Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Por ti, mi amor... por Aomame

[Reviews - 66]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Por ti, mi amor...

Venganza

Número de expediente: 1343

Bruce recorrió con la punta del dedo las pestañas de los folders que tenía delante. Localizó el número que la voz en las bocinas había indicado y lo abrió sobre la mesa. No leyó del todo la información, se detuvo en la fotografía.

—¿Listo?—dijo Pierce a su lado.

Bruce asintió de mala gana y levantó la vista en dirección a la pared de vidrio de seguridad frente a él. Pierce dio la orden y una puerta al fondo de la habitación tras el cristal se levantó poco a poco. Una chica entró con paso lento, un poco titubeante y se colocó en el centro de la habitación.

—Comencemos—dijo Pierce por el intercomunicador.

Entonces Bruce vio como de las paredes de la habitación se abrían otras pequeñas compuertas y de ellas asomaban los cañones de armas de fuego. Asustado por ello, volteó a ver a Pierce.

—¡¿Está loco?! ¡¿Qué pretende hacerle a esa chica?!

—Observe, doctor—Pierce sonrió, sin dejar de ver hacia enfrente, tan sólo se agachó un poco para dictar su siguiente orden en el micrófono—. Fuego.

Y fue eso lo que emano de las armas, Bruce había esperado balas, pero el fuego, al parecer, era más espectacular. Vio como de las manos de la joven fluía una especie de humo rojizo y éste a su vez la protegían del fuego formando un escudo vaporoso a su alrededor, luego, con un movimiento de las manos de la chica, el humo rojo envolvía las llamas encapsulándolas en esferas que mantuvo flotando a su alrededor como si fueran pelotas y jugaran con ellas.

—¿Qué le parece?—preguntó Pierce.

Bruce estaba sin habla.

—Eso pensé—Pierce rió—. Ella y su hermano, son extraordinarios. Le caerán bien, Doctor, quiero que también averigüe la naturaleza de sus poderes.

***

*****

Una semana después. Noruega.

Fury dejó caer sobre la mesa las manos. Todos los demás prestaron atención.

—Llegó la hora—les dijo—Formaremos equipos. Así que estén atentos—Señaló un plano que tenía extendido sobre la mesa—. Los helicarriers serán movidos mañana a las 00 horas. Según el informe de Romanoff el contigente de SHIELD que los escoltará consta de unas 20 personas, me parece que serán más, puesto que saben que les pisamos los talones. El plan es simple, evitaremos que los helicarriers salgan del andén en dirección desconocida.

"La agente Romanoff, y el coronel Rhodes se harán cargo del lado este, con ayuda de Barton. Wilson y Thor se encargarán del oeste, junto con... —Fury hizo una pausa, y un mohín de desacuerdo—... Stark. No permitan que salgan. Su misión es abrir paso para que las agentes Carter y Hill, se hagan con los helicarriers, antes de que salgan del andén. En caso de que fallemos en un primer momento, Wilson y Stark, son los únicos que pueden volar con libertad y yo apoyaré, también, desde el aire.  A toda costa, intercepten a los Helicarrierss, preferiría que no, pero si es necesario, háganlos volar. ¿Alguna duda?"

Todos negaron y Fury asintió.

—Bien, prepárense.

Todos se retiraron con un murmullo tenso, dispuestos a preparar sus armas y equipo, así como a descansar un poco antes de la misión. Necesitaban estar al cien por ciento para ella.

Tony estaba a punto de bajar a su improvisado taller cuando Fury lo llamó.

—Yo si tengo una duda, Stark—le dijo, Tony se detuvo y giró sobre sus talones.

—¿Cuál es?

—¿Estás seguro de que podrás con esto? ¿Si sabes que no es un video juego, cierto?

Tony sonrió de medio lado. Natasha había cumplido y hecho que lo aceptaran en el equipo, pero no había quien no dudara, aunque sea un poco, de su desempeño en batalla. Él mismo no estaba del todo seguro, excepto porque era un genio y su armadura, después de varias pruebas, estaba en perfectas condiciones. Además, había aprendido a controlar el vuelo y estabilizar sus propulsores. Sin embargo, estaba consciente de que cualquier cosa podía pasar. Aun así, sonrió.

—Ya lo verás, Fury—fue toda su respuesta.

En el taller, Jarvis lo ayudaba a preparar su armadura.

—Señor—le dijo—,¿está seguro con el color? El rojo es un poco... llamativo, ¿no lo convertirá eso en un blanco fácil?

—Quiero ver que me alcancen en primer lugar—dijo, confiado de la velocidad de su armadura.

Se sentó en el taller con el reactor de energía y comenzó a hacerle un par de ajustes.

A pesar de todo, sabía que la prueba de fuego, estaba por venir.

***

Rumlow pasó lista. Estaban a punto de comenzar con la "Operación definitiva". Miró a sus hombres desde el interior de su máscara.

—Crossbones—escuchó a sus espaldas, ese era su nuevo nombre clave, reconoció la voz de su jefe, así que se dio la vuelta—¿Están listos tus hombres?

—Sí, señor.

—¿Cómo te sientes?

—Mejor que nunca, señor.

—Bien—Pierce sonrió y examinó a las tropas—. No tenemos noticias de Fury y compañía; pero no descartemos la posibilidad de que vengan... que el equipo estrella esté listo.

—No creo que sea necesario que...

—Eso no lo sabes, que estén listos.

—Sí, señor.

Pierce sonrió y tras dejar la operación en manos de Crossbones, se alejó caminando lentamente. Rumlow le miró partir malhumorado, estaba seguro de poder hacer el trabajo solo, sin ayuda del equipo aquel. Pero, ordenes eran órdenes. Se giró hacia los soldados, y dio la orden de marchar.

***

Ningún movimiento por ahora— Tony escuchó la voz de Clint que llegaba por el intercomunicador de avión—, entraremos.

Bien—dijo Fury—, manténganse alertas. Equipo dos, a sus posiciones, me acercaré lo suficiente para que el descenso sea corto.

—No se preocupen por mí—dijo Thor blandiendo el arma que había elegido, un enorme mazo o martillo, que Tony supuso, pesaba lo suyo.

Sam rodó los ojos, por supuesto que no tenía que de preocuparse, él se encargaría de que su amigo llegara al suelo sin hacerse papilla, María Hill volteó a ver a Tony, él la llevaría a suelo franco.

—¿Preparado?—le preguntó.

—Como nunca.

—¿En serio, Stark? No veo nada claro, ¿Cuándo te pones esa maldita cosa?—le espetó Fury desde su asiento.

Tony rió. Aún no se había enfundado en su traje, pero estaba listo, al menos mentalmente. Llegó la hora de la venganza, pensó. Acto seguido, caminó hacia su armadura, mientras lo hacía, liberó las placas de Steve y las apretó en su palma antes de darles un suave beso y dejarlas de nuevo dentro de su playera. Se acercó a la armadura y se dio la vuelta. Viendo a sus compañeros, sonriéndoles de manera un tanto enigmática, activó la armadura. Ésta le sujetó de los hombros primero y comenzó a envolverle poco a poco hasta cubrirle de pies a cabeza.

Cuando la careta bajó, el espacio oscuro se iluminó con pequeñas pantallas y controles holográficos.

—Jarvis, ¿me oyes?—esperó un poco, Jarvis estaba junto con Pepper en la casa de Thor, pero sería sus ojos con respecto a todo lo relacionado con la armadura, la cual estaba programada para que, en caso de él quedar noqueado, Jarvis pudiera controlarla a la distancia.

Sí, señor, lo escucho.

Tony sonrió.

—Bien, Jarvis, aquí vamos. Mantente alerta

—Yo estoy a salvo, señor, no es mi trasero el que está en juego.

Tony rió, al parecer, los nervios soltaban la lengua de su mayordomo.

—Llegamos—anunció Fury—. Adelante.

Sam fue tras Thor quién en un acto de locura medieval se dejó caer de cabeza del avión. Mientras que, Tony, sujetó a María y activó sus propulsores; poco después, descendía por la columna de aire. Directo a la base del andén.

Había hecho pruebas de vuelo, pero está vez, era en serio. Le costó un poco luchar contra las corrientes, pero una vez que encontró la manera de hacerlo fue pan comido.

—¿Qué fue eso?

Uno de los vigilantes de la base, había visto tras lo binoculares la caída de algo que parecía fuego en el lado oeste. Se trataba de los propulsores de la armadura de Tony, pero eso era algo que el vigilante no podía saber. Escudriñó con lo binoculares en la oscuridad, buscando dónde aquel objeto había caído.

—Tal vez, era una estrella fugaz.

—Sí, tal vez, soldado—le dijo una seductora voz femenina.

Se dio la vuelta lentamente, y pudo ver por un breve instante a una atractiva mujer pelirroja, casi de inmediato sintió un choque eléctrico en su cuello esparciéndose por todo su cuerpo y después, se desvaneció.

Natasha suspiró.

—Tony Stark no puede pasar desapercibido, eh—dijo sonriendo y se dio la vuelta para ver a Sharon, Clint y a Rhodey, quien le hizo una señal para que continuaran.

Se habían hecho cargo de los primeros guardias, y lograron entrar al andén ocultos en las sombras, como ladrones.

—Iré a ver—dijo Clint y se separó del grupo. Poco después lo escucharon en sus audífonos intercomunicadores—. Hay una tropa numerosa aquí. Parecen estar tomando posiciones defensivas.

—Nada parece un simple movimiento burocrático—dijo Rhodey suspicaz. Las mujeres asintieron.

—Bien, movámonos furtivamente, si podemos llegar a los helicarriers sin alertar a las tropas, será más fácil—dijo Natasha

—Adelante—dijo Sharon desenfundando, su arma.

—Clint, danos la mejor ruta—pidió Nat.

Dame un segundo.

Pero no tuvo tiempo, las puertas del lado oeste, de pronto,  salieron disparadas, con fuerza tal, que incluso ellos tuvieron que salir de su escondite para saber que había pasado. Algo las había hecho volar, y las tropas enemigas corrieron en esa dirección con las armas al hombro.

De entre el humo que había provocado esa extraña explosión, poco a poco apareció una figura humana roja y dorada con el brazo extendido. Natasha se llevó la mano a la frente.

—¿No podías entrar de otra manera, Tony?—le dijo por el intercomunicador.

¿Acaso hay otra manera que no sea la manera espectacular?

Casi al mismo tiempo, escucharon el corte de varios cartuchos y los primeros disparos; todos dieron en el blanco, pero ninguno hizo daño.

Carajo, la acabo de pintar—farfulló Tony, en seguida levantó los brazos y una luz blanca se construyó en el centro de sus palmas— Digan "cheese"—bromeó y un flash de energía salió de sus manos impactando la primera fila de la tropa.

Entonces, de detrás de él salió Thor corriendo con su martillo en el aire, dispuesto al combate cuerpo a cuerpo, y con un grito de guerra comenzó a abrirse paso en las filas enemigas a golpes de martillo. Pero no sólo él, también Sam entró desplegando las alas de su equipo de vuelo y dejando caer sobre los agentes de HYDRA una lluvia de balas.

Maldita sea, Stark—escucharon todos, la voz de Fury en sus oídos.

Era tarde para cualquier otro plan, que no fuera el ataque.

—¡Vamos!—gritó Natasha y su grupo salió a combate. 

 

Notas finales:

Espero que les haya gustado. 

Perdón por la tardanza, pero las escenas de acción me cuestan mucho trabajo! tenía que reorganizarme. 

 Bueno, empieza lo bueno, creo...

 

¡Nos estamos leyendo!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).