba a darse por vencido.

-Puedes tratar de ser más amable conmigo, solo quiero ser tu amigo- Itachi se paró en seco.

-Déjame ver si entiendo. Si soy tu amigo ¿Me dejaras en paz?- “Imposible” pensó el rubio. El pelo negro rodo los ojos -¿Acaso no estudias? Porque siempre andas por aquí-

-Creo que no te has dado cuenta pero, no soy de aquí- Dijo algunas oraciones en francés para identificarse. El otro asintió con la cabeza convencido –Con respecto a tu pregunta, en algunos meses comienzo la universidad-

-¿Universidad?-  frunció el ceño, y Deidara rio.

-Si universidad. Creo que soy mayor por 2 o 3 años. Tengo 20-

-¿¡20!? Pero si te ves realmente mucho más joven- lo miro de arriba abajo y el rubio se sintió alagado; estaba acostumbrado. –Tengo 18 y aparento de unos 24- se señaló así mismo

-Ahora que aclaramos el malentendido. ¿Porque no comemos juntos a la hora del almuerzo?- Itachi bufo burlón; el rubio era perseverante.

-Veo que nuestro instituto no es muy estricto. Dejan pasar a cualquier- dio unos cuantos pasos más y abrió un casillero sacando un libro, lo cerro con fuerza y se dio media vuelta para volver a su clase.

-¡Oye! ¿Eso es un sí?- el otro lo ignoro entrando al salón. Deidara se dejó caer en una pared; Tanto le gustaba Naruto.

---------*-*--------

         Una semana, dos semanas… Sasuke azotaba la puerta del casillero frustrado; cada vez que intentaba acercarse al rubio, o lo ignoraba o caminaba más rápido. Tenía todas las razones para odiarlo. Sus palabras fueron directas y crueles, y no merecía recibir su perdón, pero por lo menos merecía ser escuchado aunque sea una vez, solo una vez. Ni siquiera Hinata le dio la oportunidad.

      Camino hacia el patio con las manos en los bolsillos. Como supuso Itachi le dio el puesto de capitán a otro, cuando pidió una explicación, este le respondió; “Necesito un capitán que piense en el equipo en todo momento no solo en ocasiones, también necesito un capitán que sepa trabajar y controlar sus emociones bajo presión y por último, necesito un capitán que sepa manejarse con cualquier tipo de persona, no que se deje influenciar”. Esas palabras lo marcaron. No tenía ninguna de esas cualidades.

         Deidara no fue ese día porque necesitaba ir al centro comercial o algo así, gracias a su presencia es que todas esas semanas pudo mantenerse cuerdo. Cada noche soñaba con la expresión de dolor de su amigo, y sus malditas palabras cortantes. Se detuvo junto a un árbol y lo golpeo ¿Por qué fue tan estúpido?

        “¿Lo amas?” la pregunta de Juugo vino a su cabeza. ¿Qué sentía por Naruto? No lo sé… No lo sé… se repetía así mismo. El beso de esa noche lo dejo confundido. Desde niños fueron muy unidos y no podía verlo más que eso; solo un amigo, lo quería mucho  y era muy importante para él, pero solo era eso, su amigo. O eso creía.

       Si esa noche no fuera escapado y tan solo fuera pedido una explicación… tal vez, solo tal vez las cosas serían diferente. No se reconocía para nada ¿Desde cuándo era un cobarde? ¿Desde cuándo le importaba la opinión de los demás? Recordó su estadía en Europa.

-Te ves muy pensador- volteo tras su espalda sorprendido. Una chica de pelo morado sonreía. En los últimos días hubo un acercamiento con Naori, era una chica muy agradable, y de vez en cuando lo tomaba desprevenido mirando a Naruto  -¡Mira allá viene Uzumaki-senpai!- Sasuke volteo asustado tratando de actuar normal, pero miro a todo lados sin rastro del. La chica rio.

-No molestes Naori- frunció el ceño.

-Solo una pequeña broma para el señor amargado- La chica daba aires de confianza y por eso se llevaban tan bien.  Podía ser capaz de mostrarse tal y como era sin ser juzgado.

      A lo lejos visualizo como un risueño Naruto se dejaba abrazar por Itachi. Últimamente estaban más juntos de lo normal y eso le molestaba un poco, ni siquiera con él fue tan unido. Naori se percató hacia donde miraba.

-------------*-*-------------

     Todos miraron con la boca abierta la entrada del salón de belleza. Si la entrada tenia todos los detalles de lujo no se podían imaginar cómo sería entrar. Ino corrió abriendo la puerta emocionada. El lugar era como un paraíso, cualquiera quedaría opacado adentro. Una chica de unos 23 años se acercó con una sonrisa forzada preguntando si tenían cita, pero un grito la saco de su personaje; Hashirama apareció con una mano en su pecho.

-¡Estoy completamente impactado!- tomo de las muñecas a Ino, acaricio el cabello de Hinata, pellizco la mejilla de Sakura y nalgueo a Naruto –Es una obra maestra ¡ARA!- camino de vuelta con un contoneo de caderas para morirse encontrándose con el otro azabache –Mira quienes llegaron- todos les bajo un gotita por la cien. Madara grito de igual manera.

-¡Somos unos genios!- chocaron sus palmas. Itachi rodo los ojos; y luego preguntaban por qué no los invitaban a cenar. Naruto susurro en su oído.

-¿Crees que les guste?-

-Son débiles ante la moda. Y tu diseños son hermosos- susurro de vuelta con una mano tapando su boca. El sonrió. Todos fueron llevados a una enorme oficina y les ofrecieron té y galleticas. Ara y Ama se sentaron con las piernas cruzadas enfocando su atención en Naruto, este tembló pero sintió el apoyo de sus amigos. De su bolso saco un libro y se los entrego, los hombres estuvieron un rato dándole una ojeada en silencio con expresión seria, lo cerraron de golpe.

-Tienes talento- Madara se mostró como un hombre terrorífico.

-Hablaremos de ti a nuestra quería amiga Lady Tsunade- Hashirama se mostraba más amable. Naruto casi se ahogaba con su bebida caliente.

-¡Lady Tsunade, la diva de las pasarelas!- ambos asintieron.

       La tarde caía y las chicas se fueron a casa. Itachi caminaba a la parada de bus para regresar junto al Uzumaki. Este aún se mantenía en estado de shock. No podía creer que iba a ser referido a Lady Tsunade, miro a su amigo muy agradecido, no pudo evitar darle un gran abrazo y este le acaricio la espalda. Tomaron el bus y se sentaron en la parte de atrás.

-Todos estos días te he observado y he notado algo- el menor miraba la ventana y volteo su rostro hacia la izquierda. Iban sentados uno al lado de otro, el bus se paraba en un semáforo en rojo – ¿Aun lo amas?- abrió sus ojos, Itachi ni siquiera titubeo con la pregunta. ¿Qué podía responder? ¿La verdad? No podía mentirle.

-Siempre ves a través de mí- bajo su mirada enfocándose en el puño que escondió entre sus piernas. El azabache sonrió de lado suspirando y llevando una mano hacia los cabellos rubios.

–Eres un niño tonto ¿lo sabias? No tienes por qué avergonzarte, es la persona que te gusta- le revolvió los cabellos, este le reclamo por su peinado.

-Pero es estúpido que aún me siga gustando luego de lo que paso- volvió a mirar por lo ventana apoyando su barbilla de la palma.

-Cuando se está enamorado, haga lo que haga esa persona siempre te seguirá gustando-

-Pareces experto en el tema- dijo como si nada. Itachi se quedó en silencio el resto del viaje. Pidió la parada, se despidió y bajo del bus, Naruto siguió su camino.

       Era tarde aunque no recibiría algún regaño por llegar a esas horas. Sus padres no paraban de sonreír luego de que volviera de las vacaciones. Pidió la parada y se bajó, tendría que caminar unas cuadras para llegar a su casa. Se subió la capucha de su suéter comenzando a caminar, durante todo el camino pateo una piedra.

       Esas dos semanas evito por completo a Sasuke. Veía sus intenciones de acercarse y por nada en el mundo quería hablar con él, inventaba cualquier excusa para escabullirse. Al pensar en todo lo ocurrido aquella tarde, para ser sincero ya no le afectaba, más bien se burlaba del hecho que ahora las cuentas estuvieran saldadas y Karin y Tayuya no se atrevían a acercársele, todas las chicas morían por tener su número telefónico y los chicos ya no le buscaban pelea. Todo había cambiado tan rápido gracias a Itachi, y porque no, también gracias a Sasuke. Si no lo fuera humillado nunca hubiera tenido ese cambio.

      Recordó la mirada de arrepentido de su amigo luego de soltar todas esas verdades. No dudaba de Deidara cuando le dijo que Sasuke estaba arrepentido, pero, aún seguía dolido. A lo mejor no tanto por sus palabras, si no por el hecho de que fue rechazado públicamente.

      “EL ES EL MALDITO GAY” gay, es gay ¡Se enamoró de un hombre obviamente que era gay! Pateo la piedra con más fuerza. Esa sería la razón por la cual nunca tuvo interés en alguna mujer a sus casi 17 años.

       Llego a casa y casi se le salía el corazón por la boca cuando vio a Sasuke sentado en las escaleras de la entrada, este se alegró al verlo y se levantó. Naruto quería correr. Busco entre sus bolsillos la llave, la tomo entre sus dedos y actuó naturalmente.

-Naruto, necesitamos hablar- el mencionado subió los dos escalones y metió la llave en la cerradura, giro y abrió la puerta. La iba a cerrar pero Sasuke metió el pie y con su antebrazo hizo presión en el medio de la puerta –Por favor escúchame- la mirada azulina no tenía brillo, solo trataba de cerrar la puerta. Gracias a los cielos sus padres no estaban en casa, o luego debía explicarles la escena; se imaginaba a su madre llamando a la Señora Mikoto casi gritándole que sus hijos estaban peleados. No quería eso.

      Sasuke persevero en esa lucha de no permitir cerrar la puerta hasta que el menor se rindió y la abrió. El mayor inflo sus pulmones.

-Quiero pedirte perdón por...-

-Ok, saltemos esa parte- se cruzó de brazos – Se lo arrepentido que estas- rodo los ojos  -Pero déjame decirte algo Sasuke Uchiha, no quiero volver a ser tu amigo- intento nuevamente cerrar la puerta pero esta vez el mayor entro a la fuerza. Lo miro con determinación y por un momento un escalofrió recorrió su espalda, la casa estaba a oscuras.

-Si no quieres ser mi amigo, entonces ¿Quieres ser mi novio?- sintió como su alma se salía y volvía a entrar a su cuerpo ¿Qué había dicho? –Naruto, lo sé, soy un idiota. Pero entiéndeme, un día tu mejor amigo te está besando y cómo quieres que reaccione. Ni siquiera tuve el tiempo para pedirte una explicación. Fui un tonto al escapar esa noche- soltó todo de manera muy rápida. Volvió a respirar hondo –No sé si te gusto o solo lo hiciste para jugarme una mala broma-

-No…- Sasuke no lo dejo continuar, levanto su mano como señal de stock.

-Lo cierto es que ahora estoy muy confundido. No dejo de pensar en ti y no sé qué siento. Quiero seguir siendo tu amigo pero tú no, no sé porque siento tanto miedo de perderte- dio una respiraciones rápidas, le costaba soltar todo aquello. No estaba acostumbrado a hablar de sus sentimientos y emociones –Ahora dime ¿Qué fue exactamente ese beso?- Naruto dio unos pasos hacia atrás ¿Desde cuándo era tan directo? No podía decirle, no podía volver hacer tan ingenuo.

-Solo quería probar. Pero como ya muy bien dijiste a todo el mundo, sí, soy gay, Sasuke- el azabache se mostró frio ante esa respuesta “probar” –No vengas a jugar conmigo con propuestas de ¿Quieres ser mi novio?- quiso hacer una imitación de eso ultimo –Soy gay y también tengo sentimientos- verlo tan frio hacía difícil de creer que era el mismo Naruto Uzumaki.

     Naruto sintió un gran alivio al decir esa palabra; gay. Era gay y no se avergonzaba por eso ¿Por qué debería?

-No lo dije con la intención de ofenderte. En realidad la propuesta va en serio- su tono de voz sonó muy sincero, la seriedad de su rostro lo hacía quebrar su apariencia –Por favor dame la oportunidad de remediar mis errores. Si quieres cortar lazos, lo entiendo, pero gracias entonces por dejarme hablar- Naruto cerro sus ojos con fuerza; no podía caer, no podía dejarse engañar por esas palabras.

     Sasuke espero una respuesta que nunca llego.

-Ya veo, entonces me iré - se dio la vuelta para salir, era mejor irse, su amigo no iba a responder ninguna de sus preguntas. Aunque muy en el fondo tenía la esperanza de que Naruto lo parara.

     Eso fue todo… todo acabo. Naruto mordió su labio; no iba a decir nada. Vio como el azabache cerró la puerta y como el ambiente se tornó frio en esa oscura y solitaria casa.


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