CAPITULO 8
MI REALIDAD
Las personas hermosas andaban con personas hermosas y esa era la realidad, no existía un mundo para las personas sin atractivo y en su caso, también gordo… Se sentía tan infantil al pensar de esa forma. En realidad no recordaba que su físico le afectara tanto, siempre lo molestaron en secundaria por eso y ni cuentas le paraba ¿Qué había cambiado? ¡Claro! Sasuke. Se estrujo los cabellos por lo estúpido que se veía. Pero no podía ocultar la envidia que crecía en el.
-No llevo ni tres horas aquí y ya me di cuenta de tus sentimientos por Sasuke- Naruto quedo petrificado mirando a Deidara sonreír. Estaban en la habitación de Sasuke jugando videojuegos cuando el timbre sonó con el repartidor de pizzas, el azabache bajo a recibirla.
-¿De que estas hablando?- el menor se levantó nervioso tratando de esconder la obviedad en su cara.
-Tranquilo no diré nada. Pero debo admitir que fuera millonario si pagaran por cada vez que me doy cuenta de los sentimientos de alguien- él se acarició el pelo y se acostó en la cama –Quiero que seamos amigos- por donde lo mirase él era realmente guapo.
-Creo que yo no- ambos rieron – Pero me has malinterpretado no tengo esa clase de sentimientos por…-
-La primera cosa estúpida al tener sentimientos, es negarlo- miro con simpatía al menor mostrando un solo dedo, este cambiaba el juego con las manos temblorosas –Solo te diré algo. Él te quiere mucho como su mejor amigo, no paraba de hablar de ti en Europa… pero creo que se te hará muy difícil llegar hacer algo más-
-Deidara solo veo a Sasuke como un amigo, eso es todo- se sintió extraño al decir aquello.
-De acuerdo, puedo decirte otra cosa- el menor asintió pero la verdad no quería seguir esa clase de conversación. Deidara se levantó serio de la cama encarándolo, el otro volvió a temblar - ¡¿Por qué estas malgastando tu potencial?! Eres muy lindo ¿Por qué te escondes bajo toda esta apariencia?- grito.
-¿Eh?- estaba muy confundido, como era posible cambiar de expresión tan de repente, hace unos segundo el mayor lo miraba con seriedad y ahora lo miraba horrorizado de pies a cabeza –No sé cómo responder… Eh… gracias ¿Creo?- ¿Apariencia? Él no era una apariencia… Deidara quiso decir más pero Sasuke entro a la habitación con la caja de pizza en su mano.
-Apostemos, el que gane se come toda la pizza- Naruto se acercó haciendo berrinche. El mayor los miro desde esa esquina… las cosas se iban a tornar interesantes, pensó y sonrió para si mismo.
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Otra mañana de lunes se asomaba por la habitación. Naruto dio un gran bostezo observando como su amigo entraba a la habitación con tan solo puestos unos bóxer negros, se ahogó con su propio aire tosiendo en el acto, Deidara por el ruido se despertó observando la escena divertido.
-¿Qué? ¿Nunca has visto a un hombre semi desnudo?- Sasuke pregunto al ver la expresión entretenida del rubio.
-¡¿De qué hablas idiota?!- se levantó con la excusa de ir al baño. Deidara no se perdía ningún detalle.
Se encerró en el baño mirándose en el espejo, sus mejillas estaban coloradas y calientes otra vez, abrió la llave lavándose la cara. Sasuke tenía un cuerpo bien formado, cada musculo resaltaba con su tez blanca, ya entendía porque tantas chicas suspiraban por él, aunque no era la primera vez que lo veía en bóxer; recordó esa vez en su habitación y luego en el baño cuando tuvo la erecc… negó con la cabeza, ya estaba nuevamente teniendo pensamientos extraños. Se terminó de vestir y fueron al instituto sin antes dejar en el centro comercial al rubio mayor. Ambos bajaron del carro despidiéndose de Fugaku y se perdieron entre los pasillos del lugar. Abrió su casillero para sacar los libros de la primera clase pero alguien se lo impidió.
-Tiempo sin vernos fenómeno- Hidan lo acorralo. El rubio suspiro.
-Creo que la navaja cerca de tu cuello no te hizo pensar bien- lo reto con la mira recordándole el último incidente.
-¡Claro! como no recordar a un marica necesitado de que lo salven- No iba a caer ante sus provocaciones, abrió su casillero sacando su libro de matemáticas, lo volvió a cerrar y comenzó a caminar. Hidan apretó la mandíbula; odiaba cuando era ignorado. Tomo el libro tirándolo al suelo y agarrando del cuello de la camisa al otro.
-¡¿Qué rayos te pasa conmigo?! ¡¿Qué te he hecho?!- llevo sus manos hacia las de él tratando de zafarse del agarre.
-Me molestan las personas como tú- lo estampo contra el casillero más cercano.
-Si vas hacer algo, podrías hacerlo rápido entonces- no tenía humor para discutir o golpearlo ni mucho menos para huir. Sintió como el agarre se presionaba más a su cuello, Hidan apretó su mandíbula una vez más mirándolo fijamente con aquellos ojos color lila -¿Ahora que pasa contigo? ¡Golpéame! Si te hace feliz- bajo sus manos mostrando rendición. Esta vez no iba actuar como el chico salvaje y rebelde, solo lo dejaría pasar y ya. Lo miro aburrido por esperar al golpe -¡¿No vas a golpearme?! ¿Acaso te gusto o qué?- al terminar esa frase su cuello estaba siendo rodeado con más fuerza. Cerró sus ojos esta vez preparándose para el impacto; ¿Dónde seria esta vez? Estómago, entrepierna, cara o… la presión tan repentina en sus labios lo hizo abrir los ojos de golpe ¡QUE CARAJOS! Hidan lo estaba besando.
Lo aparto bruscamente quedando sin palabras, el mayor tenía una cara de miedo imposible de creer para Naruto.
-¡Déjalo en paz!- Sakura apareció de la nada montada en su espalda golpeándolo, Hinata chillo e Hidan se la sacudió de encima. Miro al rubio por última vez cambiado su expresión por la típica de bravucón.
-Pequeña perra, atrévete a golpearme otra vez y no responderé- Sakura lo abofeteo al instante. Naruto no podía procesar lo que estaba ocurriendo. Hidan levanto una mano para golpear a la chica pero fue detenido por otra mano en su muñeca.
-Que voy hacer contigo Hidan- la mirada de Itachi daba miedo
-¡Capitán! Yo…yo… ya me iba- Bajo su mano y cuando estaba dispuesto a darse la vuelta, se detuvo a mirar de arriba abajo a la pelo rosa -Eres fea y plana obviamente ningún hombre se fijaría en ti, aunque las mujeres tampoco tienen malos gustos como para estar contigo-
-¡QUE COÑO DIJISTE!- Hinata la tomo de la cintura. Itachi acentuó su mirada e Hidan se perdió en un parpadeo. El azabache miro como el rubio estaba perdido en un mundo desconocido, se le acerco batiendo su mano cerca de su cara y no reacciono, lo llamo y tampoco ¿Acaso Hidan lo había golpeado en la cabeza? Sakura por otra parte soltaba humos mientras Hinata la trataba de calmar.
-Me… me…- Tartamudeo el menor, Itachi comenzó a preocuparse y las chicas se dieron cuenta acercándose al instante.
-Naruto ¿Estas bien?- Hinata coloco una mano en su hombro.
-Hidan…Hidan…- miro a sus tres amigos fijos en él, y allí reacciono -¡HIDAN ME BESO!-
-¡QUEEEEE!- gritaron los tres.
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Sasuke termino su entrenamiento matutino, tomo su mochila y se encamino al salón antes de que la campana sonara. Salió del gimnasio percatándose de como Hidan respiraba de forma acelerada cerca de unos casilleros con una mano en el pecho. Quiso no darle importancia y paso de largo. Aunque al llegar cerca de la puerta de sus clases no pudo ignorar el hecho de que su capitán estuviera con su amigo, se escondió tras un muro tratando de escuchar la conversación.
Itachi le sobo la espalda mientras sonreía y Naruto decía algo que no podía escuchar ¿Desde cuándo eran tan cercanos? Espera… negó con la cabeza ¿Por qué se escondía? Itachi se despidió caminando lejos, cuando no pudo visualizarlo más salió tras el muro. Iba a preguntarle algo al rubio antes de abrir la puerta pero una voz chillona los dejo paralizados.
-¡JA! ¡Son tan feas que tienen que buscar consuelo una a la otra!- el lugar estallo en risas.
-¡Qué asco! ¡Yo las vi besarse en el pasillo!- Naruto entro seguido de Sasuke. Karin estaba desde arriba de una mesa señalándolas como bichos raros, Tayuya las miraba con cara de asco. Ambas quedaron perplejas mirando como los demás empezaban a murmurar. Sakura mando a callar a todo el mundo y se le enfrento a Karin con un puño en el aire, Ino se levantó de su asiento cuando vio salir corriendo a Hinata con los ojos llorosos.
Naruto se mordió la lengua; eso ya era pasarse. Sasuke se acercó y mando a bajar a Karin pidiéndole que dejara esas malas bromas, ella se rio y lo acuso de pervertido por disfrutar de ver a dos mujeres juntas; los demás también se rieron del. Naruto camino hasta donde estaban ellos y cacheteo a Karin.
-¡CALLATE ZORRA!- le grito, estaba realmente enojado; acaso no se cansaba de burlarse de ellos, Sakura podía arreglárselas pero Hinata no podría aguantar tanto tiempo. Antes de poder hacer otra cosa uno de los seguidores de Karin lo tomo de un brazo y los demás lo imitaron – ¡CUAL ES TU MALDITO PROBLEMA BRUJA! ¡SI TE VUELVES A METER CON MIS AMIGAS TE JURO… - lo golpearon en la boca, escupió sangre. Sasuke se lanzó contra ellos pero lo agarraron.
-Mi querido Sasuke no te atrevas o me veré obligada a considerarte parte del grupo de los inadaptados-
-¡Me vale mierda Karin! ¡Te has pasado!-
-No entiendes nada querido. Pero solo por ser tan ardiente te daré otra oportunidad- la chica chasqueo los dedos y ambos fueron soltados. Naruto dio la vuelta marchándose para no cometer un asesinato allí mismo, Sakura le siguió los pasos y Sasuke se sentó en su asiento aguantando las ganas de golpearla.
Apenas salió de la primera clase fue en busca de su amigo, lo llamo un par de veces pero no respondía al móvil así que decidió llamar a su casa, exactamente había llegado hace unos 15 minutos y se encerró en su habitación; Kushina sonaba preocupada. No lo pensó dos veces y se llegó hasta la casa de los Uzumaki.
El rock pesado se escuchaba por toda la habitación mientras un Naruto sentado en el escritorio movía un lápiz como loco sobre una hoja.
-¿Qué estás haciendo?- el rubio dejo el lápiz de lado.
-Cuando me frustro comienzo hacer garabatos- Sasuke se acercó observando la hoja; esos no eran unos simples garabatos -¿Qué haces aquí?-
-Quería saber si estabas bien-
-Tus amigos se burlaron de mis amigas al punto de humillarlas y no pude hacer nada. ¿Te parece que estoy bien?-
-No son mis amigos- se sentó en el borde de la cama. Ambos quedaron en silencio escuchando los gritos de la música. Sasuke de repente se levantó subiendo a la cama y cantando la canción que sonaba. Naruto le pregunto si se había vuelto loco, pero él lo ignoro cantando con todas sus fuerzas y cerrando su puño como si de un micrófono se tratase, sacudía su cabeza y saltaba en la cama. Al cabo de unos minutos el rubio se animó imitando a su amigo y cantando una nueva canción, desahogándose con cada grito y sintiéndose verdaderas estrellas de rock, así estuvieron como por tres canciones hasta caer exhausto en la cama, ambos rieron.
-Como cuando éramos niños-
-Sasuke aprecio lo que haces pero…-
-¿Naruto, recuerdas que siempre me defendías en la escuela?- pregunto tan de repente que el menor se sorprendió, afirmo con la cabeza –Para ese entonces los niños me odiaban y además pensaba en lo cabeza hueca que eras-
-No pues gracias, ya me siento mucho mejor- refunfuño.
-Aun así siempre estuviste para mí y prometiste ser mi mejor amigo. Ahora quiero estar para ti. Se lo malo que soy, pero créeme que hago un esfuerzo y…- No pudo terminar ya que Naruto lo abrazo “Siempre tan cariñoso” pensó
-No hagas ningún esfuerzo, solo se tú mismo- el mayor sonrió y le correspondió el abrazo –Más bien te has ganado el premio mayor al contarme cómo te sientes, me hace feliz- sonrió y el azabache lo golpeo en los costados. Se separaron. De repente Naruto sintió una presión en su pecho y un vacío, quería estar más tiempo de esa manera con su amigo. Sasuke lo miro, y esa vez fue diferente, fue tan diferente a todas las putas veces que él lo miraba. Esos ojos negros lo miraban con ternura, y en ese momento se dio cuenta que sus ojos eran muy hermosos.
-Podríamos salir con Deidara mañana ¿Te parece?- pregunto sacándolo de su ensoñación. El menor parpadeo un par de veces tratando de organizar sus pensamientos, afirmo con la cabeza sin siquiera saber por qué afirmaba. Su amigo cuadro la hora y se fue a casa.
Naruto quedo mirando la puerta algunos minutos como si estuviera esperando que Sasuke regresara a decirle algo más, pero no fue así. Sacudió su cabeza a ambos lados; estaba en una especie de trance, y por muy extraño que pareciera no quería salir de allí. ¿Qué le ocurría? No podía dejar de pensar en sus ojos negros ni mucho menos en el lindo gesto de faltar a clases para simplemente animarlo. ¡Claro! eran amigos ¿no? Y eso lo hacen los amigos ¿Verdad?.
Vino a su cabeza la conversación que tuvo con Deidara la noche anterior… y si tal vez… encendió la televisión pasando los canales. Acaso quería ocultar o no quería reconocer lo obvio, pero ¿Qué sería lo obvio?
Dejo una película la cual no le prestaba atención, tenía muchas cosas en que pensar; su corazón latía muy rápido al estar juntos, la presión en su pecho cuando se enteró lo de Tayuya, últimamente pensaba en lo lindo que es; sus músculos, su cara, su cabello, sus labios… aterrizo a la realidad recordando el beso de Hidan esa mañana.
Desde su entrada en la secundaria había sido un blanco fácil para Hidan; lo golpeaba, amenazaba e incluso humillaba. No hizo nada para molestarlo, solo recordaba que un día simplemente comenzó hacer su víctima. Aun así no lo tuvo tan fácil ya que Naruto se defendía a diferencia de otros. Pero, eso en realidad era muy absurdo, todo ese tiempo de provocaciones era porque le gustaba o simplemente lo beso porque… no, no se besaba a una persona por rabia… se besaba a una persona porque.
Le gustaba a Hidan, a un hombre ¿Cómo podía ser posible? Sus labios al presionarse a los suyos se sentían ásperos y al ser sincero no sintió absolutamente nada… Acaso, si besara a Sasuke ¿Sentiría algo?
Otra vez pensamientos extraños ¿Por qué?
La película avanzaba en su drama, la protagonista se fue llorando y el chico lindo la tomo de la muñeca preguntando si estaba bien a lo que ella confeso estar desde siempre enamorada del.
¿Enamorar, enamorado? Cuál sería su verdadero significado; cual sería la complejidad de esas palabras. Una vez más Deidara apareció en sus pensamientos “Note tus sentimientos por Sasuke” ¿Sentimientos, cuáles? Tenía demasiadas preguntas, estaba muy confundido. Presto atención una vez más a la película, y esta solo le daba una respuesta conforme iba avanzando… siempre seria la misma respuesta, esa respuesta que buscaba entre sus recuerdos.
Abrió los ojos sorprendido; no podía ser. Tenía que existir otra cosa más allá… pero por mas meditación acostado en su cama mirando al techo, terminaba siempre en lo mismo.
Se había enamorado de su mejor amigo.
Esa era la única explicación que encontraba, por muy absurdo. Recostó su cabeza en la almohada analizando aquellas palabras “Enamorado de su mejor amigo” sintió un miedo al pensar en eso…pero ¿Cómo sería posible?… ambos eran hombres.
¿Y eso qué?
Hidan lo había besado, y ambos son hombres. Naruto mantuvo su mirada fija en el techo hasta que cayó en cuenta, fue como si alguien reventara su nube o lo obligara a salir de su zona de confort “Estaba enamorado” ¡Claro! eso era todo, no resultaba ser más nada tan simple como eso. Enamorado. Se repetía en su cabeza.
Dejo escapar una risa ansiosa, para luego reír a grandes carcajadas, se sentó en la cama y coloco su mano en la cabeza; No podía creerlo. Suspiro.
Más bien dedujo que siempre estuvo enamorado, desde niño lo amaba pero no entendía ese sentimiento. Volvió a reírse pero esta vez con más fuerzas. No entendía porque se reía, tal vez le daba gracia o solo se reía para disimular el dolor de un amor no correspondido. “Pero creo que se te hará muy difícil llegar hacer algo más” las palabras del rubio mayor sonaban en su cabeza una vez más.
Duele.
La risa se apagó convirtiéndose en un nudo en la garganta.
Ese sentimiento comenzaba arderle.
Su rostro se volvió inexpresivo, busco sentarse en el suelo abrazando sus rodillas a la altura de su pecho
¿Por qué se había enamorado?
Era tan estúpido.