Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

La medicina por Sigma

[Reviews - 7]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

En donde vivo todavía es 7 de noviembre, así que… ¡¡Hoy es el cumpleaños de Xun Dài y de Qiu Cheng!! (Sí, los dos nacieron el mismo día).

Qiu Cheng aparece por primera vez en este capítulo, ya lo conocerán.

Escribiría más cosas por aquí, pero tengo fiebre y me duele la cabeza. Lo siento.

Capítulo 2.

No sé qué hacer. ¿Se supone que debo esperar a que mi psiquiatra pregunte algo? ¿O simplemente debo comenzar a hablar acerca de todos los monstruos extraños que veo? Se me había pasado por la mente que me pondría nervioso al estar aquí, claro… Pero no pensé que sucedería en cuestión de un segundo.

Parece que el doctor Cheng no se da cuenta, pues no hace más que escribir algo en una hoja de papel, se ve bastante concentrado en eso. Prefiero quedarme quieto y callado para no molestarlo. Poco después veo cómo el profesional pone su bolígrafo a un lado y sin más me invita a recostarme en su diván. Sin embargo, yo muevo mi cabeza de lado a lado un par de veces antes de pedirle que me deje sentarme ahí, nada más. Mi psiquiatra no cuestiona por qué prefiero estar así, accede sin problemas y yo dejo salir un suspiro de alivio.

Pasamos los siguientes sesenta minutos conversando acerca de mí, un tema que no es ni un poco interesante. Sé por qué lo digo. Sólo soy un chico al que le gustaría llevar una vida normal, pero no le es posible debido a unas visiones horribles que lo atormentan desde que era un niño pequeño. Aun así, supongo que cada palabra que sale de mi boca tiene algún grado de importancia para mi psiquiatra. Quiero creer que hay un buen motivo detrás del hecho de que haya tomado un montón de notas.

Agradezco a todos los cielos que sus preguntas fueron fáciles de responder… La mayoría, por lo menos. Antes de que me diera cuenta, el tiempo había pasado y la consulta había llegado a su fin.

Lo único que quiero hacer ahora es volver a casa, pero tengo que quedarme en la pequeña recepción durante un rato, esperando a que el doctor Cheng y mis padres tengan una conversación en privado. No puedo evitar preguntarme si no sería mejor que hablaran por teléfono o algo. ¿Por qué? Pues porque me urge salir de este sitio, el monstruo de seis ojos sigue detrás de la silla de la secretaria… No deja de mirarme… Es tan aterrador como incómodo.

La secretaria se ve tan tranquila que hasta me da envidia, debo admitirlo. Es muy afortunada porque no tiene ni idea de qué hay detrás de ella. Estoy seguro de que no podría ver a ese ser ni aunque se diera la vuelta y quedaran frente a frente.

Pensaba en eso, en lo solo que me puedo llegar a sentir al recordar que soy el único que puede ver a esos monstruos. Sí, estoy acostumbrado a estar solo, pero eso no significa que me guste.

Instantes después la puerta se abre y tanto la secretaria como yo alzamos la vista. Acaba de llegar un joven delgado, unos tres centímetros más alto que yo, de piel pálida, lacio cabello negro que llega hasta sus orejas, con ojos color café oscuro, con… ¡Alto! ¿Por qué me estoy fijando tanto en él? Nunca le presto tanta atención a las personas que entran a mi campo de visión.

—Buenas tardes, señorita Hui Ying —el chico pelinegro saluda con una sonrisa y se acerca al escritorio de la secretaria, dejando una carpeta junto al teclado de la computadora que hay ahí—. Mi papá me pidió que trajera esto.

—Oh, sí. Gracias, Qiu Cheng —contesta la mujer.

—No fue nada. Hoy tengo mucho tiempo libre, así que puedo venir a la hora que mi papá me pida.

—Ayudarnos a tu padre y a mí es muy amable de tu parte.

¿Qiu Cheng?

Creí que era otro paciente, pero parece que es el hijo del psiquiatra que acaba de atenderme.

Nuestras miradas se cruzan durante un breve instante y no sé qué hacer, él sólo me sonríe amablemente. Pienso en hacer lo mismo, pero es como si mi cerebro no me respondiera y no pudiera hacer más que quedarme congelado como un tonto. ¿Qué me sucede?

—Hola.

Me está hablando… ¡Me está hablando!

—Ho-Hola.

¿Tuve problemas para responder a un saludo de lo más simple? Algo tiene que estar mal conmigo, sin duda.

—¿Vienes a una sesión con el doctor Cheng?

—No… Digo, sí, vine a eso —intento explicar—. Pero ya salí.

Habría dicho algo más si no me resultara tan difícil hablar con otros. Es una verdadera lástima no saber siquiera cómo continuar con una conversación, en especial cuando es lo que más necesito cuando me siento solo.

—Debes sentirte orgulloso —coloca una mano encima de mi hombro, haciendo que mi cuerpo se tense ligeramente, pues no estaba preparado para ese contacto.

—¿Orgulloso? —Pregunto sin entender a qué se refiere con exactitud.

—Sí —me muestra su sonrisa una vez más y yo siento que mi corazón se empieza a derretir—. Venir aquí no es tan fácil como algunas personas creen, en realidad se necesita mucho valor.

No entiendo nada… ¿Me está dando ánimos? ¿O me está diciendo que estoy enfermo y que lo mejor que pude haber hecho es comenzar a ver a un psiquiatra?

Oh, no. ¿En qué estoy pensando? Tal vez sólo me estoy poniendo paranoico.

—Gracias por todo, doctor Cheng —alcanzo a escuchar cómo mi madre se despide con voz suave. Entonces me asomo por el pasillo y la veo inclinándose un poco, en señal de agradecimiento. Ahora sí es hora de irnos.

—Nos veremos la próxima semana —contesta mi psiquiatra.

—Tengo que irme ya —le digo al pelinegro en voz baja. Me siento cada vez más nervioso. No puedo dejar de mirarlo, pero al mismo tiempo quiero esconderme detrás de mi madre como hacía cuando era más joven y algo me asustaba.

—Que te vaya bien… Eh… ¿Cuál es tu nombre?

—Xun Dài.

—Mucho gusto. Yo soy Qiu Cheng, el hijo del doctor Cheng —me ofrece su mano para estrecharla y yo, aunque tardo un poco en reaccionar, termino haciendo lo que él esperaba—. Supongo que te veré después.

No supe qué responder, así que solamente asentí dos veces y lo vi marcharse del consultorio. ¿Cómo es posible que ni siquiera haya sido capaz de decirle algo tan sencillo como "Adiós"?

El camino de regreso a casa fue un tanto agitado. Ya lo había dicho, mi padre no es precisamente tranquilo al conducir, no sabe qué es andar con cuidado por las calles. Sólo espero que no terminemos provocando algún accidente.

No sé por qué, pero Qiu Cheng estuvo en mis pensamientos durante el resto del día. Su voz, su amabilidad, su apariencia… No salía de mi cabeza. Estuve tranquilo hasta que la noche cayó y me fui a dormir, los monstruos aprovecharon la oportunidad de entrar a mis pesadillas y se hicieron cargo de dejarme aterrado.

Continuará.

Notas finales:

¿Qué pasará? ¿Qué misterio habrá? (?)

Sigma Min.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).