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Solo a tu lado quiero estar. por mariangel chan

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CAPITULO 24

¿MI FELICIDAD?

Su sábado por la noche la pasaba solo en su apartamento, Naruto le comento sobre una salida a beber con Itachi y que el domingo se verían. Suspiro tomando las llaves de la casa para ir al minisúper a comprar comida congelada.

 La noche era fría y acomodo su bufanda. Entro al minisúper, un chico en la caja registradora con sonrisa ampliamente falsa le daba la bienvenida, el lugar se volvía tedioso con el sonido de un radio viejo, tomo una cesta y empezó a meter lo primero que veía.

Esos últimos días andaba estresado. Siempre estaba rebosado de trabajo pero eso no le causaba gran problema, si no, el hecho de que Sasuke Uchiha fuera aparecido en este punto de su relación con claras intenciones de recuperar a Naruto.

Ambos estaban distanciados por culpa de sus trabajos, desde la universidad nada había vuelto hacer lo mismo; aquellos jóvenes con grandes sueños y un futuro juntos, aquellas escapadas, viajes, juegos, sonrisas, incluso hasta el sexo había cambiado; no recordaba cuando fue la última vez que hicieron el amor con la pasión, lujuria y sentimiento de sus años de juventud.

-¿Señor Gaara?- volteo hacia atrás para encontrarse con un sonrojado Sai; el minisúper quedaba a unas pocas cuadras de la casa de sus padres.

-Te he dicho muchas veces que no me digas señor, Sai- lo saludo -¿Qué haces a estas horas de la noche?-

-Vine a buscar un poco de té verde ¿Y usted?- pensó que luego de la cena en el restaurante de hace unos días, el chico lo trataría con un poco más de confianza, en esos días necesitaba un amigo de verdad. Sai puso atención en los artículos de la cesta -¿Comida congelada?-

-Sí, algo rápido para cenar-

-No es muy recomendable comer eso- tomo la bandeja mirando su contenido – Ya sabes… e-es malo p-para la salud y todo eso- tartamudeo al sentir la mirada del mayor, dejo la bandeja en la cesta. Gaara sonrió.

-Tienes razón debería comer cosas más sanas- fue a las neveras dejando la bandeja. Sai pago su té verde y espero al pelirrojo terminar sus compras. El moreno lo miraba con sumo detalle no podía evitar apartar su vista de él, en serio le gustaba…y mucho ¿Por qué debía ser novio de su jefe? Ambos salieron de la tienda y Gaara se despidió tomando el camino hacia los apartamentos.

-¡G-gaa-ra!- El solo pronunciar su nombre le excitaba, se colocó a su lado, respiro hondo –Quería agradecerle por la cena, aunque fue injusto que ni siquiera me dejara pagar mi parte-

-Tranquilo, me gusta salir a comer con los amigos – le sonrió. “Amigos” lo consideraba un amigo, el mayor no supo cuan feliz se sintió el moreno por esa palabra.

-Bueno pensaba en recompensarte – Gaara abrió los ojos, el moreno se mostró con mucha más confianza en un abrir y cerrar de ojos  –Que te parece, si te preparo la cena esta noche- Sai se sintió un verdadero acechador, ese pelirrojo le sacaba un lado seguro, quiso morir de la vergüenza. El abogado le gustó la idea.

-Te advierto que no me gustan los pimientos- ambos caminaron en silencio hasta el apartamento. Sai aplaudió mentalmente; un paso a la vez.

Su apartamento era y tal cual se lo imaginaba, ordenado, pero con un ambiente frio. Ambos fueron a la cocina, Gaara saco las compras de la bolsa al mismo tiempo que le enseñaba a Sai donde estaba cada cosa. La preparación de la cena fue callada, el menor se movía de aquí para allá en la pequeña cocina nervioso, Gaara no despegaba su mirada del, desde la banca de atrás.

-No recuerdo cuando fue la última vez que me cocinaron- apoyo su mejilla de su palma. El menor lavo sus manos en el fregadero y las seco con un paño cercano.

-¿Pudiste hablar con el señor Uzumaki?-

-Sí, todo está bien-

-Te dije que lo entendería- si su papel se trataba de ser su amigo, lo seria.        –Aunque tu expresión no es muy alegre que digamos- Gaara suspiro.

-Creo que Naruto ya no me quiere- dijo sin más, luego sacudió su cabeza         -Disculpa por contarte mis problemas-

-No te disculpes, para eso estamos los amigos ¿no?- sonrió –Si quieres hablar, puedes hacerlo- Gaara lo miro agradecido

----------*-*----------

-¿Eh? ItachiHip ¿Por qué Hip no te gusto Hip?- Deidara arrastraba las palabras francesas, el mencionado lo miro confundido y Sasuke apenas entendía, su amigo estaba borracho, un par de tragos más le fueron suficientes. El modelo miro al diseñador -¡Tanto te gusta este tipo Hip! ¡Tengo mucho Hip más estilo!- el hipo lo hacía ver mucho más gracioso, Itachi tapo la carcajada con su boca.

-¿Qué rayos está diciendo?- miro a Sasuke.

-Nada importante- bebió de su cerveza, miro a Naruto y este lo evito. Luego de una hora salieron arrastras con Deidara balbuceando en francés, Sasuke lo intentaba controlar pero su amigo se lanzaba al cuello de Itachi.

-¡Soy adorable Hip! ¡Soy bueno en la cama Hip! ¡Doy mamadas…-

-¡Deidara, Cállate!- Sasuke le tapó la boca olvidando que los demás no entendían ni una sola palabra del modelo –Debemos irnos- Deidara se soltó y le brinco a Itachi robándole un beso.

-¡Préstame atención! No ves cómo me tienes de caliente- Todos quedaron mudos porque eso si lo había dicho fuerte y claro en su idioma. Sasuke rio nervioso lanzándolo al asiento del copiloto. Naruto no pudo contener la risa y se despidió, Itachi bufo burlón y se metió al carro.

-Naruto- el rubio volteo antes de meterse –Necesitamos hablar, iré mañana a tu apartamento-

-Mi novio ira mañana- “Mi novio” esa palabra le cayó como un balde de agua fría, le dolía tanto. Naruto se metió e Itachi arranco, el hizo lo mismo.

Miro a Deidara que dormía plácidamente en el asiento. Su amigo se estaba esforzando para conquistar a Itachi, él debía hacer lo mismo, pero… de tan solo pensar que alguien más ocupaba su corazón: Besaba, acariciaba, le hacia el amor. Lo llenaba de rabia, solo él tenía derecho. Se golpeó la cabeza “Que idiota” pensó. El ya no tenía derecho nada.

            Naruto paso todo el rato dándole malas caras a Itachi, este no aguanto la risa.

-Te divertiste, eso es lo importante-

-Pues sí, pero no le quita el hecho de que me engañaste-

-Si te fuera dicho que Sasuke iría ¿Fueras ido?- medito un rato la pregunta. Si, de igual forma fuera ido porque no le vería nada de malo, bajo el rostro derrotado  el mayor supo la respuesta –Ahora dime ¿Qué paso cuando no estábamos?- su amigo no respondió –Naruto, aun te gusta ¿Cierto?- otra vez no hubo respuesta, pero no era necesario porque de esa manera respondía.

Estaciono el auto frente al edificio.

-De esta manera, nunca serás feliz. Gaara es un buen hombre pero…-

-Adiós Itachi- lo corto, el azabache vio como salía del auto y entraba al edificio. Su amigo era muy testarudo, arranco el auto para irse a su casa.

A la mañana siguiente Deidara dio un grito en el cielo cuando Sasuke le conto sobre su escandalo como borracho, escondió su rostro en una almohada; Ahora como vería Itachi.

--------*-*---------

Besaba a su novio en el sofá de la sala. Poco a poco se dejaba llevar hasta quedar debajo del, Gaara bajo hasta su cuello y lo mordió, el gimió, sus manos le subían la camisa mientras bajaba con su lengua por todo su abdomen, Naruto arqueaba su espalda y tomaba de los cabellos de su amante para volver a subir su cabeza. El pelirrojo volvió a besarlo al mismo tiempo que le subía la pierna para un mayor roce de sus partes, volvió a gemir. Naruto cerró su ojos concentrándose en el placer, pero esta vez no podía, tenía sus pensamientos en otra parte. Pero no podía rechazar a su novio, no quería hacerlo sentir mal, así que por primera vez en su vida, fingía sus gemidos.

-Naruto ayúdame a desvestirme- Gaara se arrodillo frente a él y obedeció, cuando se dispuso a quitarle la camisa se quedó paralizado; Sasuke lo miraba con picardía mientras se mordía los labios. Froto sus ojos con los puños. –Amor ¿Estas bien?- Su novio pelirrojo estaba allí… ¿Qué? por un momento vio a Sasuke. Se levantó rápidamente del sofá.

-Lo siento, hoy no estoy de humor- Gaara se sentó bajando su camisa ¿Qué fue eso? ¿Lo había rechazado? Naruto nunca lo había rechazado. El rubio fue a la cocina para tomar un vaso de agua y el otro se dio cuenta como sus manos temblaban en el vaso.

-Naruto ¿Paso algo?-

-¿Eh? No, No, No- sacudió la cabeza –No ha pasado nada, solo estoy distraído por el trabajo- el mayor suspiro, entro a la cocina y tomo una sartén para preparar el almuerzo. Luego de terminar se sentaron a comer y todo ese tiempo el rubio estuvo mirando hacia otro lado.

-Naruto, estaba pensando- Dejo los cubiertos encima del plato -¿Qué te parece si comenzamos a vivir juntos?- el rubio dejo su bocado en el aire.

-¿Qué?- Gaara arrugo la nariz; no esperaba esa reacción –E-estas s-seguro, yo creo que aun…-

-¡Míranos! No tenemos tiempo para nosotros a causa del trabajo, y si vivimos juntos podemos remediarlo- Sintió una presión en su pecho al no sentir a su novio feliz con la idea.

-Debo pensarlo-

El resto de la tarde pasó sin muchos acontecimientos: hablaron, vieron una película, comieron cotufas y al final de la tarde Gaara se fue. Naruto quedo un rato mirando la puerta, no dejaba de pensar en Sasuke, y odiaba eso… odiaba sus aun sentimientos. ¿Por qué su ex mejor amigo aun lo hacía sentir como hace 10 años? incluso hasta peor. Se dejó caer boca abajo en el sofá de la sala.

“Vivir juntos” las palabras de Gaara fueron serias, pero en realidad sintió mucho terror ante la propuesta. Por un momento dudo de su relación.

¿Por qué estaban juntos?

¿Alguna vez se enamoró por completo de Gaara?

¿Alguna vez pensó en vivir con él?

            Gaara nunca le mostro un lado malo, siempre fue perfecto. Un hombre: detallista, atento, caballeroso, humilde, sabio en sus palabras; lo único seria, su ocupado trabajo, pero ambos eran así y por eso no mostraba ninguna queja. Aunque últimamente por la presencia de Sasuke lo notaba un poco altanero.

 Se sentía horrible como novio, nunca se negó ante el sexo, pero… Sasuke se mostró ante el de una manera insinuante y por un momento anhelo que fuera el quien lo tocara. Ya no sentía ese cosquilleo cuando Gaara lo tocaba, o calentarse cuando lo besaba. Se sentó mirando hacia la pantalla negra del televisor.

Debía terminar con esto.

----------*-*----------

Naruto miro su reloj; 5 pm. Quien lo llamaba un lunes para reunirse en un café; Deidara. El rubio se mostraba urgido cuando lo cito así que decidió hablar con Tsunade para salir más temprano. Entro al café y allí estaba el modelo concentrado en su móvil. Se sentó saludando y este levanto la mirada con una sonrisa, ambos pidieron cappuccino y una ración de pastel de chocolate.

-Me sorprendiste ¿De qué querías hablar?-  tomo su taza.

-Naruto, iré al grano. Créeme cuando te digo que Sasuke está arrepentido -El menor se confundió –Me refiero a que el aun te ama. Me tome la libertad de citarte porque somos amigos, pero también lo soy de Sasuke y ha estado actuando extraño luego de la salida, comienzo a preocuparme-

-Deidara, si no estás enterado, Sasuke nunca me amo. El solo estaba confundido- el mayor miro con tristeza su café – El suele actuar así por temporadas, no hay nada de qué preocuparse-

-Te estas engañando. Como tu amigo también me preocupo por ti-

-No sé a dónde quieras llegar, Deidara-

-Sé que tienes novio pero…- envolvió la taza con su mano –Mejor te contare una historia- Naruto probo el pastel – ¿Te has preguntado cómo fue la estadía de Sasuke en Paris esos 5 años?-  El menor lo miro fijo y levemente asintió con la cabeza, Sasuke nunca menciono algo referente sobre la ida a Paris. Deidara supo que tenía toda su atención, cruzo las piernas y bebió del café.

 “Cuando tenía 14 años llego un niño menor al frente de mi casa. Rápidamente nos hicimos amigos a pesar de que hablaba poco francés, le mostré nuestras costumbres a cambio de aprender su idioma. Me resultaba un tanto gracioso porque a pesar de su edad era un frio y amargado que le costaba socializar con los de su edad” Naruto sonrió, Sasuke siempre fue así de niño.

“Ambos íbamos al mismo colegio privado, estaba muy nervioso el primer día y paso meses para que se integrara con su curso. Todos los días me contaba sus travesuras con un amigo de su misma edad llamado Naruto Uzumaki, se veía muy feliz al recordarte. Al cabo de un tiempo Sasuke se volvió víctima del bullying de los bravucones del colegio, al ser extranjero se aprovecharon de ello y fue aislado de sus compañeros: lo insultaban, pegaban, ignoraban y humillaban. Yo siempre trataba de defenderlo y tenía ventaja al ser mayor, pero luego se corrieron los comentarios de que éramos pareja. Desde muy joven definí mis gustos así que todo el mundo lo sabía, pero a causa de eso Sasuke fue cruelmente molestado” Naruto se sorprendió y Deidara retiro el mechón de su cara.

“Para ese entonces Sasuke ya tenía 14 años, estaba creciendo y le gustaba una chica de su clase, ella lo ignoraba y lo trataba muy mal hasta el punto de gritarle ¡Maricon! Delante de todos… Esa vez lloro en mi casa y me prometí a mí mismo cuidarlo como a un hermano, le cambie su imagen y el cambio su personalidad, fue después que volvieron a transferir a su padre para acá” Levanto su cubierto para probar el pastel. Naruto entendió que había terminado y quedo mudo.

-Entiendes el por qué ahora Sasuke te grito todas esa cosas cuando iban al instituto- El menor asintió con la cabeza –No es la excusa por haberlo hecho, pero temía mucho volver a pasar por lo mismo, estaba muy confundido y no quería perder a su mejor amigo, por eso paso todo aquello… pero te aseguro que te ama demasiado-

-Deidara yo…- sus dedos temblaban, esa historia no se la esperaba –Tengo novio y quiero mucho a Gaara-

-A mí no me engañas, también quieres a Sasuke-

-No se puede querer a dos personas al mismo tiempo-

-Si se puede, pero al fin y al cabo se terminara escogiendo a una- siguió comiendo del pastel, sabía perfectamente que su amigo se estaba debatiendo en un mar de preguntas –Déjame preguntar algo ¿Eres realmente feliz?- no supo contestar y Deidara decidió dejar el tema.

-¿Me citaste solo para esto?- comento luego de un rato.

-Sí, pero ahora que estas aquí…- El rubio cambio su expresión seria a una preocupada –Itachi no ha dicho nada de mi- todavía le parecía sorprendente sus cambios de humor tan repentino. No pudo evitar su risa.

-¿Te gusta tanto Itachi?-

-Naruto, ese hombre me encanta- dijo sin titubear, y Naruto soltó otra carcajada.

-Siempre fuiste tan sincero- ambos pagaron la cuenta y salieron del local. Deidara hizo un puchero.

-No has respondido mi pregunta-

-Te diré un secreto- miro a ambos lados y le hizo señales para acercarse –Para tener a Itachi comiendo de tu palma- susurro en su oído y Deidara se pegó más – Solo debes actuar indiferente, cuando estés con el hazte el difícil- El menor levanto una mano a modo de despedida –Y listo, lo tendrás a tus pies-

-Antes de irte, puedo hacerte una última pregunta- el otro asintió -¿Sentiste algo por Itachi en el pasado?- Naruto abrió los ojos sorprendido y movió rápidamente la cabeza en forma negativa.

-Claro que no. Él es como mi hermano- Deidara suspiro aliviado, lo abrazo y le dio las gracias antes de irse. 


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