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Solo a tu lado quiero estar. por mariangel chan

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Notas del capitulo:

Hola!!

Bueno antes de irme a la universidad, les queria regalar un capitulo de mis actualizaciones rapidas. Tal vez publique la proxima semana o la otra de arriba todo depende del internet.

Dato Curioso

Anteriormente Ama y Ara eran guardespaldas de Itachi.

CAPITULO 22

MI RIVAL

      Llevaban cinco horas dentro del carro. Nadie decía nada, nadie hacia nada, solo ver la larga autopista sin fin.  Las cosas debían volver a su estado normal, ambos volverían a sus trabajos la mañana siguiente y seguirían con sus vidas tan rutinarias. Naruto reviso su móvil decepcionándose una vez más; Gaara no lo llamo ni una vez. Sasuke miro de reojo su expresión nostálgica, prefería no preguntar sobre el tema porque ya sabía la respuesta, solo sentía un poco de pena al pensar estar en su lugar. Aunque en cierta manera eso le generaba puntos a favor.

      Ni  un mensaje, ni una llamada. Guardo su móvil en el bolsillo, al decir verdad eso le molestaba mucho, Gaara nunca había sido tan descuidado. Se acomodó en el asiento y llevo una mano al cinturón de seguridad que aprisionaba su pecho. Al llegar a casa definitivamente hablaría con él.

-Fue un poco nostálgico ir al pueblo ¿No crees?- Sasuke mantenía su mirada firme en la autopista. Ese silencio lo estaba matando, de esa forma nunca avanzaría con Naruto.

-Un poco. Las cosas han cambiado- ambas manos las coloco en sus muslos.

-Deberías acostumbrarte al cambio- El rubio suspiro y lo miro.

 –Quería agradecerte, por darme el apoyo cuando lo necesitaba-

-Ya te he dicho que no me lo agradezcas. Yo también me preocupe por Kushina- apretó el volante –Y por ti también me sentía preocupado-

-Aun así, gracias. Debes volver cuanto antes al trabajo y…-

-Naruto, no todo en la vida es trabajo- el rubio bajo la mirada – Debes entender que el amor por una persona es más importante que cualquier otra cosa- odio mil veces esas palabras porque una vez más su corazón se emocionó; ya lo había podido controlar.  Se produjo de nuevo el silencio y perduro hasta llegar a la ciudad. Sasuke dejo a Naruto en su apartamento. No arranco hasta perderlo de vista, sonrió para sí, luego de esto el rubio lo iba  tomar más en serio.

-----------*-*----------

      Dejo de leer el documento que le había entregado Sai esa mañana para prestar atención al hombre pelirrojo con un ramo de flores. Quiso saludarlo como de costumbre, pero su orgullo se lo impidió; esa vez si estaba molesto. Y no se dio cuenta de su molestia si no fuera porque Sasuke le dijo aquellas palabras “El amor por una persona es más importante que cualquier  otra cosa” no pedía que Gaara dejara su trabajo por él, pero por lo menos una llamada como mínimo.

     Coloco la hoja encima de su escritorio y lo miro fijamente. Este pasó y le entrego las flores, Naruto las tomo y las coloco a un lado sin dejar de mirarlo.

-Quiero disculparme porque…-

-Gaara, se lo ocupado que estás en tu trabajo. Yo más que nadie lo entiende- señalo toda su oficina –Pero ni siquiera un mensaje. Nunca te llamo más de 2 veces, y esa vez lo hice. No se te paso por la mente que necesitaba algo- El hombre se sentó en la silla de al frente.

-¿Cómo sigue Kushina?- extendió sus manos unidas en un puño en el escritorio.

-Mucho mejor, nada grave ocurrió- analizaba a su rubio y se sentía cada vez peor, él nunca se había comportado tan frio –Sai me conto que hasta ayer no sabías del accidente-

-Tuve un momento libre y aproveche de invitarte a cenar- quiso sonreír, pero no sabía cómo hacerlo en ese momento –Sai me conto de igual manera que te fuiste en carro particular ¿Manejaste hasta el pueblo?- en realidad era una pregunta muy azar por parte de Gaara, pero para Naruto fue una impresión y no sabía si decir la verdad ¿Cómo se lo tomaría?

-En verdad quien manejo fue Sasuke- el mayor frunció el ceño; de todas la personas, el. Todos esos días Sasuke aprovecho para estar junto a su novio, no lo dudaba. Quiso reclamarle pero no podía colocar la situación peor. Más bien debía dar un paso a su favor.

     Ese día termino su trabajo temprano y busco a Naruto para llevarlo a casa, pensaba prepararle algo casero. Ambos entraron a su apartamento e inmediatamente el menor se tiro agotado en el sofá mientras el otro empezaba a hacer la cena. Encendió la televisión para escuchar las noticias y subió el volumen porque el sonido de la sartén caliente con carne no lo dejaba escuchar. Gaara se movía de aquí para allá con un delantal azul, de vez en cuando miraba la espalda de su novio, sentía la curiosidad en saber que escondía dentro de su cabeza.

-Estaré un rato en el taller- se levantó dejando el control del televisor en el sofá. Gaara le pidió comer primero pero este pidió que guardara su comida en la nevera, el otro hizo una mueca… aún seguía molesto, y con mucha razón… el sonido de la máquina de coser se escuchó a lo lejos. Lo conocía bastante bien para saber cómo deshacía sus frustraciones nocturnas, comió, guardo su cena en la nevera y se sentó en el sofá.

     Pasaría la noche allí. Tomo el control e iba a buscar una película cuando escucho el golpeteo de la puerta. Miro hacia la dirección del taller pero la máquina de coser aún se escuchaba, se levantó y fue a ver de quien se trataba a esas horas.

     Sasuke se acomodaba el pelo mientras esperaba al otro lado de la puerta; tuvo guardia durante el día, dejando la noche libre. No pudo disimular su mueca de disgusto cuando observo al pelirrojo abrirle.

-¿Doctor?- Fingió duda.

-Buenas noches ¿Cómo sigue de salud?-

-Recuperado totalmente. Pero dígame ¿Que hace a esta hora en casa de mi novio?- recalco la frase “Mi novio” recostó su antebrazo del borde de la puerta para darle un aspecto relajado. Sasuke sintió veneno en sus palabras, no dejaban de mirarse como si se retaran mutuamente.

-Quería asegurarme si estaba bien, luego de un viaje tan largo. Mi amigo se veía bastante aislado- permaneció firme con los brazos a sus costados recalcando de igual forma la palabra “Mi amigo” –Sé que no es mi problema, pero tengo entendido que uno debe estar en todo momento para persona que ama. Aunque no es su caso- Gaara por primera vez luego de tanto tiempo perdió la compostura por unos segundos, tomándolo de la camisa del cuello.

-Se perfectamente lo que intentas Sasuke Uchiha, se la historia de memoria- estuvo muy cerca de su rostro y luego se apartó soltándolo –No soy estúpido y será la última vez que te deje el camino libre con Naruto- tomo la puerta para cerrarla pero el Uchiha se interpuso con una gran sonrisa.

-Prepárate porque esta vez no cometeré los mismos errores y conquistare de nuevo a Naruto. Anda con cuidado porque cualquier tropezón y el correrá a mis brazos- borro su sonrisa dándose la vuelta y yendo a las escaleras. Gaara cerró la puerta y se llevó una mano a la frente; no iba a perderlo por nada del mundo. Vio como el rubio se asomó.

-Escuche la puerta-

-Solo niñas exploradores vendiendo galletas- camino hasta su novio y se arrodillo, Naruto abrió los ojos a mas no poder, acaso iba hacer lo que pensaba –Naruto perdóname, no debí dejarte solo en ningún momento, perdóname por colgarte aquella vez. Fui un mal novio, pero te juro que no volverá a pasar, recompensare cada minuto- tomo su mano y la beso. El rubio suspiro.

-Entonces empieza por comprarme un café con leche y un pan de mantequilla- sonrió, y Gaara se levantó dándole un pequeño beso en los labios.

-Enseguida- tomo su saco saliendo del apartamento. Naruto cruzo los brazos mirando el vacío de su apartamento ¿Por qué no había sentido nada con las palabras de Gaara?

-----------*-*------------

-¡Como se te ocurre dejarme solo 4 días !- Deidara refunfuñaba con los brazos cruzados. Sasuke pedía disculpas tomando una taza de café, esa mañana tendría clases de su especialidad y no podía llegar tarde. Apuro a su amigo para descender al estacionamiento y apenas ambos estuvieron adentro arranco deprisa. Dejo al rubio en el edificio donde se llevaría a cabo su sesión de fotos y luego retomo su camino.

       Deidara entro al hotel donde lo habían citado. Esta vez sería la nueva imagen de una cadena de salones de belleza. Pregunto en recepción y lo guiaron a un pequeño restaurant elegante, un mesero le informo que los dueños de la empresa de quien sería imagen lo esperaban a unas mesas no muy lejos del. Observo ya más de cerca las personas en la mesa asignada y encontró a 3 azabaches conversando tranquilamente. Saludo educadamente y se sorprendió al ver a Itachi verlo detenidamente.

-¡Oh por lo cielos! Eres más hermoso en persona- salto de repente uno de los azabaches tomándolo de sus brazos. Itachi lo regaño para que se calmara, y luego le ordenaron sentarse. Deidara estaba confundido.

-Un placer mi nombre es Madara, mi compañero Hashirama- señalo al hombre que hace un momento lo llamo hermoso con una miraba de corazones en los ojos –Y nuestro pequeño Turulo, un amigo muy íntimo- Itachi gruño, un mesero se acercó con una copa depositándola al frente del rubio y llenándola de vino.

-¿Ustedes son los conocidos Ara y Ama?-

-¡Oh!- el raro (Como lo había denominado Deidara) se llevó una mano al pecho y la otra a la frente fingiendo que se desmayaba –No puedo creer que hasta por los lados de Europa lleguen nuestros apodos- Hashirama le gustaba formar drama por nada, Madara rio.

-Nos complace que un modelo con gran trayectoria, sea la nueva imagen- corto un pedazo de la carne de su plato y comió de este. El rubio no prestaba mucha atención a la conversación porque Itachi comía a su lado y se moría de ganas de hablar con él.

      Itachi termino de comer, se limpió la boca con una servilleta e informo su ida porque tenía consultas en el hospital en pocos minutos. Lo llamo sin querer pero fue ignorado como de costumbre, miro como salió de la puerta del restaurant ¿Por qué seguía con esa actitud tan distante? Un carraspeo de garganta lo hizo aterrizar y miro apenado a ambos azabache que lo miraban con sonrisas.

-Como decía, las sesiones serian en la tarde y…-

-¡A la mierda eso! ¡Acaso no te diste cuenta Madara!- Hashirama salto de su silla –Creo que Deidara conoce a nuestro pequeño turulo-

-¡Te diste cuenta también! ¡Pensé que fui el único!- La actitud profesional de Madara se fue por la borda, no podía dejar pasar un buen cotilleo. –No solo eso, si no que paso algo entre ellos. Dinos Deidara ¿Qué hay entre ustedes dos?- El rubio le bajo una gota por la sien, pero no pudo evitar soltar todo. De todos modos dijeron que Itachi era su amigo. Ambos mayores casi gritaron de la emoción cuando el rubio termino su relato, pero debían guardar las apariencias en un lugar público.

-No entiendo porque no me presta atención ¿Acaso no soy lo suficiente?-

-Oh cariño, pero eres demasiado hermoso- a este punto ambos azabaches estaban a cada lado del menor consolándolo. Madara le tomaba su mano y el otro le acariciaba el cabello. –Cualquiera te amaría-

-Pero el no. Debe ser que le gustan las mujeres- dejo caer su rostro en su palmas que estaban siendo apoyado de los codos en la mesa. Los mayores rieron a grandes cargajadas.

-¡Claro que no! Itachi es gay-  Hashirama se limpió las pequeñas lagrimitas causadas por las risas.

-Cuando tenía 20 años lo dijo casi gritando en una comida familiar. Sus padres nos echaron la culpa, dijeron que éramos mala influencia- Madara puso cara de ofendido.

-¡Entonces porque!- suspiro el pobre rubio, cada vez se deprimía más. –He intentado de todo y solo me ve como una molestia-

-Aunque pensándolo bien, no lo he visto salir con nadie- Ara se llevó un dedo a su barbilla

-¡Debe ser impotente!- los azabache se llevaron la mano para tapar su asombro.

-¡Claro que no! Nuestro turulo debe ser un semental- el sonrojo del rubio fue muy notorio.

 – Si quieres conquistarlo puedes tratar luciendo un poco más sencillo, a Itachi no le gusta las cosas extravagantes-

-Sin ofender Deidara, tú te vez fabuloso-Bajo la mirada para detallar su vestimenta: unos pantalones ajustados negros, una zapatos con un poco de tacón, una camisa manga larga gris en cuello V, una chaqueta de cuero negra, una camisa de cuadros blancos amarrada a su cintura y pulseras puntiagudas,. Estaba claro que de sencillo no tenía nada, sin mencionar algo de maquillaje. Una voz muy conocida llego a la mesa: jeans azules, una camisa naranja y zapatos deportivos blancos. Naruto sonreía con una carpeta en sus manos.

     Deidara abrió los ojos de par en par; como no se dio cuenta antes. Por eso Itachi le gusta Naruto o le gustaba, ya no sabía, debía de preguntárselo. El menor saludo al mayor sentándose, los estilistas se asombraron otra vez.

-Este mundo realmente es muy pequeño ¿También conoces a nuestra creación?- Tomaron el libro de los brazos del Uzumaki y comenzaron a ojear los diseños.

-----------*-*-----------

      Desde tempranas horas de un Domingo Naruto permanecía sentado al frente de su máquina de coser. El gran ventanal de la habitación le ofrecía la suficiente luz para revisar sus errores. Llevaba 5 horas confeccionando el traje que usaría Deidara en la sesión de fotos de Ara y Ama, le emocionaba la idea, nunca había tenido la oportunidad de hacer un conjunto para alguien, a excepción de los pequeños trabajos en la universidad.

      Deslizaba las yemas de sus dedos a través de las costuras, miro su reloj y apago la máquina de coser, debía desayunar. Fue hasta la cocina a preparar unas tostadas al mismo tiempo que encendía la televisión, pensaba terminar el traje antes de la llegada de Gaara para el almuerzo; esa semana estuvo muy atento a cada detalle, casi ni lo dejaba solo luego del trabajo. Busco mermelada para las tostadas y se sirvió un vaso de jugo de naranja, se llevó el plato hacia el sofá.

     Tocaron la puerta, levanto su mirada reacio abrir. ¿Quién molestaba su desayuno? Al abrir la puerta de mala gana, vio a Sasuke como sonreía.

-Vine a visitarte- paso sin siquiera ser invitado. El rubio rodo los ojos, se daba por vencido.

-Estoy muy ocupado- cerro la puerta. Sasuke arqueo una ceja al ver la televisión encendida y el plato sobre el sofá –Tomaba un descanso-

-Siempre estas ocupado, por eso vengo- El menor suspiro resignado rascándose detrás de la cabeza, fue hasta la cocina para preparar otro plato de tostadas y jugo, al cabo de unos minutos se lo ofreció a Sasuke. Comieron en silencio viendo las noticias hasta que el rubio se levantó.

-Iré a trabajar, si te quedas siéntate como en tu casa, y si no, allá esta la puerta- la señalo y se fue al taller. Sasuke sonrió orgulloso, se felicitó mentalmente por su avance. Por lo menos ya comenzaban a tratarlo como un amigo, eso lo hacía feliz, Naruto ya no estaba tan distante. Escucho el sonido de una máquina de coser, lavo ambos platos y luego toco la puerta donde se encerró el otro, un fuerte ¡Adelante! lo hizo abrir la puerta.

       Abrió su boca al ver el lugar. Las paredes blancas resaltaban la iluminación, estantes con telas de todos los colores, un gran escritorio cerca de la ventana con bocetos, lápices de colores, notas, y portafolios regados, retazos de telas esparcidos por el piso, 2 modelos en cada esquina exhibiendo vestidos inacabados y Naruto sentado trabajando con la máquina pegado a una de las paredes de la izquierda.

-No sabía que cosías- El rubio paro de trabajar.

-Si no supiera hacerlo fuera una decepción para todos los diseñadores de moda en el mundo- Tomo un alfiler de un imán al lado de la máquina –Aprendí hacerlo en la universidad- el azabache se acercó a uno de los modelos tocando la tela del vestido.

-Hay tantas cosas que me perdí de ti- detallo cada parte de ese vestido apreciando su belleza, y por un momento sintió pena al verlo incompleto.

-Por cierto este traje es para Deidara, va a trabajar junto a Madara y Hashirama-

-Me lo había comentado, estaba realmente emocionado- se acercó a él y vio el traje por debajo de la aguja –Siento un poco de envidia. Me gustaría usar algo hecho por ti- El rubio rio con ganas.

-Podría hacer algo que te guste- comento como si nada metiendo más tela debajo de la aguja.

-Me encantaría- Su tono era seductor y eso Naruto lo noto, sintió como sus mejillas se calentaban. Odiaba ese tono de voz. Nuevamente su corazón latía rápido. Sasuke se acercó más para susurrarle en su oído –Sabes que más me encantaría…- el aliento frio del azabache hizo reacción de forma inmediata  en su cuerpo. Naruto voltio su rostro quedando a escasos centímetros de Sasuke.

-Me dijiste que estarías ocupado, Naruto- la voz de Gaara hizo que volteara hacia la puerta, el hombre estaba recostado al marco de esta con los brazos cruzados mirándolo fijamente. Un grito se escuchó en la sala y en unos segundos gotas de sangre caían al suelo. Naruto había dejado muy cerca la mano de la aguja y se le había olvidado apagar la máquina.

    Sasuke se apresuró ayudarlo y Gaara no se quedó atrás. Ambos llevaron al rubio a la sala para meter su dedo en agua. La mirada asesina que se dieron ambos no pasó desapercibida para Naruto.

-¿Te duele?- Sasuke presionaba el dedo. El pelirrojo corrió a buscar el maletín de primeros auxilios. El azabache sonrió con picardía viendo como seguía saliendo sangre, se acercó el dedo a la boca y lo lamio, el rubio inflo sus pulmones mirándolo.

      Gaara lo empujo cuando estuvo cerca, lo llevo para sentarlo en el sofá, se arrodillo y saco un desinfectante.

-Te recuerdo que el doctor aquí soy yo-

-No necesito estar graduado en medicina para saber tratar una cortada- ambos volvieron a fulminarse con la mirada –Por cierto ¿Qué haces aquí?- Naruto trato de calmar a su novio con una sonrisa.

-Sasuke vino de vi…-

-Veo que te molesta mi presencia- lo reto, el otro termino de colocar una bandita en la cortada para luego ponerse a su altura muy cerca de su rostro.

-Sí, y mucha- Su voz sonaba molesta. Naruto los miraba sin saber qué hacer.

-Acaso estas falto de confianza por mí, tranquilo Naruto solo es mi amigo- Gaara gruño al ver la sonrisa burlona del otro, sabia a la perfección el doble sentido en sus palabras.

 

 


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