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Solo a tu lado quiero estar. por mariangel chan

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Notas del capitulo:

Hola!! como estan todos ustedes???  espero que de maravilla.

Muchas gracias a todos los que me leyeron y se tomaron la molestia de dejarme un comentario. Los amo!!!

Bueno aqui el final de la historia, en cierta forma me entristece pero bueno... todo tiene su final.

Pido disculpa por no responder sus comentarios, pero con mi internet es imposible de broma y puedo actualizar. Con respecto a las dos sipnosis que publique con anterioridad pasaran dos meses para que sean publicadas (Me gusta escribir toda la historia primero, y aun voy en los capitulo 3 de ambas)

Sin mas nada que decir... Muchas gracias por llegar conmigo hasta aqui.

Paz y Besos Mariangel :)

CAPITULO 30

MI FINAL.

       Mojo su lengua seca y sus fosas nasales fueran invadidas por un delicioso aroma. Abrió sus ojos y tuvo que cubrirse con el antebrazo porque los rayos de luz lo cegaron, intento levantarse pero el fuerte dolor de cabeza se lo impidió. Se quejó y su estómago gruño.

-¡Alguien ya está despierto!- la cabeza de Deidara se asomó por el sofá, se secaba las manos de su delantal rosado. Naruto arrugo su entrecejo confundido ¿Qué hacia el allí? Rodo su vista percatándose de que no estaba en su apartamento, se levantó de sopetón y el dolor de cabeza le paso factura. Deidara busco un vaso de agua y una pastilla –Toma esto y te sentirás mejor, ya te sirvo el desayuno-

-Deidara- tomo la pastilla, el mayor buscaba platos en la despensa -¿Qué hago aquí?- algunos recuerdos pasaban por su mente pero la mayoría se mostraban borrosos.

-Te embriagaste, creo que tomaste un taxi y llegaste aquí en la madrugada- el menor cubrió su boca –Sasuke buscara tu auto luego de clases- hizo el gesto para que se acercara y se sentara, Naruto desayuno en silencio –¡Por cierto!- chillo al tomar su ultimo bocado de hojaldre –¡Salimos en primera plana! ¡Y por internet!- saco su móvil, pulso la pantalla algunos segundo y lo voltio para mostrar las noticias, Naruto estaba orgulloso.

      Luego ayudo a lavar los trastes, se bañó y el mayor le presto algo de ropa.

-Si quieres puedes quedarte, yo iré a ver a Itachi- acomodo su chaqueta de lino y bufanda listo para salir. Quiso preguntar si la relación terminaría, pero fue mejor quedarse callado. El mayor lo dejo solo en aquel apartamento y medito por varios minutos si debía esperar a Sasuke o debería irse, busco su móvil y vio la hora; 10:45 am. Estaba confundido y a duras penas juntaba algún recuerdo, necesitaba respuestas por si le había dicho algo al moreno. Busco su móvil y marco a su jefa.

      Lady Tsunade no se mostró enfadada por su falta al trabajo, pero le advirtió informar la próxima, le deseo un buen día y mañana seria otro día de trabajo.

     Al tener la tarde libre decidió quedarse en el apartamento y esperar al Uchiha. Necesitaba hablar, no estaba seguro que le diría pero por lo menos se disculparía por esa noche. Cuando marcaron las 11:30 pm se atrevió a buscar en la nevera para preparar almuerzo, encontró el delantal rosa de Deidara y se lo puso. Al cabo de unos minutos su móvil sonó, vio en la pantalla “Sasuke”.

Tengo tu auto, estás en tu apartamento para llevártelo” su voz sonaba más varonil que de costumbre.

-Estoy todavía en tu apartamento- hubo un silencio largo y luego el otro indico llegar allí en poco tiempo y colgó. Naruto dejo su móvil en la mesa y se apresuró en terminar el almuerzo, preparo una limonada llevando la jarra a la mesa y luego busco los platos para servir la comida, en eso Sasuke abrió la puerta.

El Uzumaki miro a todos lados, dándose por vencido y dedicándole  una sonrisa, se limpió las manos en el delantal.

-Bienvenido a casa ¿Quieres comer?- el azabache atónico asintió. Se sentaron a comer.

-¿Cómo te sientes?- enroscaba la pasta y se la comía.

-Ya no me duele la cabeza, Deidara me dio una aspirina-

-Estabas muy borracho anoche, tocaste a mi puerta a las 5 de la madrugada y luego te quedaste dormido en el sofá- ninguno se miraba. Al terminar Sasuke lo halago y agradeció por la comida, limpiaron los platos y luego se miraron no sabiendo que hacer.

-¿Anoche dije algo?- Sasuke enfoco su mirada en el collar ¿Por qué lo llevaba puesto? Cuando lo alejaba.

-¿Algo como que Naruto?- con esa pregunta despejo sus dudas, el rubio no recordaba. El otro negó con la cabeza.

-Bueno, entonces me iré. Gracias por buscar mi auto-

-Espera- se acercó a la puerta y apretó su mandíbula –Quería decirte que en una semana me iré a los Estados Unidos- Naruto fijo su mirada y se dio cuenta de la necesidad en los ojos de Sasuke.

-¿Te iras?-

-Debo terminar el posgrado allá-

-¿Por cuánto tiempo?-

-Supuestamente 1 año- ambos sintieron un nudo en la garganta. Naruto no dejaba de mirarlo –Tranquilo, si sobrevivimos a 10 años, 1 año no es nada- quiso opacar el ambiente tenso con un broma sin nada de gracia, el rubio luchaba mordiéndose la lengua –Bueno, eso es todo, no quiero causarte más molestias- le tiro las llaves del auto y se dio la vuelta.

-Sasuke- el mencionado espero –Yo… yo…tengo miedo- Sasuke no aguanto y lo pego a su pecho pasando sus brazos por su espalda.

Ya era suficiente….

Ya debía acabar con ese miedo…

-Naruto perdóname por favor-

-Te perdono, pero…- correspondió al abrazo y se dio cuenta de la respiración acelerada del mayor –Tengo miedo a pasar por lo mismo- lo sujeto de los hombros y levanto su barbilla.

-Te pido que olvides el pasado- rozo sus labios –Te prometo que esta vez hare las cosa bien. Dame una oportunidad- Naruto busco para sentarse. Todo este tiempo evito llegar a ese momento y ahora que se enteraba de la ida de Sasuke, sus muros cayeron… ya no podía seguir fingiendo, ya no podía seguir del lado de su orgullo, ya no podía seguir pensando en el pasado…Debía comenzar a vivir su presente.

“¡Suficiente!” Se exigió.

-Puedo responderte cuando vuelvas- el moreno beso su mejilla sonriente.

---------*-*-------

       Ahora sin su residente favorito, la hora de revisar los pacientes hospitalizados se le hacía aburrida. Sasuke tuvo una emotiva despedida en el aeropuerto hace 2 días, había prometido terminar sus estudios en un tiempo record y volver al hospital para quitarle el puesto de Doctor en cardiología. Soltó un suspiro, mañana tocaría otra despedida, Deidara volvería a Paris.

      Se ajustó la bata y los lentes observando el reloj de pared; 2 am. Alguien toco la puerta y sonrió al adivinar de quien se trataba.

-¡Llego el amor de tu vida!- le encantaba ese contoneo de caderas, Deidara dejo en su escritorio una bolsa de papel –Te juro que será el mejor sándwich que probaras jamás- Itachi le dio un besito en la nariz.

-Entonces extrañare los mejores sándwich que probare jamás-

-Idiota, no te vas a deshacer de mi tan fácil-

-Lo sé, solo quiera agregar drama- Itachi bostezo y le pidió esperar en el consultorio, el regresaría con tazas de café.

       El rubio se sentó en la silla acolchonada. Mañana viajaría devuelta para afrontar su agencia y renunciar a su carrera de modelo, luego de tanto hablarlo con su novio, estuvo de acuerdo en empezar una nueva etapa en su vida. Lady Tsunade lo invito a unirse a su grupo de trabajo en la empresa y por fin desarrollaría sus conocimientos como publicista, claro eso no quitaría el hecho de que aun participaría como modelo en sus desfiles.

       Iba dispuesto a cumplir sus últimos trabajo como el modelo de Paris; Deidara. Y luego soltaría a los medios su retiro, no quería ni imaginarse la reacción de sus fans, pero estaba enamorado… completamente, y aunque Itachi se negó al principio luego admitió no poder seguir sin el a su lado.

      Abrió el cajón del escritorio y algo conocido llamo su atención; un sobre marrón, el mismo que Ara le hizo entregarle. Con toda la confianza lo tomo y lo abrió, cuando saco el contenido no supo cómo reaccionar.

      Itachi abrió la puerta como pudo y la empujo con su espalda, anuncio la llegada del café pero su novio tenía una expresión seria.

-Me puedes explicar que es esto- de su mano extendió 5 fotos al mismo tiempo. En cada una Deidara se encontraba posando, fotos tomadas en la sesión de Ara y Ama para su cadena publicitaria.

-Yo… esto…- el rubio se acercó y le quito las tazas.

-Todo este tiempo ese sobre contenía fotos mías. ¿Tanto te gustaba?- deslizo su dedo desde el cuello hasta el ombligo del menor por encima de su camisa –No me quiero imaginar que hacías con esas fotos- su tono se volvió encantadoramente seductor. Itachi estiraba su cuerpo.

-No es lo que piensas- antes de decir otra cosa el rubio le ataco la boca y se dejó hacer.

     Sus besos, provocaba su cabeza arder y perderse de la realidad. Itachi lo tomo por detrás de los muslos y lo alzo pegándolo a la pared, detuvo su acto cuando se acordó de donde estaban, soltó a su novio para depositarlo despacio en el suelo.

-No es justo, es la última noche que pasaremos juntos- hizo puchero –Quien sabe cuánto me tarde en volver-

-Solo quería que fuera romántico, Deidara- se quitó los lentes y los coloco en el escritorio –Hacerlo en un consultorio no es para nada romántico-

-Pero si hace crecer el morbo- se mordió el labio inferior y empujo a su novio a la silla acolchonada –Por favor, no soy un puberto virgen, no tienes nada de qué preocuparte- se hinco en sus piernas y comenzó a besarlo en el cuello mientras le quitaba la bata blanca. Debía admitir que la posición era incomoda pero nada le importaba si se trataba de Itachi. Le aflojo la correa y los botones, bajo la ropa interior y se arrodillo.

     Ver al menor agarrarse de la silla, morderse los labios con fuerza y tirar la cabeza hacia atrás, era la gloria. Coloco todos sus conocimientos en esa felación  y por primera vez en toda su vida paro el acto por sentirse demasiado avergonzado. Itachi poso su mirada en el rubio arrodillado con el rostro bajo.

-¿Estas bien?- intento levantarle la barbilla pero oponía fuerza, vio como sus manos tapaban su entrepierna –Deidara ¿Qué tienes?- se guardó su miembro entre su bóxer y se arrodillo.

-Tienes razón, deberíamos dejarlo para otra ocasión- arrugo el ceño y le quito las manos del lugar –No, no mires- Su pantalón estaba mojado en toda la parte del centro. Deidara se sonrojo.

-¿Eyaculaste?- El rubio tapo su cara de la vergüenza, e Itachi rio por su ternura. Lo alzo para sentarlo en su escritorio y le quito el pantalón, busco algunas servilletas en el cajón y lo limpio. -¿Por qué te avergüenzas?-

-Es solo que… ni siquiera me toque-

-Eso significa lo mucho que te gusto- rio y Deidara inflo sus mejillas. Se bajó del escritorio y volvió a empujarlo hacia la silla, saco su miembro una vez más y lo masturbo para retomar la erección. No tardo mucho para volver a hincarse y meterse la dureza, ambos jadearon. La silla rechinaba por los movimientos, los hombres luchaban por no soltar algún sonido alto que sospechara de su acto dentro del consultorio.

     El rubio se movía apoyado de los hombros mientras el otro mantenía las manos en su cintura para ayudar en las embestidas. En ocasiones juntaban sus labios para fundirse por completo en uno. Al rato Itachi tomo el control colocándose de pie y sentándolo en el escritorio, allí todo perdió conciencia, Deidara empezó a gemir. Esas embestidas profundas y rápidas tocaban el punto exacto. Al atender el otro miembro erecto los dos se corrieron.

     Deidara no dejaba de sonreír cuando salían del consultorio. La hora de trabajo finalizo y supuestamente Itachi iba a descansar, pero ambos sabían que continuarían. Al caminar por recepción, una de las secretarias se colocó roja; testigo de los sonidos.

---------*-*--------

6 meses después

      Aparentemente todo volvió hacer tranquilo. Naruto luego del desfile recibía una que otra propuesta de trabajo para nuevos diseños, eso lo mantenía ocupado. Cuando tenía chance llamaba a Sasuke o viceversa.

    Sai renuncio a la empresa para ir a trabajar a una más pequeña como ayudante de boceteria. Lady Tsunade con lágrimas en los ojos lo dejo ir y le mantuvo las puertas abiertas por si volvía.

    Gaara junto algunos colegas monto su propia firma de abogados y para tener suficiente tiempo tomaba un caso a la vez. Hacia feliz a Sai y así mismo. Luego de meses de relación ambos decidieron casarse y ahora vivían juntos en una acogedora casa lejos de la ciudad.

    Un fin de semana llegaba y los mejores amigos se citaban una vez más a comer. Itachi últimamente trabaja tiempo completo para no extrañar tanto a su novio, Deidara llevaba meses sin dedicarle una llamada y solo sabía de su existencia por medio de las noticias en internet. Según; su novio terminaría su carrera como modelo, pero parecía que su carrera iba en mejor estado a diferencia de los últimos años.

-Anímate Itachi-

-Por lo menos Sasuke te llama. Yo comienzo a dudar si Deidara en verdad me amaba- tomaba de su copa de vino.

-Obvio que te ama, no sabes lo mucho que lucho para llamar tu atención-

-¿Y porque no me llama?-

-¡Porque todo lo bueno se hace esperar!- todos los presentes en el restaurante voltearon a la puerta principal al escuchar tan exquisito francés. Itachi se levantó de sopetón observando al rubio acercándose con su típico contoneo de caderas.

-Deidara-

-Itachi amor mío- el menor arrugo su frente al escuchar el francés

 –No me digas que otra vez olvídate el idioma- el otro rio.

-Solo era una broma- se le lanzo a los brazos para besarlo.

-¿Pero cómo?-

-No revisaste las noticias ayer- saco su móvil y puso la pantalla para luego mostrarle el anunciado “El modelo más cotizado de Paris, Deidara, declaro abandonar su carrera como modelo porque se va a casar” Itachi parpadeo.

-¿Casarse?- la risa del mayor era contagiosa.

-Bueno, tal vez exagere un poco, pero era la única forma en que la agencia me dejara en paz- Naruto saludo al recién llegado y les dejo a ambos su espacio, tenían mucho de qué hablar.

    Fue al estacionamiento a buscar su auto, muy pronto caería la noche. En eso vibro su móvil.

“Me gustaría encontrarnos donde lo dejamos hace 10 años” Leyó y leyó el mensaje.

“Son 5 horas de camino”

“Te espero”

     No importo más. Condujo las 5 horas que tardaba en llegar a su pueblo natal; llego pasadas las 11 pm. En vez de pasar por casa de sus padres fue directo al instituto, estaciono el auto y se bajó.

     Por ser fin de semana la preparatoria estaba cerrada, busco con la mirada a alguien pero parecía estar desolado. Busco su móvil y cuando comenzó a marcar, una silueta apareció tras las rejas.

-Por fin llegas, pensé que me dejarías plantado-

-¡Sasuke!- el chico le dio la orden para que escalara la cerca y así fue, en ese momento le importaba poco su entorno. Allí se encontró frente a frente; Sasuke Uchiha vestía un traje negro con corbata azul oscuro acompañado por un ramo de flores -¿Cuándo llegaste?-

-Al país hace 6 horas y a este lugar hace 3-

-Pero…-

-Te dije que quiero hacer las cosas bien-

-Se supone que terminarías tus estudios en 1 año-

-Soy Sasuke Uchiha- Naruto lo abrazo con toda la emoción contenida, Sasuke beso su frente y correspondió al abrazo. Lo tomo de la mano y lo guio donde antes era su lugar de ejercicio; una mesa para dos estaba en el centro, unas velas las adornaban y un carrito a su lado tenia platos cubiertos. Sasuke sonrió satisfecho al lograr la expresión justa en su rubio.

     Se sentaron y cenaron hablando del tiempo transcurrido. Por un momento se tele trasportaron a la edad de 16; jugando, riendo y peleando. Fue una noche mágica en compañía de algunas luciérnagas. Luego de comer Sasuke busco música lenta en su móvil y comenzaron un baile en el lugar, Naruto no paraba de reír.

-Quiero recompensarte por mis errores y….- El rubio lo beso, se unieron en un beso apasionado y a los segundos se separaron.

-Ya has dicho suficiente, no paras de decir lo mismo- entrelazo sus manos en su cuello      –Te prometí una respuesta al volver y…- esta vez fue Sasuke quien lo detuvo.

-Déjame hacerlo bien- miro a todos lados. Si arrodillarse significaba pedir matrimonio ¿Cómo sería para pedir ser novios? Corrió a la silla y se montó, extendió sus brazos sin dejar de mirarlo y grito a todo pulmón –Solo a tu lado quiero estar ¡QUIERES SER MI NOVIO!- el rubio se tapó la boca, eso debió escucharse por lo menos a cinco cuadras.

 Sasuke se bajó de la silla y camino hacia él.

-Sé que soy un malhumorado y arrogante en ocasiones-

-No olvides un completo bastardo- El mayor arrugo la nariz y otra risa se escuchó.

-¿Qué dices?- Naruto puso cara de pensativo y Sasuke abrió sus ojos, acaso lo rechazaría.

-Sí, sí quiero, Sasuke-

.

.

     Y hasta aquí llega la historia. Naruto siguió con su sueño de ser un diseñador de Paris y a Sasuke le ofrecieron un consultorio privado. Itachi y Deidara comenzaron a vivir juntos.

     Claro no todo fue feliz, Naruto y Sasuke por sus temperamentos tenían peleas fuertes pero como comenzaban, terminaban reconciliándose. Porque ambos se amaban con locura y decían lo feliz que eran. Sonreían al recordar sus tiempos de juventud pero siguieron viviendo el presente. Porque así era mejor.

No vivir en el pasado

No vivir en el futuro

Sino vivir el presente.

Azul y negro se encontraron.

 Desde la niñez, pasaron por la adolescencia y se reencontraron en la adultez  y una vez más, luego de todo obstáculo estuvieron juntos. Porque así era su destino.

Porque…SOLO A TU LADO QUIERO ESTAR…

FIN


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